13 febrero 2016

Lux, impostor, tu cumple es hoy. Y lo sabemos.

...y como las olitas de Mo te han parecido juego de ninios, la maravillosa Gran Ola de Kanagawa va para ti... Hay un print, entre otros, en el British Museum (al lado de las brasilenias del tambor, vais bien) y es de Katsushika Hokusai, pintor que usaba la técnica ukiyo-e (se tallaba el dibujo sobre madera, se impregnaba de tinta y la impresión iba al papel) y fue realizado entre 1830 y 1833.

Esperamos que nos digas cuántos te caen, que lo pases muy bien y lo más importante: que vuelvas al divlog... que tengo el teléfono, el tuister y el fax incendiandos! Lo siguiente es que salen a las calles... 

F  E  L  I  C  I  D  A  D  E S        S U  P  E  R  L  U  X


PS: Y además, concursete... la imagen es una pista... Y hasta aquí puedo leer.

15 comentarios:

  1. ¡ Voto a Bríos, botarate Lux !
    ¡ Juro por Moby Dick que hoy es el día de mi venganza !
    ...
    Ante todos descubriré tu verdadera y pérfida naturaleza de ex-presidiario, perseguido por la justicia humana y buscador del amor eterno.
    La sospecha que TODOS manteníamos sobre tu pasado, hoy se verificará de forma pública para tu escarnio y vergüenza.
    Te abriré el alma con mi cuchillo de desollar ballenas, te sacaré el corazón y luego lo tiraré al Océano.
    La venganza es un plato que se sirve frío.
    ...
    Todos han de saber que tú, un día no muy lejano, caminaste hacia el infierno.

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  2. Zorionak, Lux. Es una fecha con algún sentido especial para nacer? Mañana en mi entorno muy muy cercano tengo tres cumples, en ningún otro momento del año me pasa. La vuelta de la primevera, alguna conjunción astral, una puñetera casualidad, marisa, que te columpias.
    Lo más importante, de todos modos, es el llamamiento ese: vuelve Lux al diblog. ¿Cómo que vuelve? Te vas, te has ido ya? Por qué nadie me cuenta nada?
    No me dejéis con esa incertidumbre y Lux, si te vas a ir, piensa que esperamos tus palabras como agua de mayo, incluso como agua de febrero en año seco como este. Nada será lo mismo.
    Un beso

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  3. Y, profe, creo que ya se. Pero por el momento me callo lo del concurso.

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  4. CAMINO DEL INFIERNO

    "...desde que le llegaron noticias de su paradero,Lux se mantenía andando.
    Caminaba por la pradera. Reptaba por la llanura. Avanzaba por el páramo.
    Le dijeron que ella vivía en una lejana ciudad con puerto.
    Se mantenía lo más erguido posible.
    Su pierna izquierda le fallaba algunos días.
    ...
    Caminar. Caminar.
    Sólo pensaba en caminar, verla y decírselo.
    ...
    Caminaba de noche. Solamente de noche.
    Hasta el amanecer.
    Sin parar un instante, ignorando el dolor de su pierna maltrecha.
    Recorriendo caminos solitarios, evitaba encontrarse con nadie.

    Si vislumbraba una luz que se acercaba, se escondía entre la maleza.
    Si llegaba a sus oídos alguna voz humana, corría a refugiarse entre los árboles.

    Caminaba de noche. Hasta el amanecer.
    Cuando el sol comenzaba a despuntar en el horizonte buscaba un lugar recogido, un recóndito espacio que le permitiera descansar, oculto.

    No podía correr el riesgo de ser descubierto.
    No podía correr el riesgo de que alguien le viera.
    No después de todo aquello.

    Caminar. Caminar.
    ...

    Su instinto le decía que le quedaba poco tiempo.
    Así que se dejó de medias tintas y caminó todo un día, toda una tarde, toda una noche.
    Su pierna izquierda era un clamor. Le dolía cada vez más.

    "Vamos, chico, vamos."
    ...

    Al atardecer, Lux llegó a la ciudad costera y se dirigió directamente al puerto.
    Tenía que encontrarla, decirle lo que le tenía que decir.
    Preguntó por ella en tabernas, comercios y navieras.
    Alguien tenía que saber algo de ella.
    ¿Se habría casado?, ¿embarcaría para Europa?, ¿estaría enferma?.
    Una chica tan bella como ella tenía que llamar la atención.
    ...
    Su pierna izquierda le dolía cada vez más. El salto que dio en la tapia de la penitenciaría se la dejó magullada.
    Por eso le perseguían.

