30 septiembre 2010

Hoy necesito un poco de poesía

Reaparezco. Ayer estuve de huelga blogueril, huelga solidaria y solitaria y metafórica desde Londinium. Leí cosas por ahí, inspiré hondo. Leí nuestro divlog, y con el párrafo que incluía la ínclita cobloguera tuve una pequenio ataque de petit mal (realmente comenzó al ver la fuente, ahí pegado!). Volví a inspirar y dije ommm. Me repetí mantras tipo "Donde todos piensan igual, nadie piensa mucho" y me sentí orgullosa del divlog, de que podamos mantener una curva-editorial tan distinta y sigamos aquí. Leí algunos comentarios y tuve que hacer omm de nuevo, esta vez en Padmāsana o «postura del loto».

Pero el budismo no me podía durar eternamente, comprendan (pese a que la semana pasada estuve todo el viernes en un templo de estos bajo la mirada plácida de un Buda enorme, lo cuento otro día). Para mí, la mejor terapia sigue siendo la literatura. Y hoy necesitaba algo para contrarrestar ayer. Y es el poema que incluyo abajo.

Y antes de acabar, el otro día hablábamos de la venganza, mejor dicho La Venganza. Evidentemente, querida Diva, lo de ayer no podía quedar así. El vídeo de abajo del innombrable tal vez te produzca la misma urticaria que a mí el tipo ese que has cortado y pegado. Pero prueba a hacer omm.


GALOPE


Las tierras, las tierras, las tierras de España,
las grandes, las solas, desiertas llanuras.
Galopa, caballo cuatralbo,
jinete del pueblo,
al sol y a la luna.


¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!


A corazón suenan, resuenan, resuenan
las tierras de España, en las herraduras.
Galopa, jinete del pueblo,
caballo cuatralbo,
caballo de espuma.


¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!


Nadie, nadie, nadie, que enfrente no hay nadie;
que es nadie la muerte si va en tu montura.
Galopa, caballo cuatralbo,
jinete del pueblo,
que la tierra es tuya.


¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!


Rafael Alberti

29 septiembre 2010

Huelga decirlo....



Pero como no todos bebemos de las mismas fuentes, he pensado reproducirlo aquí. No se puede decir más alto ni más claro.


Federico Quevedo - "Dos palabras" - El Confidencial - 28/09/2010


Si hay una huelga general que nadie debería secundar es la de mañana, porque no hacerlo es más que una respuesta a los sindicatos y a su complacencia y servilismo con un Gobierno de inútiles que nos ha llevado a esta situación con el concurso de las propias centrales y su entusiasta colaboración. Es una respuesta a toda la izquierda, es una manera de decirles a estos progres sin vergüenza que nosotros lo que queremos es trabajo, trabajo y trabajo, y vivir en paz sin que nadie nos enfrente y nos divida, y poder elegir libremente lo que queremos y lo que no sin que nadie nos diga lo que tenemos y lo que podemos hacer, y que estamos hartos de ese chollo moral del que abusan para darnos lecciones a los demás y del chollo económico en el que se han instalado a costa de nuestros impuestos y que les permite vivir como los ricos a los que luego odian. Ya sé que decir esto me va a costar la reacción violenta de algunos, pero es evidente que el ejercicio de esta profesión se ha visto ensuciado y mancillado por la intrusión de gente que se dicen periodistas, pero que a la vista de lo que hacen y lo que cobran por hacerlo habría que decir que lejos de ejercer el periodismo ejercen otra profesión que también empieza por ‘p’. Pero hay que decir basta ya a ese permanente abuso de su supuesta superioridad moral, y mañana podemos hacerlo dándoles una patada en el culo de la huelga. Yo, al menos, se la voy a dar y bien gorda.




Puedes leer el artículo entero aquí

28 septiembre 2010

Pisa este crucifijo

Recibo una postal con Benedicto hecho un pincel, y sin darle la vuelta sé de manos de quién viene. "Salud desde Roma" ha garabateado: exacto, es él. Aunque parezca un saludo de un amigo que se siente Gregory Peck sin vespa por unos días, o una manera amable de celebrar la reciente visita del papa al UK, en realidad, créanme, este gesto es desenterrar un hacha de guerra.

Corría 1997 cuando los Pedalistas emigraron a estas islas, y él, un amigo del Peda, respetable miembro de la sociedad en un cargo de máxima responsabilidad, tuvo a bien enviarles una postal con el entonces papa, el Wojtyła. Pretendía ser una gracia, pero el pobre no sabía con quién se la estaba jugando: no hay una etiqueta en este blog llamada "Tengo un pasado oscuro" gratuitamente. La joven Di, con su pasado más que oscuro oscurantista, oyó un "plink" a la vez que una luz se hacía en su cabeza. Idea.

Fue en 1982, para los mundiales, cuando el susodicho papa Wojtyła visitó la península. La ninia Di lo vivió con casi idéntica emoción que las monjas de su cole. Para recaudar fondos, o tal vez para aumentar la fe, las Madres vendían unas postales en las que aparecía, a todo color, la iglesia de la ciudad que visitaba el papa (pongamos el Pilar), y en dos de sus ángulos, un círculo con la Virgen/el santo de la localidad (e.g. la Pilarica) y otro con el santo padre sonriente (e.g. con gorrito blanco). El papa visitó un montón de localidades: Compostela, Santiago apóstol y el papa con gorrito blanco; Catedral de Sevilla,  La Macarena, y el papa con gorrito blanco. En fin, se hacen a la idea.

La ninia Di las compró TO-DAS.

Así que, aquel día lluvioso de 1997, cuando a un amiguito se le ocurre hacer la broma de la postalita, Di sonríe desde su sofá fantaseando con máximas tipo "la venganza es un plato que se come frío", sabiendo que enseguida tiene un vuelo a Vetusta, y casi sin esfuerzo puede localizar en su mente la caja con su colección de postales de aquellos anios.

Al amigo del Peda poco a poco le fueron cayendo todas. Una por una. Pese a las atrocidades en el dorso, con la que verdaderamente se enfadó fue con la de Nueva York. Porque sí, en esa época visitaron los Pedalistas la Gran manzana, y nuestro amiguito recibió su postal (Catedral del León, papa con gorrito blanco y a saber qué santo) con el pertinente matasellos. Nos enteramos por terceros que "ahí nos pasamos". El chico quería una postal de Central Park o del Christler. Tough.

Y ahora, mas de 10 anios después, cuando parecía que todas las hostilidades habían cesado, sin agresión ninguna, ahí está, good old Benedict esperándonos con sonrisa de "te muerdo esa yugular" en el buzón. Las espadas están en alto. De nuevo. Y tengo un par de ideas.

Pero no aburriré a los sufridos divagantes con el ciclo de la venganza, cuando en realidad yo soy mucho más tipo palomita con ramita de olivo en pico. Y en ese rol, comunicativo y honesto, he de salir del armario para confesar que mi silencio bloguero sobre la visita papal a estas islas parte de, realmente, mi incapacidad para aportar nada nuevo que no se haya dicho o escrito en la prensa profesional, o en esos blogs que los carga Lucifer, Satanás, Belcebú (Maradona no juega?-gracias Les Luthiers). Hasta en petit comité se han oído bromas zafias injustificadas: un conocido, que recibió una tarjeta por parte del comité organizador  pidiendo su colaboración "no sólo económica" para lograr que esta visita "fuera un éxito" preguntó cuántos ninios de 12 anios se necesitaban para que "el papa y su comitiva lo considerasen un éxito". Qué mal gusto: hay cosas,  como sabe la Iglesia, de las que es mejor no hablar.

