an

04 febrero 2010

Mamerto


Mamerto a simple vista da el pego. Es capaz de comentar acerca de cosas generales, motos, amigotes y tías. Sin embargo, si lo pones a prueba en alguna decisión, descubrirás al lechuguino.

Antes tenía una vida relajada, lejos del mundo empresarial, donde todo lo tenía controlado y no había grandes sobresaltos. Su familia insistió en que su lugar era otro y lo puso a hacer la mili en tiempo de guerra. Al principio se angustió, después ha optado por analizar datos y ha descubierto internet. Se dedica al buen pasar.

Como mamerto que es, pasaría desapercibido en muchos foros. Sin embargo, es necesario tenerlo en cuenta porque tiene poder de decisión y eso lo hace insufrible. Por ser quien es, tiene silla en algún que otro consejo de dirección. Ahora, si le toca pelear por ella, la coloca en su sitio y renuncia.

Algunos lo conocen como el hombre de piedra. Es capaz de asistir a una reunión de 3 horas sin abrir la boca y sin apenas pestañear, poniendo cara de póker. De tal modo que, al acabar la reunión, no sabes si está a favor o en contra de lo debatido. Por lo general siempre está en contra de lo que todos están a favor y viceversa.

Tiene poder pero no autoridad. Usa su posición para aprovecharse de los débiles, a los que sabe atornillar. Si ve que flojeas, pisa más fuerte. Es cobardón, no se atreve a hacer lo mismo con un semejante.

Es capaz de decir diego donde dijo digo y tergiversar una conversación, inclinando así la balanza a su lado. Siempre usa los datos a su favor. Califica la botella de medio llena o medio vacía según le interesa, insistiendo en no bajar a contar los centilitros.

Habla en términos de todo o nada. Para él todo se hace mal y nada se hace bien. Nunca quiere reconocer las acciones puntuales, méritos o logros.

Es un pesimista nato. Si dices que no nos va a quedar más remedio que comer mierda. Te responde: peroooo, ¿habrá mierda para todos?

Mamerto es terco, soberbio. Si en algo te dijo que negro, aunque luego vea que es blanco, siempre dirá negro porque fue su opción inicial. No sabe que existe el gris y que rectificar es de sabios. Las cosas se hacen así por sus razones cojones.

Intenta cogerte en un renuncio. Te pregunta cosas que ya sabe para ver si las sabes tú o te intenta dar la vuelta tal que:
- Diva, ¿Has comprobado que siempre dejan las luces apagadas?
- Ah, sí …
- Pues no! Ayer quedó una encendida. (Te pillé, que listo soy)

Casi nunca da su opinión sobre temas trascendentales. Cuando lo hace, siempre es para ir en contra. ¿De qué? De todo. Da igual el tema que sea: compras, inversiones, maquinaria, publicidad, imagen… De este modo no se equivoca nunca. Si algo sale mal con decir “ya lo decía yo” (que lo dice) es suficiente. Si algo sale bien, jamás lo reconocerá, aunque sea obvio y lo haya reafirmado todo el mundo. No oirás nunca un elogio por su parte, jamás.

Cuando hemos concluído con éxito alguna iniciativa ha sido a costa de pasear al mamerto por medio globo para que viera en sus carnes lo que todo el mundo sabía y apoyaba: el mundo está en continua evolución y, a veces, es necesario invertir, no sólo para ganar, sino sólo para seguir estando vivo.

Mamerto es desconfiado. Si en una reunión nadie opina como él, es capaz de decir que nos hemos conchabado. Siempre se queja de que no le hacen caso. Es incapaz de asumir que quizá no tiene razón.

Si alguna frase le da resultado, la repite más que el ajo y es capaz de sentenciar por ejemplo que el mercado de Mozambique está saturado de televisiones, así, sin más, y se queda tan ancho. No sabe de estudios de mercado ni de contrastar datos. Ni falta que le hace.

