Sábado, 24.08.19-De Plettenberg Bay hacia Addo: Oyster Bay (SA13)
Hoy es nuestro último día en la Ruta del Jardín, siguiendo por la N2 hasta llegar a dormir a Addo Elephant National Park. Por la mañana, antes de dejar el alojamiento, disfrutamos un poco de la terraza y luego del parque infantil, donde hacemos sube-y-baja con Mini, como psicópatas que tras un asesinato se van a cenar como si nada hubiera pasado. Porque allí dejamos el cadáver de la tarántula, que pasa factura, porque luego resulta imposible no ir pendiente del retrovisor: veo a los ecológicos del alojamiento en un pick-up con armas para ajustar cuentas. No exagero su hippismo, inserto foto de la ducha mosaico para vaga idea: mirad qué fantasía, la primera el pasillo que te lleva y la segunda ya dentro, con techo solar. (Nota: divaganta Anna, van para ti, busco y no tengo más!) Pero les damos esquinazo.
Nuestra primera parada es el puente del Río Storms, el mismo en el que estuvimos ayer en su desembocadura. Hay un café con una terraza que mira al puente en el que admito tomamos algo. Quién que no esté en el espectro autista o ingenieros de de caminos, canales y puertos, o yo, interesada en los puentes, decide que esto puede ofrecer una panorámica? En fin, que no contentos con verlo de lejos, también lo cruzamos, y admiramos la garganta allá abajo.
El Naufrago Ro nos había dicho que había que ir a "Oyster Bay", para comer ostras. A mí las ostras no me gustan, pero al Peda sí, y mantengo una conversación por whatsapp con el Naufrago que enfatiza no solo lo buenas que están, sino que "es interesante ver cómo ese pueblo ha hecho de las ostras su manera de vida". Así que decidimos desviarnos de la autopista para salir a este cabo famoso por sus ostras. No aparece nada en la guía pero, no son esos los mejores lugares?
Por fin, ahí al fondo está nuestro destino. Ya creo que hasta me van a gustar las ostras: tenemos hambre, sed... Oyster Bay!!!! Lo primero que vemos son unas dunas blancas, enormes, bestiales, que casi recuerdan a las de Merzouga (he dicho "casi"; afortunadamente no hay quads aquí). Al fondo, el mar, otra de esas playas desiertas a las que pese a ver una casi cada día, todavía no nos hemos acostumbrado.
Uuuu-juuuu. Subimos corriendo la primera duna, empinadísima. Arriba, nos quitamos las deportivas y hacemos todo lo que tú, lectora, haría allí: gritar con los brazos abiertos, fotos, volteretas laterales, tirarte corriendo a la siguiente duna (Mini). La playa es inmensa, es como un espejismo. El listón está altísimo con las playas que hemos visto este verano, pero esta es la mejor playa de Sudáfrica y una de mis Top 5 (compite con aquella playa de Itaka, por ejemplo, aunque es un concepto del todo diferente).
Eso sí: ni rastro, en la playa ni en sus límites de nada parecido a "locales ganándose la vida con esto de las ostras", pero quien sabe... somos incultos, igual esto se hace en otra zona, aún por encontrar. Bajar de la primera duna gigante para volver al coche es, de nuevo, no apto para los que tienen vértigo: es tan empinado, y no queda otra que tirarte y dejar que se te hundan los pies, y seguir hacia abajo. Me recuerda a la bajada del Volcán Pacaya.
De vuelta al coche, tiramos hacia el interior del pueblo que está completamente desierto. El silencio. Pasamos calles arriba y abajo, y cómo puede ser esto el famoso lugar de las ostras? Por fin, un grupo de niños negros en bicis por la calle, y en la puerta de su casa, un hombre muy pálido de pelo blanco, al que asaltamos: dónde está el restaurante de aquel sitio. El hombre sufre hablando en inglés, se nota que su lengua materna es el afrikaans. Se arrodilla al lado de mi ventanilla, para explicarme mejor. Como le veo así contrito (tal vez metafóricamente arrepentido por ser boer?), ya me lanzo y le planteo la verdadera Duda Existencial: cómo se sale de ese pueblo, que aún no puedo creerme que la única manera de llegar a esas dunas maravillosas sea esa carretera de Centauros del Desierto, tiene que haber otra manera. Pero no: incluso hacia el este, que es a donde vamos, para salir de nuevo a la N2 tendremos camino de tierra. Pero cómo se hacen aquí casas de veraneo toda esa gente, si llegar es como con diligencia?
