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05 enero 2010

Soneto a sus majestades


A pesar de andar siempre divagando,
queridos Gaspar, Baltasar y Melchor,
este año les pedimos, por favor,
nuevos divagues para ir blogueando.


Que nuestras entradas vayan triunfando
y que podamos escribir sin temor,
que en nuestro blog prevalezca el amor
y la ironía para “ir dando”.


Si no percibimos lo que es de razón
y nos dejan sin lo solicitado,
se van a enterar de lo que es un marrón.


Pués serán pasto de nuestro teclado
causando baja en nuestro corazón.
Que conste que os hemos avisado…


04 enero 2010

Hypatia, una de las nuestras


Fui a ver "Ágora" con pocas expectativas. Todos me decían lo mismo: "está muy bien hecha, pero le falta alma", "no se centra en la historia de Hypatia", "se le ve el plumero ideológico", "es demasiado casta, la actriz le pidió que incluyera sexo y él se negó", "Amenábar ha descubierto el Google Earth y venga a subir y bajar", "es fría, no te toca"...

Así como Wagner le da ganas a Woody Allen de invadir Polonia (“Misterioso Asesinato en Manhattan”), una sale del cine toda idealista, mirando a las estrellas. He esperado a que se me pase, para poder dar mi opinión con la mezcla necesaria de razón-pasión. Para empezar y, volviendo al debate forma-fondo, continente-contenido, diré que formalmente, hasta sus detractores han admitido que su técnica es notable. ¿Google Earth? Evidentemente, es metafórico, igual que una película Dogma te marea con la cámara en el hombro. No entraré a explicar de qué es metáfora, que ya hemos pasado todos el estadio piagetiano de las operaciones formales. Como anotación personal, decir que a mi me gustó ver el cielo estrellado en una de esas pantallas inmensas que casi no existen en los cines de hoy. Ver las estrellas nos hace sentir de una determinada manera, nos hace relativizar, preguntarnos porqué nos afanamos en esto y en aquello. No es casual la escena en la que los hombres parecen hormigas, en sus pequeños trabajos, quemando, quemando, sin cuestionarse nada. Y finalmente, me gustó ver como si fuera un pájaro la localización increíble de Alejandría.

En cuanto a fondo/contenido, empezaré por quitarme la máscara, para que se me vea el plumero desde ya: la película supone un masaje ideológico para mi, atea militante y feminista de la vieja escuela. Desde este punto, es mucho más fácil que te guste la película, aunque también es cierto que personalmente no me “agita” en ningún punto (como decía Georges Braque “el arte molesta, la ciencia tranquiliza”). Esa función del arte no ha ocurrido conmigo, como ocurrió hace años con otras obras, pero tal vez haya hecho pensar a algunos, no lo sé. Así que eso: es un masaje, un buen rato reinforzando lo que creo. A nadie le amarga un dulce.

Entrando en las críticas, entiendo que el fastidio sea el sentimiento más suave que provoque la historia en los creyentes (de cualquier religión). Aparte de tener delante de sus narices una versión avalada por historiadores de pro, debe ser duro ver como se ofrece otra visión que no sea la de siempre: el cristiano-víctima en el anfiteatro romano, o del judío-víctima en los campos de concentración. En la película, Amenábar trata a todas las religiones que coexisten en la Alejandría del Año 391 sin piedad, pero sin llegar a los límites que llegaron (y llegan) ellas mismas en la época descrita, y a lo largo de la historia de la humanidad. Los paganos son los primeros que usan la violencia para saldar sus cuentas, responden los cristianos, atacan los judíos, y nueva emboscada… me aburre mucho la acción y aquí le quitaría tal vez un poco… aunque durante las espadas y los aggg te da para pensar un poco.

Sólo la serenidad en la mirada de de Hypatia parece rescatarte en la película de tanto bullicio, sangre y sinrazón. Sólo ella logra reducir la ansiedad provocada por tanta intransigencia e iluminación. Hypatia se mantiene atea toda su vida, no se vende como Orestes (por poder) o los demás (por salvar el cuello). No los culpo, sólo digo que admiro a Hypatia por su inteligencia y su coraje. En un punto, cuando impera que se convierta, le dice a uno de sus exalumnos converso por conveniencia: "yo no debo, mi deber es cuestionarme las cosas".

¿Cómo se sentirán los cristianos al oír esto? O al escuchar lo que lee de la Biblia Cirilo sobre la mujer. Obviamente, los tiempos han cambiado, está claro... ¿pero cuántas mujeres hay en la jerarquía eclesiástica a día de hoy? Sólo pregunto.

