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19 noviembre 2024

Supremacistas blancos y otros amigos de los niños (Y se acaba "Unic@")

Hay un grupo en los EE.UU., los “supremacistas blancos”, que ha contribuido en estas últimas elecciones a dar el poder a Donald Trump. Sería interesante que todos ellos pudieran leer el último capítulo de “Unique”, o aunque fuera mi pequeño resumen.



Sí, todos venimos de Africa
Los humanos modernos se originaron en África hace unos 300.000 años y en los últimos 80.000 se expandieron por el globo, adaptándose a todos los medios -desde los polos hasta el desierto. En los últimos 12.000 años se pasó de ser cazadores-recolectores a dominar la agricultura y la ganadería. Recuerdo los capítulos de Sapiens (otra serie que encantó a los divagantes de la época) en los que Harari hablaba de las sucesivas revoluciones de la humanidad: 
1. La Revolución Cognitiva (que empezó hace unos 70.000 años)
2. La Revolución Agrícola (que empezó hace unos 12.000 años)
3. La Unificación de la Humanidad
4. La Revolución Científica (que empezó hace unos 500 años)



Presión selectiva
Las adaptaciones de los que se asentaron en zonas frías fueron distintas de los que en los trópicos, por ejemplo. Los distintos ambientes en los que distintas poblaciones han vivido han dado lugar a que haya "presiones de selección natural" para ciertos rasgos. Por ejemplo: generalmente la enzima lactasa -que metaboliza la lactosa- decrece cuando los humanos dejan de amamantar. Los grupos que domesticaron ganado de adaptaron de adultos a metabolizar también la leche por el proceso citado de "presión selectiva" (los que se adaptaban, sobrevivían y transmitían sus genes).  Esta adaptación ocurrió bastante rápido (en unos pocos miles de años) y en distintas zonas: a esto se le llama “evolución convergente” (esto de la lactosa pasó convergentemente en África y Oriente Medio).

Sin embargo, otras veces diferentes poblaciones expuestas a la misma presión ambiental ven diferentes variedades genéticas. Dos poblaciones que viven a gran altitud han desarrollado distintos genes protectores del mal de altura: los tibetanos o los que viven en las Montañas Simien en Etiopía, que son estas:



Estos son dos de los cada vez más ejemplos que tenemos de variedades de genes adaptativos que se han identificado para distintas “presiones ambientales en las poblaciones locales”. Estas adaptaciones sólo aplican a uno o a pocos genes. ¿Puede esto pasar en la herencia poligénica? (cuando hay varios genes implicados, como la altura o todos los cognitivos conductuales).

Hoy se sabe que hay una adaptación poligénica de la altura entre europeos, pero es un efecto débil. Y todos los rasgos cognitivo-conductuales tienen un componente heredable (~50%) que siempre incluye una pequeña contribución de un montón de genes.

La genética de poblaciones es necesaria para combatir a los racistas
Todo esto lo estoy explicando como contexto de lo que viene ahora, porque la ciencia de la variación humana a través de distintas poblaciones se sigue usando para racionalizar el fanatismo racista. La “genética de población” ("population genetics") se ha usado para justificar barbaridades como la esclavitud, el holocausto, el colonialismo, y suma y sigue. 

Así que, ¿por qué no olvidar la “population genetics”? Pues porque nos puede ayudar a entender la evolución humana, ayudarnos con avances médicos, y… porque la necesitamos para refutar las teorías racistas.

Lo primero: las categorías raciales con constructos sociales
En primer lugar, las categorías raciales son constructos sociales y culturales, y cambian de país a país. Por ejemplo aquí en el UK cuando rellenamos formularios de etnicidad hay unas categorías muy distintas a los EE.UU. porque reflejan su pasado colonial (indio, pakistaní, bangladesíes etc). Estas clasificaciones son ideológicas, económicas y políticas. Por tanto estas categorías son culturales-biológicas y la mayoría de la variación de los rasgos ocurren entre una “raza” más que entre dos distintas. 

En el censo brasileño puedes elegir tu etnicidad entre branca (blanca), parda (multirracial), preta (negra), amarella (asiático) e indígena. La mayor parte de la gente que en EE.UU. se definirían como negros se llamarían “pardos” en Brasil. Curiosamente, en Brasil si todos tus ancestros son del oeste de África pero eres pobre te defines como “preta” y si más afluente “parda”. Estos son solo un par de ejemplos para que se entienda la complejidad.

Y ahora hemos pinchado en hueso: la inteligencia
Nada levanta más ampollas que el tema inteligencia en los distintos grupos. Nota: la inteligencia cristalizada = el conocimiento que tienes del mundo, tanto datos como procedimientos, y la fluida = la habilidad de resolver problemas nuevos sin necesitar conocimiento acumulado. 

Los Coeficientes Intelectuales (CIs) tienen una parte heredada y otra que no. Hay identificadas mutaciones de genes que afectan al cableado y función eléctrica del cerebro-por eso aquella persona piensa más rápido que tú. 

Hubo una época, en los 60, en los que se estudió comparativamente el CI de irlandeses e ingleses. Los segundos tenían de media 15 puntos más. Algunos académicos, incluso el famoso psicólogo Eysenck, dijeron que esta diferencia era por genética. Veamos:
  • En primer lugar, sabemos que una estimación del componente heredable de un rasgo sólo es válido para la población en la que se estudió - o sea, ese componente heredable no nos dice nada sobre el origen de la diferencia entre esas dos poblaciones. 
  • En segundo lugar, lo que pasó con los años es que con mejora de la nutrición, la salud y el nivel de vida de un país empobrecido como Irlanda, el CI de ambos países se ha equiparado. Claramente ahí está el componente no genético (el hambre) que diferenciaba a las poblaciones. 
Por eso mismo, el componente heredable del CI es más alto en las clases medias o profesionales que en los pobres, porque el ambiente está en contra de que los pobres alcancen su potencial. Lo mismo que ocurrió con Irlanda-Inglaterra ocurrió en USA con los CIs de los blancos y los negros. Desde 1965, los segundos han mejorado mucho pero aún no han alcanzado a los blancos, debido a las diferencias sociales, que parece van a permanecer con más fuerza tras lo votado.

