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18 diciembre 2023

El "Hospital para Mujeres del Sur de Londinium": un ejemplo de feminismo y resistencia al lado de casa. Y yo, sin saberlo.

Cuando llegué a Londinium en diciembre de 2002 experimenté por primera vez en mi vida lo que era vivir en una calle principal donde solo tenía que asomarme por la ventana para ver algo de acción: por supuesto gente corriendo a cualquier hora del día o noche, colisiones de tráfico, borrachos, luces azules de ambulancias, policía. Tenía de todo -menos librería, tristemente- a dos minutos: parada de metro, bares, restaurantes, dentista, peluquerías... Y un edificio fantasmagórico. Créanme, aunque conocida es mi afición por todo lo terror-gótico, no exagero: de sus ventanas-guillotina alargadas salían malas hierbas, las puertas estaban enladrilladas y tenía todo el misterio de un asylum abandonado, solo que en lugar de en los Moors de Yorkshire, enmedio de la vibración de la Zona 2 de la ciudad.

A diez minutos en la otra dirección había un cine. En aquella época, con 30, sin hija y sin blog, me apuntaba a "actividades" por las tardes, entre ellas los lunes iba allí al cine forum que ocurría tras la proyección de una peli.  Recuerdo poco de esas reuniones, solo que uno de los participantes, cuando le dije donde vivía, me comentó que había nacido al lado, en "ese hospital que había cerrado la Thatcher". 

Se refería a mi intrigante edificio fantasmagóico, que dejó de serlo pronto porque en 2004 comenzó la remodelación a apartamentos. Tesco, una cadena de supermercados, lo había comprado hacía anios con aspiraciones a demolerlo y construir un horror de nueve plantas con su supermercado debajo, rompiendo todo el estilo antiguo de la zona.  Afortunadamente, en este país existe un sistema de protección del patrimonio arquitectónico por el que muchos edificios están "listed" (a distintos niveles) y no se pueden demoler ni hacer obras hacia la calle que cambie la apariencia del edificio. Así que tuvieron que dejar la fachada e hicieron mi supermercado local debajo. Así era y así es:

 
Hospital de mujeres del sur de Londinium
a principios de SXX

Así está el edificio hoy en día-
no he encontrado fotos de cuando le salían
árboles por las ventanas

La idea de "un hospital para mujeres" en principio no me intrigó -pensé que sería una maternidad o similar producto del puritanismo victoriano-, pero cuando caí casualmente en su razón de ser y su historia hace poco me di cuenta de lo equivocada que estaba. Me gustó tanto que la quiero escribir, y mientras la cuento voy a ir intercalando fotos que me he encontrado en el archivo de Lambeth, que también me han encantado.


El "South London Hospital for women and chidren" ( el "Hospital del Sur de Londinium para mujeres y niños") fue fundado en 1916 por dos cirujanas llamadas Eleanor Davies-Colley and Maud Chadburn. Era un hospital donde solo se atendía a mujeres y donde todo el personal -aparte de un jardinero y uno de mantenimiento- lo eran: un "Adamless eden", lo llamaban ("Un edén sin Adán"). 



Su propósito era doble: "proporcionar trabajo a las mujeres que querían ejercer la medicina y tratar a las mujeres que querían ser atendidas por médicas". Había ya otros hospitales solo para mujeres como "The New Hospital", fundado en 1890 por  la primera médica de este país Elizabeth Garrett Anderson (no confundir con la primera en los EE.UU. que era también inglesa, Elizabeth Blackwell), que tenía mucho éxito. A pesar de esto, cuando ambas cirujanas empezaron a recaudar fondos para montar este hospital en el sur de la ciudad se encontraron con la oposición de losdesiempre, a juzgar por la desdeñosa carta publicada en The Times en la que se denunciaba el proyecto como innecesario y simplemente "un medio de permitir que las mujeres ejercieran en el ámbito masculino de la medicina". La carta funcionó de maravilla porque inmediatamente llegó una enorme donación anónima que permitió que comenzara la obra. La política de que todo el personal, médicas, enfermeras y celadoras, fueran solo mujeres se mantuvo hasta su cierre.



