28 agosto 2023

"Entretenimiento gratuito a bordo": en ferry a Formentera

Lunes, 28.08.23: Accidentada travesía Dénia-Formentera. Excesos en Eroski en lugar de en Pachá (en la Playa  de Els arenals). 

Como decíamos ayer, dejamos la península con granizo y futuras amenazas de dana, probablemente producto de mi personal "Depresión Aislada en Niveles Altos" (más bien Bajos) durante las siestas como sin-techo y no del cambio climático, rumbo a las Baleares.


El lunes por la "mañana" (qué tarde amanece en la península) nos levantamos a las 5:15 am porque a todo buen cuñado le gusta salir pronto (para asegurarse, había reservado el ferry a las 8:30). "Así aprovechamos el día" (odiamos a la gente que quiere "aprovechar el día"): a las 10:30 ya estaríamos en Formentera, dispuestos a todo. Pequeño detalle: el apartamento no nos lo daban hasta las 3 pm, pero eso qué más da con gente joven y dinámica (y un bebé). 


Amanece en Dénia

Cuando llegamos a Dénia está empezando a amanecer: todo el trayecto fue noche cerrada, como cuando era peque y salíamos a Bellver desde Vetusta (mi padre es otro para el que nunca se sale lo suficientemente temprano). Ya lo decía Freud, sister, nos acabamos casando con nuestros padres (menos yo: siempre llegamos los últimos a todo y el timo de "ver amanecer" desde aquella visualización del cóndor ya no nos lo meten más). En la terminal del ferry nos ponen en hilera, y tengo flashbacks de nuestras vacaciones griegas, saltando de isla a isla (flashbacks dolorosos, qué verano llevan con los fuegos y ahora inundaciones en nuestro amado Pelion). Como compramos los billetes separados, vamos en distinta sala: Mini y yo en butacas "Neptuno" y los Jekes y Roc en butacas "Sirena". Una vez dentro, vemos que son bastante parecidas y quedamos en que pasaremos de una sala a otra, por aquello de "estar todos con todos".


Antes de zarpar abro mi libro: ah, dos horas de lectura, maravilla. Hay mucho jaleo, todo el mundo habla muy alto, risas, ya se sabe: primer día de vacaciones. Mi breve rádar sociológico me indica que mis compas de pasaje son en su mayoría, "gente bien". Nada que ver con los tatuados de playa pensinsular, aquí la gente viste con camisas de plana arremangadas, jersey marinero al cuello, Nautimocs, ellos. Lino blanco, cestas de paja, sandalias de cuña de esparto, ellas. Yo, una vez más, no pertenezco: ni aquí ni entre los tatuados, ya lo decía Cernuda. 

No me fijo en el mar especialmente pero no parece estar muy agitado. Zarpamos, sigo leyendo, Mini a mi derecha mira su teléfono. Sigue el vocerío. Todo en orden pero entonces, oh, Mini apaga su teléfono: qué extraño. ¿Qué es ese ruido a su derecha? Me mira con horror: la mujer a su lado está vomitando. Y más o menos a la vez, se hace el silencio en la sala "Neptuno". Yo también cierro el libro. No sé qué me pasa: no me encuentro muy bien. 
El "entretenimiento gratuito a bordo"
nunca fue tan interactivo

Mini, que se auto-diagnosticó hace tiempo como "emetofóbica" me informa que se va "donde los tíos", así que me quedo sola. Las dos siguientes horas son uno de los peores ratos de los últimos tiempos (se incluye el visionado de esa peli iraní). El único consuelo es que no estoy sola.  Cada vez va todo a peor: se comienzan a oír arcadas generalizadas y los efluvios de ácido hidroclórico vienen por todos los flancos. Pasos torpes por los pasillos de los sufridos empleados de la compania repartiendo "bolsas de mareo" con el eslógan "contra viento y mareos" y le pido una por si acaso.

Tres veces. Necesito dos bolsas. Ahorraré detalles, pero no me divierto. Nadie se divierte. No tengo fuerzas de levantarme a ver la escena, ni para poder reportar aquí luego. En un punto viene Mini, "que qué tal estoy". Ella "ha conseguido no vomitar" pero ha estado a punto. "La tía está como tú y el tío está muy muy blanco" (recordemos, JAL es un lobo de mar con todos los títulos marítimos posibles, pero como dice Fransesc, el que asegura que nunca se marea, miente). Más tarde nos explica que cuando va con Roc de paseo a la cafetería las imágenes son dantescas: los empleados muriendo, las señoras mayores que habían comenzado muy felices desayunando allí están tiradas por el suelo con sus caras metidas en las bolsas. Roc también echa la pota allí mismo y otro desafortunado empleado (no les pagan extra?) con la fregona.  El problema radica, dice a toro pasado Lobo-de-Mar, en que "el viento iba de lado" y ese es el que marea. Yo no entiendo nada porque he viajado bastante ferry (incluyo las 30 horas del Portsmouth-Bilbao) y, aparte del temido Navimag cuando sale a mar abierto en el Golfo de Penas (me dormí con biodramina, porque avisan), nunca me he mareado . El Meltemi griego es famoso pero no es solo que nunca nos hemos mareado, sino que no se observa la "infraeestructura" de repisas para bolsas de mareo que tienen en Balearia. Aquí, no avisan. 

