Pero ante todo hay que apreciar su amabilidad, pues nos indica una tienda de souvenirs (regentada por más pajarracos) donde, entre las figuritas del Papa y las velas, hay una "sección pareos" donde encontramos otras muchas chicas, mujeres de mediana edad, y alguna octogenaria adquiriendo el foulard de turno.
Si no las escribo, las cosas no han llegado a término, solo las he vivido (A Ernaux) La vida real no está a la altura de escribir sobre ella (J Eugenides) Lo que me interesan son los errores, fruto de la pasión, los errores que se cometen arriesgando (G Steiner) En la calle, codo a codo, somos mucho más que dos (M Benedetti) Escribir es persuadir a un extraño de que se quede (R Cusk) El camino del exceso conduce a la sabiduría (W Blake)
30 junio 2010
Hipocresía infinita: Tápate
Pero ante todo hay que apreciar su amabilidad, pues nos indica una tienda de souvenirs (regentada por más pajarracos) donde, entre las figuritas del Papa y las velas, hay una "sección pareos" donde encontramos otras muchas chicas, mujeres de mediana edad, y alguna octogenaria adquiriendo el foulard de turno.
29 junio 2010
Los míos
Aquí para regocijo del personal y para que no os toméis la mano, exhibo (sin pudor alguno) parte de mi anatomía.
Por cierto, que el comentario"sisino" de Moli, dió pie a una magnífica entrada del Niño de la Consuelo en la que protagonizo el papel de Princesa de los Grandes Pinreles. No os la podéis perder.
Yo creo que después de esta entrada Moli saldrá por pies. La invitación continúa en pie querida Moli. Espero que te lo tomes al pie de la letra y sepas estar al pie del cañón. Pero seguro que huirás al grito de ¡Pies para que os quiero!
28 junio 2010
Eligiendo enemigos
En el pasado, cuando salía de ese mi sendero para "desfacer entuertos" era siempre con un objetivo quijotesco, elevado. Y es que aún me creía la novela de capa y espada y yo era, por supuesto, Cyrano. Así que si veía a esa amiga que estaba tremendamente equivocada tenía que lograr convencerla de su error. El fín siempre era digno, siempre quería ayudar, mejorar algo. Cambiar el mundo, en una palabra.
27 junio 2010
Irish Soul
Una buena película con una inmejorable banda sonora, con ritmo, divertida y con muy buen reparto. Nada pesada para ser un "musical".
Totalmente recomendable.
Además tocan de verdad. A mi me ponen la piel de gallina...
26 junio 2010
Una neurona no hace granero...
Kidscompany es una ONG fundada por Camila Batmanghelidjh en 1996. Camila es una de esas personas que los ingleses llaman "larger than life". De origen iraní, es imposible que pase inadvertida con sus vestidos hasta los pies hechos de mil telas, sus turbantess coloristas y su gafapasta. A mí me la presentó un compañero de trabajo en algún café de Borough Market, uno de esos lugares que los turistas visitan con sus mochilas hacia delante y que los locales o bien evitan por los precios, o bien frecuentan, a la caza del famoso. Está hermanado con el Mercado de la Boquería de Barcelona, y se puede pasar la mañana picando muestras de queso, brownie y luego hacer el South Bank. Pero divago: Kidscompany está muy cerca.
Tengo un amigo que trabaja allí y me cuenta lo que hacen por todo Londres. Ven a 14.000 niños de familias pobres, o a los que sus padres no pueden atender por los motivos que sean (enfermedad, drogas, alcohol...) Son niños vulnerables pues hay mil riesgos en una gran ciudad sin la brújula de tus padres. Kidscompany trata de transfomar su vida. Y a veces lo consiguen.
Acaban de lanzar una campania llamada "Peace of Mind" (algo así como "tranquilidad de conciencia", pero que juega con las palabras "paz" y "mente") con la que intenta conseguir cinco millones de libras. Han creado un cerebro interactivo en internet donde, donando £5, uno puede personalizar su pequeña neurona, ponerle nombre y, si quiere, foto y lema. Con este dinero se trata de ampliar el cuerpo cada vez más consistente de investigación que estudia los efectos del amor, el apoyo y la confianza en el cerebro en continuo crecimiento de los niños.
Neuronas del mundo, uníos!