Como feminista (definicion de la RAE ), me siento orgullosa de que haya habido mujeres como Hypatia. Inteligente, coherente, que se cuestiona las cosas, valiente, pasional. Hypatia no pudo aceptar a ninguno de sus pretendientes porque ello hubiera supuesto dejar la ciencia, su pasión. Hoy en día, se necesita una mujer o excepcional, o que tenga al lado a un hombre que lo sea en la colaboración de la vida diaria para que pueda llegar exactamente al mismo punto donde esta un hombre, sin sacrificar partes de su vida personal. Los tiempos han cambiado, está claro... ¿pero cuántos ejemplos conocéis de lo que describo?

Pero incluso en uno de esos casos en los que uno es creyente y además de los q "la mujer donde mejor está es atendiendo a sus hijos", no puede, como dicen otras criticas "dejarles fríos" ver cómo se quema el saber recogido durante siglos. Para mi, uno de los momentos más tristes de la película es cuando han de, a toda prisa, seleccionar el saber de la época ante los fanáticos que vienen a quemar la biblioteca. Se me encogía el corazón de ver esta escena, tan repetida a lo largo de la historia por los poseedores de La Verdad.

En el otro extremo, están los molestos porque "Amenábar se negó a incluir sexo". Y sin embargo, hay una escena en la que el esclavo le toca el pie a Hypatia con el extremo de su dedo mientras ella duerme en el porche de la biblioteca, que me parece de un erotismo mucho más intenso que cosas más obvias que vemos todos los días por ahí.

Antes de acabar, decir que Rachel Weizs me gusta en el papel, sobre todo su mirada. Como dijo mi amiga María (¡que es historiadora!), en el vuelo de ayer, "tiene una belleza helénica". Creo q Amenábar resuelve bien el final, y además tira un capote a los cristianos: el final de Hypatia fue mucho peor.

Como veis, desde los primeros fotogramas, luces, cámara, acción, Hypatia, su historia, su contexto, me atraparon y todos los comentarios negativos se empezaron a desplomar uno tras otro. Cuando aparecieron, por fin, las estrellas que nos dieron momentos para respirar hondo durante toda la película, yo encontré en ellas de nuevo refugio para pensar en lo pequeños que somos en medio de este universo, y para comprobar que no se me había corrido el rimel. Y sobre todo, para darle las gracias a Hypatia por haber sido y a Amenábar por habérmela presentado.

Tiempo de nieve

Unos esquían, otros fotografían...




























03 enero 2010

Londinium, otra vez


Volver al metro de Londres tras más de dos semanas de vacaciones es ponerse al día de lo que te has perdido y de lo que viene. "Sex & drugs & rock & roll" (película sobre la vida de la leyenda del punk Ian Dury). "Maharaja: The Splendor of India´s Royal Court" (exposición en el V&A Museum). "Dixons: The Sale" (Rebajas). "It has to be Austria" (anuncio promoción para esquiar en ídem). "The Sacred Made Real: Spanish Painting and Sculpture 1600-1700" (exposición de escultura en la National Gallery). "Wellman Tricologic Tablets" (pastillas para calvos, foto de tío con bien de pelo y sonriente). "Nine" (nueva peli musical, Penélope Cruz cada día está más buena, dice el Pedalista). "The lion King" (musical clásico, el Pedalista no dice nada). "Pop Art. Life in a material world" (exposición en la New Tate). "Dove Go Fresh Cucumber & Green Tea Scent Deodorant combines cucumber and green tea with a refreshing fragrance" (anuncio de desodorante, foto de una con flequillo aplastada en el metro, sin sudor en niguna parte, ni siente ni padece). "Google Chrome" (que uses un nuevo buscador).

Esto es lo que se ve por las ventanas al dejar las estaciones. En los túneles, si no te puedes sentar te dedicas abiertamente a mirar qué leen los demás. ¿Tal vez os gustaría una serie titulada "cosas que la gente lee en el metro"?

Año nuevo, planes nuevos, entradas nuevas.

Desde Londinium, Di Vagando, reportera destacada de DD.

Marieta y el Juglar

Aunque la canción es de 1981 yo la descubrí años más tarde. No por ello se me ha olvidado y sigo pensando que es genial. Corresponde a los inicios de un juglar de verdad, llamado Javier Krahe que junto a un desconocido Joaquín Sabina, presentaba sus primeros escarceos musicales en lugares clandestinos de poco aforo y mucho encanto como La Mandrágora (que da nombre al disco). Uno la música, otro la letra. (Aunque en el disco participaba además Alberto Pérez, no lo hace en el tema Marieta).

