Viernes, 26.07.24: De la bahía de Ha Long a Hanoi
... como decíamos ayer, a tope con la experiencia, cortinas abiertas y nos despertamos con el amanecer a las 5:30.
A las 6:15 había Tai Chi en cubierta y yo, que estoy en esas edades que a veces pienso "esto tal vez sea mi última oportunidad" (sin dramas, claro que puedo apuntarme a Tai Chi en un gimnasio, pero sé que esto jamás va a ocurrir -más después de haberlo probado-, así que esta sesión puede ser mi última -y primera- oportunidad al Tai Chi fácil), subo.
En casa ya lo llaman "dispraxia", pero aquí en el blog podéis seguir usando el nombre científico ("pato mareado"): esa soy yo en esas movidas, dados mis problemas con la propiocepción en las plantitas de los pies, luego el equilibrio. El caso es que debo hacer el pazguato como siempre, pero aseguro que subir a esa hora ahí es lo mejor del crucero. Vais a pensar que me contagio de la música esa que sale de bambús, pero el estar ahí enmedio es La Paz (que está en Bolivia, gracias Les Luthiers). El Peda sube también, claro que él se queda mirando al infinito sin problemas, a él no le lían.
Pero a las 7:00 hay que bajar a desayunar porque a las 8:00 hay una excursión opcional a un lago entre karsts con pescadores. Donde se cogen las barcas hay tiburones pequeñitos en una especie de piscinas. Subimos de los últimos y ya lo dice el poeta: los últimos serán los primeros, porque vamos los tres solos con el pescador en lugar de compartir con otros 5, superbien.
Este es nuestro remero. Nos deja sombreros cónicos que no son solo para turrar a los seguidores en las redes sociales, sino que protegen un montón del sol (tienen aislante como el que se pone en los coches en la playa por dentro).
A las 9:30, de vuelta a la habitación, hay que duchar, recoger, y el Peda anota: "aún me da tiempo a tomarme una cerveza en el balcón" (la foto también es suya).
Ahora fanfarria y sale de nuevo Raphael: "es-can-da-ló", porque a las 10:15 hay que dejar la habitación y ... SUBIR A COMER! Me entienden? Yo creo que esto fue "abuso del mayor". Y miren que llevo un cuarto de siglo en esta isla y he visto comer muy pronto. Incluso, no sé, los bebés comen a las 12:00 pero... a las 10:15??? Hacemos lo que podemos y a las 11 y pico salimos rodando hacia la barca. Desde allí, nos despedimos de la tripulación, que de nuevo posan en popa sonrientes diciendo adiós mientras nos alejamos.
Si veis la arquitectura de esas casas tradicionales delante de las moles de edificios, así es todo el Old Quarter: ahora entendemos por qué era difícil encontrar un hotel con piscina y por qué en muchos ofrecían habitaciones sin ventanas (dada la estrechez pero gran profundidad de los edificios). Esto último nos escandalizó reservando, y terminamos pagando más por ventana, pero al entrar a nuestra habitación -está bien, aunque nada que ver con anteriores excesos, tirando a monacal- descubrimos que hay un par de ventanas pequeñas, de cristal traslúcido, y que dan a los laterales. Sobre la piscina, la mayoría de los hoteles se las han arreglado para contruirlas en los tejados: una maravilla. Así que cuando nos dejan en el hotel, lo primero es subir a tirarnos a la piscina, que está en una especie de mezzanine en el piso 11, con toda Hanoi ahí abajo.
Al rato salimos a hacer a recados y dar una vuelta, pero como ha habido un rollo con Mini que no recuerdo (quién sabe, podría ser un desacuerdo sobre la renta per cápita de Suazilandia), está ofendidísima y pasa de venir. El Peda y yo vamos a una lavandería a dejar la ropa, al cajero, entro en una farmacia a intentar encontrar algo para la congestión (leo los principios activos y no compro) y esas tareas periódicas del turista.
Uno de los platos típicos de Hanoi es la Bún chả Ta, que es una sopa de noodles, con una especie de albóndiga de cerdo al grill y al que se añaden hierbas aromáticas. O sea, te ponen un plato con hojas verdes (en imagen) y tú lo vas metiendo en la sopa. Vamos a cenar a un sitio recomendado por Annapetons que está a cuatro minutos del hotel (Mini, pese a los whastapps, no quiere bajar) y está fenomenal. Hay un grupo de españoles con una señora que podría ser mi madre-en-este-país: no digo que yo me mimetice con la población, pero esta señora es una alienígena. Es en Hanoi donde vemos más españoles.
De vuelta a la habitación, casi me alegro de ese ventanuco que no da directamente a la algarabía tan chula cuando estás enmedio de ella, pero seguro que no tanto para dormir. Cierro los ojos y recuerdo que, en lo que parece lejanísimo pero era solo esta mañana, estaba yo en la cubierta de un barco haciendo como que hacía Tai Chi, las antípodas del caos que ruge en la calle de abajo. Me encanta Vietnam.
Yo me quedaría a vivir en Hanoi. Para mi, lo mejor de Vietnam con diferencia.
ResponderEliminarAsí me gusta, que me hagas caso y pal Bun Cha Ta. Tonta Mini que se lo perdió.
El año que viene a SLK que te vas.
Petons,
Anna
Me pareció Hanoi una ciudad donde podría vivir, con su cultura de los cafés y su arquitectura y la vida en sus calles. Nos montamos una agencia de viajes q compita con Phuong Vu en una rooftop pool? Tú eres la mentora de viajeros y yo escribo ("Petons y Di, sus necesidades de viaje medio cubiertas")
Eliminarjajaj con SLK... con el portfolio q tú tienes el Peda está más interesado en Namibia.. a mí dejadme volver a Grecia! Uno de mi curro acaba de venir de navegar (su hermano sabe) por Itaca... arghhh
más petons
di
En Europa somos Grandes Hipócritas, porque metimos a los pensadores grecolatinos en las bibliotecas y luego empezamos a masacrar a diestro y siniestro. Realmente fue seguir...
ResponderEliminarLa cultura oriental está muy mitificada, pero curiosamente no es el Tai Chi lo que más se rentabilizó en las peleas entre ellos. Y por lago es mucho más famosa la katana que el libro del Tao. Aunque puede que mucha gente (como con la Biblia) lo tenga arrumbado en su biblioteca.
Bicos confucianos...
Gracias MV. Tengo un amigo q vivió 4 anios en china y junto con otro q es un enamorado del país me dieron una charla en una cena no ya sobre el confucianismo, sino sobre el neoconfucianismo. No podría decirte nada...
EliminarCreo que esta es la foto de colada con el fondo más espectacular que harás jamás. A partir de aquí, todo cuesta abajo. Pero no te libras, un diario de viaje sin foto de colada no es de recibo.
ResponderEliminarLo sé, lo sé, entono meas culpas y por ello os he ido haciendo migajas ahí donde he podido... pero tomo el reto de la búsqueda del "paisaje más espectacular en futuras coladas"
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