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30 abril 2011

Yo sí fui a la boda

Dado que Di iba a estar ausente dando vuelta a la geografía española, yo, Diva, asistí en tierras británicas al enlace de Cata y Guille. Había que aprovechar la invitación que nos enviaron.

Debajo de la pamela llevaba oculta una cámara de video y la ceremonia fue tal y como os muestro. No os creáis lo que se ve en la tele que lo mío es información de primera mano.

29 abril 2011

Sant Jordi, veleros, bodorrio en Londinium

Aunque algunos se hayan visto decepcionados porque la reportera Di, con sombrero, no va a estar retransmitiendo desde primera línea en Westminster en el día de hoy, no he tenido elección. Hube de declinar la invitación alegando que si republicana, atea y bodorriofóbica, pero la realidad es que lo que se preparaba en la península sonaba mucho mejor. Tampoco hay que exagerar con las fobias, lo mío con las bodas es mero aburrimiento (bostezo), pero eso ya lo cuento otro día.

Lo que se preparaba, como dije, era de entrada un Sant Jordi con C. y D. Y fue como siempre lo había imaginado: con un cielo azul, brillante, gente con rosas (y Mini recibió su primera de C.), filas para que firmaran desconocidos que deben ser famosos, sol, pintxos, librerías, más pintxos... Un ambiente precioso, de esos que te dan alas...

Y aunque parezca que estoy desconectada de esto que escribodivago algunas noches, al abrir mi bolsa al llegar a casa apareció "La caja negra" (Amos Oz), y "Dublinesca
s" (Vila-Matas), entre otros. Me pregunto porqué. Ah y el del último además estaba firmado. No hicimos fila, pero el tipo, pillado por sorpresa, ceñudo, nos garabateó una especie de gánsgter (o un fóbico social), que debe ser él.

Al otro día fuimos a navegar con el Naúfrago F. Con la salvedad de que el barco no salió del puerto: había mucho viento, decían los expertos. Pero qué aperitivo nos marcamos en cubierta, y qué paella, ya en tierra. Y paseo por la Barceloneta, y vuelta al barco. Una maravilla.

Y en ese último rato recordamos-cómo no- que a F. le conocimos en Ushuaia hace un montón de años y a C. vía un amigo que lo encontró en Vietnam. Estábamos allí todos gracias a los viajes. Lofly... Si vas a emprender el viaje hacia Itaca, pide que tu camino sea largo...

22 abril 2011

Barcelona, Vetustas, Madrij: Preparénse, vamos para allá!

Hoy, Jueves Tonto (parte de la Semana Tonta, que dice mi amigo Santi) es en el UK día de labor: mientras España entera se estará flagelando descalza en procesiones por todos sus pecados, aquí nos hemos flagelado en las oficinas, las obras, los hospitales. Pero, ha! el que ríe el último ríe mejor, porque mientras escribo está la isla entera celebrando que empieza el fin de semana más largo de la historia. Porque no sólo el viernes y el lunes son fiesta (por al susodicha Semana Tonta), sino que el viernes siguiente tenemos Royal Wedding, para información del que haya tenido al suerte de no enterarse, y nos han dado FIESTA NACIONAL (feriado nacional que dicen en portugués, y me gusta más). Así que con 3 días de vacaciones te salen... 11. Nosotros, además, lo hemos unido con la Bank Holiday de Mayo (el primer lunes de Mayo es siempre fiesta) por esto de los cumples, y nos ha salido... un peligro.

Mañana viernes un avioncito despegará de Londinium y aterrizará un rato después en Barcelona y allí estarán distintos amigos con los que hablaremos de libros mucho rato, y del mundo, y cenaremos, y lo que surja. El sábado, San Jordi, será la mascletá: hace mucho tiempo que tenía ganas de paser por la Rambla, comprar libros y flores, vivir el ambiente, disfrutar del sol (dicen que llueve, Di, tranquilízate). Y en algún punto aparecerá Francecs, un naúfrago al que encontramos en Ushuaia y que tiene un barco con el que iremos a ver el atardecer, mientras cenamos. Y más arreglar el mundo, y conversaciones rituales, y libros y alegría de estar aquí.

Y luego será el AVE a Vetusta, y la familia, y los otros amigos, y las comidas, cenas, barbacoas, el cumple de Mini, el mío y el frenesí vetustiano. A tenor de esto último mantengo con mi madre la siguiente conversación una noche la semana pasada:

-"Te noto cansada"
-"Sí, mamá, tengo sueño"
-"Es que en ese viaje a Bélgica no descansásteis nada... tendríais que haber venido por aquí, que os cuidamos a la niña y sí que descansáis"
-"Mamá, qué me dices de las Navidades, cuando no parábamos en casa, y volvíamos consistentemente a las 5 am tajados?" Es eso descansar?
-"Tienes razón"

Está por determinar si asistiremos al cumple de Tiovin en la otra Vetusta (todo por hacerle gasto). Pero lo que es seguro es que luego cogeremos otro AVE que nos dejará en la Kapi, donde tenemos a otro montoncito de gente que sobar.

Si nuestros pasos tropiezan, en cualquiera de esas etapas contigo, oh amable divagante, nos daremos por muy suertudos, y, probablemente, nos dé por divagar nuestra alegría a los cuatro vientos a nuestro regreso. Corolario: sé buen@ con nosotros.

Salud, y felices vacaciones!

20 abril 2011

Procesiones:culto a la muerte o rollo sadomaso?

La incoherencia que toca hoy, mirando al calendario, dentro de mis múltiples, es mi fascinación con las procesiones de Semana Santa. Desde que era pequenia, ver a los encapuchados ha ejercido sobre mí una especie de embrujo. Es una mezcla de miedo y morbo: sólo a los que les gusta sufrir aterrorizados con libros o pelis me podrán quizás entender.

Las procesiones son un culto a la muerte, al dolor. Es la emoción demasiado desgarrada, que resultaría embarazosa para los anglosajones. Es la autoflagelación física, versus la metafórica, que se usa tanto en estas islas con objetivo humorístico, para hacer ver que no nos tomamos demasiado en serio a nosotros mismos. En las procesiones, todo lo contrario: cada uno de los que aparecen se toman a sí mismo muy muy en serio.