Cuando se abrió en 1916 fue desde el principio un lugar extraordinariamente moderno en todos los aspectos.  Al principio tenía 80 camas y con los anios se fue expandiendo con 40 más y con departamento de consultas externas. En ambas partes se atendía a mujeres de todos los orígenes. Aún no existía el sistema público de salud y las mujeres sin recursos "pagaban los que podían" (por poco que fuera) y las de posibles pagaban una tarifa fija equivalente a alrededor de £88-266 por semana (eso sí, tenían habitaciones privadas). 


Cada "sala" (como he contado en mis experiencias como paciente, las salas siguen siendo en su mayoría comunitarias) tenía un balcón y un baño con puertas anchas y paredes de mármol blanco, porque en ese momento se creía que era un material no poroso más saludable y, por lo tanto, más seguro para las pacientes. 


Las dependencias de enfermería y las habitaciones para el personal de servicio también eran espaciosas y estaban diseñadas pensando en la sociabilidad y la comodidad. Había un ascensor para subir las camas desde las salas hasta una terraza en el tejado "para que respiraran aire fresco" y entradas especiales para las salas de enfermedades infecciosas, para aislarlas del resto del hospital. 


 Durante la Segunda Guerra Mundial hicieron una ley por la que estos hospitales totalmente femeninos tenía que tratar a los heridos de guerra. El hospital no tuvo bombardeos, aparte de la residencia de las enfermeras que fue destruida en 1941, pero el funcionamiento del hospital se vio muy limitado por falta de personal. Una unidad de maternidad de 20 camas se iba a abrir en 1944 pero por el peligro de las bombas V1 fueron evacuadas a Scarborough.


En 1948 se unió al recién fundado  NH(y perdió su independencia, pasando a ser parte de distintas autoridades sanitarias tras múltiples re-estructuraciones. 


 En 1982 el ayudamiento local decidió que era "antieconómico" e inició el proceso de cierre, pero no sin un ejemplo precioso de resistencia comunitaria de mujeres locales de todos los ámbitos. Lo que empezó como una protesta se convirtió en una ocupación de... 9 meses!!! He encontrado una entrada de blog maravillosa en la que una de las mujeres que ocupó el hospital llamada Rosanne Rabinowitz contaba su experiencia, 30 anios después. 

Cuenta Rabinowitz que desde aquí cantaban
"Qué haremos con los polis y los alguaciles"

Al principio las mujeres que trabajaban allí ejercieron una forma de acción directa que en inglés se llama "work-in" por la que personal cuyo trabajo está bajo amenaza sigue trabajando sin cobrar para demostrar que el trabajo aún tiene viabilidad, pero cuando se fueron aceptando trabajos en otros hospitales se quedaron las "okupas". De 200 a 300 mujeres dormían allí cada noche y mantuvieron un piquete 24 horas al día para evitar que se fueran llevando los equipos. Había mujeres de todo tipo y distintas etnicidades: antiguas enfermeras, ancianitas locales, adolescentes anarcopunks...  


Me ha encantado aprender que la estrategia de ocupar hospitales fue una constante en la época y he encontrado cosas en internet que enlazo para los divagantes interesados: "Occupy and win: a manual for fighting hospital closures". Aquí hay muchos más detalles de la ocupación de este hospital en concreto. 


El hospital pasó a ser, aparte de un lugar para hacer campania, un centro cívico donde pasaban un montón de cosas chulas de esas de de hippies e izquierdosos. Invitaron a otros grupos a usar el espacio e hicieron contactos con otros grupos de mujeres de ocupación como las "Mujeres en contra del cierre de las minas" o las "Mujeres de Greenham", de las que ya hablamos aquí. Cuenta lo intensas que fueron las semanas antes del desalojo, el ruido de los martillos mientras ellas levantaban barricadas, las noches sin dormir, los discursos desde el balcón disfrazadas de enfermeras y con máscaras de cirujanas. 



Pero pese a las protestas y haber sido definido como "el hospital mejor gestionado de Inglaterra" (atención a la carta de oposición en el British Medical Journal, con cifras) terminó cerrando en 1984, todo muy orwelliano. Pero es importante recordar estas cosas y precisamente con una frase de Orwell que me ha recordado la bloguera Rabinowitz:  “Who controls the past controls the future; who controls the present controls the past…” ("Quien controla el pasado controla el futuro; quien controla el presente controla el pasado") y comenta: "documentar nuestra historia y mantenerla viva tiene implicaciones para el futuro, y para cómo intentamos vivir el presente".




