Hoy yo venía aquí a hablar de un libro, pero las cosas a veces no salen como se planean, y hoy -adivinen- ha sido uno de esos días. Total que me he metido en una pequeña disertación sobre la historia de la policíaca, he releído un relato que ya había leído como dos veces antes, he visto "The Big Sleep" y he terminado poniendo -como siempre- demasiadas citas del libro que me ocupa, "The long goodbye" (El largo adiós) de Raymond Chandler. En todo este proceso he disfrutado muchísimo, tanto como leyendo esta novela y empezando a conocer a Philip Marlowe, su protagonista. Pero sin más dilación comencemos con toda historia -como siempre salpicada de irrelevantes anécdotas personales que a nadie interesan- pero eso sí, con los títulos característicos de la amabilidad de esta casa.
Breve -en serio- nota histórica
Las primeras novelas policíacas son los clásicos del SXIX "The murders in the Rue Morgue" (1841) de Poe, la dickensiana "Bleak House" (1852) y "The moonstone" de Wilkie Collins (1868). No he leído las dos últimas, pero el relato de Poe lo leí en la adolescencia y luego ya en inglés cuando llegué a este país. Ahora la he tri (quién sabe si tetra)leído mientras escribía este divague -ni que decir tiene, sin recordar nada- y su deselance no me ha gustado; no sé qué me pareció las otras veces, voy a poner una nota para no releerla en la jubilación.
Pero no nos detengamos: en 1887 nació Sherlock Holmes y entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, claro, la "época dorada de la novela policíaca" con Agatha Christie a la cabeza, a la que tod@s leímos a los 12 años como si se acabara el mundo, atrapad@s por la novedad del whodunit (quién lo hizo): aún recuerdo la sensacion de "guau" con los finales de uno titulado "La muerte de Roger Ackroyd" o del mismo "Telón", su póstuma. Qué inocencia, yo.
En este whodunit el lector se somete al mismo proceso de deducción que el investigador para desentrañar el enigma, porque el autor te ha ido dejando pistas- aunque algunas veces era tramposa Christie y se sacaba algún as de la manga que no había revelado antes: eso daba mucha rabia. Al final, el Hércules Poirot de turno reune en una habitación -o vagón de tren- a todos los sospechosos, descubriendo al asesino con más o menos fuego artificial.
Cosas más recientes: dos debilidades
Como última vuelta de tuerca del whodunit, esto: hace poco leí "Apostillas a El Nombre de la Rosa" (maravilla). Aquí Umberto Eco explicaba que el grupo de experimentación literaria Oulipo había construído una matriz de todas las situaciones policíacas posibles, descubriendo que "aún no se ha escrito ningún libro donde el asesino sea el lector" (buá: no es genial?). Nota: Sopesé hacer un divague sobre ese breve "Apostillas" pero veía que con mis habituales disgresiones me iba a quedar más largo que a Eco. Ahora, si te gustó "El nombre de la Rosa" (novela negra o policíaca?) lo recomiendo: se puede leer o bien pedirme que haga el divague.
Ah, y de repente me he acordado del más reciente whodunit que he leído y que recomiendo encarecidamente: "Sobre los huesos de los muertos" ("Drive your plow over the bones of the dead") de Olga Tokarczuk. Dale al enlace y verás.
Nace la novela negra: 1930
Volviendo a la línea del tiempo: llegamos a los años 30 y comienzan a aparecer autores pioneros del género de "novela negra", que publican en la revista estadounidense Black Mask. La negra es una evolución de la policíaca en el sentido de que el gran tema no es la resolución del misterio, sino el retratar una sociedad compleja, sus substratos sórdidos, con personajes ambigüos moralmente, y en la que no hay buenos-buenos ni malos-malos. Todo mucho más interesante: la novela negra es oscuridad.
El primer famoso dectective privado es Sam Spade, de Dashiell Hammet. El estilo de Hammet es nuevo: la actividad criminal ocurre en una ciudad, "un mundo de señales desconectadas y extraños anónimos, con un lenguaje desnudo, a veces elegante, a través de los ojos del nada emocional nuevo héroe-detective". Ha nacido la ficción "hardboiled".
