22 junio 2010

La conexión Guatemala-Londres

Hoy me ponía a escribir sobre un proyecto que se está llevando a cabo en Southwark, a unas paradas de metro de mi casa, pero los recuerdos de otro que está teniendo lugar a miles de kilómetros de distancia se infiltran entre mis teclas, como ideas intrusivas, bienvenidas esta vez. Y siento que no os puedo hablar de kidscompany sin contaros algo de fotokids.

Los Pedalistas andaban por Antigua, Guatemala cuando entraron en contacto con el proyecto fotokids: http://www.fotokids.org/acerca_historia.htm. Igual estas subidas de optimismo ocasional mío -tal vez inconsciente, tal vez idiota, pero en todo caso espero que tóxico-, viene de la suerte que he tenido de chocarme con gente que aún cree que merece la pena montar este tipo de movidas. He buscado lo que escribí aquella tarde guatemalteca de 2004, mezcla de ideas sobre la fotografía, Cartier Bresson, el arte, y la esperanza. Y ahí va, junto con esta foto del mercado de Chichicastenango. Los ojos de ese niño me han perseguido desde entonces...


En algún cibercafé de Antigua, y seis años (aún) más joven, Di (calentando sin duda motores para este divlog) divagó:

Despues de un día de trekking escalador de nada menos que un volcán (el Pacaya), los Pedalistas encuentran una alternativa a la naturaleza pura y dura en Antigua. Hay un centro cultural, “El sitio”, donde se da una conferencia sobre Cartier-Bresson, fotógrafo francés recientemente fallecido sobre el que ya escribí en México, cuando se marchó. La señora que nos habla es una de las fotógrafas que trabaja con Sara Facio (autora de fotos a gente como Cortázar y Neruda, y de "Encuadre y foco", que leo por estos días), que conoció personalmente a Cartier. Pone un video documental sobre su obra, y luego hay un pequeño coloquio.

Aprendo algunas cosas que no sabía de Cartier-Bresson. Una, que era extraordinariamente tímido, y llevaba fatal la fama, hasta el punto de ser considerado arisco, difícil, de mal genio (siempre he pensado que lo mejor de ser un genio es poder tener, valga la redundancia, mal genio, poder pasar por excéntrico, y que te dejen en paz. De vieja aspiro a ser todo lo excéntrica posible, lo mejor de esa época en la que te empieza a dar mucho igual lo que piensa el vecino). Tambien observo en el vídeo que Cartier se tapa la cara continuamente, no le gusta que le fotografíen ni salir en el documental (que acepta porque lo hace una gran amiga suya, Sarah Moon). Quizás una de las razones sean (observación-deformación profesional) los marcados tics motores que tiene particularmente en los ojos, no sé si tan severos como para diagnosticarle un Síndrome de Tourette. Es un hombre que se expresa muchísimo con las manos, que no le da demasiada importancia a lo que hace, y que no le gusta llamarse fotógrafo, sino “alguien que hace fotos.” Le apasiona Bach. En un punto de su vida decide que no tiene nada mas que decir en fotografía, y pasa a dedicarse únicamente a la pintura. Antes de morir, quema todos sus negativos menos 300, que son los que se queda Magnum, y los únicos que se podrán reproducir.


Me deja hipnotizada todo lo que dice. Habla del famoso momento decisivo (le moment décisif): cómo estás esperando ese movimiento, ese cruce, esa mirada, y mil veces hay que se te escapa, y sólo hay una en que lo puedes atrapar, coger, hacer tuyo…. Zas! Es magia. Un cuadro lo puedes pensar, trabajar, tienes todo el tiempo del mundo. Una foto es aquí y ahora, y la pierdes para siempre, o la tienes para siempre.

Salgo reconfortada porque tal vez me tomo demasiado a pecho perder una buena foto, y me quedo gruñona conmigo misma unos minutos después de haberla perdido. Cartier también recuerda las fotos perdidas que, tal vez por idealizadas, serán siempre mejores que cualquiera de las que hayas logrado hacer. Es un poco como Itaca. Me fascina cuando habla del retrato: Cartier trata de captar lo que el llama “el silencio interior de esa persona.” No quiere posados, no quiere sonrisa de foto. Cuando a veces le preguntaban "porqué me has sacado esa foto", él contestaba: "porque pusiste esa cara".