Y es que una no puede hablar mal de sus monjas, no tengo queja de las Madres: a mi ninguna me tiró los tejos o metió mano, y solo una me dio una torta. Así que no me uniré a las hordas que ahora oportunísticamente se lanzan a acusar a los curas de abusos sexuales o físicos. En mi cole solo se llevaba el abuso emocional: algo tenían que hacer las Madres para tenernos calladas, en esa época en la que aún no se llevaba el Ritalin . Para ilustrar estas técnicas, hoy introduzco la historia de "Pisa este crucifijo".

Cursábamos Primero de EGB, y nos tocaba (en el buen sentido de la palabra) Madre Petra, un saco de huesos y de nervios, a la que la toca le llegaba casi hasta la cintura. Tenía alguna base de conductismo y nos daba "puntos de oro" y "puntos negro" (embriones de las estrellas de pegatina de hoy en día, no entremos en la corrección o no del negro, eran otras épocas), según el comportamiento. Hasta ahí, bien. Nos ensenió una canción que en un punto decía "se va mi hermano, se va mi amor, se va la prenda que adoro yo"  y nos obligaba a cantar "quiero" en lugar de "adoro", "porque solo se podía adorar a Cristo". Pero un día nos contó la historia del ninio santo.

"El santito Zutanito tenía vuestra edad y era muy muy bueno. Un día lo raptaron unos malhechores y le dijeron: pisa este crucifijo o te matamos! Zutanito era tan bueno que se negó, nunca pisaría un crucifijo. Y lo mataron".

Una clase con 40 niñas de 6 años. Los ojos bien abiertos. Pisa este crucifijo. El impacto que esta historia causó en la niña Di, impresionable, debió ser considerable, pues nunca lo he olvidado. Recuerdo decirle a mi madre: "yo lo pisaría aunque por dentro pensase que quiero a Jesús" (o era "adoro a Jesús"?). A los días me llamó la Señorita Sara, la de parvulitos que me tenía supernchufada, pues mi madre le había contado mi fijación y mis remordimientos de no ser como el santito. La Seniorita quería decirme que no me preocupase, que no me iban a raptar, que ni mis padres eran ricos, ni yo monaguilla, como el santito.

A mi estas cosas (y alguna más) solamente me han hecho atea. A muchos otros, les han fastidiado la vida.

Ciao Benedicto. Paso de pisa este crucifijo.

27 septiembre 2010

Fotos de chicas

Como algunos ya sabéis a Di y a una servidora nos gusta la fotografía. Nos encanta plasmar y congelar ese momento o ese paisaje que sólo adviertes encuadrando con una cámara. Yo además suelo hacer muchas fotos y desde que tengo a mis pollitos, muchas más.

Sin embargo, no me gusta que me retraten. Me parece que siempre salgo horrorosa, fatal, poco favorecida... un desastre. Es por eso que por lo general la retratista de la casa soy yo y así me evito salir en las instantáneas. 

A veces algún que otro aficionado toma la iniciativa y me pide prestada la cámara:

 - Sí, hombre, sí, que de este modo sales tú también en las fotos - me dicen ignorando que lo hago a posta.

Así que le dejo la cámara y me dejo hacer aún a sabiendas del resultado y de que como son digitales (viva la resolución) las puedo borrar sin más.

Otras veces ocurre que es Consuerte el que toma la iniciativa y dispara fotos. No me fío de su criterio. Por lo general me ve bien y dice que he salido guapa. En cuanto acaba cojo la cámara:

- A ver, déjame verlas. Uy, que mal , borra, borra, borra, borra, borra, borra, esta... vale. Esta no, que va!
Borra, borra, borra, borra, borra, borra, horrorosa borra, jodeeeer borra,  boah!! borra, borra, borra. Esta la dejo.

- Diva, ¡¡pero como dejas esa!!! qué morro tienes... Si salgo con la boca torcida. Parezco una caricatura  - se queja Consuerte.

- Ya pero pollito está tan mono... La guardo.



También se dan otras situaciones de las que acaba quejándose Consuerte. Algunas instigadas por él.

- Diva, venga poneos ahí que os saco una foto.

- Que no, que paso, que salgo fatal...

- No sea tonta, va, venga, que el sitio es muy chulo.No vas a tener ninguna foto con los pollitos (chantaje emocional)

- Está bieeeen... Sácanos una foto chula a los tres, que se nos vea bien.

-¿Listos? Ya está. Mira a ver qué te parece.

- Mal, bórrala. Haz otra pero de más lejos.

- ¿A veeer?....  Mirad aquí... Ya está. Mírala a ver que te parece.

- ¡¡Fatal!! Me has sacado todo el cuerpo...

- ¿No me has dicho de lejos?

- ¡Sí, sí, pero de medio cuerpo! Se ve más la puerta de al lado que nosotros...

- Joeeeer... Ponte otra vez.... Ya está. ¿a ver si la señora le gusta?

- Has disparado justo cuando Nina se movía. ¡¡¡Haz otra!!! ¡¡¡ Mejor haz varias y así podemos elegir, si no vamos a estar aquí toda la tarde!!!

- Bufff!!!! Mira cariño, te voy a sacar cinco, pero si prometes que no las miras hasta que lleguemos a casa porque si no no nos vamos a ir nunca de aquí ¿vale?

- Joeee.. para una vez que te pido que me saques una foto...
Bueno, vale, de acuerdo... Pero sácanos bien...

- Los milagros a Lourdes... A ver, a ver, quietossss...Ya está.

- ¿He salido bien?

- Estas ni con photoshop, cariño...

- Aggghhhh!!!

Después, el paso del tiempo me ha demostrado que algunas fotos no estaban tan mal. En varias, pasados los años, incluso me veo favorecida. Pero no puedo evitarlo. Al parecer es un tema generalizado entre las féminas. ¿Tan exigentes somos con nosotras mismas? ¿Será que nos consideramos mucho más guapas de lo que somos en realidad? La situación es similar a cuando oímos nuestra voz en una cinta por primera vez. A pesar de oírnos cada día, se nos antoja rarísima. ¿A lo mejor es que tenemos mejor concepto de nosotras de lo que somos en realidad y las fotos se encargan de mostrarnos la verdad?  ¿Será quizás que nadie es buen juez en causa propia? Divagando...








26 septiembre 2010

Cuatro en tres metros cuadrados

Cuatro amigos en un coche alquilado. El Pedalista conduce. Suena la radio de fondo, y la locutora le pregunta a una invitada "cual es la canción que más le gusta o le ha marcado". La ponen.

Me vuelvo y les planteo a mis compas de viaje el siguiente juego: "Tenemos 30 segundos para contestar a esa misma pregunta. Ya!" Tic Toc Tic Toc.


Este es el Naúfrago Ro. Ro es un melómano popero ochentero, que vivió la movida vetustiana (si esta hubiera existido) desde su epicentro. Música extranjera "sólo de calidad", tipos The Smiths y tal. Ah, y vale: el juego era una canción, pero él abre la veda de extranjera y espanis, así que todos nos lanzamos a dos. Es que es terrible la decisión.


Esta es No, la más joven de todos con diferencia, rocker todavía de corasao, y en el pasado de las de canesú.


Quién iba a ser este: el Pedalista. No he hecho concurso sobre hipótesis porque lo gana Diva.


Y esta soy yo (help, no sé quitar este background!) ?Por qué me marcaron? La de Oldfield porque solo se vive el verano de los 12 años una vez, el verano en el que estás dejando para siempre la infancia y te empiezas a interesar por otra música, otros libros y a hacer otras preguntas. Si encima, tu verano de los 12 tiene "Moonlight shadow" como uno de los éxitos que todos tus amigos se pasan en las cacareadas TDK, estás de suerte.

La de Loquillo, ya lo divagué una vez aquí.
Si hay alguien ahí un domingo... cuén-tamé cual es tu canción / y si has conocido la felicidad!

25 septiembre 2010

I can´t wait



El día 26 de noviembre se estrena "Entre Lobos" y es de esas películas que uno(a) espera con ansia. ¿Por qué? Porque está basada en una vida real y es una historia entrañable, muy dura pero con mucho calor. Una de esas historias que no puede dejarte igual. Es inútil que la explique, que trate de plasmar lo que cuentan las imágenes, así que mejor os paso el enlace.

