Viernes, 25.07.25: Tirana
Una de las ventajas de la edad provecta es despertarnos tan pronto: a las 07:00 ya estamos el Peda y yo en la playa -con lo que nosotros fuimos. No hay nadie —salvo los de los perros, claro,que no cuentan— y nos tiramos en unas hamacas que tienen el nombre del hotel (ayer como vagabundos, sin saber). Leemos un rato, hace vientecito, se está muy bien. Una media hora después nos metemos al agua, menos caliente que ayer, pero entonces, ay, parece que me ha mordido un pececito. Y luego otro, y otro... al Peda también le están atacando, así que nos salimos. Por supuesto, en la orilla, él no lleva nada, pero yo tengo un leve salpullido en las piernas y la muñeca, aunque nada en comparación con aquel tentáculo que me rozó hace unos tres o cuatro veranos. Conclusión: estos son también tentáculos pero pequeños, o de baby medusas. Este hecho me ha llevado a replantearme mucho estas vacaciones mediterráneas, o vacaciones en el mar en general: es difícil encontrar playas sin "chillout" o "Beach Club" [de los cojones], pero es que encima con el maldito calentamiento global, está todo lleno de medusas. No hay dónde huir. Estoy en leve crisis —de persona blanca clase media occidental, tampoco hay que dramatizar. En las fotos parece inofensiva:
Damos otro paseo y cuando llegamos a la pasarela, donde ayer había un anciano con una calculadora de los 80 con rollo de papel, hoy había un vacío de poder, me salto la entrada y avanzo por la pasarela (fotogénica, eh). Lo que hay al final es un chillout cutre, con un chiringuito y sus hamacas, etc., pero de nuevo parece hecho a mano y por ese lado no me parece tan mal. Tal vez porque son las 8 de la mañana y no hay más que gatos.
Al volver al hotel sobre las 8:15 no hay nadie en la piscina: maravilla. Me baño hasta que llega la hora de recoger para ir a desayunar y por fin dejar el hotel. Siguiente y último destino: Tirana.
De la carretera nada que resaltar, aparte que el típico tráfico de país en desarrollo, un edificio grandilocuente horrible y este cartel de di Mal, con el que me sentí aludida. ¿Saben los albaneses que el avatar de Di es Maléfica?
El hotel de Tirana tiene piscina en la terraza, o iba a ser muy duro. Al llegar, nos presentan a un señor mayor al que tienen contratado, parece, para ayudar a la gente a aparcar. Se mete con nosotros y nos comienza a guiar, dando la vuelta a la manzana, y finalmente nos dice que aparquemos en la calle. Habla castellano y explica que vivió en España dos años y pico, concretamente en... Vetusta! Su hijo necesitaba un tratamiento y se lo dieron "en el Hospital Miguel Servet". No me lo puedo creer. Me pregunto cómo, a su edad, ha acabado haciendo este trabajo: ¿será por horas? Una vez desembarcados en la habitación, subimos a la piscina pero hay mucha gente así que optamos por siesta, leer, mirar la guía...
En un punto, logramos armarnos de valor para lanzarnos a las calles: aún hace mucho calor. Tiramos por la calle Kavaja y en diez minutos estamos en la Plaza Skanderbeg, el centro neurálgico de Tirana y dicen de toda Albania. Su nombre es el del héroe nacional albanés que en el siglo SXV lideró la resistencia contra el Imperio Otomano. La plaza se creó durante la época de influencia italiana en la década de 1930 (estilo arquitectónico fascista), aunque ha sufrido distintas remodelaciones, la última en 2018 (ganó el Premio Europeo del Espacio Público Urbano). El suelo está hecho con piedras multicolores traídas de diferentes regiones del país. En la peli "Lamerica" sale plaza aún no peatonal, con coches vintage y gente con malos cortes de pelo.
Alrededor de la plaza hay diversos museos y edificios: este que se ve a la derecha representa la cara de Skanderbeg.
En un lado de la plaza hay una estatua de 11 metros del héroe (lo sé, no se capta: debía hacer calor para acercarme)...
![]() |
Paramos en un café a reponernos del calor y a tomar un panini y "el mejor frappé de las vacaciones" (nota: esto es del diario del Peda, que escribió lo mismo ayer del frappé del txiringuito playero):
Es un sitio muy chulo, lleno de antigüedades comunistas (ya se sabe que es auténtica devoción lo que tenemos en este blog por la imaginería soviética)...
