Si últimamente se ha comentado que hay algunos divagues que estaban siendo divergentes con la filosofía / naturaleza de este blog, para tranquilizar a los divagantes que ya no saben si están en “con las manos en la masa” o “bricodeporte”, aquí volvemos a un clásico: a hablar de esos seres que nos fascinan y horrorizan por igual, los psicópatas.
Kevin Dutton es un psicólogo clínico británico que un día descubrió que su padre, ya fallecido, había sido un psicópata. No de los que salen en las pelis, esos que asesinan y descuartizan, ni siquiera de los que no les tiembla la mano en Recursos Humanos. No: su padre era un vendedor ambulante que simplemente tenía ciertos rasgos psicológicos que se ven precisamente en la población psicopática. Entonces escribió un libro (que es lo que se hace cuando un tema no te suelta) titulado “The wisdom of psychopaths” (La sabiduría de los psicópatas), cuya tesis es la siguiente: en según qué circunstancias, va bien tener esos rasgos. Para según qué profesiones, son vitales. La cuestión es no tenerlos “subidos a tope”, en ese particular dial, y todo el libro va de argumentar eso. Leyéndolo, conoces mucho más lo que es la psicología de estas personas que, a menudo, hacen sufrir tanto a los que tienen alrededor. Seguro que entre sus páginas encontrarás, si no claramente descrita a aquella persona, sí rasgos que habrás visto aquí y allá-tal vez alguno en ti mism@.
Un paso adelante: yo los he visto, me he visto reflejada. Porque comparto con los psicópatas una de sus características clave: la baja tolerancia para aburrimiento; ellos -y yo- siempre quieren estar haciendo algo. Yo sé que ahora está de moda decir eso de “perded el tiempo, no aprovecheis el día” y todo eso. No es que ideológicamente esté en desacuerdo con ese principio -ya vale de producir, puto capitalismo-, pero yo simplemente no puedo pasar una tarde mirando secarse la pintura de la pared: me aburro. Pero no se asusten, no soy el doctor Lecter, luego hay muchos otros rasgos que no comparto en absoluto con esos seres “tan fríos como un pez”, como dice mi amiga Yolanda, psiquiatra forense.
El libro está escrito en un tono de divulgación que a mí a veces me sobra: “en la cafetería de la universidad de Nosedónde me tomé una hamburguesa doble de queso con una cerveza bien fría con el catedrático Nosequé” (pero más largo) y hay intentos de chistes sin gracia. Pero en su gran mayoría es ciencia de la buena, con muchas referencias.
Me doy cuenta de que hasta aquí podría ser una recensión normal de libro: ahora se haría una conclusión, y a casa que hace frío. Obviamente, esa bloguera razonable no sería yo, así que aún quedan unos pocos miles de palabras que van a tener que leer. Simplemente porque no hay tema más fascinante que intentar entender por qué alguna gente es “mala” - y si nosotras lo somos, un poquito. Spoiler alert: si está usted preguntándose con ansiedad si es uno de ellos, probablemente no lo sea.
Un poco de historia
La psicopatía aparece por primera vez con el filósofo Teofrasto, sucesor de Aristóteles como jefe de la escuela peripatética de Atenas, que habla en sus 30 temperamentos morales del «hombre poco escrupuloso».
A principios del XIX, Pinel describe la “manie sans delire” (tras ver a un hombre que mataba a un perro a patadas sin ningún remordimiento, pese a estar perfectamente cuerdo).
Luego llega Benjamin Rush, médico y padre de la patria americana, con su “depravación moral innata prodigiosa”, siendo el primero que alude a causas potencialmente orgánicas para este problema: “probablemente se encuentre una organización original defectuosa de aquellas partes del cuerpo que se hallan ocupadas por las facultades morales de la mente”.
Por fin llegamos al SXX con Hervey Cleckley y su clásico “La máscara de la cordura”: “el psicópata es una persona inteligente, caracterizada por pobreza de emociones, ausencia de sentido de la vergüenza, egocentrismo, encanto superficial, ausencia de culpa, ausencia de ansiedad, inmunidad al castigo, impredecibilidad, irresponsabilidad, capacidad de manipulación y un estilo de vida transeúnte en lo interpersonal”. Pero a la vez tiene que tiene “ingenio y agilidad mental, entretiene al hablar, y con un encanto extraordinario”. Vamos, que el psicópata conoce la letra de las emociones, pero no la música. Lo clava.
Métodos de estudio
Si miras el cerebro de un psicópata y uno de un no-psicópata, su aspecto macroscópico es idéntico. Por tanto, para estudiar si físicamente los psicópatas son diferentes del resto de la población tendremos que recurrir a distintos métodos de imagen, por ejemplo, la estimulación magnética transcraneal con la que se demuestra que hay una zona particularmente afectada en su cerebro: la amígdala, una estructura del tamaño de un cacahuete que es la torre de control emocional del cerebro y es responsable de la manera que tenemos de sentir las cosas.