Además tienen un blog. Aaauuuuuuuuuuuuuuu!!


24 septiembre 2010

Las bicicletas son para todo el año*

* Premio del Segundo Concurso de D&D, donde el divagante ganador (Ninio Desgraciadico) eligió la palabra "BICICLETA" para que Di divagase. Ahí va.

Odio...
... el Tour. 
Cuando vivía en la península no podía con esos ratos de la siesta cuando todo el mundo desaparecía para ver el maldito Tour (o se dormían en el sofa, más bien). O el Giro, o cualquier carrera ciclista. No puedo entender que a la gente le guste ver a unos cuantos tíos sufriendo en las estapas de montania, o pedaleando en las lisas, a ver quién pasa a quien. El efecto que debe tener la explicación del tema ciclismo-de-élite a una tierna edad es la rebelión. Qué ninio puede aceptar semejante metáfora atroz, como la vida misma (aprendes luego): hay un líder, y unos -atención- gregarios que "le cortan el viento" al líder, le "chupan rueda al otro líder" para que el suyo pueda tirar mejor, y otras lindezas. Van en un equipo y la gloria se la llevará uno (justo me da para conocer a Induráin y a Perico, como para conocer a uno de los otros pobres). Ni voy a entrar en todos los escándalos de los úlltimos anios.

Me encanta...
...la enorme "Ladrón de bicicletas" (Vittorio de Sica, 1948), neorrealismo italiano puro y duro, una película triste y dura, que toca temas como la pobreza, la injusticia y otros temas incómodos de esos de cine de autor europeo. Otra peli muy política con bicis que me viene a la cabeza es "Les triplettes de Belleville" (Sylvain Chomet, 20003), animación francesa influenciada por la clásica-y también ciclista "Jour de Fete" (Jacques Tati, 1949). La de Chomet empieza con un secuestro en el Tour de France y cuenta con imágenes poderosas que se han grabado a fuego, como aquella de los yankis (representados por gordos) sacando la sangre a los ciclistas tan delgados como un pergamino.


Me apasiona...
... lo que hace alguna gente: cuando estuvimos en Colombia, I nos presentó a una amiga que llevaba un proyecto de cooperación con ninios de una zona rural de Medellín. Estaban recaudando fondos para la segunda parte de algo que había salido muy bien en anio anterior: dar una bici a cada ninio cuyos padres no se lo podían permitir, para que pudieran llegar al colegio, generalmente a kms de sus casas. El proyecto se llamaba Fasor, lo googleo y ya no lo encuentro: ojalá ya hubieran encontrado bicis para todos los ninios. Dice el Peda que cambiaron el nombre. Siempre hay ninios que necesitan bicis.


Las edades de Di-ciclista 
Mirándome al ombligo (este es el trozo que no interesa a nadie), yo tenía una BH azul (sí, Diva, así eran mis padres, pese a saber que lo mío era el rojo) y aún recuerdo a mi padre corriendo tras de mí sujetando el soporte cuando aprendía (no tuve estabilizadores, se nota, no?). En aquel soporte luego llevabas a gente, por increíble que parezca. Mis mayores pinitos ciclistas ocurrieron en aquel lugar, Vetustilla de la Torre, y algunos hitos pueden ser calificados de hazania sin rubor. Por ejemplo, el día que nos lanzamos cuatro chicas de 13 anios en bici desde Vetustilla hasta el pueblo natal de Goya. Una pasada de kms, y qué tormenta a la vuelta: de esas que harían los "ooohh, aaaahh", de algunas divagantes, pero qué miedo tenerla encima.

En la Uni me compré una bici de montania. Sí, para la ciudad, es lo que se llevaba. Creo que me costó 14 mil pelas en Alcampo o similar, y era lo mejor, porque nadie te la robaba. Le puse pegatas de "Insumisión", claro. Sí, aquella bici era la mía. Cuando iba a visitar a una compa de Radio La Granja al que habían operado, la ataba en el recibidor de su casa. Los vecinos de la comunidad organizaron una asamblea extraordinaria a tenor de una bici que estaba allí alguna vez y me prohibieron dejarla. Tampoco quiero llamar a enganio con la image "Di, flecha sobre ruedas". En Amsterdam no podía quitarme la cifra del número de bicis que sacan cada anio de los canales mientras intentaba forzar al Pedalista al lado pegado al mismo ("Si hay una persona, turista o no, con boletos para caer al canal, no seré yo, maestro?")

En Londinium lo de las bicis es una pasada. Hay lo que parecen verdaderas manifestaciones de ciclistas cada maniana, equipados hechos un pincel. Vivo en una calle que es "cycle superhighway", y por la que pasa la famosa "London to Brighton" anual, con esto lo digo todo. Pese a ello, ahora no voy en bici. Nos trajimos la bici del Pedalista de su época universitarria una vez que vinimos en coche (viva, tengo un refrito!!! lo cuelgo enseguida!!). Diva seguro la recuerda: una naranja y blanca, de chico total, superdificil de llevar. Pues bien, la intrépida Di con tesón e inconsciencia, logró domar a la fiera y tomar las calles a lo amazona del ciclo, obteniendo el saludo y el reconocimiento de los viandantes. Lo cierto es que gran parte de mi travesía consistía en cruzar un parque que por la maniana estaba increíble (libre de bugaboos y picnics), y que en la cuesta los susodichos viandantes pasaban a mi lado como los rayos. También tenía que pasar por un túnel que me daba pánico, y si esto se sincronizaba con el tren por encima, por lo menos sentía que mi pavor estaba justificado: el mundo colapsaba. Una sola vez me caí: llovía y pasaba por una calle de adoquines. Al llamar al Peda desde el trabajo, aplicándome una bolsa de hielo en semejante parte y alguna más, dictaminó: "es que el pavés es muy jodido". Pavés. Para cosas como éstas tiene una un Peda: Pavés. Y te sientes mejor.

Me encanta ir en bici, sobre todo cuesta abajo (y gritar "eooooooooooo"). Las bicis son limpias, izquierdosas, fotogénicas, ecológicas, cinematográficas. Son divertidas, y todos tenemos historias con ellas. No puedo esperar a ver al Peda corriendo agarrado al soporte de la bici que le traerá el Olenztero a Mini un anio de estos. Desde la terraza, con sombrero, gafas de sol y un dry Martini.

23 septiembre 2010

En lista de espera



Están ahi, silenciosas, a la espera. 

Algunas son recientes, otras demasiado lejanas. Las hay de muchos tipos: infantiles, recelosas, tajantes, furtivas, inquietas, divertidas... De casi todas recuerdo su propósito, lo que quería decir a través de éllas, lo que dirían a través de mí. Pero no sé por qué no se me antojan apetecibles ahora. ¿Será porque ya han tenido su momento? Efímero eso sí, pero su momento. Sólo visible para mí y para mi cobloguera. Aún así existieron y sólo por eso están.

En su día fueron algo, querían ser una metáfora, una experiencia, una misión, un divague en definitiva... Y allí siguen, pacientes, aguardando su momento en el limbo de blogger. Se acumulan en la trastienda. Son un divague paralelo. Puede que sean algo o que nunca lleguen a serlo pero no les importa. 

Las hay que mejorarán con el tiempo, porque se repensarán y se madurarán como se añeja el vino o el buen jamón. Otras han perdido su frescura y espontaneidad y cada día me afrentan, recordándome que no me acuerdo de éllas, que no me interesan y que no creo que interesen ya a nadie. Pero siguen ahí. Acechando.

Muchas pasan a segundo plano desterradas por una idea nueva, por una necesidad de contar algo, por una inspiración descontrolada que te invita a escribir. Ya. Ahora. Esas son las que más me gustan. Son frescas y descaradas y como tales ocupan siempre el primer lugar en la parrilla de salida. Programadas las llaman. Tienen prisa. Rugen.

