En el trabajo, se entiende. Y a partir de agosto, a tres.
En la profesión que imposto de día, vas progresando hasta llegar a los supuestos laureles durante un período casi eterno (cuánto dice que estaban los curas, 12 años?). Una de las prebendas del laurel consiste en supervisar (o sea, mirar por encima del hombro, super-visare) a los pequeños saltamontes que eras tú hace cuatro días.
En este momento, superviso a dos tipos: uno egipcio, al que le queda bien poco para tocar la cima, y uno griego, que asegura la tocó en Grecia, pero que empezó de nuevo al llegar al Reino Unido. A partir de comienzos de agosto, se añade al lote un inglés, al que le tengo unas ganas horrorosas. Todo estereotipos inconfesables, pero será coincidencia que la mayoría de los ingleses con los que he trabajado y yo vemos la vida (laboral) de una manera similar. Pero con estos mediterráneos, hay que armarse de paciencia.
El egipcio es un mocetón de 1.90 y más tirando a gordo que a cuadrado. Pero yo esto es algo que disculpo: siempre me han gustado los armarios de dos puertas, aunque los malogro (pobre Pedalista). Luego la vida en común los trata mal y pierden "las asas del amor", como llamaría el egipcio a sus mollas lumbares. El egipcio es simpático, carismático, y un tanto cantamañanas. Me cae bien, pero a mí es que no me gusta que alguien venga el primer día y me diga: "Don't worry, Di, I work like a dog" (no lo he traducido por razones obvias... en castellano es difícil buscar un sinónimo de dog aquí que no sea racista, y pensar en un dog... buf, mejor lo dejo). Decía que no me gusta la gente que se pone esas medallitas sin haber siquiera empezado a cortar el bacalao. Tío, curra, y luego te diré yo si trabajas como un japonés. Y es que el dicho "dime de lo que hablas, y te diré de lo que careces", o en culto, "excusatio non-petita, accusatio manifesta" es total actualidad en mi departamento.
Campodetenis (hay que haber leído "Asterix Legionario" para entender esta referencia, sorry) tiene una buena anécdota la mañana after the night before. Tras una juerga del equipo, el pobre tenía que ver a unos clientes a las 9 am, con una resaca del diez. Luego me cuenta: "estaba fatal, así que hice la cosa ésta de la hospitalidad… les saqué una bandeja con té, galletas y de todo, para ir comiendo yo, que me moría". Parece que los clientes salieron con una impresión inmejorable de nuestro servicio, que normalmente no ofrece desayuno, os lo aseguro. "Full English Breakfast anybody?". Aún nos reímos con eso. Como se puede apreciar, soy una jefa de lo más entrañable.
El griego es otra cosa. El griego es que el primer día que lo vi pensé que era directamente el Gruffalo, o, por contextualizar, Saturno devorando a sus hijos (véase Goya). Es un hombre pequeño que destila testosterona por cada poro de su (puag) piel. Y no testosterona de la buena, sino una especie de olor, barba cerrada, melena señorito-andaluz, y pantalones ajustados. Y dientes como de bruja: cuando sonríe (o hace un gesto intentándolo), es dantesco. El griego es muy griego: solo le falta una túnica y una mano elevada al cielo para esgrimir su razonamiento-siempre equivocado. De los principios conceptuales de nuestra común profesión, el pobre griego no tiene más que un par claros: mezcla ciencia con folklore, y da por científicas sus opiniones. Cada supervisión es una batalla, porque me reta todo lo que le intento hacer considerar desde otro ángulo. Un día le confesó a otro compañero que en un test de personaliad le había salido “que no asume bien que le den órdenes las mujere, y que era narcissta”. Chapeau, ha pillado a la jefa adecuada. Pero como es una pasivo-agresivo, a veces me acaba dando pena, porque cuando ve que no tiene razón, se hace la víctima. Este momento es casi aún más odioso, porque me acaba dando pena. Y encima el tío quiere que sea su analista!!!, preguntándome lindezas como : "crees que soy sarcástico? No lo intento ser". Y yo: "esto no es tu terapia, Griego, pero cuando te maileo diciendo que te quedan tres informes retrasados por terminar no se me contesta con un "I know!". Sí, seguido de exclamación.