25 junio 2010
Anónimo
Como estamos en el siglo XXI fue en forma de mail. Nada de currar y recortar papelitos como antaño. Eso sí que era glamour.
24 junio 2010
Los elefantes toman Londinium
Ahora, la historia: Se disponía la intrépida reportera Di a fotografiar este elefante para D&D desde el mejor ángulo. Había tres personas hablando a su lado e impedían la perspectiva con el otro elefante de fondo, así que, tras esperar un poco, les pidió que se apartaran. Entonces uno de ellos dice: "Igual querrías que saliera, es el artista".
Así conocí a Joseph Paxton, al lado de su elefante que se llama "Julia's Elephant", uno de los más originales de la exposición. Congratulations Joseph!
23 junio 2010
No Surrender
22 junio 2010
La conexión Guatemala-Londres
En algún cibercafé de Antigua, y seis años (aún) más joven, Di (calentando sin duda motores para este divlog) divagó:
Despues de un día de trekking escalador de nada menos que un volcán (el Pacaya), los Pedalistas encuentran una alternativa a la naturaleza pura y dura en Antigua. Hay un centro cultural, “El sitio”, donde se da una conferencia sobre Cartier-Bresson, fotógrafo francés recientemente fallecido sobre el que ya escribí en México, cuando se marchó. La señora que nos habla es una de las fotógrafas que trabaja con Sara Facio (autora de fotos a gente como Cortázar y Neruda, y de "Encuadre y foco", que leo por estos días), que conoció personalmente a Cartier. Pone un video documental sobre su obra, y luego hay un pequeño coloquio.
Aprendo algunas cosas que no sabía de Cartier-Bresson. Una, que era extraordinariamente tímido, y llevaba fatal la fama, hasta el punto de ser considerado arisco, difícil, de mal genio (siempre he pensado que lo mejor de ser un genio es poder tener, valga la redundancia, mal genio, poder pasar por excéntrico, y que te dejen en paz. De vieja aspiro a ser todo lo excéntrica posible, lo mejor de esa época en la que te empieza a dar mucho igual lo que piensa el vecino). Tambien observo en el vídeo que Cartier se tapa la cara continuamente, no le gusta que le fotografíen ni salir en el documental (que acepta porque lo hace una gran amiga suya, Sarah Moon). Quizás una de las razones sean (observación-deformación profesional) los marcados tics motores que tiene particularmente en los ojos, no sé si tan severos como para diagnosticarle un Síndrome de Tourette. Es un hombre que se expresa muchísimo con las manos, que no le da demasiada importancia a lo que hace, y que no le gusta llamarse fotógrafo, sino “alguien que hace fotos.” Le apasiona Bach. En un punto de su vida decide que no tiene nada mas que decir en fotografía, y pasa a dedicarse únicamente a la pintura. Antes de morir, quema todos sus negativos menos 300, que son los que se queda Magnum, y los únicos que se podrán reproducir.
Me deja hipnotizada todo lo que dice. Habla del famoso momento decisivo (le moment décisif): cómo estás esperando ese movimiento, ese cruce, esa mirada, y mil veces hay que se te escapa, y sólo hay una en que lo puedes atrapar, coger, hacer tuyo…. Zas! Es magia. Un cuadro lo puedes pensar, trabajar, tienes todo el tiempo del mundo. Una foto es aquí y ahora, y la pierdes para siempre, o la tienes para siempre.
Salgo reconfortada porque tal vez me tomo demasiado a pecho perder una buena foto, y me quedo gruñona conmigo misma unos minutos después de haberla perdido. Cartier también recuerda las fotos perdidas que, tal vez por idealizadas, serán siempre mejores que cualquiera de las que hayas logrado hacer. Es un poco como Itaca. Me fascina cuando habla del retrato: Cartier trata de captar lo que el llama “el silencio interior de esa persona.” No quiere posados, no quiere sonrisa de foto. Cuando a veces le preguntaban "porqué me has sacado esa foto", él contestaba: "porque pusiste esa cara".