Al igual que Paco Ibáñez, Javier Krahe estuvo influenciado por el francés George Brassens (trovador anarquista dónde los haya), pero como podréis observar de modo muy diferente, mucho más divertido, mucho más satírico e irónico y sobre todo sabiendo rimar. De hecho Marieta es una adaptación de una canción del gabacho.

En sus temas es recurrente la figura de las mujeres y "su problématica" pero también ha ejercido de picador con los políticos. En los 80 y después del 23-F, como purista que era, se puso a criticar a los suyos. Tanto que sufrió la censura democrática de los intocables de entonces que no le perdonaban que fuera más rojo que ellos siendo del Barrio de Salamanca. Resultado: conciertos suspendidos, actuaciones canceladas, vetos televisivos... Así pasó al limbo de los incomprendidos y junto con otros renglones similares tuvo que crear una discográfica independiente desde la que ha ido lanzando sus trovas incendiarias a modo de cedés.

Quien no se haya sentido gilipollas alguna vez, que tire la primera piedra.







¡¡¡¡Feliz cumpleaños Divísima!!!!



!!!!Arrrrrrrrrrrrrriba Divaaaaa!!!

Muchas felicidades,

Te queremos,(y esperando ser los primeros...)

Mini, El Pedalista y Di

02 enero 2010

¿Se puede llevar a Paco Ibáñez en el iPhone? Discuss.



Mis queridos:

Esta entrada es precipitada: ciertos comentarios llenos de hiel de la malvada Diva me obligan a esta impulsividad. ¿Os acordáis cuando en su comentario de Maléfica explicó como aquella "eleva sus brazos y hace maldades"?

Es ella. Si no la paro, colgará al pobre paco Ibañez como HH4.




El Pedalista, en aquella fase que todos conoceréis consistente en "intentar impresionar a tu chic@ con libros, música et al", me pasó un doble CD de Paco Ibáñez y Alberti cantando poesía. Y creo que ese fue el golpe definitivo: "A galopar", "Tus ojos me recuerdan", "Juventud Divino Tesoro", "Palabras para Julia", "Andaluces de Jaén"... en fín, ¿no se os pone la carne de gallina sólo con leer los títulos?. Se me ocurre crear una nueva label llamada "poemoterapia".

Os incluyo una de las poesías del CD, de Celaya, para escuchar y leer. Espero que os guste tanto como a mí...

LA POESÍA ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO

Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmado,
como un pulso que golpea las tinieblas,

cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.

Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.

Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.

Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.

Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.

Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.

No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.

Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.


Gabriel Celaya

Un Villancico o HH # 3

Seguimos con la serie de Horror Hits. En este caso y debido a las fechas, destriparé un villancico.

Vaya de antemano que a mi Raphael no me ha gustado nunca (salvo su versión de Age of Aquarius que es magistral al igual que lo es y por el mismo motivo In the ghetto del Príncipe Gitano).

Hay gente, como una tía que tuve, que dice que le gusta cuando sólo lo oye (y no lo ve) cantar, por lo que gesticula y exagera. Craso error. Precísamente eso es lo que más me "gusta" a mi: ese espectáculo de posturas, caritas, ademanes y movimientos, tan exagerados que en cualquier momento parece que va a empezar a volar. Es mucho mejor verlo que oirlo. Por lo demás me parece mediocre, flojillo...

Porque, que uno componga un villancico y venda miles de copias y lo traduzcan a varios idiomas, no significa que el villancico en cuestión sea necesariamente bueno, ni que el compositor sea un lumbreras. A veces "suena la flauta por casualidad" como en la fábula de Iriarte. En este caso hablo del famoso y repetitivo Tamborilero.

Sin embargo, hay veces que es mejor dejar a la audiencia con la duda de si serás bueno que,  insistir (escribir un segundo villancico en este caso) y despejar dudas.

Lo sorprendente del tema es que ha sido "pinchado" repetitivamente por una emisora de radio estas Navidades. Que digo yo que no habrá villancicos mejores...

Hombres (y mujeres) de poca fé. Aquí tenéis la prueba.

Podéis probar al sustituir la palabra Navidad por otra similar y apenas se percibe el cambio (libertad, velocidad, simplicidad, capacidad...).