En algunas, como me conozco, he dejado pistas que me sirvan para  retomar la historia que aplazo. Aún así, no puedo seguir el rastro. Los días se han comido las miguitas y han volado con mi divague. No las reconozco. Si las modifico, las arruino. Dejan de ser. En otras, sólo existe un título mudo que nadie oirá porque no lo voy a gritar. Me he quedado sin voz. Pero siguen allí, resignadas. Condenadas a cadena perpetua, pendientes de que las salves o las destierres para siempre.Y yo, que soy su verdugo, me limito a posponer mi decisión.

A veces los títulos son tan comunes que puedo hacer mía una que no lo es. En otras ocasiones, leo los títulos que no son míos y la disparidad me estimula y espero con ansia que Di me desvele el contenido. No profano nunca una que no sea mía. Y no pospongo ninguna escrita de tirón.

Publico ésta. Destierro otra.


22 septiembre 2010

Vacaciones, Ingrediente II: Nadar en bolas

Tras el fracaso estrepitoso del Segundo Concurso de D&D, aquí estoy, inasequible al desaliento, dispuestas a divagar (tal vez desvariar) sobre la segunda actividad que no puedo realizar en mi vida cotidiana, y que dejo para algunas vacaciones (si siquiera todas). Al hablar en mi divague sobre las estrellas, recordaba Mamalluca, en Chile, y la sensación de pequeniez y relatividad que se siente bajo la carpa de Universo. Lo de hoy es algo distinto, totalmente hedonista y sensual. Y es que tengo unas cuantas experiencias que me dan una sensación de libertad (física) tremenda (todo lo contrario que el metro a las 8): entre mis favoritas estaba en el pasado ir en moto (sobre todo el punto en el que se pisa el acelerador y... guau, parece que vuelas), o ponerme en la punta de un acantilado o precipicio y sentir el viento y el vértigo. Pero ninguna como nadar desnuda.

Tengo mis términos. No he ido nunca a una playa nudista. Pero he estado en playas desiertas, piscinas deshabitadas, ese tipo de cosas. En estas vacaciones, en concreto, hemos estado en unas calas perdidas donde había gente en bolas por la playa. Yo no tomo el sol en cueros (bueno, no tomo el sol punto) ni me paseo por la playa en pelotas porque a mí personalmente no me gusta, me sentiría rara. Pero no me molesta que otra gente lo haga, no me escandaliza la desnudez ni hago juicios de valor sobre los cuerpos normales (i.e. lejos de los modelos con los que nos tratan de vender más material innecesario).

Pero el que no esté como llegué al mundo en la orilla no quita para que, una vez que estoy bien adentro, me quite el bikini, me lo ponga de gorro (algún día lo perderé)... y nadarrrrr. Aj, no tengo palabras. Como diría Lope, quien lo probó, lo sabe.

Lo que ya es de nota es combinar ambas actividades: nadar en pelota picada y mirar las estrellas mientras haces el muerto. No es fácil, y no es que los Pedalistas (nuestros odiosos héroes viajeros) vayan planeando estas situaciones, es todo más bien espontáneo.

Una de las ocasiones ocurrió precisamente donde nos dejó el barco de
las fotos de este divague, el parque nacional acuático Mu Ko Ang Thong, Tailandia. Ibamos como un par de turistas más a visitar este archipiélago en viaje de un día y al llegar a las islas nos dimos cuenta de lo que había (los que hayan visto la foto superior, no la de las trenzas, nos entenderán): no nos podíamos volver con el barco y el tipo del megáfono así, sin más. Pero no se podía uno quedar a dormir, nos informaron, por lo de Parque Nacional, aparte de los jóvenes que trabajaban en la conservación de la isla. Así que, tras algo de negociación logramos que nos hicieran un hueco entre los conservacionistas y pudimos pasar la noche en semejante lugar.

Misma operación con las
Islas del rosario en Colombia, a las que se va a pasar el día desde Cartagena de Indias. Claro que aquí hay hotel de superlujo para quedarse. O cabanias. Los Pedalistas, que lo que quieren es el Plan B, se bajan del barco y negocian la cabania. El problema es la vuelta, en el barco no te aceptan. Pero no hay problema, nos dicen, maniana volveis con un barquito de pescadores que pasa a las 6 am. Y cómo sabrá que ha de parar aquí a recogernos? No hay problema, insiste la seniora de las cabanias, no hay problema. Por la maniana, los Pedalistas asisten al espectáculo de la seniora agitando un delantal en la playa, y la zodiac del pescador retrocede y acoge a los Pedalistas, muertos de suenio.
Y la última, so pena de que alguno tenga que echar mano del antiemético por lo que parece una convulsión de Antonita la Fastástica, es una piscina en Villa La Angostura. Es verídico, además de cierto: piscina exterior climatizada (bonita noche, pero es Patagonia), apartada de la casa donde nos alojábamos, toda alpina hasta con sus dos sanbernardos, y el cielo pasada del hemisferio sur. Hago el muerto y voy dando vueltas, con los brazos y las piernas abiertas, como un Homúnculo de Vitrubio de Leonardo improvisado en el fin del mundo, intentando encontrar la Cruz del Sur.
Y por fin me sumerjo y sigo nadando, e intento no pensar, pero al salir a por aire me doy cuenta que de la suma de cosas pequenias como ésta debe ir la felicidad.

21 septiembre 2010

Tres bodas y un dineral

Tener tres bodas este verano ha acabado con el presupuesto que teníamos destinado a placeres varios, así que ahora toca apretarse el cinturón. Han sido tres bodas desiguales, diferentes, con distintas experiencias:

Boda 1: Boda familiar laica

Fue en julio. La típica boda hiperplaneada, con invitación moderna, tres papeles, lacre, dorados: "Nos casamos, qué guay". Pereza. Boda de familia, así que da poco lugar al desfase. Según con qué mesa te ponen bien, según con cual otra mal. Nos tocó regular. El "cura" de la boda era un concejal de Esquerra Republicana. Qué queréis que os diga... A parte de que casi no sabía hablar castellano y hablaba muy rápido, intentó contar algo gracioso y fue cutre (los catalanes son poco graciosos en general).  Después subieron al estrado varios familiares para leer cosas tiernas y emotivas sobre los novios. Por lo menos lo intentaron. Hicieron todo lo que se hace en una boda religiosa pero sin poner de testigo al divino.

El sitio, un diez. La comida, un veinte. Lo mejor de la boda sin duda el "vals" de los novios. Nos deleitaron con el "You never can tell" al más puro estilo Mia Wallace y Vincent Vega en Pulp Fiction. Lo tenían muy ensayado y fue un puntazo. La verdad.


Boda 2: Boda familiar de Farruquito

Invitación hortera, con foto de cuanto nos queremos y coloringos. Boda por la iglesia. Una boda en la que los padres de la novia están a punto de separarse y van a la boda haciendo el paripé. El padre le ha puesto los cuernos a la madre. Mal rollito. Los que no lo saben gritando: que se besen los padres de la novia, que se besen los padres de la novia...  Nosotros esperando el desenlace. Consuerte no puede ni mirar. El sitio, que antaño fue de los de órdago, muy dejado. El servicio malo. Nos obligaban a acabar la comida, lo juro. No recogían las bandejas hasta que estuvieran vacías. Así que nos servíamos y lo dejábamos en el plato. Nos levantamos de la comida a las 9 de la noche!!! Durante los cafés proyección del video sobre los novios y el amor que se profesan al estilo pastelillo de crema... horror. El yayo se dormía.

De algunos invitados dijeron que si habían mangado un queso de los del aperitivo y lo que sí sé a ciencia cierta es que se llevaron un gatito del parking. Mucho brillante y joyería. Tomaban red bull con whisky. Yo flipada. Deseando que sonaran los Chichos por ver el espectáculo. Deseo cumplido. Consuerte: "Vámonos ya" Diva alucinada: "espera, espera, que voy a pedir otra rumba". Nonainonaino, nanonaino noná....