Otros métodos que tratan de “objetivar” algo intangible (recordemos “el método científico”) se describen en el ensayo: EEG, actividad electrodérmica (un índice muy fiable de estrés basado en la respuesta automática de nuestras glándulas sudoríparas), medición de constantes vitales y más.
En el libro se describen un montón de experimentos en los que se comparan a psicópatas con el resto cuando te dan un susto, o cuando te ponen imágenes horrendas (alguien más cierra los ojos en el cine?), y se mira cómo hay zonas del cerebro que se activan, cómo sube o bajan las pulsaciones y el sudor, cómo hay picos o valles en el EEG. [Nota: Las ondas theta que se asocian a estados letárgicos, meditativos o somnolientos en gente normal, pero en los psicópatas ocurren durante estados de vigilia normales e incluso, a veces, durante estados de gran excitación. O sea, ya en estados basales, su EEG es distinto]. Por ejemplo:
- Los psicópatas no se inmutan ante palabras emotivas: en una Tarea de Decisión Léxica (TDL) (se les dan palabras emotivas o neutras), en el EEG se ve que los no-psicópatas reconocen la palabra emotiva antes, pero no los psicópatas (para ellos la emoción es irrelevante: igual les da “mutilación” que “mesa”).
- Tampoco con las imágenes horribles: En la Emotional Interrupt task (EIT) la mayoría de la gente tiene problemas con las imágenes emocionales, porque lo son y por ello distraen. Los psicópatas no se alteran.
- Los psicópatas, literalmente, no huelen el miedo: Si expones a un no-psicópata al olor del sudor de alguien que ha pasado miedo (vs. sudor de alguien que ha hecho pongamos deporte) se incrementa la actividad en las zonas que procesan el miedo en el cerebro (amígdala e hipotálamo) y se es más preciso a la hora de juzgar si una cara tiene una expresión amenazadora o neutra. Pero los psicópatas no lo notan. [Nota aparte: es posible que el miedo grupal se “contagie”, por ejemplo en las estampidas, por el componente biológico de las hormonas que segregamos ante estrés emocional].
Gen del guerrero
Pero mucho antes de todo lo anterior: ¿los psicópatas vienen así de fábrica? ¿Es lo suyo nature o nurture o, como suele ocurrir, la interacción de las dos?
Os presento al MAOA-L, también conocido como el «gen guerrero», un polimorfismo de la monoamino oxidasa, hace tiempo asociado con conductas peligrosas y psicopáticas. El estudio crucial se publicó en 2002 y en él se vio que un polimorfismo funcional en el gen guerrero predice la conducta psicopática en hombres que fueron maltratados de niños. Por otra parte, los que proceden de un entorno disfuncional similar, pero que producen más cantidad de esta enzima, raramente desarrollan tales problemas. Que seamos «buenos» o «malos» depende en parte de nuestros genes, y en parte de nuestro entorno. Pero como no podemos elegir ninguna de las dos cosas, ¿somos libres en realidad de elegir?
Y ahora, atención: en 2006, el abogado defensor de Bradley Waldroup, un tipo que asesinó horriblemente, usó este argumento en su juicio en Nashville, Tennessee. Sus demostrados niveles bajos de MAOA junto con su historia de haber sido golpeado repetidamente por sus padres de niño le libraron de la pena de muerte, y cambio está en cadena perpetua porque “su libre albedrío se vio erosionado por su predisposición genética”.
Ahora que todo empieza por “neuro” os presento a la «neuroley», una subdisciplina en desarrollo (recordemos aquel divague del pleistoceno “la neurociencia transformará la ley”) y a la “neurociencia cultural”, el estudio de “cómo los valores, prácticas y creencias sociales moldean y son moldeados por procesos genómicos, neurales y psicológicos, a través de múltiples escalas temporales y culturales” (hay algo más bonito que estudiar?).
Adictos a la Dopamina
Otra explicación para los comportamientos de esta gente es su pasión por las recompensas, que buscan a cualquier coste. Por eso, si tienes un niño con rasgos psicopáticos (sí, se nace con ello), va a responder mal al castigo, pero mejor a los premios.
El experimento que lo demuestra pasa por dar choques eléctricos a los sufridos participantes: cuando los errores se castigaban con una descarga, los psicópatas lo detectaban mucho más despacio que los no psicópatas. Pero cuando el éxito se veía recompensado por pasta, los psicópatas eran los más rápidos a la hora de captar las cosas. O sea, si se les ofrece algún tipo de recompensa, se entregan a la tarea, sin tener en cuenta el riesgo.
¿Y cuando pensamos recompensa pensamos en?... Voilá, Dopamina. Algunos rasgos psicopáticos [impulsividad, elevada atracción por las recompensas, toma de riesgos] están ligados a una disfunción en el circuito de recompensas de la dopamina. Debido a esas respuestas exageradas a la dopamina, en cuanto se concentran en la posibilidad de obtener una recompensa, los psicópatas son incapaces de alterar su atención hasta que tienen lo que andan buscando.
