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27 marzo 2016

Lugares magnificient, Jardín Zen, el Quijote en japonés y sobredosis de gyozas (Kyoto, J10)

Sun, 27.03.16 Kioto

El domingo fue un día de visitas a varios sitios que yo en inglés llamo “magnificent”. Ya he explicado arriba que esto no entra en mi concepto viaje aunque sé que mucha gente (viajes en grupo) es todo lo que hacen: ser llevado de una lugar magnificent a otro, y tiro por que me toca.


El primero es el Templo Dorado. Que es eso: un templo con el tejado dorado en medio de un lago. Dicen que el susodicho tejado es de oro... en serio? Nunca he entendido la riqueza megalómana: quiero decir, si uno es rico gasta en cosas que mejoran tu vida, pero pensemos en los jeques aquellos que tienen los grifos de oro: por qué? En qué son diferentes de unos grifos Buenos del material que se hagan los grifos? (que desconozco). Pues lo mismo con este tejado: demostrar poder, a lo loco. La visita está petada de gente, como todas estas visitas. Hacer fotos se torna un medio reto: que te salga el templo sin gente con mascarilla y palo de selfie es complicado. Tus seres queridos se aburren de esperar. En un punto descubro dos monjes o hare chrisnas o lo que sea vestidos con túnicas butano y stalking no comienza a describir lo que hago con con ellos: son fotogénicos con los templos, yo qué le voy a hacer. Al final de la visita, ahumarnos con los inciensos y el monje que nos firma el libro, y de nuevo en busca de un bus que nos lleve al siguiente destino.




Que es el templo Ryoanji, que tiene un lago precioso (Kyoyochi) con islote y todo y dentro del edificio principal, el Kuri, el "Jardín de roca”. Yo pensaba que estos jardines combinaban rocas con plantas, pero oh sorpresa. Entras al templo, dejas los zapatos, todo es de madera, hay salas de esas grandes con puertas correderas y frente a una hay tres escalones de lado a lado que terminan en un rectángulo que está lleno de grava y como seis rocas grandes, ahí puestas. La gente está ahí sentada mirándolas: seguro que les dan mucha paz. Yo me pongo Lisi e invento una historia: hace mil años, los que construían la casa para el déspota de turno (este templo fue antes una mansion) se encontraron con esas rocas que tenían que quitar, claro, para crear un jardín, y como no andaban bien de percutora, a uno se le ocurrió: haremos un jardín de roca, que dará mucha paz. Y así. Pero este jardín me recordó un mini-jardín de grava (sin rocas grandes) que alguien que conozco (y n caigo quién) tiene con un rastrillo, que dice le relaja. Amiga, amigo: si me estás leyendo, manifiés-taté! Pero no todo es roca, esta mansión también tiene lago, y jardines como los dioses Mandan. Y además ha empezado el hanami!!! Photo opportunities galore!



Nuestro siguiente punto de turismo imparable: Ashimayara... está al lado de un río lleno de cascaditas artificiales, lo cual le da un sonido muy agradable. Antes nos marcamos unos ramen rápidos con algún frito típico. Kimonos andantes a tutiplén. Paseo, pero tal vez nuestra saturación visitil es tal que olvidamos que aquí hay un nuevo templo que ver, el famoso del “pasillo de bambú”... nos damos cuenta ya en uno de los buses que nos llevan a central kioto. Qué desastres somos, nos decidimos, sin demasiado dolor por habernos perdido otro templo más. Luego el Peda abre la guía y pone: “aunque no hagas otras cosa en kioto, no puedes dejar de visitor nosequé templo”. Otro que nos perdimos: pero de verdad, tal vez haya un límite de templos, que varía según la gente. Cada uno tenemos nuestro número, y una vez pasado, ya. Mi número de cala desierta griega es bastante alto, por ejemplo.




Una vez en la calle principal del centro, vamos a una librería que parece ser de las más grandes de Kioto, Murazen (o Muzaren?). Se trata de una cadena, y está en el subterráneo de un gran almacén elegante. Os tengo que informar que estamos en busca y captura en esta cadena de librerías, tras nuestra actuación en dos departamentos.