    Era un prófugo del amor.
    ....
    Nadie supo darle razón de su paradero.
    “Quizás viva en la parte alta de la ciudad”.
    “Puede que se marchara para siempre”.

    La noche le encontró en el puerto. Cansado, sucio y solo.
    Encontró refugio entre un montón de sogas enrolladas, cuerdas de amarre y trozos de vela que le servirían para descansar.

    Tenía que encontrarla.
    Tenía que decírselo.
    Decirle que aquello lo hizo por ella.
    Por salvarla.
    Aunque fuera mentira. O aunque no fuera exactamente toda la verdad.

    ...
    Se despertó con el movimiento ruidoso de los estibadores que acudían a la faena.
    Apenas amanecía.
    La humedad había hecho mella en su pierna.
    Le costó levantarse.

    Pero el ansia, la curiosidad, la necesidad, le empujaron a ponerse en pie.
    Tomó el camino que salía del puerto.
    Caminó por callejuelas estrechas de olor a pescado y salitre.
    Llegó al mercado de las flores.

    Caminó entre los puestos recién instalados.
    Saboreó mil aromas.
    Respiró cientos de colores.

    Pero su mirada se detuvo en una única visión.

    Era ella.
    Ella.
    Y estaba viva.
    ...

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  5. Estaba asomada al ventanuco de un carruaje de caballos.
    Una despedida, frente a una casa de piedra.
    El prófugo Lux se quedó observando tras una columna. Su condición de perseguido le obligaba a ser prudente.
    El carruaje arrancó, empujado por dos potentes percherones y se perdió en el laberinto de callejuelas.
    En dirección al puerto.

    Ella no pudo verle.
    ...
    Desde la parte alta de la ciudad, el puerto era un bullicio de actividad.
    Veleros enormes que atravesaban el océano.
    Mercadería transportada en carruajes de roble. Velas recién azotadas por los vientos atlánticos.
    ...
    Destacaba un velero.
    "Princesa del Atlántico".
    La embarcación más rápida del mundo en ese momento.

    Bella como una sirena.
    ...
    Corrió cuesta abajo, hasta el puerto.
    Vio como Ana subía al bello velero.
    Preguntó cuanto faltaba para zarpar.
    Media hora.
    Intentó subir a bordo, pero un fuerte marinero que custodiaba la pasarela se lo impidió.
    ...
    Su alma ardía.
    La iba a perder para siempre.
    Para siempre.
    ...
    Preguntó.
    Dirigió sus pasos a las oficinas de la naviera.
    Tenía que detener el velero.
    Como fuera.
    ...
    "Lo recuerdo bien. Era un hombre sucio. La pernera izquierda de su pantalón estaba manchada de sangre seca.
    Cojeaba".

    Tenía yo por entonces 10 años.
    Acostumbraba a pasar los días de verano en la oficina donde trabajaba mi abuelo.
    Me acuerdo muy bien.
    De todas y cada una de las palabras del prófugo Lux".

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  6. "Necesito que detenga el Princesa del Atlántico".
    -Mi abuelo-marino retirado- le respondió: "Deme una razón y dígame cómo lo hago".
    -"Tengo que hablar con una pasajera de nombre Ana, es urgente".
    -¿Ana, qué?.
    -"No sé su apellido".
    -"¿Se le ocurre una forma de detener un velero de 450 toneladas?"
    -"Tampoco lo sé".
    "Veamos, usted necesita un milagro, lo que pide es imposible"
    -"Entonces cruzaré el Atlántico a nado, tras el velero".
    -"Seguro que moriría, este mar es como el diablo, te manda al infierno".
    -"Si he de elegir entre el diablo y el infierno, elijo el infierno. Allí somos más."

    El prófugo le arrancó de un manotazo al niño un flotador con el que jugaba.
    "¡Devuelva usted eso, es propiedad de la compañía!", - le gritó mi abuelo-.

    "¡Lo siento, lo necesito!, ¡No se nadar!".

    Le pregunté a mi abuelo quién era ese hombre.

    "Un loco, un enamorado, o seguramente, ambas cosas".

    Le pregunté a mi abuelo que porqué la gente que se quiere no puede estar junta.

    "No lo sé".

    Ya puestos le pregunté a mi abuelo que porqué nunca conocí a mi abuela.
    Ya no me respondió.
    Me lanzó una zapatilla, abrió una botella de ron y me dijo que me acercara a la bocana del puerto y viere lo que pasaba.
    ...
    El Princesa había zarpado.
    El prófugo saltó al mar y braceaba aferrado al flotador de la compañía.
    Directo a la muerte.
    ...

