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08 marzo 2021

Iré donde quieran mis botas: Nevenka, la mala educación, "Las niñas"

 Desde que existe este blog vengo escribiendo algo para las divagantas el 8 de Marzo: desde el "Londinium Sufragista" del primer año (maremía Mini era una baby!), pasando por extractos de Virginia Woolf, dibujos de Mini, historias desagradables que me han ocurrido, hasta la doctora Elizabeth Blackwell. Sinceramente, querría dejar de escribir ya de este tema, porque eso significaría que esta pesadilla ha terminado. Pero cada año siguen habiendo razones (por no hablar de que ahora incluso los que tienen un discurso anti-mujeres cuentan con representación parlamentaria). 


Estos días un par o tres de cosas me han hecho pensar que no se puede bajar la guardia: algunas ocurrieron hace mucho tiempo, otras están pasando en presente continuo (escribo con el corazón encogido mientras veo a gente con chalecos naranjas buscando en los lagos del parque de enfrente a una chica de 33 que desapareció el miércoles a las 9 de la noche mientras caminaba hacia su casa. Tengo mucho miedo). Pero hace mucho tiempo, 20 años ocurrió "el caso Nevenka", una historia que yo no conocía bien porque ya vivía en UK entonces. Una concejala (en el docu la llaman todo el rato "concejal": ya hasta los piii de las "médicos", las "abogados", las "arquitectos"-de esto hemos divagado mucho, ya lo dejo) de un ayuntamiento de pueblo grande, Ponferrada, fue la pionera del #MeToo en España, cuando todo esto aún no existía como movimiento. El caso es de libro: ella comienza una relación con un tío 23 años mayor que ella (verlos juntos da verdadero asco, tick), que es el todopoderoso alcalde (relación de poder, tick) y enseguida se da cuenta que no, pero el tipo no lo acepta (siempre me salgo con la mía-tick) y comienza una campaña de acoso que daña la reputación y la salud mental de la víctima (tick, tick) y que es verdaderamente asfixiante de contemplar. El claramente es un "charming psychopath", un alfa carismático vende-humo que, cuando se le lleva la contraria, su falta de capacidad para ponerse en la piel de otro, para el remordimiento y la culpa, su inexistente empatía y su afecto superficial toman el centro del escenario. Es sinceramente un documental muy dificil de ver (la escena del fiscal es antológica), pero sobre todo me pareció devastador ver la reacción del pueblo, mujeres gritando "a mí no se me acosa si yo no quiero", manifestándose en contra de ese pajarito asustado, traumatizado y depresivo que es Nevenka Fernández. Que, por cierto, el caso sigue llevando su nombre, cuando se debería llamar "el caso de Ismael Alvarez". Él, que fue condenado, sigue viviendo en Ponferrada, mientras que ella se tuvo que venir a UK, donde aún vive. 

La imagen de esas personas gritando como energúmenos en la calle culpando a una mujer por los desmanes de un hombre me llevan a un artículo que leí ayer de The Guardian titulado "Los hombres son como perros: lo que aprendí de los ataques sexuales en mi colegio católico". La autora se ha inspirado en una petición por "más educación sobre el consentimiento sexual" en colegios privados  de Sydney que se hizo viral. La iniciadora -seguida por más de 500 testimonios- contaba cómo las niñas había sido abusadas por chicos de colegios masculinos y la autora del artículo que enlazo, alumna de un colegio de esta secta ultra-católica [dentro de lo que yo llamo "la mayor organización de pedófilos mundial" (perpleja de que aún nadie pueda seguir dejando a los hijos en sus manos)] cuenta de dónde viene todo eso: en su colegio se les daba el mensaje de que eran ellas las que debían "domar" a esos perros salvajes que son los hombres, y que si algo pasaba, era culpa de las chicas, claro: no había sido lo suficientemente fuertes (entra flashback de esa mujer de Ponferrada gritando "yo si no quiero que me acosen, no me acosan"). Les contaban la historia de la santita María Goretti que pidió a su violador que la matara antes que "perder la honra": ese era el ideal. 

