No hay que fiarse
No hay que fiarse de un libro por su tapa, dice la sabiduría popular. "Mi caballo", pienso, yo me fío: el horror colorista de tantos libros mercenarios, escritos para ser deglutidos (preferentemente al lado de una piscina) y olvidados en el vuelo de vuelta, con la única intención de llenar el bolsillo de la editorial o quien sea, no engaña.
No hay que fiarse de un libro por su tapa, dice la sabiduría popular. "Mi caballo", pienso, yo me fío: el horror colorista de tantos libros mercenarios, escritos para ser deglutidos (preferentemente al lado de una piscina) y olvidados en el vuelo de vuelta, con la única intención de llenar el bolsillo de la editorial o quien sea, no engaña.
No hay que fiarse de un libro por su título, dice la experiencia. Pero es que a veces no se lo curran nada, como en este de Jennifer Egan. Tampoco digo de entrar en el bucle penoso en el que yo me metería si tuviera que titular un libro, pero es que el titulo de esta novela, "A visit from the goon squad" (se traduciría literalmente "Visita del escuadrón de los idiotas") que gano el Pulitzer en 2011 no me llevaría ni de lejos a cogerlo en una librería. Y esto me desasosiega porque... me habría perdido un libro con el que disfrutado muchísimo.
***Aviso Legal: Como casi siempre, no cuento la trama del libro, hablo de sus grandes temas, y de su forma. Pero es que además, reto a cualquiera a contar este libro...:) se verá porqué***
Es novela o son relatos? Desconcierto en los primeros capítulos
Sé que suena a cliché, "no he podido dejarlo", pero es que el primer capitulo es tan vital, tan energético, y además está tan bien escrito, tan lleno de detalles con los que conectas, o con los que no tienes nada que ver, que es así. Quiero saber más, y estar más rato con y entender a Sasha, la cleptómana protagonista. En un punto medio te sientes culpable porque estás disfrutando tanto leyendo que piensas: es esto literatura? Y como siempre pasa, si es literatura y además te lo pasas pipa, es de la mejor literatura.
Pero llega el segundo capítulo y... zás, Sasha desaparece. Aunque te autotranquilizas: no pasa nada, está introduciendo a los personajes, enseguida Sasha volverá a reaparecer, por lo que has invertido emocionalmente en ella. Pero, oh, enseguida te ves literalmente atrapada por Bennie, el personaje principal del segundo capítulo, que con suspiro ves que es el jefe de Sasha, pero cuya historia se lee independientemente. Cuando terminas este segundo capítulo ya has invertido tanto en Bennie y sus andanzas que vuelves a sentir el mismo dolor al terminar el capítulo, o -te asalta la duda- tal vez el relato? Es este un libro de relatos interconectados por personajes?
Leer con lápiz
Sea lo que sea, en el capítulo 3, me doy cuenta que va a ser mejor hacer lo de "Cien Años de Soledad", coger un folio y empezar a garabatear árboles genealógicos de amor, cuernos, muertes, desordenes, desamor, cárcel, desapariciones , afiliaciones a bandas musicales. Aquí me doy cuenta que no solo tenemos que seguir de la mano de algunos de los personajes, sino que los veremos en el pasado, cuando aún no eran ellos, y en el futuro de todos, también el nuestro. Ahí también asumes que el libro es una novela, solo que narrada de una manera tan rayuelística, tan proustiana, tan tarantinesca que a veces no lo parece.
Decorados
El fondo de la novela, los decorados, son el mundo y la industria de la música en los EE.UU. Empezando por California en la época de surf, y cannabis, y vida loca de gente joven que se hizo rica o se hundió gracias al negocio inmenso que puede ser la música, en los 70. Este "background" de chicos y chicas con collares de perro con tachuelas, pegados a una guitarra eléctrica, furgonetas con o sin cortinillas y productores pasados los 40 saliendo con las groupies, le sirven de percha a Egan para colgar un montón de temas de rabiosa actualidad (y esto fue escrito en 2010, mucho antes del #MeToo) y otros de aquellos de ayer-hoy-y-siempre, temas eternos desde la Iliada.