La ficción hardboiled
La hardboiled (no tiene traducción al castellano) es un género que comparte cosas con la policíaca y la negra antes citadas. El protagonista es un detective cínico y sin sentimentalidades, que ya no cree en nada tras todo lo que ha visto en los bajos fondos, particularmente el crimen organizado de la época de la Ley Seca, la corrupción y demás.
Las publicaban en las "Pulp magazines" y si algo ha hecho Tarantino por ti, o por el público mainstream, es introducir el concepto de "Pulp fiction" ["pulp" viene, en concreto, del material de pulpa de madera barato en el que se imprimían las revistas].
Según Eddie Duggan, se diferencia de la novela negra en que en esta, el foco principal es interior: "desequilibro psíquico que lleva a auto-deprecio, agresión, sociopatía y la necesidad de controlar a los otros", mientras que en la ficción hard-boiled se pinta un fondo de corrupción social institucionalizada. Raymond Chandler refinó el género del hard-boiled hacia finales de los años 30 y escribió siete novelas, además de todos los relatos para esas revistas baratas de "Pulp fiction".
De dónde viene Marlowe
Chandler había nacido en EE.UU. pero cuando su padre alcohólico les abandonó, su madre se volvió a su Inglaterra natal y vivieron en un barrio aquí cerca (Croydon). Un tío de Irlanda les apoyó "reluctantly" (me encanta esta palaba, "a regañadientes") y el niño Ray pudo ir a un prestigioso cole de chicos-solo, el Dulwich College, en el que se formaron entre otros PG Wodehouse, Leslie Howard, Chiwetel Ejiofor y (ehem) Nigel Farage. Ya he hablado otras veces del sistema de "casas" de los colegios privados aquí: pues bien, una casa de Dulwich College se llama "Marlowe" y... cómo se llama el más famoso detective privado de la hard-boiled fiction? Sí: Philip Marlowe.
"The Big Sleep" (El sueño eterno)
Esta fue la primera novela de Chandler y la más famosa, tal vez por la peli de Howard Hawks (1941) con Humphrey y Lauren. El viernes pasado me lancé a verla y como tenía reciente "El largo adiós" me sonó todo bastante familiar: muertos por doquier, la femme fatale que supongo como guiño a los clásicos se llama Carmen (Sternwood) y, por supuesto, Marlowe (nadie mejor que Humphrey, hay que decirlo), el detective privado que narra en primera persona.
Eso sí, en un punto nos empezamos a perder (quién era quien?) y aunque el inglés de Bogart y en general el yanki de esa época no es lo más fácil de entender, no iban por ahí los tiros: ni aún tirando de wikipedia nos aclarábamos. Luego me reí mucho con que los críticos dijeron que era confusa e imposible de seguir (atención, el guión era de Faulkner) y con la siguiente anécdota: parece que en un momento Hawks y los actores no se aclaraban sobre si a un personaje lo habían matado o se había suicidado, y decidieron preguntarle al autor. Chandler dijo: "me pusieron un telegrama preguntando esto... que me maten si lo sé yo!".
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Suicide by glamour |
Así se presenta Marlowe
Que la historia esté bien es lo de menos, a mí lo que me ha enamorado de este libro ("la novela negra más larga nunca escrita", dicen, casi 450 págs) es el personaje de Marlowe. Así se describe en un punto de la novela:
“I'm a licensed private investigator and have been for quite a while. I'm a lone wolf, unmarried, getting middle-aged, and not rich. I've been in jail more than once and I don't do divorce business. I like liquor and women and chess and a few other things. The cops don't like me too well, but I know a couple I get along with. I'm a native son, born in Santa Rosa, both parents dead, no brothers or sisters, and when I get knocked off in a dark alley sometime, if it happens, as it could to anyone in my business, nobody will feel that the bottom has dropped out of his or her life.”
Se hacen una idea. Cada vez que Marlowe se presenta diciendo "Name's Marlowe", me derrito. Todo su diálogo es ingenioso, macarra, retador, irónico, cínico. "Siempre encuentro lo que quiero, pero cuando lo encuentro, no lo quiero ya más". Vale, nene.
