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| Soy o no bookstagramer? |
| No sé si quedó claro que estuve en París |
| y sí, es cierto que siempre salgo con un libro, incluso en París... |
| ...porque una nunca sabe si puede terminar en comisaría |
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| ... y seguía leyendo en Barna |
Si no las escribo, las cosas no han llegado a término, solo las he vivido (A Ernaux) La vida real no está a la altura de escribir sobre ella (J Eugenides) Lo que me interesan son los errores, fruto de la pasión, los errores que se cometen arriesgando (G Steiner) En la calle, codo a codo, somos mucho más que dos (M Benedetti) Escribir es persuadir a un extraño de que se quede (R Cusk) El camino del exceso conduce a la sabiduría (W Blake)
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| Soy o no bookstagramer? |
| No sé si quedó claro que estuve en París |
| y sí, es cierto que siempre salgo con un libro, incluso en París... |
| ...porque una nunca sabe si puede terminar en comisaría |
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| ... y seguía leyendo en Barna |
Lo del amor de verano va en serio: es enamoramiento, puro y duro. No amor normal, saludable, de ese que usted siente por sus hijos y padres, sino enamoramiento loco de ese de se hunde el mundo cuando él coge ese tren. Por ello, porque en absoluto soy sospechosa de rollos místicos, ni iluminaciones varias, pensaba que esto me había pasado con Mini por la oxitocina y la montaña rusa hormonal post-parto. Pero no, aquí sin parto y me volvió a pasar.
Un síntoma? Soy muy impaciente, de esas personas que al resto les parecen insoportables, porque no puedo "estar sin hacer nada" (no se trata de "aprovechar el tiempo" sino de que me cuesta estar pasiva; soy a do-er, que dicen los ingleses). Sin embargo, aquí, me podía quedar mirando a Roc por un tiempo que en situaciones normales me parecería irrazonable. Nota: si eres de aquellos que les gusta sentarse a "no hacer nada" o a "perder el tiempo", no me entenderás, y no podré explicarlo, porque estamos hecho fundamentalmente de material distinto. Pero esta vez he sido como tú, solo que en lugar de sentarme a mirar cómo se seca la pintura, ha sido mirando a los ojos (a menudo cerrados) de un bebé de días con cara de boba.
Total y resumiendo para los impacientes como yo: que pasé ingentes cantidades de tiempo esa semana colgada de ese bebé, y repitiéndome lo mismo que sus padres, y que era lo mismo que me había dicho a mí misma cuando nació Mini "pero qué suerte he tenido, pero qué maravilla de la naturaleza"... en fin, esas cosas que suenan patéticas leídas en frío, como suelen ser los escritos de amor escritos una noche a la mañana siguiente. La sensación de "este es uno de los momentos más especiales e importantes de mi vida" y "si por algo merece la pena vivir es por momentos como este" resulta luego, mirando para atrás, ser cierta. La idea delirante (delusion, me gusta más la palabra en inglés) de "esto solo me ha pasado a mí" se ve como tal-delirante- 14 años después.
Cuando vas a ver a hijos de la gente, de alguna manera hay que mantener las distancias, no vas a ser la prima Maribel que los llena de babas (me cuentan que yo de niña odiaba los besos de las primas maribeles, por eso nunca beso a los niños pequeños). Aquí, nada más entrar furtivamente en la habitación -no dejaban visitas por tema covid-, me di cuenta lo que ya imaginaba, pero quién sabe con padres primerizos: que no eran gente. Fashion me lo dejó coger y dicen las malas lenguas que en las fotos del primer día "parecía que me daba miedo": se me había olvidado tener a un bebé en brazos! Eso, o que venía de una rave nocturna sin dormir (véase "bienvenido Roc").
Ah y también el primer día, era tan minúsculo (Mini fue bastante más larguirucha) que no sabía ni llorar. Fashion, que me llevaba unas horas de ventaja, aclaró: "pone cara de llorar pero no sabe aún el ruido". Enseguida lo aprendió, como saben sus padres ahora perfectamente, especialmente a las 3 am. Es un ruido encantador, que a mí me hipnotiza ahora por teléfono o videollamada, me lleva justo a esa semana.
