25 enero 2019

Consecuencias del Brexit 1 (Vuelve Rose)

Este minidivague me ha salido contestando a los divagantes tras mi pataleta-brexit, así que en lugar de un comentario largo, he decidido hacer un divague-haiku. 

A Mini le trajo Santa este año una bici nueva. La anterior, pequeña, la teníamos en un hueco de la escalera comunal (vivo en el segundo piso de una antigua casa victoriana reconvertida en cuatro apartamentos). En la planta baja y semisótano vive Rose-los divagantes avezados la recordarán por aventuras pasadas, por ejemplo cuando dejó en la calle a un pobre hombre que venía al piso del australiano (planta 2) por su política "no abro a desconocidos", cuando pone veneno en las raíces de los árboles, cuando no quiere poner un contador inteligente por miedo a las ondas o, bueno, para qué empezar con el tarado que tiene en los  bajos. Rose tiene un jardín enorme en la parte de atrás de la casa y cree que el de delante (por el que hay que pasar para entrar al edificio) es suyo. Eso quiere decir que no nos deja hacer nada, y a su vez lo tiene hecho un asco. Hay algún árbol, matojos que no sé nombrar, hortensias gigantes, y la gente que pasa tira latas y botellas de Coronita, que no lo recoge. Una vez dijo que "quería q pareciéramos pobres para que no entraran a robar". Rose tiene una paranoia severa. Pensaréis que me la invento, que es demasiado el prototipo de las escasas ancianas londinense (The lady killers) enloquecida, pero es tal cual.

Volvamos a la nueva bici de Mini, que es ya de mayor, así que ocupa mucho y no la podemos tener en el hueco donde la pequeña, y en estos momentos está colgada con un "colgador de bicis" (valga la redundancia, a saber cómo se llamará eso) cerca del techo de la escalera comunal... yo no puedo bajarla porque está muy alta, ha de ser el Peda. Así que es un engorro, y se nos ocurrió que estaría muy bien poder poner una casita de bicis que tiene aquí mucha gente en los jardines. Tres plazas y así el Peda y yo podíamos comprar un par de segunda mano para ir a los parques. Suena como un gran plan. Pero Rose existe. 

Total que un día como quien no quiere la cosa, casualmente, se lo propongo a Rose que seguro sufre un pequeño infarto cerebral por la noche, solo de intentar asimilar la idea. En el momento, me da mil excusas y sugerencias: que intente alquilar la de los vecinos de la derecha, que le diga al dentista, el de la izquierda, que si la puedo poner en su jardín de atrás, que si en un pasillito que hay nosedónde. Dice al principio que la casita le quitará la vista de la calle, y la trato de tranquilizar que buscaremos una baja, que entiendo que quiera ver el parque, pero no, a ella el parque se la suda, ella lo que quiere ver son los contenedores de basuras del edificio! (que ella la q se encarga de sacar). Le da vida ver si han pasado los basuseros y se la han llevado, o no, porque a veces los de reciclaje no se llevan algún objeto, y esto le da la oportunidad de escribir una nota para los vecinos en el pasillo explicándonos lo que hemos puesto mal en el cubo inadecuado. 

Pero el otro día, Rose se autosuperó: salió de su guarida para decirme que había pensado mucho, noches sin dormir, sobre la casita de bicis. Su decisión era (fanfarria): no. Lo sentía, no quería causar "bad feeling", pero es que "tiene planes para el jardín". 

- "Rose, qué planes, llevamos años aquí y esto sigue como un estercolero" 
- "Veo que te estás enfadando"
- "No, pero es que es verdad... por tus manías mi familia y yo no podemos ir en bici juntos" (un poco de chantaje emocional, alguien más se anima?)
- "Pero oh... es que quiero hacer un huerto ahí para cuando nos quedemos sin ..."

No terminó la frase, hubo un silencio lleno de sobrentendidos pero yo lo vi claro: Rose o bien hablaba de las restricciones alimentarias del Brexit (esas lechugas que acumuláis los españoles en vuestros supermercados!!! traidores!), o bien de The Road. Que al final igual es lo mismo. 