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Ray posando en su papel "escritor de hardboiled" |
El mundo de los ricos
Otra cosa que me gusta de Marlowe es que no está muy interesado en la pasta, pese a moverse con las élites de Hollywood, que son los que compran sus servicios. Estos idiotas dicen cosas como "Soy rico, quién hostias quiere ser feliz?" o "los solíamos llamar sirvientes, ahora los llamamos ayuda doméstica. Me pregunto cuánto falta hasta que les llevemos el desayuno a la cama" (les traduzco al castizo: "cómo está el servicio").
Y Marlowe les contesta, desde su pasotismo vital: "no sé cómo se siente ser rico, pero desde luego usted no se lo está pasando nada bien". Porque su "orgullo es el del hombre que no tiene nada más". Mis favoritas son cuando les suelta algo que hoy piensa cada vez más gente (no, no todos, pero estos no leen D&D): "un hombre no hace la cantidad de dinero que usted tiene de ninguna manera que yo pueda entender" que viene a ser "no hay manera limpia de ganar cien millones dólares".
Alma de soltería
Este desapego de lo material le hace mucho más libre en todos los aspectos. Hay hay un punto en el que una de estas millonarias que aparecen por ahí le ofrece matrimonio y él pasa. Aparte de que claramente es una de esas personas que han nacido para solteros, le dice que está "malcriado por la independencia" (así como ella lo está por el dinero) y que no cree en el matrimonio: "para dos de cien personas el matrimonio es algo maravilloso; el resto, simplemente sobreviven". Obviamente las mujeres somos las culpables (recordemos, 1953) porque queremos demasiado territorio y a los pobres, con suerte, solo les queda una esquinita en el garage para colgar cuatro herramientas con las que jugar. No sé si Raymond había leído a Woolf, que solo quería el equivalente de esa esquinita, una habitación propia, para escribir. En serio: para que funcione un matrimonio hay que saber dejarse en paz un rato, por los dos lados. Ver series juntos no es medida del amor ni de nada: si uno prefiere leer o el origami, let it be.
Almas libres
Y tal vez Chandlerl no había leído a Woolf, pero no sé si Irvine Welsh había leído a Chandler cuando escribió su gran comienzo -hoy, manifiesto- de Trainspotting ("Choose Life"), que tuve colgado de mi cocina un tiempo cuando era "joven" como alerta de lo que no quería ser, pero Chandler lo hace a su manera. De cómo habría sido la vida de Marlowe de no haber sido un alma libre (gracias, almas libres de internet, por todas estas citas ahí colgadas): “The other part of me wanted to get out and stay out, but this was the part I never listened to. Because if I ever had I would have stayed in the town where I was born and worked in the hardware store and married the boss's daughter and had five kids and read them the funny paper on Sunday morning and smacked their heads when they got out of line and squabbled with the wife about how much spending money they were to get and what programs they could have on the radio or TV set. I might even get rich - small-town rich, an eight-room house, two cars in the garage, chicken every Sunday and the Reader's Digest on the living room table, the wife with a cast-iron permanent and me with a brain like a sack of Portland cement. You take it, friend. I'll take the big sordid dirty crooked city.”
Ay, porque "ninguna trampa es mortífera como la que te pones a ti mismo".
Las descripciones
Hablan por sí mismas:
"Era una hombre de mediana edad que para entonces ya había superado la pena y la ira".
"Era un tipo que hablaba con comas, como una novela dura",
"Era un hombre de cara delgada con una palidez sin interés" (en inglés se ve claro que lo que carece de interés es la palidez, que es lo que me gusta: "Uninteresting pallor".
"He was the same long, thin, wiry piece of tired and expressionless humanity"
Una curiosidad: así se veía el teléfono en 1953
En serio, esto nunca me hubiera imaginado:
"Hay algo compulsivo sobre el teléfono. Al hombre obsesionado por los artilugios (gadgets, no sé cómo traducir) de nuestra época le encanta, lo odia, le asusta. Pero siempre le trata con respeto, incluso cuando está borracho. El teléfono es un fetiche".