Así que, igual que empezamos el resumen de este libro, vamos a terminarlo en relación con el CI: es el resultado de factores hereditarios, no hereditarios y el aleatoria desarrollo del cerebro. Igual que no hay diferencia entre las razas en el CI, tampoco la hay entre ningún rasgo cognitivo o de conducta. No: los asiáticos no son genéticamente más listos, ni los africanos más vagos ni los finlandeses más trabajadores. La poblaciones con menos CI no han alcanzado su potencial, y así es como comenzábamos esta serie.

Corolario
La gran variabilidad en preferencias y comportamiento de los humanos es una fuerza, no la usemos para dividir, ni para mirar por encima del hombro a otras culturas, a otras personas. Los pobres no es que lo sean porque son menos listos, sino porque no pueden alcanzar su potencial genético. Las mujeres, las personas homsexuales, interexo y transgénero son objetificad@s y sufren discriminación. Todo tiene, además del ambiente en el que creces, un componente biológico, lo que comes, cómo duermes, cómo recuerdas. 

Decidir qué es innato y qué es social lleva separando a la derecha y a la izquierda desde hace más de 150 años. Si la política es "el arte de la felicidad humana" como leí una vez, si va de intentar mejorar las vidas de la mayor parte de las personas (cada uno desde su filosofía), lo primero sería asegurarse de que las necesidades básicas están cubiertas para que todas y todos puedan conseguir su “potencial genético”. Y luego entender, ambas corrientes, que casi nada es "todo innato" o "todo social" sino, en distinto grado, la combinación de ambos salteado por esa aleatoriedad de los procesos biológicos que hacen que todos seamos "unique".

16 noviembre 2024

¿Madrugador@ o trasnochador@? ("Uni@"-7)

Hoy vamos a ver cómo nuestros patrones de sueño también son únicos y cómo influyen en nuestro estado anímico, creatividad y habilidad para la resolución de problemas. Y también nuestros sueños, pero en lugar de ciencia he acabado yéndome por una tangente personal que os podéis saltar sin miedo ni culpa.

¿Cuál es tu cronotipo?
El cronotipo se refiere a la propensión de un individuo a dormir a una determinada hora. Todos conocemos a gente que están más alerta y activos por la noche (los búhos) o por la mañana (las alondras), y todos estamos en un punto de ese espectro. Pero los que están en los límites, las alondras extremas y los búhos extremos parece que viven menos: tienen más posibilidades de morir jóvenes porque es difícil encontrar un horario de trabajo que se adapte a estos extremos y una falta de sincronización entre tu cronotipo y tu trabajo está relacionado con complicaciones de salud: mayor incidencia de diabetes tipo 2, cáncer, enfermedad cardiovascular etcétera.

Tal vez por ello, o porque los factores biológicos que influyen en el cronotipo cambian con la edad, hay menos extremas alondras y extremos búhos entre la gente mayor. Los adolescentes y universitarios son los que tienen el cronotipo más de búhos -recuerdo aquellas noches hasta las mil de esa época. Y las mujeres tenemos unos cronotipos un poco más tempranos que los hombres hasta los 40 pero después un poco más tardíos. Yo que era un búho razonable en mi juventud (nunca extremo), ahora soy una alondra pesadísima. Los fines de semana lo canalizo yéndome con la bici cuando aún no han puesto las calles, pero llevamos ya un par en el que es de noche! Intolerable. 


Los desórdenes
Llevado aún a más extremos, las alondras pueden sufrir  el Familial Advanced Sleep Phase Syndrome (FASPS), en el que la gente se cae dormida a las 7 pm y están fresquísimos a las 4 am, y la mayor parte de sus ritmos corporales están movidos 3 horas para adelante. Este es un rasgo genético dominante (o sea, con que te pase tu madre o tu padre un gen, lo tienes). Aunque no todos los alondras tienen mutaciones genéticas. 



Otro desorden del sueño que también va en familias es el Short Sleep Duration, gente suertuda que con 6 horas ya tienen bastante y están tan frescos al día siguiente. Estudios han demostrado que el 50% de la variación de la duración del sueño y el 90% del sueño inquieto son heredables. 

Factores culturales

Hasta aquí los factores biológicos (como diría Lady Gaga “Born this way”), pero el cronotipo también está influenciado por factores culturales: los belgas y  los australianos tienen la hora de irse a dormir más temprana de todos (sobre las 22:30) mientras que los españoles, los brasileños y los italianos tienen la más tardía (0:00). Sorpresa sorpresa.


Ahora culpamos a las pantallas y a los teléfonos móviles de nuestros problemas de sueño (vía la luz que nos echa en la cara) pero esto no es nada nuevo: ya Henry Thoureau se fue a Walden porque le echaba la culpa de su insomnio “a los trenes y a las fábricas”. Por cierto, no funcionó.


Historiadores del sueño han encontrado que en la época pre-industrial se hacía lo que se llamaba “dormir segmentado”: la gente se levantaba a mitad de noche, comía, hablaba, incluso pasaba a casa del vecino. Como esto no ha sido replicado en sociedades preindustriales de hoy en día, tal vez no sea cierto pero lo que sí se sabe es que los preindustriales tenían su cronotipo una hora más adelantada que nosotros 


Hay una falta de correlación que sugiere que el cronotipo y la duración del sueño están controlados en distintas partes del cerebro.


He de decir que cada vez que he escrito cronotipo quería escribir cronopio (💓).





Relojes internos, ritmos circadianos

La realidad es que seguimos al ciclo solar. Pero no solo los humanos, también las plantas (la luz da energía para la fotosíntesis), los animales y hasta las bacterias: todos sincronizamos nuestros ritmos biológicos con el ciclo solar. De día necesitamos su calor y de noche necesitamos que no nos dé su luz porque es el momento de la división celular (en la que se replica el ADN y ese proceso deja al ADN sensible al daño por la luz) y su reparación, porque los fotones también pueden dañar a los organismos. 