Y también salgo con mucha energía y ganas de hacer más fotos. Como las hacía el: hay trozos del vídeo en el que Cartier dispara sin parar, con una cámara manual, va pasando la pelicula sin pausa, una, otra, qué sonido, me embruja… Y de los miles de fotos que ha disparado, sólo han pasado su filtro 300…
Antes de irnos del centro cultural, vamos a ver una exposición de fotografía en otra sala. Todas han sido tomadas por adolescentes entre 9 y 19 años, todos pertenecen a un proyecto llamado Fotokids. La idea partió de Nancy McGirr, una ex-fotógrafa de guerra de Reuters que consiguió movilizar a diversas agencias para dar una cámara y algo de formación fotográfica a niños que estaban en el basurero de la Ciudad de Guatemala recogiendo trozos de lo que no quería nadie. El proyecto lleva ya más de 10 años, y sus logros son increíbles. En primer lugar, las fotos: impresionantes. Retratos que se salen del papel, fotos muy bien compuestas, encuadres superoriginales. Pero lo mejor es la ilusión y el futuro que han creado en y para estos niños: algunos de ellos han viajado a Europa y Estados Unidos a dar clases de fotografía a otros niños, o a ver sus propias exposiciones. En sus biografías al lado de la imagen, se podía leer su concepción de la fotografía, y las puertas que les ha abierto. Me recuerda a una de mis películas favoritas de todos los tiempos, basada en un hecho real, en la que la fotografía también acude al rescate de un niño, esta vez en una favela de Río (Ciudad de Dios, de Fernando Meirelles, 2002).
http://www.youtube.com/watch?v=azpveltkU3U&feature=related
21 junio 2010
Ya llegó el verano
20 junio 2010
Cuanto más viejo, más libre y cuanto más libre más radical
Quien escribió esto y otras ideas que me inspiraron tanto se ha muerto. Cuando lo hizo Delibes ya conté,usando la voz de Julio Cortázar, cómo me sentía. Hoy he mirado entre mis escritos en busca de alguna crónica que hubiera escrito de prisa al terminar alguno de sus libros para saber cómo contarlo esta vez. Sorprendentemente, no tenía nada del que más me impactó ("Todos los nombres"), que no es de los que más comenta la gente. Lo que va a continuación es cómo ví, el 21 de Mayo del 2005, "Ensayo sobre la lucidez".
Pero antes una línea para darte las gracias, José Saramago, por haber compartido tu humanidad infinita conmigo y para decirte que, al enterarme de tu partida, "un pedazo de mí también caía muerto sobre los manteles, entre las frases convencionales".
Hace un rato he terminado, entre lágrimas, "Ensayo sobre la lucidez". Lágrimas que han aparecido de sopetón, en la última página, de sorpresa, sin esperarlo, porque nada me hacía esperar este final. Las anteriores novelas que he leído de este autor, pese a duras en las realidades q describe (siempre mediante alegorías o grandes metáforas, toda la novela es en sí mismo una metáfora), han terminado siempre con un toque esperanzador.
Pienso en "La Caverna", con el que lloré varias veces mientras lo leía, porque su tono era triste, desesperanzado. Saramago usaba la metáfora de la gran empresa (para Saramago, desalmada) que no encuentra ya hueco para una pieza, y se deshace de ella. Esa pieza, en este caso un pobre alfarero, no se rinde, y sigue haciendo figuritas ridículas, que no sirven para nada, para un mundo que ya no las quiere. Y Saramago logra que nuestro corazón esté siempre con el alfarero: "que las acepten, que no le echen, por favor q pueda seguir viviendo", anhelas.
En "Ensayo sobre la lucidez", al principio todo el mundo vota en blanco, pero está claro que uno ha de votar dentro de unos límites, y no salirse. Porque de la sorpresa inicial y la “segunda oportunidad” se pasa a medidas más agresivas, a llamarles subversivos, asesinos… y a matarles. Ya que con la fuerza de la razón no pueden conseguir nada (porque no la tienen) han de recurrir a la fuerza de la fuerza.
Saramago sigue con la metáfora de la ceguera blanca. El voto en blanco. El blanco, un tema tan tocado en literatura, desde el Arthur Pym de Poe hasta Moby-Dick de Melville. Lo blanco como horror, como historia de miedo. Claro que aquí el voto en blanco es lo contrario q la ceguera: es la lucidez. La gente que decide quejarse, salirse del rebaño. Y persistir. Resistir. NO pasarán. Toda esa parte es bonita, ayuda a soñar, a creer en la evolución, en un futuro lleno de gente pensante.