Gordon Gekko en "Wall St" |
Estudio de la Personalidad
Otra manera de intentar entender esta presentación es siguiendo los pasos de los estudiosos de la personalidad. Un breve repaso: ya Hipócrates de Kos comenzó a intentar definir las distintas personalidades, así, por observación, y llegó a los cuatro tipos famosos: sanguíneo, colérico, melancólico y flemático.
Prácticamente no ocurrió nada a este respecto durante dos mil años y en 1952, el psicólogo británico Hans Eysenck aventuraba que la personalidad humana comprendía dos dimensiones fundamentales: introversión/extraversión y neurosis/estabilidad (posteriormente añadió una tercera, psicoticismo: agresión, impulsividad y egocentrismo).
Luego vinieron Allport, Catelll y por fin los “Big Five”, que fue un recondensar con Factor Analysis los rasgos de Cattell en cinco factores recurrentes:
- extraversión,
- amabilidad,
- responsabilidad,
- estabilidad emocional/neuroticismo
- apertura a la experiencia.
Los psicópatas tiene altos los puntos 1 y 5 - extraversión (seguridad en sí mismo y búsqueda de emociones) y estar abierto a la experiencia (acciones)- y bajos el resto (amabilidad, responsabilidad y neuroticismo).
Pero para medirlo todo bien-bien, aquí os presento al Psychopathic Personality Inventory (PPI) donde 8 dimensiones distintas de la personalidad convergen en ese mamotreto psicométrico (187 preguntas!), una de las pruebas de psicopatía más exhaustivas que existen.
- egocentrismo maquiavélico (ME);
- inconformismo impulsivo (IN);
- externalización de la culpa (BE);
- despreocupación y falta de planificación (CN);
- audacia (F);
- potencia social (SOP);
- inmunidad al estrés (STI),
- frialdad (C)
se dividen y reformulan de nuevo a lo largo de tres ejes superiores:
1. Impulsividad centrada en el yo (ME + IN + BE + CN)
2. Dominación y audacia (SOP + F + STI)
3. Frialdad (C)
Algunas de las dimensiones me encantan, si tuviera que abrir un blog ahora, sería difícil decidirme entre llamarlo “Egocentrismo maquiavélico” o “Dominación y audacia”.
Características de un psicópata: dame listas!
- Sentido muy elevado de la propia valía - estratosférica autoestima narcisista
- Capacidad de persuasión,
- Encanto superficial,
- Intrepidez,
- Falta de remordimiento
- Manipulación,
- Hacer lo que quieran y cuando quieran, sin inmutarse ante las consecuencias sociales, morales o legales de sus actos. A los psicópatas les importa un comino lo que sus conciudadanos piensen de ellos
- Crueldad
- Impulsividad
- Búsqueda de emociones
- Falsedad y capacidad de explotar a los demás, maquiavelismo.
Todos hemos conocido a personas así. No son Patrick Bateman, pero son seres que, hasta que descubres su lado oscuro, pueden ser sumamente atractivos. En inglés existe una expresión que me gusta, “larger than life”, como también me encantan como palabras (estas en castellano), “intrépida” y “audaz”. Me recuerda a Los Rodriguez
Y bailaba siempre al compás
No le importaba
Que se la echaran a suertes
Llegó la noche, llegó el champán,
llegó la hora de la verdad”
Bueno, que divago. Vuelvo: como la tesis del autor es que, controlada, la psicopatía puede ser útil a la humanidad (quién sería soldado de fuerzas especiales o cirujano si no?), ha desarrollado esta otra lista, parecida, pero positivizando algunas de las habilidades psicológicas (Luchar, Imponerse, Vencer) porque “repartidos con buen criterio y aplicados con el debido cuidado y atención, pueden ayudarnos a conseguir exactamente lo que queremos; pueden ayudarnos a «responder», más que a «reaccionar», a los desafíos de la vida moderna; pueden transformar nuestra actitud de víctima en la de vencedor, pero sin convertirnos en villanos”. El propone que lo que les pasa a los psicópatas es que tienen el “dial” de estas características subido hasta 110. O sea, la zona limítrofe entre la psicopatía funcional y la disfuncional dependen no de la presencia de atributos psicopáticos per se, sino de sus niveles y de la forma en que se combinan; solo son distintas posiciones en el mismo continuo neuropsicológico. Así que su lista es:
1. Impasibilidad
2. Encanto
3. Concentración
4. Fortaleza mental
5. Intrepidez
6. Atención plena
7. Acción
Unas notas:
1. Impasibilidad
Arriba hemos dado unos cuantos estudios en los que se ve cómo a los psicópatas, les enseñan cosas horribles y “ni sienten ni padecen”. ¿Verdaderamente no tiene empatía?
Hay dos tipos de empatía, la fría y la caliente. La fría, es el razonamiento y el pensamiento racional y se aloja en el córtex prefrontal y el córtex parietal posterior. La caliente, es la que “se siente” y se aloja en la amígdala. En resonancia, esto se ilumina en la población general pero no en psicópatas. Ellos tienen mogollón de empatía fría y pueden por tanto “comprender” en lugar de “sentir”: esto les permite una predicción abstracta y nada nerviosa, opuesta a la identificación personal que sentimos el resto, que "nos duele" por esa otra persona. O sea, los psicópatas son mejores en reconocer emociones de los demás pero tienen una disociación entre sus componentes sensoriales y afectivos: en la desconexión entre saber «qué es» esa emoción y sentir «cómo es».
