21 agosto 2022

Vacaciones playeras: instrucciones de uso

 

Saul Steinberg
("The art of living")
Por casa está el clásico de Georges Perec "La vida: instrucciones de uso" que no he leído, pero es sabido que se desarrolla en un edificio de vecinos parisino en el que pasan cosas. Durante esta semana de vacaciones playeras familiares en un edificio con piscina comunitaria he corroborado que esas placas de Petri donde conviven un grupo de personas dan mucho juego para las historias y en el mejor de los casos, para la literatura (toda la "novela de campus" está basada en este principio). Estos días, escondida detrás de mi libro de relatos de John Cheever, he observado, imaginado y visto las infinitas posibilidades de novelar que da ese ecosistema de piscina, que está al lado del pasillo por el que se sale a la calle: quien sale, quien entra, se controla todo.

Con este introito en el fondo me estoy disculpando: un divague no va a hacer justicia a las posibilidades narrativas de esta semana -junto con las azarosas aventuras de las familia extensa de los Pedalistas, con sus particulares idiosincrasias y tal vez imanes personales para el sainete- pero una serie sería abusar. Las cabezas de la hidra -que ya salieron el otro día- se me pueden acabar comiendo a mí antes de darle a “publicar”.

Otro tipo de vacaciones

Lecturas de verano- una no es mía
Esta semana ha estado en las antípodas (aparte de lo de a-remojo-continuo) de los viajes que hago con Mini y el Peda, mis compas de piso londinense. Primero, no nos hemos movido - cuando estamos en medio de una crisis de viaje y les digo “ya vale de viajar, el año que viene alquilamos una cabaña en Grecia y quietos”, me comentan “no aguantarías”: pues mira. Luego, no he cambiado la hora insular por la peninsular: me quité el reloj y no me lo volví a poner hasta que se vio un avión que embarcar en el horizonte. Y para terminar, se han seguido ciertos rituales - pese a estar sin relojes-, casi todos relaciones con el comer, algo ya se sabe secundario en los viajes del grupo core-Pedalistas.

Anclar la memoria (disculpas: breve flashback)
Puestos a buscar culpables, la razón de tanto cambio ha sido el sobrinísimo Roc, que el día 8 cumplió 3 meses. Hay muchas cosas que quiero escribir de la estrella de las vacaciones, porque no puedo permitir que se me olviden. Cuando empecé el blog, Mini tenía un anio y medio, con lo cual, ese tiempo está dejado en manos de nuestra memoria: un error. 

Por ejemplo, el otro día dudábamos de cuándo empezamos a suplementar el pecho con biberón. Como suelo usar los viajes para orientarme en ese bosque espeso que es el pasado, me preguntaba si cuando estuvimos en Berlín (Mini tenía 3 meses, como Roc ahora) “ya llevábamos el sistema ese de esterilización de pastillas” (que es lo mismo que preguntarnos si ya llevábamos bibes, pero ninguno lo recordamos con exactitud).

Sebastiao Salgado: Ballenas
Me da mucha pena no haber escrito todo obsesivamente cuando Mini nació. Claro que algo escribía - debe estar por docus de word-, pero no un diario que habría hecho las veces de “guía cultural de Londinium” porque me pasé un año de baja maternal genial con una amiga francesa que me eché. Con Laeti comenzamos compartiendo habitación con las mejores vistas del mundo en hospital del NHS (ya lo querría la sanidad privada) porque su hijo nació un día antes que Mini, pero además compartíamos edad (37, algo alejadas de las razonables madres de veintitantos) e intereses (no pasábamos las 24 horas centradas en el bebé). Con los babies en los carritos íbamos a exposiciones (algunas que hasta recuerdo, como Sebastiao Salgado o Le Corbusier), cine matinal para padres-con-bebés (con Mini al pecho vi, por ejemplo, “Slumdog Millionaire” o “Vicky, Cristina, Barcelona”), descubríamos plazas y parques perdidos y pasábamos ratos por los cafés. Nota: estoy impresionada con este párrafo, cuántas cosas recuerdo.

Total que Roc va a tener sus entradas (me temo con sus inevitables flashbacks) pero irán dosificadas: la pesada de Fashion no quiere, de momento, venir a pasar temporadas conmigo y yo, se supone, trabajo.

