11 abril 2019

Los grandes oasis del sur, mágicas kasbahs y amor libre (M6)

Jueves, 11 de Abril de 2019: Ait Ben Haddou (Marruecos 6)
El cuarto de baño que tenemos en este riad es más grande que por ejemplo, mi habitación doble de Londinium o que el apartamento medio en Tokio. Se nota que el metro cuadradado no es problema en Tinghir: hay bañera, luego un sub-cuarto con ducha, otra zona con el lavabo y el espejo, y aún otra para lo que falta. Hay hasta eco. Aprovechando esta situación, hay que meterse con el pelo de Mini, que no se lava desde el desierto, y en el que seguramente se pueda encontrar alguna criatura del mismo. Mientras me encuentro en esa lucha (hic sunt dracones), el Peda corre su kms diarios-una adicción es una adicción. 

Tras unas pocas horas desenredando a Mini, el desayuno está bien, pero los huevos solo son duros. Será esta la medida de la calidad del desayuno? (ya adelanto que no hemos tenido más huevos fritos, tras el riad-por-encima-de-nuestras-posibilidades en Fez). Es una pena que no haga calor para poder haber desayunado en la terraza, junto a la piscina. También tienen una jaima así tipo chillout, cuántas posibilidades. Pero nos tenemos que ir: esclavitudes de ser "Los Pedalistas" (entra Miguel Ríos, "Vivo en al carretera, dentro de un autobús").



Monísimos, de la manita
Ya en el coche a punto de salir, hemos olvidado mirar algo, así que vuelvo a comprobarlo en el wifi de recepción. El camarero, que pasa por allí, aprovecha para preguntarme "si el Peda es mi marido", y que a ver si vuelvo al hotel algún día.  Salgo riendo, recordando la famosa anécdota de hace mil años en Trinidad, Cuba. Viajábamos con el naufrago Ro y nos hicimos amigos de una banda, "Santa Palabra". La última noche, al final de una fiesta, el director de la banda (y letrista, todas las canciones con nada sutil doble sentido) me cogió (perdonen el giro facilongo) por banda, y preguntó "si iba a volver a Cuba al año siguiente", trago de mojito, "si era posible sin estos dos" (maromos). Aún me hace reír. 


Garganta del Dades

Total que hoy seguimos hacia el oeste y entramos en otra garganta, la del Dades. Son 30 kms hacia el norte desde la carretera principal y es un sitio muy curioso: al principio hay unas formaciones geológicas que parecen dedos de gigante, luego ya se empieza a estrechar, hasta que termina en una garganta de verdad, con una carretera que serpentea hasta un mirador. 



A la salida de la garganta, en la carretera principal está Boumalde, un pueblo donde paramos a buscar el mítico yogur marroquí que aún no hemos probado. Cuando yo estuve en Marrakech con mi amiga hace mil años, en el riad había un yogur del desayuno casero y espectacular. Aún no lo hemos tomado tan rico, y ha sido uno de los "proyectos" del viaje. Aquí paramos en una "cremerie" y tomamos uno, que sabe ligeramente a plátano. Vienen en sus vasos de cristal, lo cual acentúa tu sensación de "hecho por la abuela".

Vivo en la carretera
Seguimos en ruta hacia Ait Ben Haddou, y la carretera otra vez espectacular: ahora tenemos el Atlas nevado a la izquierda, y seguimos parando a hacer fotos, como buenos pesados. Mini nos odia, y en El Kelaa des Mgouna, un pueblo meca de las rosas donde hay una roca en un montículo con cuatro tiendas de fulares y "agua de rosas", pasa de salir. El Peda y yo escalamos para quedar en éxtasis con la vista. El Peda, en su entrega como modelo fotográfico, se intenta subir en una sub-roca, pero en el proceso se da un tortazo en la espinilla y sangra. No es tan dramático como parece, de hecho su intento de salto fue bastante gracioso. No tengo video. Solo foto, que plasmará para siempre su fallido intento de escalar la roca.
Mujer carga con fardo comida de animales