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  7. Volví y se lo conté al abuelo.
    Estaba sentado con los pies sobre la mesa, leía con mucha rapidez un manual de la compañía.
    La botella estaba medio llena o medio vacía. Depende.
    Todo depende.
    ...
    Dejé al abuelo leer y beber en silencio.
    Empezó a canturrear una de marineros.
    "Y si vuelves, hoy mi amooor, si te vuelvo a encontraaaar, sería capaz de bebeeerme toooodo el maaaar".

    Entonces, por primera vez en su vida, mi abuelo me habló como si yo fuera un hombre mayor.

    Elevó su dedo índice, y fue dibujando cada una de las letras que me dijo, en el aire. Sin dejar de beber ni un solo momento.

    "Mira chaval, hay una razón por la que nunca conociste a tu abuela, y es que cuando yo era como el señor sucio que está ahora persiguiendo al Princesa, no se tropezó a uno como yo. Esa es la verdad, hijo".

    Me miró a los ojos y como pagando una deuda con el destino me dijo:
    "Saca el cajón de banderas y vente al mástil del acantilado".

    Arrastré como pude el cajón de banderas y fui al mástil del acantilado.

    "Voy a parar el Princesa".
    "Dame las banderas en el orden que yo te diga".

    Ahora mi abuelo no era mi abuelo.
    Ahora era un marino de veinte años.
    Izaba e izaba. Una bandera tras otra. Una y otra vez. Y se reía.
    Mi condenado abuelo se reía.
    Se reía , tomaba ron e izaba las banderas, todo a la vez.

    Al rato, el Princesa recogió trapo.
    El puntito blanco a una milla del velero, era el prófugo batallando una ola, y el viejo que estaba en el suelo riendo, era un gigante.

    "Le pregunté que qué había hecho".

    "Mentir, hijo, mentir"

    "¿Mentir, abuelo?"

    "Si, chico. Esta vida es una completa sucesión de mentiras. Una más no creo que se note. Ya has escuchado a ese loco a punto de matarse. Entre el diablo y el infierno, es mejor el camino del infierno"

    "¿Qué mensaje mandaste al Princesa?".

    Mi abuelo se incorporó con cierta dificultad, se apoyó en el mástil, y antes de caer redondo tras consumir tres botellas de ron en media hota, me lo dijo.

    "Urgente. Desembarquen a la pasajera de nombre Ana. Tiene tifus."
    ...
    Corrí como una bala a la bocana.
    Vi como desembarcaban en una chalupa a una pasajera desde el Princesa.
    La misma barca recogió al prófugo, que agarrado a mi flotador, langidecía.
    Tras media hora de remo los dejaron a ambos en la playa.

    La chalupa volvió al Princesa.
    Soltaron trapo y se fueron al Viejo Continente.

    Vi como el hombre y la mujer salían corriendo.
    En dirección contraria a la ciudad.
    Hacia el oeste.
    El hombre cojeaba.
    ...
    Volví a la ciudad.
    Mi abuelo estaba durmiendo la borrachera.
    Así que me fui a casa, jugando a que mi pierna izquierda cojeba, empecé a canturrear: "Y si vuelves, hoy mi amooor, si te vuelvo a encontraaaar, sería capaz de bebeeerme toooodo el maaaar".
    ...
    Aquel día que mi abuelo me habló por primera vez como un hombre, aprendí algo importante.

    "Es mejor el camino del infierno.

    Al fin y al cabo...

    Allí somos más."

    Atentamente: Driver

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  8. Si ayer, 12 de febrero, nos regocijamos en el corazón pensando en San Antonio Cauleas, San Benito de Aniano, Santa Eulalia de Barcelona, San Ludano, San Melecio de Antioquía, Santa Pamela, San Saturnino de Cartago y compañeros mártires de Abitinia. Y en Molinos,

    Hoy, 13 de febrero, dedicamos buena parte del día a pensar en San Ágabo, San Benigno de Todi, San Cástor de Aquitania, San Esteban de Lyon, San Esteban de Rieti, San Fulcrán, San Gilberto de Meaux, San Gosberto, San Guimera, San Lucinio, San Martiniano, eremita, San Pablo Le-Van-Loc, San Pablo Liu Hanzou, San Poliuto. Beata Cristina Camozzi, Beata Eustoquia Bellini, Beato Jordán de Sajonia... (¿Ay, Ágabo, qué habrá sido de ti). Y en Luxy.

    Si ayer Molinos cumplió 43 años, por fuerza hoy Luxy cumple 44: la lógica de la aritmética es inapelable.

    Que los idus te sean propicios.