Yo no recuerdo la historia de María Goretti en mi colegio, aunque sí la de Santo Dominguito de Val que nos contó Madre Petra Azpeitia en, atención, Primero de EGB (¿6 años?), ya lo conté aquí hace mucho: "Pisa este crucifijo". Recuerdo bastantes otras cosas, y algunas de ellas las ha contado Pilar Palomero en "Las niñas". [Nota, pequeño name-dropping que sé os gusta. Fashion, siempre en el cresta de la ola de las artes vetústicas fue a clase y a "Green" (la discoteca infantil de esa época-en la mía eran "Oh de bailar" o "Pachá") con Palomero y cuando vio la película nos pasamos aún más tiempo del normal en el teléfono. "Diiii, es que es todo igual.... Sagrariete obligando a algunas a hacer play-back en el coro, la niña tal tiene que estar basada en aquella cual, todo-todo-todo". Parece que Palomero se inspiró en una redacción escolar que les hicieron escribir sobre la importancia de la virginidad para el matrimonio o similar. Recordemos que Fashion y Palomera son gente que tienen 9 años menos que yo (son los 90); todo esto sería aún aumentado para mis compas y para mí, en el ojo del huracán de la España nacional-católica en los 80 (ahora lo entendéis todo). 

Yo no he visto aún la peli, claro, solo algún trozo en internet, que me han tocado un montón: el uniforme lo ha cambiado (nosotras íbamos de azul), la "sesualidad" (siempre me da lagarto-lagarto la gente que no pronuncia aquí la x, suelen ser monjas, curas y reprimid@s en general), el "soy capitán de un barco inglés", las eternas horas del "descanso" (rayuela es mucho mas bonito, lo aprendí después), las camas elásticas del Parque Pignatelli al lado del cole, las bolsas de g.E., los edificios de Marbel, siempre ahí al fondo. Pero además, como hablábamos el otro día del poder emotivo de la música, su banda sonora, llena de grupos de Vetusta de la época: canciones de Niños del Brasil, Héroes del Silencio y mi favorita, una de esas que logra que la emoción sea física al escucharla: "Apuesta por el rock & roll", escrita por Mauricio Aznar y Gabriel Sopeña (quién le hubiera tenido de profe en la infame unizar). Con sus dos primeros versos termino:

Ya no puedo darte el corazón
iré donde quieran mis botas

Amigas, otro 8 de Marzo más: vayamos a donde quieran nuestras botas. 



8 comentarios:

  1. La serie de Nevenka es tremenda. Yo recordaba la historia pero lo del fiscal me dio arcadas, me pareció asqueroso. El fiscal hablando a la víctima como si hubiera hecho algo mal, como si la culpa fuera suya y la referencia a las cajeras de hipercor, ese desprecio asqueroso y esa pose de "yo no voy a renunciar lo he hecho todo perfecto"... repugnante al máximo.

    Si puedes no dejes de ver The assistant, otra peli nueva en la que el machismo y el abuso está presente...parece que de manera sutil pero no es así, son eso que se llama "micromachismos" gravísimos.

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  2. Estamos de acuerdo en todo,creo. Tú ya lo explicas muy bien.

    Nos hemos encontrado casualmente
    con nuestra hija por la Calle Cerbuns, cuando participaba en una marcha en bicicleta, cuando íbamos a andar al Parque.

    Santo Dominguito de Val, patrono de los Infantes del Pilar.Estuve allí de los 9 a los 12, cuatro años en lo que quizás pudiera llamarse, no lo sé yo, una Institución Total.

    Un abrazo

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  3. Nevenka se suma a tantas otras cuestionadas en sus denuncias, denunciadas ellas públicamente. no lo he visto todavía pero lo haré.
    Queda tanto por hacer, nuestras hijas nos lo recuerdan cada día. Afortunadamente creo que su mundo será otro muy diferente del nuestro, aunque asusta mucho la reacción de los ultracatólicos y el facherío en general. No sé si serán los estertores o que están cogiendo aire y fuerza de nuevo, o que ladran luego cabalgamos pero si antes asomaban la patita ahora sacan el lomo entero.
    No nos quieren en las calles, así que hay q salir y darles en el morro.
    Besitos

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  4. Hola darlings,

    MO: el fiscal, ya sin escuchar el contenido, solo su DICCIÓN, estremecedora. Luego el contenido y el proceso en sí mismo, q el juez le tiene q recordar q ella NO ES LA ACUSADA, q es una testigo! Lo q encontramos sorprendente aquí en casa es q el juez actuase así, conociendo la mentalidad/ideología de gran parte de la judicatura. Vamos q Nevenka tuvo "suerte" al menos en el juicio, lo normal es q el tal Alvarez no hubiera salido condenado en esa época sobre todo. En los juicios (por mi experiencia como expert witness) es q la verdad se la suda mucho al sistema: cada uno quiere ganar su punto, aunque sea bola.

