31 enero 2016

Tierra a la vista!

El viernes fue un día de emociones encontradas. Por una parte era evidentemente viernes: no solo el día del Friday dance sino que además quedaban brownies de la reunión del jueves por la oficina. Gloriosos, los había hecha la júnior argentina que tenemos de la que no recuerdo haber divagado, pero que ha llenado estos últimos seis meses mi vida de conceptos tan necesarios como el "Dáále", "vos", "rebueno" e historias como cuando oía a sus vecinos en actividades íntimas a todo volumen y ella les increpaba, a través de la pared: "Sehhcúúúúsha, sehhcúúsha". Un día usé una de mis palabras favoritas en argentino con ella y me miró con los ojos fuera de sí: "Este sistema es un kilombo!". Luego en casa consulté la RAE y en su segunda acepción y, quilombo (sí, con q, pero me gusta más con k):

1. m. Arg., Bol., Chile, Par. y Ur. prostíbulo.
2. m. vulg. Arg., Bol., Hond., Par. y Ur. Lío, barullo, gresca, desorden. 
3. m. Ven. Andurrial. 

Luego le dije: Sabés (soy un camaleón) el otro día? Usé kilombo en acepción 2. Y ella, riéndose "ysha, ysha...". Pero lo que no puedo decir es "coger" no? Y ella venga a reírse, como ruborizada. Mejor no os cuento el día que empezamos a desvariar con el "coger" con el Peda, produciendo frases a cual más despatarrante, hasta llegar al momento histérico-histórico con "si os apretáis, cogemos todos". Y... cómo divago, venga, al lío. 

Decía que el día tuvo dos noticias sobre las que os debo poner al día a los divagantes, siquiera por la brasa que os he dado: 

Como sabéis los divagantes, una pareja inició trámites legales (una "judicial review" en la High Court, no sé cual sería el equivalente en castellano, llevar el tema al Tribunal Supremo?) para que las parejas heterosexuales pudiéramos tener civil partnerships (ser parejas de hecho), que en este momento solo es posible en este país para los homosexuales. A las 10 de la mañana la jueza daba su veredicto: NO.

Su razonamiento? La Jueza Andrews dijo que "igualmente que el UK no estaba obligado a extender el matrimonio a las parejas homosexuales, no lo está a extender las parejas civiles a los heterosexuales. Negándoles este reconocimiento formal a los heteros, el Estado no interfiere en su derecho a vida familiar o vida privada (...) Este no es un caso en el que dichas parejas no puedan lograr un reconocimiento formal del Estado, con todos los derecho, beneficios y protecciones que emana de ese reconocimiento; pueden obtenerlo casándose. (...) No hay evidencia de que estén sujetos a humillación, tratamiento derogatorio o cualquier otra pérdida de respeto en su vida privada en base a su orientación heterosexual por el hecho de no dejarles obtener el status de pareja de hecho".

De verdad que leer esto me ha dejado muy desilusionada: en serio que es tan difícil de entender por qué hay gente que no nos queremos casar? (jueza lea mi divague). Parece serio que una jueza del Supremo diga "si queréis los mismo derechos, casaros"? 

Vamos a seguir luchando. Y yo os lo seguiré contando.

Las cuatro chicas que han remado el Atlántico llegaron el viernes por la tarde, tras 40 días en el océano a Antigua. Todo el día tuve el tracker que las seguía, y de vez en cuando miraba: fue emocionante seguir las últimas millas. Han llegado las segundas, batiendo records y lo que es más importante para mí, dando a conocer a una ONG con objetivos tan chulos como Plan; en este caso su campaña "Because I am a girl", que tiene como foco las oportunidades de las niñas del mundo. 


Fue curioso leer algunos comentarios de los lectores de la prensa británica a la noticia: incluso en The Guardian, el periódico liberal de los progres de este país, había gente crítica preguntándose algo sobre lo que los divagantes habíamos ya divagado unos días antes: por qué? Leer la última entrada de blog de una de las chicas me dio que pensar: por una parte, con tierra a la vista estaba el éxtasis de completar un sueño, ver a la familia y amigos, y dormir con el culo seco (recomiendo su blog para entender lo que supone físicamente esta aventura). Pero por otra, ella misma comentaba que le daba miedo volver: una vez que te has acostumbrado a tener una meta tan definida, a vivir tan cerca de otras tres personas, a estar en un continuo subidón de adrenalina, qué te puede pasar en una vida normal de oficina, de 9 a 5? Recuerdo una sensación similar cuando viajamos por Latinoamérica 5 meses: llega un punto en que el viaje ya no es un viaje como cuando te vas dos semanas, sino que llega a ser una manera de vida (y eso que solo estuvimos 5 meses). Con sus ventajas e inconvenientes, con sus camas duras, hoteles ruidosos, compas de viaje irracionales, situaciones emocionantes, cielos estrellados como nunca verás en casa... con todo eso de repente te das cuenta un día que sí, que quieres ver a los tuyos, pero a la vez que no quieres volver. Que quieres hacer del viaje tu vida, y seguir vagando, porque para eso te llamas así...