01 enero 2010

Chicas Sabina

Ayer por la tarde, El Pedalista, nuestra polluela y yo trazamos reincidentemente el trepidante trayecto de Vetusta sub X a Vetusta sub Y. Entonemos aquí un sentido agradecimiento a la Fashion-Gurú y al Artista Local por el generoso préstamo de La Tanketa, medio de locomoción sin par para surcar los parajes peninsulares. Como jóvenes a la última, esta pareja ha encontrado sistemas para adaptar a las inclemencias de la modernidad su coche a la penúltima. La Tanketa ha mutado para portar esquís, tablas de surf, aletas de buceo, silla de perro, mesa de diseño, GPS detector de establecimentos que vendan Diesel, G-Star o similar (y esto no son marcas de combustible, para los no-iniciados) o cualquier gadget que se necesite en la dura vida del joven cool sin polluelos.

Pero divago. Yo lo que quería contar es que el gadget por antonomasia de La Tanketa (el único que usamos nosotros, quiero decir) es una especie de cinta blanca (como aquella "limpiadoras" que teníamos en la adolescencia de D&D) con un cable que se conecta con el iPhone del Pedalista (sí, sé lo que estáis pensando, y tenéis razón. Viene a ser como el menoporche, pero en teléfono. El Pedalista dirá que "es del trabajo"). Y así es como hemos podido darle al shuffle, y a ver qué sale.

Entrar en la paleta musical del iPhone Pedalista daría para varias entradas, y mi sadismo no llega a tal. Centrémonos ahora en Sabina (que salió varias veces) y el perfil "la chica Sabina". De todos es conocida la "chica Almodóvar" (que yo asocio con el primer Almodóvar): neurótica, vestida de Chanel, con una pared de fondo en fucsia y uñas en rojo cortando tomates aún más, siempre al borde de un ataque de.

Añadamos hoy entonces, tras un par de horas de Tanketa, el concepto "la chica Sabina". Siempre tienen "la frente muy alta, la lengua muy larga, y la falda muy corta". Algunas, las más límites, andan "entre la cirrosis y la sobredosis" o son dignas de "amores eternos que duran lo que dura un corto invierno".

Un amigo, conociendo mi debilidad por las mujeres pérfidas (por ello, en otra vida, me llamaron como a una), me recomendó "Travesuras de la niña mala" de Vargas Llosa. Soñaba yo, al ponerme, con una mujer que por su independencia los hombres llaman "fatal", y me encontré con una tipa que no me gustó nada. Y aún más porque, tras la Tía Julia y otros escritos del peruano, ésta fue doble decepción. Cuando terminé la novela pensé, "es una chica Sabina".

Ahora, tengo mis dudas. Las chicas Sabina se acercan para decirle "vale, déjame veinte duros", y la "niña mala" no se acerca a menos que le solucionen el siguiente lifting, la siguiente joya, los siguientes par de años.

Ah, y a una chica Sabina igual te la podrías encontrar trapicheando por aquí (foto que tomé ayer desde La Tanketa):

Propósito de "enmierda"

Empiezo el año con unas fotos de cómo han quedado mis chirucas tras unos días en la montaña. Es lo que tiene ser como el Calleja pero en versión mujer… Además de deducir que calzo un 41, los espabilados habrán podido observar que las he destrozado, deshecho literalmente. ¡Qué máquina! ¡Yeah!




















Pues no, no ha sido por las marchas en la nieve, ni siquiera por las marchas sin nieve, ni tampoco por ningún tipo de marcha (que en la montaña y aprés ski se pueden dar y bien). Según me han comentado varios especialistas, ha sido consecuencia de que no me las ponía desde hace mucho tiempo y se han podrido. Adiós romanticismo.

Pero bueno, si yo…, hace poco… vamos que…. Sí, sí he echado cuentas y a lo mejor no me las ponía desde hace sólo… 6 años. ¡Diooosssss! Shame on me! Vergüenza, ¡Tutti, Tutti Heretinaiti!  Además, yo, madre ahorradora de espacio en las maletas, fue éste el único calzado que me llevé, así que he ido esparciendo literalmente trocitos negros de mi vergüenza allá por donde iba.

La verdad es que, desde septiembre (otro mes de propósitos) tengo un carnet de gimnasio en el bolso. Yo creía, y al principio fue así, que pagando y llevando el carnet uno se sentía mejor. Pero hay una cara B, que es la que no conozco y desde mi "momento chirucas” he decidido que voy a frecuentar: voy a explorar ese otro lado oscuro, lleno de máquinas, de gente pedaleando hasta la extenuación, sudando y/o bailoteando encima de un peldaño, que van desgastando progresivamente sus deportivas. Siempre me ha parecido aburrido, pero lo voy a hacer y lo digo delante de toda España, que digo España, el mundo universal: este año voy a ir al gimnasio. Ea, ¡con un par!


PD: Confío que hoy hay mucha gente de resaca que no llegará a leer el compromiso.