El fondo de la novela, los decorados, son el mundo y la industria de la música en los EE.UU. Empezando por California en la época de surf, y cannabis, y vida loca de gente joven que se hizo rica o se hundió gracias al negocio inmenso que puede ser la música, en los 70. Este "background" de chicos y chicas con collares de perro con tachuelas, pegados a una guitarra eléctrica, furgonetas con o sin cortinillas y productores pasados los 40 saliendo con las groupies, le sirven de percha a Egan para colgar un montón de temas de rabiosa actualidad (y esto fue escrito en 2010, mucho antes del #MeToo) y otros de aquellos de ayer-hoy-y-siempre, temas eternos desde la Iliada.
Observaciones: Egan, me das envidia
Egan es una observadora con mucho tino: guardias de seguridad son iguales en la realidad que en la tele. El momento en las relaciones que se pasa de la (mágica) conexión -via-referencias-comunes al (menos atractivo) de conocerse demasiado bien. Los niños de los ricos son siempre rubios. Uno de los ingredientes básicos de las así llamadas experiencias es la fe delirante de que es única y especial, y que los que están incluidos son privilegiados y los que están fuera se lo están perdiendo. Los clubes exclusivos -donde sospechas que no hay nadie que merezca la pena conocer- y donde te dan la toalla para evitar cacofonía de colores al lado de la piscina. Las 2 am, esa hora en la que (resulta que) la gente normal se va a casa a dormir, y los borrachuzos o enloquecidos siguen fuera. El pánico te tijeretea.
Egan es una observadora con mucho tino: guardias de seguridad son iguales en la realidad que en la tele. El momento en las relaciones que se pasa de la (mágica) conexión -via-referencias-comunes al (menos atractivo) de conocerse demasiado bien. Los niños de los ricos son siempre rubios. Uno de los ingredientes básicos de las así llamadas experiencias es la fe delirante de que es única y especial, y que los que están incluidos son privilegiados y los que están fuera se lo están perdiendo. Los clubes exclusivos -donde sospechas que no hay nadie que merezca la pena conocer- y donde te dan la toalla para evitar cacofonía de colores al lado de la piscina. Las 2 am, esa hora en la que (resulta que) la gente normal se va a casa a dormir, y los borrachuzos o enloquecidos siguen fuera. El pánico te tijeretea.
La imposibilidad de las relaciones (un tema importante, pero hay más)
A medida que navegamos por el tiempo con muchos de los personajes, nos encontramos con que nada permanece. En general ellos han hecho aquello que Jonathan Franzen describía tan gráficamente en Purity como "trade their wives" (cambiar sus mujeres cuando llegaban a la cuarentena por chicas en la veintena). Vives con dolor, de la mano de la mujer de uno de esos que se había convertido en un hombre nuevo tras "una fase", como todo vuelve a empezar, y el momento en el que ella descubre esa horquilla justo cuando ella le quería contar tantas cosas del día, rompe el corazón. Su descripción de querer escapar, como si fuese ella una granada andante a la que quería sacar de su casa, para que cuando explotara, la destruyera solo a sí misma.
Pero también hay casos de simple negligencia: el tipo que "ha doblado por la mitad" su deseo por su mujer, luego por otra mitad, y por otra, y otra, hasta que desaparece. La había dejado ir, conservándose a sí mismo para qué? Le asustaba que no tenía ni idea. Pero la había dejado irse, y ya no había vuelta atrás. Ese para qué, pone los pelos de punta.
A medida que navegamos por el tiempo con muchos de los personajes, nos encontramos con que nada permanece. En general ellos han hecho aquello que Jonathan Franzen describía tan gráficamente en Purity como "trade their wives" (cambiar sus mujeres cuando llegaban a la cuarentena por chicas en la veintena). Vives con dolor, de la mano de la mujer de uno de esos que se había convertido en un hombre nuevo tras "una fase", como todo vuelve a empezar, y el momento en el que ella descubre esa horquilla justo cuando ella le quería contar tantas cosas del día, rompe el corazón. Su descripción de querer escapar, como si fuese ella una granada andante a la que quería sacar de su casa, para que cuando explotara, la destruyera solo a sí misma.
Pero también hay casos de simple negligencia: el tipo que "ha doblado por la mitad" su deseo por su mujer, luego por otra mitad, y por otra, y otra, hasta que desaparece. La había dejado ir, conservándose a sí mismo para qué? Le asustaba que no tenía ni idea. Pero la había dejado irse, y ya no había vuelta atrás. Ese para qué, pone los pelos de punta.