6 comentarios:

  1. La primera pelea con mi Cuate se produjo por las viejecitas inglesas. A ella le parecían encantadoras, recorriendo los bosque para recoger bayas y hierbas. A mí meparecían unas colionalistas malvadas, incapaces de hacer el menor favor, pues dedicaban su tiempo a recoger bayas y hacer té.

    Con lo que cuentas de Rose, creo que hoy, 45 años después, voy a ganar esa discusión.

    ResponderEliminar
  2. Sí, NáN, dile a tu Cauate q es q la figura de Mrs Wilberforce de "The Ladykillers", seniora encantadora y excéntrica ha hecho mucho danio. Yo nunca vi la Srta Marple ni aquel serial de "Murder, she wrote" (donde me decían q la ancianita Angela Lansbury spr acababa ligando), pero suenan igualmente terroríficas.

    En Londinium son una rara avis, es deprimente ver en el metro q la más vieja soy yo. El rodillo demoledor de esta ciudad ha sacado a la gente mayor de 35 de aquí. Pero, y si te quedas y acabas siendo una Rose? Yo me veo ya algun rasgo peligroso...

    Qué ha quedado del poema "Advertencia" que colgué el otro día?
    http://divagandodivagando.blogspot.com/2019/01/advertencia-de-jenny-joseph.html

    Desde luego Rose no lo ha leído o si lo ha hecho, estuvo soniando con él varias noches...

    Muxu

    di

    ResponderEliminar
  3. Primera reflexión: ¿No tenéis garaje? Las bicis quedarían perfectas encima del Mini. Segunda reflexión: la convivencia con chiflados es difícil hasta para los expertos en chiflados. Este año M. tiene una compañera de piso que tiene ¡un hurón! de mascota. No entiendo como M. no se la monta ni por qué no se chiva al propietario. (La culpa es de Snoid, que la educó en la creencia de que lo peor que se puede ser es un delator) Consultado un compañero guardabosques, me comentó que la mejor solución era comprar una regleta de enchufes en un chino, embadurnarla bien con tocino y enchufarla en la puerta de su habitación. Si el bicho entra de nuevo a comerse sus zapatos, morirá ejecutado por su propia glotonería en el cable del enchufe. (No sé por qué he pensado en ese hurón al oir hablar de Rose. Por cierto,¿ le gusta el tocino?)

    ResponderEliminar
  4. AY ay ay ... qué mala eres CESI... en 1er lugar, suspendida en primero de Di! qué es eso de "no tenéis garaje"?? claro q no... en Londinum es raro tenerlo... es "off street parking", o sea, la p... calle.

    LO del hurón... madre mía!!! Pobre M. LO de la regleta me parece bien, y además tengo un electricista q viene el miércoles a mirar las luces comunales, así q puedo involucrarle. Rose tiene pinta de ser vegana radical, o algo raro. No olvidemos al Tarado.

    AHora, estoy totalm con SNOID en lo de los delatores. Yo tb crecí con eso, y para mí ser chivata era lo peor. Hasta el punto de q a mí me decían, no te dejes pegar, tú pégales si empiezan más fuerte. La ley de la selva. Pero la monja nunca figuraba como elemento solucionador de problemas en estos escenarios. Era yo, ante el peligro, y artes marciales para las q nunca fui entrenada (ahora lo siento).

    love

    di

    ResponderEliminar
  5. Con lo pacífico que soy ahora, desde los 3 años recién cumplidos hasta los 11, me pegué absolutamente todos los días escolares de mi vida. Bueno, yo y todos mis compañeros. Teníamos un campo de juegos con una portería en cada lado, pero 600 niños jugando al fútbol simultáneamente en el mismo campo y todos vestidos con babis iguales de rayas verticales azules, el fútbol era una opción asquerosa.

    Dividirse en cada clase entre romanos y cartagineses y dedicar los recreos a sacudirnos resultaba mucho más eficiente y agradable.

    ResponderEliminar
  6. NáN, eso era el lejano oeste... pero vamos, yo recuerdo una pelea a piñazos en una excursión... con las monjitas :) Nuestro babi, como lo llamas (nosotras lo llamábamos bata) era verde... :) dicen q para q fuera relajante... :)

    ResponderEliminar

Comenten bajo su propio riesgo, sin moderación. Puede ser divertido.