Y también salgo con mucha energía y ganas de hacer más fotos. Como las hacía el: hay trozos del vídeo en el que Cartier dispara sin parar, con una cámara manual, va pasando la pelicula sin pausa, una, otra, qué sonido, me embruja… Y de los miles de fotos que ha disparado, sólo han pasado su filtro 300…

Antes de irnos del centro cultural, vamos a ver una exposición de fotografía en otra sala. Todas han sido tomadas por adolescentes entre 9 y 19 años, todos pertenecen a un proyecto llamado Fotokids. La idea partió de Nancy McGirr, una ex-fotógrafa de guerra de Reuters que consiguió movilizar a diversas agencias para dar una cámara y algo de formación fotográfica a niños que estaban en el basurero de la Ciudad de Guatemala recogiendo trozos de lo que no quería nadie. El proyecto lleva ya más de 10 años, y sus logros son increíbles. En primer lugar, las fotos: impresionantes. Retratos que se salen del papel, fotos muy bien compuestas, encuadres superoriginales. Pero lo mejor es la ilusión y el futuro que han creado en y para estos niños: algunos de ellos han viajado a Europa y Estados Unidos a dar clases de fotografía a otros niños, o a ver sus propias exposiciones. En sus biografías al lado de la imagen, se podía leer su concepción de la fotografía, y las puertas que les ha abierto. Me recuerda a una de mis películas favoritas de todos los tiempos, basada en un hecho real, en la que la fotografía también acude al rescate de un niño, esta vez en una favela de Río (Ciudad de Dios, de Fernando Meirelles, 2002).

Ningún momento tan decisivo como el de cada uno de estos niños al coger por primera vez una cámara y mirar a través de su objetivo. Y ninguna oportunidad tan perfecta para los demás para atisbar el mundo desde otros ojos. Un momento decisivo, y que no olvidaremos.







Y no puedo embed este vídeo, pero merece la pena:
http://www.youtube.com/watch?v=azpveltkU3U&feature=related



6 comentarios:

  1. Que bonito Di... Había oído algo acerca de esto en algún correo tuyo de entonces pero me ha gustado mucho tu post de hoy. No te daré estrellitas, porque no lo hacemos pero te mereces las cinco.

    ¿6 años? ¿ya?

    quiero ir a Guate!!

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  2. Sí Diva, 6 años ya... Y en plan nostálgico recordando el embrión de este blog (q poca gente conoce) pensaba "por qué no sabría yo de la existencia de los blogs entonces?" En aquella época colgaba nuestras aventuras en docus de word en una especie de grupo de msn (my poco user-friendly) y entraban los amigos. Tú fuiste de las q entraba siempre, y siempre comentabas. Los escritos, las fotos, todo. De alguna manera, viajaste con nosotros (snif) y lo mejor de ello es que te descubrí. Hasta ahí, habías sido la amiga de la uni del Pedalista (sólo esto me tendría q haber asustado ;)). En México te secuestré... y hasta ahora.

    Besito, di

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  3. Calla, calla que me vas a hacer llorar... y lo que es pero tu reputación de maléfica quedará por los suelos.

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  4. Bueno, recompongámonos... pero has visto las fotos de los niños de fotokids? Son una pasada...

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  5. uyyyyy Diiiiiii que blandita te veoooooo!!! Si en lugar de malefica pareces blancanieves o el enanito bonachón.

    "Disculpe Sra traductora no quería herirla con mis comentarios groseros..."!!!¿¿Dónde está mi diiiicon sangre en los colmillos???."!!!

    Por latinoamerica tengo un montón de fotos de niños, pero no sé, no me gusta colgar fotos con personas...
    edc de anónimo perezoso

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  6. Os equivocáis conmigo: si yo soy tan buena... La Maléfica es la piel de lobo con la que escondo el corderito de norit q soy.

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