Boda 3: Boda de amiga

Las bodas de amig@s suelen ser las mejores. Invitación tradicional como a mí me gusta. Boda por la iglesia (la primera vez que veo una iglesia con aire acondicionado). El cura muy simpático, muy aragonés. La novia muy guapa. El novio me cayó bien, muy buena gente. Lo mejor: reencuentro con amig@s. Mucha alegría. Muchas risas. Como si no hubieran pasado 18 años o más. Todo al detalle. Me encantó la decoración. Muy buenos caldos y espirituosos. En la mesa nos dolía la tripa de tanto reír. El banquete genial, en su justa medida. Odio que se tire la comida. El sitio muy agradable. El DJ un poco agilipollao, aun así bailando hasta el amanecer. Exhaltación de la amistad. Vaya pedo que llevas. Nos hemos de ver más a menudo. Promesas. Tristes despedidas.  La próxima en Málaga, no no en Donosti, os espero en Las Palmas... El último bridis digo... brindis.




20 septiembre 2010

Vacaciones, Ingrediente I: El cielo estrellado

En las grandes ciudades es difícil ver las estrellas, por lo menos como me gusta a mí: tirada en el suelo y en silencio (aparte del grillo, el agua del río, las olas del mar). Cuando viajo a lugares donde esto se puede hacer, es la fiesta. Mi interés por las estrellas comenzó tal vez en los veranos en Vetustilla de la Torre, donde nos alejábamos del pueblo por la noche, tirándonos en la hierba a contar estrellas fugaces, y a la vez historias. Hice por entonces un curso muy básico de astronomía y lo que más claramente recuerdo fue al profe diciéndonos: "no veáis lo útil que es esto para ligar". No que una necesitase de técnicas externas para ligar, claro.

En estas vacaciones recientes ha ocurrido la conjunción de astros (nunca mejor dicho): un cielo fastuoso en un lugar donde me sentía totalmente remota, y con las olas de banda sonora. Estamos tirados al lado de una playa cuatro amigos: No y el Naúfrado Ro, el Pedalista et moi. No hablamos, y yo me concentro en las fugaces para pedir un deseo. En dos ocasiones tengo la suerte de poder pedir. "El hombre es una máquina de desear", donde leí esto? Me doy cuenta de cómo se me han olvidado los caminos del cielo, y decido ir a visitarlas con más frecuencia. Tal vez en Londinium pueda llegar al centro de un parque enorme donde me estén esperando. Tal vez.

Nos ponemos a hablar. El Naúfrago Ro nos cuenta de Dp, un amigo común que aparte de amar estos temas, sabe algo (no como yo). De cómo se orientaba en sus paseos en el desierto en Libia con ayuda de las estrellas: se iban a dar un paseo, y al rato, cuando querían regresar, preguntaba "cuánto rato ha pasado?" y Ro "hora y media". Y Dp miraba al cielo, como un lobo estelar, y decía "el campamento está por ahí". Hubo un día en el que superó al guía, que insistía ir por donde las estrellas no querían.

Debatimos sobre la estrella más brillante de nuestro cielo. Y es fundamental lo de nuestro, el que nos observa en aquella playa. Les hablo del cielo de Chile, cuando fuimos a Mamalluca, el observatorio astronómico donde disfruté tanto. Allí aprendí que la estrella más brillante del firmamento se llama Canopus, pero no están conformes. El Naúfrago Ro decide llamar a Dp, aunque nos acercamos a la medianoche. Pero es que hay cosas importantes, y Dp lo entenderá.


Lo entiende, por supuesto. Para eso están los amigos, para el comodín de la llamada, para situaciones vitales como la que nos ocupa. Dp nos explica que si la luz que vemos estaba antes de que se pusiera el sol era Venus, y si no, Marte. La estrella más brillante (tras el sol) es Sirius (de la Canis Mayor), casi dos veces más brillante que mi Canopus. Por lo menos en el hemisferio norte. Siguen las olas, la vía láctea, espuma del mar, la osa mayor, la brisa con salitre, la estrella polar...

Y me hago una nota mental para acordarme de colgar en el blog (qué es eso? más olas, más estrellas, todo parece tan lejano) lo que escribí en 2004, tras pasar por el observatorio chileno. Hay que ir.

*********

Dicen que todos vivimos bajo el mismo cielo, pero que algunos miramos las estrellas. Sin falta de llegar a la metáfora, lo cierto es que los Pedalistas miraron las estrellas aquella noche en Mamalluca, el observatorio astronómico de Vicuña, 12 horas al norte de Santiago de Chile, como nunca antes lo habían hecho. Esa zona es una de las favoritas para observar el cielo del hemisferio sur, pues suele estar casi siempre despejado, y por ello se han construído diversos observatorios, algunos científicos, otros para visitas.

Ciertamente nos impresiona. En Mamalluca tienen un telescopio en condiciones, y lo q se ve por él son mundos invisibles al ojo humano, galaxias remotas, miles de millones de estrellas que han muerto: lo que nos llega es su mero reflejo, miles de años luz después. También vemos una, la que más nos impacta, que se ve a simple vista pues es la estrella q más brilla de la noche: Canopus. Cuando la vemos por el telescopio, tras enfocar un poco, nos damos cuenta de que su belleza es dolorosa: brilla como un diamante, y aunque la metáfora sea manida, verdaderamente diamantesco es su destello. Limpio, en haces dispersos. Perfecto.


La astronomía avanza rápido: desde su popularidad ya en tiempos antiguos (les ayudaba a navegar, a predecir el tiempo, a contar el otro tiempo) hasta nuestros días (la era espacial). Hay dos de sus facetas que me la hacen especialmente atractiva. Una, su unión a factores culturales, los mitos del mundo clásico. Una pareja de dioses se enfadan y por eso están separados en el cielo, por ejemplo. Dos, su unión con temas filosóficos. Hacia dónde se expande el universo? Por qué un dios podría haber tenido interés en crear esto? Dónde entra aquí el azar? Mirando por el telescopio, aún más que por el microscopio, te das cuenta de tu propia pequeñez, y es un ejercicio de humildad.

Quién iba a decir que, al salir de Mamalluca, una está pensando en la guerra de Irak, el consumo desaforado, nuestras estúpidas vanidades, las pequeñas cosas por las que nos afanamos día a día. Y todo me parecía entonces tan ridículo, tan sin sentido. Es como salir de ti mismo, y verte actuando en un escenario, eso que los psiquiatras llaman despersonalización. Y te encuentras con un espectáculo grotesco, en el que te parece estás olvidando lo verdaderamente importante, en el que no se ve claro porqué vivimos de esta manera, algunos sin dejar vivir.

Desde Mamalluca se ve un cielo diferente al del hemisferio norte. No está la estrella polar para indicar el norte, sino la Cruz del Sur, que señala el lado meridional. No se encuentra el carro, ni ninguna de mis cuatro nociones de astronomía básica. Una lección de relatividad, de nuevo. Desde aquí "abajo" las cosas se ven de otra manera, desde muchos aspectos.

Andrómeda (qué bonitos nombres, tan sonoros, los de los griegos) se queda allá arriba, mirándonos mientras nos alejamos del observatorio. La estrella Canopus también. Con lo que me ha costado llegar hasta aquí, podría haberme comprado un diamante, de esos q dicen los anunciantes son para siempre. Como a menudo me han dado mala espina los vendedores, y no quiero creer que algo es para siempre (no me vaya a olvidar de cuidarlo mientras tanto), soy de las que pienso que haber podido ver las estrellas desde Mamalluca vale mucho más que los kilates.

Aunque esto sea efímero, y desde luego no dure para siempre.

