Quizá sean estos días que se aproximan en los que, una vez más, no vamos a poder estar todos los que aún estamos y me da pena. Quizá sea no poder cumplir con los cánones de felicidad y buenrollismo que nos venden los turrones, loterías y demás estampas televisivas. La nuestra, es una familia más o menos normal, con nuestras neuras y problemas y una sobredosis familiar resulta indigesta aunque nos queramos.
Quizá sea el luto hacia adelante: No estás viendo como crece Nina, lo espabilada que está, lo que se acuerda de ti. No viste como el otro día Rey con 11 años me llevaba él solo en el coche por el camino de la granja. Es muy responsable y como tu adivinabas muy majo. Tampoco sabes lo que le gusta a Rey ir a tu pueblo y decir que esa casa es suya, que se la dio su abuelo. Te vas a perder la comunión de Nina. No viste nuestro piso nuevo ni conoces a mi perro. Gracias a Dios no ves lo mal que lo estoy haciendo con la granja...
Echo en falta el sonido de tus pasos por el pasillo cuando me venías a ver al trabajo. "No bajes tarde a comer", me decías. Pienso en tus guiños cómplices cuando pensábamos lo mismo o cuando querías que me fijara en algo. Ahora se me antojan oportunos muchos de tus desastrosos comentarios. Me siento orgullosa cuando me dicen que me parezco a ti. Te recuerdo siempre que alguien se fuma una faria y si antes no soportaba el olor ahora... tampoco, pero me recreo en él. Aún te veo negando, escondiéndola en la mano para que yo no la viera como un niño chico y con tu camisa quemada por la ceniza.
Te busco siempre tras unas manos fuertes, ásperas, resentidas de trabajar. Me acuerdo de ti cuando veo a hombres de conversaciones sencillas que hablan sobre la vida real. Sonrío cuando alguien dice "jibo", "chemecar" o "chulleta". Te añoro cuando voy a la granja y no tengo las respuestas a todo lo que no te pregunté. Intento fijarme pero me cuesta. Busco tu aprobación y me siento sola. Me emocionan las cajas de farias apiladas y llenas de tornillos, cuerdas o cualquier otra cosa, que hay esparcidas por allí. Recuerdo cuanto te gustaba dar y cuanto te costaba pedir. Como rechazabas mis besos aunque te encantaba que te los diera. Pienso en ti cuando voy a la montaña y cojo una vara para andar o cuando oigo esa forma de "ragonar" que me hubiera encantado aprender. Te veo en todos esos rostros. Todos me hablan bien de ti. Todos te conocen. Todavía a veces, inconscientemente, busco algo "bueno" que te guste y te abra el apetito. Laminero.
Han pasado casi tres años y te echo mucho de menos.
La vida trae esos recuerdos, en el humo de un cigarro, en la vuelta de una esquina, en el niño que corre. Buena entrada.
ResponderEliminarSaludos
Hola Jaal, gracias por tu comentario. Son detalles sorprendentes por lo poco importantes...pero que te tocan de algún modo.
EliminarHe estado aqui y te he leído.
ResponderEliminarUn beso
Otro para ti.
EliminarHas puesto emoción en mi corazón y lágrimas en mis ojos.
ResponderEliminarUn beso.
Es justo lo que me ocurría a mí cuando escribía. Te lo he transmitido bien entonces... Muac!
EliminarTambién yo te he leído.
ResponderEliminarUn abrazo
Otro para ti JL. Nos vemos.
Eliminar¿Sabes?, como padre ya con una cierta edad no me gusta que los hijos retengan un sentimiento de pérdida. Pero hay lo que hay.
ResponderEliminarUn abrazo
No es algo que se decide. A veces se tiene a veces no. Yo que sé... A mi me gustaría que me recordase con cariño. Otro abrazo
EliminarClaro, Diva. Pero, ¿sabes lo que pasa? Que uno quiere ser recordado con cariño, pero sin pena. Pensar en la pena excesiva de un hijo produce una pena previa. Sé que es difícil explicarlo, pero supongo que más o menos captas la idea.
EliminarDiva, mi padre murió en las puertas de las navidades, y nos dejó a todos muy pronto, a mi con trece...figúrate; mi suegro también, no tan pronto en su vida, pero dejando ese agujero en la vida de todos los que le queremos. Los dos en la antesala del turrón, vacaciones, y demás...Si lo viviera así, o porque lo hice muchos años, sería una mierda. Pero ahora no creo que las navidades se deban entender como buenrollismo obligado, sino que es una ocasión para apreciar lo que pudimos vivir juntos. Un beso.
ResponderEliminarIre, lo siento. Mi padre se murió despues de Navidades un 29 de enero. Pero el lunes es su cumpleaños y yo creo que este año estoy más blanda que los dos anteriores. Contando además que el lunes si no se adelanta, tiene programado el nacimiento un sobrino mío y me ha tocado la fibra...
EliminarEstoy contigo, no es de obligación el buenrollismo. Es sólo que vamos a estar pocos y no me gusta.
¡Cuantas palabras chulas te sabes!
ResponderEliminarCS aún tengo más en el tintero. Me alegro de que te gusten.
EliminarMuy bonito.
ResponderEliminarUn beso.
Me he emocionado. Muy bonito y sentido.
ResponderEliminarUn beso.
Me he emocionado. Muy bonito y sentido.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias pareja. A ti Niño por partida doble ;·)
EliminarHola a tod@s, retransmitiendo desde Vetusta,tras enorme madrugón, gran resecón (por qué volar me da tanta sed?), comida de madre (caldo, cardos, etcetc) y monumental siesta (hablamos de >3 horas de nada).Maniana seré persona. Ha habido algún desalmado q hasta ha osado a proponer unos "cubatas" tonite. Ya no tenemos edad.
ResponderEliminarDIVA, me uno al coro general de lo emotivo y precioso de tu divague. Tengo la suerte de q nosotros estemos aquí todos, pero a veces pienso por ej cuando veo a La Yaya tan mayor en lo q será cuando falte... y no quiero pensar. Son unas fechas parece q creadas para la nostalgia de los q no están, y esa es la parte q no me gusta. Te mando un abrazo y espero q lo paséis bien con los polluelos.
di
Hola Di,
EliminarBenvenuta a questo casino que é la Spagna!
Me siento un poco como tu en el párrafo primero pero sin la siesta....y yo dije que sí a los cubatas.
Aprovecha de la familia, haz que Mini se impregne de todo lo bueno y de la yaya que es un lujazo.
Los recuerdos son oro, yo no tengo casi recuerdos se me han ido yendo.
ResponderEliminarHace tiempo
este post
sobre esto y el tuyo me lo ha traido al recuerdo.
Quizá tenga razón NaN y sea un intento baldío el tratar de ser dueños de los recuerdos que dejamos en los demás. Pero estos recuerdos son como la foto arrugada que nos queda en el bolsillo, la imagen de lo que fue.
Dice los mayores que recuerdan más lo de antes que lo de hace un día. Siempre nos quedará esa esperanza. Me voy a bucear en tu post.
EliminarEs imposible ser dueño de los recuerdos que dejamos en los demás, no o eliges tu.
De muy pequeño una víspera de Navidad encontré a mi abuela María escuchando el Stille Nacht (Noche de Paz en cristiano)y lloraba pensando que nadie la veía.
ResponderEliminarEn ese momento era difícil entender el porqué, no tuvieron que pasar muchos años para comprender la tristeza de esos días.
A mi la gente mayor me suele dar mucha ternura. No conocí a mis abuelos pero me imagino que debía de ser la pera tenerlos ahí.
EliminarSi todo va según se supone vas a conocer a alguien de tu family hoy. Que sea una hora corta y se os caigan mucho las babas :)..
EliminarHola Ire, fue una hora corta . Jaume, que así lo han decidido llamar sus papis, se adelantó a la cesárea y nació el sábado a las 5 de la mañana. Por ahora sólo duerme, ni siquiera lloriquea. Como siempre es un milagro...
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