Ted Bundy: Siempre saludaba |
2. Encanto
“Oh, Clarice, su problema es que necesita disfrutar más la vida (...) Primeros principios, Clarice. Simplicidad. Lea a Marco Aurelio, de cada cosa pregúntese qué es en sí misma, cuál es su naturaleza”.
No hay en el ensayo estudios sobre el encanto personal (cómo medir esto, aunque seguro que se puede), y por eso incluyo un ejemplo de lo que me podría parecer "encanto" a mí, venido de su asesino en serie, no olvidemos. Todos salimos algo enamorados de Aníbal y es por cosas como esta.
3. Concentración
Ya hemos explicado arriba que la dopamina es la razón por la que los psicópatas se concentran en la posibilidad de obtener una recompensa. No sienten angustia, ni notan tal emoción en los demás, porque cuando se concentran en una tarea que les promete una recompensa inmediata, eliminan automáticamente todo lo que es irrelevante. Tienen una «visión de túnel» emocional. O sea, no es que no sientan miedo, y que sean esos seres vacíos de emociones que pinta tradicionalmente la literatura, sino que no lo notan porque están enfocados en la sardinita.
4.. Fortaleza mental
Los que corren riesgos en la vida tienden a puntuar más alto en las pruebas de «fortaleza mental» que aquellos que se muestran adversos al riesgo, siendo las puntuaciones en la subescala de "desafío/apertura a la experiencia" el mayor pronosticador de riesgos físicos, y las puntuaciones en la subescala de la "confianza" el mayor pronosticador de la adopción de riesgos psicológicos.
Steve Jobs tenía decisión, empuje, concentración, perfeccionismo, a la vez que era inflexible y completamente déspota. Todos los líderes del mundo de los negocios que tienen éxito son así. El además tenía carisma y visión. Una bomba.
5. Intrepidez
6. Atención plena (Mindfulness)
La concentración exclusiva e inmediata en el aquí y el ahora es una disciplina cognitiva que tienen en común tanto la psicopatía como la iluminación espiritual -la atención plena y consciente, constituye el séptimo paso del Noble Camino de las Ocho Etapas budistas.
Estado de "flow" |
Y por último, la forma de “abrirse a la experiencia” es otro componente integral de la meditación de conciencia plena y una cualidad común tanto a psicópatas como a santos. No he contado el capítulo que describen que San Pablo era un psicópata, tendréis que leer el libro.
7. Acción
Los psicópatas necesitan «hacer» algo siempre. Es por su bajo umbral de aburrimiento: les gusta estar entretenidos. Los psicópatas no procrastinan nunca. Si fuera solo esta caracterísitica les presentaría ahora a la psicópata residente del divlog: Di Vagando, para servirles. Esa soy yo, no me gusta nada aburrirme, lo tolero mal, me impaciento, me cabreo - pero procastino, por ejemplo escribo este blog en lugar de descongelar el frigorífico.
Y a nivel más macro, el estilo de vida "transeúnte y peripatético" es otro rasgo de la personalidad psicopática que, al igual que la transmutación de las pasiones, tiene sus cimientos en la tradición de la iluminación espiritual. Hay 35-50 asesinos en serie actuando en un momento dado en Estados Unidos (hace años había unos 800, véase abajo sección epidemiología, por qué han disminuído) y muchos operan por gasolineras y moteles baratos. Las palabras “psicópata” y “trotamundos” van juntas.
¿Cuál es el sentido evolutivo de la psicopatía?
Si la psicopatía fuera tan poco adaptativa, ¿por qué su incidencia (1-2%) ha seguido siendo estable a lo largo del tiempo?
Una puede pensar que esta gente prevalece de entrada por algo muy básico: es muy probable que tengan un mayor número de parejas sexuales, con relaciones esporádicas y breves, luego así aumentan las posibilidades de propagación de sus genes.
Evolutivamente, el hecho de conformar con el grupo te da garantías de supervivencia, obviamente: cuando el individuo sobresale menos, las oportunidades de sobrevivir aumentan. Pero en cuanto a interacciones sociales, qué sale más a cuenta?
Tenemos los dos puntos del espectro: los lobos y las ovejas, ser malísimos o unos santurrones. Pero la pura agresión incondicional (lobos) y la pura capitulación incondicional (ovejas) están destinadas a fracasar como estrategias de intercambio social en una sociedad como la nuestra, con múltiples interacciones y de dependencia mutua. Como estrategias para la supervivencia, ni la cooperación ni la competición ciegas pueden ser consideradas evolutivamente estables. Ambas pueden ser derrotadas por contraestrategias invasoras o cambiantes.
