20 noviembre 2023

"La casa de caramelo" Jennifer Egan: ¿A cambio de qué subirías tu mente a un disco duro colectivo?

 En el último párrafo de un divague de libro en junio de 2018 dije algo así como que quería que a los personajes de la novela "les fuera bien". Debió ser una de esas situaciones en las que te ha gustado tanto un libro que te da pena que acabe porque quieres seguir pasando más tiempo con sus personajes. Aquella novela era la ganadora del Pulitzer de 2015 "A visit from the goon squad" (traducida como "El tiempo es un canalla"). Su autora, Jennifer Egan, parece que de alguna manera escuchó mi voz y la de tantos y ha escrito no exactamente una segunda parte, sino una novela donde algunos de los personajes de "Goon Squad" vuelven a aparecer, como en la primera saltando en diferentes momentos de su vida: se titula "The candy house" ("La casa de caramelo").

No sé en qué punto de "Good Squad" empecé a dibujar un genograma (árbol genealógico) para no liarme con las relaciones entre los personajes, pero en "The candy house" la complejidad es exponencial: hay que iniciar el mapeo en la página dos. Para que se hagan una idea he llenado dos caras de A4 con los personajes y sus complejas interconexiones, no solo familiares, sino profesionales, amistosas, vecinales, comerciales. Un poco demasiado y así como en "Goon Squad" esto nunca me molestó, aquí hay un punto en que sí, aunque creo que se podrá leer igual sin saber que la hija del vecino del productor musical de "Good Squad" terminará siendo la abogada del socio del susodicho, por ejemplo. Pero cuando inicias la lectura te preocupas no vaya a ser que luego sea relevante y comienzas tu mindmap.

El tema principal de la novela es fascinante a la vez que da verdadero vértigo: nuestra relación con la Inteligencia Artifical que está aquí, la que viene y con el resto de personas, con los cuales las interacciones ocurren cada vez con mayor frecuencia a través de ella. Por ejemplo, con este texto yo me estoy comunicando con quienquiera que haya allá afuera, if any (disculpen, no estoy teniendo buen día) a través de una red social (es eso blogger?) e internet. Comunicación e información, los dos usos de internet. 

El planteamiento: en un futuro no muy lejano, cuando se cumple los 21 años la mayoría de la gente "vuelca su mente" (sus recuerdos, aprendizajes, traumas, loquesea) con un dispositivo en una memoria común, "el Colectivo". Al externalizar así tu memoria, obtienes un acceso proporcional a los pensamientos y recuerdos anónimos de todas las personas en el mundo, vivas o muertas, que han hecho lo mismo. Pero tambien puedes volver a vivir tus mejores dias o borrar tu pasado traumático.



Claro que, recordemos también el mantra de "cuando algo es gratis, tú eres el producto". Nada-es-gratis: esta es una frase que tengo que repetir continuamente a mi hija adolescente, y es normal, a esa edad hace poco creían en los Reyes Magos. Pero a la nuestra, ya deberíamos saber lo que hay. Para protegernos probamos todo tipo de estratagemas, como no aceptar las cookies [menudo rollazo es tener que ir dando a "rechazar" una por una algunas veces] o intentar confundir al algoritmo, pero no hay horas en el día para eso.  


Nada-es-gratis, no te fíes nunca de algo que parece demasiado bueno para ser verdad, no te fíes nunca de una “Candy House”, que se traduciría mejor como "La casita de chocolate" (el cuento de la infancia favorito de Fashion). La ves ahí tan bonita, en un claro del bosque, te acercas y crees que puedes comerte una florecita de gominola con su tiesto de chocolate, y ya. Pero dentro está la bruja [atención, spoiler] que lo que quiere es engordarte para engullirte a ti. 

Esto es lo que está pasando poco a poco con las redes sociales pero es que ese caramelo es tan irresistible... renunciamos a nuestra privacidad (total, a quién le importa mi vida) para acceder a todo un mundo que nos interesa (anda que no sabe el algoritmo) ahí afuera: comentarios, imágenes, me gusta, ideas de los demás. "¿Quién", pregunta Egan, "podría resistirse a obtener acceso a la Conciencia Colectiva por el pequeño precio de hacer que la nuestra sea accesible de forma anónima?" 

