24 marzo 2023

Stanford's, encrucijadas de la vida, mapamundis en la pared.

En Londininum hay una librería dedicada únicamete a viajes: Stanfords. Solía estar en Long Acre y se cambió a una placita doblando la esquina en 2019 - no es lo mismo. El edificio donde estaba acoge hoy a una marca de ropa de las que le gusta a Mini, y aún tiene "Stanford" grabado sobre la puerta (en imagen, abajo).  Es la mayor tienda de mapas del mundo. 

La antigua Standords-detalle
A mí me gustaba más
el edificio de Long Acre

Edward Stanford, su fundador, empezó trabajando en una tienda en la que se vendían mapas en Charing Cross Road. Era plena época victoriana, con sus avances tecnológicos y exploración de otros continentes. Con el tiempo se hizo con la tienda y la expandió, siendo el único proveedor de mapas del colonialismo británico. Igual que Hatchard's, también les dieron el título de "Catógrafos de la reina", un royal warrant de esos que tanto gustan a los ingleses. 

Stanford's en Long Acre en 1901

En 1873 seguía creciendo y se cambió a otro número en la misma calle pero la imprenta se situó en 12-14 Long Acre. Como digo, en 2019 se cambiaron a este nuevo sitio (servidumbres de los alquileres de Londinium, me imagino - muchas de las tiendas del centro "son de la reina", o de su momia). Y de esta tienda voy a poner las fotos, aunque como estancia no tiene nada de particular: nada que ver con la antigua (en imagen arriba), en la que una puede de verdad imaginar a gente como Florence Nightingale y el Capitán Scott, asistiendo a la reapertura tras una remodelación (o al doctor Watson buscando un mapa en "El perro de los Baskerville").

Empezamos con la siguiente imagen: por si a alguien no le ha quedado claro, se llama Stanfords, y ha estado ahí desde 1853. Por esa escalera se baja al "basement" (sótano), que es donde se corta el bacalao:


Arriba hay algún libro, muchas cosas de regalo relacionadas con viajar y un café, para quedar con tu amiga e ir a planear vuestro viaje.



Esto es el "suelo de vinilo" del sótano con mapa. En la antigua había un mapamundi en el suelo de la planta calle, en el sótano era del mapa de Londinium y en el primer piso del Himalaya.


Aquí eunas fotos de la sección de mapas. Como el "the world’s largest map retailer", tienen de todo y "si no lo puedes encontrarlo ahí y existe, te lo consiguen". A mí me fascina la máquina de cortarlos: me lleva a otra época, a esos viajes verdaderamente de aventuras, que iban allí a que les cortaran su mapa. Hoy, quién irá a eso? Si hasta Fransesc, que pasa bastante de la tecnología,  lleva las cartas de navegación en el ipad. 





Luego, claro, además de todas las guías de viaje que puedas imaginar, también hay mesas con tanto ensayos como novelas de viajes. Esto también lo hace en Waterstones Picadilly, que en el sótano donde está "Travel" no solo tienen las guías bajo el nombre del país, sino literatura asociada: maravilla. Los de esta mesa debe ser más o menos recientes, porque no encuentro clásicos maravillosos como "Pasaje a India", "Diarios de motocicleta", "El cielo protector" o, bueno, el mayor libro de viajes nunca escrito del que solo diré que aparece una ballena. Aquí hay una lista de estos libros y de esta mesa que quedo con "The Virago book of women travellers" (ed. Mary Morris), con trozos de escritura de viajes por mujeres durante 300 anios. 

Entonces, como las casualidades no existen, me visita una conversación que tuve justo esta la semana, tema: "encrucijadas de la vida". Yo ya he dicho muchas veces que si tuviera otra vida, querría ser escritora de viajes: en qué momento estuve en esa encrucijada, bajo ese poste con flechas y varias direcciones en mi vida, no lo sé: creo que en muchos casos para la mayor parte de la gente ni siquiera existe, no hay opciones. Pero esta conversación es uno de esos casos: una persona de veintimuchos de mi profesión que se encuentra ahí, y en un estado de gran desazón: odia nuestro trabajo, cada maniana es para ella "un martirio" (sic) y lo quiere dejar. Yo al principio pienso lo típico: esta chica se ha deprimido aquí, tan las antípodas del sur, tanto cielo encapotado, tan lejos de casa (síndrome de Mariona), en un servicio horrible donde no le dejan hacer nada. Pero explorando (sin mapa) me encuentro mucho más, la cosa viene de lejos: alguien que estudió la carrera por presión (ah, esas sagas familiares) y que continuó por inercia, pero que ahora se ha dado cuenta que su pasión es otra (los ninios, ser profe de primaria) y que quiere, no sin miedo, dar el salto. 