Lo único que les puedo decir a estas chicas es que, desde mi pequeña experiencia, luego, cuando vuelves, tras un periodo de cierto desconcierto, te das cuenta de que algunos de los viajes más chulos se hacen desde tu sofá... 

Enhorabuena Rowlikeagirl!


28 enero 2016

Justicia poética: Pajarrakos de Roma, llega MI venganza!

Añada blue-tack en semejante parte
En mi oficina del trabajo tengo colgados varios pósters (viene siendo, es cierto, una habitación de adolescente, pero tranquilos, ya no existe SuperPop). A mi izquierda una maravillosa lámina de la primera edición de Penguin de Moby-Dick, en otra pared un mapamundi proyección de Peters, al lado de las estanterías fotos de Buenos Aires, Barcelona, Donosti... y frente a la puerta, el hombre de Vitrubio. Un día hubo uno que comentó: "qué típico en ti, Vagando, tener un hombre desnudo colgado en tu oficina". Y le puso un pegote de blue-tack en el pene. 

Leo la noticia de que en Roma "han cubierto las estatuas desnudas" para no molestar al mandatario iraní, que el hombre ha venido a dejar muchos millones al país de la Cittá Eterna. He de admitir que al principio pienso que es un artículo de El Mundo Today, a la vez que miro el planner a ver si son los Inocentes o, ya que estamos en la isla, April's Fool day. No: va en serio. 

Puede dañar la sensibilidad del divagante
Clico en la noticia... mientras se carga, fantasías del David de Miguel Angel con túnica, así tipo romana atada al hombro, o tal vez a modo de falda, de tiro bajo. Lo mismo un echarpe con las Venus Afroleches (we miss you, Khrae), e incluso una mantita con los angelitos, que están ahí con todo colgando, y eso lo carga el diablo. Pienso también incluso en animales, hay cosas que no se pueden consentir, y ya me vengo arriba: oiga, ustedes han visto los leones del puente de piedra de Vetusta? Pero los han visto bien? Sí, a eso me refiero. Ayuntamiento Vetústico: cómo dejan que esos-venga ya lo digo- TESTÍCULOS estén ahí, tan evidentes, que una pasea con los ninios y abuelos y hace un contrapicado así inocente y se te mete un huevo de león por el objetivo!?!

Estoy en este sinvivir cuando tengo un flashback: recuerdo aquella vez hace muchos anios cuando visitando Roma con Fashion tuve varios encontronazos (no uno, VARIOS) con la curia por motivo de mi vestimenta. El divague en cuestión se titulaba "Hipocresía Infinita: Tápate", y, claro, qué voy a recomendar yo, que lo lean. Porque entonces entenderán lo de "la venganza es un plato que se come frío"... no he tenido que hacer más que sentarme unos 15 anios para ver pasar el cadáver de mi enemigo. Roma, Cittá Aperta????: no solo las chicas jóvenes, ahora hasta las estatuas han de ir cubiertas!

Pero, he de admitirlo, me duele que sea por el vil metal. Queridos pajarrakos romanos, no se habían dado cuenta antes de que aquello solo incitaba al pecado? Yo mismamente, es que en la Capilla Sixtina tuve que pensar varias veces, como Woody Allen, en un partido de baseball para.. ustedes me entienden. Y luego ducha fría. SE hacía insoportable pasear por Roma.

Es necesario que venga un extranjero con pasta a abrirles los ojos? Me descubro... digo, NO!, me... esto... me... reverencio ante el fulano del turbante que lo supo ver antes. Pero se han quedado cortos, hay tanto por hacer!: para cuándo cubrir la Fontana di Trevi porque, ya sabe, intrusiones de Anita Ekberg invitando al pobre Marcello a meterse... y suma y sigue.

Lo que no les perdono, pajarrakos romanos, es que por la "ética" no hayan cuidado la estética: que no se han esforzado con unos tules siquiera sencillos y han caído en esos grotescos paneles. Hasta unos pegotes de blue-tack hubieran ayudado a salir del paso! 


26 enero 2016

Cruzar el Atlántico a remo: Por qué?

