Vale, me ha costado dos párrafos, pero es que tenía que introducir mis dudas sobre la narrativa (o más bien interpretaciones del) surrealismo antes de meterme a hablar de "Viridiana", una de esas pelis que una no recuerda si se vio en otra vida. Muchas escenas nos son familiares, tal vez porque han sido usadas repetidamente para ilustrar desde el fetichismo hasta los males del capitalismo y del franquismo. Hay que decir que los simbolismos que usa Buñuel se ven pelín básicos (un gato saltando sobre un ratón, en esta encerrona universal que es esta peli) hoy en día, pero volvamos al contexto, igual no haya que rasgarse las vestiduras al ver que el guionista de "Buñuel y la mesa del rey Salomón" escribió: “Buñuel era un misógino convencido, como todos los surrealistas. Su imaginación era desbordante, pero en lo personal era tremendamente convencional". Le excusa ser hombre de su tiempo? Desde luego no a los misóginos del día de hoy. Al lío:
Cámara, acción: un señor mayor rico pide, vía la Madre Superiora, que su sobrina novicia Viridiana vaya a verle para despedirse. Ella es una rubia tipo las que le gustaban a Hitchcock (otro que le daba también a la imaginería simbólica), pero cándida y muy santa. El tío, Don Jaime, interpretado por Fernando Rey es un absoluto creep y no encuentro palabra exacta para traducirla al castellano: el verbo "to creep" significa trepar, arrastrarse, deslizarse, moverse con lentitud. Algo así como haría una serpiente o un animal untuoso, asqueroso. Creep además en inglés tiene la connotación de que da miedo, "creepy", y exactamente eso es este Don Jaime. El tercer personaje principal representa lo contrario, la falta de represión, es el hijo bastardo que aparece más tarde, Jorge, interpretado por un joven Paco Rabal guapísimo y... qué voz. Pero no hay que esperar a Jorge, cuando Viridiana llega a la mansión, ya empieza el festival surreal.
Uma Thurman en aquella gran escena de Pulp Fiction |
"L'age d'or" (1930): Lya Lys chupa el pie de una estatua |
Pero ahí entran los del psicoanálisis y las interpretaciones: que si Buñuel usa el pie / zapato como simbolismo de "un amor que no puede ser consumado". En serio? Tenéis un problema si creéis que vuestra interpretación es lo real (a mí, en otro contexto, me han desmontado una interpretación porque la suya era la "válida"). Sobre todo, tenéis un problema porque no se puede ni podrá demostrar.
Con Berlanga también comparte el interés por el sadomasoquismo (esa imagen de Catherine Deneuve atada en "Belle de Jour"-“Es bella como la muerte y fría como la virtud”, dijo de ella), que no está tal vez demasiado presente en "Viridiana", porque al final este Don Jaime tiene que drogar a Viridiana para poder llevar a cabo otro de los intereses sexuales del director, la necrofilia. Esta escena es de lo más perturbadora (no hay contexto que valga, lo he intentado), y además no es anacrónica: no solo aún pasa el que te puedan echar algo ("spike") en una bebida en un bar, sino simplemente el que estés tan inconsciente tras haber bebido en lo que tú creías era una noche de juerga, que acabes siendo una Viridiana más, sin el vestido de novia ni el glamour de la mansión, en manos de cualquier tío que no ha entendido -o que se pasa por el forro- lo del consentimiento sexual, caballo de batalla de #Metoo, y del que hemos divagado ad nauseaum en este blog.
El creep y su necrofilia |
Y no olvidemos otra tercera obsesión: el voyerismo (la criada- con quien el creep se relaciona de una manera despótica, escuece verlo- espía por la mirilla a Viridiana para contárselo al señor). Buñuel explicó que le viene de mirar por los agujeros de las casetas de baño playeras en Donosti (vuelvo a inspirar). Fwd: el otro día escuché con nuevos oídos una canción que nos parecía tan normal en los 80 ("no sé lo que me pasa últimamente/no dejo de espiar a mi vecina de enfrente"), y fwd aún más, por poner una nota positva a este párrafo: por lo menos el "upskirting" (fotografiar desde debajo de la falda a alguien sin su consentimiento) es ahora delito.
Al censor le gira 360 la cabeza con esta escena |
La peli fue la primera que filmó en Espania Buñuel tras 20 años de exilio en México (en 1961), producida por el marido rico de Silvia Pinel (la actriz que interpreta a Viridiana) junto con la productora española UNINCI (su dirección estaba bajo comunistas como Juan Antonio Bardem). Tras varias aventuras, Viridiana co-ganó Cannes (la única peli española hasta la fecha) pero creían que la poli es tonta, el diario oficial del Vaticano la encontró blasfema y fue censurada (cuando le preguntaron a Buñuel si tenía intención de blasfemar con la peli, lo negó añadiendo "pero el Papa Juan XXIII sabe más de esas cosas que yo", me encanta), y no fue vista en España hasta... 1977. Este tema de las prohibiciones siempre me ha fascinado: no hay nada para ciertas personalidades como que te prohíban ver o leer algo - hasta hay una entrada cuando el divlog era baby -cuando yo aún tenía el don de la capacidad de síntesis, ya perdido y sin solución, parece- dedicada a mi relación con "los libros prohibidos". Pero qué prohibir? Dicen que cuando Franco la vio en pase privado pensó que era "una sucesión de chistes baturros".