Y para demostrar esto, tengo que contar el experimento porque es chulísimo (ya hablamos desde otro ángulo de él en el divague de “Humankind”). Para ello, comencemos con la teoría de juegos (una rama de las matemáticas que intenta cuantificar el proceso óptimo de toma de decisiones) y en particular el «Juego del ultimátum», un paradigma usado en neuroeconomía que explora la forma en la que evaluamos las ganancias. El juego consiste en que dos jugadores interactúen y decidan cómo se dividirá una cantidad de dinero que se les entrega (e.g. 40% para ti, 60% para mí). El primer jugador propone una solución y el segundo decide si acepta o no la oferta. Si el segundo jugador decide rechazarla, porque el otro se ha pasado dos pueblos (e.g. 10% para ti, 90% para mí), ninguno de los dos se lleva nada. Resultado? Los psicópatas toman mejores decisiones financieras que el resto: muestran más disposición a aceptar ofertas injustas, favoreciendo la simple utilidad económica por encima de la exigencia de castigo y preservación del ego, y además se sienten mucho menos molestos por la desigualdad. Se la suda todo (y de hecho ellos sudaban menos cuando se medía su actividad electrodérmica), son pragmáticos y al concluir el estudio, sus ganancias eran mayores.
Y ahora viene mi favorito: qué programa de ordenador usará la mejor estrategia en “el dilema del prisionero” (ya saben, si delatar o cooperar). El programa que tuvo más éxito de lejos fue el más sencillo, “Tir For Tat” (se traduciría algo así como “ojo por ojo”): empezaba cooperando, y luego copiaba exactamente la última respuesta de su competidor. Recompensaba la cooperación con cooperación, y luego recogía los beneficios colectivos. Imponía sanciones inmediatas contra la competición incipiente, evitando así la reputación de ser demasiado blando. Y después de tanto rencor, era capaz de volver, sin recriminación alguna, a un modelo de mutuo acuerdo. Al final, Tit for tat era prácticamente invencible. La razón es que bajo el exterior sonriente se agazapaba un interior de acero. Cuando la situación lo exigía, no tenía el menor remordimiento a la hora de castigar. El secreto del éxito estaba en su lado oscuro implacable igual que en su lado sonriente por defecto; en el hecho de que cuando las cosas se ponían feas, era capaz de asumir el reto. Pero qué curioso: el modelo del éxito de Tit4Tat tiene en su seno elementos psicopáticos. Al final, la «supervivencia de los más aptos» no parece que recompense la competición indiscriminada, es más cuestión de “toma y daca”.
Epidemiologia: ¿por qué hay hoy más psicópatas?
La sociedad se está volviendo más psicopática. Tenemos frente a nosotros a la “Generación yo”: en un estudio que ha examinado hasta el momento a 14.000 voluntarios, se ha comprobado que los niveles de empatía de los universitarios han ido declinando de forma constante desde que se inauguró la escala con la que lo estudian en 1979, más pronunciado en los últimos 10 años. Los universitarios de hoy en día tienen en torno a un 40% menos de empatía que sus homólogos de hace 20 o 30 años. Los niveles de narcisismo también se han disparado: son los más egocéntricos, competitivos, seguros de sí mismos e individualistas de la historia reciente.
Es curioso, porque la violencia está actualmente en declive. Steven Pinker en su famoso libro de 2011 “The Better Angels of Our Nature: Why Violence Has Declined” lo explica (ya hablamos de este libro en “Humankind” también, y si alguien está interesado en un debate sobre la naturaleza humana entre Pinker y Bregman, está en este podcast: The Panpsycast Philosophy Podcast) . Según Pinker, la razón de esta disminución de la violencia es el proceso gradual de maduración cultural y psicológica de la sociedad, que empezó en el siglo XI o XII, y maduró después en el XVII o XVIII. La "cultura del honor" (la presteza en tomar venganza) dio paso a la "cultura de la dignidad" (la presteza en controlar las emociones). Estos ideales dieron como resultado unas instrucciones explícitas de conducta normativa que los “árbitros culturales” dieron a los nobles, permitiéndoles diferenciarse de los villanos. Más tarde estos principios fueron absorbidos en la socialización de los niños y, poco a poco, permeando a la sociedad. Estos árbitros culturales solían ser los clérigos, filósofos, poetas, etc en el pasado, pero hoy son las estrellas del pop, actores, influencers, videogamers y demás. Además, gracias a la mayor transparencia, hoy sabemos que los mitos del deporte se dopan, los curas meten mano, la ley es una performance, la policía y la política ni te cuento. Nuestros modelos tienen poco que imitar. En los 90 estaban Gordon Gekko y Mario Conde como luz y guía, pero en 2008 cayó Leaman Brothers de manos de -caramba, qué coincidencia- psicópatas, que son obviamente los culpables de la crisis financiera global. Como hemos visto, persiguen ciegamente su beneficio, su enriquecimiento, pasando de todo, abandonando el anticuado concepto de nobleza, igualdad, imparcialidad, o cualquier idea de responsabilidad social de la empresa.