Están locas estas inglesas: hoy ha llegado a Australia la Coxles Crew, cuatro chicas que partieron remando de San Francisco, con paradas en Hawai y Samoa. Más de diez meses en el mar, durmiendo a turnos de dos horas, remar, domir, remar, comer, dormir, remar, dormir, tal vez soñar.

Y os acordáis de mis cuatro admiradas del equipo RowLikeaGirl? Son las que que están remando el Atlántico, de la Gomera a Antigua, como parte del reto patrocinado por el Taliker Whisky y recaudando fondos para PlanUK. Hay 17 equipos remando (alguno va solo!), y les falta ya muy poquito. Nuestro equipo van las segundas.... AUPA CHICAS!!!!

 El otro día lo hablaba con gente: Por qué? Qué lleva a estos aventureros a jugarse la vida y a pasar terribles penurias durante seis semanas (en el caso del Atlántico). Leer su blog me fascina: las puestas de sol, los delfines ocasionales, el reto, la sensación de libertad, el volar sobre las olas- si hay alguien como yo, que me hipnotizan y a la vez aterrorizan las olas, no os perdáis esta entrada de blog con la decripción de los distintos tipos de olas que han tenido que batallar, ante las que el barco es un cascarón.

Por qué lo hace la gente? Porque antes de la gloria está la falta de sueño, el culo llagado de la humedad (acaban remando en bolas), las quemaduras del sol, la sal, los vómitos... Un compa me decía el otro día: "esta gente cuando estén en su lecho de muerte, mirarán hacia atrás y dirán que esto es por lo que mereció la pena vivir". 

Me quedo pensativa. "Y tú?", me pregunta, "cuando de anciana mires atrás tu vida, qué habrá sido aquello para ti?" 

Una imagen en blanco y negro viena a mi mente, y su palabra: "Rosebud". Las pequeñas cosas de la vida. 


25 enero 2016

"El disputado voto del Señor Cayo": Elecciones en 1977, elecciones en 2016

Hacía mucho tiempo que no leía a Delibes, y no hará falta explicar porqué me dió por atacar esta novela que escribió en 1978, justo ahora, a principios de 2016. La acción está situada en 1977, durante la campaña electoral de las primeras elecciones generales que se celebraban en España en 41 años, nada menos que desde 1936. 41 años: qué desastre.


Tres jóvenes del "Partido" están haciendo "trabajo de campo", nunca mejor dicho. En la novela no se especifica qué partido, pero se entiende que es uno de izquierdas; parece ser que en la película de 1986 de Antonio Jiménez Rico el Partido es el SOE (sin comentarios sobre lo de "izquierda" y "SOE" todas estas décadas después). Van por los pueblos de la provincia de Burgos repartiendo octavillas y hablando con la gente: lo que debía ser una campaña cuando no había twitter. Dos de ellos se presentan como diputados, Víctor, más mayor y maduro y Laly, feminista y con corazón. Luego hay un impresentable llamado Rafa que pone el contrapunto petardo.

Esto ha sido lo que menos me ha gustado de la novela: la manera de Delibes de representar a los rafas, o más generalmente, los jóvenes de la sociedad en aquella época. Una de las grandezas de Delibes es, en mi opinión, saber captar como si fuera música el lenguaje de los campesinos, de la gente de pueblo. Aunque no hayas estado nunca en una aldea perdida de Castilla, sabes que lo que sea que se diga es Verdad, porque simplemente suena a verdad. Sin embargo, las voces de estos jóvenes me han dado ecos totalmente falsos. Yo tenía 6 años cuando todo esto se estaba cociendo, así que no recuerdo, pero en serio que los jóvenes hablaban así: "cacho puto!", "eres una virguera", "no me seas quedón", intercalando "macho" cada tres palabras? (y, el acabóse, beben Veterano). Quizás. Dirán eso mismo mis nietos de los "qué fuerte!", "cabrón", y "tío"? Que alguien que fue joven en la época me lo diga, por favor... Tanto por el lenguaje tan rancio, y por el dibujo de los personajes, tan facinoles, no me han quedado ganas de pasar mucho más tiempo con estos chicos idealistas.

Otra cosa es el Señor Cayo y su discurso. Cayo representa esa lenta sabiduría profunda que da la tierra, versus la superficialidad impulsiva y rápida de los que vienen de la ciudad. La mejor parte del libro son las conversaciones que tienen los futuros diputados con esta esfinge del interior, que con su aplastante sentido común les pone en su sitio: aún nos pondría en nuestro sitio hoy en día. "Todo lo que está, sirve. Para eso está, no?"