18 septiembre 2010

Tu nombre envenena mis sueños

El segundo concurso de D&D ha terminado con esta pobre bloguera llorando sobre el teclado. Preguntaba por ejemplos de dos cosas que me gusta hacer de vacaciones. NO eran actividades del día a día (libros, hijos, y otros demonios) y NO eran actividades que se puedan realizar en Londinium (alcohol, desenfreno, Reina madre, Papa).

Una persona se ha acercado, creo que por casualidad, y por tanto ha ganado el concurso: ND, el Niño Desgraciaíto. El premio (o castigo?): elige una palabra, y te la divago. El resto me seguís desesperando, pero a la vez me hacéis reír. Y me habéis recordado esta poesía de mi punto débil Cernuda, que, como vosotros, envenena mis sueños.

Feliz finde.


Un español habla de su tierra

Las playas, parameras
al rubio sol durmiendo,
los oteros, las vegas
en paz, a solas, lejos;


Los castillos, ermitas,
cortijos y conventos,
la vida con la historia,
tan dulces al recuerdo,


Ellos, los vencedores
Caínes sempiternos,
de todo me arrancaron.

Me dejan el destierro.

Una mano divina
tu tierra alzó en mi cuerpo
y allí la voz dispuso
que hablase tu silencio.


Contigo solo estaba,
en ti sola creyendo;
pensar tu nombre ahora
envenena mis sueños.


Amargos son los días
de la vida, viviendo
sólo una larga espera
a fuerza de recuerdos.


Un día, tú ya libre
de la mentira de ellos,
me buscarás. Entonces
¿qué ha de decir un muerto?

Luis Cernuda

17 septiembre 2010

No tengo tiempo

Pues eso, que entre el trabajo, la reentrée del cole, las reuniones de principio de curso, las extraescolares y ver como nos organizamos, las compras y varios temas colaterales que no vienen al caso, no he tenido el huequito para contaros cosas, que como las meigas, haberlas haylas. 

A ver si nos vamos encarrilando y todo vuelve a su cauce...

En este momento en mi vida suena esta BSO:

16 septiembre 2010

El retorno de(l Je)Di

Créanme, un poco de autobombo es necesario. Iba a titular este divague "Rayos, truenos y centellas", para que Diva comenzase sólo a hacerse una idea de lo que se le avecina tras su secuestro de toda mi flota. Y es que, no se porqué, intrusiones stevensonianas me han perseguido al surfear a toda prisa el bloguerío, y el pirata Long John Silver se ha transformado en Long Diva Silver. Cuando una no lee "La isla del tesoro" a la edad que se tiene que leer, los 13 años, ha de hacer los deberes a los treintaytantos. Uno de los pocos beneficios entonces es poder leerla en inglés y una de las desventajas es aprenderse el "By thunder!" que dice el estereotípico pirata-pata-de-palo-loro-al-hombro (aka Long Diva Silver) y repetirla por semanas a modo de letanía por los pasillos de tu casa. Así que comienzo este divague con el mayor BY THUNDER! nunca escuchado en la blogosfera de los divlogs bien avenidos tras el motín de esa pirata terrible llamada Diva. Parece que la veo cantando:

Fifteen men on the dead man's chest
Yo-yo-yo and a bottle of rum!
Drink and the devil had done for the rest
Yo-yo-yo and a bottle of rum!

Como se recordará tras mi último y cándido divague, la aplicada Di había dejado refritos programados durante todos los terribles días de ausencia. La Perfidiva aseguró aquí mismo con toda su sangre (linfa) fría que no los leyó, que con el título tuvo suficiente para boicotear el cargamento con el que ésta su servidora intentaba deleitarles. Sinceramente, no lo entiendo: se trataba de una (suculenta) serie de 4-5 divagues titulados "Folletín decimonónico por entregas". Tampoco entiendo cómo los hackers no han intentado entrar en nuestra carpeta de divorradores para robar y distribuir estos divagues en páginas especializadas del ramo.


En otro orden de cosas, comentar brevemente que sólo he tenido unos minutos para coger las últimas olas blogueras y ya estoy abrumada por tantas cosas que comentar, tantas que divagar. Unas breve anotación sobre el pobre divague que la Más Malvada no logró desprogramar (Di oliental Di plofunda), que dio lugar a interesantes comentarios más propios del gremio capilar (pobre Confucio) que de la cohorte masculina de divagantes. Querid@s, programado significa que Di no estaba retransmitiendo en directo desde nosequépaísexótico (exótico!), sino en diferido y hace unos cuantos años en otro país también exótico. Otra anotación sobre quedadas gintoniqueras con o sin pasamontañas (desde que me enteré que la reina Madre le daba al gin me dio un reflejo pauloviano. Ya que no tenemos ética, tengamos estética y aferrémonos al vodka con limón, y al final de la noche tequilas que hermanan mucho). Y qué decir de los excels culinarios (dónde están? tengo que tenerlos!) que me han recordado que el Joven Artista Local (aka cuniado), cuando le pedí que me pasara una receta por email me puso los pies en el suelo y dijo: "No hago emails, hoy lo suyo es abrir un blog" (yo seguía en la inopia). El caso es que ese blog existe y está abandonado. Si se requiere, lo resucito enlazándolo. Hay recetas de La Yaya y alguna de amigos, pero está en coma porque yo en la cocina lo que llevo son las ensaladas, los yogures y la logística. Que no se infravalore este último punto, por los dioses, de ahí que esté en mis rodillas pidiendo ese excel. Terminar mi empacho con más problemas sobre cosmovisión, globalización, "pastos", el festival de la OTI y muy importante, MI gran problema bloguero que es que ya no tiene mi cuenta de blogger capacidad de colgar más fotos. Por favor, que algún nerdy me indique cómo cambiar mi cuenta de google a otro email porque está saturada y paso de borrar álbumes por los que National Geographic me retiraría (sí, sale el Peda cuando baja a beber al río mientras sobrevuela el águila pomerana). Concluyendo (ahora de verdad) con mi lectura en diagonal, percibo que de este pajarito piolín afrentado se espera una venganza en toda regla, y como al público hay que darle calne, se ha decidido unilateralmente desenvainar el sable, y repartir.


Pero dirán sabiamente los divagantes que de acuerdo que esa arpía de cobloguera no ha de quedar sin su merecido, pero... por qué han de sufrir ellos también, vicariamente? En fin, por ellos (no por ti! brujísima, que eres más bruja que Maléfica!) daremos una de arena (o de cal, nunca sé qué es lo menos malo) a los nuestros fans y haremos de la tortura un concurso. Concurso que tendrá un jugoso premio, aquí mismo, en D&D.


Para ello, han de acertar las dos respuestas a la siguiente pregunta, que serán el tópico de los dos siguientes divagues (muy astutos, de eso va el sadismo, yo no quería pero...):
Cuales son dos de los ingredientes
que hacen de las vacaciones de Di
una experiencia redonda?


Alguna pista: No en todas las vacaciones se pueden dar ambos, pero en estas pasadas ha ocurrido la conjunción. Son dos componentes de MI pócima, no tiene porqué ser la de otra gente (y sospecho que no será la de muchos divagantes, por lo que he podido ver hasta ahora). No requieren ninguna preparación especial, son dos actividades que cualquiera puede hacer, pero por favor, huyan del "buena comida", "sitios interesantes que fotografiar", "conocer gente nueva e interesante", "poder escribir cada noche divagues sobre el día", etc. Todo esto se da por descontado.


Para los que estén perdidos, se admite divagar sobre lo que para ellos constituye ese ingrediente especial pero estos no optan a premio. Estoy dudando que otra base sea que Diva no tenga posibilidad de ganar el concurso. La revisaré según vaya el tema.


Ahhh, qué bonito es volverrrrrrrrrrr. I love you guys.

...y aunque no quise el regreso
siempre se vuelve al primer amor...

