an

15 abril 2011

Desenmascarando a Diva II

Nos quedamos con que me identifican como Ana Curra y me quedo tocada y hundida.

En un momento hice un rewind cerebral que me dio hasta vértigo y me situé hace la friolera de unos veintipocos años.

Diva, por aquel entonces, además de más joven, era muy mona y no lo sabía, tenía buen cuerpo y no lo creía y además era muy simpática (también era más modesta que ahora). Además de lo anterior era un poco gamberra y encima sus amigas la secundaban siempre. 

Lo nuestro era pasárnoslo bien, reírnos hasta que nos doliera la tripa y no tomarnos nada en serio. Corrían los ochentas y escuchábamos y bailábamos con 091, Elegantes, Loquillo, La Frontera, Rebeldes etc. Nos considerábamos bastante rockers en cuanto a gustos musicales, que no en la estética. Ana Curra era una cantante de minorías, de los rockers de verdad, pero que a mi me gustaba. Creo que había participado antes en Parálisis Permanente en temas como "Quiero ser Santa". Entonces era más punk por eso, más gótico. No me gustaba.

Una noche de juerga, conocimos a unos chicos de un pueblo vecino. Eran más mayores que nosotras y les debimos hacer gracia. Hubo mucho vacile, que si esto, que si tal, que si cual, ja ja, je je.... Íbamos de listillas, de sobradas, aunque en el fondo éramos unas pardillas que recién salíamos del cascarón. No recuerdo bien en que consistió nuestra conversación, sólo sé que en un momento dado uno me preguntó el nombre. Yo no pensé en darle mi nombre real, ni de coña, así teníamos otro motivo de cachondeo. Así que cuando el individuo me hizo la pregunta, le contesté:

- Ana Curra.

- ¿Curra? ¿Qué clase de nombre es ese?

- Joder tío, no te rías de mi apellido. Ni que tu fueras el Conde de Montecristo...

Así estuvimos un rato. Que si Ana por aquí, que si Ana por allá. Y claro, mis amigas y yo partiéndonos el pecho.

Pasaron los días y fui con mi hermana la mayor BigSis a las fiestas de otro pueblo. Allí me volví a encontrar con el chavalito en cuestión. Al parecer conocía a mi hermana. No recuerdo bien pero la cosa debió ser tal que:

- Diva, ¿quieres tomar algo? 

- ¿Como? ¿Diva? ¿Pero tu no te llamabas Ana?

- Estooooo, nope, ehem....

- Ya te vale.

El caso es que veintipocos años después voy a su consulta y me identifica. Todavía me dura el susto. Juro que mientras hablamos en la visita, en algún momento todavía me llamó Ana mientras a mi se me escapaba la risa, ante lo surrealista de la situación.

Fue muy gentle pinchando. Podría haberse vengado.


15 comentarios:

  1. Fue todo un caballero. Te reconoció. No se vengó de ningún modo. Todo un caballero, sin lugar a dudas.

    ResponderEliminar
  2. Ana Curra punk?
    Una cosa es la estética y otra la música.
    Escucha lo que hizo después, lo que hizo tras la muerte de Eduardo Benavente (gloria a él) en un accidente cuando viajaba para dar un concierto en Zaragoza.
    Ay, la sala Metro!!!!
    Y de jovencita no tenías mal gusto por lo grupos que nombras.

    ResponderEliminar
  3. En vez de acupuntura debería haberte hecho vudú.

    Sería lo justo.

    Besos.

    ResponderEliminar
  4. Estoy con Jesús, todo un caballero. O un profesional.

    ResponderEliminar
  5. No me apunto a lo de caballeroso, demasiado frío. Sí a quién alguién te ponga en quién fuiste cuando la vida estaba por estrenar: "Aguda espina dorada quién te pudiera sentir en el corazón clavada".

    Esta vida que nos pasa por encima.

    ResponderEliminar
  6. Tiene gracia la historia, Diva. Si no recuerdo mal Ana Curra tocaba, y toca, el piano, tenía estudios musicales clásicos, no solo cantaba.

    Saludos

    ResponderEliminar
  7. Me gustaban esos grupos, aunque no pude vivir la Movida por responsabilidades de padre nuevo.

    La historia es estupenda Diva.

    ResponderEliminar
  8. Aunque sí me acordaba de Ana Curra, lo que me parece realmente curioso, es que yo lo de esa historia lo tenía totalmente olvidado, sin embargo él sí se acordaba y me lo soltó directamente, sin pensárselo. Por algún motivo, le debió marcar más a él que a mí.

    Jesús, que bueno que te pasees por aquí.

    Anónimo. ¿EresTxelo´s disfrazado?

    Toro, es que tu estás muy acostumbrao a las banderillas. A mi me han indultado.

    Annie, no me pongas esas recetas en el blog que estoy a dieta.

    Cou, otra vez por aquí. La sensación más que de espina fue de vértigo total, de descontrol, hasta que lo identifiqué. Muy fuerte!

    JL, sí, Ana Curra tenía estudios de piano.

    GRacias, NáN, a mi me pareció de lo más surrealista, pero tiene un punto de cachondeo...

    ResponderEliminar
  9. Diva, entre nosotras, yo creo q eres una old flame...

    Y cómo q no le diste tb el DNI, además del a-pe-lli-do a un tipo q conoces una noche?

    Cómo sois en el campo...

    ResponderEliminar
  10. Muchas veces mis amigas de entonces y yo hacíamos lo mismo pero nunca me ha pasado lo que ahora a tí. Muy graciosos y que bueno que no se vengó con eso de las agujitas. ¿Y la próxima cita para cuando es?

    ResponderEliminar
  11. Di, no se que sentido tiene lo de la old flame... me suena a vieja gloria o a llama extinguida con todo lo peyorativo que pueda tener.

    A algunos les he dado incluso más la primera noche.

    ResponderEliminar
  12. Patito, ya ves la de vueltas que da la DIVA. Ten cuidado que cualquier día te dan la sorpresa.

    ResponderEliminar
  13. Diva, un "old flame" es un viejo amor, nada nada peyorativo, más bien al contrario: la hipóesis es q al hombre le tocaste (sentido metafórico, aunque por lo q dices dejémoslo abierto) y por eso te recuerda... tú, pérfida, le rompiste el curasao y ni noción... cómo eres... ay me stoy dejando llevar con esta historia... ya paro :)

    ResponderEliminar
  14. Ahora entiendo la historia.
    Que tipico ese momento en que las chocas de tu edad se iban con los mayores. Allá por los 15 ó 16. Y navegabas un par de años en grupos masculinos hormonados. Como los ciervos buscando harén. Y de repente, allá por los 17 aparecian las de 15. Que ya no eran niñas...

    ResponderEliminar
  15. Old flame is better tan no flame.

    ResponderEliminar

Comenten bajo su propio riesgo, sin moderación. Puede ser divertido.