Sin embargo, en la novela hay una resistencia, un grupo de gente que rechaza lo de "subir su mente" (son los "eluders") e incluso algunos que contratan a escritores (los "proxies") para que creen ficciones que pretender ser ellos en la web, para vivir fuera de esta vigilancia que en principio no es malévola. O lo es? Ahora, toda esa información que cedemos gratuitamente (en un proceso de self-surveillance, auto-vigilancia que dice Egan) en principio es usada para vendernos más mierda (es el capitalismo, estúpid@!). Algunos "influencers"  -que en principio solo parecían narcisistas del SXXI con una plataforma- hacen pasta no por enseñar su vida, sino porque también te intentan vender algo. Y si solo fuera eso: como hemos visto, también estas redes sociales son hoy usadas para manipular y terminar decidiendo gobiernos. Hay gente que se informa con Facebook, es así. 

En oposición a estos eluders y proxies, están los "counters", gente hiperanalítica, que entienen mejor los números que las narrativas, y que transforman la experiencia en datos. Claro que los "misterios que se resolvieron midiéndolos nunca fueron verdaderamente misteriosos, solo nuestra ignorancia los hizo parecer así", dice Lincoln, el narrador de este capítulo. Para los que nos interesa el espectro autista, este trozo es una maravilla: describe a la perfección cómo de literal funciona su mente. El se refiere a sí mismo y a los que son como él (en la jerga conocidos como neuro-atípicos) como “empiricistas” y a los neurotípicos como “impresionistas”: los que nos dejamos influenciar por temas sentimentales que a veces nos separan de la razón, los que podemos pensar en abstracto, en metáforas... esas cosas que van tan bien en la vida pero que a los neuroatípicoss les deja KO. Me gusta cuando explica cómo de peques no son entendidos, sufren acoso porque sus fijaciones no les hace adorables a nadie aparte de su familia: eran "veneno social", dice. Sin embargo, los años pasan y gracias a su inteligencia e intereses han conseguido un buen trabajo, hacen pasta, y llegó "Big Bang Theory" y el mundo ha acabado valorando la diversidad. Lincoln no puede creerse su suerte, "cómo el mundo ha acabado abranzándonos" (a los nerdos). Me alegro. 

De peque, solo tus padres entendían tus rarezas

Esto contrasta con otro capítulo narrado por una adolescente -con una voz muy lograda- en la que habla del tema principal de las chicas adolescentes: la "popularidad". El otro día el Peda y yo nos tuvimos que tragar un truño titulado "Mean girls" (en serio no me digan que es un "modern classic"), porque Mini quería que así entediéramos lo dura que es la vida de la teen hoy y luego hacer "cine forum". Pues Molly, la narradora de este capítulo, es una de la corte de la "abeja reina" de turno, que la deja tirada porque "la única manera de que no lo haga es que hagas ver como que no me importa, pero ME IMPORTA, y es demasiado tarde para hacer otras amigas". Por qué Stella es la queen bee, se pregunta Molly. "Seguro que ha sido estudiado en las universidades" pondera (hay hasta un libro: "Queen bees and wannabees"), pero básicamente "es rica, guapa y mala". Sí, hay que ser una cabrona porque la amabilidad y el ser cool no van juntos. Qué pereza "aquellos maravillosos años".

En cuanto a la variedad de estilos narrativos del libro, es tan original como "Goon Squad", famoso por uno de sus capítulos presentado en forma de powerpoint. Aquí tenemos a distintos narradores en cada capítulo -lo que nos da múltiples perspectivas-, claro que también está el omnisciente, uno en la primera persona del plural (narrado por dos hermanas), un capítulo que es un cruce de emails -donde se pueden ver personas en copia oculta, reenvíos y todas esas cosas que hacemos que muestran la duplicidad de la vida laboral (y a veces la personal) y un capítulo de aforismos en segunda persona que parece que Egan publicó en twitter, y también en el Newyorker. Este capítulo en concreto narra las aventuras de una espía, y formalmente es el equivalente de escritura con tinta de limón (con el que a ratos me he cabreado pero también reído):
"It is technically impossible for a man to look better in a Speedo than in swim trunks".
"If you love someone with dark skin, white skin looks drained of something vital".
"The Dissociation Technique is like a parachute—you must pull the cord at the correct time".
"Pretend sleep can lead to actual sleep".
"Looking up at scattered and blinking stars can feel like floating above them and looking down. The universe will seem to hang beneath you in its milky glittering mystery".
"Una más, que Billy no estaba llorando"
Otro de los temas, ya que se habla de redes sociales, es la autenticidad. También hay que explicar a los adolescentes que todo lo que se ve en IG no es cierto, que existen los filtros físicos, para parecer más guap@, más delgad@, y los de edición: puedes editar fuera de tu vida lo que te costó estudiar para un examen para sacar tu buenísima nota; puedes pretender que has pasado un verano fabuloso para que lo vea tu ex o tus conocidos. Claro que esto ya se daba en la "vida real", y se sigue dando: pretender lo que no es no se ha inventado con los redes sociales, solo que ahora hay un altavoz. Aunque esto es irrelevante porque gracias a la Conciencia Colectiva, las redes sociales han desaparecido: "la auto-representación era inherentemente narcisista o propagandista, o ambas, y totalmente inauténtica". Hay un personaje que, en busca de esta autenticidad, de repente se pone a gritar en la calle y por unos momentos ve las reacciones reales, no-planeadas de la gente, que se asustan o lo que sea -imposible no pensar en esa mujer con Ejpaña como capa en Barcelona aullando cual hiena el otro día. 