Y en los humanos, no es solo el sueño y la vigilia lo que está alineado con el ciclo solar, sino también la temperatura corporal, el comer & digestión, la concentración, la secreción de hormonas, el crecimiento, el estado emocional.


Aunque nos metiéramos en una cueva a oscuras estos ritmos que acabo de describir continuarían, aunque algo desincronizados del reloj del mundo externo. Por cada 24 horas en la cueva, tu hora de dormir se retrasaría 20 minutos. 


O sea, hay un reloj interno* por todo el cuerpo que requiere información de exterior para mantenerse sincronizado. Como este timekeeper interno dura aproximadamente, pero no exactamente, 24 horas, se le llama reloj “circadiano” (del latín circa=aproximadamente y diano-día). 


(*)El master cronometrador del cerebro se llama Núcleo Supraquiasmático y está en el hipotálamo. 



Fases del sueño

Esta parte es un mero repaso de las fases del sueño, que como los cronotipos también varían según la etapa de la vida. Hay 50% REM en niños y se acaba con 15% en ancianos.


Seré muy breve, seguid el gráfico:




  • Empezamos la noche con 4 fases de sueño no REm (fase del I al IV, desde soñoliento hasta profundo)

  • Luego REM

  • Y vuelta a noREM (del I al IV)

  • Y REM (Más largo). 

  • Y vuelta a noREM

  • Y REM (aún más largo)


Una buena noche de sueño tiene como 4-5 ciclos de noREM-REM. REM predominan en la segunda parte de la noche. Antes se creía que solo se soñaba en REM pero ahora se sabe que esto no es así. En REM el cuerpo está totalmente muerto, uno se mueve (como 40 veces por noche) en el no-REM. Solo se puede dormir REM en horizontal. El cerebro manda señales a los músculos de movimiento, pero están bloqueados a nivel del tronco del encéfalo (fallos en este bloqueo dan lugar al "desorden del comportamiento del sueño REM" (individuos violentos de noche), en contraposición con sonambulismo que ocurre en la fase no-REM. En REM sube la respiración, pulsaciones, presión arterial y respuesta sexual. En REM el EEG parece que está despierto (“sueño paradójico”).


Y claro, habla de patologías del sueño como la narcolepsia y cataplexia, pero no me meto en ello.


Que los sueños, sueños son

Termina con los sueños, los que son como hebras que ocurren en la fase I, muy al principio, o los más complejos o “sueños narrativos”. Todo el mundo sueña, incluso los que no se acuerdan y Linden te da técnicas para recordarlos, porque si los escribiésemos nada más despertar, recordaríamos muchos más.


No dice nada de algo que me ocurre a mí: a veces, algo pasa durante el día que me recuerda un sueño. De repente, me doy cuenta que he tenido muy presente a una persona, por ejemplo, y es que he soniado con ella. También suelo procesar mucho de lo que me ha pasado durante el día, y aunque un observador externo no vería la relación, yo a veces sí. 


Uno de mi sueños favoritos fue uno en el que iba volando y a veces bajaba a ras de suelo, cerquita del césped, una gozada. También me gustan los que me han despertado a carcajadas. Hay algunos sueños recuerdo desde niña, en concreto uno de miedo tras escuchar la canción “Prepárate, va a estallar el obús” en el que nos iba a caer una lámpara gigante encima (el obús) a los asistentes que llenábamos un teatro o similar, y yo me escapaba y pasaba a una sala con un Cristo crucificado que lloraba y sudaba sangre - casi peor, reconozcamos. 


Como me obsesionó bastante este sueño, cuando vino un psicólogo que hablaba muy lento y muy bajo al colegio a pasarnos un test cognitivo de esos, pensé, esta es la míá. Así que en la sesión de feedback, en la que se supone que él me iba a decir si era de ciencias o letras, yo -claramente influenciada por “la interpretación de los suenios freudiana” y sin tener ni idea de la vida- le conté al pobre mi historia y a ver qué me podía decir, si era capaz de interpretar mi sueño (como quien le pregunta a una pitonisa con su bola de cristal). El pobre hombre balbuceó y por fin dijo: “ese sueño me indica que vas a perder la fe”. Mira tú qué visionario: y el pobre solo empleado por ese cole de monjas de una ciudad de provincias.


Disculpas por haber terminado el divague científico con estas notas personales, más reprobables aún porque como dijo Chuck Palahniuk en su libro para aspirantes a escritores: "Nunca escribas sueños". Pero bueno, es que ya estoy en “holiday mood”: esta es la penúltima entrega de esta serie y mañana terminamos con otro tema controvertido, como algunos de los que hemos tocado esta serie: si tienen base científica las razones biológicas que usan los racistas, esos seres entrañables.


15 noviembre 2024

Eres lo que comes ("Unic@"-6)

Nuestras preferencias en cuanto a comida son también una gran marca de nuestra individualidad. Los pandas no pueden diferenciarse entre ellos por eso ya que solo comen bambú, pero los humanos somos “generalistas” en ese tema: nos hemos adaptado a comer muchas cosas según lo que hay en la zona que vivimos. Pero aún hay más factores.