Pero volviendo al típico productor de música, o ejecutivo de empresa, que hacen lo que se espera de ellos, yo pensaba que tiene que haber un tipo de hombres que no entrarían a eso, por dignidad aunque sea. Y eso (y la reacción de repugnancia de una chica a la que otra le está haciendo una felación en un concierto) me lleva a que también hay un tipo de mujeres que les tira para atrás el liarse con un tipo que podría ser su padre, gracias a los dioses, vs. las que se sienten atraídas por el papi-o abuelito universal.
A esto lo llama una estudiante de antropología liada con el productor que ya lleva 6 hijos de distintos matrimonios "odio estructural" en uno de los mejores capítulos titulado "Safari". Un grupo heterogéneo se embarca en un safari, gentileza del productor cuarentón, y es una risa a la vez que doloroso. La guía del viaje siente este "odio estructural" por la estudiante, que ella no toma como nada personal, es lógico que una cuarentañera que empieza a sufrir la ley de la gravedad en sus propias carnes odie al bimbo-trofeo que está con el macho-alfa, que paga la fiesta a todos, incluida la hija del alfa, que siente "resentimiento estructural" en contra de la estudiante (intentará distraer a su padre de esta), mientras que el hijo del alfa sentirá "afecto estructural" por ella, que adopta comportamientos maternales hacia él, aunque no tenga edad para remotamente serlo. Al final, todo terminará entre la estudiante y el alfa por "incompatibilidad estructural" (ya que el alfa ni de cola podrá nunca recononer las ambiciones de la estudiante-por definición, la relación será temporal) en contra de lo que pensáis, el "deseo estructural" que la estudiante siente por el conductor del safari, un tipo más cerca de su edad, callado, guapetón... vamos el Robert Redford de "Memorias de Africa". Al final la estudiante se casará con el alfa, seguirá de vez en cuando pensando en Redford, mientras que tendrá dos hijos rápidamente con el alfa "como si esprintando en contra de la inevitable pérdida de su atención".
El tiempo, ese cabrito (otro de los temas)
El tiempo es un canalla, como dice uno de los personajes al final de la novela (a lo que se ha agarrado el editor en castellano como un clavo ardiendo), y lo vamos sintiendo en estos terribles bamboleos temporales que nos da Egan. Conocer a alguien de hace tanto, de "aquella época cuando no existía tal cosa como la gente normal muriéndose". Recordáis esa época? O en los capítulos en los que se nos describe con extraordinaria claridad, dónde y cómo está el guitarrista más cool de la banda de los 70 (y no es un buen lugar, aunque su capítulo es, en serio, desternillante: cómo se presenta con un pescado en la oficina toda cuero cristal y acero del miembro de la banda que sí ha triunfado, o el otro, que pesa 200 kgs y quiere volver para retransmitir su caída, su muerte en directo. "I dont want to fade away, I want to flame away".
Forma: Narradores
Egan usa múltiples narradores, el omnisciente en muchos capítulos, o algunos de los personajes en otros. Todos son narradores no-confiables, pero es excelso cuando uno de ellos, suicida impenitente, se observa a sí mismo desde fuera mientras hace comentarios inapropiados y al final se dice "quién eres tú realmente, el que dice o hace lo que sea, o el que mira desde fuera?
Más Forma: Admitimos un capítulo en powerpoint como animal de compania? (pero también con contenido de 10)
El penúltimo capítulo es una presentación de powerpoint escrita por Alison, una niña de 12 años-la hija de uno de esos personajes que hemos conocido décadas antes en el ápex del cool: Sasha vuelve! Este capítulo me ha encantado por varias razones, y no necesariamente por su formato, que supongo que estará ya más que trillado (hasta en 2010). Primero porque la madre, que aún es la chica que viajaba sola por el mundo a los 20 o que estaba en una productora a los 30, le dice q la niña que por qué no escribe "normal", y Alison le dice que esta es su manera de escribir: cómo evitar los flashbacks propios, las miles de veces que yo querría que Mini hiciera cosas que a mí me parecen lo normal, y ella elige "otros formatos".
En un punto, la niña comenta una foto de su madre en esa juventud de bandas y conciertos, y dice que no le importaría ser amiga de esa chica, o esa chica. Me planteo cuántas hijas de mi generación sentirán que sus madres son alguien a quien tender, aspirar a ser. Vale, has de reaccionar contra la madre, matar al padre, es parte del desarrollo, la evolución, pero no puedo evitar pensar que Mini va a tener muchas cosas más que compartir conmigo que yo o mis amigas con nuestras madres. Cuando miro a las mujeres que ahora tienen setenta y tantos, siento mucha pena. Así, en general-y claro que habrá excepciones-son un grupo al que les ha tocado vivir en una parte de la historia opresiva, basada en fórmulas, en dependencia, en no salirse de la raya. Nos libramos por 30 años: menos mal.