Luego está el mito de las caras tapadas. Yo tengo mis favoritos: han de ser los de capirote a lo Ku-Klux-Klan, no los que lo llevan chato, que parecen perros. Aún recuerdo una tarde hace mil anios, que pasó por la calle una de "perros" y la Fashion, aún con calcetines cortos, se puso a llorar aterrorizada: "los capuchos, los capuchos!". Pobreta. Pero divago: decía que los capirotes alejan de nosotros a los que van debajo, y nos hace creer que no son seres reales, que al día siguiente irán a la oficina o al mercado. Son fantasmas, seres como Berengario, el del Nombre de la Rosa, que se azotaba con el látigo por las noches. Entes que pecan en plan macro, los malos del mundo que han de purgar en público.

Desde pequenia, iba con mis padres a ver una procesión famosa en Vetusta, la de la Virgen de la Piedad. No llamen todavía a Servicios Sociales, había más ninios. Aparte de ser muy solemne, tenía el factor magia por antonomasia: sale a la medianoche de una iglesia en una plaza del casco histórico, donde se agolpa la gente. Porque toda procesión que se precie ha de ser nocturna, para que el ambiente sea el adecuado. La Fashion comparte esta hipnosis, quizás peor: mientras escribo está camino de Sevilla para pasar allá "la madrugá", que seguía por la radio cuando volvía de la Piedad. Ahora sí, llamen a Servicios Sociales: una hija puede salir mal, dos ya no.

Mis padres siempre tenían algún conocido que salía en la Piedad, así que parte del proceso consistía en intentar encontrar a José Miguel, pongamo. Iban vestidos de lila con capa blanca (o al revés?) y, si ya se supone reaccionario todo lo que tenga que ver con este rollo, la Piedad, además, era/es exclusiva de hombres. Las mujeres tienen un rol desde luego, no se crea: si quieren pueden salir de "Manolas" (yuju!), unas senioronas que van vestidas de luto riguroso y suelen llevar teja con mucha blonda, detrás del paso. También conocíamos a alguna Manola, y los últimos anios recuerdo que la cosa ya se salía de madre e iban casi de fiesta, más que "de penitencia". La cosa parecía más bien un pase de modelos, iban a exhibirse delante de la ciudad (aquí a Vetusta le va que ni pintado el nombre, recordemos la escena en que "La Regenta" va de nazarena en la otra Vetusta a petición del Magistral, y con ello se pone en evidencia), con el terciopelo y las joyonas.

Otra gran baza de esta procesión eran las saetas que le cantaban a la Virgen. De repente, alguien entraba desde un balcón a grito pelado: "ayyy ayyy ayyy Virgen de la Piedadddddddd". Tal vez quien me conozca pueda pensar que estoy ironizando, pero aseguro que cuando empiezan a cantar y los tambores paran y se ponen en un reblode tranquilo, acompaniando, se ponen los pelos de punta. No sé porqué, yo que le busco razones a todo. Tiendo a pensar que es un reflejo pauloviano de la infancia: algo que impacta necesariamente a la mente de un ninio, y que permanece así, como un ente incompresible y digno de temor. También puede ser que haya olvidado tomar la medicación.

Luego la procesión pasa por el Coso y se va por una zona "chunga": el Boterón. Un barrio de calles estrechas, gitanos y supongo que ahora otras minorías étnicas e inmigrantes. Nosotros no íbamos nunca por allí, pero lo tengo como asignatura pendiente. Desde que emigré, nunca he vuelto a ver la Piedad, vacaciones en otras latitudes. Algún anio próximo, con mis penitentes naufragados, con paradas etílicas para contextualizar la emoción que nos embargue en las saetas, parece un MUST.

Alguna vez estuve en Híjar, en el Bajo Aragón, en lo que llaman "la ruta del tambor", y me decepcionó. Probablemente tuve mala suerte, pero aquella noche la gente tocaba a cara descubierta, en las puertas de los bares, con la Heineken en el suelo. No me dieron miedo: eran gente normal, disfrazada. No eran fantasmas de otro mundo, enviados por el maligno, ángeles caídos atenazados por la contradicción. En cuanto los vemos beber y comer, pasan a ser humanos, y no interesa. La única humanidad que se les permite es que sangren en los nudillos cuando apalean el tambor, o en los pies los que van descalzos, o en los tobillos, a los que verdaderamente les va la marcha y lucen argollas. Ahora que lo pienso: no suena todo esto, exhibidores y voyeurs,  un poco a rollo sadomaso? Lady Gaga: ven a Vetusta a por ideas.

18 abril 2011

Volver a los 17

Uno de estos días va a ser mi cumple, lo veo venir. Sigo con una ilusión similar a la que tenía cuando era pequenia, pero recuerdo a algunos adultos de entonces para los que era un día aciago: un anio más. A mí aún me gusta hablar con la gente que me llama, y los regalos sobre todo de la Fashion y las Reinas Magas, y me gusta que es un número primo en primavera y que, si estoy en Vetusta, sacamos la hamaca familiar de colgar al jardín y nos columpiamos con libros y tazas de té, y cojines, y gente.

Y este es uno de esos anios felices que lo voy a pasar en Vetusta. Además de la hamaca brasilenia, mi padre va a hacer barbacoa con costillas de ternasco, y la Yaya los mejores macarrones al sur de Milán, y mis suegros traerán las mejores croquetas al norte de Ushuaia y sidra y tal vez Layanas o brownies, y mi madre comprará fresas con nata de pastelería y alguna tarta, y el Joven Artista Local su guitarra, y la Fashion pondrá algo de glamour, y el Tíovin traerá pan (es el pobre berlanguiano que ponemos a nuestra mesa).

El 3 de Mayo siempre hace sol, menos el del 2010, que fue oscuro y con rayos y centellas. Pero no dejemos que entre esa nube en este divague: es tozudo el día aquel queriendo robar mi mes de Abril del 2011 y no lo va a conseguir. Decía, el sol brilla y hace anios era el mes de María, el mes de las flores, y el jardín de la Yaya está siempre precioso con rosas de todos los colores que te hace oler y admirar, porque son su pasión. Y las rosas me recuerdan a un cumpleanios en concreto hace un montón de anios: el que cumplí 17. Mmmm, volver a los 17.