Informe del neurodesarrollo
Al terminar los siguientes párrafos, releo y parece que esto es un informe pediátrico del neurodesarrollo (risas y disculpas). Se lo salten todos menos Fashion. 



Principios de reciprocidad. A ratos, cuando Roc está tranquilo y atento, te mira fijamente y comienza un proceso de clara reciprocidad. Las neuronas espejo ya trabajan: saca la lengua cuando se la sacas, mueve la boca cuando dices “agua” y, aún no está confirmado, pero me pareció ver ligero movimiento de los deditos cuando le cantaba y hacia los movimientos de “twinkle twinkle little star”. Este es un momento que recuerdo con claridad de Mini, la primera vez que la vi imitando el movimiento de abrir y cerrar la mano como una estrella: grandísima ilusión. Bueno, todos los momentos son una pasada, quien haya tenido niños a su alrededor lo sabe.

Risa. Hay cosas que le hacen reír a Roc, por ejemplo el “blow raspberries” (esos besos con ruido) en su tripa, o verte reír a ti, pero es todavía bastante aleatorio, a veces no entiendo qué le ha hecho gracia.

Vocalización. Estos son también de los mejores momentos, y solo ocurren de vez en cuando, cuando está tranquilo y concentrado (todo lo que se puede concetrar un bebé). En esos ratos, Roc comenzaba a “babble” (balbucear?) cosas con muchas “ges” (por eso sonaba a algo parecido a “agua”). Aquí también hay que esperar a que diga -haga el ruido- que sea y contestarle, y él luego vuelve con su jerga. Esto es pura comunicación de felicidad.

Motor. Ya que estamos, sobre el desarrollo motor decir que sujeta la cabeza perfectamente desde hace mucho y que, al igual que Mini, si pudiera echaría ya a andar. Le encanta ponerse así de pie y hacer fuerza con los pies. También su piscina del bebé: da muchas patadas, como que quisiera nadar. Eso sí: no le gustó la experiencia de meter sus piececitos al mar (agua fría? : finolis).

Y por terminar el informe con notas ligeras: le corté la cresta de punky con la que nació y que ahora ya era intolerable. Fue un proceso doloroso porque obviamente no paraba quieto. En la nuca tenía zonas sin pelo y mi objetivo era dejarlo todo igualado. El resultado no fue, digamos, profesional, pero se mejoró lo que había (el padre de la criatura difiere).

Yo nunca he tenido mucha mano con niños que lloran, pero con Roc, bastante. La que lo hace llorar seguro es Mini (la pobre: no sabe cómo cogerlo, recuerdo esa situación) y el favorito, cuando todos hemos fallado en lo de calmarlo es el Peda. Ya veis que hay un ránking.

No le gusta el chupete, pero le encanta chupar. El otro día de paseo era hora de su siesta y no había manera. Lo cogí en brazos y tengo un chupón como de novio adolescente (por algo se llaman lovebites) en mi bíceps: me succionó hasta que se durmió. O esa es la razón que he dado en casa.

Diversos percances: financieros, accidentados, nuevo ataque medusa
No hacía falta más contenido, simplemente con el informe de Roc y leve descripción de rutinas playeras (que dan para lo que dan) ya nos habría quedado un divague digno. Se hubiera podido terminar aquí y seguir con el diario griego, con dos o tres libros que ya llevo de retraso y con observaciones vitales de limitado interés. Sin embargo, esta semana de descanso ha sido todo menos descansada.

Para empezar, a mis padres les clonaron (aprendí este verbo el otro día) sendas tarjetas de crédito de distinto banco el mismo día. De esto nos enteramos porque el o los malhechores se dieron a eso de la compra online “en una página de Londinium” (Asos) y aunque se les paró los pies enseguida, lograron colar un par de compras. Esto trajo el consabido disgusto, cancelación de tarjetas y visitas a sucursales en busca de evidencia para la denuncia. Y por supuesto, inagotables hipótesis sobre en qué establecimiento podría haber ocurrido (supermercado? cafetería?) con consiguiente momento-detective de JAL en super “a ver si veía algo”. Unos vecinos en la piscina -más de esto luego- aportaron que podría tratarse de un nuevo robo que se hace con un dispositivo cuyo nombre no recuerdo  así que  dejemos investigar a los así llamados profesionales (también más de esto luego). 