El problema en estas encrucijadas siempre es el mismo: la persona se suele plantear dejar una carrera de más prestigio y mejor pagada para lanzarse a algo donde siempre habrá incertidumbre (en la otra dirección, no habría problema). Por tanto, tu círculo se opone, es "una locura". Una amiga mía, allá por los veinte, que estudiaba una carrera también por presión familiar (y no era la mía), quería salirse del camino trazado por otros y para aclararse leía. Uno de los libros que leyó (y luego me regaló -sigue siendo el único libro que he leído de Sánchez Dragó) fue "El camino del corazón", porque su premisa ("sigue el camino que te dicte tu emoción, no la cabeza") es lo que ella quería hacer. Al final, siguió a su cabeza (o a la de su padre, en concreto). Pero esa es otra historia. 

Yo podría contar la mía -pero esto es un divague de bibliofilia, tranquis- y se la conté a esta chica de la encrucijada, pero cada uno tendrá la suya particular, y no sirven para nada las recetas. Con lo que sé ahora, yo diría que no hay que cerrar puertas, sino abrir todas las que puedas: que se vaya un anio a un cole a Vietnam o a México y luego, que repiense. 

Parcialmente relacionado con esto, el otro día leí algo de "qué le dirías a alguien que está  diez anios por detrás en tu carrera profesional". Es tan complicado, por lo de las recetas, que tal vez solo me atrevería a pensar en lo que me diría a mí misma de hace esos anios, o quizás más. Aún así, no puedo quejarme: he tenido mucha suerte con mi trabajo, aún me gusta ayudar a la gente y me interesa aprender más del tema... aunque no quita que lo que yo querría hacer es dar saltitos con un portátil por las bolas estas de abajo:





Cómo de cool tiene que ser tener una bola de Stanfords? Yo me conformo con un mapamundi colgado en la pared. Creo que siempre he tenido uno, desde  casa de mis padres en Vetusta, pasando por mis periplos por el UK (cuando se llega, se pone también uno de la isla, para ir entendiendo dónde está la siguiente entrevista de trabajo a la que vas), proyección de Peters, proyección normal, con chinchetas, con celo, con blue-tack, con lo que sea. Hoy lo tengo en la habitación de Mini, y le ponemos flechas pegadas con los lugares que queremos ir. Ha sido y sigue siendo mi forma de viajar cuando estoy en casa, igual que lo son los libros, o pasarme por Stanford's donde es imposible, por una rato, no sentirte Phileas Fogg.










9 comentarios:

  1. Ah, viajar... y las librerías de nuestra memoria... cuántos archivos mentales no se abren cuando viajamos mentalmente?... es repetir el viaje real o el mental, que ya tuviste en su día... son globos inflados de ilusión y buenos momentos; ninguna droga mejor, para sentirse de nuevo vivificado... como dice Maruja Torres, esa vejez bien vale la pena... el resto son penurias irredentas...

    Y lo que más me gusta de las fotos es ver como el territorio librero se halla muy poco abarrotado...

    Bicos con mapa... y aun me queda filón...

    PS.- Por cierto, llevo ya dos días pensando que si hay una tilde totalmente inútil es la del aún... ¿qué coño de diferencia hay entre "todavia" e "incluso" en la mayor parte (todos?) de los casos?

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    1. Gracias MV... yo conozco a uno q dice "los mejores viajes los he hecho desde mi sofá"... y no (sólo) se refiere a sexo, drogas y sexpistols, jajaja, q es un gran lector. Planteado así, ciertos sofás son esa alfombra de Aladino donde volar, totalm de acuerdo.

      Bicos cartográficos

      di

      PS. es la tilde o el sinónimo q te ofende?

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    2. Ni la tilde ni el sinónimo me pueden ofender... lo que me cabrea es ese debate inane sobre donde acentuar, cuando el problema de la comunicación es más de base... está en el uso (y abuso) de las palabras... se desvirtúan y luego nos quejamos de lo complicado que es volver a usarlas...

      Ahora mismo acabo de alucinar, sin pizca de LSD, comprobando que inane es palabra inglesa y que hay una artista que trabaja ese concepto con "esculturas fútiles"... Y luego hay gentuza, que osa repetir cansinamente, que internet es una mierda...

      Bicos internautas...

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    3. Pero no pensarías escapar, sin las alforjas más llenar...
      Un plus...

      Uf, uf, uf… esto no es un filón, esto es el palacio de Versalles, aun más dorado de lo que era… el amigo Bregman (un alter ego del Bergman, especialista en explorar el carácter inhumano del ser humano, incluida su fanatismo como creyente?), vaya tesoro!