Hacía 3 BUP y todavía llevaba uniforme. Tocaba la guitarra y rezaba para no perder la fe, que cada vez se tambaleaba más. Leía casi todo, incluído material inapropriado, por ej Sigmund Freud, así de daniada he salido. Daba clases de inglés a todo tipo humano: desde ninios hasta monjas, pasando por universitarios, siempre se me dio bien. Hacía voluntariado con la Cruz Roja (sí, por qué si no se llama esta sección "pasado oscuro"?), y allí tenía un grupo de amigos. Uno hacía ingeniería y me llevaba en su vespa. Iba al cine y a veces compraba esa revista tan mala, "Fotogramas". Mi corazoncito, cuando tenía tiempo entre tanto ajetreo, se ocupaba a veces de un chico de Vetustilla de la Torre que estudiaba Medicina. No le veía en todo el anio salvo en el verano, y era el hermano de una amiga. No teníamos nada que ver, pero en aquella época yo hubiera mitificado hasta al Dr Hyde, al Dr Lecter o al Dr Frankenstein (Fronkonstin). O a Aigor ;). Escuchaba la radio por la noche, algunas veces "Polvo de estrellas", un programa de cine. Planeaba mi viaje del verano-para eso daba las clases-, que iba a ser centroeuropa con una amiga. Hablaba por teléfono. Mucho. Pintaba los mapas de la Fashion con música de fondo. Tenía todo muy claro: política, filosófica y vitalmente. Ah, qué mona es la adolescencia: los tortazos no tardaron en llegar.

Pero haciendo un gugel earth temporal al 3 de Mayo de mis 17, cuando llegué a casa del cole me encontré con varias sorpresas. En primer lugar, tenía un ramo de flores de los alumnos de inglés, qué amables. Pero, hey, había también tres rosas rojas del de la vespa que venían con una estrofa de una canción que le gustaba "You are an ocean wave my love". Mis padres me miraban sorprendidos, esperando una explicación... "son del grupo de la Cruz Roja". "Ah, vale, y ésta?" Y senialaron una rosa roja solitaria en una esquina... sin tarjeta. No sabía, en serio, ni idea, les dije. Mis padres se miraron escépticos entre ellos. De verdad, no sé. Repasé mentalmente todos los posibles orígenes de esa rosa, desde Rafa Jofresa-jugador del Juventut de Badalona-hasta Harrison Ford, pasando por mis amigas haciendo el gamba.

Pero ahí se iban a quedar las cosas. Ja. Quien mandaba esa rosa no se quién era, pero no me conocía bien, eso estaba claro. Porque si vas de enigma, tu primer objetivo ha de ser anular la floristería, que vaya sólo con el celofán. Primer fallo. En fin, un aprendiz: la rosa llegó con su envoltorio que indicaba: Flores loquesea, Pza San Francisco.

Las floristeras, las pobres, no caían: "pasa tanta gente por aquí". No paraban de repetir: "No te preocupes, porque quien envía una rosa roja, tarde o temprano se manifestará". Y yo: "Es que no quiero que se manifieste, es que quiero saberlo ya!" Y ellas venga a reír, y al final sí, se pusieron de acuerdo, era un chico así castanio o era más bien tirando a moreno, no sé, mediana altura, ni gordo ni flaco, ni guapo ni feo. Vamos, está claro: el 90% de la población vestustiana.

Cuando ya estaba en la puerta, dándoles las gracias, casi dispuesta a haber perdido el primer asalto de aquella partida, una de ellas dijo: "Ah, sí, espera... es verdad... no sé si esto te dirá algo, pero... ahora que lo recuerdo, llevaba una carpeta y encima la bata blanca como esas de prácticas que llevan los de medicina".

Silencio. Sí, gracias seniora, me dice algo. Y me fuí. Creo que con una sonrisa boba en la cara.

Qué chulo es volver a los 17, aunque sea divagando.


16 abril 2011

Sarri, sarri

El otro día divagué sobre "Manel", que cantan en catalán -dato no ha sido óbice para que gente que les entienda con dificultad o nada les disfruten-, y esto me recordó a otros grupos de hace la tira de anios que cantaban en euskera, y a estos sí, sin entender ni papa, muchos seguíamos y bailábamos como locos en las fiestas de nuestra Vetustilla particular (el que no tenga una, que tire la primera piedra). No sé en el resto de la península, pero en Vetustón (lo que el Peda llama cariniosamente "Euskadi tropical"), Kortatu estabande fondo en toda penia que se preciase.


En Vetustilla, cada vez que la orquesta en fiestas comenzaba con los acordes del clásico "Mierda de ciudad", todos nos poníamos a saltar con el mismo estilo que en el vídeo que incluyo, pero uno sobre otro, en plan agresión. En fin, el baile conocido como "pogo" worldwide. Cuando conocí al Peda, que iba de vasco sano donostiarra de nacimiento iruñatarra de adopción, él no sabía lo que era pogo y cuando intenté empujarle con alguna canción de Kortatu, me miró desde kilómetros arriba y con una sonrisa irónica -que sin duda selló para siempre esta relación- dijo, hierático: "Podría matarte" (se entiende, si se ponía a hacer pogo conmigo).

Otra novedad que me demostró que en Vetustilla íbamos por delante era el "saltar al público" desde el escenario. Se supone que te recogían. Como usé el verbo "tirarse" (al público) para preguntarle a mi no-bailador-de-pogo si era una tendencia también seguida en los poblados del norte, se agarró a eso de que por ahí, por el norte, lo de tirarse es una cosa que se hacemás bien poco. Vetustilla vanguardista.

15 abril 2011

Desenmascarando a Diva II

Nos quedamos con que me identifican como Ana Curra y me quedo tocada y hundida.

En un momento hice un rewind cerebral que me dio hasta vértigo y me situé hace la friolera de unos veintipocos años.

Diva, por aquel entonces, además de más joven, era muy mona y no lo sabía, tenía buen cuerpo y no lo creía y además era muy simpática (también era más modesta que ahora). Además de lo anterior era un poco gamberra y encima sus amigas la secundaban siempre. 

Lo nuestro era pasárnoslo bien, reírnos hasta que nos doliera la tripa y no tomarnos nada en serio. Corrían los ochentas y escuchábamos y bailábamos con 091, Elegantes, Loquillo, La Frontera, Rebeldes etc. Nos considerábamos bastante rockers en cuanto a gustos musicales, que no en la estética. Ana Curra era una cantante de minorías, de los rockers de verdad, pero que a mi me gustaba. Creo que había participado antes en Parálisis Permanente en temas como "Quiero ser Santa". Entonces era más punk por eso, más gótico. No me gustaba.