Salimos como podemos y nos hacemos unas fotos ya en tierra firme: parecemos la Pandilla de la Muerte. Eso sí: riéndonos porque la situación de aquel ferry recordaba mucho a aquella escena también de fluidos orgánicos en un crucero de lujo de la ganadora de Cannes de 2022, "Triangle of sadness", la peli de Ruben Östlund. 



Terraza 
Formentera es una isla pequeña: en la imagen de arriba se puede ver que desde el puerto (La Savina) hasta el pueblo donde estamos (Es Caló) hay solo 12 kms [Tranquis: este año como no hay ruta no voy a freír con googlemaps "de aquí a allí"]. Al llegar mientras terminan de limpiar el apartamento (al final nos lo dan antes) nos comemos los bocatas de tortilla de patata y jamón-de-los-dioses que nos había preparado mi madre viendo un mar espectacular al lado de unas rampas para bajar pequeños barquitos de pescadores (Caló de Sant Agustí) -más de esto otro día.

El apartamento está fenomenal, cómo se nota que lo ha reservado Fashion y no yo. Tiene una habitación con una de esas camas más ancha que larga y una mezzanine donde hay dos camitas de niñas buenas para las niñas buenas Mini y moi. Tenemos una terraza ahí en la que me tiraré a ver las estrellas. Abajo está la cocina plan abierto con el salón, que da a otra terraza que se abre al mar donde hacemos la vida. 

Kuñado quiere salir YA pero el resto colapsamos, menudo díá llevamos. Al levantar vamos a una playa que le gusta a Fashion llamada "Es Arenals" (está más o menos a nuestra misma altura, atravesando la isla en transversal). No hay mucha gente pero detrás de ella está... Pachá! (Flashbacks de la Pachá Vetústica de los 80 en la calle Sevilla). Una sucursal en el formato txiringuito de la macrodiscoteca ibicenca. Hay música bastante alta y gente bailando. Cuando JAL se acerca persiguiendo a Roc, el de la puerta le dice "que no se admite que entre gente sin top" (vamos a ver: y con ninio de 15 meses!!!). 

Pero el mayor problema de esta playa son... sí, ellas, de nuevo. Las medusas: hay un montón, son pequenitas, marronáceas, y las traen las olas. Los socorristas nos dicen que "hoy hemos atendido a 30". Se nos quitan las ganas de nadar. El problema no es esta tarde puntual, el problema es mirar hacia un futuro en el que todos nos vamos a tener que replantear las vacaciones, porque desde luego para mí ir a la playa si no me puedo bañar es un no. 

En el Eroski (solo hay un gran supermercado en la isla), los Jekes se encuentran con un compañero de ferry, tal vez la única persona que no se mareó, con el que comparten batallitas. Allí se realiza una compra monumental, que tengo claro no nos dará tiempo a comer en menos de una semana, que es lo que estaremos allí. Pero no puedo quejarme porque les he persuadido que cenar en esa terraza, dado que llevamos bebé, es de lo mejor que podemos hacer... hoy llevamos pizzas. Estamos en una edad en la que los excesos se cometen en Eroski, en lugar de en la calle Sevilla de Vetusta...


Llegando a Els Arenals

Podría parecer una playa sudafriacna

Aquí ya se ve que no: hay gente

Hacia el otro lado (atención al detalle)

JAL compró una de esas cómodas
Quechuas de playa
pero Fashion se la hizo cambiar por esta,
que tiene más estilo

Nadie entiende que una sombrilla "tenga estilo", 
pero esto y más aprenderéis en estos divagues titulados genéricamente
"viajando con Fashion"





6 comentarios:

  1. Entrabas en el pachá de la calle sevilla como una vulgar piji adolescente ochentera. Te estoy visualizando.
    Jajaja

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  2. Di tiene un pasado..... piji y monjil, mal le pese y dicen las malas lenguas q aún tiene rémoras

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  3. Uf. Been there, done that. En mi caso yendo a Palma. Regueros de vómito por los pasillos, arriba o abajo según el barco se inclinaba a babor o a estribor. Parecía aterriza como puedas.
    El mareo del barco es de las peores sensaciones que hay.
    Y el olor. Ay, el olor.

    Petons,
    Anna

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    Respuestas
    1. jajajaj ANNA, tiene q ser ese trozo de mar entre península y Baleares, pq en serio q no había visto cosa igual (o tal vez las sirenas nos protegen en el Egeo o el Jónico...). LO tuyo encima fue toda la noche... pobreta...

      Petonsss

      di

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