Los jóvenes llegan al pueblo con la típica filosofía paternalista de la izquierda: "vamos a redimir al proletariado", viene a decir el discurso que le sueltan a este hombre sereno de 82 años. Se escandalizan de que alguien de ess edad este aún trabajando la tierra. "Vamos a ayudar a los pobres", pero entonces Cayo les contesta, y  les aplasta:

"Pero yo no soy pobre".

Y se sorprenden, porque Cayo no es pobre porque no necesita nada, si eso "que pare de llover y apriete la calor". Eso es lo que más admiro de la vida de Cayo: no necesitar, sin saber que en la bulimia de creer-que-necesitamos-consumir-desechar está el corazón de los grandes males de hoy. Va ser que Cayo era budista sin haber oído hablar de Buda.

Pero parece pobre: su casa de piedra es oscura y básica, no tiene radio ni televisión. Laly se escandaliza de que no se enterara de la muerte de Franco hasta un mes después, que subió alguien de otro pueblo ,"Que prisa corría?", dice Cayo.

Su vida transcurre tan despacio, que considerarlo hoy nos da palpitaciones. Esta conversación, que termina con la filosofía con la que Cayo enfrenta la vida y la muerte, lo puede tal vez  ilustrar:

-(..) sin radio ni televsión, qué hace aqui todo el invierno?
-Mire, labores no faltan
-Y si se pone a nevar?
-Ya ve, miro caer la nieve
-Y si se está quince días nevando?
-To, como si la echa un mes! Agarro una carga y me siento a aguardar que escampe
-Pero, mientras escampa, algo pensara usted
(...)
-Si es caso, (...) que si me da un mal me muero aquí como un perro
-No tienen médico?
(...)
-Si la cosa viene por derecho, mejor dar la razón al cura

A mitad de conversación, llegan los equivalentes de Víctor, Laly y Rafa por la derecha, que aparte del ritual de pegar carteles sobre los del adversario, le previenen contra los izquierdosos. Paralelismo que quién le iba  decir a Delibes iba seguir tan vivo en 2016:

-No se fíe de estos, vienen a quitarle las tierras
-Por eso no. Tierra aquí hay para todos. Ha visto cómo están los bajos? Pues el páramo, tal cual, doce anios que no se mete el arado allí.
(...)
-Pero para conseguir el voto del viejo tenéis que decirle la verdad. O sea, que al día siguiente ganar las elecciones le prenderéis fuego a la iglesia del pueblo y le pagaréis tres tiros junto a la valla del cementerio" (...) Si quiere orden y justicia, vote a esta candidatura"

Orden y justicia. Los espanioles de bien. Que vienen los comunistas quemando iglesias y violando monjas. Casi otros 40 años y seguimos igual. Casi otros 40 años: qué desastre. 

Cuando se van alejando del pueblo, por lo menos a Víctor, enmedio de una tajada inmensa (de Veterano, no sé si he comentado), le entra la cierta clarividencia: "el señor Cayo es como Dios, de la nada saca cosas". Si el planeta lo peta (qué harán mis nietos si algún día leen esto: pretenderán harakiri por mi slang o por el muy reflexionado pareado?), es Cayo quien sobrevivirá, no Víctor, con todas sus lecturas y sus ideales de cooperación. "Hemos ido a redimir al redentor (...) Con qué derecho pretendemos arrancarle de su medio para meterlo en el engranaje? (...) Dirigentes? y para qué quiere el Señor Cayo que le dirijan? Desengáñate Dani, él no nos necesita".

En aquellas primeras elecciones 63% de los votos generaron el 86% de los diputados. A petición de Alianza Popular se crearon las circunscripciones por provincias para que se estableciese un sistema bipartidista. La idea es que esto fuera algo provisional. 

Casi otros 40 años y seguimos igual. Casi otros 40 años: qué desastre. 

20 enero 2016

Vi que estabas

Vi que estabas 

Volví la frente: Estabas. Estuviste
Esperándome siempre.
Detrás de una palabra
Maravillosa, siempre.

Abres y cierras, suave, el cielo.
Como esperándote, amanece.
Cedes la luz, mueves la brisa
De los atardeceres.

Volví a la vida; vi que estabas
Tejiendo, destejiendo siempre.
Silenciosa, tejiendo
(Tarde es, amor, ya tarde y peligroso.)
Y destejiendo nieve... 