Una noche de juerga, conocimos a unos chicos de un pueblo vecino. Eran más mayores que nosotras y les debimos hacer gracia. Hubo mucho vacile, que si esto, que si tal, que si cual, ja ja, je je.... Íbamos de listillas, de sobradas, aunque en el fondo éramos unas pardillas que recién salíamos del cascarón. No recuerdo bien en que consistió nuestra conversación, sólo sé que en un momento dado uno me preguntó el nombre. Yo no pensé en darle mi nombre real, ni de coña, así teníamos otro motivo de cachondeo. Así que cuando el individuo me hizo la pregunta, le contesté:

- Ana Curra.

- ¿Curra? ¿Qué clase de nombre es ese?

- Joder tío, no te rías de mi apellido. Ni que tu fueras el Conde de Montecristo...

Así estuvimos un rato. Que si Ana por aquí, que si Ana por allá. Y claro, mis amigas y yo partiéndonos el pecho.

Pasaron los días y fui con mi hermana la mayor BigSis a las fiestas de otro pueblo. Allí me volví a encontrar con el chavalito en cuestión. Al parecer conocía a mi hermana. No recuerdo bien pero la cosa debió ser tal que:

- Diva, ¿quieres tomar algo? 

- ¿Como? ¿Diva? ¿Pero tu no te llamabas Ana?

- Estooooo, nope, ehem....

- Ya te vale.

El caso es que veintipocos años después voy a su consulta y me identifica. Todavía me dura el susto. Juro que mientras hablamos en la visita, en algún momento todavía me llamó Ana mientras a mi se me escapaba la risa, ante lo surrealista de la situación.

Fue muy gentle pinchando. Podría haberse vengado.


14 abril 2011

Argumentar: asignatura pendiente en España?

Como decíamos anteayer, los ingleses llevan esto del debate y la oratoria en lo espeso de la sangre. Los famosos "speech" (discursos) que todos conocemos por "Cuatro bodas y un funeral" (Mike Newell, 1994) y otras películas son estrictamente así: llenos de humor, sentimiento -siempre irónico-, autoflagelación e ingenio. Alguien que se toma a sí mismo muy en serio (el concepto "earmest", que sería más o menos el equivalente al "intenso" castellano) está condenado a la mofa y al sonrojo del resto de inglesitos.


Pero no quería hoy hablar de la oratoria, que sería un ejercicio de autoflagelación máxima si me pusiera a mí misma como sujeto, tal vez otro día. Hoy es que estoy en plan camorra y mayormente por flagelar a los demás. Lo de sacar el látigo es también un ejercicio saludable de vez en cuando, particularmente cuando una ha "conocido"-siempre de tercera mano- a unos cuantos elementos en distintos foros, blogs (profesionales o no, de "nivel" o no), periódicos (ídem), que le hacen, de repente, querer muchos a sus amigos. Porque no son como esta panda: por algo los eliges.


Veamos. Alguien en internet se lanza a defender una idea (que no hace falta necesariamente que sea controvertida, puede ser simplemente algo neutro, un gusto). Esa idea te puede afectar de una manera personal (o lo que tú consideras personal), o no. Por poner un ejemplo, a mi me tocan personalmente temas como que alguien se vanaglorie de evadir impuestos, derechos laborales, mujeres que yo percibo que con su actitud machista perjudican al resto de colectivo de mujeres, etc. Cada uno tenemos nuestras teclas, a distinta gente le hará saltar una cosa u otra.



Aún así, volvamos al principio, alguien ha lanzado una idea, y entre los comentarios encontramos:



  1. Unanimidad en el aplauso, sin una fisura crítica. Ni un alma levanta la voz en el aspecto más enriquecedor de término.


  2. Hasta que entra, de repente, una voz discordante que, en lugar de expresar con sinceridad porque ese tema le ha tocado tan de cerca (porque si entra en contra, le ha tenido que tocar) y dar sus razones, recurre al ataque ad hominem para hacer más clara su divergencia de la corriente. Para mí, para dejar más clara su estupidez.

Recurrir al insulto es, en la pantalla, como recurrir a la violencia in situ. Se acabó, no va más. Y el insulto no tiene porqué ser tacos y palabras soeces. Puede ser cositas tipo "no te funciona la sustancia gris", "no tienes sentido del humor", "no sabes de lo que hablas" etc. Lo mejor con la gente que lo utiliza es dejarlos hablar: ellos solos se definen. A menudo en los foros, entran otros comentaristas (o el mismo autor de la Idea Inicial) a meterse con ellos... cómo?


Pues usando su misma estrategia: "no tienes sentido del humor, no tienes sustancia gris, etc".[Nota: atención de la diferencia, si alguien no se ha reído con tu gracia el tener la elegancia de decir "no me he expresado, pretendía ser un chiste".] Pero si miramos los procesos, en lugar del contenido, queda claro que, insultando al que nos ha insultado, caemos a su mismo nivel, ese del que nos quejamos. Es triste, porque hay que recordar que "no nos ofende el que quiere, sino el que puede", así que hacerle saber que puede no es tampoco una buena idea.


A mí, el que uno de estos me toque la moral, cuando lo hacen, me hace recordar el tótem anterior para evitar cabrearme conmigo misma. Porque evidentemente no he logrado ser La Esfinge (la flema británica me llegará, pero es un proceso). Dicen que la libertad de expresión es dejar que los otros digan lo que no quieres oír.


Pero lo fundamental, si te han logrado tocar con su insulto, es que nunca se note. Personalmente, lo más efectivo creo que es, como con los niños, el ignorarlo. Mantra del conductismo: "si queremos que un comportamiento desaparezca, apliquemos extinción". Puedes estar pensando "eres imbécil/un cabrón", pero llamárselo es lo último. [También hay un lugar para lo último, claro, aunque mejor no llegar a él].


Una de las mejores cosas de la vida es un buen debate con tus amigos, aquellos en los que aprendes, te enorgulleces de cuánto saben (y quieran seguir siendo tus amigos!), y en otro punto te sorprendes contigo misma, lo bien que has salido de aquí o allá. A veces te sulfuras, te acaloras, porque lo ves tan claro, y quieres que lo vean así, pero con los años vas aprendiendo que hay muchas cosas que son de una gama infinita de grises y no el blanco o el negro que tu veías en la uni.