Los cinco sabores básicos
Tenemos cinco sabores básicos que se detectan en unos 10.000 sensores en las papilas linguales:
  1. Agrio: Todo el sabor agrio viene del mismo producto químico, el protón libre (H+): eso es lo que hace al vinagre o al limón saber así. Hay un receptor para el sabor agrio. Es un sabor aversivo. Puede indicar fermentación (leche agria) o fruta verde, que sería difícil de digerir. 
  2. Dulce: Hete aquí un sabor que encontramos placentero desde la cuna.  Todo el sabor dulce viene de un pequeño número de moléculas de azúcares naturales (glucosa, fructosa, sacarosa) con similar estructura química y en menor grado de los carbohidratos. 
  3. Umami: Es el sabor del aminoácido L-glutamato, que se encuentra en comidas con sabor como de carne (caldo de vaca, algunos pescados, setas, tomate, parmesano) y muchos fermentados (salsa de soya, miso, leche materna). También nacemos para que de serie nos guste el umami. Todo el sabor de umami viene del L-glutamato
  4. Salado: Esto gusta hasta un punto, pero mucha sal da repulsión, porque nuestro cuerpo puede sobrevivir solo con sodio entre ciertos valores. Todo el sabor salado viene de Na+ (iones de sodio).
  5. Amargo: la mayor parte de los químicos que saben amargo son producidos por toxinas vegetales que las plantas fabrican para protegerse de insectos (cafeína en los granos de café, isotiocianatos en el brócoli) o bacterias. Por tanto, la mayoría de los animales estamos programados para rechazar el sabor amargo. Los bebés no necesitan aprendizaje para esto: dales algo amargo y podrán esa cara. Como el amargo puede venir de cientos de moléculas químicas que no están estructuralmente relacionadas, necesitamos muchos receptores (tenemos 25 vs. 1 del agrio, recordemos) para detectar todo ese montón de químicos que debemos evitar.


Supertasters, tasters, nontasters (superdegustadores, degustadores, no-degustadores)
Como aquí estamos hablando de individualidad, veamos cómo los sabores de arriba son disfrutados o tolerados más por ciertas personas. 
  • Las personas con muchas papilas gustativas son más sensibles al sabor amargo- no les gustan las verduras porque tienen muchos químicos amargos. Una investigadora los llama “supertasters” (superdegustadores) y son el 25% de la población. También tienen más alta sensibilidad al dulce, salado, umami o más números para sufrir con el picante (esta soy yo). La mayoría son “picky eaters”, o sea, especiales con lo que comen y suelen decir no a los sabores fuertes para evitar la sobreestimulación. 
  • Otro 25% son “nontasters” (no degustadores), que pueden degustar ciertos químicos amargos, pero su sensibilidad general al amargo está disminuída. 
  • El 50% restantes son los “tasters” (degustadores), están en medio. A los que les gustan los sabores fuertes que disfrutan de más comidas es más posible que sean “tasters” que “nontasters”.
Esto del gusto también interactúa con la personalidad (los "Big 5 de la personalidad" se describieron hacia la mitad de este divague), así que un supertaster (con muchas papilas gustativas) que tiene rasgos de personalidad como “búsqueda de la novedad y el riesgo” podría disfrutar de la comida de sabor fuerte, aunque la encuentre apabullante.  Sí, porque los humanos nos hemos adaptado mucho al medio en cuanto a lo que se refiere a comidas, y hemos logrado disfrutar incluso aquellas que nos causan algo de dolor. Prueba a darle pimientos picantes a otros animales: no se acostumbran. Nosotros podemos aprender a sobreponernos a nuestras aversiones innatas, a cosas con olores cuyos químicos nos podrían indicar que algo se está pudriendo, o que nos podría dar una infección bacteriana como ciertos quesos o la cerveza.



Influencias en las preferencias de comida
1. Genética
Hay un montón de genes que son expresados en las células de los receptores de sabor, pero no son toda la historia: solo el 30% en la variación en la preferencias de comidas en adultos era heredable.

2. Momento vital
?Alguien recuerda cómo de pequeña odiaba una comida (la sopa, el pescado) y luego te ha acabado gustando? La percepción del sabor también depende del estadio de tu vida.

Por ejemplo, el azúcar, cuanto mayor te haces, más te empalaga algo muy dulce; los niños, por no hablar de los bebés, toleran el dulce mejor, pero va a la inversa con lo amargo. A medida que envejecemos tenemos menor sensibilidad a los cinco sabores. Las mujeres encontramos lo amargo más fuerte que los hombres.

3, Aprendizaje
A medida que descubrimos nuevos sabores, desarrollamos asociaciones, positivas y negativas. El café sabe amargo, pero luego da un subidón, así que acaba gustando. El kéfir sabe agrio, pero sabes que es bueno para tu microbiota, y te adaptas, y te acaba gustando. Eso sí, la identificación del sabor y la reacción emocional al sabor son procesadas separadamente.

4. Aspectos no relacionados con el sabor de la comida, como su olor, vista, cómo cruje, textura.



El olor, aquello tan evocador
El capítulo sigue con el tema del olor y es bastante complicado en cuanto a su fisiología, así lo único que diré es que hay variación entre individuos en la agudeza sensorial del olor pero hay aún más variación en la respuesta a olores individuales.


Una de las cosas más curiosas del capítulo es la respuesta de diferentes personas al olor de la orina después de haber comido espárragos. Por lo visto hay gente  que no lo huele (“anosmia de los espárragos”), luego la mayor parte de la gente que no nos parece agradable y por fin, gente como Proust, al que le gustaba (la nueva magdalena de Proust?). Parece que hay una potencial contribución genética a este rasgo.





Corolario
La comida que nos gusta es algo profundamente cultural, pero en este capítulo hemos visto que también tiene sus explicaciones biológicas. Durante nuestra vida estamos continuamente aprendiendo y desaprendiendo asociaciones entre olores y gustos, y tenemos reacciones a sabores asociados con momentos felices o también a algo que nos hizo sentir enfermos. Usamos la comida como marca de inclusión o de exclusión a nuestra sociedad ("qué asco, comen cerdo, o perro, o insectos").  Pero debemos recordar que las ideas culturales sobre los olores, por ejemplo, ha cambiado durante la historia y hay algunos que en su día fueron aceptables y hoy no, y vicerversa. Somos lo que comemos y yo después de este capítulo me he confirmado como super-taster que ha tenido éxito forzándose con ciertas cosas pero que nunca disfrutará del amargo: solo a fuerza de mucho persistir he conseguido disfrutrar de aquella versión de cerveza de menú infantil llamada Coronita...