Nuestra siguiente parada es en Skoura, que igual que Tinghir, es un oasis. Y no es metafórico, en la guía esta sección se llama "las grandes rutas de los oasis del sur" ("The great southern oasis routes"), que no me digáis que no suena ya mágico a más no poder. Y el caso es que es exactamente eso, una maravilla, y creo que si me tengo que quedar con mi experiencia favorita de Marruecos, han de ser estos oasis. Supongo que porque, en mi ignorancia, no había leído sobre ellos: para mí oasis seguía siendo -aparte de una banda de britpop-aquella imagen infantil de un desierto de dunas, como el que venimos, y en el fondo hay un lago con un par de palmeras. El arquetipo de la alucinación visual. Pero los oasis son lo que conté en el anterior divague: lo que se ve claramente fue el cauce de un río, con sus meandros, absolutamente inundado de verde. Estas eran las viejas rutas de caravanas que conectaban Fez y Marrakech a través del Sahara con Tombuctú, Níger y el viejo Sudán, llevando oro, esclavos y sal, hasta bien entrado el SXIX. Palmeras, árboles frutales, alfalfa, higueras, almendros, olivos, dátiles, no sé... es una visión maravillosa, sobre todo si se combina con la construcción típica de la zona, las kasbahs. 

Una kasbah cualquiera
Las kasbahs parecen mansiones o palacios (aunque en la guía pone que son "pueblos tribales fortificados"), construidas a base de adobes hechos de barro-arcilla, mezclados con pajas y que eran masivas, pero por definición, perecederas porque duraban lo que le costaba llegar a la estación de lluvias, que se las llevaba por delante. Hoy en día, hemos visto nuevas kasbahs hechas de ladrillos normales, y cubiertas luego de material, para que no rompan con la arquitectura y el espíritu de la zona, pero hemos visto un montón de aquellas que fueron un día, y hoy están ahí de pie, medio derruidas, impresionantes. De alguna manera me recordaban al Belchite viejo, bombardeado como un Dresden de estar por casa que nunca fue reconstruido, y que sigue ahí, en pie, como un fantasma para recordar a cualquiera que se aventure por esa carretera, que no está muy lejos de las del Sahara, la monstruosidad que ocurrió justo allí, hace ni 100 años. 

Si esto no es de película, qué lo es?

Kasbah deshabitada

Kasbah desintegrándose

Piscinita de kasbah bien

El oasis de Skoura consiste en un palmeral con bajadas rocosas a los lados. Junto a la carrertera está lo que fue la Kasbah de Ben Moro, construida en el SXVII por un jeque español expulsado de Andalucía. Hoy en día ha sido remodelado a hotel chic por otro español: nos metemos a explorar y no hay nadie. Por fin sale un senior que nos lo ensenia por fuera, y nos deja pasar por una puertita del jardín hacia el oasis, al otro lado de la carretera, para ver la Kasbah derruida que hay por detrás. Al volver, nos adentramos en el jardín de la kasbah-por-encima-de-nuestras-posibilidades y encontramos a dos clientes tomando el sol al lado de una piscina muy estilosa, de esas que no interfieren con el ambiente. 

Me encanta... de fondo el Atlas

Por fin visitamos por dentro una kasbah inmensa, la Kasbah Amridil, que es la que sale en los billetes de 50 dirhams. En realidad debían ser dos: en una ponía "entrada oficial" y en la otra otro título igualmente persuasivo tipo "entrada principal". Entramos en la primera, y uno de los hombres se ve ofendido que no le contratemos como guía. Nos gusta mucho por dentro, es verdaderamente una construcción que recuerda a las viejas cuadras de los pueblos que todos tenemos en mente, pero enorme, una sala tras otra, y con patrones preciosos. Son muy frescas por dentro, claro. A la salida, vamos a la otra a tomarnos un zumo de naranja y un té a la menta. 

Dame drama


Vintage: un R12 ranchera!
Pasamos sin parar por Ouarzazate, y llegamos a Ait Ben Haddou, nuestro destino de hoy,  casi a las 20:00. Estamos en un aubergue , El Aubergue Ayouze, en la carretera, pasado el pueblo, que nos enamora nada más entrar. Es un sitio hippie (el Peda: "aquí esta noche habrá amor libre"), con muchas alfombras de colores cálidos y mucho encanto. Idris, el dueño bereber, es muy amable, llama al Peda "hermano" un poco demasiado, pero al final se está tan bien que decidimos quedarnos allí a cenar. Estamos leyendo un buen rato, alrededor de la estufa de salamandra: Mini se ha enganchado a Mallory Towers y ese día se lee uno de los libros entero. Cenamos una tajina vegetariana impresionante, sopa (ellos) y en ese momento, siento que he de ausentarme. Corriendo. Como me dice el naufrago Ro luego, "el Mal de Moctezuma en Marruecos? Qué mal te veo de geografía". Comienzo echándole la culpa a la cremerie, pero enseguida identifico al culpable: la maldita ensalada Tinghir. El maldito Moctezuma está en todos los sitios: Egipto, la India... Cuando vuelvo, el Peda y Mini han pedido yogur, y esta vez sí que es casero y riquísimo. Todo será necesario para una biota saludable. Mini nos cuenta alguna teoría suya escatológica e irrepetible, y con muchas risas nos vamos a dormir entre edredones de colores y luces rojas. Y a ver si nos despiertan los del amor libre. 