Pero la ceguera blanca de "Ensayo sobre la ceguera" era todo lo contrario que la lucidez. Y quieren culpar a la única mujer que no se , que en todo momento conservó la lucidez (tan difícil en estos días que vivimos) de la lucidez de los demás. Como si la lucidez fuera contagiosa (utopía contagiosa). Tal vez esta mujer, valiente, inteligente, crítica, estaba empezando a hacer pensar a sus vecinos, compañeros de trabajo, amigos. Igual estaba empezando a compartir esa clarividencia, y esto no se puede permitir. De hecho, se puede decir que de algún modo “contagia” al comisario que va a por ella. Ese comisario que se da entonces cuenta de que “cuando nacemos, cuando entramos en este mundo, es como si firmásemos un pacto para toda la vida, pero puede ser que un día tengamos que preguntarnos quién ha firmado esto por mí”. Y se niega a seguir el guión predestinado de su vida, se atreve a romperlo, y ser, de esta manera, lúcido.
El desenlace del libro, que se hace apenas en tres páginas es devastador. La lucidez no interesa. Lo que interesa es un pueblo de borregos atontados por la tele, los videojuegos, el individualismo, el fútbol. Nada más. Y alguien que piense, aunque sólo sea uno, debe ser extirpado, siguiendo la metáfora de Saramago: “hay q quitar la cabeza de la tenia que infecta a la sociedad” Que infecta de razón, de solidaridad, de crítica, de verdad. A los de arriba no les interesa q nadie piense, y esto se paga. Carísimo.
La lucidez ha muerto. También el perro de las lágrimas, el perro que se hizo amigo de la mujer porque le sorbió las lágrimas en los tiempos de la ceguera. Ya no hay princesa que cantar.
Y este final, pese a sabido, no deja de ser desolador. Sobre todo porque el perro de las lágrimas no podrá venir a socorrer las nuestras. El se ha ido con la lucidez.
*****************
ALGUNA FRASE DEL LIBRO:
La esperanza es como la sal, no alimenta pero da sabor al pan ( p. 59)
Remordimiento por lo que no he hecho, Hay quien dice que ése es el peor de todos, el remordimiento de haber permitido que se hiciera (p. 154)
Las manifestaciones nunca han servido de nada; de otra manera, nunca las autorizaríamos (p.168)
Cuando nacemos, cuando entramos en este mundo, es como si firmásemos un pacto para toda la vida, pero puede ser que un día tengamos que preguntarnos quién ha firmado esto por mí. ( p. 363)
(Al morir el perro): Menos mal, detesto oír los perros aullando
19 junio 2010
Versionando
18 junio 2010
Yo no sé quién me engañó
Yo no sé quien me engañó
sólo quiero Rock & Roll
si te cuento la verdad
me entran ganas de llorar
Me siento al teclado y pienso en las múltiples diferentes vidas que a algunos nos gustaría vivir, además de ésta. Aunque nos guste la nuestra, aunque la nuestra sea la que hemos decidido vivir sobre otras, aunque no nos entre ganas de llorar, como al "tipo listo". Pero es que hay gente que siente que con una vida no se abarca todo lo que una querría abrazar, aprender, disfrutar, ver, descubrrir, discutir, amar, leer, escuchar, sorprender, reír, compartir (ya paro o llamo a Consuelo's con su guitarra). El libro de Zeldin viene a mi cabeza. Lo busco en la estantería, leo subrayados, tomo notas... total que me sale el divague del otro día, "Maneras de vivir".
Pienso en directores de oficina que sueñan con convertirse en estrellas del rock. Con abogados que lo que querrían es navegar en un velero. Psiquiatras a los que les gustaría vivir de la pintura. Filólogas que serían felices cuidando perros. Naúfragos voluntarios que pagarían porque les encontraran. Blogueros que lo suyo sería vivir de este cuento. Diseñadores gráficos cuya pasión sería "vivir en las basuras". Médicos que me pinchan para montar un Ryad en Essaouria. Escayolistas que montaron un restaurante en algún punto de latinoamérica. Ingenieros que quieren vivir de la literatura. Ejecutivas que me echan los tejos para "montar algo en México".
Si ellos leen, se encontrarán. Para encontrarme a mí en esa otra vida, brújula probablemente al sur, Canon al cuello, el mundo a través del objetivo, y siempre dispuesta a salir corriendo.