Este invento de internet, a ratos me hace perder la esperanza en el género humano, cuando nadie escucha, o se ataca al otro incluso lateralmente por pensar distinto, o por haber sido tan cutre de haber atacado antes. Cuando veo lo raro que es que alguien use la argumentación, el saber respetar-no compartiendo- y defender lo que crees con la razón.


Feliz Día de la República!

13 abril 2011

Desenmascarando a Diva I

Por si hay alguna duda... en el aire o por si queda alguno sin saberlo, que seguro que no, me diagnosticaron una tendinitis en la pata de ganso allá por octubre. Me rehabilité en varias ocasiones sin grandes resultados. Repetí rehabilitación y sigo en las mismas. Me hice hace poco una resonancia magnética y no me vieron nada. De lo que se deduce que es la nada lo que me duele. Sí, sí, las ausencias también pueden doler. Aún así no me rendí y seguía, sigo buscando una respuesta o una rodilla nueva. Pero divago.

El caso es que ayer fui por recomendación de dos amigas a un médico acupuntor (sí, sí, las dos cosas) que es la repera: bueno, eficaz, profesional.... Así que con poca confianza y mucha esperanza me planté allí. Por probar...

Llegué y me hicieron pasar a las salita de espera. Allí, además de los seminarios de un día que todos sabemos lo que valen, había también fotos de deportistas dedicadas: a superdoctor con cariño de José, con mucho afecto de Juan, etc... De entre ellas había una de un campeón de España que tengo el honor de conocer. Un gran tipo y una buena persona, muy buena. No me sorprende que venga aquí, este acupuntor es la leche, me han dicho.

Me rescata de mi inmersión en el Hola el acupuntor en persona, en los pueblos no hay secretarias ni nada y menos si la de la entrada es tu mujer. ¡Como para mandarle algo! El acupuntor en cuestión es un tipo bajito, con gafas, debe tener unos 48 ó 50 tacos y de entrada no me suena de nada. No lo había visto nunca.

Tras lo normal, datos personales, cuéntame, que me duele aquí, que me han hecho esto, que me sigue doliendo, que si te duele cuando bajas escaleras o sólo cuando caminas, que si yo que sé, que no sé que tengo, se me ocurre comentarle:

- Por cierto, he visto que tienes una foto de Campeón de España.

- Ah! sí - me dice el doctor. Es paciente mío.

- Ahá - asiento.

- ¿Lo conoces? - me pregunta.

- Claro que sí.

-¿De que conoces tu a Campeón de España?

- Es que es amigo de mi hermana la mayor.

- ¿Cómo se llama tu hermana?

- Big Sis.

- ¡¡Joder!!! Entonces... tu eres ANA CURRA!!!!

- (............................................................................................) Touché et coulé.




12 abril 2011

Argumentar: así se aprende en el UK

Al llegar al Reino Unido confirmé todas mis sospechas: los años en la Univetusta no habían sido instructivos ni inspiracionales, sino sólo un trámite para hacerme con un papel -a.k.a título universitario-, que me abriría las puertas para empezar a aprender de verdad. En el UK, una cosa es tu carrera académica (la uni) y otra, la que sirve, tu carrera profesional. El desorden "titulitis", que entiendo todavía es prevalente en la península no es aquí algo endémico: a los ingleses lo que les interesa es si sabes hacer las cosas, y si sabes escuchar y negociar con los que necesariamente vas a colaborar para hacer esas cosas.

Los primeros años de mi estancia en la Pérfida Albión tuve que hacer exámenes, a la vez que trabajaba: titánico (evidentemente, no tenía blog, ni tele, aún pregunta la gente porqué, ni hija, sólo algunas escamas). La finalidad de estos exámenes, acabar perteneciendo al grupo profesional en cuestión y el formato, completamente diferentes a los de la Univetusta, donde constaban de preguntas de selección múltiple y, al principio de la carrera algún ensayo. Aquí había alguna parte del examen de selección múltiple, pero luego había varias más, a saber.

Había ensayos, pero compárese los enunciados de estos (o "preguntas de tema") en Univetusta: "Háblanos (vomita, cacarea) de X" con los británicos: "Háblanos de X en relación con Y", o "Cómo se vería afectado X si Y cambia. Argumenta". Argumenta, oh, esa palabra: usa la evidencia científica, usa hechos, usa datos contrastados para, finalmente, dar tu opinión. Oh.


Otra parte del examen se llamaba "critical appraisal" (algo así como "valoración crítica"), en la que te daban un artículo de investigación y tú, armada de calculadora, tenías que desmontarlo y explicar si ese estudio era fiable o no. Por supuesto, yo había estudiado estadística en la carrera, pero como un ente aislado. Aquí llegaba el momento de la aplicación a lo que iba a ser mi vida real profesional. Esto es lo que nunca llegué a vislumbrar en Univetusta. La vida real quedaba demasiado lejos, preocupantemente hasta para los profesores.

Por supuesto, el examen británico tenía una parte oral. En Univetusta, esto era desconocido. Aquí, te dejaban una hora con "el objeto de estudio", y luego tenías que ir a un panel de profesores a exponerles lo que habías sacado en claro (si algo!) y a someterte a sus preguntas. Pongamos que si fueras abogado aspirante del Colegio de Abogados te darían para leer el legajo y te dejarían con el cliente una hora, para tú prepararte el caso. O si fueras veterinario, te echarían por una hora un animal y su granjero para hacerle un examen clínico y luego proponer un diagnóstico y un plan. O si fueras profe, te abandonarían una hora con un montón de libros (hoy internet) para preparar una clase. Ese tipo de cosa. No para los que sufren de ansiedad o hiperhidrosis.


Evidentemente, estamos hablando de otra manera de entender el mundo. Como siempre, la educación (o la mala educación), nos puede ayudar a entender algunos de los vicios y las virtudes de una sociedad. Y el caso es que para los que venimos a este sistema desde aquel, el salto es brutal, pero de esos que mientras estás en el aire gritas y sientes que no tienes ningún control, pero cuando por fin caes en la poza, splashhhhhh, impulso hacia afuera y vuelves a gritar, de alegría, a los que faltan por saltar. Está genial, venga, el siguiente!