Hoy es nuestro último día en la Ruta del Jardín, siguiendo por la N2 hasta llegar a dormir a Addo Elephant National Park. Por la mañana, antes de dejar el alojamiento, disfrutamos un poco de la terraza y luego del parque infantil, donde hacemos sube-y-baja con Mini, como psicópatas que tras un asesinato se van a cenar como si nada hubiera pasado. Porque allí dejamos el cadáver de la tarántula, que pasa factura, porque luego resulta imposible no ir pendiente del retrovisor: veo a los ecológicos del alojamiento en un pick-up con armas para ajustar cuentas. No exagero su hippismo, inserto foto de la ducha mosaico para vaga idea: mirad qué fantasía, la primera el pasillo que te lleva y la segunda ya dentro, con techo solar. (Nota: divaganta Anna, van para ti, busco y no tengo más!) Pero les damos esquinazo.
Nuestra primera parada es el puente del Río Storms, el mismo en el que estuvimos ayer en su desembocadura. Hay un café con una terraza que mira al puente en el que admito tomamos algo. Quién que no esté en el espectro autista o ingenieros de de caminos, canales y puertos, o yo, interesada en los puentes, decide que esto puede ofrecer una panorámica? En fin, que no contentos con verlo de lejos, también lo cruzamos, y admiramos la garganta allá abajo.
Nada más salir de la N2 nos damos cuenta de que la carretera pasa a ser un camino de tierra. Mirando en el mapa lo que nos queda hasta Oyster Bay, le planteo al Peda si tirar para atrás. Los cachondos de los sudafricanos ponen señáles de tráfico tipo "límite de velocidad 80", madre mía qué pedrada. El viaje es interesante, cuando no pesadísimo, pero vemos cultivos, negros en tractores, vacas... cosas que no se ven desde la N2 y tampoco en ninguna de las otras zonas por donde hemos pasado. Esto es la auténtica Sudáfrica rural. Aún así, no damos crédito a lo lenta que va la bolita azul de googlemaps-esto ya nos pasó el otro día en nosequé otra carretera de ripio.
Por fin, ahí al fondo está nuestro destino. Ya creo que hasta me van a gustar las ostras: tenemos hambre, sed... Oyster Bay!!!! Lo primero que vemos son unas dunas blancas, enormes, bestiales, que casi recuerdan a las de Merzouga (he dicho "casi"; afortunadamente no hay quads aquí). Al fondo, el mar, otra de esas playas desiertas a las que pese a ver una casi cada día, todavía no nos hemos acostumbrado.
Uuuu-juuuu. Subimos corriendo la primera duna, empinadísima. Arriba, nos quitamos las deportivas y hacemos todo lo que tú, lectora, haría allí: gritar con los brazos abiertos, fotos, volteretas laterales, tirarte corriendo a la siguiente duna (Mini). La playa es inmensa, es como un espejismo. El listón está altísimo con las playas que hemos visto este verano, pero esta es la mejor playa de Sudáfrica y una de mis Top 5 (compite con aquella playa de Itaka, por ejemplo, aunque es un concepto del todo diferente).
Eso sí: ni rastro, en la playa ni en sus límites de nada parecido a "locales ganándose la vida con esto de las ostras", pero quien sabe... somos incultos, igual esto se hace en otra zona, aún por encontrar. Bajar de la primera duna gigante para volver al coche es, de nuevo, no apto para los que tienen vértigo: es tan empinado, y no queda otra que tirarte y dejar que se te hundan los pies, y seguir hacia abajo. Me recuerda a la bajada del Volcán Pacaya.