Mamerto tiene, como muchos de nosotros, miedo a equivocarse, pero ese miedo lo paraliza y, además, le lleva a pronunciar las palabras a pares: ojo, ojo… para, para… vale, vale…uy, uy. Todo eso entre suspiros, ufffes y angustiadas miradas.

Hay días que Mamerto me quita las ganas de seguir. Ayer fue uno de ellos.

11 comentarios:

  1. Good morning.
    Animo Diva, un tipo así no puede acabar con alguien como tu, aunque lo intente desesparadamente.
    Estupenda descripción de los "mamertos" que me recuerda bastante a otra figura muy conocida por otros lares: la del "consultor".
    Pero Diva, nosotros somos más y más fuertes, así que...a por ellos que son locos y cobardes!!!
    Bye.

    ResponderEliminar
  2. Días OH,

    Tenemos una sincronización muy curiosa tu y yo por las mañanas.

    No sé como te has levantado tú hoy, pero lo que es yo hubiera continuado todo el día durmiendo...

    Gracias por los ánimos.Hoy ya lo veo mejor.

    ResponderEliminar
  3. Sólo te ha faltado decir que es del Madrid...

    Lo mejor de todo es que si lee esto no se reconocería.

    PS: Jipi viejo, en mis libros loco es un concepto positivo. Y en el curro de Di me temo que también, así que ándate con cuidado, que ya sabes cómo las gasta...

    ResponderEliminar
  4. Basaja,

    Como primera opción no, pero como segunda fijo que es merengue...

    Hay que ver que ojo tienes.

    ResponderEliminar
  5. ¡¡Diva!! ¡Que no decaiga! No me puedes traer un día un búho con lazo rojo y Pilarica entre los aletones (¿pero tú te piensas de verdad que alguien se va a apuntar a competir contigo en el Souvenir Horror con ese material de primera calidad? Eso es im-po-si-ble) y al siguiente amenazarnos con dejarte hacer mella por un mamerto de los c... ¿Y esa Haka Mate que tenemos pendiente tú y yo? "Vais a moder el polvo" decías tú, "peazo cabrrrrrones" añado yo... Una mella se admite, pero más no ¿eh?
    MUÁ.

    ResponderEliminar
  6. Amanita,

    Tu sí que sabes. Desde ya, te nombro consejera espiritual.
    Anda que si te llego a descubrir
    antes...
    ¡Andanda! que dicen por mi tierra.
    Muac

    ResponderEliminar
  7. Ababol divagueando5 de febrero de 2010, 15:16

    Hola, veo que estás atribuyendo en exclusiva estas actitudes a los mamertos. Reclamo lo nuestro para los ababoles, que haberlos los habemos.

    ResponderEliminar
  8. Diva, ese mamerto es un rollo de tio que se gusta a si mismo tan poco como a los demas. Y seguro q es del Madrij como segunda opcion, como dices. DE primera de la Vetusta que toque, claro.

    ResponderEliminar
  9. Querid@ Ababol,

    ¡¡Como quiés contimparar un mamerto con un ababol!!! Poca sustancia...

    Los ababoles son silvestres, alegran la vista, no necesitan cuidados y son... opiaceos!!

    Mucho mejor un ababol, sin duda.

    Bienvenido a DD!!!!

    ResponderEliminar
  10. Di, hay que ver lo que hay que oir...

    Efectivamente, de primera opción la ciudad del viento.

    Te equivocas en torno a sus gustos, yo creo que se gusta un montón, es más creo que se encuentra bastante bien. Pero... a ver quién es buen juez de sí mismo, ein?


    Besicos de finde.

    ResponderEliminar
  11. Ah, pero en el fondo todos esos prepotentes son unos inseguros del diez (¿por qué no habla este tío en las reuniones? ¿por qué siempre tiene q estar corrigiendo tonterías en los demás?). Yo lo veo arrogante porque tiene una autoestima bajo cero. La gente que de verdad se quiere no es así con los demás (dijo el Oráculo)

    ResponderEliminar

Comenten bajo su propio riesgo, sin moderación. Puede ser divertido.