La visita a la estación de policía no fue tan surrealista como suele en ese país (ya hablé de “pasen a los negricos a la cinco” de aquella vez en Vetusta, los negricos y yo renovando el DNI). Puesta la denuncia no podía faltar, por el azoro del momento, pérdida de cartera con toda la documentación en un taxi -que afortunadamente fue recuperada, eso sí, tras haber cancelado esta vez la única tarjeta activa que les quedaba, la de un conocido centro comercial. 

Como no se había estado a la altura en comisaría del "spain is different" (yo quiero resumir, pero es que esto es oro), atención a la llamada de la poli a la mañana siguiente:
- Seniora, me he puesto a investigar lo suyo y he de decirle que lo más común en estos casos es que el ladrón sea “un familiar”. Qué opina?
- Que no es posible, dice mi madre. 
- ¿No serán sus hijas? ¿Ah, y no dice que tiene nietos? Mire que esto lo vemos todo el tiempo. 
- Ni hablar. 
- No sabe hoy los adolescentes cómo están. Pero, ja!  lo destapamos al rastrear el pedido, seniora:  llega a la dirección de los hijos!!!
- Ya le he dicho que no es el caso. Espere que le paso a mi hija menor. 

La mayor está nadando y Fashion en la actividad que ocupa el 90% de su tiempo actualmente -dar pecho. El poli repite operación, esta vez intentandola persuadir para que confiese. ?Ha sido ella, o tal vez su hijo, o su marido? Hay yernos desalmados. Mire que esto es muy frecuente. En fin: que están investigando y ya nos dirán. Qué pasa? Que a veces llaman a alguien y confiesan?

Segunda medusita del verano
Sigamos con accidentes asociados a deportes de riesgo -para gente de cierta edad. El Peda se une a Mini en lo del esquí acuático y, al tirón estipulado de una de las salidas,  le da un otro en la espalda. Parece ser que no es como el esquí alpino, me dicen unos vascos en la plataforma. Aquello de "si sabes esquiar, sabes patinar sobre hielo" no se aplica. Hay que recurrir, aparte de farmacopea, a un fisio de urgencia que se presenta en casa con su camilla y su incontinencia verbal. No para en toda la hora: los problemas de su hermana separada, que el omega 3 no es suficiente (ha de ser 3-6-9), que se iba a un festival de música de tres días, que no tiene novia y que el Peda hace demasiado ejercicio (todos de acuerdo). Yo pagaría extra por fisios o peluqueros que se estén callados. Mi pelu tampoco para de hablar y eso que me ve con el libro abierto.

Ahota toca ataque durante el snorkling: me pica la segunda medusa del verano y de mi vida en la munieca (la primera en Fasélidas, repasemos). Puesto de seguridad, solución de bicarbonato con agua, recomendaciones. 

Y por fin: se esquivó potencial intoxicación alimentaria. El último día, Mini y yo cenamos restos que había en un tupperware y “que sabía un poco a vinagre”. Cuando terminamos y lo prueba JAL (recordemos, cuniado universal, voluntario de salvamento marítimo y prospectivo bombero) dictamina que eso probablemente está pasado. Mini y yo esperamos que la Escherichia Colli haga su aparición esa misma noche, pero falsa alarma. Solo faltaba terminar en urgencias.

Y creo que no me dejo nada. Si vacaciones no es necesariamente descansar físicamente, tal vez prueba conseguida. 

Logísticas espacio-temporales 
Lo que el lector se está preguntando a estas alturas: sí, convivir ocho personas en un apartamento de dos habitaciones y dos baños es un reto en sí mismo, pero nos hemos arreglado. Recordemos que el grupo ya ha estado en mi piso en Londinium en circunstancias peores (un solo baño) y si ha habido algún motín solo ha sido por la deplorable cocina de mis compas (no, es broma, las abuelas siempre toman el mando).