14 noviembre 2024

De cómo influye nuestra biología en cómo formamos relaciones románticas y sexuales ("Unic@"-5)

Eres lo que amas
La terminología de la orientación sexual (que no de la identidad sexual, de la que hablamos ayer), gay, hetero, bisexual, puede ser confusa porque, ¿cómo aplicarla a las personas trans, o a l@s ocasionales? Los investigadores -siempre intentando encontrar términos neutros, recordemos el "relaciones sobrepuestas" en lugar de la cargada "infidelidad", uno de los viejos divagues de más éxito- ahora usan "androfilia" (alguien que ama a los hombres), "ginefilia" (a las mujeres) y "ambifilia" (hombres y mujeres). 

Pero hay muchos más conceptos: hay gente que se define “pansexual” (sin límites en las opciones sexuales), “demisexual” (solo atraídos sexualmente por personas con las que tienen un vínculo sentimental), heteroflexible (algo de relaciones homosexuales pero mayoritariamente heteros), oportunistas (o desesperados: los que tienen relaciones con alguien de su mismo sexo en la cárcel o en un internado), asexuales (no tiene atracción sexual por nadie)... vamos, hay tantos que hasta se han planteado hacer una matrix en la que poner tu identidad en abscisas y tu preferencia en ordenadas (yo siempre muy a favor de cualquier matrix). 



Datos
En USA, aprox. 1% de la población masculina es homosexual y 0.5% de la femenina, y los porcentajes se invierten para bisexualidad. El resto son heteros o de esos grupos que he definido arriba.

Política
Para gran parte de la derecha, la homosexualidad es una decisión moral dañina, tomada usando tu libre albedrío y que por tanto no merece protección con derechos civiles. Para gran parte de la izquierda, lo opuesto. Para aprobar el matrimonio gay en USA se usó el argumento de que la orientación sexual es inmutable, por tanto, el matrimonio de personas del mismo sexo es la única vía para este compromiso. Sin embargo, esa preferencia no es tan inmutable: aunque para los hombres la orientación sexual suele determinarse en la juventud y no suele cambiar, para las mujeres es mucho más variable: “la fluidez sexual femenina”.


¿Qué razones da hoy la ciencia para explicar tu orientación sexual?
La orientación sexual no tiene que ver con cómo te educan. Funciona como el resto de rasgos del comportamiento que hemos visto en divagues pasados de esta serie sobre la individualidad: se puede ver cierto efecto de tus padres en muchos comportamientos en los primeros años, pero luego desaparece.  O sea, no: esas mujeres asertivas no son la razón de hijos gays. 

Lo que sí que se ha encontrado es que si eres hombre y tienes un hermano mayor, tienes más posibilidades de sentir atracción sexual por los hombres. Pero si estás esperando una explicación psicoanalítica, no va por ahí: estos bebés tienen de media (siempre, siempre de media) menor peso en su nacimiento, y la explicación podría ser la respuesta inmune de la madre a las proteínas masculinas (presumiblemente las codificadas por el cromosoma Y). Los anticuerpos que ha segregado la madre, en el siguiente embarazo masculino cruzan la placenta e influencian el crecimiento fetal y su cerebro. Lo siento por los esotéricos, pero la biología lo explica (o explicará) todo.

Entonces, ¿es la orientación sexual heredable? Lo que se ha encontrado es que la variación genética (recordemos: en poblaciones, no en individuos) es un factor más, con un efecto algo mayor en los hombres, pero no lo explica todo. Habrá individuos que lleven variantes genéticas que expliquen toda su orientación sexual, habrá otros para los que su orientación sexual no sea en absoluto genética, y luego el resto de combinaciones en el espectro. Importante: como el resto de los rasgos del comportamiento, no hay un gen único y específico que determine la orientación sexual humana. Hay muchos otros genes que parecen tener una pequeña contribución, pero no tenemos una lista ni nada que se le parezca.

Luego, demos paso a nuestras sospechosas habituales las hormonas. Ya hablamos en el divague anterior de lo que pasa a los fetos femeninos cuando se les expone en útero a mucha testosterona: sus cerebros son masculinizados y luego reportan mayor atracción por mujeres (el 21%) vs.  el 1.5% en la población general de mujeres. Recordemos también del otro capítulo cómo los niños tienen más posibilidad de jugar a lo bruto y que les atraigan los juguetes inanimados (coches) y la niñas de ser menos agresivas y elegir muñecos o animales. Los niños que mostraban más juego típico de niñas luego se encontró que tenían más posibilidades de sentirse atraídos sexualmente por hombres y las niñas que jugaban como chicazos, por chicas.

La conclusión es que algún tipo de combinación entre experiencia social, genes, hormonas, inmunidad y otros factores biológicos que aún no conocemos influencian el circuito cerebral relevante para los comportamientos típicos-de género, de los cuales la orientación sexual es solo una pequeña parte.



¿Qué dice la ciencia de tu postura favorita?
Pues tampoco hay evidencia genética por la que la gente prefiera unas u otras prácticas sexuales,  de lo que sí hay es de patrones de personalidad -estos sí que los encontramos algo explicados en la genética- que pueden influir. Por ejemplo, tomenos prácticas como el sadomasoquismo o fetichismo. Factores de personalidad  como la impulsividad, la búsqueda de sensaciones, facilidad para obsesionarse y gusto por el riesgo, sí que podrían estar relacionados con ciertas prácticas en los límites de la campana de Gauss. 



Y biológicamente, tal vez ciertas mujeres les guste más el cunnilinguus que a otras porque tengan más terminaciones nerviosas en su clítoris que el grueso de la población, luego que tengan más placer cuando esta parte es estimulada… pero todo esto es especulativo. 