15 septiembre 2010

Pobre Consuerte

Aunque en tema de informática le llevo la delantera, en lo que se refiere a gadgets varios o juguetitos tecnológicos, Consuerte me supera. Por su culpa hemos reñido por un GPS. Fue él el primero en tener uno. El día que conducía yo el bicho se pasó todo el rato recalculando. Odio que tu quieras ir por un camino y el aparatito de marras te lleve todo el rato la contraria. Además iba con un poco de decalaje y eso me enervaba todavía más. Decía: "Ados cientos metros gireala izquierda" y a lo mejor ya te habías pasado el cartel. Por no hablar de cuando según el aparato vas conduciendo por campos de trigo... En fin que lo del GPS lo dejamos para contadas ocasiones y además ahora llevamos el mío (que me regaló él) y que va de fábula. Pero divago.

Hablaba de los gadgets y de como Consuerte me ha ido introduciendo en el mundo del siglo XXI.

El primero en tener un manos libres en condiciones fue también él. Le debió gustar mucho el invento y para los Reyes me regaló uno. Se llevó el coche, me lo instalaron y fin. Todo iba bien con el lorito (Parrot) de marras y yo vivía encantada pudiendo darle a la mui mientras conducía. Así pasaron unos seis meses. De pronto el manos libres empezó a funcionar mal: no se conectaba, me decía que tenía la memoria llena, se desconectaba de repente, tenía que reiniciar el teléfono... Me puse a buscar en google lo que le podía suceder y de entre todos los mensajes deduje que la instalación estaba mal hecha: debía haber un cruce de cables y por eso el aparato funcionaba mal. Además al apagar el coche el manos libres te tenía que decir "adios" y el mío no lo decía nunca. Definitivamente mala instalación.

Así que fui a Consuerte y le comenté lo que pasaba. Consuerte llevó el coche al taller y lo trajo con el manos libre funcionando correctamente y muy educado: se despedía correctamente. Debí ser muy tajante con el tema del "adios" porque al poco tiempo el del taller me comentó riéndose:

- Diva, el otro día estuvo tu marido y me dijo: "Pepe, montátelo como quieras pero yo no me voy de aquí hasta que este manos libres diga adios".

12 septiembre 2010

The broken spoke

Al hilo de un comentario de ECDC en el que me sitúa en la zona de la Litera con cienes de cabezas de ganado en mi rancho, me he visualizado con pantalones de montar, sombrero de cowboy y botas, pañuelo al cuello y música de Alan Jackson de fondo y... ¿sabes una cosa? Has acertado. Pero no en lo del rancho, que más bien es una granja vieja y destartalada y desde que murió el pavo sin glamour, ni en los miles de cabezas de ganado, son sólo unos miles menos de los que piensas y ya veremos si rentables que ha subido mucho el pienso.

En lo que si has acertado es en lo de cowgirl. Sí, Sí, yo tuve un pasado texano: I even danced at the Broken Spoke y me encantó.


11 septiembre 2010

Una ventana abierta

Ayer tras varios divagues (gracias y enhorabuena a los premiados) tenía que dar mi punto de vista sobre la foto de la ventana abierta de ayer. Las verdad es que muchas opiniones versaban sobre las oportunidades, lo que hay fuera, la luz al final del túnel y similares, dando siempre un punto de vista optimista. De entrada una ventana abierta es lógico que dé buenas vibraciones, que invite al pensamiento positivo.

Como lo prometido es deuda, y lo más importante es el deber (cuanto más debes más caso te hacen), os explico la historia.

Mi hermana la mayor (bigsis), me pasó un CD.

- Toma son fotos y vídeos de los pollitos. Te los dejo por si quieres copiar alguno.

La verdad es que en el CD, no había fotos de ninguno de mis pollitos, sino fotos de una fiesta de amigos de mi hermana o de algún retiro espiritual con gente diversa para celebrar el solsticio de verano. El caso es que no conocía a nadie. Pero vi esta foto y me encantó. Me gusto porque describía mi estado de ánimo. Hacía poco y a tenor de un comentario acerca de mi trabajo my sistwo me dijo:

- Da la sensación por lo que cuentas que todo lo bueno ocurre fuera de tu vida. Como en la serie del CSI "The truth is out there". Eso no lo dijo pero yo que soy muy peliculera lo añadí.

Y dio en el clavo. No es que en mi vida no ocurran cosas buenas. Las hay por supuesto y también menos buenas. Pero lo que me apetece está fuera. Y sí, quizá hay que tener más valor y sea verdad que para poder hacer una tortilla hay que romper primero los huevos, soltar amarras para poder navegar y dejar atrás la orilla para vislumbrar otros mares. Quizá sea eso, quizá me falte valor y esté aferrada a la seguridad y me quedo tras la ventana donde todo es mucho más negro aunque no llueva ni haga frío. Pues bien, la historia de la foto es esa. Lo importante es dónde estás si dentro o fuera. Si desde dentro ves lo de fuera y si lo puedes lograr. Si no lo puedes lograr, a lo mejor es aconsejable ni verlo. 

Lo curioso es que me llegara en ese momento de manos de una hermana y al mismo tiempo de lo que me comentó la otra hermana. Y entre tantas hermanas esto ya parece un convento y a lo mejor tengo que hacer lo que dice el refrán:

"Para lo que me queda en el convento..."

10 septiembre 2010

Yo divago, tu divagas, él divaga, nosotros divagamos

Esta foto cayó en mis manos de casualidad. Me pareció preciosa y llegó a mi en un momento concreto, en el que oí una frase que describía mi situación. Pero no os voy a contar más.

Sin embargo, os invito a que divaguéis que os sugiere la imagen. Que cada uno haga su particular divague.  Al final del día os contaré lo que me transmitió a mí.



Di oliental, Di plofunda

¿Me preguntas por qué compro arroz y flores?
Compro arroz para vivir y
flores para tener
algo por lo que vivir.


Confucio (Kung-Fu-Tze) (551-479 a C)





Dame veneno para morir 
sueños para vivir.


Gunnar Ekelöf (1907-1968)

09 septiembre 2010

Poniendo verde a Di

Como tod@s sabéis mi cobloguera se ha ido de vacaciones unos día en septiembre. Mejor dicho repite vacaciones. Todo el mundo sabe que quedarse a trabajar en agosto es no hacer nada,ya que los mandos están fuera y la mayor parte de la gente también, así que por lo general no viene nadie a importunar y las llamadas se reducen, lo que significa que puedes dedicarte a hacer ganchillo en horas de trabajo. Así que las vacaciones de Di son dobles.

La verdad es que me lo dejó todo preparado:

- Diva, me voy unos días de vacaciones a... (creo que no me lo dijo, o por lo menos no me acuerdo, seguro que la muy bloguera no me lo dijo) y te dejo programadas unas entradas para que no lleves tu toooda la carga blogueril. Haz lo que quieras con ellas.

- Descuida, descuida... le dije esbozando una sonrisa virtual. No te preocupes que me quedo yo al cargo.

No he leído ninguna de sus entradas, pero no me apetecía publicar cosas de ella y que no fuera ella misma la que les diera réplica. Ya sabéis lo densa que es a veces mi codiva. Temía quedarme sin argumentos, cuando además hay veces que no compartimos los mismos puntos de vista. Las he puesto todas en la carpeta de borradores, a dormir. Como no sé donde está y no sé si se puede conectar... se siente.

Quizá lo nuestro funciona por lo poco que nos conocemos. Es cierto, yo creo que sólo la he visto en persona una sóla vez allá por 1989. Después no supe apenas nada de ella durante mucho tiempo, aunque sí me comunicaba con el Peda (su novio desde entonces). Somos las dos de novio de largo recorrido.