Llegamos donde dice que está el restaurante. Nos metemos en un antro que ríete del Sex Shop de Ronnie en cuanto a autenticidad: se trata de una sala rectangular dividida por estanterías centrales, que se hace llamar supermercado. Estanterías prácticamente vacías, congelador al fondo que da miedo verlo y, lo mejor, un mostrador a la derecha según entras que se autodefine como "oficina de correos". Allí compramos una postal para el Naufrago Ro, de un surtido de tres, todas descoloridas por el sol, rizadas, y con grafía ochentera: llevan allí unos días. Sospechosamente, en ninguna figuran ostras, o "la manera de vida de esta gente de las ostras", solo las dunas. Lo mejor es que cuando queremos poner un sello nos indican que no tienen. Sí, en una oficina de correos. No hay sello: nos tenemos que llevar la postal. Estoy atemorizada de pensar que el restaurante está en la esquina al fondo, tras el congelador, pero la que atiende explica que hay que rodear la casa y lo encontraremos.
Por lo menos tiene una terraza a las dunas donde ponderar cómo hemos llegado hasta allí. Solo hay una mujer tras la barra, y, sabios como somos, antes de pedirle ostras le preguntamos "dónde está todo lo de las ostras en este pueblo, la manera de vivir y tal" (Rosendo resuena en mi cabeza). La mujer nos mira perpleja: no sabe de lo qué hablamos. Allí no ha habido nunca ni un mejillón, y el Oystercatcher es un maldito pajarraco que coge ostras, igual por eso. Plonkk, hacen nuestras mandíbulas al pegar con el suelo: nos hemos desviado y aquí no hay ni hubo nunca jamás ostras. El Naufrago Ro o está senil, o se ha confundido de país. Pedimos algo rápido de comer, porque se nos está echando la tarde encima y hemos de dormir en casadios.
De vuelta a la peli de John Ford, nos encontramos otra vez con los campos verdes y sobre todo los molinos de viento. Por fin llegamos a la R330 a la altura de St Francis Bay, y se acaba el ripio. Oh loado seas Senior, eres bueno! Además nos pones un Spar enfrente en el que por fin puedo hacer una compra en condiciones, porque en el parque natural evidentemente, tendremos que cenar en casa! Soy feliz. De ese supermercado recuerdo las fresas (somos grandes consumidores en Londinium, y llevamos todas las vacaciones sin), y las enormes tartas. Hoy, además, me dejan comprar salchichas para braai! La vida me sonríe.
Y ya vamos del tirón a Addo porque el check-in cierra a las 6, y se nos ha hecho tardísimo. Addo es uno de esos parques naturales inmensos (38 kms de largo) y entramos por su parte sur, donde está nuestro campamento, Matyholweni. La casita donde se hace el check in tiene el tejado de paja (thatched), como luego lo tendrá la nuestra. En la parte de arriba juegan dos monos: ese es mi primer recuerdo de Addo.
Nuestra cabaña está muy bien, pero a partir de las 18:30 ya no puedes salir, no vaya a venir un tigre. La cabaña de al lado monta una braai en condiciones, nosotros no tenemos equipo, y tenemos que hacer las salchichas en una sartén, que se pegan miserablemente. Los Pedalistas y su espíritu de la aventura, como decíamos ayer.
Y ya vamos del tirón a Addo porque el check-in cierra a las 6, y se nos ha hecho tardísimo. Addo es uno de esos parques naturales inmensos (38 kms de largo) y entramos por su parte sur, donde está nuestro campamento, Matyholweni. La casita donde se hace el check in tiene el tejado de paja (thatched), como luego lo tendrá la nuestra. En la parte de arriba juegan dos monos: ese es mi primer recuerdo de Addo.
Lo de arriba son monos |
Nuestra cabaña |
Me fliparé la playa pero vamos a lo interesante:
ResponderEliminar¿Qué insultos dirigiste a Náufrago después de esto? ¿Volvéries a seguir alguna de sus recomendaciones o nunca más?