      Desconocía que alguien osara seguir los pasos del amigo Rousseau, tratando de enmendar los pocos conocimientos que un Ilustrado podía tener del comportamiento humano. Porque el pensamiento roussoniano es poco más que pura intuición. Ilustrada, pero intuición.

      Había que llegar al ADN, para tener algo de idea sobre como el comportamiento humano, viene definido, en porcentajes muy diferentes por la combinación de la genética y la presión social (no tan científico como el concepto genética, pero perfectamente entendible/intuible).

      Y voy a hacer una pausa, para no alargarme demasiado, en esta parte del filonazo… pidiendo comparar El señor de las moscas con La mosca, dos versiones entrelazadas de como el ser humano se puede dejar guiar por su ADN o por su adn social…, en un caso por la presión de grupo (diversos adn sociales negativos) y en el otro por una mutación, al recombinar ADN humano con ADN mosquil…

      Bicos recombinados…

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    4. hola MV y gracias... inane se dice igual en inglés -pronunciado /inein/- pero yo pensaba q venía dle latín inanis?

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  2. Ay Di, qué necesidad me acabas de crear... y más si me dices que hay un café donde sentarse y planificar viajes... más lo de los viajes que lo del café, claro!
    Y lo de los mapas?? con lo que me gusta a mí un mapa por favor! ahora que ya no se usan por culpa del google maps de la bolita... hombre por favor! quién aprende a orientarse así??

    Respecto a lo otro... mejor no digo nada que me deprimo. Hay que seguir el camino del corazón, siempre! (yo también leí ese libro - y también el único del escritor - y recuerdo que me gustó. En mi descargo diré que era muy joven, dinámica y musical (quién soy??) y que ahí di por primera vez con el nombre de Ayanta - el de su hija - que mira, me encantó.

    En fin, que me voy por las ramas.
    Que me tienes que llevar a esa llibreía, Di.

    Petons,
    Anna

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    1. Hola my dearest...

      Me encanta crearte esas necesidades, así algún día vendrás a verme! Te llevo a tot arreu! Pero como digo, no babees mucho pq el contenido, vale, pero el continente no es nada "to write home about" con este nuevo local. Está en una placita agradable, eso sí. El café, en realidad son 4 mesas ahí, ya te llevaría yo a algún otro (prob a un pub, esto no es Viena en cuanto a cafés, hay q decirlo... pero no olvidemos los scones).

      Otra q ha leído "El camino del corazón"!!! No recuerdo nada de su valor literaio, pero a mí tb me gustó la historia: un libro de alguien q lo deja todo y se va al este! (en una época -somos tan viejas- en la q esto del "nomadismo digital" no existía).

      Eso sí, creo q eres joven, dinámica y musical. Y Ayanta me suena un poco kumbayá, o tal vez a Amaranta, la q teníá pica.

      Y lo de seguir el camino del corazón vs. el de la cabeza... me daría para un divague completo (tal vez serie, tal vez "nivola"). Al final, tal vez eso resuma la filosofía de vida de una. Ayer leí una crítica de una peli rodada aquí cerca de casa y una deja a su novio "pq no era la clase de personas q saludada de vuelta -como ella- a los que pasaban en barcos por el Támesis"... tb filosofíá de vida jajaja

      Pero vamos, no voy a escribir sobre eso... tal vez sobre la amistad, tras la peli esta irlandesa de ayer... igual.

      good wkd! y as ever, petons

      di

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  3. Amo los mapas, de todas clases. Aun ahora, que todos los viajes se hacen con ayuda del navegador del coche o de Google maps, yo siempre llevo conmigo un mapa en papel. Lo que, por cierto, me ha sacado más de una vez de un apuro, porque los cacharritos electrónicos no tienen criterio y tienden a llevarte por sitios no aptos para humanos. Muy fan también de los libros de viajes, sobre todo si están bien escritos (y hay muchos ejemplos notables de eso). Soy notoriamente poco aventurera, pero me he recorrido buena parte del globo gracias a ellos. Armchair travelling, es lo mío.
    En Barna, aunque sin la solera de Stanfords, tenemos la Altair, que tampoco está nada mal.

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    1. Ah sí, la Altair!!! Me pasaré en mi próximo desembarco... :) Yo recuerdo hasta hace no mucho, salir al centro y llevar un librito-mapa de Londinium pequenio pq aquí te pierdes sin querer (tb se lo dejaba a los turistas q pasan por mi casa): muy gracioso pq nunca se me ocurriría salir en Vetusta con mapa...

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