Algunas son recientes, otras demasiado lejanas. Las hay de muchos tipos: infantiles, recelosas, tajantes, furtivas, inquietas, divertidas... De casi todas recuerdo su propósito, lo que quería decir a través de éllas, lo que dirían a través de mí. Pero no sé por qué no se me antojan apetecibles ahora. ¿Será porque ya han tenido su momento? Efímero eso sí, pero su momento. Sólo visible para mí y para mi cobloguera. Aún así existieron y sólo por eso están.
En su día fueron algo, querían ser una metáfora, una experiencia, una misión, un divague en definitiva... Y allí siguen, pacientes, aguardando su momento en el limbo de blogger. Se acumulan en la trastienda. Son un divague paralelo. Puede que sean algo o que nunca lleguen a serlo pero no les importa.
Las hay que mejorarán con el tiempo, porque se repensarán y se madurarán como se añeja el vino o el buen jamón. Otras han perdido su frescura y espontaneidad y cada día me afrentan, recordándome que no me acuerdo de éllas, que no me interesan y que no creo que interesen ya a nadie. Pero siguen ahí. Acechando.
Muchas pasan a segundo plano desterradas por una idea nueva, por una necesidad de contar algo, por una inspiración descontrolada que te invita a escribir. Ya. Ahora. Esas son las que más me gustan. Son frescas y descaradas y como tales ocupan siempre el primer lugar en la parrilla de salida. Programadas las llaman. Tienen prisa. Rugen.
En algunas, como me conozco, he dejado pistas que me sirvan para retomar la historia que aplazo. Aún así, no puedo seguir el rastro. Los días se han comido las miguitas y han volado con mi divague. No las reconozco. Si las modifico, las arruino. Dejan de ser. En otras, sólo existe un título mudo que nadie oirá porque no lo voy a gritar. Me he quedado sin voz. Pero siguen allí, resignadas. Condenadas a cadena perpetua, pendientes de que las salves o las destierres para siempre.Y yo, que soy su verdugo, me limito a posponer mi decisión.
A veces los títulos son tan comunes que puedo hacer mía una que no lo es. En otras ocasiones, leo los títulos que no son míos y la disparidad me estimula y espero con ansia que Di me desvele el contenido. No profano nunca una que no sea mía. Y no pospongo ninguna escrita de tirón.
Publico ésta. Destierro otra.
¡Caray!
ResponderEliminarLo he tenido que leer dos veces, porque en la primera se me cruzaban las ideas y no me enteraba. Como en esos conciertos que tienes que volver al principio porque te habías ido a otros mundos y ya no entiendes lo que oyes.
En la diferencia brutal de nuestra experiencia como blogueros: nunca he tenido un post esperando.
En el cajón (ahora se llaman carpetas) de los escritos no acabados, nunca por la falta de interés, sino por la propia incapacidad para decir lo que hay que decir de la mejor manera que uno sabe. Pequeña galería de engendros de nuestra incapacidad. Inútiles.
Sobre todo, en la vida, que cuando no la realizas en el momento hay una acción que no se desarrolla en un mundo paralelo, que no espera ser publicada (actuada). Caminos o pequeños senderos que quedan cerrados apenas inaugurados.
Y en el fondo, tanto tú por publicar esta entrada, como yo por extenderme en el comentario, como seguramente los que vayan despertando y lo lean, nos llenamos de "Y si...".
Gran entrada.
Yo no tengo ningún post en preproceso. Cuando tengo un momento, escribo lo que se me pasa por la cabeza.
ResponderEliminarEso se nota porque no estructuro lo que escribo y normalmente ni siquiera lo releo antes de publicarlo.
Soy bastante caótico en ese aspecto. (Y en otros, ahora escribiré un post)
Pocas veces he publicado "posts de nevera", que digo yo. Dos o tres veces en todo este tiempo de blog. No sé, no me sale pensar cosas "intemporales". O soy mucho menos prolífica.
ResponderEliminarPor dios que suerte. Yo estrujandome los sesos y tu tienes material de sobra...
ResponderEliminarYo me siento delante del Word, y sale lo que sale. A veces llevo pensado escribir sobre algo, y ese día me apetece más otra cosa. El problema es que nunca me apunto nada y se me olvida casi todo al momento.