    Saludos a tu hija en bici ANDANDOS! Go Girl! Me acabo de mirar la wiki de Santo Dominguito y aquí culpan a los judíos y no hay el bonito "pisa este crucifijo". Sinceramente, no se pueden contar esas historias a niños pequeños pq el hecho de q la recuerden 40 años después algo quiere decir :) Me encanta q uses el concepto de "Institución Total"... si lo has aprendido en "Serial", ya me voy a la cama contenta hoy :)

    Bueno, MARISA, recuerda a los jueces de la minifalda, si te acosan, algo habrás hecho! A mí tus hijas me dan mucha esperanza, tan cañeras, necesitamos muchas para poder simplemente reínos de las de la melena cuadrada a lo María Ostiz y los mantas q tienen detrás. Mientras tanto, seguimos todos preocupadísimos en mi barrio por la chica desaparecida, ya lo están tratando como asesinato... esas cosas q una piensa pasan "en América". En el pasado alguien me dijo q estas cosas (o la violencia de género) no tenían q ver con machismo estructural: vivir para ver.

    Y recordemos: cuando una mujer avanza, ningún hombre retrocede.

    Love

    di

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  5. No he tenido aún agallas de ver el documental de Nevenka, aunque recuerdo bien todo el caso y sobre todo el tratamiento que le dieron los medios. No entiendo que esa babosa del Ismael Álvarez siga tan ricamente en Ponferrada (igual hasta la gente lo saluda por la calle, qué asco), mientras que ella ha tenido que irse a otro lado. Yo es que encima soy de una generación anterior a la tuya, léase machismo por todos lados y a tutiplén. Por suerte, mis padres -contra la tradición familiar- no me llevaron a un colegio religioso y yo me espabilé pronto y leí a Betty Friedan y a Simone de Beauvoir, con lo que empecé a ver el mundo de otra manera. Pero piensa que en mi adolescencia la píldora había de conseguirse de estranjis, por supuesto, a abortar había que irse a Londres o a Amsterdam. Por no hablar del material masculino que nos rodeaba. Aún no sé cómo he (hemos) sobrevivido a esto.

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  6. ELENA, piensa q tú estabas en Barna, otra cosa era Vetusta creo (aunque igual gente de allá me podra corregir). Hasta la Yaya, q iba a las monjas en Barna (1930's) me contaba q una monja de su cole les decía: "vosotras sed buenas, pero ante todo no os hagáis monjas". En mi cole, en contraste (1980's) había una monja anciana q nos dijo una amiga y a mí que "había puesto nombres en un papel debajo del mantel del altar para q nos llegara la vocación". Lo más cercano al vudú q supongo me habrán hecho!!! jajajaj Por supuesto, con grandes resultados, como se puede ver... Me pregunto si la peli de Palomero la podrá entender/llegar a gente q no haya crecido en cualquiera de las Vetustas peninsulares.

    Pero aún hay Vetustas peores q la mía... ya q hablas de aborto, sabrás q en Pamplona hasta hace poco (no sé ahora), la gente se tenía q ir a abortar a otra ciudad pq allí todos los gines hacían "objeción de conciencia". Y tb hay farmacias q objetan a la píldora: en pleno siglo dieciveinte.

    Y como casi siempre, nos salvaros los libros... Friedan, de Beauvoir, Woolf... :)

    Besos!

    di

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  7. Sí, supongo que en Barna éramos en cierto modo privilegiadas en ese sentido. Aunque todas mis primas iban a colegios religiosos y recuerdo haber pasado unos días en casa de mis tíos (muy católicos y apostólicos), dándome un hartón de leer vidas de santos. La verdad es que me lo pasaba pipa, de lo absurdas y morbosas que eran. ¡Había uno que era tan santo y tan precoz que le hicieron abad a los seis años, figúrate! Y los martirios, por supuesto, superaban en gore a todo lo que se podía ver por aquel entonces en cine o TV.

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  8. jajaja vidas de santos ELENA! Yo a eso no llegué, solo conozco las torturas de algunos mártires por estatuas o pq el Peda me decía, ante un discrepancia de temperatura: "me vas a asar como San Lorenzo!" :) Exagerado...

    muxu

    di

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