Tajina vegetariana y amor libre


5 comentarios:

  1. Qué poco os queda de viajar con Mini....Y me faltan fotos del albergue de amor libre...

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  2. Free love.
    Amor libre.
    No es redundante la expresión?
    No tiene el amor un componente sustancial de libertad?
    Estamos tontos?
    Se ha mercantilizado el amor en occidente de tal suerte que se paga con Visa y se amortiza con bit-coincs y planes de pensiones?
    Todas son preguntas que me vienen a la cabeza, mientras sueño con un Kasbah, donde me acurruco tras un muro de paja y arcilla, con mantas de alegres colores y releo las "Mil y una noches".
    Esos azulejos tienen unos azules que te rilas, y unas figuras que autocompletan un plano horizontal a base de unos estudiados pentágonos irregulares encadenados en forma de pececillos en fila.
    El azulejo brilla porque está esmaltado, y a la puesta de sol la frecuencia reflejada de la luz azul me hace comprender por fin lo del amor libre.
    Iba a explicároslo pero una camella me dio un lametón con lengua, y me quedé tan sorprendido como emocionado.
    Aquí el amor libre es interpretado por cualquier ser vivo.
    Tal vez es que hay más de uno.

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  3. MO! si das al enlace en el divague te salen las fotos... auqnue yo colagré alguna en el diavgue de maniana. Por si aca...

    https://www.booking.com/hotel/ma/auberge-ayouze.en-gb.html?aid=356980;label=gog235jc-1DCAMojAFCDmFpdC1iZW4taGFkZG91SAlYA2hQiAEBmAEJuAEXyAEM2AED6AEB-AECiAIBqAIDuALEzOfmBcACAQ;sid=c6210b7872efd344afbdc79207ce8c04;dest_id=-21348;dest_type=city;dist=0;group_adults=2;hapos=11;hpos=11;room1=A%2CA;sb_price_type=total;sr_order=popularity;srepoch=1557784137;srpvid=66cf99649a860176;type=total;ucfs=1&#hotelTmpl

    DRIVER, el Amor es un abjecto intercambio entre esclavos y seniores (esto no es mio, peor a saber de quién)... el amorlibre amorlibre ... mírate las fotos .. :)

    love libre

    di

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  4. ¿Amor libre…?

    Ese asunto ya lo aclaró hace mucho Agustín García Calvo, lo musicó Amancio Prada y aquí nos lo dice como los ángeles calés María Jiménez, la rubia —de bote— más racial que ha dado Triana y que ahora está malita. Ojalá pronto reciba el alta y se recupere en casa. Y tú, Pepe Sancho, a volver a esperarla, como tantas veces, que no hay prisa.

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  5. Oh gracias LUX, qué bonito el poema, no lo conocia.. me recuerda a este q colgué hace años, cuando aún no nos frecuentabas...

    http://divagandodivagando.blogspot.com/2010/09/lo-fugitivo.html

    "no nos pidamos groseras garantías", que bonito... como este "pero no mía". Dejame q lo pegue aquí, para tenerlo..

    Libre te quiero,
    como arroyo que brinca
    de peña en peña.
    Pero no mía.
    Grande te quiero,
    como monte preñado
    de primavera.
    Pero no mía.
    Buena te quiero,
    como pan que no sabe
    su masa buena.
    Pero no mía.
    Alta te quiero,
    como chopo que en el cielo
    se despereza.
    Pero no mía.
    Blanca te quiero,
    como flor de azahares
    sobre la tierra.
    Pero no mía.
    Pero no mía
    ni de Dios ni de nadie
    ni tuya siquiera.

    Agustín García Calvo

    Gracias de nuevo

    di

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