Primero, os acordáis del concepto “chotto” y cómo un conocido del Peda buscó sin éxito el Quijote en japonés? Bien, pues tras mirar libros un rato, me lanzo, y pido el susodicho. La dependienta asiente sonriente, y se pone a buscar en la estanterías de clásicos -en inglés. Lo encuentro yo antes que ella (no caía en ir a la “C”), pero le digo que o quiero en japonés. Le cuento (y espero que quede claro) que me ha pedido un amigo que le mire si lo tienen, dejando claro que no lo voy a comprar... ella sigue asintiendo y desaparece. Al rato, baja cargada de libros: una versión infantil, la obre completa en 4 tomos, y otra en dos tomos. Me siento fatal por haberla hecho ir a buscar todo eso, le digo que les hago una foto para enviarles a mis amigos, ella siente y sonríe, y me quedo con la duda de si me odia y jura en hebreo por dentro o no, son así de amables.


Segundo. Este es el país de la stationery (objetos de escritorio, me encantan) y le digo a Mini que le compraremos una pluma (he contado que en el cole les hacen escribir con “fountain pen”? En serio). Así que vamos a sección plumas y encontramos unas que no están mal y son baratas (no vas a mandar al cole a una ninia con una Mont Blanc). Pero luego hay una chulísima de uno de mis colores fav (verde lima), el triple de cara, pero que a Mini le gusta, así que nos decidimos: ella promote cuidarla como oro en panio. Cuando la llevamos al mostrador la dependienta nos dice que esa pluma es “F” versus “M”, que cual queremos. Me imagino que F es fina y M medium, pero a saber en este país. La dependienta nos hace unas demostraciones y Mini opta por M, pero justo esta no la tienen en M. Entonces vuelta a las baratas, donde Mini elige un color que a mí no me gusta (celeste), pero no digo nada. Total que ya vamos a pagar y la dependienta saca las cargas, y no me suenan de nada. Le preguntamos si estas cargas con “internacionales”, ella entonces nos saca unas plumas Pelikan, pero a Mini no le gustan. A la pobre mujer ya le fibrila el párpado como al del Martes y Trece con la empanadilla... finalmente el Peda pone la pasta sobre la bandejita de pago (aquí no se da en dinero en la mano, se ha dejar en una bandejita), ella ya tiene las vueltas dispuestas y entonces Mini dice que no la quiere, que “es muy fea” (en castellano, pero daba igual en inglés...ya os vengo diciendo que gran parte de las interacciones osn “Lost in Translation”) y que no. Pedimos perdón efusivamente, ella parece afectadísima, pero de una manera amable: afectada por no habernos podido ayudar más que por lo que debería estar trinando que es porque somos UNOS PESAOS.



Y cenar es posiblemente el highlight del día, porque el Peda nos lleva a un sitio recomendado en la guía, quede otra manera imposible encontrar. Es un restaurante muy pequeño, que más bien parece un bar de copas, está en la segunda planta de un edificio anodino en un callejón. Estos son los mejores! Al entrar te da una luz roja (es bastante oscuro) y solo tiene un par de mesas a la entrada y la barra donde se come también. Nos preguntan si tenemos reserva (pero señora! Si nos quedamos sin Palacio Imperial por nuestra cacareada planificación!), pero igualmente nos meten en la barra. Es un local donde se especializan en gyoza, esa especie de empanadillas de pasta que se unta en soja y que están buenísimas (que le pregunten a Mini, que no, y se limita a un cuenco de arroz, pobre hija). Allí delante de la barra tienen la plancha donde hacen 12 y los agrupan como si fuera un gran donut. Luego otros tres de otro tipo, y otros de más. Al final, con el set, también venían noodles! Excelsa esta cena.


No os aburriría con el 26 eterno de vuelta a casa si no fuera porque esta vez para en otra parada y el conductor nos pide dinero cuando le enseñamos el “pase de día”. En su inglés gestual nos indica que esta es una “compañía privada” que no entra en el pase de día. Pero vamos a ver: es un bus exactamente igual que el otro, se llama 26, qué me está contando? Claro que si hablas el mismo idioma, podrás usar todas las técnicas lógicas posibles para negarte a pagar... aquí, suspiras y acabas pagando. Mañana, al fin y al cabo, dejamos Kioto y sus lugares magnifients...