Esto es el Puente de los Curtidores (Ura e Tabakëve), uno de los pocos recuerdos de que aquí estuvieron los otomanos:
La mezquita Et’hem Bej fue construida entre 1790 y 1821 y tiene una "historia de supervivencia". Durante las décadas del régimen comunista, Albania era oficialmente atea (yeah! Go commies!) y todas las prácticas religiosas estaban prohibidas, y aunque muchas iglesias, mezquitas y demás fueron cerrados o equivalente, pero no esta mezquita que sobrevivió (buuu).
Pasamos por una zona gentrificada de bares y restaurantes y en un puesto venden ropa de niños con la bandera albanesa que, con ese aguilucho bicéfalo, da mucho miedo. [Nota: ni me planteo comprarle a Roc porque una no debe salirse del beige, y tampoco gustan de motivos animales. Imaginen que aparezco con rojo y el aguilucho]. Que, por cierto, también lo tienen en los semáforos: ahí donde en tu país seguramente sale un señor con sombrero y la pierna levantada en color verde (o, si estás en Alemania, uno con una barra de pan en la mano), aquí sale el aguilucho. No puedo dejar de escribir esa palabra: aguilucho (en ejpein lo llámais "el pollo", no?).
El dictador comunista Enver Hoxha (breve historia aquí) se hizo construir una pirámide en 1988. Así, como suena: en serio, no se ha escrito lo suficiente sobre los trastornos de la personalidad de ciertos perfiles políticos. Podría ser muy útil para evitar repetir errores, pero a veces tengo la impresión de que la masa es una especie de organismo que opera irracionalmente. La preocupación de que un tipo se erija una pirámide mole de hormigón de 21 metros de altura en su honor debería ser suficiente para sacarlo de ahí YA: es que parece que está gritando "soy un narcisista enloquecido, párenme".
Dicen que el lumbrera "pretendía simbolizar la transición de Albania a la modernidad bajo su gobierno". Pero tras el derrocamiento del régimen en 1991, pasó de museo dedicado al dictador a centro de conferencias, discoteca y emisora de radio. A finales de los 90 cayó en desuso, la mole cubierta de grafiti y, según dice la guía, un rito de paso de los mochileros que la usaban de tobogán. No creáis que no lo consideré.
![]() |
Pese a que me gusta el brutalismo, esta pirámide no me atrae especialmente, pese a que siempre me han llamado los edificios a los que te puedes subir. Y esto no es la Ópera de Oslo, admitámoslo. Pero hay buenas vistas desde arriba.
Nueva parada para agua y otro café cream. No recuerdo si he dicho que el mundo del dulce —no solo baklavas— es de otro planeta tanto en Montenegro como en Albania. Algún día pedidme que escriba sobre que el azúcar es el tabaco del SXXI.
![]() |
Más callejeo, entramos en la catedral ortodoxa del Cristo resucitado, diseñada por arquitectos neoyorkinos en 2012, donde hay misa. A mis compas les gustan los Cristos enfadados esos ortodoxos: qué puedo hacer.
Pero lo mejor de Tirana es su arquitectura: mucho edificio moderno hecho con gusto y estilo, combinado con edificios decadentes y en decadencia, mobiliario urbano también estiloso y murales (unos 50 en total) en los laterales de las fachadas de los bloques de la era comunista - en el pasado, qué cucos, invitaron a artistas callejeros a un festival de murales, y el resultado es una galería al aire libre que da a la ciudad un toque "moderno y colorista". He buscado a ver si Banksy se había pasado por aquí, pero no.
![]() |
Dejo aquí un montón de fotos de edificios que, de una manera u otra "tienen algo" (podéis diferir):
![]() |
![]() |
Y ahora, misceláneo...
![]() |
Vamos a cenar a las 2000 a un sitio chulísimo que recomienda la guía que se llama Tymi. Nos toca esperar 15’ (no dije que no espero por ocio?), pero merece mucho la pena. Está hiperrecargado con lámparas Tiffany, vinilos, guitarras retro, sillas con iconos pop, botellas de cerveza internacionales y los baños, lo mismo. La comida es genial: carnes a la parrilla, ensaladas enormes, sopas... Es un sitio de "gentejoven" que podría pasar por un bar de copas de Vetusta.
![]() |
![]() |
Nos vamos al hotel en un "high", canturreando en mi cabeza la canción que llevo pegada todo el día:
"Y Radio Tirana transmite música balcánica
Mientras bailarines búlgaros
Descalzos sobre braseros ardientes"
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenten bajo su propio riesgo, sin moderación. Puede ser divertido.