Viernes, 1 de Septiembre de 2023: Formentera, Ibiza, Londinium
Si el título de este divague te trae esa canción, you are fucked - pero ven, ven, lo pasaremos bien. A mí me sirve para terminar esta breve serie de no-viaje (en la que he constatado que "we are not getting any younger", como dicen los ingleses), aunque debo dar todo el crédito a Mini, que es la que me llamó la atención sobre la gran variedad de medios de transporte que habíamos usado hoy (el día de la vuelta, quiero decir). La respuesta, depués de la publicidad.
Un nuevo amanecer (qué somos, una secta?) en Es Caló. Como no puedo decidir qué foto poner, ahí van todas:
Esta es hacia el otro lado, desde la terraza de arriba, de la que no he hablado, porque solo la usaba de noche para ver las estrellas tirada en la hamaca y dar envidia por teléfono al fémur varado en la Pérfida Albión.
Nos da mucha pena despedirnos de Roc que duerme disimulando ser un santito. El Kuniado Universal nos lleva a La Savina, de donde zarpa el ferry que cruza a Ibiza. Le damos muchos besos y abrazos y gracias por unos días geniales (sin ellos, debido al Estíus Horribilis nos habríamos quedado totalmente sin vacaciones). Subimos al ferry no sin cierto reparo (ahí están haciéndose las inocentes las bolsas "contra viento y mareos", en sus repisas). Hay muy poca gente y estamos arriba: media hora y todo bien.
Lo de abajo es Ibiza desde el ferry. Sugiero ir a dar una vuelta pero con las maletas sería latoso y no hay tiempo para consignas. Allí veo carteles para las discotecas, que cuestan entre 30-75 euros, "depende del artista o de la fiesta". Esto me recuerda a unos que conocimos aquel verano de los 20 que habían estado en "la fiesta de la espuma" y que "tuvieron que tirar los cinturones de cuero después". Qué misterio lo que decide almacenar nuestra memoria.
Al llegar, obviamente, allí solo había raros y no música: solo ruido. Y esto no significaría nada si lo escribiera la Di de ahora, pero es Catalina y sus amigas las que lo encontraron imposible: tambores, pitidos ("ahí se inventó el "Balearic Beat" dice la wiki"), todo con luces intermitentes blancas de esas que aconsejan a los epilépticos evitar. Claramente to-do el mundo estaba drogago, era una condición indispensable para soportar esa jarana, y nosotras ni siquiera estábamos borrachas, porque recordemos que veníamos de la cama, con los dientes recién cepillados. Con el tiempo aprendí que los que van a este tipo de eventos toman anfetaminas porque les ayudan a enfocarse por ejemplo en el tambor, tom-tom-tom, porque con la mente que venimos en serie, eso no tiene ningún sentido.
Lo que recuerdo con más claridad de la noche es cuando enmedio de la pista apareció él: el holandés -en realidad Brad justo tras el rodaje de "Thelma & Louise" (recordemos, era el verano de 1991). Carlota y Alejandra me miraron y no podíamos dar crédito: bailaba -también completamente en su planeta lisérgico- con una cazadora vaquera y nada por debajo. No voy a decir que por esa imagen valió la pena el madrugón, porque eso ni entonces ni ahora, ni hasta arriba de anfetas, pero qué guapo: es tal vez la imagen más nítida que tengo de mi semana en Ibiza.
Aterrizando en la realidad, estamos en 2023 y estamos sobrevolando la isla hacia la otra isla, eso sí, in style, esta vez con British Airways, que aunque turista es lujo asiático para nosotras (nos dan unas mini-pretzels!), acostumbradas a las humillaciones constantes de las low-cost. Al llegar a Gatwick hay huelga de trenes, luego hemos de coger uno directo a London Victoria (vs. el que para en nuestro barrio).
Allí Mini realiza un acto heroico: abre sus apuntes. Sí, se había llevado apuntes de química (chémica, como la llama ella en castellano) que no ha tocado en las dos semanas peninsulares, pero nunca es tarde: en esta última media hora tal vez lave su conciencia. Pero la razón de contar esto no es meterme con ella (que afortunadamente no lee esto, o no le habríá dado munición con lo de la alarma para "Amnesia"), sino la imagen de abajo. Con ella quiero llamar la atención no sobre los átomos o isótopos, sino sobre la hormiga que nos ha acompaniado desde el apartamento de Es Caló (no se ha hablado lo suficiente en esta serie sobre la invasión fórmica). Por supuesto, se viene con nosotras en el metro a casa.
Al llegar, Mini enumera todos los medios de transporte usados hoy:
-Coche: Es Caló-Puerto de La Savina
-Ferry: Formentera-Ibiza
-Bus: Puerto de Ibiza-Aropuerto
-Avión: Ibiza-Gatwick
-Tren: Gatwick-Londinium Victoria
-Metro: Victoria-Nuestra estación de metro
-Elefante(*): Nuestra estación de metro - Casa
Lo que me sorprende es cómo has logrado sobrevivir a esas vacaciones, ¡parece que cada día madrugabais para ver amanecer!
ResponderEliminarQué razón tienes ELENA: estoy agotada. Lo peor es q no madrugábamos para "ver amanecer" -o ir a discotecas-sino para hacer cosas! Necesito unas proper vacaciones.
Eliminar¿Y podéis dormir tranquilas, habiendo pasado de polizonte a un ejemplar de hormiga mediterránea sin pasaporte postbrexit? Yo no lo haría, forasteras... intrabrexitanas...
ResponderEliminarBicos galaicos, para las hormigas humanas y para su versión adicta a viajar con la buena química...
No dormimos tranquilas en absoluto, MV, pq además no pasamos a la hormiga q viste, sino a varias más. Como se entere Suella Braveman (la de Interior) nos empapela, que estas no se andan con chiquitas... su antecedora Priti Patel era todo menos pretty...
EliminarBicos de hormiga atómica
di