Blas de Otero


18 enero 2016

Seguridad e Higiene ha enloquecido (Health & Safety gone mad)

En su visita a Londinium, la bloguera y divagante Mo y su amigo Juan, me hablaron de un implemento que "cambiaría mi vida nadadora para siempre". Aparte del MP3 bajo el agua, lo último es un tubo de snorkel central que te evita la fatigosa tarea de salir a respirar cada tres brazadas. Visualicé un futuro color de rosa: ahí estaba yo, nadando hacia la inmensidad azul, con arcoiris y tal vez algún pájaro lejano en el horizonte, todo con música de los 80 de fondo. Perfecto. Tal vez conseguiría promocionarme de la calle de los lentos o medianos (según el día) a la de los nadadores-rayo, esos que se van comiendo la piscina.

En estas circunstancias siendo Noviembre qué se hace: se escribe una carta a Santa. "Querido Santa: quiero el tubo ese y lo de la música", se envía con un besito y se espera a la noche de marras dando palmitas. Santa decide dejar mi futuro como sirena en Cal Jekes (Fashion & JAL). Llega la noche, y cuando abro el paquete, oh! qué bien, un MP3 rosa! y.. oh, espera, qué es esto?

Requiere inspiración y nuevo párrafo porque,divagantes: la máscara que le ponen a Aníbal  Lecter cuando sale del psiquiátrico no comienza a hacer justicia para describir lo que esconde el paquete. Claramente Santa se ha hecho un lío porque ante mí tengo una especie de careta gigante, que crubre todo el careto, de la que sale un tubo. Imaginen un guardia de asalto de Star Wars, pero transparente. Algo me dice que esa monstruosidad no va a encajar con el espíritu de mi piscina local, y tras compartir estas disquisiciones con Fashion y JAl, ambos prometen hablar con Santa para conseguir un tubo de snorkle central. Santa es Santa: no hay problema, para servirles a ustedes,  y me vuelvo a Londinium con mi flamante nuevo tubo, nuevas gafas, y el MP3.

El primer día de natación, aparezco con todo mi equipo, me lanzo a la piscina y, arghhh... me ahogo, qué pasa? Tras unos momentos en los que agradezco haber cursado Física en COU, llego a la conclusión de que, como el tubo no cubre la nariz estoy tragando agua por la misma. Mientras calculo mentalmente algo usando el principio de Arquímeses, tengo un flashback de la caja del tubo: "pinzas no incluídas". Eureka!: lo que pasa es que no controlo cómo cerrar la nariz a la vez que respiro por la boca, y en esta piscina petada no va a ser el lugar de aprender: la semana que viene me haré con una pinza. 

La semana que viene es ayer, ya con mi pinza -y todo el equipo- me lanzo al agua. De fondo veo algo que se mueve y es la socorrista haciendo la ola: ah no, que me dice que pare y se acerca para decirme algo, en mexicano (que siempre me enternece, véase amor a México divil en prehistoria del divlog): 
- No es posible llevar tubos en la piscina. Health & Safety
- Qué me dice?, pero cómo es posible?
- No está permitido ni tubos ni máscaras
(tengo una intrusión de la máscara de Aníbal El Caníbal... vale, puedo entender que esas máscaras, o las de Darth, no sean aceptadas, pero mi tubo??)
- Pero, esto lo venden para mejorar tu propia marca, no entiendo porqué es "Health and Safety"
- Como socorristas, con el tubo no sabemos si se está ahogando
- Pero no entiendo... Si uno nada con tubo, digo que si se ahoga dejará de dar brazadas?
- Lo siento, no está permitido: ni tubos ni máscaras. Son las reglas. 

Comienzo a nadar, en los vehículos lentos, resignada. Música de tristes violines deberían ser ahora la banda sonora de mis pensamientos, no "Here comes the sun": en qué he fallado? Por qué no soy tomada en serio? (la orquesta entera del titanic ya está tocando a todo trapo). Será que la visión de un pequenio cachalote con todos esos aparejos en la cabeza (gafas, MP3, pinza, tubo) y bikini-de- topos-de-playa-griega ha desestabilizado el ecosistema de la piscina municipal? Pero... eh, por qué lo he aceptado sin más? Ah! Escribiré a dirección para que me den explicaciones! Esto es "Health & Safety" hasta el punto de la idiotez (los violines pasan ya a riffs agresivos de guitara eléctrica, me estoy cabreando). Por qué he sido tan amable con la mexicana? Aprovecharé cualquier excusa para usar con ella el verbo "coger", que les ofende mucho: "Socorrista, puedo COGER un churro o una tabla?" Grrr
LLego a casa y hablo con el Naúfrago Ro, que me intenta tranquilizar con que el sinsentido es mundial: "aquí es igual, las normas, regulaciones..." Y me cuenta, como el cuentacuentos de la plaza El Fnaa que es, la siguiente historia impagable.