ResponderEliminarAh, qué interesante, y tb lo q dice naN, "el efecto mariposa de los divagues"... y si yo hubiera publicado X igual habría dado una idea a Z y ese post hubiera sido el punto de inflexión para q Y hiciera W. Eso es lo q pasa con la buena literatura, como decía la cita de Léolo. Ayer leía una conversacion internaútica de la Grandes sobre su último libro y alguien le decía algo precioso, tipo "después de conocer a ese personaje me dan ganas de ser mejor, d ehacer cosas mejores" o algo así. Que más se puede pedir.
ResponderEliminarEn fin, q me he ido, como siempre, sorry. Yo soy como Diva, tengo algunos retazos por ahí empezados q tal vez algún día recupere. Se me van ocurriendo ideas y les pongo un título y cuatro líneas. Hay veces q tengo un montón de vez, o q una se subdivide en varias. NO entiendo como podéis tener sólo la idea del post del momento... a mi la hidra se me rebela, los personajes se me rebelan... bueno, ya veis q hasta la co se me rebela.
Diva, me gusta cuando metadivagas.
Yo estoy en la metodologia de las divagantes, escribo ocurrencias en papel y luego las recupero y se me va la olla. Si añadimos mi tradional confusion entre post y coment podeis imaginar mi caos mental.
ResponderEliminarAhora tengo un problema, que en mi mundo profesional también me he apuntado al bloguerío (de hecho elchicodelaconsuelo empezó en modo beta como prueba para lo otro y...es evidente que se me ha ido de las manos).
Entonces pierdo el norte y se me olvida en que blog escribo y cualquier día meto la pata y colgaré una entrada de la oti y de las pelis porno de Erika Lust en el uno... aunque peor sería machacaros a vosotros con las cosas del otro.
Yo soy muy irregular. Un día se me pueden ocurrir 3 cosas de las que hablar y pasar un mes sin encontrar inspiración
ResponderEliminarLuego están mis 2 series de posts (Los Teóricos, del que hace un par de años que no escribo nada y Personajes en una Boda ) igualmente irregulares y dispersos, que voy madurando mientras salgo a correr, o voy conduciendo enel atasco y perpetro cuando tengo un hueco ( generalmente mientras se lava y seca el pelo mi mujer)
Hola,
ResponderEliminarNáN. Muy bien explicado.
Niño. No digas más. He visto la foto de tu escritorio.
Teresa. Los post de nevera, ¿no son recetas?
Gonzalo. Son ideas. A veces sirven. A veces no.
Dra. Anchoa. Espero con ansia la segunda parte de su relato. Sea fiel a la verdad. Le escucho, le escucho...
Di, una vez publiqué uno con tu firma. Sólo estaba el título y pensé que era mío. Gonzalo se dio cuenta y dijo ¿Pero a ver, tu quien eres? Nos queréis volver locos o qué? Tuve que hacer y deshacer y volver a hacer para poderlo arreglar.
Consu´s no me extraña. Claro si estás pluriblogueado... Ahora me cuadra lo de Tatiana!
Peter. Te he visitado varias veces. Me alegro de tenerte de vuelta.
Joer con Viveiró, este sí q es un espai. Un amigo q vive en México se metió un día (nunca volvió, luego es EX-amigo) al prinicpio de la diblogada y dice: "leí algo sobre la Virgen de Guadalupe y pensé: qué raro q Di escriba esto".
ResponderEliminarA veces creo q la gente pesnará (aparte de q somos una), q forzamos las posiciones, q como una puede pensar tal en las antípodas de la otra en casi todo (seguro q Diva las fuerza, pq no se puede ser tan rara, entre nosotros). Pero tenemos cosas en común aparte del Peda: nos gusta reirnos, nos gusta jugar.
A nuestra edad, oh dear.
No, si ahora tendré yo la culpa de que tu "amigo" sólo entrara un día. Vamos o yo o la Virgen de Guadalupe que todo puede ser.
ResponderEliminarTotal porque estuve un 12 de diciembre en Guadalupe y me quedé alucinada...
En esta vida se tienen la mismas evidencias para creer que para no hacerlo. Al 50%. Es cuestión de elegir muchas veces.
Yo antes dudaba de todo. Ahora no estoy tan segura.
Diva!!! se me había escapado esta embestida...
ResponderEliminarAl final me obligareis a hacer un post de Tatiana.
En el chicodelaconsuelo es donde expreso el cenutrio que llevo dentro. En el otro solo pongo artículos y hago el viveiro elevarme sobre la masa sin comentarlos.