Los ingleses, que se han educado así, lo tienen relativamente más fácil. Hablando de su cacareado "Discuss" con mucha gente, aprendí que aquí esto lo maman desde la escuela. Les hacen hacer debates en clase defendiendo un punto primero, y luego exactamente el opuesto, dando razones para uno y para el otro. Alucinante.


Como decía F. Scott Fitzgerald, "la inteligencia es la habilidad de sosterner dos ideas contradictorias en tu cabeza al mismo tiempo". Pero incluso en temas en los que creamos que tenemos La Verdad, este es un ejercicio muy saludable del pensamiento, y de ponerse en la piel del otro. Qué distintos seres creará una sociedad que educa en el "discuss" que aquella que educa en el "repite lo que te he dictado".


Pero, cómo se refleja todo esto en los foros de internet, en los comentarios a noticias de los periódicos, en los blogs? Ahora que internet nos deja leer al "pueblo llano", alguien ha hecho un estudio comparado?


Pasado mañana el mío...

10 abril 2011

Lo que me he reído con esto...

But Mr. Berlusconi, you said:
"Send a 25 year old escort to my villa!"

 
Me envía esto una amiga italiana. Reír por no llorar porque... son  o no reflejo de la sociedad?
 
Ah! Italia, la terra che il femminismo dimenticato...

08 abril 2011

Ten hermanas para esto...

Desde que emigré al Reino Unido, han sido los amigos y la familia los que me han mantenido al tanto de lo que podríamos calificar como "cultura popular": libros (leo pocas novedades, pero me los regalan porque saben de mi manía por destrozar los márgenes de mis propios libros y guardarlos para siempre), cine y por supuesto música.


Otra de las maneras de mantenerme en contacto con la península aquella de la que suelo despotricar, aparte de los titulares de los periódicos en internet, son los podcasts de distintos programas de radio. Siempre me ha apasionado la radio (y sé que es una pasión muy compartida), el mundo de las ondas, la magia de comunicarte con el brazo el controlador (sube la música, ahora!), la intimidad que crea sobre todo por la noche... Un día como hoy, primaveral, soleado, pasear por las calles de Londinium con un buen programa... es lo mejor.


El caso es que ayer, escuchando uno de esos programas, oigo hablar de un grupo catalán que ha logrado ser número uno de ventas en la península. Llego a casa, Mr Gugle, y me encuentro, de entrada, con esto:




Me quedo completamente enganchada a la música, entiendo alguna cosa, pero... espera, esto no es el Eixample barcelonés, donde vivía mi proveedora de novedades musicales mayor, la pequeña linda hermanita, a.k.a. Fashion????? Pero cómo es posible que no me haya dicho nada??? Se la va a cargar.

Llamo a La Yaya, catalana de 8 apellidos, y se la pongo en el teléfono: "Es muy bonita... la música es antigua, sí, ahora, la letra es moderna". Me río, qué mona es... "No, no me traduzcas Yaya, que entiendo mucho" (pienso en las primeras estrofas... conoces a tres mujeres altas y elegantes y ... hacen el amor... en fin, cosas modernas).

Aquí incluyo la canción con la que han sido número uno "Aniversari", que tiene un vídeo interesante. Por unos segundos me dan ganas de creer en el género humano: que una canción así, folk, medio surrealista y en catalán haya capturado la imaginación de una mayoría me parece increíble. Y pienso en los de la radio, que hablaban de cómo la "nova cansó catalana" fue sepultada por el gobierno de CiU por años (catalanes? sí, pero de izquierdas! mejor no!), y pienso en la bronca que le va a caer a la Fashion, y en que voy a pasar este Sant Jordi en las ramblas con mis amigos, y en las tardes soleadas con radio, las rosas... y...

07 abril 2011

Jacuzzno



De entrada no me gustan los jacuzzies, jacuzzis o como se diga. Siempre me los he mirado con un poco de manía. He llegado incluso a meterme en alguno y la experiencia no ha hecho más que corroborar lo que ya pensaba. No me gustan y punto. Yo cuando quiero relajarme necesito que me machaquen, que me dejen bien sostobada, sea vía chorros de agua o via masaje y después me gusta reposar, escuhando música o tumbada, dolorida pero reconfortada. Los que seais avizados habréis advertido que los masajitos maripositas tampoco me van.

No osbtante reconozco que un jacuzzi puede tener un punto romántico, que llegado el momento puede derivar en mayores, ya que propicia el roce y los juegos bajo el agua o lo que antes era meterse mano. El agua esta caliente, la gente medio en bolas, las burbujas no dejan ver lo que hacen los demás...

Quizá es que no haya ido al jacuzzi correcto, uno limpio inmaculado que yo llene de agua y en el que estemos Consuerte y yo solos o únicamente yo relajándome, con velas alrededor y pétalos de rosas, mientras suena Lenny Kravitz por ejemplo. Salvo por lo del cantante, todo lo demás me parece demasiado obvio, como de anuncio de crucero.

Los jacuzzis a los que yo he asistido eran diferentes:

- Suelen tener agua de cuando los dinoaurios poblaban la tierra.

- Huelen a humedad.

- Si alguien se echa un pedo no se nota y seguro que la gente aprovecha para coscarse.

- Si os fijáis siempre hay alguien que se mete directamente sin pasar por la ducha.

- En él se sumergen otros especímenes a los que no me apetece rozar.

- Son un caldo de cultivo idóneo para hongos, herpes y todo tipo de viruses y bacterias.

- Hay burbujas que no desaparecen y se quedan en las orillas en un sospechoso estado semisólido in saecula saeculorum.

- Los chorros de agua son flojos y no te masajean nada, sólo crean una superficie difusa.

- Abrir los ojos y ver el panorama a tu alrededor suele acabar con cualquier fantasía erótica.

- Sales toda arrugada.

06 abril 2011

Recién nacido? Ponga una "monja de compañía" en su vida!