Más razones? A riesgo de sonar viejuna, eso de que los chavales se junten y, si se les deja, cada uno esté mirando sus pantallas en lugar de hablar, pegarse, enrollarse, me plantea muchas dudas. Yo, que tiendo a desmitificar la nostalgia y siempre he sido partidaria de la tecnología tanto como información como comunicación - ejemplo: gracias al blog he leído, aprendido y conocido a gente guay. Cuando MIni era peque, mi obsesión era que no perdiera el tiempo en videojuegos, pero no me importaba que se comunicara con sus amigas de esta forma: es la manera de hoy, pensaba, yo me pasaba horas en el teléfono con amigas que había visto en clase ese mismo día. Pero ahora empiezo a plantearme lo que esta tecnología va a hacer a esta generación, en particular en su aproximación al sexo. Las estadísticas dan porcentajes escalofriantes de los adolescentes que se inician en el sexo vía la pornografía. O sea, cuando se metan en harina, tendrán aquel mundo machista, violento, y nada agradable para las mujeres como plantilla: qué mal.
Un antídoto? Leer. No lo digo yo, lo dice Dutton, el autor: “Leer un libro va tallando senderos neuronales totalmente nuevos en el antiguo lecho de roca cortical de nuestro cerebro. Transforma la manera que tenemos de ver el mundo. Nos hace más alertas a la vida interior de los demás. Nos convertimos en vampiros sin ser mordidos. En otras palabras: más empáticos. Los libros nos hacen ver de una manera que la inmersión ocasional en internet, y la viveza que ofrece el mundo virtual, no consiguen”. Pero qué adolescente lee ahora los clásicos, con los chupitos de dopamina en la pantalla de un móvil siempre disponibles?
I need a hero
Por terminar con una nota alta, hablemos de la psicopatía positiva funcional, la rama que estudia la incidencia de las características psicopáticas «adaptativas» en lo que llaman «poblaciones heroicas». Los héroes son duros, intrépidos, dominantes, inmunes al estrés y con baja ansiedad. Estos diales están en ellos al máximo. Pero se distinguen de los psicópatas en su relativa ausencia de rasgos relacionados con la subescala de la "impulsividad centrada en uno mismo" (p. ej., maquiavelismo, narcisismo, ausencia de planificación y despreocupación, y conducta antisocial). Estos diales están al mínimo. Tal perfil describe "la anatomía del héroe" (o la heroína).
Necesitamos héroes: gente que se meta en el edificio en llamas, que operen a corazón abierto, que tomen decisiones en momentos críticos, que roben a los ricos - y nuestros corazones. Como concluye Dutton, la psicopatía es “como una medicina para los tiempos modernos: si se toma con moderación, puede resultar extremadamente beneficiosa. Todos nos beneficiaríamos, en determinados momentos de nuestra vida, de subir un punto en el dial del encanto, la concentración, la fortaleza mental, la intrepidez, la despreocupación (vivir el momento) y la acción. Lo importante es ser capaz de volver a bajarlos luego”.
Tal vez haya más psicópatas desde los 80 porque no hay canciones como las de los 80, así que termino con un clásico de ayer-de-hoy-y-de-siempre con el que hemos arrasado en los karaokes. Bonnie Tyler, visionaria.
I need a hero
I'm holding out for a hero
'til the end of the night
He's gotta be strong,
and he's gotta be fast
And he's gotta be fresh from the fight
He's gotta be sure, and it's gotta be soon
And he's gotta be larger than life
Está claro que todos conocemos psicópatas, se me ocurren ahora mismo algunos de los jefes que he tenido. Confieso que me he perdido un poco (o he dejado de prestar atención) en alguna de tus listas, pero me gustaría saber si existe lo opuesto al psicópata, porque me temo que yo coincidiría bastante con ese perfil: es decir, sentirse culpable de todo, empatizar a mogollón con todo bicho viviente, introversión... lo del neuroticismo no lo tengo tan claro, pero no lo excluyo. Y, por supuesto, soy de las que cierran los ojos ante cualquier escena mínimamente desagradable. Vaya, que no voy a llegar a CEO de nada (cosa que sé hace tiempo), pero al menos tampoco iré por ahí destripando a gente.
ResponderEliminarELENA, totalm aceptado q te hayas saltado las listas... yo ya sé que a ti lo q te pone son los párrafos del cerebro: viva la amígdala y el hipotálamo!
ResponderEliminarY sí q hay gente en el otro polo del espectro, aquí los llaman "empaths", pero desconozco su validez científica (no me lo he mirado aún, no creo q haya escalas de 187 preguntas!). Como tú, yo tb coincido con rasgos de ese perfil (alto sentido de la culpa, sentir compasión fácilmente, llorar con las pelis-acabo de ver "5 lobitos" y aún me estoy recuperando)... me pregunto cuánto tiene de tradición judeocristiana y cuánto de amígdala juguetona... o más bien las dos cosas...
love
di
Hemos tocado hueso... por lo de pronto empiezo por el final... está muy bien la Bonnie (ah,en la disco, antes boite!!), pero yo prefiero a la Linda de TLOU.. cuando se ponen a pedir héroes (o babys amorosos), hasta la inmensa Jonis me produce perplejidad... hay mucha más sicopatía repartida de la que se imagina la gente (que ya se imaginan bastante, pero pobremente)... como el Síndrome de Estocolmo Clandestino, la cosa tiene más micelios que el hongo de TLOU... hay mujeres infectadas por el SEC, que se autoconsideran hasta feministas...
