09 abril 2016

Tokio Narita-Londinium Heathrow (J23)

09.04.06-Tokio-Londinium

Desde la primera vez que oí que el principal aeropuerto de Tokio se llama Narita, sentí cierta ternura (imagen: un cachorro de labrador o golden). Todo porque la perra de Fashion y JAL se llama Nara (homenaje a la ciudad donde fuimos atacadas salvajemente por cervatillos, recuerden) y es tan mona. El caso es que volamos de Narita (habíamos llegado a Haneda, en el sur) sobre las 10:00 am, lo que significa levantarse hacia las 6, habiendo dormido poco (los neuróticos), teniendo una masa de tiempo amorfa ante nosotros, que no me atrevo a llamar día.

Es extraño el meterte en un avión por tantas horas: lo primero que tratas de hacer es luchar con armas lógicas, por ejemplo no cambiar la hora del reloj hasta "estar cerca", para más o menos saber cuántas horas llevas como una sardina en lata. Todo es inútil: cuando vuelas en una franja horario similar, estos pequeños trucos son medio-posibles; ahora, cuando llevas un desfase horario de 8 horas y te vas a meter 11 horas de una tacada, y luego otra hora y media hacia el final, los truquitos no sirven.

Pero antes de esto me refiero a las fotos del tren en el que vamos a Narita y aparecemos muy desmejorados, blancuchos y con el estómago triste (pese a la ingente cantidad de material para emergencias que llevamos en las mochilas: nada sobró, nos lo comimos todo). Tras el metro, cogemos el tren lento, que viene incluido en nuestro pase, y cuando llegamos al aeropuerto, hay unos medio nervios de "habremos hecho tarde". Pero no: esperamos para facturar en KLM, con los que volvemos, y una vez pasada seguridad, en la tienda compramos alguna galleta para los trabajos.

Embarcamos y una de las primeras emociones es.. el Monte Fuji a la izquierda!! Nos lo avisa el capitán, y como estamos sentados otra vez (grrr) en la fila de 4 del centro, Mini y yo salimos pitando a hacer fotos en uan de la sventanas. había visto alguna foto de esas que corren por Instagram del Fuji desde el avión de esas de quitar el hipo. Las mías.. ehem. Pero lo vimos, y esas cosas hacen ilusión: unas de las que más, ver el parque triángulo invetido dfrente a mis casa al volar a Heathrow (que también vemos esta vez, muchas horas después) y la concha de Donosti, de pasada desde Vetusta. Los "sights" de Vetusta no tiene mucho mérito, pero la última vez me asombré de lo pequeña que es la ciudad del viento.

No pegamos ojo en las 11 horas: hay tanto por hacer! Yo llevo el notebook para adelantar divagues, pero no hay tiempo. También mi libro ("Kassel no invita a la lógica" de Vila-matas, que casi no he leído este viaje, tal es mi dedicación a empaparme de datos para este divlog), que no leo. Porque hay.. películas!!! Y luego hay que comer: os lo digo, nos dan insuficiente, y eso que me como algunas cosas de Mini que no le gustan, pero aún así, tirar de mochila se hace imperativo. Pero las pelis:

-"The hateful eight" de Tarantino. Quede dicho que el "Tarantino de época" es el que menos me gusta. Soy más de Reservoir, Pulp Fiction o Kill Bill. Comienzo a ver la peli y en un punto del principio me replanteo mi "versión original-only", porque no entiendo ni papa. Tres factores: 1. Samuel L. Jackson es un actor tricky de entender ya "en reposo". 2. La peli ocurre en una ventisca de nieve, y el fondo es un "fiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii" continuo. 3. Me encuentro en un avión, donde el ruido del motor es un "bahhhhhh" constante (y mejor que no pare, claro). Entonces tomo la decisión ejecutiva de verla en castellano y aquí ya nos deslizamos cuesta abajo y sin frenos: está doblada al mexicano. Y ya no me la puedo tomar en serio. Samuel L. Jackson llamando a los malos de una banda "malandrines" me hace sonreír. Me recuerda algo que leí recientemente de una peli de Jesucristo en mexicano en la que él hablaba de "sus cuates" por los discípulos. Así que no puedo hacer un análisis serio de la cinta, salvo que, Quentin, echo de menos a las heroínas fuertes tipo Black Mamba: aquí cada diente que le rompían a la pobre única mujer de la peli, me lo tomaba personal.

No se vayan todavía, aún hay más, y la cosa empeora:

-"The revenant". Mejor no volver a repetir lo mal que me cae el mexicano Iñarritu (ad nauseaum descrito en "Birdman") y esta peli sinceramente me parece un tostón inenarrable. Claro, me dirán, que hay que verla en una pantalla grande, que en un avión no es plan. No: las interrupciones de las bandejas eran una brisa fresca, el untar mantequilla sobre el bollo era volver a la realidad de los sentidos, beber zumo de naranja de concentrado, estar viva. No quiero pensar lo que debe ser estar en un cine y tener que únicamente atender a esos bonitos paisajes, con alguna escena gore y la trama de traición básica.

-Creo que veo una tercera, pero no recuerdo! me suena que no era de época y que no la terminé... Ah, también veo un capítulo de "Friends", el único capítulo de "Friends" que hay en todo el archivo. Mi historia con este serial es la siguiente: nunca he visto Friends, pero veo capítulos sueltos cuando la ponen en algún hotel, avión, y tal. Soy seguidora oportunista. El caso es que siempre me río, y siempre pienso: "cómo pudo Brad dejar a Jeniffer, con ese pelo y la buena pareja que hacían". No puedo evitarlo: eso es lo que pienso cuando veo a Rachel. También veo un capítulo suelto de "Frasier", el primero: correcto, típico, no creo que vea más cuando lo encuentre en un avión.

-Ah, ya recuerdo, la tercera peli fue "Joy", sobre la mujer que inventó la fregona en los USA en los 70s. Feminismo de la época y una yaya genial.

En punto de la sobredosis filmográfica y de teleseries... que nos abrochemos los cinturones! Estamos llegando a Amsterdam. tenemos como 45 minutos para trasbordar, pero como llegamos con adelanto, no hay que correr. Y el vuelo a Londinium ya es juego de niños, poco más de una hora, donde nos
dan comida y bebida (sí, estamos así de desesperados, ya no hay víveres), y finalmente nos depositan en Londinium Heathrow.Antes, sobrevolamos la city y vemos el parque triángulo invertida enfrente del que vivimos (en mala foto, derecha). Una ilu!

Que fácil es este metro: nos metemos ahí, un par de cambios y, en una hora estamos en nuestra estación. Deben ser como las 7 de la tarde británicas, no quiero ni saber qué hora de la madrugada para nuestros pequeños cuerpos fantasmas. Aún así, creo recordar que nos arrastramos a Tesco para un "imprescindibles" y hacemos las llamadas telefónicas de rigor.

Y aquí y así termina mi diario japonés. Hasta el siguiente viaje.

2 comentarios:

  1. Di, ha sido un superdiario y me lo he pasado en grande leyéndolo.

    Y un consejo, tienes que ver Friends desde el capítulo uno con MIni. Le va a flipar y tú te vas a reir y además así tienes algo que ver con ella, a laz princezaz les alucina y lo pasamos fenomenal. 23 minutos cada día y Mini alucinará.

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  2. Como se que habràn viajes para leer me da menos pena que se haya terminado Japòn. Tal cual me pasaba a mi con Friends, veía capítulos sueltos y me gustaban mucho. Hacé lo que te dice Molinos, vale la pena verla toda. Un beso

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