Y que sepas que queda muy raro que el mayor entusiasmo de este viaje lo hayas puesto en hablar de un Spar y de comprar fresas que no comes desde que saliste de casa ¿hacia 10 días? Cada día eres más inglesa. XDD pero te quiero igual.
"Me fliparé la playa"? Confío q es el autocorrector, o me suena a drogas...
ResponderEliminarEl Naufrago se quedó tan tranquilo el tío.. le perdono pq la playa fue la letxe y "esas cosas pasan viajando". Si no hay palya, sí, lo mato.
jajajaj... es q no sabéis cuánto me aburren, sobre todo al final de los viajes, los restaurantes. Lo de las fresas ocn muesli marca "Rude Health. No flamin raisins" me daría para un divague, q a ver si puedo empezar a hacer cunaod acabe la serie! Me encanta ese muesli con fresas y cuando volví a UK dcescubrí q ya no estaba en el super... tan triste me vi q les escirbí un emial y me dijeron q ya no lo encontraría más en supers, pero q lo podía pedir online, pero q les caí bien y... ME MANDARON CINCO PAQUETES! Para q veas q no hablo gratuitamente. Aún así, los supermercados son un "debe" de todo el q viaja... te dice másd de un país q sus restaurantes! :)
muxus
di
Me flipa quería decir.
ResponderEliminarSobre supermercados, querida, LO SÉ TODO. Te recuerdo que viajo con una alérgica celiaca y los supermercados son nuestro habitat natural, no podemos viajar alegremnete en busca de ostras o frutti di mare sin llevar una despensa con nosotros para que María pueda comer algo de vez en cuando.
Escribir a los supermecadoscporque no encuentras tu muesli. Definitivamente eres una señora mayor inglesa, eres la condesa madre de Downtown Abbey. Mi compañera en estos comentarios estará de acuerdo conmigo, seguro.
ay ay ay que muero...
ResponderEliminarLo primero, cierto lo de María-hace poco vi restos de pasta de celíacos en algun armario. Así admitirás mi razón con la imposrtancia de visitar los supers.
Luego: muero de risa... neceisto saber cómo se llama la de Downtown para firmar ocmo ella, o bien hacerme un blog alternativo donde contaros mis "pequenias luchas" con diversos estamentos. Vamos, q parezco alguien con timepo en sus manos, cosa q no tengo. El Peda siempre se ríe de las cosas raras q me han pasado en estas interacciones (os contaré lo de los tapones de los oidos). Pero en la UK te hacen mucho caso, sobre todo con productos...
love
di
Di, babeo muy fuerte con este viaje.
ResponderEliminarMe impacta todo, pero por fravor agradecería profundizaras en el tema de la ducha mosaico a lo Parc Güell. Que es eso??
Petons,
Anna
Anna, he buscado y solo hice 2 fotos! Pero en qué estaba pensando! La ducha era totalmente Gaudí, así como q te metías en un horno para pizza en oval, con espejitos, techo solar y mucha fantasía.
ResponderEliminarOh pero mira! tienen web: https://www.whiskeycreek.co.za/gallery/ Aquí puedes ver algunas más
Petons & abracada
di
Vaya con la ducha hippie. ¿Ducharse ahí no producía alucinaciones? Y solo a vosotros podía pasaros eso de hacer no sé cuántos kilómetros por un camino pedregoso en busca de ostras y que luego no haya ni una a la vista. Cambiad de recomendador, rápido.
ResponderEliminarLo de escribir al supermercado porque no tienen tu marca de muesli preferida es muy muy British. Coincido con Moli: mírate algún capítulo de Downtown Abbey -que, claro, como no ves series debes de desconocer-, seguro que te identificas con Violet Crawley, el personaje que interpreta la gran Maggie Smith. Eso sí, totalmente de acuerdo en que no conoces de verdad un país hasta que no visitas un supermercado.
La playa, muy bonita, pero yo soy más de lugares con vegetación, diría que las dunas están sobrevaloradas.