ResponderEliminarHaré algo de arqueología y volveré por aquí. Que, además, me quedaron los 5 lobitos...
Bicos levemente sicópatas...
Morning MV. Yo no había visto el video y estoy horrorizada, no hay por dónde cogerlo, ni los 80s lo disculpan. Me he perdido un poco con los acrónimos, no sé a qué te refieres así a primera vista... si ya hay incomunicación entre nosotros con palabros enteros, imagina... Y sí, dicen q son el 1% de la población... unos cuantos.
EliminarGracias por las arqueologías y bicos intrépidos
di
Lo de als siglas es un lodo del guauguau imperante... y no olvides que tú usas spr, por ejemplo... pienso que el acrónimo de un título de algo tiene más misterior que estas palabras mutiladas... escribir (decirlo ya es otra cosa, aún estoy en la fase previa de decir "as" en vez de "us") The Last Of Us, no da tanto jugo como TLOU, especialmente para los crucigramófilos y poco mafaldistas... pero esta es comidilla frecuente en los ámbitos seguidores de la serie (y, ya no digamos, del videojuego)...
EliminarLo del SEC tien más tela, yo le llamo el Síndrome de Estocolmo Clandestino, que supongo injertado en toda mujer que se precie (no sé que pasará con "las trans")... pero este ya no iba con carga de picazón mental...
Bicos misteriosos... y lo de arqueólogo irá algo lento, porque me has dejado un lío de pasadizos, que combina lo peor de Banderley con el interior de una Gran Pirámide...
Sí, sí, MV, estoy contigo q yo uso acrónimos, anglicismos y frecuentemente mal el castellano... pero es q TLOU no teníá ni idea de lo q era, no soy mucho (muy? cual es el uso correcto ves?) de series y de videojuegos ni te cuento.
EliminarPásalo bien de Indiana Jones, cuida con la sección serpientes :)
bicos serpenteantes
di
Empecé por el principio... no soy muy original... y ya me encontré con una anécdota del Nán que es antológica : la traducción de puticlub por pastelería (estos que subtitulan!!)... y lo más importante, como a veces el lost in traslation no tiene nada de malo, sobre todo si la protagonista es una a la que llaman Scarlett (en su momento "pretrans" y en modo Hermaterializada)... pero lo mejor, cuando el ya citado indica que no influye mucho en el entendimiento que tenemos de la escena audiovisualizada (cómo será la escenita?)... lo que yo llamo "los filtros adyacentes"...si estás preparado para entender no resulta muy difícil entender (aproximarte)...
EliminarBicos sin traslation...
Me has dejado un poco... lost in translation :) Scarlett pretrans! No entiendo nada. Todo en orden :)
Eliminarbicos originales sin subtítulos
Confieso que he hecho scroll pero no lo he leído... he llegado al final para preguntar qué ha pasado con tu receta. No sé si creías que se me iba a olvidar...
ResponderEliminarSeguro que a estas horas el bicho se ha adueñado de media casa. ¿Por qué te crees que Di se pasa horas escribiendo larguísimos posts, encerrada en un cuarto? Fuera, el bicho acecha...
EliminarQueridas,
EliminarSolo hacer scroll tiene mérito... en ordenador aún va, pero lo hice el otro día en teléfono y me pareció ... tirando a psicopático :) Habrá q rebautizar al blog copiesutesina.com.
Pero para sicopáticas vosotras metiendo el dedo en la llaga del bicho: sabéis q el tema es doloroso. Por temas de vidaloca esta semana (entre otros, conté que cambiamos la cocina? ha sido horroroso) no pude atender al bicho como merecía (vamos, quedó olvidado en el armario). Total que ayer fui a ver y... me encontré la capa superior hemos un rochefort. La quité pero había islotes verdes (q comemos todos felices en los quesos azules, o no?) por ahí y consulté a mi consultora-de-kombucha Belén q me dijo 1. "yo no me la tomaríá" y 2. "no guardaste scoby congelado, spr se reocmienda para cuando algo falla". Obviamente la respuesta a 2 es no, así q estoy triste pq no sé si el scoby (alien, para vosotras) no infectado a primera vista lo esté también.
No sé por qué os doy estos datos, pq os dan mucha vida... os paso la PPI?
Qué interesante... y qué largo. Reconozco que lo he leído entero pero a plazos, tu confianza en los divagantes va a ser excesiva, sospecho.
ResponderEliminarMe reconozco en algunos rasgos, supongo que en un estudio a fondo de cualquier patología quien más quien menos ve cosas que le suenan, pero con los años mi encanto va a menos claramente y el aburrimiento (o el no tener que hacer siempre algo) cada día me gusta más.