Luego lo bloguería todo, claro.
17 junio 2010
Mamá la adivina
ESCENARIO 1
ESCENARIO 2
A Consuerte un terremoto no lo pillaría en casa. Le gusta salir y le gusta que salgamos juntos. Todos. A veces, consigo escaquearme y se van a horas intempestivas (domigo por la mañana) a dar una vuelta. Mientras yo preparo la comida y escucho música.
Pollito y también Consuerte (que no ha visto las manchas) están alucinados:
ESCENARIO 3
- ¿Cómo lo sabes?
16 junio 2010
Maneras de vivir
Este es uno de esos libros que cambian tu perspectiva, el ángulo desde el que ves la vida. Mejor dicho, me la cambió a mí, esto del libro que te toca es muy personal. Después de leerlo quería ser mejor persona: es un libro que te reconcilia con el género humano, te anima a intentar entender, invita a la flexibilidad, a tender la mano, a intentar hacer las cosas de manera diferente.
Uno de sus capítulos habla de cómo la gente elige cierta manera de vivir. Quien me lo regaló escribió como dedicatoria "por las muchas vidas que podríamos elegir vivir". Qué cree Zeldin de las "maneras de vivir" que la humanidad ha usado a lo largo de los siglos? Pues que las filosofías/religiones más populares que aconsejan sobre cómo vivir bien han adoptado, a lo largo de la ,seis formas o métodos de "viajar por la vida". Cada una de estas líneas de pensamiento suele creer que tiene la razón, que su manera es la correcta.
4. La cuarta forma es la búsqueda de conocimiento. Esta búsqueda per se es otra manera de evitar tener que decidir para qué quiere este saber. La idea de que el conocimiento es algo que se puede adquirir es reciente.
6. Estos cinco métodos de ir por la vida retienen su atractivo aún hoy en día, a pesar de sus puntos problemáticos, entre mucha gente. Pero el último método, "ser creativo" más reciente, se ha probado mucho menos. Inicialmente sólo Dios era creativo, el Creador. En 1870 la palabra creativo se empezó a aplicar a los mortales en Francia. Sólo cuando la originalidad empezó a ser valorada-y esto solo ocurre en ciertos círculos hoy en día, en la mayoría es mejor conformar-se hizo posible concebir que los individuos fueran creativos.
Porque, cuando se ha decidio su medio de transporte, uno aún necesita saber dónde quiere ir.
15 junio 2010
A veces
Otras veces sale solo, sin pensar.
A veces lo que digo es muy fácil decirlo, escribirlo.
Otras tengo que buscar las palabras adecuadas que definan lo que es.
A veces me gusta, me apasiona.
Otras me agobia pensar que lo "tengo" que hacer.
A veces pienso que da igual, que no importa, que a nadie le importa realmente.
Otras veces me reconfortan los comentarios.
A veces pienso que no soy yo la que he escrito, no me reconozco.
Otras soy tan yo que me duele.
A veces me gustaría encontrarme con todos vosotros y poner caras a la gente.
Otras veces pienso que mejor no meneallo.
A veces, se me amontonan, los temas, las ideas, las anécdotas.
Otras reviso lo que apunté y me parecen chorradas.
A veces, no puedo digerir lo que escribís.
Otras me quedo a medias y quiero más.
A veces me gustaría cambiarlo todo.
Otras me aferro a lo seguro, resistencia al cambio lo llamaban.
A veces me gustaría ser como vosotr@s.
Otras no sé como me gustaría ser.
A veces solo quiero que me quieran.
Otras prefiero querer.
A veces me parece íntimo escribir algo.
Otras me dejo llevar y lo hago.