Y para terminar, algunas frases sueltas, porque sí:
"Mamá es como un personaje de cuento de hadas: superinteresante hasta que me hice mayor para esa clase de historia. Ahora quiero leer otras cosas" [creo que Mini lleva ya una época en esa fase].
 "Hay que pasar página, pero primero hay que leer la página" [esta frase no es del libro, pero la anoté en un margen -la oí un día mientras leía. Viene a ser "el que no conoce la historia está condenado a repetirla". Ay].
"Palabras que tienen un pulso. Palabras calientes, gente! Dadme la bala, disparadlas aquí, en el pecho". [La búsqueda de las pocas palabras que nos quedan que estén aún vivas: hay que hacerlo]
"Fulanito sabe que su mujer está pasando una buena época por lo que ve en su Instagram" [la incomunicación no es nueva, no dramaticemos; ahora hay solo nuevas vías]

 "Una encuesta revela que al 85% de las ardillas no les gustan las nueces, pero siguen con ellas por tradición". [Esta tampoco es del libro, sino de un programa de humor de la BBC4. Ahí que os la he metido]

"Cual es la versión de internet de mí? [en el pasado pensaba que Di era una versión algo macarra de la ciudadana ejemplar que represento de día. Hoy ya no lo sé, si es que me he dulcificado aquí, o me he macarrizado en la vida real. Si una se lo plantea, el blog es una manera primitiva de "externalizar tu mente" de manera anónima, luego las motivaciones se vuelven más complejas ]. 


Pero mucho antes que los blogueros existieron aquellos otros, los escritores. Todo lo que necesitamos para acceder a otras mentes, a la Conciencia Colectiva es algo que ya tenemos: literatura. A los libros no tienes que entregarles tu alma, pero nadie negará que algunos han dejado indentaciones en ella para siempre: gracias a ellos, much@s somos quienes somos. 

4 comentarios:

  1. Empezando por el final... cuando lees La odisea, sobre todo por enésima vez... puedes estar casi seguro/a/e que hay otros muchos viajeros egeicos, que disfrutan a tope de la narrativa homérica... ¿¡an viva!... y lo de la nube y Conciencias Colectivas Varias no dejan de ser pobres sucedáneos de la imaginación individual... porque sin ella la comunicación humana, como bien demuestran los comentarios virtuales, son caca la vaca... y, para colmo, de las que no dan leche alguna.

    Bicos olímpicos...

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    1. Qué tal MV, gracias por tu comentario...yo veo la "conciencia colectiva" como una suma de toda la sabiduría acumulada. Hasta hace poco esa sabiduría se transmitiía por libros, revistas, pelis, música, incluso aún quedaba algo de tradición oral (pongamos q una madre le enseniaba a su hijo cómo cultivar algo). Supongamos q en gran parte estará ya a día de hoy casi todo en internet. Si se mira así, sería la suma de imaginaciones individuales y no solo una fuente de información (todo ahí "colgado") sino de comunicación pq el acceso a nueva info te puede producir nuevas ideas. La metáfora q plantea el libro es si querríamos perder nuestra privacidad a cambio de acceso a esto... viene a ser una versión de Fausto: vender tu alma al diablo a cambio de conocimiento... :)

      bicos colectivos

      di

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  2. No lo leí en su día pero coincido en todo con lo que comentas. A mi me ha gustado muchísimo. Egan es tan lista que da hasta rabia

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    1. Muy de acuerdo con q se nota lo lista q es... lo opuesto de una lánguida ombligusita: mira para afuera, al mundo q nos rodea, aunque no deja de lado la psicología de los personajes. Me encantó q la Conciencia Colectiva es la literatura.

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