Escena: su hermano mayor en una piscina cualquiera de la kapi, donde la socorrista de turno se le aproxima para una de esas conversaciones:

- Oiga, no puede entrar a la piscina sin gorro. 
- Disculpe, usted me ha visto bien?
- Son las normas, hay que ponerse el gorro
- Oiga pero usted míreme-(hermanísimo es calvo como bola de billar, pero de cuello para abajo, doctor qué padezco, padece uzted un ozito-lo siento, tenía que encajar este chiste, i love it)-no le parece más adecuado que me mandaran poner un neopreno?
- Son las normas, no puede entrar sin gorro. 
Y se tuvo que ir! 

Pero ahora nos consta que un ozito con gorro surca las aguas madrilenias a la vez que una sirenita sin tubo avanza en las de Londinium. Todo sea por la maldita "Seguridad e Higiene!"







15 enero 2016

Psiquiatra de frontera ("Frontier Psychiatrist"): Lo vais a necesitar

Cuando me despedí de mi último trabajo, la gente del equipo me preparó un CD, en teoría con canciones que poníamos los viernes por las tarde cuando ya estábamos desvariando. La primera era, evidentemente, "Friday I'm in love" de The Cure y el resto, una combinación entre nuestros hits de karaoke (sí, estas eran las enloquecidas que me seguían a los subterráneos a gritar. Nota: karaoke? sí, no os hagáis los ofendidos cuando contribuisteis a la creación de la lista y luego leísteis con interés el post-fiestuki) y alguna cosa más que, a los dioses pongo por testigo, nunca había oído antes. 

Una de estas "cosas" fue la canción que os incluyo, y cuyos mariachis, hacia el final, nos van a ayudar a felicitar a Cesi. FELICIDADES CESUCHIIIIIII!!!! Todos los divagantes te queremos. Sin embargo, antes de que haya confusiones, tengo que explicar. 

Explicar, porque hasta llegar a los mariachis, allá por el minuto 4, hay mucho video que ver, y sinceramente, no puedo asegurar que no salgáis daniados por la experiencia. Tal vez podríais hacer un experimento: escucharlo sin ver el video al menos una vez, como yo. Yo me ponía el CD en el coche y escuchaba esta canción con mi familia una y otra vez como si nada. Vale, de repente se oían violines, relinchos, mariachis y cosas raras, pero no fue hasta el día que una australiana me preguntó si no conocía a sus compatriotas The Avalanches y oh-my-God, cómo no has visto el video?, y me lo infligió. Parece ser que The Avalanches solo han tenido un par de de éxitos, lo cual parece una injusticia total. 

Os animo a que veáis el clip con atención y aire celebratorio (todos cantaremos en casa tararí-tararí-tararí cuando salen los mariachis en honor a Cesuchi), y que después espero que deis un paso adelante y, a modo de terapia de grupo, compartáis qué terrorífica imagen os va a perseguir el resto de vuestra vida. 

Comienzo: yo me llamo Di y odio las palomas, y lo entenderéis todo.  Pero ah! video de contrastes: cómo amo a la persona que toca la batería, a los ninios tiroleses, y en especial, a los fantasmas bailarines. 



11 enero 2016

Elena Ferrante: "La amiga estupenda" (Tuviste una? Entonces, lee)

No había oído hablar de Elena Ferrante hasta, justamente, el 21 de Octubre pasado. Fue NáN en un email que habló de la misteriosa napolitana: Ferrante había recién publicado el cuarto libro de una saga "tremendamente adictiva". Recuerdo el día con claridad porque fue una de esas extrañas jornadas laborales en las que cruzo el río y me aventuro a North Londinium. Para una enamoratta (ya me empieza a poseer el espíritu italiani, cuidado) de la city como yo, es doloroso estar confinada a barrios semi-conflictivos del sur y mayoritariamente "subir al centro" en los findes. Pues no: aquel miércoles crucé la arteria-Támesis para trabajar en la zona cerca de Russel Square (turistas, referencia: British Museum) y acabar en la maravillosa librería Foyles (turistas, referencia: Charing Cross Road, a MUST) donde, nada más entrar, la tetralogía napolitana de Ferrante se apilaba por las esquinas. Pasa como cuando estás embarazada, que de repente comienzas a ver mujeres en cinta por todos los sitios, pues yo empecé a ver a Ferrante en el metro, en los periódicos, en los escaparates a partir de entonces- aunque aún no he conocido a nadie que la haya leído- y hasta he probabo con varios italianos.