Hace unos años me mandó una suscripción a un grupo porque se iban con el Peda a hacer las Américas, rollo mochilero. Lo hizo por chinchar, creédme. La verdad es que me sirvió de ventana al mundo. Estuvo en muchos sitios que yo había estado y en otros en los que me hacía estar. Por aquel entonces mantuvimos muchos correos, comentando temas: que si maternidad, que si viajar, que si el curro, que si el novio... Esos correos son los cimientos de este blog. Blog del cual hoy, en este momento,  soy la máxima autoridad y hago lo que quiero. Ea!

Algún día nos veremos de nuevo y puede que hasta nos gustemos.

Di- va por tí. Tu ya sabes.

08 septiembre 2010

No te rías por favor

¿A quién no le ha ocurrido estar en un sitio donde no te puedes reir y no poder aguantarse las ganas?

No es habitual cuando uno está solo, pero alguna vez sucede y los demás te mirán creyéndote loca, posesa. Sin embargo, suele ocurrir cuando estás con alguien, acompañada. Generalmente quien te acompaña es tu cómplice: te conoce bien y os compenetráis a la perfección. Sin hablaros, no hace falta. Con una mirada os lo decís todo y comienza el cachondeo. Al más leve atisbo de una sonrisa, el otro estalla. Da igual que sea en el ascensor, en misa o delante de Obama. Hay veces que no te puedes controlar. Qué mal se pasa y a la vez cuánta risa contenida. Qué bien cuando le das rienda suelta. Si además estás bajo los efectos de algún espirituoso, la cosa puede llegar a mayores.

Sin embargo, hay sitios dónde reirse debería estar prohibido por ley. Un quirófano por ejemplo. Es horroroso estar a merced de unos destripaovejas y que haya una juerga de la que tú, por cierto, no participas. Eres mero espectador. Mientras estás tumbado con el culo al aire vas oyendo: que si betadine por aquí, que vaya gol de Messi, acércame las tijeras, vaya resaca que tengo, sujeta aquí con cuidado, me parto con lo del jefe, corta allá, que descojone lo de Maruja juas, juas, juas..

No, no, no. No debería carcajearse nadie. Uno, ajeno a todo, quiere dedicación exclusiva y sumo cuidado, como si fuera de cristal. Lo comentado anteriormente se extiende también a sus colegas, psiquiatras, dentistas y ginecólogos entre otros.

Otro sitio dónde reirse debería ser pecado mortal es en una comisaría. Uno, por lo general, acude allí con algún problema: denuncia de robo, amenazas, malos tratos, atraco... cosas así. El poli que te recibe suele estar serio, es un mero pasante que toma tus datos y te deriva a otro: Espérese allí sentada. Mientras esperas analizas todo, escudriñas las caras de la gente que está contigo tratando de averiguar por qué están allí. Debería ser un sitio serio. Pero es fácil oir descojonarse a Manolo o ver cómo Mengano que llega de servicio le da una colleja a otro que sale, algún grito lejano por lo que sea y risas a coro. No señor, no señor. Así no hay quien se ponga en el papel. Si encima es de noche, el contraste entre las risas de fondo y las caras de la sala de espera es de lo más surrealista. Uno sabe que el poli que le atenderá lo que quiere es despacharte pronto para continuar viendo videos del youtube. No es serio.

Tampoco es lugar adecuado para las risas un tanatorio. Yo he estado en alguno y a pesar de los murmullos de la gente y los sollozos, oíamos claramente: Juan, no jodas tío que te vas a matar!! A continuación un colosal BOOM!! Jua, jua, jua, te lo dije. Menuda leche te has metido. Salimos a ver que pasaba y Juan estaba por el suelo, la escalera tirada y el otro partiéndose el pecho.

07 septiembre 2010

Nina

Muchas veces me he referido a mis hijos como mis polluelos o pollitos, en plural, sin hacer mucha distinción entre ellos porque muchas cosas las hacían a la par y no pensaba ahondar más acerca de ellos, no quería agobiar a nuestros seguidores con la "típica historia de madre plasta". Pues bien, no se porqué motivo, pero he decidido cambiar eso, voy a  hacerlo, voy a profundizar en mis polluelos y diferenciarlos, contar algo más sobre cómo son y sus caracteres. Es una tarea difícil y seguro que me dejaré muchas cosas en el tintero. Pero me apetece.

Aviso. Desde este momento me pongo en modo clueca y empiezo un divague sobre ella, mi polluela Nina.

Nina llegó a nuestras vidas con 14 meses aunque aterrizó en nuestra casa dos meses después. La primera vez que la vi fue de refilón, en una foto en blanco y negro, con chupete y me pareció preciosa. La foto no mentía y cuando la vimos al natural era aún mucho más guapa. Siempre recuerdo nuestros primeros instantes juntos con esta canción. Era menudita pero con una vitalidad desbordante y una alegría contagiosa. Nos costó poco congeniar. Rápidamente se hizo un hueco en nuestras vidas, incluyendo la de su hermano que fue con nosotros a buscarla. Ella nos adoptó enseguida y desde el primer momento se mostró muy cariñosa, besucona (cosa que me encanta) y con las ideas muy claras (eso a veces no me gusta tanto).

Tiene muchas virtudes. Es tenaz, alegre, muy tierna, diligente, constante, tiene mucha iniciativa y amor propio. Es muy espabilada y hay veces que no hay por dónde cogerla. Es muy ágil y desde siempre ha tenido mucho tono muscular. Le encanta el agua y nadar y se pirra por las chuches, los fussilli y los helados. Es curioso como en muchos aspectos es clavada a mí. Siempre gana en el juego de a ver quien se ríe antes. Es capaz de adoptar una pose seria que impresiona, imperturbable. No le ha gustado nunca ser pequeña y siempre ha querido hacer ella todo sola. Está encantada con su hermano y quiere lo mismo que él, en todo (es curioso como los niños a esa edad llevan una báscula y una cinta métrica grabadas en el cerebro y saben si a uno le ha puesto dos crispis más o medio centímetro de turrón menos). Es muy trazosa, pinta bien y sabe combinar bien los colores.

Mi hermana la mayor cuando la vio, dijo de ella: "es un bellezón". Mi otra hermana dijo que "parecía una lucecita de Navidad" porque iluminaba la estancia y tenía, tiene luz propia. La abuela dice de ella que "no hay, es que como Nina no hay". Las tres tienen razón. Es también muy sentida y le da vueltas a las cosas. Puede preguntarte tranquilamente si tienes fé o cómo se murió el abuelo. Le gusta hacer las paces y que le hagan mimitos. Es muy presumida. Hasta hace poco le gustaba mucho el rosa, la purpurina, las princesas, el maquillaje y los zapatos de tacón aunque curiosamente casi nunca ha jugado con muñecas, Si le regalaban una muñeca la desnudaba y sanseacabó.

No le gusta el puré y le cuesta comer muchas veces (excepto lo que le encanta). No tiene miedo de nada, ha sido y es muy atrevida. Siempre hay que decirle so y nunca arre. Yo creo que es mejor así, pero a veces ha resultado peligroso. Nina es un poco desobediente y a veces desafiante. Suele ser desordenada (aunque vamos mejorando) y un pelín espeseta. No tiene manías. Lo mismo le quita una pulga a un perro que sabe darle tres mortales al huevo frito con los dedos y a continuación cogerse una coleta. No en vano mi hermana la mayor la llamó un tiempo la "princesa zaforillas". De pequeña cuando se enfadaba, se cruzaba de brazos, ponía morro y decía a media lengua: "me jado y punto" (me enfado y punto). Debido a eso se ganó el sobrenombre de la "fada fadada" (hada en catalán enfadada). Gracias a ella en casa al kiwi le llamamos "cuivi", a la libélula "belílula" y al helicóptero "helicóquiro". Le gusta cantar y desde hace poco cuando oye música se le van las piernas. Juntas en el coche hacemos hasta los coros, no se nos resiste ningún tema, pero en público es un poco vergonzosa.

Mañana empieza primero.

Os dejo con otro tema que me emociona y siempre me recuerda a ella: