Basada en la obra teatral de Edward Albee, los temas son muchos y no dejan al espectador indiferente. Se palpa que es un guión teatral, desde casi la primera escena. La obra recibió varios premios de la época, pero no consiguió el Pulitzer de teatro, debido a sus obscenidades y procacidad. Evidentemente, esto no es lo que deja k.o. al espectador de hoy en día, pero sigue habiendo mucho tomate.
Elizabeth Taylor y Richard Burton, pareja conocida por su relación tempestuosa, y u
n par de matrimonios fallidos, representan en escena precisamente eso: una pareja con una relación tsunami ("tempestad" no hace justicia a lo que se lidia en esa plaza). La película comienza con la pareja, regresando a casa de una fiesta -más bien hundidos que tocados por el "alcohol de 96 grados" (como dice él luego: "Martha, para ti lo de siempre, alcohol de 96?"). Y continúa con la conversación que se desencadena cuando, al entrar en casa, ella cita a Bette Davis en cierta escena de película, y él no lo pilla, o no lo quiere pillar. Esta primera parte de la peli, en la que están solos, el diálogo es inteligente, ingenioso, despiadado, humillador. Se odian, se aman, se necesitan, se repelen pero, sobre todo, hacen esgrima dialéctica. Es tan buena y tan ácida la ironía, los ataques, la falta de piedad de cada uno con el otro, que en esos momentos no hay quien no piense que tal vez sea mejor vivir en ese continuo límite con un contrincante como aquel/aquella, que en una relación balsa de aceite donde una ameba vegeta al otro lado del sofá.Martha: Oh-ho, you pig.
George: Oink, oink.
Martha: Fix me another drink… lover.
George: My God, you can swill it down, can't you?
Martha: Well, I'm thirsty.
George: Oh, Jesus.
Martha: Look, sweetheart, I can drink you under any goddamn table you want, so don't worry about me.
George: I gave you the prize years ago, Martha. There isn't an abomination award going that you haven't won.
Martha: I swear to God George, if you even existed I'd divorce you.
Si existieras, me divorciaría de tí. Tal vez esta frase la podría decir una mujer de hoy en día, con una vida propia que no sea la de "señora de". Si existieras, o más bien, si yo existiera, me divorciaría de ti. Y es que uno de los problemas-pantalla, que esconde otros muchos más terribles, es que él no ha cumplido profesionalmente como ella ambicionaba (se ha quedado en Catedrático asistente, siendo el padre de ella rector). Si le exige tanto, es también una sublimación de otro de los temas mar-de-fondo que recorren la obra? Martha debía cumplir como esposa y florero. Pero, ha cumplido?
Tras el primer acto, y como buena tragedia griega que tal vez no tenga coro pero sí necesita un público ante el que representar el drama, aparece la pareja de recién casados que acaban de llegar a ese endogámico mundo universitario. No saben que, aceptando la invitación de este par en la fiesta anterior de pasarse para tomar la última copa, están metiéndose en un lodazal de los peores: aquellos en los que el barro del otro va a acabar salpicándote, y hasta qué punto. Esta pareja inocente, pero al final también con su propia mochila (quién no la tiene), acaba siendo pasto del dúo George-Martha, analistas, pacientes, artistas o basureros. Su catarsis, gentileza de dos leones, no es exactamente lo que se dice un final de fiesta con fuegos artificiales. O tal vez sí. Personalmente, prefiero la primera parte de la peli. Tal vez en medio haya alguna escena de la que prescindiría, pero el final de esta la tragedia en tres actos, es de los que te dejan mirando a los créditos, sin moverte de la butaca. Ah, esas pelis son las mejores, sea la razón que sea la que te impide moverte y salir a la luz.
Por último, unas líneas sobre “el duelo interpretativo”, y disculpen el lugar común. Dicen que, durante mucho tiempo, se comparó la relación Burton-Taylor con la de George y Martha. Taylor está impresionante, pero no sé porque, una acaba pensando que ese papel de alcohólica borderline no es interpretado. Sin haber leído prácticamente nada de ella, la Taylor me parecía así en la vida real. Burton es otra cosa: hijo de mineros galeses, actor sin formación famoso por su Hamlet, y con un físico espectacular, en mi opinión lo borda. Contenido y en ebullición, sobrio y ebrio, humillante y flagelado... impresionante. Y qué voz…
No para los pusilánimes. Pero esos no leen este blog.