Pero lo mejor del powerpoint es cómo describe esta niña a su hermano, un años mayor, que tiene autismo. No sé si Egan se ha documentado simplemente, o tiene algún niño con autismo cerca, pero lo ha bordado: con su fijación por los patrones (en este caso de las pausas en las canciones, que mide y clasifica y archiva), los intereses especiales, su manera peculiar de comunicarse. Es un capítulo que toca el corazón.
En un punto, la niña comenta una foto de su madre en esa juventud de bandas y conciertos, y dice que no le importaría ser amiga de esa chica, o esa chica. Me planteo cuántas hijas de mi generación sentirán que sus madres son alguien a quien tender, aspirar a ser. Vale, has de reaccionar contra la madre, matar al padre, es parte del desarrollo, la evolución, pero no puedo evitar pensar que Mini va a tener muchas cosas más que compartir conmigo que yo o mis amigas con nuestras madres. Cuando miro a las mujeres que ahora tienen setenta y tantos, siento mucha pena. Así, en general-y claro que habrá excepciones-son un grupo al que les ha tocado vivir en una parte de la historia opresiva, basada en fórmulas, en dependencia, en no salirse de la raya. Nos libramos por 30 años: menos mal.
Pero lo mejor del powerpoint es cómo describe esta niña a su hermano, un años mayor, que tiene autismo. No sé si Egan se ha documentado simplemente, o tiene algún niño con autismo cerca, pero lo ha bordado: con su fijación por los patrones (en este caso de las pausas en las canciones, que mide y clasifica y archiva), los intereses especiales, su manera peculiar de comunicarse. Es un capítulo que toca el corazón.
Distopía no tan terrorífica
Hace poco divagamos de Farenheit 451 y de "El cuento de la doncella" como distopías clásicas q ponen los pelos de punta. En el último capítulo, Egan nos hace fwd 10 años a 2021 (socorro, está aquí) donde describe cómo se comunicará la gente (es algo muy parecido a whastapp la verdad), pero ya en tiempos anteriores se queja de que el problem ha sido la precisión, la perfección, la digitización que ha succionado la vida de todo: películas, fotografia, música. Todo está muerto, un holocausto estético.
No todo es malo, en este futuro ya no hay kms de praderas para los campos de golf, se han prohibido-se intuye que por temas medioambientales. Las batallas porque los niños pasen menos tiempo es las pantallas sigue intacta, aunque el record está en un bebé de 3 meses haciendo una compra online...
No todo es malo, en este futuro ya no hay kms de praderas para los campos de golf, se han prohibido-se intuye que por temas medioambientales. Las batallas porque los niños pasen menos tiempo es las pantallas sigue intacta, aunque el record está en un bebé de 3 meses haciendo una compra online...
Cómo terminar este monstruo de divague
Ahora que se han cumplido los 200 años de "Frankenstein", qué mejor que admitir que, como pasa ocasionalmente, el divague se nos ha ido de las manos, tanto en palabras como en desvarío, y que nos ha salido un pequenio monstruo. Salgamos como podamos:
No puedo recomendar lo suficiente este libro. Me he reído, me he cabreado con el mundo, me he identificado, he sufrido y he querido que, a todos estos personajes que he conocido en distintas décadas, un poco como la trilogía de "Before ..." de Linklater pero desordenadas a veces, les fueran las cosas bien. Porque todos eran fieramente humanos y como todos, tomaban las decisiones equivocadas que les cambiarían la vida para siempre, igual que hacemos todos. Y al final las vidas son pedacitos de aquí y de allá, un poco monstruosos como Fronkonstin... y como este divague.
Gracias a los que hayáis llegado hasta aquí: luego me las daréis por a recomendación. De mí, hay que fiarse.
No puedo recomendar lo suficiente este libro. Me he reído, me he cabreado con el mundo, me he identificado, he sufrido y he querido que, a todos estos personajes que he conocido en distintas décadas, un poco como la trilogía de "Before ..." de Linklater pero desordenadas a veces, les fueran las cosas bien. Porque todos eran fieramente humanos y como todos, tomaban las decisiones equivocadas que les cambiarían la vida para siempre, igual que hacemos todos. Y al final las vidas son pedacitos de aquí y de allá, un poco monstruosos como Fronkonstin... y como este divague.