Si no hubiera sido una recomendación del pitufito gruñón, he de advertir que habría pasado. Me sonaba un poco a esas novelas escandinavas de hombres que odiaban a las mujeres, y pereza (y no, no las he leído). Pero con NáN compartimos (entre grandes divergencias) una cosa en esto de la literatura , y es que no leemos por desentraniar los entresijos de una historia, sino para otras cosas, de las que ya hemos divagado ampliamente.

Tras muchas dudas sobre si leerla traducida al castellano o al inglés (tema muy doloroso), me decidí por la primera. Cuando pasé por Vetusta en Octubre caí en Cálamo con el Naúfrago Ro, que es cliente habitual, y el librero, ante "la primera de la saga napolitana", tras forcejear un rato con la estantería me entregó un libraco enorme, de tapas blandas pero con toda la entidad de un antipático tapas duras, con una foto en la cubierta espantosa (una mujer en semipelotas), y un título para llorar: "Las deudas del cuerpo". Del precio no digo nada porque es, en comparación con los libros en UK, un atraco a mano armada: más del doble.  Para luego llegar a Londinium y que el recomendante me diga que "ese libro no es el primero, sino el tercero". En serio...

Así que está claro que le di mi portunidad al libro en castellano, pero al final va a ser que no. ?"Storia di chi fugge e di chi resta" y lo traducen "Las deudas del cuerpo"? Por lo menos en inglés han aproximado con un "Those who leave and those who stay". Así que me compro la primera, "L'amica geniale" en idioma bárbaro ("My brilliant friend") y, aunque me desespero también un poco con la portada (es o no horrible?), dejo lo que estaba leyando ("The blind assassin" de Atwood), y me lanzo a la piscina.

"La amiga estupenda" está narrada en primera persona por Lenú, una niña que vive en un barrio obrero de Nápoles. Lenú mira el mundo desde un ángulo en el que siempre, aunque sea en la esquina, aparece otra niña, su amiga Lila. Y desde el principio de la novela hay un hecho evidente que creo ningún lector podrá negar: su atmósfera te envuelve. Literalmente, te sientes en la caótica, calurosa, incandescente Italia del sur de los anios 50. Es imposible escapar, y es, para mí, uno de los grandes aciertos de la novela.

Yo estuve en Nápoles en 2001 con Fashion. Hicimos un viaje medio iniciático medio enloquecido por la zona, y ahora me ha ayudado a situar y encajar las piezas de este Ferrante. Sentir la posibilidad nada remota de caer por un precipio con el autobus en cualquiera de aquellas carreteras de la Costiera Amalfitana. Comer pizza en una playa por la noche alrededor de una hoguera con chicos llamados "Gianfranco" que te prometían amor eterno. Soportar la bronca del siglo de un revisor de tren porque el billete no estaba debidamente "validatto". Ser pitadas por tíos desde sus Chincues, donde viajaban con sus novias. Jugarte la vida para cruzar cualquier calle de Nápoles ante el aluvión de Lambrettas. Recibir un balonazo en la cabeza en un paseo por la playa y que nadie venga a comprobar si estás bien. Comprar limones con forma de jabón, o tal vez al revés. Ser la capitana de un barco turístico, con gorro y todo, porque la tripulación quería ligar.  Encontrarnos con delfines que saltan alrededor de nuestro barco, y el marinero de turno revelarnos que eso quería decir que somoss "afortunattis". Todo eso y mucho más (qué pena no haber tenido blog) fueron aquellas vacaciones.

Pero además, yo fui niña en la penínisula inmediatamente a la izquierda de Italia unas décadas más tarde, en los 70, y adolescente en los 80. Y esto ha sido, supongo, una de las razones por las que todo lo que contaba la novela me sonaba Verdad. Entera, la narración de Lenú me había pasado, o le había ocurrido a alguien, o lo había leído o visto en una peli. Todo menos dramático que en Ferrante, pero casi cualquiera de más de 40 en Espania puede ver como una posibilidad -porque pasaba en la generación de sus padres-, que un hermano se enganche con un companiero de clase porque ha mirado "suciamente" a su hermana. Los anglosajones tal vez lo vean como un exceso literario.