A mí personalmente me interesaría mucho entender lo que pasa por las cabezas de gente que se mete en prácticas sexuales límites de dominación y sumisión, llegando a hacerse mucho daño físico. En el UK, por ejemplo, no existe el consentimiento legal para eso: que alguien te dijera que sí no te exime del castigo en ciertos casos severos. Recordemos que además, no todas las fantasías sexuales se tienen por qué llevar a cabo: ahora estoy haciendo un curso de cine español en el Instituto Cervantes y hace cuatro semanas, cuando vimos Buñuel, me recordaron su fetichismo con los pies, las medias y los zapatos, del que hablé en mi divague de "Viridiana"- leedlo pero por si acaso, él decía:

"Yo no soy fetichista del pie, pero en muchas películas mías sale mucho el pie. Algunos críticos me llaman "pedófilo"... Ya desde La edad de oro, donde la protagonista chupaba el dedo gordo del pie de una estatua... Todos somos un poco fetichistas. Aunque algunos exageran... Puedo tener esa obsesión, como la de los insectos... En realidad, los pies y los zapatos, de hombre o de mujer, me dejan indiferente. Me atrae el fetichismo del pie como elemento pintoresco y de humor. La perversión sexual me repugna, pero puede atraerme intelectualmente".

O sea, que no tenía intenciones de llevarlo a cabo, que un buen freudiano diría que sí, pero que le daba miedo admitírselo, pero está claro que hay cosas que podemos pensar y están bien en ese "mundo de las ideas", pero que de hecho, no querríamos hacerlas. 

Meter las feromonas de la atracción en un frasco de perfume
Linden termina el capítulo intentando explicar por qué nos atraen unas personas y no otras, porque se sabe que aunque nuestros requerimientos sobre el papel en principio sean unos ("alto, rubio, ojos azules"), luego podemos fliparnos con alguien en las antípodas ("tirando a bajo, pelo castaño, ojos marrones") que no los tenga y quedar indiferente con alguien que los tuviera. 


Las feromonas son unas moléculas que se han encontrado en animales que instigan un determinado comportamiento en otros animales; por ejemplo, las hormigas segregan una feromona que indica al resto el caminito que han de seguir (¿creíais que hablaban como en "Antz" o qué?).  

Aunque en la facultad nos daba mucha risa, lo cierto es que aún no hay evidencia de la existencia de feromonas humanas. Incluso el famoso experimento de la “camiseta sucia” (un grupo de chicas tenía que oler camisetas de chicos tras dos días de llevarlas) y elegían como las mejores la que tenían un MHC (un parámetro relacionado con el sistema inmune) distinto del suyo (se hipotetiza porque aquí los futuros hijos tendrían mejor inmunidad) no ha sido totalmente replicado. 

Lo más parecido a feromonas que podríamos tener los humanos es el olor que segregan las glándulas de Montgomery en los pezones: cuando lo huelen los bebés de tres días, encogen los labios, sacan la lengua y buscan, como para succionar. Ya veis: nada demasiado emocionante aunque a los fabricantes de perfume les encantaría que se encontraran estas feromonas de la atracción sexual para poder meterlas en frasquitos para dar aún más la turra en el mes de diciembre. 


Así que como aún no hay respuestas, igual a esta pregunta de por qué nos atraen unos y no otros todavía podamos contestar románticamente: que es por “ese algo” inexplicable. Mi nada romántica conclusión es que porque algo no se pueda estudiar -temas éticos, o dificultosos- no quiere decir que no haya una explicación biológica. La hay, pero no tenemos acceso a ella. Todavía. Y, sobre todo, que la haya no descarta que podamos vivir y experimentar esa magia de la atracción, el enamoramiento y el deseo. 



13 noviembre 2024

Los complejos factores que influyen en nuestras preferencias sexuales y nuestra identidad sexual ("Unic@"-4)

Breve repaso de EGB:
Tenemos 23 pares de cromosomas: 22 pares son iguales entre los sexos, se llaman automosas, pero el par 23 de cromosomas es distinto en hombres y mujeres (se llaman cromosomas sexuales o alosomas): en el hombre es XY y en la mujer es XX.  Véase imagen:



 No entro en la meiosis, pero es un proceso con muchas fases por el que se forman los gametos (o células sexuales: óvulo y espermatozoide). Los gametos no pueden tener 46 cromosomas (o al juntarse serían 92!) y con la meiosis los cromosomas de los gametos se reducen a 23. Por explicarlo muy simple, imaginemos que estuvieran alineados de arriba abajo y que en un punto se separasen por la mitad como una cremallera (ni de cola es así, pero por dar una imagen). Así nos dan los óvulos y espermazoides, cada uno con 23 cromosomas y cuando se juntan 23+23=46, voilá! En esa división, el cromosoma 23 de la madre siempre va a ser X y el del padre podrá ser X o Y. Si el espermatozoide de tu padre cuyo 23 cromosoma era Y fecunda, tendremos un chico (XY) y si lleva X, una chica (XX).


Hay un gen en el cromosoma Y (el SRY) que codifica una proteína que guía el desarrollo masculino en la vida embrionaria. De nuevo, esto os lo ahorro porque la embriología es una asignatura complicada que te meten justo cuando llegas a la facultad con parcial en diciembre, pero básicamente, un tejido indiferenciado se empieza a diferenciar como prototestículos y a segregar la hormona testosterona. En las chicas, el mismo trozo de tejido indiferenciado se convertirá en ovarios, que producirán estrógenos y progesterona.

En la mayor parte de la gente, la determinación del sexo es fácil: sus cromosomas son XX o XY y su tejido indiferenciado ha producido testosterona si son XY o estrógenos si es XX. Entonces, voilá: cuando nacen, ya sabes si hay que vestirlos de rosa o de azul. PERO.



Condiciones intersexo
Pero hay varias maneras cómo ese proceso se puede complicar, resultando en una variedad de condiciones llamadas intersexo: son personas que no encajan en las nociones binarias clásicas de niño/niña. ¿De dónde vienen estas condiciones?

Algunas veces (aunque infrecuentemente) vienen de anormalidades cromosómicas: por ejemplo, el síndrome de Klinefelter, en el que algunas células tienen el patrón XXY. Esto da lugar a unas características sexuales diferentes de la norma (podéis leer más en la wiki).