Esos primeros días nos debatimos en establecer si Roc era un bebé tranquilo, o todo lo contrario. "Es tan buenito", decíamos a veces, para desmentirlo luego tras un arrebato de -ahora sí- lloro. Roc odiaba particularmente que le cambiaran de pañal, ni digamos de ropa. Se ponía a llorar así con los brazos abiertos, como si quisiera que le diéramos un abrazo. Me daba tanta angustia meterme en su sensación de qué-está-pasando que entonces le ponía mi cuello entre los brazos, como si él supiera lo que es abrazar.
Salí con Roc en su primer paseo a tomar una horchata a Rambla Catalunya. Todo era novedad: el carrito, la calle, la gente. El pobre no se hacía al carrito, nos turnamos para llevarlo en brazos (nota de la tía superorgullosa, porque todos los viandantes lo miraban seguro pensando "pero qué suerte han tenido esos tres con ese bebé tan maravilloso". En la terraza teníamos al lado a dos señoronas mayores muy arregladas que con su acento me recordaban a la Yaya. Nos preguntaron todas simpáticas por Roc, y nuestras respectivas filiaciones, "tú eres la madre (no, soy la tía, podría ser la abuela, señora), ah, tú la tía, ah eres la hermana, ah, oh, sí, se parece a tal o cual, y él es el padre, y quién su mujer" y nos contaron alguna que otra historia de su juventut surrealista, para, al poco rato, volver a contar la misma historia como si nada y repetir las preguntas exactas sobre nuestros parentescos: ah, y tu eres la madre, no señora. Situación peli de Almodóvar en la que quedó claro el rol de las cuidadoras que hablaban entre ellas al otro lado de la mesa: para devolverlas a casa y y para proteger a los terracistas: "Déjenles en paz" (a la tercera vez), y nosotros, amabilísimos (y blogueros), "no no, no molestan".
Otras veces lo cogía y caminaba con él por la casa, cantándole canciones infantiles en inglés, que son las que aprendí con Mini, como la muy apropiada para él "Row row row the boat gently down the stream" porque en la segunda estrofa dice "Rock rock rock the boat", o "The wheels of the bus go round and round" o "London Bridge is falling down". También me sé algunas en catalán, que son las que nos cantaba la Yaya, pero no sé por qué, en plena Barcelona, y no llegué a esa parte del repertorio. Debe ser que necesitaba más tiempo allí: qué pena más terrible volverme, como separarte de ese amor adolescente de la playa que se vuelve a Madrid.
Què li darem al Fillet de la Mare?
El sábado pasado era 7 de Mayo, y fue un día de whastapp intenso en el grupo "Jekes" (los jekes son los "jóvenes que están empezando", aka hermana Fashion, cuñado JAL, bautizados así hace mucho -lets face it: ya no son jóvenes- por el Peda, que también está en el grupo). Comenzamos la mañana riéndonos a propósito de las técnicas intimidatorias mafiosas de Fashion con el mundo del retail online. Resulta que la hermanísima, ociosa por baja maternal, se había erigido como compradora familiar de regalos para el cumple Mini (lo de la baja es anecdótico, siempre es la compradora oficial), pero todos habían fracasado, uno tras otro. Primero, el perfume, forever "en preparación". Hasta que Fashion se lo toma personal y, mujer ejecutiva, les pone un email con, no uno sino dos "es decir" ("es decir, hace una semana", "es decir, ya llega tarde para el cumpleaños"), y al día siguiente, voilá, anuncian que está en camino ["conozco este mundo, no hay como azularles un poco" (sic)]. Luego, el pijama: estos van un paso más allá "envío perdido, en 17 días tendrán la devolución en su cuenta, hagan un nuevo pedido". Yo ni siento ni padezco ante el potlach este de los regalos, pero ella sí, y me envía copia de su email, impagable, en el mejor "inglés macarrónico" (¿por qué sois tan agresivos en castellano?, el inglés nunca es tan abrupto), con una frase que directamente roba mi corazón [traduciría más o menos: "ya estamos lo suficientemente tristes por no haber tenido el regalo en el día señalado, no nos molesten/aburran con sus procesos"]. Lo fascinante: enseguida tenemos un email con muchas disculpas, que nos llegará el pijama al día siguiente, correo urgente. Yo estoy alucinada: para mí integrar el concepto sentimental (tristeza) con rudeness ("no-me-aburran") en una queja a un departamento de atención al cliente es enloquecido, pero qué sabré yo, que odio comprar, online o in situ (por razones que no vienen a cuento, hemos tenido que comprar dos lámparas y, maremía, hay que hacerse un máster para decidir por la apabullante oferta: maldito capitalismo). Pero volvamos a la familia de matones: Fashion me recuerda los grandes resultados cuando JAL le escribió al casero de Brixton con un "vamos a poner esto en manos de los abogados de la familia", al más puro Corleone. Y todo se solucionó,: ese es el problema, son continuamente reforzados.![]() |
| Twiggy y los swinging 60s |
Estas son las 24 horas previas de conocer a Roc, y hoy, exactamente una semana después, lo estoy escribiendo en un avión de vuelta a la isla. Yo sé que todo esto solo es memorable para mí, que es una historia que se repetirá cada día. Pero no se trata de contar una historia, sino de tratar de transmitir una filosofía, una manera de estar en la vida, que no es la mía, sino en este caso la nuestra, porque es una historia coral. Si algún día Roc lee esta entrada, sabrá quién le esperaba y en qué estado mezcla de pánico y emoción. Luego, irá descubriendo otros detalles menos entrañables de su famiglia siciliana (“no nos aburra con sus procesos”) y por fin, lo entenderá todo.
