Lunes 05.08.24: De Phu Quoc a Saigon
Hoy comienza el (doloroso) regreso - atención: es lunes y hasta el miércoles por la tarde no vamos a llegar a Londinium. Hoy hay que volar de esta isla a Saigón y el shuttle que pone el hotel sale cada dos horas y no queda otra que tomar el de las 6:00 am. Nos han puesto desayuno en una cajita (nada que ver con lo que comemos in situ, claro) y cuando ya estamos subiendo al bus, viene uno "que si nos hemos llevado unas zapatillas". En serio? Ya aprendí el primer día que en este país la higiene podiátrica no destaca y las slippers son recicladas (muy a favor del reciclaje, eso sí) ad aeternaum. Así que no, no me he llevado nada, pero es una segunda nube en este hotel, el más caro y desde luego peor calidad-precio de todo el país. Aparte de las nubes reales, que no han sabido ni encargar buen tiempo.
A las 6:35 ya en aeropuerto, pasamos seguridad con tropecientas de botellas de agua- aunque nos hacen abrir la maleta del Peda porque en una, siguiendo una tradición ancestral de este grupo viajero, la ha llenado de arena de playa, y un agente examina muy de cerca mis tijeritas de cortar uñas de bebé -esto no es un recurso narrativo: lo son. En la puerta de embarque hay asientos corridos, con lo que me duermo una siesta tal vez ofensiva al ojo del resto de pasajeros. Dice el Peda en su diario que, mientras, "llueve mucho", habrá que creerle. El vuelo son solo 40 minutos y aterrizar en Saigón matinal es chulo.
Cierta melancolía de hace casi un mes cuando aterrizamos aquí mismo desde Dubai, aquella carrera de taxi nocturno, que hoy se me hace mucho más larga (35’). El hotel es otro, está al lado del río y es aún mejor que el de cuando llegamos, que ya nos pareció lujo asiático. Si tuviera que elegir la mejor calidad-precio del país, probablemente, después de Hue, sería este. Como es muy pronto, dejamos ahí el maleterío y volveremos más tarde cuando nos den la habitación. Otra vez aquí:
Como estamos en modo nostálgico -se acaban las vacaciones- vamos a tomar un batido al mismo Katinat del día que llegamos, en el río - ahora a cinco minutos del hotel. Estos son los iconos en los baños del lugar (ñu significa "chica" y nam, "sur", y por lo visto también algo referido a características masculinas: yo pondría "kukudrulu").
Entramos a un centro comercial para refrescarnos y terminamos en un Cộng Caphe, donde el Peda se compra su famosa camiseta -atención, error: pensaba que la compró en el de Hanoi, pero fue aquí. El café es del mismo tipo, "bunker chic".
A la una y media volvemos al hotel, donde ya nos dan la habitación. Subimos al tejado y la piscina es un jacuzzi grande en realidad, y al lado tiene una de "plunge" que no sé cómo se dice en castellano - agua muy fría para esos contrastes "saludables". Las vistas son espectaculares, por no hablar del hilo musical: "lo mejor de los 80 y los 90" (aún existe Radio 80 Serie Oro?).
A las 1400 hay afternoon tea y, maremía, esto va a ser la mascletá de despedida: excelso. Hasta te preguntan de qué tipo quieres los huevos, algo aún no visto en un afternoon tea. Más piscina (también ponen a Taylor Swift), más perreo, y habrá que salir en algún punto, digo yo. Y nos echamos a las calles, allá las seis, a la dura labor de dar una vuelta, comprar regalos y cenar.
Cenamos en un sitio que está muy bien recomendado por AnnaPetons y de ahí volvemos al hotel haciendo fotos, hay mucha gente y mucho ambiente. Nos gusta Saigón. Aquí el Tío Ho:
Boulevards...
The Cafe Apartment que visitaremos maniana por dentro...
Hotel y piscina a las 2045, aunque hay gente. Mini sube más tarde y, mientras que yo solo aguanto breves segundos en la del agua helada, ella entra sin ningún tipo de aspaviento, y permanece ahí tan tranquila lo que le echen. No podemos estar hechas del mismo material, está claro: yo soy solo humana.
Apagamos la luz a las 2330. Mañana a esta hora estaremos embarcando.
Pub 06/10
Radio 80 serie oro ahora se llama Los 40 classic... pero ya nadie escucha la radio y menos aún la radio musical.
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