6 comentarios:

  1. Así que los goyza sí son ricos...Después de la decepción de los dorayakis, célebres en este hogar cristiano gracias a Doraemon y al puesto de la peli "una pastelería en Tokio" (ver reseña del Sr. Snoid dedicada a NáN San) es un alivio saber que algunos mitos gastronómicos todavía siguen en pie.
    ¡¿escribir con pluma estilográfica a los 7?! Se me hace tempranísimo. Si en España se exigiera algo así nadie en esta casa hubiera superado segundo de primaria. (¿Os he contado alguna vez que todos somos zurdos?) Cada uno de nosotros ha sufrido la humillación de ser los últimos de clase en pasar de lápiz a tinta. Eso sí: de tanto emborronar las tareas con tu propia mano aprendimos que da igual qué clase de cartuchos tiene tu pluma: se usa siempre el mismo, el que venía cuando la compraste, y se rellena con una jeringuilla y un bote de tinta.

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  2. CESUCHI! Te escribo uno corto pq como no estabas cuando dije q no iba a comentar hasta estar de vuelta a casa (no tiempo para todo), pues así ya sabes... Cuando esté en Londinium aniadiré fotos y quitaré erratas (esto lo escribo muy de corrido) y republicaré. AH, tb podéis ver fotos en Instagram... esquina superior derecha... o seguidme, soy di_vagando. Quién si no? :)

    Haciendo esto me arriesgo a "La Ira de Lux" q se pone celosón si hago alguna mención y no es a él... (Lux, q me estoy documentando para un divague sobre las farmacias, no te enfades!).

    No me hables Doraemon (q tanto el susodicho LUx como MO han recomendado!, también tú??)... miraré la peli de pasteleria a la vuelta. Pero en honor a Doraemon he de decir q Mini ya sabia muchas cosas de Japón gracias a él... decía, de repente... "ah Nobita también va al onsen" y esas cosas...

    Ah, lo de la estilográfica un compa mío dice (como sabe q odio al colegio) q es para q "cojan práctica para ene l futuro dejar mensajes al servicio". Yo aluciné, pq en mi cole spr con lápiz y luego boli Bic. No sé si lo hacen para enseniarles "escritura unida" (joint writing) q yo no recuerdo aprender pero mola... Ah y Mini tamabién es zurda... la única de la familia...

    Muxus para todos y voy a escirbir el siguiente día (voy con 4-5 días de retraso creo). NOs queda una semana de viaje.

    lov

    di

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  3. ¿Qué tienes contra las plumas? Yo siempre escribo con pluma! Y ahora, por fin, he conseguido un embolo decene para mi super ppluma y la cargo y escribo con tinta verde oscuro. Precioso.

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    1. También yo escribo siempre con pluma, pero es que los chicos me pierden.

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    2. NáN, en cambio yo no tengo pluma porque los chicos me la pierden (el pequeñajo especialmente).

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  4. ¿Pluma? ¡A mí me vais a contar, oins, oins!

    Sabed que lo primero que hago todas las mañanas, después de romper de un codazo la gruesa escarcha que cubre el agua del barreño junto a mi jergón, es refrescarme la cara y torso para, así, salir despejado al claro que se extiende frente a mi recóndita cabaña.

    Entonces allí, semidesnudo y provisto sólo del arco que yo mismo me hice de un mueble de IKEA que me salió malo y una flecha que vengo reaprovechando desde vete a saber cuándo, en cuclillas escudriño cuclillas a derecha e izquierda, arriba y (por si acaso) abajo.

    La, cuanto menos, indigna postura (pues se presta a confundirse con otras funciones fisiológicas propias de esas horas del día) no es por urgencia orgánica alguna sino por prudencia: dado que las alimañas y bestias feroces también madrugan, ¿por qué no habría de ser yo su desayuno de presentarme expuestamente, tontamente, erguido?

    Pero, en cambio, si agachado, agazapado, paso desapercibido como alimento para ellas, tarde o temprano una cándida ave pasará poniéndoseme a tiro y entonces: ¡zas!

    Me tocará entonces rematarla retorciéndole el cuello en seco, arrancarle un plumón y desangrarlo sumergiéndolo unos instantes en agua caliente con unas gotitas de vinagre. Y soplar luego, claro, por el caño para dejarle sitio a la tinta. ¡Y,ea, ya tengo cálamo o pluma para escribir!

    Eso sí, los días que me pilla perezoso echo mano de Bic naranja que escribe fino, o de Bic cristal que escribe asín bastante normal. Eso, o enciendo el ordenador y haciendo doble click en Word escribo comentarios como este.

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