rase una vez, cuando en este divlog éramos dos, que de vez en cuando poníamos canciones. Porque sí, porque nos gustaban, porque no había tiempo de escribir, lo que sea. Hoy, que las tres condiciones anteriores se cumplen, me he acordado de esta canción y de mi co-bloguera, que un día habló del "mejor culo de su clase", votado por unanimidad - ay, el feminismo ha llegado demasiado lejos, la objetivización del hombre.O sea, un tío que allá por los 90, como dice el título, "wore it well". Los llevaba bien, los 501s. Desde aquí este divague nostálgico al misterioso chavalito que, apuesto, los sigue llevando bien.
I had nothing to do on this hot afternoonHoy ha venido al mundo mi sobrino Roc. Por una vez, estoy sin palabras y solo me han salido tres líneas para él. No puedo empezar a explicar lo feliz que estoy, aunque prepárense: Roc ya tiene etiqueta en el blog.
~~
Roc,
Como todas las cosas buenas, te has hecho esperar ("Good things are for those who wait"). Y eres de principios de Mayo... como todas las cosas mejores.
Eso sí, te tocan como padres Fashion y JAL (felicidades Jekesssss!), como babysitter a la ínclita primísima Mini y como turrainiciador en la Real al Peda, pero no te preocupes: esos son problemas con los que yo te voy a ayudar, verás.
Te quiero, pequeniobebé
Tíadi
PS. Y pisa fuerte, Roc...
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| Esto es de Patricia Bolaños, citando a Nora Ephron, quién lo suscribe? |
| Parar en cafés soleados como estos dos |
| Típicas sillas de cafés soleados (y lluviosos, supongo, que esto es París) |
| Tomemos la Bastilla también |
| Fruterías que me hacen sentir Amélie |
| ...voy a hacer el bien! |
El prohibido-el-paso / beso del Hotel de Ville
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| Paremos en café con decoración floral: Porque hay que quitarse poco a poco del local-instagrameable |
| Rambuteau: siempre me gustó este nombre de calle |
| Todo así... |
| Gare du Nord: un wifi para los hambrientos!!! |
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Estación de St. Pancras
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| Una habitación sin vistas |
| St-Germain-des-Prés, aquí está enterrado Descartes (no hablamos hace poco de su dualidad cuerpo-mente?) |
| Donde antes tomaba notas Simone para definir el feminismo, hoy se sienta una turista de Wisconsin |
| Perfume personalizado |
| "Una calle de París... |
| ... me recuerda todo aquello que no fui" (has de tener cierta edad o estar muy mal para entender esto) |
| Ohhhh |
| Sobredosis de macarons |
| Ahhh |
| uuuuhh |
| Desde terraza de Lafayette |
| Esta la he puesto por el perro- disculpas pq las fotos de mi teléfono son "beyond horrible" según Mini |
| Estación de metro parisina |
| Marachiers vibrante |
| Marachiers fotogénico (si fuera con teléfono no propiedad del NHS) |
| Granadas de Marachiers, más caras que en Londinium, ahí ahí con Barna |
| Marachiers: atención al café lleno de maromos-only |
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| Si levantaras la cabeza, Simone... |