Me llama A. desde Madrid y me habla, entre otras cosas, de sus amigos colombianos tan simpáticos que viven en Londinium y a los que tenemos que conocer. Son una pareja que trabajan ambos en una multinacional y ella, diez años mayor que él (buen punto, piensa la Di feminista, ley del péndulo y esas cosas) está embarazadísima. Vienen de una familia de esas que aquí se llaman "old money": o sea, la casita de Chelsea no es que la tengan por cualquiera de sus sueldazos, sino que la cosa viene de generaciones. Y entonces A. añade: "ah, y como todos los colombianos de posibles, van a tener una enfermera 24 horas al día que cuidará del bebé". Esta "enfermera" lo llevará al regazo materno cada tres horas para la lactancia (antiguamente las "amas de crianza" también los amamantaban), le hará el eructito, se limpiará el pequeño vómito del hombro, tendrá ojeras a la mañana siguiente si el niño es de los pesados, se enfrentará al meconio, primero, y luego a las siguientes versiones de pañales, cantará nanas en su lengua materna, mirará que no se le escurra mientras lo bañe. Esas cosas. Los padres, al día siguiente, estarán frescos y guapos y sonrosados y odiosos para las visitas y el Bugaboo. Pero, Di, baja, me dicen: esto no queda limitado a Colombia, en la península también sucede. Lo de meter a alguien en casa para que haga la parte escatológica-y-trabajos-forzados del cuidado del bebé está a la orden del día entre la gente bien. Ah, sí, todo este mundo de cómo-está-el-servicio una ya lo conoce, pero al principio choca en gente que a primera vista parecen inocentes profesionales de nuestra edad.


Pero yo, ya puestos, nada de enfermera, opto por la versión "monjita de compañía". Este concepto lo he sacado - las casualidades no existen - precisamente del libro que estoy leyendo, "El olvido que seremos" una especie de novela de tono periodístico autobiográfica de Héctor Abad Faciolince, cuyo padre, epidemiólogo progresista de Medellín, fue asesinado por ser precisamente tan progre. Por supuesto, venían de familia de pasta de toda la vida (si no, de qué va a hacer medicina en Colombia), pero aún así creía en eso d ela "medicina social". Su mamá (ay, da gusto oir el acento mientras lees) era sobrina de un arzobispo.


La figura de "la monja de compañía" era un lujo que sólo se podían permitir las familas más ricas de Medellín -y estos no lo eran tanto- pero como el arzobispo había ayudado a la congregación de las Hermanitas de la Anunciación, la Madre Superiora enviaba a una monjita a su casa "de balde", que se cuidaba de él y sus hermanas. La Superiora tambien "imponía las manos a su mamá" para luchar contra sus jaquecas, y el pobre niño Héctor tuvo que crecer entre imposiciones rituales por un lado, y el racionalismo epidemiológico por el otro.

Pero divago: y es que la figura de "la monja de compañía" para el bebé y niño me parece indispensable. Señoras de posibles: ?quién les dice que una de esas enfermeras no les sale a lo Elle Driver (Daryl Hannah en Kill Bill de Tarantino)? Acaso quedaría usted tranquila en las excursiones nocturnas de su marido al baño o a beber agua mientras por la casa pulula ELLA (Elle, je)? Lo dicho: reivindiquemos a la monja.


Por lo menos hasta que la descubra Tarantino.


05 abril 2011

Microdiva



Desde hace unos días me siento minúscula, pequeña, una miajilla de ná.

Eso no está mal si no llevara consigo una serie de adjetivos tales como indefensa, vulnerable, insegura, dependiente, frágil, desinformada y no sé cuantas cosas más. 

Es cierto que el clima de crisis total que se vive y se palpa a diario no ayuda mucho. No sé vosotros pero yo escucho cada cosa.... Aunque yo siempre creía poder con todo, pero va a ser que no. No puedo. Tengo mis limitaciones. Es una cosa que me costó asumir y aún a veces no me doy cuenta y ando por ahí como si tuviera superpoderes.  Todo el mundo sabe que de pensar que uno tiene superpoderes a ser un completo gili va un paso.

Pues bien, he realizado una introspección (flipa Di!) tratando de descubrir cuando ha empezado este sentimiento a adueñarse de mi cabecita y encuentro varios motivos:

- Mi madre va a ser operada de vesícula. No es nada grave, ya lo sé, pero ahí está, como una espinita. Supongo que querría estar más pendiente de ella de lo que estoy y por eso me siento mal.

- Yo misma a raíz de los síntomas que presentaba mi madre fui al médico y me confirmó que yo también tenía una piedra en la vesícula. Si me opero y me la sacan es como para hacerse un colgante. Tiene dos centímetros.  Lo podemos sortear en el blog.

- Como consecuencia del punto dos estoy restringiendo cosas tan vitales como el queso, los huevos o el café. Lo que más me cuesta es el café. Hubo un día que me sentía morir y creo que sería por eso. No fumo, no bebo, no voy con hombres y no bailo rock and roll. Me estoy volviendo una seta (Moli dixit).

- Mi lesión en la pata de ganso sigue igual. Bueno, me he hecho una resonancia y no me sale nada en la rodilla, lo cual no sé si es mejor o peor. El caso es que me duele y si no tengo nada es como que me desacreditan. He empezado de nuevo la recuperación.

- Como consecuencia de lo anterior me han recetado una plantillas. Es el principio del fin, pensé: lentillas, plantillas... ya me queda menos para mi dentadura postiza y un braguero (que fea es la palabra).

- Tuve un momento de desorientación personal cuando me entregaron la resonancia y vi mi nombre y al lado "EDAD: 40 años". Me pareció que no era la mía y estuve a punto de decírselo a la chica.

- Toco muchos palos de la baraja a nivel laboral. Como dice el refrán "hombre de muchos oficios, pobre seguro". Pues eso.

- El otro día recibí una carta certificada con acuse de recibo de parte de la Administración por la que me quitan un pago que me hacían a nivel ganadero. Pe, pero como... si yo lo hacía todo bien. Pues parece ser que no. Eso me pone de los nervios. una creyendo que tiene todo bajo control y de pronto... a tomar viento!!! Me han dado. Eso me ha dolido.

- Los deberes de mi hijo. Me toca hacer de Rottenmeier de las tareas de mi pollito y estoy cansada. Reconozco que lo más difícil ha pasado. Sí, sí, hubo un periodo de reconquista durísimo. Pero no puedo bajar la guardia. A Consuerte se la cuelan más fácilmente que a mi. Y es que yo he sido "cocinero antes que fraile".

- Tengo pendiente una mudanza con reformas incluidas que me da una pereza que no puedo con ella. No sé si fue buena idea o no. Cualquiera se vuelve atrás ahora...