Fetiches? Esos teléfonos? Recuerdo el teléfono del salón de casa de mis padres (no el "góndola" color verdefeo que estaba en otra habitación): era negro, de rueda y exactamente como salen en las películas de cine negro. En aquella época no me gustaba (hoy sería pieza de museo, no me daba cuenta de que tal vez entonces también) y su última fase la pasó con un celo por detrás porque Fashion lo tiró al suelo (ahh, esa época en la que se rompía algo y si funcionaba, no se tiraba porque sí, como ahora). Al final lo cambiaron por uno rojo de teclas: podría decir "uno feo de teclas", pero ya ha pasado también a ser chulo, de esas manera vintage ochentera.
Los malditos psiquiatras
Y otra cosa viejuna que me ha encantado, por deformación profesional, es cuando se queja de tener psiquiatras en la policía. Me he reído mucho "los tíos escriben informes de 15 páginas!"... Ay... si supiera lo que vino luego con el "profiling" y demás...
"You two characters being seeing any psychiatrists lately? (...) We've got two of them on the staff. This ain't police bussiness any more. It's getting to be a bracnh of the medical racket. They are in and out of jail, the courts, the interrogation rooms. They write reports fifteen pages long on why some punk of a juvenile held up a liquor store or raped a school girl (...). Ten years from now guys like Marty and me will be doing Rorschach tests and word associations instead of chins-up and target practice. When we go out on a case we will carry little black bags with portable lie detectors and bottles of truth serum"
Algo de metaliteratura
No soy de "tramas" (y mucho menos si son "tramas maletines": "entonces Carter habló con Roberts, que había llevado a Scott al escondrijo de McCarthur, con el alijo que..." ), como la que he explicado de la peli de Hawks que nadie se aclaraba. "The long goodbye" no es complicada pero además, otra de las cosas que ha contribuido a yo me enganche ha sido que uno de los personajes es escritor y hay muchas reflexiones metaliterarias. Por algo dicen que esta es su novela más autobiográfica, tal vez se identifica con el escritor alcohólico porque Chandler era ambas cosas.
Sobre literatura, un par:
"La única salvación de un escritor es escribir" (qué bonito, y por supuesto esto también nos incluye a las blogueras fracasadas no publicadas)
Cuando habla del soporífero barrio de clase media al que se mudó el escritor, él mismo dice que era imposible que allí sobreviviese poque un escritor necesita estimulación: "no hay nada aquí aparte de una gran resaca morena; me refiero a la clase alta, claro".
Sobre el alcohol:
"Drunks with money are called "heavy drinkers"
"Mirar la vida a través de la niebla de una resaca".
“Alcohol is like love,” he said. “The first kiss is magic, the second is intimate, the third is routine. After that you take the girl’s clothes off.”
Y sobre lo que cuesta dejarlo, y cómo te has de acostumbrar a una vida beige, en colores pastel:
"It takes about three years (...) Usually it does. It's a different world. You have to get used to a paler set of colors, a quieter lot of sounds. You have to allow for relapses. All the people you used to know well will get to be just a little strange. You won't even like most of them, and they won't like you too well.”
Flecos sueltos
Si vas a goodreads, hay páginas y páginas de citas de este libro. Cada una es mejor que la anterior y su contenido va desde la imagen evocadora, hasta la psicología barata, pero tan llena de ironía q solo los idiotas tomarán literal, pasando por la reflexión filosófica de la sociedad y el mundo.
"Nada parece más vacío que una piscina vacía". Esta imagen es maravillosa ya sola, pero más si pienso en el contexto en el que escribe (California, Lucía Berlín, fotos de polaroid de Valeria Luiselli) ...
"Ninguna ciudad de frontera es otra cosa que una ciudad de frontera"
"Cree que la ley está en ese libro de derecho"
"I don't have enough tiger inside me"
"You are not big, you are just loud"
"El crimen no es una enfermedad, es un síntoma"
"No puedes juzgar a la gente por lo que hacen. Si los juzgas, debe ser por lo que son".
"Mendy Menendez no discute con la gente. Mendy Menendez les dice" (un macarra hablando de él mismo)
"La clase de suerte que tienes cuando te importa todo un carajo".
“Time makes everything mean and shabby and wrinkled. The tragedy of life, Howard, is not that the beautiful things die young, but that they grow old and mean.”
Y, facilón, pero para terminar una de las más famosas
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"Decir adiós es morirse un poquito" |
Un largo adiós, Mr Chandler: en realidad, un hasta luego.