"Nubosidad variable"es una novela de Carmen Martín Gaite de 1992 que leí hace mucho y que me causó una gran impresión. Rebusco en mis carpetas amarillas y encuentro que escribí lo que viene siendo un divague de hoy en día en un docu de word, y además allí pegué dos emails que envié a dos personas a tenor del libro. Una de ellas era mi mejor amiga de toda la vida, con la que no estoy en contacto desde hace unos diez años. Sin acritud, sin malos rollos ahora ("Cuando te explicas cosas a posteriori, exprimes toda clase de razones, pero luego solo te bebes el zumo de las que te parecen menos amargas): simplemente al crecer nos convertimos en extrañas ("Crecer es empezar a separarse de los demás, claro, reconocer esa distancia y aceptarla"). En aquel email que pegué al final de mi "divague-en-word", yo le hablaba de esta novela epistolar entre dos amigas que en un punto pierden la relación, pasado mucho tiempo se re-encuentran, y entonces se empiezan a escribir cartas en las que se cuentan la vida. En mi email, yo iba a saco y le decía a mi entonces amiga que durante la lectura estaba identificándonos con ellas: no en "lo externo" de lo que han hecho en su vida, sino en sus pensamientos y emociones, su manera de estar viviendo sus vidas. Ambas tenemos aspectos de las dos: una es racional, política, inestable en las relaciones. Otra es soñadora, individualista, que usa la literatura ("Y ella les daba alas a las palabras, porque era su amiga, y ser amigo de alguien es desearle que vuele") para evadirse de un matrimonio gris ("Hay amores de novela y amores para casarse "). Formalmente, Martín Gaite escribe tan bien que hay tramos de pura poesía a la vez que reflexiones sobre la vida y sus senderos:



"En el fondo, no se ama, ni se habla, ni se escribe para convencer a nadie de nada, sino para convencerse uno a sí mismo de que sigue en forma y aún puede permitirse acrobacias que pongan a prueba el cuerpo, la mente, y sobre todo la relación acompasada entre uno y otra" (p.139)



"…cómo se van sucediendo los humores en los alambiques de mi alma" (p.140)



"… porque la voz es lo que tiene, que te puede emborrachar aunque esté embotellada, hacerte perder la brújula…" (p.180)


"Dónde voy a meter las imágenes fragmentarias y descabelladas, pero aún rebullendo, de este hombre que ahora ya no se inmuta ni sobresalta al verme, dónde las meto, di, qué voy a hacer con ellas, de la misma manera que cuando un objeto valioso se ha roto en mil pedazos, no sabes si guardarlos ni tirarlos, y en tu perplejidad anida sobre todo el descubrimiento de que hasta aquel instante no te habías dado cuenta de lo valioso que era". (p. 307)

 
"De todos los pozos se puede salir cuando se enciende la curiosidad por saber lo que estará pasando fuera mientras uno se hunde". (p.369)



"Ya tenemos un huerto regado a medias y sólo nuestro: el de la añoranza. No me lo descuides". (p.332)

Este inciso de "Nubosidad" ha sido divagar en toda la extensión de la palabra, pero es que la novela de Ferrante me ha recordado mucho a la de Martín Gaite, y eso que solo cubre la infancia y adolescencia de las dos amigas.  Cualquiera que haya tenido una relación tan íntima, de quererse tanto-a la vez que se compite fieramente- con una amiga o amigo, no podrá pasar de puntillas por ninguno de los dos libros. Ambos escuecen.

Para terminar y por fin centrándonos en Ferrante (al final, es el libro que nos ocupa!), hay por supuesto muchos otros temas aparte de la amistad, y por algo en el New Yorker la han calificado de "Bildungsroman", o novela de formación: los personajes van creciendo ante los ojos del lector que puede intuír lo que debe ser la tarea de un psiquiatra al intentar formular aquello de la personalidad. Los dos personajes tienen tambien paralelismos con los de Martín Gaite porque una de ellas narra la historia, y sospecho que en las sucesivas entregas va a representar el  amor por la literatura. Con las dos amigas asistimos a la injusticia dentro de la injusticia: porque ya se lleva mal que en aquel barrio marginal la gente malviva y no tengan prácticamente oportunidades, pero además entre las dos amigas una tiene la posibilidad de seguir estudiando (sus padres, sin pasión, la dejan seguir), mientras que la "amiga genial", descrita como una de esas niñas superdotadas que aprende a leer sola, ha de dejar la escuela y ponerse a trabajar en el negocio familiar, donde para colmo se le impide innovar. Todo ello entre los opresivos límites de su barrio: en pleno Nápoles y estas dos niñas no han visto el mar.

El mar en la terrible pero representativa portada hacia el que una novia camina, seguida de tres terroríficas pajes, que resumen en una imagen la vida de aquella gente. Y la grandeza de Ferrante consiste en meternos Nápoles en vena: atroz, colorista, tradicional, sofocante, pasional, almodovariana, audaz, ruidosa, mafiosa, enloquecida: así era esta ciudad cuando crecen en ella Lenú y Lila en los años 50. Y lo seguía siendo en 2001, doy fe.