Gracias a los que hayáis llegado hasta aquí: luego me las daréis por a recomendación. De mí, hay que fiarse.
A mí me gustó mucho el libro. Guardo un buen recuerdo. Y sabía que lo había reseñado y, como bien dices, me resultó imposible.
ResponderEliminarTengo en cuenta, además, que lo escribí hace más de seis años y, se confirma, "el tiempo es un canalla".
Gracias.
La verdad es que sí dan ganas de leerlo. Ya te contaré.
ResponderEliminarApùntado en mi lista desde ya. Este entusiasmo me resulta totalmente confiable.
ResponderEliminarHola darlings!
ResponderEliminarALBERTO, cuánto tiempo sin verte, qué ilu q coemntes... oye, ponnos el enlace donde lo tienes reseñado, anda... :)
BASAJA y MO... lo mejor es dar ganas a otros de leer los libros q una ha disfrutado, así q prueba conseguida!
muxus
di
Tú lo has querido:
ResponderEliminarhttp://www.comunsinsentido.com/2012/01/jennifer-egan-el-tiempo-es-un-canalla.html
Gracias.
Por lo que cuentas, sí que es verdad que se parece a Rayuela: un libro que siempre he deseado apañar con tijeras y pegamento. Cuando lo leí tuve que reprimir el deseo de empezar a recortar y a apañar para dejarlo ordenadito y cómodo. ¡¿qué follón era ese?! ¿Se le habían caído todos los folios al suelo al autor y (sin duda por pereza) lo mandó tal cual a la imprenta? ¿Odiaba a los lectores? Era como esos manuales en los que las notas, en vez de estar a pie de página, están al final del capítulo, o peor: al final del libro, para obligarte a usar ochenta marcapáginas y a estar dando vueltas de aquí para allá, de una hoja a otra. ¡¿es que esa gente nunca ha oído hablar del síndrome del túnel carpiano?! ¡¿no se dan cuenta de que pueden estar cometiendo un delito contra la salud pública?
ResponderEliminarALBERTO... cómo no conocía yo tu blog? Pero cómo me ha gustado la entrada, metabloguera a tope!! Con lo q nos gusta mirarnos el ombligo a algunos blogueros, sobre todo con este tema de la sempiterna crisis de los blogs... Fíjate q en 2012 ya estabas tú hablndo del tema! Y aquí sigues/seguimos! Bueno, q me han gustado mucho tus reflexiones, y he coincidido un montón... la idea de crear un blog donde caben mil cosas, desde resenias hasta músicas hasta haikus personales o risas... tb me ha hecho pensar lo q se cambia desde q empiezas, si se adquiere una voz, o simplemente se madura, se crece en la escritura... y lo q comentas de gente q leía para escribir resenias, y acababan sienod esclavos de la actualidad, cuando querían leer cláscicos... qué ha sido de esa gente, 6 anios después? En fin, gracias.
ResponderEliminarCESUCHI! NO es q te vea con las tijeras y celo, es qte veo cone l cincel, la escayola, y todo lo demás.. dispuesta a ordenarlo todo. A mí no me pasó eso con Rayuela... lo leí hace tannnto, pero cada vez q lo miro, me parece q los capítulo extras serían realmente prescincibles si uno quiere, y se podría entender. El libro de Egan yo creo q es más fácil de leer en su densidad, pero más dicil de seguir con el corta-y-pega pq los tiempos están cambiados. O sea, conoces a alguien de viejo, luego de joven, y con varios personajes. Pero con un gráfico desde pronto, no te pierdes...
CReo q su ultima novela "Manhattan Beach" (2017) no tiene nada q ver con este rompecabezas... pero como digo, a mí el rompecabezas no es lo q me ha hecho disfrutarla, es sobre todo el contenido, y cómo lo cuenta... si no, el andamiaje solo no lo suejta
muxus! es viernessss!
di
Un piropo que viene de alguien que aguanta diez años colgando de la red, sólo merece un comentario:
EliminarGracias.
Has conseguido que desée leerlo. Y pronto.
ResponderEliminarSólo veo un problema: no sé si me queda hueco en la cabeza para odiar más el mundo.