Jueves, 31 de Agosto de 2023: Playa Cala Saona
Para hoy, el último día, un haiku: solo me quedan un par de observaciones y muchas fotos. No va a doler.
Composición innovadora |
Hoy vamos a la playa dela Cala Saona, que está en el otro lado de la isla. Tiene un txiringuito muy auténtico y unos colores de nuevo espectaculares. Según los Jekes, en el pasado no había el mogollón de algas negras que se han acumulado en la orilla (a primera vista, de lejos, parecen rocas -a los miopes por lo menos). A mí atravesar esto para entrar al agua no me tira para atrás especialmente (pero a cada cual con sus manías sensoriales) y pienso que seguro que hay gente que se mete en spas de algas revitalizantes y pagan por ello. Y mi diagnóstico sobre los maravillosos azules es que las algas algo tienen que ver.
El único problema que veo a esta playa -junto a la flota que de nuevo ocupa el horizonte- son otra vez las medusas. Tantas que hasta el Kuñado Universal vuelve de su inmersión [con aletas y careta: hay que verlo] derrotado: no se ven peces, solo se esquivan medusas. Oj, boy, qué rollo estos problemas del primer mundo: entro y salgo rápido, porque como dice Mini, tras el veranito que llevo "si van a picar a alguien en esta playa, eres tú". Yo también la quiero.
Situación algas en Saona. Los de la dingui traen a un septuagenario y su novia de un yate que han decidido tomado su paella hoy en tierra firme |
Mi reflexión playera de hoy va sobre la moda-baño. Y atención que he esperado al último día para hacerla, no quería que pensara el divagante que me precipité ya en la primera playa sacando conclusiones. Y dictamino que, no tengo un excel pero de muy buena tinta puedo asegurar que estos días el mío (*) ha sido el único culo cubierto de toda la isla (la adolescente victoriana y la puerpera no cuentan). Va en serio: solo se ven tangas, o sea, culos. Da igual tenerlo bueno o no, eso es irrelevante, y me parece fenomenal: que cada uno lleve lo que quiera, aunque no conforme a los cánones estéticos.
(*)Yo esto ya lo he dicho alguna vez, pero a mí los tangas me resultan incómodos: ya al principio del divlog se erigió mi suegra como leyenda del divlog por este tema en el divague titulado "hagas lo que hagas, ponte bragas". La gente dice "que te acostumbras", "que no pienses"... bueno, pues los neuróticos pensamos, y no nos acostumbramos.
En contraste, hace poco leí (este estudio no es mío) que cada vez se me a menos gente "en tetas" en las playas. La analista decía que era debido a las redes sociales (cualquiere te puede hacer una foto y publicarla) y que "el culo había pasado a ser las nuevas tetas". Hace falta tanta educación que una no sabría por dónde empezar: ah sí, las casas y las escuelas (ah no, que están los del pin parental). No sé, no entiendo nada.
Las algas y la "Posidonia oceánica" contribuyen a estos azules |
Muy chulo el txiringuito de playa Saona- crea la ficción de la Formentera de hace 50 anios |
Ya nos vamos |
Muy cerca de casa tenemos el Caló de Sant Agustí, una cala con unas casitas de madera donde guardan barcas de pescadores, con sus rampas para sacarlas al mar. Nunca había visto esto antes y como son auténticos chamizos, al turista "que busca lo auténtico" ( o sea, todos) le encantan. Creo que son reales, pero en este mundo de cartón piedra que vivimos tampoco me extrañaría si me dijeran que ha sido recreado para dar ese toque bohemio. Pero no en Formentera, espero. Es un sitio que está muy bien para bañarte porque cubre un poco nada más entrar y tiene pececitos que muerden (esa gente que paga para poner los pies en una pecera...).
Cala de barquitos de pescadores |
Detalle de la rampa |
Se llama Thalassa, thalassa!! |
Después de comer (todos duermen, Mini mira su teléfono) me voy a dar un paseo por el mar hacia el lado derecho del apartamento. Encuentro más barquitas con esas rampas y un camino muy estrecho que tiene a un lado el mar y no se ve el final. Me planteo que Fashion no se pondrá contenta si caigo con su teléfono al agua [nota: aún no me ha pasado esas fotos, y como creo que eres la única que lees esto... dale]. A la vuelta, intento acortar por un camino y me pierdo: hay casas muy cerradas entre los pinos (recordemos mi premisa: "los ricos nunca están") con amenazas de perros rabiosos si te acercas. Siguiendo un encargo para la merienda, compro las galletas más aburridas que encuentro.
Después de merendar -han tenido el detalle de no comentar sobre las galletas- salimos todos caminando hacia el lado que he explorado sola antes, muy despacio porque Roc sigue en su fase exploratoria de cada rincón. Ya no se deja hacer fotos, habrá que revisar su contrato. Los Jekes se compran biodraminas para su noche de vuelta en ferry. Quiero hacer la broma de "si no, esto podría ser el camarote de los hermanos Marx", pero no tiene gracia. Lo cierto es que estamos todos muy asustados porque este fin de semana se anuncian tormentas, danas y demás sobre el mapa de Ejpein. Terminamos en unas rocas metiendo los pies, con el cielo rojo de fondo y Roc, que ya iba vestido "para la noche" (sección beige), se acaba metiendo entero.
Sigue la luna llena, ahí mientras cenamos. El Kuñado Universal ha hecho una macrotortilla de patata como solo la puede hacer un cuñado (y mi madre, y el Peda). Hay una competición no explícita entre los tres en la que hay que decir que gana mi madre, porque si no, se enfada. Fashion y yo no hemos hecho una tortilla de patata en nuestra vida: creo que una vez me dejaron friendo las patatas y me pareció aburridísimo y muy largo. Sorprendentemente, nos hemos comido casi todo de aquel frigo que el lunes me parecía inabarcable. Termino de empacar y me doy cuenta de cuánta ropa no he llevado: siempre igual. Mañana a las 9 sale nuestro ferry.