Las más frecuentes condiciones intersexo, sin embargo, vienen de alteraciones en las señales de las hormonas en individuos que son XX o XY. Tampoco vamos a entrar en todas o en la fisiología de estas condiciones, pero pongamos dos ejemplos: 
  • el “síndrome de insensibilidad a los andrógenos" ocurre en personas XY (por una mutación en el gen que codifica la enzima 5-alfa-reductasa). Los andrógenos (hormonas encargadas de desarrollar las características físicas masculinas), no son reconocidas por las células debido a una disfunción del receptor androgénico. Estas personas tienen genitales externos femeninos y los testículos dentro del abdomen que nunca llegan a descender (como pasa en los niños: ah, que no sabías que están inicialmente en el abdomen?).
  • la “hiperplasia congénita adrenal”, ocurre en personas XX.  Aquí el feto fue expuesto a altos niveles de andrógenos en útero. Estas personas tienen los genitales externos masculinos y los internos, una mezcla. 
En el pasado, cuando un bebé nacía con genitales ambiguos, a los padres les hacían elegir si registrarlo como niña o niño. Hoy, se aconseja que se les deje hasta que la niña o el niño exprese una preferencia. Igual que un río siempre vuelve a su cauce, una persona porque la vistan del otro color no va a sentirse el género típico de ese color.

Tradicionamente, la mayor parte de las culturas ha reforzado la idea de que el sexo biológico es un rasgo claro binario e inmutable, pero uno de cada tres mil nacimientos lo desmiente: la línea divisoria no es tan clara. Pero si buscáis y veis las características externas (por no hablar de los órganos internos) de las personas intersexo, por ejemplo, se puede entender que no es así. Al final de esta página hay una tabla en la que se empieza a entender la complejidad. Por tanto, aunque ahora nos dé algo de risa -o directamente irrite a algunos- lo de que los pronombres y artículos sean fluidos -igual no es tan mala idea.



Deportes
Una de las situaciones que más controversia causa esto del género es en deportes. Los hombres y mujeres compiten separados porque sería injusto que personas que tienen más testosterona -luego más masa muscular- compitieran con personas que tienen menos, pongamos, en lanzamiento de disco.

Y aquí un breve recorrido histórico sobre cómo se ha “clasificado” a las personas en el último siglo, si quieren competir como mujeres (para hombres no hace falta):
  • 1966: “El desfile nudista”: es eso, hacían desfilar a las atletas ante un panel de médicos hombres y las que no parecían del todo mujeres según su criterio las hacían pasar a un cuartito a que abrieran las piernas. No tengo palabras.
  • 1968: Tal vez se dieron cuenta de que lo de arriba podría ser humillante, no sé, y lo sustituyeron con tomar una muestra de saliva para establecer el sexo cromosómico: XY? Eres tío. XX? Eres tía. Pero como hemos visto arriba, el sexo está determinado por una confluencia de cromosomas y otros factores no cromosómicos, como las hormonas. En qué situación pone a las personas XY con un “síndrome de insensibilidad androgénica” como hemos descrito arriba? Otro método fallido. ¿Alguien recuerda a María-José Martínez-Patiño? Saltadora de vallas con este síndrome, o sea, externamente una mujer (pecho, vulva, vagina) pero XY y sin ovarios o útero. Educada como una niña, ella sintiéndose mujer, cuando se publicó que sus cromosomas eran XY, las consecuencias fueron brutales: le quitaron las medallas, la echaron del equipo español, la dejó su novio, se quedó sin nada. Peleó y ganó la batalla legal, porque encima no tenía ninguna ventaja competitiva por los andrógenos que producía, pero su carrera estaba terminada.
  • En 2013 se introdujo medir los niveles de testosterona: si querías competir como mujer tenían que estar por debajo de 10 nanomoles por litro. Si te pasabas tenías tres opciones: 1. cirugía para quitarte los testículos internos que producen andrógenos, 2. tomar pastillas que suprimen los andrógenos, o 3. competir con los hombres. Sin embargo, diferentes estudios han demostrado que tener alta la testosterona naturalmente no te garantiza éxito atlético. Hay muchos otros factores que afectan el rendimiento, como la nutrición, acceso a buenas instalaciones, entrenadores, y otras variaciones genéticas y biológicas.
Este último punto es importante: muchos deportistas de élite (mujeres, hombres, intersexo) a menudo tienen raras variantes en sus genes que contribuyen a su rendimiento. Por ejemplo, Michael Phelps tiene extremidades muy largas y pies enormes. Un esquiador finlandés de nombre imposible tiene una variante que le hace más resistente al frío.




El estudio de Clark & Hartfield
En este famoso estudio (1978 y replicado en 1982, y luego a partir de ahí en distintas culturas) se encontró que más hombres que mujeres estaban dispuestos a tener sexo con una extraña que en tener una cita. La razón es que, aunque en principio ambos estarían interesados en sexo con extraños, las mujeres se echaban para atrás por miedo a violencia, embarazo, desaprobación social o porque solo el 11% de las mujeres tenían orgasmos en relaciones con extraños. Estas hipótesis de condicionantes ambientales no deberían aplicar a las lesbianas, pero ellas operan como las heterosexuales en tener menos atracción por las relaciones con extrañas. Esto lleva a sospechar que la diferencia entre sexo casual entre hombres y mujeres tiene también un componente biológico -igual que los hombres se masturban en general más frecuentemente- que ha sido mediado por selección sexual, y que seguiría aunque los riesgos a las mujeres se disminuyeran- como ocurre con las lesbianas.


Comportamiento masculino y femenino
Fuera del sexual, hay pocas diferencias en otros parámetros de comportamiento entre hombres y mujeres: rasgos de personalidad, niveles de interacción social y cognición [aunque por ejemplo, las mujeres son un poco mejores que los hombres en fluidez verbal (SD=0.5) y los hombres en percepción espacial y rotación mental de objetos (SD=0.6)] no muestran demasiadas diferencias medias. La agresión también es más frecuente en hombres (SD=0.6, efecto pequeño) y la empatía en las mujeres (SD=0.8). Recordemos que la diferencia entre altura de hombre y mujeres era SD=2.