La segunda es sobre la desesperanza, el pesimismo que en el fondo recorre la película: hay una escena, basada en una observación de Buñuel, en la que Jorge ve a un perrito atado a una carreta, obligado a correr tras ella y al ser enfrentado a esta crueldad, se lo compra al carretero. Enseguida, la cámara se gira y enfoca a otra carreta con otro perro atado de la misma manera, sufriendo lo mismo. Cual es el punto de salvar a un perro o, igualmente a un grupo de mendigos como intenta hacer Viridiana, si hay tantos en el mundo? Esto da mucho más vértigo existencial que ningún crucifico-navaja o que gente chupando pies: claro que esto, como todo lo importante, se le escapa como siempre al Vaticano. Y a los psicoanalistas, que seguro que lo interpretan como la obsesión de Buñuel por su guapísima madre viuda.
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ResponderEliminarAy, querida hace tiempo que los viernes no son lo que eran, ¿Buñuel en lugar de unas birras? Nos hacemos mayores sin remedio, pero leo tu divague y Buñuel me produce unas inmensas ganas de salir de marcha. No sé qué me pasa...
ResponderEliminarBesitos
MARISA, no disimules: la de tardes de viernes q te habrás pasado tú en el comité por la liberación de aquello. LO q pasa q ahora tenemos ganas de salir, vale, no culpes al pobre Bunuel, q yo voy a reincidir creo q con "Belle de Jour"... pero prometo no escribir.
ResponderEliminarPor cierto, sabes q hay peli de "Mothering sunday"? Menos mal q leímos el libro antes: nunca me imaginé a Paul como este actor... ella tal vez sí q podría ser Jane.
Atención q para q mi crítico tótem Peter diga q "es lenta", yo no sé q debe ser...
https://www.theguardian.com/film/2021/jul/10/mothering-sunday-review-josh-oconnor-doomed-romance-marginally-overdoes-the-ennui
Pero me han dado ganas de verla...
muxus darling
di
Decía Goethe que para entender un poeta hay que entender su tiempo. Yo creo que también pasa al revés: para entender un tiempo, hay que entender a sus poetas. Ahora está en el cuarto de baño de casa un libro de Max Aub con entrevistas a Buñuel y a sus familiares y amigos. Lo voy leyendo a ratos (es un libro de cuarto de baño). Con cosas que he sacado de aquí y de allá llego a la conclusión de que Buñuel hace a lo grande todos los juegos y gamberradas que se le ocurrían de niño: un niño tremendamente imaginativo y con dotes increíbles para enhuertar a todo el mundo en sus performances. Viendo sus cosas, uno puede imaginar cómo eran y como cambiaron las mentalidades de esa época juvenil del fin de la Restauración a la época amarga y cutre que vino después de la guerra. Sobre lo de los pies....¡Es que son bonitos!...y expresivos. Expresivos sin quererlo, porque no nos los curramos tanto, pero nos muestran cómo caminamos, cómo nos movemos, nuestro estilo, nuestras vanidades, nuestras aficiones... ¡Decidme que no podéis saber muchísimas cosas de una persona mirando sus zapatos! (O puede que yo también comparta fetichismo con Buñuel....)
ResponderEliminarSilvia PINAL (aparece en otras dos de Buñuel: "El ángel exterminador" y "Simón del desierto"). "¿Por qué prohibir?" Si te fijas bien, las cosas más brutas son puramente visuales: no aparecían en el guión que fue aprobado por la censura o sencillamente los censores no pudieron imaginarse el efecto (el caso de la navaja-crucifijo). Lo de los mendigos y "La última cena" fue improvisado en el rodaje, así como la foto que les hace con el coño Lola Gaos. También el momento en que Fernando Rey se prueba los zapatos de novia de Viridiana... que es mucho más "creepy" que vestirla de novia, drogarla y no violarla. Lo del perro atado al carromato a mí siempre me ha parecido un subrayado innecesario. Extraño en Buñuel, además, que no solía considerar al espectador un gilipollas...
ResponderEliminarMi pareja favorita del páramo peninsular!
ResponderEliminarCESITA, eso de "contexto contexto contexto" lo decía mucho más bonito Goethe, gracias por la cita. No he leído el libro q citas ni sé mucho de su vida, pero sí conozco Calanda y la aridez del Bajo Aragón (mi profe de geología nos decía algo así como el carácter está marcado por la orografía, luego los gallegos son tan dulces y los de Calanda y alrededores... tan... no me sale la palabra, secos no es; pero no hay más q comparar una munieira y una jota). Y luego los tambores, "La rompida de la hora", crecer con todo ese drama religioso tan visual q, como buen ateo, repele en el fondo pero atrae en la forma (yo ya he escrito a veces cuánto me gusta la puesta en escena de ciertas procesiones vetústicas nocturnas: como director de cine, eso debe ser un vergel).
Sobre los zapatos, cómo no recordar al mentor y colega Dr Lecter diciéndole a Clarice: "parece una paleta con ese bolso caro y esos zapatos baratos". Totalmente contigo q los zapatos hablan de la gente y q hay q invertir en ellos, más q en ninguna otra prenda.
No sé, SR SNOID, si estoy de acuerdo en q sea más creepy lo de F Rey probándose el zapato q "vestirla de novia, drogarla y no violarla"... A ver, la imagen debió ser raruna en su día (hoy ya no sé), pero allá cada uno con sus cositas, y sin problemas con los weirdos hagan lo q sea ellos solos en su dungeon... No tenía ni idea de todas las escenas q habían sido improvisadas: la de la última cena! wow... nunca lo hubiera dicho.
Besitos a los dos,
love
di