Sobre temporales: el Peda desaparecía pronto para correr, yo me ponía a leer mirando al mar, Mini seguía durmiendo (queda claro que los pobres que han cruzado océanos para estar aquí fueron relegados al salón). Cuando volvía el Peda nos íbamos a nadar y ver peces a primera hora (como es una playa que tiene muchos trozos de roca hay innumerables peces -y medusas, como sabemos- y les he hecho videos que os ahorro). Las rutinas de los padres del bebé son por definición lentas, así que cuando llegamos se está sirviendo el desayuno (llamémosle brunch, que es eso tan neoyorkino del desayuno-comida, pero en esta casa se hace esto Y LUEGO se come - en mi opinión, roza la gula). Por fin se baja a la piscina que es donde la joven Di (también conocida como Srta. Di en futuros aeropuertos con hombres con carteles, un día) toma notas costumbristas para su blog (siguiente apartado). Se tiene la decencia, por lo menos, de comer tarde, y seguir las rutinas del bebé en cuanto a siestas, gofres, helados (yogur), La Meji (ah no, eso era el aperitivo) y demás parafernalia playera de la tarde (nadie se ha pesado, vivamos en negación). Y el highlight: volver a la piscina cuando ya se va el personal y bañarse más allá del horario permitido (que son las 21:00 horas: con horarios a nosotros). Eso sí, entonces no nos tiramos e intentamos no ser martinavalentina. Pese a todo, la gente nos mira críticamente desde sus balcones y hay uno (“mira mummy, what a weirdo”) que nos filma (?para dar más arsenal en contra nuestra a la poli, o verdaderamente estamos colgados en una página oscura de internet?)

Vale, no videos pero ahí va una captura:
un vergel de pescaditos, o no?

Comunidad playera: instrucciones de uso

El weirdo que nos graba es solo un ejemplar más de La Comunidad Playera. Si alguien recuerda la peli de casi-el-mismo-título de Alex de La Iglesia, habrá fácilmente hecho la misma asociación que yo: el grabador es el que iba de Darth Vader. Que, al final (spolier alert) no era el malo.

Más ejemplos de habitantes del edificio, tipos humanos que no decepcionarán. Hay muchos vascos, una que sale a correr con su marido y que asegura que ya no baja a la piscina “porque hay demasiada gente que no son del edificio" (mi madre me contó que otro anio llamó la atención a una alquilada con burkini por intentar baniarse con él).  Un senior de Madrid de la edad de mi padre que nos pregunta en el ascensor si "jugamos al tenis" porque está buscando pareja. Cuando le decimos que ponga un cartel en recepción nos dice que no, que no quiere "según con quién" (claro que a qué altura está su rasero cuando ha puesto sus ojos en nosotros).  Luego está la que bautizamos como la “Pool Police”, una señora de Palencia afincada en Pamplona desde hace 11 años ( la llamo señora pero debe ser más joven que yo, a juzgar por la edad de su hijo) que reta a dos tardoaolescentes  franceses que se meten a la piscina sin duchar, uno de ellos hasta con gorra visera. Soy yo, o se nota aquí cierto tufillo xenófobo del no-propietario? Me siento casi personamente atacada, usuaria habitual de airbnb o apartamentos de alquiler breve (por no hablar de emigrante). Aquí los propietarios opinan que la Comunidad ya no es lo que era con toda esa gente de paso. Es esto un pequenio collage del país entero?

 Luego están los tres que se bajan sus propias sillas de playa y leen (uno el Quijote, ojalá esto representase a toda la piel de toro). Las dos señoras mayores francesas con sombrero de paja y churros que se meten en el agua a hablar a la hora del sol. Los niños pesados (versión valentinamartina) que se tiran todo el rato. Los adolescentes mirando sus pantallas a la sombra. Las ramonas no están permitidas y la Pool Police está al tanto: a ella le iban a colar una. El señor de Córdoba, Argentina, que vive en La Comunidad Playera todo el año pese a que sus nietos viven en Lasarte, y que pregunta si Roc será de La Real como su tío (evidente camiseta). Los vecinos de arriba, profesores de secundaria, que se pasan allí todo el verano y tal vez por eso no paran de hablar, sin dejarnos ir al agua o a comer, o a donde sea. Su mejor perla, para nuestro escándalo: descripción pormenorizada de ella en el concierto de Raphael. No eran más jóvenes que nosotros? Pero luego JAL nos explica que es lo último, que la gente va en plan irónico. Ni toda la ironía del mundo me arrastraría a ese concierto, pero aún así se me pega un rato la maldita “puede ser mi gran noche” (que, by the way, no lo es: salir a por ibuprofeno a farmacia de guardia aún no computa para eso). Y anotar la decepción porque solo hay una batalla por las tumbonas (dejar la toalla y no aparecer) que me cuenta el Peda: esto de haber sido regular me hubiera dado para mucho.