Con mucho, la mayor diferencia entre hombres y mujeres en el comportamiento no-sexual es en el juego. Los niños prefieren jugar con objetos como camiones y las niñas con juguetes sociales como muñecas. Esto es terrible porque siempre se ha pensado que esto es así porque a los niños les damos cochecitos y a las niñas muñecos (eres una madre o padre progre y diste escalextric a la niñas y muñecos al niño?). Es cierto que el aprendizaje social es un componente, pero no el único: para ello se han hecho estudios a través de diferentes culturas, en bebés que aún no han sido socializados, y hasta en monos (esto es alucinante, hay fotos del mono macho yendo a por el cochecito y el hembra a por el muñeco). Roc ha hereadado todas las muñecas de su prima y les daba abrazos y besos, pero a poco que puede, va al camión de bomberos. 

O se pueden estudiar casos con patologías como hemos explicado arriba de desórdenes hormonales intraútero. Las niñas con “hiperplasia congénita adrenal” (expuestas a altos niveles de andrógenos en útero) tienden más al juego típicamente masculino. Lo opuesto pasa si el feto fue expuesto a medicación que bloqueaba los andrógenos. En resumen: la
exposición a andrógenos en útero determina diferencias en el comportamiento de ambos sexos. Esto también se ha replicado en otros mamíferos, como ratas o monos.

Hay muchos desórdenes del sistema nervioso que tienen diferencia en severidad o edad de aparición en hombres y mujeres: el autismo es cinco veces más frecuente en hombres, el síndrome de Tourette’s tres. El TDHA, la dislexia, la esquizofrenia temprana, todo más frecuente en chicos. Mientras que post-pubertalmente tenemos la anorexia nerviosa (14 veces más frecuente en chicas), la esclerosis múltiple (4), la esquizofrenia tardía, la depresión, todo más mujeres. Aunque todo esto está mezclado con el ambiente: a nadie se le escapa que la anorexia está muy influenciada por la sociedad que nos trata tan bien a las mujeres en la publicidad y el resto. Pero es importante que entendamos no es solo esto: ya existía la anorexia mirabilis en monjas del medievo que vivían encerradas en conventos y en las telas de sus hábitos. El patriarcado mata, y la biología no ayuda. 



En resumen: hay un número de desórdenes y comportamientos que son muy diferentes entre hombres y mujeres, y de ellos, hay un subgrupo que parece tener un fuerte componente biológico. El problema es que es difícil hacer investigación en este campo (sería muy invasiva), y hay que guiarse por la investigación con mamíferos en laboratorios como monos, ratas etc. Aquí es evidente que hay importantes diferencias entre los sexos en cuanto a las funciones de los circuitos neuronales y hasta se pueden ver distintos tamaños en ciertas áreas cerebrales. Y todo esto se puede manipular por meter o quitar hormonas durante el desarrollo. Aunque no se puede hacer esto en humanos, hay mil razones para suponer que la historia va a ser la misma: nuestros cerebros son anatómica y funcionalmente distintos. 

Linden piensa que hay algunas diferencias medias en el comportamiento y la función del cerebro masculino y femenino, y un subgrupo de ellas son probablemente influenciadas por la biología, luego influenciables por la evolución.

Sexo y género
Hasta ahora habíamos hablado de sexo biológico (determinado por cromosomas sexuales, variación en señales que dan las hormonas y la aleatoriedad del desarrollo). Entremos ahora en el género que es “los roles y comportamientos construidos socialmente que una sociedad considera apropiados en un momento dado”. Esto variará según la época histórica, la cultura, etc. Así que si ya es difícil como hemos visto en todo el divague diferenciar sexo biológico, ni entremos en género.

Ser “cisgénero” significa que tu sexo biológico es el mismo que tu identidad de género. La mayoría de la gente está ahí, pero en USA, por ejemplo, el 0.6% de la población es “transgénero”, o sea que sienten que su género no se alinea con su sexo biológico, o bien que no sienten que su género sea estable (y ahí tenemos a los género-fluidos, a-género, no-binarios, etc). La “disforia de género” ocurre cuando esta discrepancia entre sexo biológico y género causa frustración y puede motivar que los que lo padecen busquen tratamiento con hormonas o cirugía.



Volvamos a las personas que son intersexo al principio del divague: 0.03% de la población (vs. 0,6% que se identifican como transgénero). O sea, la mayoría (95%) de los transgénero tienen genitales “normales” que ellos sienten no están en concordancia con su experiencia de lo que se sienten. Investigar las bases neuronales de la disforia de género es complicado -y el autor intenta explicar los retos a los que se enfrentan los investigadores pero como aún no hay conclusiones, no entraré.

Conclusiones
Las mujeres, las personas interexo y transgénero son objetificad@s y sufren discriminación. Es atractivo políticamente pensar en que nacemos como “tábulas rasas” y que todas las diferencias en los comportamientos de hombres y mujeres han ocurrido como efectos de la sociedad patriarcal. Linden, el autor, se define como feminista y le encantaría que esto fuera el caso, pero no lo es. Esto lo he escrito muchas veces: yo, cuando empecé la carrera, creía también que la culpa de (casi) todo la tenía la sociedad. Ojalá: sería mucho más fácil de solucionar. Pero el argumento ético es que la igualdad de género entre hombres y mujeres (que ahora algunas vemos tan clara) debe extenderse también a las personas intersexo y a las personas transgénero o con otras identidades. Poco a poco, se llegará ahí. Recuerdo que la Yaya, una persona nacida en 1920 me decía a veces esta frase (para intentar persuadirme de que la revolución sexual igual no era del todo una buena idea): “los hombres siempre han sido hombres y las mujeres siempre han sido mujeres”. Si supiera lo que empezamos a saber hoy…