ELENA! Te echábamos de menos y creo q ha sido pq no había frutti di mari. Ya mejor salir del armario y admitir q no hay más frutti di mari, q se acaba el viaje y en casa no sabemos hacer, así q tendré q ingeniármelas para seguir manteniendo las tres lectoras... :):)
ResponderEliminarEl recomendador, q ha leído el divague (se lo mandé, o sea en este caso 4) y permanece en al sombra, solo dijo "será que me las terminé todas yo". El muy.... Además me dice q la postal NUNCA LLEGÓ (La echamos en Addo). Bueno, se lo merece! Mardito roedor!
Las dunas sobrevaloradas! Loca!
Maggie Smith me encanta, solo la he visto en foto en Downtown Abbey y sí, soy totalmente yo con sombrero y todo. No como en aquella otra encantadora peli q seguro habéis visto de "The lady in the van", q interpreta a una seniora q vivió muchos anios en una furgo en la entrada de casa del dramaturgo Alan Bennett, el q decía eso de "You don't put yourself into what you write, you find yourself there". Esa excéntrica viejecita aspiro tb a ser yo (pero con furgoneta en el sur del Peloponeso)... pero de momento sigo siendo la del sombrero con pluma, con mi taza de té de las cinco, cerrando sobres donde meto vouchers (cupones) por los q luego me mandan toallas o juegos de café. Me estaré conviertiendo en mi vecina Rose?
Muxus y maniana un divague aburrido sobre los bichos salvajes... q esto es Africa!
di
No he visto la película de The Lady in the Van, pero sí he leído el libro, porque Alan Bennett me encanta (sus Diarios, que de vez en cuando publica en la LRB, son estupendos). Si no has leído nada de él, que sea tu próxima lectura, te lo pasarás muy bien.
ResponderEliminarComo futura anciana excéntrica, seguro que te encanta también el poema de Jenny Joseph, Warning: https://www.scottishpoetrylibrary.org.uk/poem/warning/
Oh sí, ELENA!! Me apunto ese libro, pq no he leído nada de él, y no sabía si empezar por "The history boys" .. gracias!!!
ResponderEliminarY qué chulo el poema... no te acuerdas q hicimos un divague aquí?
http://divagandodivagando.blogspot.com/2019/01/advertencia-de-jenny-joseph.html
Fuiste la primera en comentar! :)
besos!
di
Por alusiones de Molinos y Elena.
ResponderEliminarLas ostras existían!!!
No sé si habéis leído bien, Di dice que a ella no le gustan y a Mini tampoco, solo al sufridor que viaja con ellas. No sería que lo boicotearon?
Yo que soy un ostrero olímpico puedo asegurar que ese lugar existe y que disfruté tanto como paquidermo en charca.
Quedo a disposición como guía ostrero.
Lo de la no postal lo dejo correr, tengo paciencia. Algunas que mandé desde la India tardaron once meses en llegar, es lo que tenía la ruta de la seda. Me sentaré a esperar al cartero.
Náufrago Ro.
El Naufrago sale de la cueva de la playa!!! Pero para seguir con sus FALACIAS!!! MO, ELENA: no le creáis, quiere embarcar a más gente en esta empresa fatua!!! ESe "quedo a disposición" es el manido cebo que usa en todo contexto, y q a veces es genuino, por ej, "quedo a su disposición para tomar Gin Tonics". Ostrero olímpico, ostrero olímpico... historia del OO..
ResponderEliminarY como llegue la postal, haremos divague conmemorativo... con foto y ronda de GT!!!
besos OO
di
Sí, sí, tenía la impresión de que me sonaba haber visto en algún blog el poema de Jenny Joseph. Tenía que ser en este, claro está. Es obvio que mi memoria se está derritiendo. Cosas de la edad, ya pronto podré ponerme sombreros de colores vistosos...
ResponderEliminarSeremos dos viejas excéntricas ELENA!!! Te invitaré en verano a Downtown Abbey, a escandalizar a los locales.... :)
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