14 junio 2010
Literatura desesperada
Hay una literatura para cuando estás aburrido. Abunda. Hay una literatura para cuando estás calmado. Ésta es la mejor literatura, creo yo. También hay literatura para cuando estás triste. Y hay una literatura para cuando estás alegre. Hay una literatura para cuando estás ávido de conocimiento. Y hay una literatura para cuando estás desesperado. Esta última es la que quisieron hacer Ulises Lima y Belano. Grave error, como se verá a continuación. Tomemos, por ejemplo, un lector medio, un tipo tranquilo, culto, de vida más o menos sana, maduro. Un hombre que compra libros y revistas de literatura. Bien, ahí está. Ese hombre puede leer aquello que se escribe para cuando estás sereno, para cuando estás calmado, pero también puede leer cualquier clase otra clase de literatura, con ojo crítico, sin complicidades absurdas o lamentables, con desapasionamiento. Eso es lo que yo creo. No quiero ofender a nadie. Ahora tomemos al lector desesperado, aquel a quien presumiblemente va dirigida la literatura de los desesperados. ¿Qué es lo que ven? Primero: se trata de un lector adolescente o de un adulto inmaduro, acobardado, con los nervios a flor de piel. Es el típico pendejo (perdonen la expresión) que se suicida después de leer el Werther. Segundo: es un lector limitado. ¿Por qué limitado? Elemental, porque no puede leer más que literatura desesperada o para desesperados, tanto monta, monta tanto, un tipo o un engendro incapaz de leerse de un tirón En busca del tiempo perdido, por ejemplo, o La montaña mágica (en mi modesta opinión un paradigma de la literatura tranquila, serena, completa), o si a eso vamos, Los miserables o Guerra y paz. Creo que he hablado claro, ¿no? Bien, he hablado claro. Así les hable a ellos, les dije, les advertí, los puse en guardia contra los peligros a que se enfrentaban. Igual que hablarle a una piedra. Otrosí: los lectores desesperados son como las minas de oro de California. ¡Más temprano que tarde se acaban! ¿Por qué? ¡Resulta evidente! No se puede vivir desesperado toda una vida, el cuerpo termina doblegándose, el dolor termina haciéndose insoportable, la lucidez se escapa en grandes chorros fríos. El lector desesperado (más aún el lector de poesía desesperado, ése es insoportable, créanme) acaba por desentenderse de los libros, acaba ineluctablemente convirtiéndose en desesperado a secas. ¡O se cura! Y entonces, como parte de su proceso de regeneración, vuelve lentamente, como entre algodones, como bajo una lluvia de píldoras tranquilizantes fundidas, vuelve, digo, a una literatura escrita para lectores serenos, reposados, con la mente bien centrada. A eso se le llama (y si nadie le llama así, yo le llamo así) el paso de la adolescencia a la edad adulta. Y con esto no quiero decir que cuando uno se ha convertido en un lector tranquilo ya no lea libros escritos para desesperados. ¡Claro que los lee! Sobre todo si son buenos o pasables o un amigo se lo ha recomendado. Pero en el fondo ¡lo aburren! En el fondo esa literatura amargada, llena de armas blancas y de Mesías ahorcados, no consigue penetrarlo hasta el corazón como sí consigue una página serena, una página meditada, una página ¡técnicamente perfecta! Y yo se los dije. Se los advertí. Les señalé la página técnicamente perfecta. Les avisé de los peligros. ¡No agotar un filón! ¡Humildad! ¡Buscar, perderse en tierras desconocidas! ¡Pero con cordada, con migas de pan o guijarros blancos! Sin embargo yo estaba loco, estaba loco por culpa de mis hijas, por culpa de ellos, por culpa de Laura Damián, y no me hicieron caso.
Roberto Bolaño, Los detectives salvajes (cap II.5)
13 junio 2010
Empresas Imbéciles
12 junio 2010
Ciegamente
Pero en aquella época no había google, y la manera de conseguir esa poesía, esa canción, esa película que necesitabas era mucho más tortuosa que ahora. Me recuerdo copiándolo furtivamente en el pasillo de debajo de las escalera en la Librería General de Vetusta.
Porque quiero tu cuerpo ciegamente.
Porque deseo tu belleza plena.
Porque busco ese horror, esa cadena
mortal, que arrastra inconsolablemente.
Inconsolablemente. Diente a diente,
voy bebiendo tu amor, tu noche llena.
Diente a diente, Señor, y vena a vena
vas sorbiendo mi muerte. Lentamente.
Porque quiero tu cuerpo y lo persigo
A través de la sangre y de la nada.
Porque busco tu noche toda entera.
Porque quiero morir, vivir contigo
esta horrible tristeza enamorada
que abrazarás, oh Dios, cuando yo muera.
Blas de Otero
11 junio 2010
Reina del despecho
A mí, personalmente, me cae bien.