Y termino con las fotos que me quedan, porque de verdad son maravillosas, las senioras con sus sombreros esperando en las consultas externas, el restaurante, las salas, algunas pacientes... 


El edificio fantasmagórico que dejó de serlo por la gentrificación y a cuyos bajos voy a hacer la compra ha vuelto a mí como un símbolo de la lucha feminista, la lucha por lo público y la resistencia en general. 

Ah, y terminar con una nota de humor: en mis paseos por internet también he encontrado a un antiguo guarda que subió una historia de ver allí "un fantasma de enfermera vestida de azul". 

Por supuesto, Londinium y sus fantasmas. Citando a los clásicos yo creo que más bien era que en aquella época aún "a specter was haunting South London..." ("un fantasma recorría el sur de Londinium"). 










8 comentarios:

  1. Preciosa historia. Creo haber leído por ahí alguna referencia a este hospital, pero desconocía la historia completa. Aunque sí he hablado sobre mujeres y medicina en mis cursos victorianos. A propósito de esto, te recomiendo (seguro que lo encuentras por internet) un relato de Conan Doyle titulado "The two Hoyland doctors", donde Doyle resulta sorprendentemente progresista.

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    1. Gracias ELENA!!! Ya la tengo!!! Qué guay, me la leo y te cuento. Tb hay todo tipo de tesis y análisis sobre ella claro. Me encanta el bloguerío :) Y qué chulo q hables de mujeres y medicina en los cursos, hay vida más allá de Jeckyll y Hyde. Por cierto, en la lista q enviaste hay uno sobre la bio de Stoker... lo has leído?

      Besis

      di

      PS. Igual habías oído hablar del hospi via la persona q conociste q había estado en Greenham! En los enlaces hablan de las distintas "facciones" dentro de las ocupaciones, la "Green Gate", la "Blue Gate"... etc.




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  2. Que historia más chula, Kar. Me pregunto si en España hubo algo así. En De eso no se habla han sacado este año un par de episodios hablando del Patronato de mujeres. Fue una institución que se creo en la República para ocuparse de las mujeres pero con el franquismo se conviritó en una institución represiva con mujeres "problemáticas", jovenes embarazadas y demás.

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    1. Estremecedores esos episodios de "De eso no se habla". Y esas barbaridades pasaban hace dos días, como quien dice...

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    2. Gracias MO. También escuché los episodios de Consuelo y Dolores y me parecieron lo mismo q a vosotras, espeluznantes.. Ahora q leo q la Iglesia va a bendecir a los homosexuales, divorciados y otra gente de mal vivir, os lo aseguro, con la historia q tienen (..la chica a la q dejan ir con su padre los fines de semana... en fin), lo q me sale es "q se metan sus bendiciones donde les quepa". No puedo con esa tan ben(mal)dita institución. Si alguien quiere escuchar esas historias:

      https://deesonosehabla.com/episodios/perdidas-cara-a-consuelo/

      Lo de los hospis llevados por mujeres y para mujeres en UK son justo el reverso de aquello: son una nota de luz y esperanza en la misma época, solo cruzando el mar.


      PS> ELENA leí el relato feminista de Conan Doyle... qué chulo, y qué final!!

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  3. Unos buenos fogonazos, solo faltaba a la butaca de la sala de cine... más que leíble, visible!!! (incluido el texto naturalmente)

    Bicos cinéfilos...

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    1. Gracias MV, me alegro q te haya gustado! ESpero q estés bien

      bicos en B&N

      di

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  4. Vaya historia, lo tiene todo. Mujeres que trabajan y toman decisiones que ayudan a otras mujeres, solidaridad y apoyo mutuo, lucha obrera y social...lástima de final. Y mientras tanto (y hasta muchos años más tarde) muchos hombres seguían dudando de la capacidad de las mujeres para estudiar y ejercer una profesión
    Escuché los podcast del Patronato y ponen los pelos de punta. Solo de pensar que hasta los años 80 estuvieron funcionando...se me revuelven las tripas.
    Muxus

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