Cuando topas con alguien evidentemente psicópata (o bastante, si se puede ser bastante psicópata) es un choque emocional. Tuve un jefe con el que no me llevaba mal, hasta que descubrí que como enemigo (aunque lo fuera de otras personas) era tan peligroso que no podía merecer la pena tenerlo de amigo...salir por pies es lo mejor.
muxus
Marisa, a plazos se acepta, sigues teniendo tu pegatina de buena divaganta-no así Fashion q ha dicho q es "denso" q "casi no hay chascarrillos". No es nada denso y chascarrillos vale, pocos, pq si no pues ya escribo un libro...
EliminarSerá normal q mucha gente tenga algunos de los rasgos si es un "espectro" y tb, estoy contigo, q algunos se irán atenuando con la edad... pero no me seas coqueta: el encanto noooo :)
muxus muchos
di
Yo no me he enterado de lo del cambio de cocina. Cuentanoslo....
ResponderEliminarEsperamos ansiosamente el divague sobre el cambio de cocina. Seguro que este sí que da para muchos chascarrillos.
ResponderEliminarPequenias: todo empezó por un grifo que se rompió, y fastidió cositas a su alrededor. Deberíais saber q en mi casa ningún cambio ocurre por motivos estéticos, siempre hay una crisis desencadenante q hace todo chorlito y estresante. Solo os lo puedo resumir con tres palabras: "ha sido horrible". Hay bastantes historias (siempre hay historias), claro q el instalador no ha dado tanto juego como "Sokol y sus cuniados", el albanokosovar q había ofrecido últimamente sus servicios, q era despatarrante (casi no hablaba inglés, pero cada tres palabras decía "chís"-supongo q abrevitura de Yísus y me llamaba "madám"). De los de ahora nomás daré un dato: búlgaros.
EliminarY sí, era un idioma.
Besi y habéis visto "Triangle of sadness"? WTF?
Esas características de psicópata las tiene muy acusadas el inquilino de la Moncloa
ResponderEliminarHola Anónimo de las 16:52... pues no vas desencaminado pq los políticos es una de las profesiones q más alto dan en rasgos psicopáticos. Tiene sentido... en USA TRump es un ejemplo de libro de texto, pero según Dutton, incluso Clinton y Kennedy lo eran. Los primeros en profesiones dieron los CEOs...
EliminarSalud
di
Pues yo me lo he leído entero, sin parar. Eso es porque está bien escrito, podría haber sido un cilindro importante, pero no lo es.
ResponderEliminar....ah,sí, en estas cosas siempre nos tomamos como punto de referencia y nos encanta tomar distancias desde nuestro ombligo hacia el resto del mundo. A mí, qué quieres que te diga, me dan penita estos chicos (si no pongo chicas aquí es por discriminación positiva). ¿Tú crees que se emocionan con un plato de callos bien hecho o también tienen efecto tubo ?
Bueno, Anónim@ 8:24, hoy quedas ungid@ como divagante premium special mundial. Muá.
EliminarEso sí, ell@s no entenderían tu conmiseración: de hecho, en el pasado me he metido en algún foro donde dialogan y es curioso ver cómo se sienten superiores al resto, pobre gente q tiene sentimientos, q sufren, q pueden ser manipulados.
Lo de los callos apuesto a q no está investigado y mira, ahí tienes futura investigación q te podría patrocinar Triperías.com. Aunque algo de psicópata has de ser para sentir las "rugosa mucosa, submucosa, mucosa y serosa" estomacal (eso son los callos, admitámoslo) entre tus dientes y no morirte de asco.
Hugs
di
Voy a intentar leerlo. No hay blog como este, desde cualquier punto de vista.
ResponderEliminarMe refiero a leer la entrada.
ResponderEliminarAndandos... a veces has dicho q te has leído libros q hemos recomendado aquí, me refiero a novelas... este es un poco más "niche" pero yo creo q el divague es, como todos, accesible :)
ResponderEliminarMe he expresado mal, seguramente, ha sonado como crítica. He leído libros que se habían propuesto o comentado aquí, casi siempre, por no decir siempre, libros recomendables y a veces excelentes. En este blog las entradas son, a veces, muy largas, es así el blog y yo lo acepto, no me resulta incómodo pero debo, cuando comienzo a leer la entrada, disponer de tiempo suficiente si quiero posteriormente comentar algo. Como todo el mundo por aquí, vamos. Es verdad que las entradas son accesibles.
ResponderEliminarHe dejado en buena medida cualquier otra red social, al menos durante un tiempo, y mi intención es dedicar más tiempo a los blogs. Y este es, hace ya mucho tiempo, uno de los blogs que tomo como referencia para muchas cosas.
Ahora creo que lo he explicado mejor.
No no Andandos, ha sonado a todo lo opuesto a una crítica... muchas gracias, de verdad. Lo de la longitud... sale así.... ya me lo decían en el colegio, y cuando llegué a UK lo llamaban "overinclusive". Valoro la capacidad de síntesis, pero a mí no me sale fácil jajajaj
Eliminarun abrazo
di