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  9. Luxxxxxxxx feliz cumpleaños a tu!!! ¿Qué vas a hacer? ¿Cómo vas a celebrarlo? ¿A qué huelen las nubes? ¿por qué caducan los condones? ¿por qué a la gente no le gusta la lluvia? ¿qué hace que alguien se tatue amor de madre en el omoplato? ¿Por qué yo tengo los pies preciosos y tú no?

    Ojalá tengamos otros 44 años para discutir todos estos enigmas de la existencia.

    Que tengas un día genial!

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  10. ¡¡Me encanta esa xilografía, Di!! ¡Muchas gracias!

    Esa ola gigante, esa gigantesca escarola con garras por cresta; esas dos barquillas… ¿Zozobrarán? Y el sempiterno monte Fuji como testigo.

    Miró la imagen, y tó japo, me sale como del alma un haiku al, digamos, compás 5/7/5:

    ¡Ay, las barquitas!
    Esa ola frente al Fuji,
    tan encrespada.


    ¿Sabes que esas preciosas láminas se vendían también como tarjetas postales a los viajeros cuando viajar era viajar? ¿Sabes que los vivos de la talla de las planchas (de madera como dices) acababan romos de tantas reproducciones?

    Muchas gracias, Marisa. Tal vez sea que los acuario, los acuarios tardíos y del hemisferio norte, somos muy propensos a nacer porque mayo (rebobinemos nueve meses) es un mes propicio para los afectos.

    Mucha gracias, Driver. Grandísimo relato. Grandísimo y casi exacto (fue la pierna derecha, no la izquierda). En serio, muchas gracias por tu arte. Escribes como si fuese algo fácil.

    Muchas gracias, NáN. Por cierto, tengo una teoría, a ver qué te parece. Mantengo que para canonizarte (hacerte santo; no convertirte en perro) lo de menos es que se demuestre que gracias a tu intercesión se cumplieron dos milagros. Lo principal es que en vida tuvieses un nombre gago-gago: Ludano, Melecio, Ágabo, Cástor, Fulcrán, Gosberto, Guimera, Lucinio, Martiniano, Poliuto, Eustoquia… Porque que tus burlones padres te pongan de pila uno de esos nombres y lo superes, ¿no es acaso el principio de una gran santidad?

    Muchas gracias, Molinos.

    1. Pregunta: ¿Qué vas a hacer?
    Respuesta: Nada, es inevitable.

    2. P: ¿Cómo vas a celebrarlo?
    R: Con discreta resignación.

    3. P: ¿A qué huelen las nubes?
    R: Esa pregunta ya la contestó José Córdoba, El Chivi con más preguntas.

    4. P: ¿Por qué caducan los condones?
    R: No sé, ¿de no usarlos?

    5. P: ¿Por que a la gente no le gusta la lluvia?
    R: ¿Porque no somos tan salvajes como tú y porque donde se ponga el sol con su poquito de brisa marina que se quite la lluvia?

    6. P: ¿Qué hace que alguien se tatúe Amor de madre en el omoplato?
    R: ¿Ser bien nacido... y hortera?

    7. P: ¿Por qué yo tengo los pies preciosos y tú no?
    R: Porque te los has mirado. Yo no. Yo aún no he bajado de mi cara, de embelesado que de siempre me tiene.

    Muchas gracias, Chico de la Consuelo. Y también para mí Carol ni fu ni fa.

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  11. ¡Muchas felicidades Lux!

    igual que Diddy espero que digas cuantos te caen.

    PD. Aprovecho para felicitar a Molinos ...

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  12. Moltes, hip, gràcies, Tomae. Hip. Acabo de llegar de la celebración, hip. No han parado hasta que me han visto soltar una, hip, lagrimita cuando el cometa llegó, y prendidos de su cola... Ay, Marito, qué de años que no te veía (¡y qué ajado estás, so hiputa, hip…uta, para tener sólo dos años más que yo!).

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  13. Ay va. Que casi me lo pierdo. Bueno que me lo perdí pero llegando tarde se me da permiso para decir que he llegado, y si no...pues no me enfado :).

    Lux, feliz postcumple. Así que de mayo y en vísperas, je. No sé si celebraron la bromita. Pero lo que es la gracia sí que la tenían y te la pegaron. Muchas felicidades resacosas al sevillano resalao. Ahora que lo pienso, en tu casa la broma del catorce de febrero la tienes cada año!!!. No podía ser menos.

    Ah, y Mo, felicidades. No sé con cuanto retraso, pero seguro que lo has celebrado por lo grande.

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  14. Gracias Ire!! Claro que lo celebré a lo grande...y este fin de semana tengo tres eventos culturales para seguir con ello. :)

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