Y para terminar, la mascletá: el último día, estando con Fashion en el agua, le vemos: le han abierto la puerta principal y se encamina con paso seguro a recepción, con su gorra corporativa y su paquete bajo el brazo, en busca de una firma. Nos miramos y lo sabemos: es el pedido que han hecho con la tarjeta clonada! El ciber-delincuente se encuentra en el edificio!!! No podemos parar de reír: "atención todas las unidades", decimos, pretendiendo walkie-talkie. Ta-ta-ta-ta, imitando a helicóptero. Uiooo uiooo, sirenas. Nos están cercando. Qué creíamos, que la poli era tonta? 

Y de vuelta en la isla (Castilla miserable, ayer dominadora / envuelta en sus harapos desprecia cuanto ignora.)
En unas horas, estoy sobrevolando la isla. Al bajar el avión me pregunto si me he equivocado de vuelo y lo que estoy viendo son los Campos de Castilla machadianos. Acostumbrada al verde (que-te-quiero-verde, poética estoy), choca cómo está todo de amarillo. Probablemente vamos a tener restricciones de agua -quién lo iba a decir-, hay otra huelga de transportes y en septiembre igual una nueva primera ministra que va a hacer bueno a Johnson. De repente, la vida real, con problemas de verdad, irrumpe. Se acaban las vacaciones. 

Drama desde el avión:
es esto de verdad Inglaterra?


Este es mi parque
tras el verano





8 comentarios:

  1. Uf, buen sendero paralelo al río, alternando buenas vistas con empinadas subidas, de esas que hacen respirar más a fondo... e incluso sentirse "maternales", con eses apuntes sobre la incorporación de una nueva cría humana, a la fauna que tanto mal le está haciendo al planeta... me gusta más este Roc, que abona mi sociogén pedagógico y hace vislumbrar algo parecido a una solución ,
    para restablecer el equlibrio perdido del ecosistema terrestre...

    Bicos, bicos, bicos... (a repartir)

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    1. Muchas gracias MV... y enseguida volvemos al Dodecaneso :)

      bicos para ti

      di

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    2. Dos momentos detective... uno trivial, como será el algoritmo Di con flequillo en modo Uma Pulp?

      Y otro más serio : mi no entender la ligazón "francés sin duchar (a saber que pinta tendría) con visera incluida y llamada de atención de señora X... con la siguiente expresión de "tufillo xenófobo"... es de suponer que tú sigues en la piscina, mientras se mete en ella tal ejemplar de dinosaurio (independientemente de su procedencia y credo)???

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    3. Ah, sí, el flequillo... diría q locura de juventuz pero no, de vez en cuando la cabra tira al monte...

      Los franceses no eran blancos, sino probablemente argelinos, pero la xenofobia era más metáfora con lo de "q no eran del edificio", no exactamente con la etnicidad. Saltaron la valla (no tenían llave) y eso tal vez sugirió a la Pool Poli q no eran del edificio. Y el de la gorra se tiró al agua con gorra (o sea, gorra se mojó también). Aún hago los divagues cortos... :)

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  2. El caso es que nos hemos quedado sin saber quién fue el culpable de la clonación de tarjetas. Gran intriga que debería quedar resuelta en futuras entregas, ¿tal vez por una confesión de Roc? Mira que los niños de ahora ya nacen dominando eso del ciberespacio...

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    1. jajaj ELENA, yo veo q cuando vuelva a ver a Roc en un par de meses ya habla y nos cuenta cómo jaqueó el tema. Eso, o también sospechamos del Peda, q fue el primero en alertar-ya se sabe, el asesino siempre se hace el que ayuda al principio, un truco viejo de guión...

      besos! di

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  3. No me dió tiempo a avisaros. Yo he estado 4 días en ese destino con dos adolescentes, uno de ellos americanos que ha descubierto la maravilla de pasarte en el agua dos horas... y que, por supuesto, a pesar de mis mil quinientos "daos crema" se ha abrasado los hombros y el cuello.

    Yo también digo todos los veranos "el año que viene alquilo una casa y no salgo en diez días"...pero este año lo digo en serio, estoy agotada del verano.

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    1. Es tan de guiris eso de quemarse, y a mí aún siempre hay algún día q me despisto y me pasa... Pero suerte q no recibió besito de medusa, ya los acaparé todos yo :)

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