- Tito, mi hombre de confianza e indispensable en la granja se me va a jubilar y necesito encontrar un sustituto pronto. El dilema es si lo busco o si tal y como vienen dadas mejor echo el cerrojo.

- Asisto a una feria el mes que viene y no tengo nada adelantado.

- Antes de ayer fui a nadar (tratando de emular a Moli). Acabé derrotada. No quise contar los largos por lo del agravio comparativo y... sólo diré que estuve una hora. Yo creo que eso acabó con las pocas fuerzas que me quedaban. Eso sí no tuve que ir a ver "Gnomeo y Julieta".


PD1: Me encanta la canción. 

PD2: Gracias por la terapia.


03 abril 2011

Pensamientos negativos en nocturnidad insomne. Mezcal con gusano.

La noche del jueves fue fiebre. Había venido Jon a cenar y pasar la noche con nosotros y llevé la charla, los tres tirados por distintos puntos del salón, como pude. Algo me pasaba, sin saber qué, pero al meterme en la cama, de repente los tan conocidos escalofríos, luego el calor, fuera el edredón, fuera todo. La mañana del viernes, el sospechoso se hizo culpable: me dolía una muela. Dentista de emergencia, antibiótico y analgesia. Llego a casa hecha un despojo. Y la cosa no mejora a medida que avanza la tarde. No recuerdo un dolor tan terrible de muelas en toda mi vida. Empiezo a dar vueltas y lo categorizo, junto con el parto y el de la apendicitis y sus bolas extra, como La Madre de Todos los Dolores sufridos.


Rastreo el armario de las bebidas en busca dealgo que aplicar localmente con un algodón, aparte de la traca oral. Hay Tequila regalo del Náufrago Ro, Aguardiente Antioqueño, de los Locombis, hay Absolut Vodka que no sé quien trajo, hay ron que alguien trajo de Cuba, hay whiskazo que a saber quién lo trajo y se lo bebió, porque nosotros no y está en las últimas. Hay Limoncello de la amalfinata de nuestra amiga Zichitella. Y por fin: hay mezcal con gusano regalo de uno de los trabajos pasados del Peda, en los que alguien confunde la península con México (en fin). Decido que el mezcal debe ser, sin duda, lo más fuerte de ese abanico, saludo al gusanito que está con cara de felicidad, y me lo aplico. Puag, cómo se puede beber nadie eso.

Nos precipitamos sin remedio al momento temido: cae la noche. Me meto en la cama bajo el efecto del paracetamol, y el idilio dura un par de horas. Cuando el dolor me despierta, parece el fin del mundo. Miro el reloj, aún falta una hora para la siguiente posibilidad de analgesia: se confirma, lo es. Doy varias vueltas. Me levanto al baño. Me voy al salón y me asomo por la ventana: los coches pasan, de dónde vendrán a estas horas, me pregunto. Querría estar en uno de ellos, porque entonces estaría viniendo de una fiesta, o de viaje, o cualquier cosa que por definición no se compagina con un dolor como ese. Oigo una sirena a lo lejos: me pregunto si el enfermo en la ambulancia estará pasando un dolor similar al mío. Imposible, esto es lo más.

Vuelvo a la cama. Más vueltas. Me duele tanto. El Peda duerme al lado, a ratos levanta la cabeza y pregunta si estoy bien. Le digo que sí (ji!que sí! quese me de una condecoración YA). Repto hacia arriba de la cama, pongo la mejilla derecha (es la mandíbula de ese lado lo que tengo dormido, pero con dolor, sadismo mayor no es posible) en contacto con una de las barras de hierro del cabezal. Ahhh, está bien, me gusta este frío (ya habiendo descartado el frío de hielos o toalla mojada que unas horas antes no me ha gustado). Vuelvo a la almohada, más vueltas, qué hora es, repto de nuevo para arriba. Ahhh, se está bien, claro que no es una posición ideal. Plink, idea! Me voy a la cocina y traigo una pala metálica y una cuchara. Es ese frío metálico el que me hace “bien”. Véase el entrecomillado, lo que necesitaría, lo sé muy bien, es morfina en vena.

Y entonces empiezo a pensar primero en la historia de la Humanidad: cuántos millones de trillones de personas han vivido en el planeta antes que tú, y lo que es peor, antes del advenimiento de los antibióticos y de la analgesia. Cuánto sufrimiento, cuánto horror han tenido que sufrir durante los siglos de los siglos. Imágenes dantescas desfialn ante mis ojos. No sólo parir con dolor, no sólo cánceres y accidentes, sino infecciones dentales sin tratamiento. Ya estoy desvariando, es lo que tiene la noche. Un valle de lágrimas, ya lo decían bien, esto es un valle de lágrimas. Y otra imagen peor me asalta entonces: qué maldita historia de Humanidad, si es que a día de hoy, mientras se me hunde el mundo porque faltan 45 minutos para la siguiente dosis (y eso es quitándole 15 minutos), hay gran parte de los habitantes del globo que no tienen ni acceso a agua potable, qué cosas tienes.

Estoy en El Pozo Negro de la Noche, existencialismo en vena. Pienso en el director de cine austriaco Werner Herzog (léase con acento alemán): “creo que el común denominador del universo no es la armonía, sino el caos, la hostilidad y el asesinato”, dice. Y tengo flashbacks de “Aguirre: la ira de Dios”, que rodó en medio de la selva como si fuera lo último que hacía. Vicks Vaporub, igual el olor a menta intensa y el calor (o frío, qué da?) en mi mejilla, ayuda, y la cuchara, y qué hora es, y qué calor, y tal vez debería pasear, y caos, hostilidad, asesinato, maelstrom, destrucción, cual es el punto, por qué nos afanamos. Y por fin, son las 4 am, puedo tomar mi siguiente dosis. Milagrosamente no me despierta el dolor a las dos horas y media como había ocurrido antes, y duermo hasta las 9 de la mañana. Paso un sábado con altibajos: dolor, miseria, niños con moscas, tsunamis. El Peda me dice que el ordenador tiene virus. Bienvenido al club.

Abro el portátil. Mis dedos vomitan enloquecidos sobre las teclas. De día los pensamientos nocturnos te dan risa. A falta de nada mejor- el mezcal con gusano no lo es- esta es mi terapia.