El egipcio viene a supervisión con disculpas (ya sabe todo lo que tiene retrasado, ya sabe, ya sabe) y elogia cómo huele mi oficina, "mmm, que infusión tan agradable" (como diría un naufrago mío: "a la abuelica con pistolicas de agua"). El griego viene con la espada, y cuando ve que la única posible es la de Damocles que tiene encima de su cabeza, se hace el pajarito en apuros. Y mi trabajo no es ayudarle en sus inexistentes habilidades sociales, no tengo yo la culpa de su Asperger.
Buf... me quedan otros seis meses de griego y otros tantos de egipcio.
No puedo esperar al inglés.
Sin vacaciones y con el madrugón del siglo.
ResponderEliminarhe visto amanacer por la carretera...y llego y veo la referencia a Campodetenis.
ya me has alegrado la mañana.
Besos
seguimiento
ResponderEliminarEstás entre la espada (de Damocles el Egipciaco) y la pared (del sentimiento agresivo de ser supervisado por una mujer).
ResponderEliminarNo sé si reírme (de risa-risa) o llorar (de empatía con mi amiga).
Jei Mo Y Nan: somos los tres únicos trabajando en este momento. Del mundo mundial.. Perdón, las dos únicas, quiero decir. Somos los tres únicos frente a una pantalla. El resto yace bajo el sol.
ResponderEliminarEste diavgue empezó tras una noticia que leí el otro día sobre una empresa italiana... evidentemente iba a hacer un divague feministoide de esos míos pero me lié con la intro y salió esto. Lo cual no quiere decir q no haga el otro divague en cuanto pueda... Tengo q prepararme pq cualquier día el siguiente q me mandan es italiano (el país q el feminismo olvidó).
Campodetenis es genial, claro q no se parece nada a mi egipcio. Y ríe Nan, tomaré a esta panda como parte de My Mission!
Os hug
di
Yo quiero conocer al armario ese, es empotrado? digo empotrador?
ResponderEliminarDiva, el armario es empotrado pero, para mí, no empotrador. Le falta un punto: que lo diga el "oraculo-empotrador" (o inventora dle concepto), pero yo creo q un tío q elogia las infusiones de "mango, naranja y canela"... como q no.
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ResponderEliminarvaya, vaya vaya...la progresía haciendo de sargento chusquero!!!
ResponderEliminarSolo te falta decir !Cómo está el servicio!!
P.D-. Molinos hace mucho que no escribe sobre los carajipis tambien llamados tengomuchosderechososeaporquesoymileurista
peroningunaobligacion osea.Te lohacestuquepaesocobras milquinientosyyomil
Txelos, que tendrá q ver la progresía con hacer tu trabajo. Y si tu trabajo consiste en que otros aprendan y lo hagan bien, pues eso. (desde luego, no se porque entro a esto, bueno, si lo sé... en fin).
ResponderEliminarLa Fashion esta en una situación similar a la q describes al final. Yo soy muy enrollada, pero el trabajo de otros, no gracias.
Yo estaba trabajando a las 7. Y no podía pararme a mirar el ordenador...
ResponderEliminarSólo tuve una vez una jefa y fue el jefe más borde que tuve nunca.
Pero borracha estaba muy divertida.
Y en general creo que es mejor una jefa que un jefe. Salvo para el pobre griego...lo debe estar pasando fatal...
!qué majica siempre entrando a trapo!
ResponderEliminarAlgún dia habria que charrar sobre el papel de mando medio !!
VIVEIRO, el griego lo pasa de lujo. Tanto es así que su rotación de 6 meses ha sido extendida por otros 6, POR PETICION SUYA. El hombre no conocía a las mujres asertivas,pero cuando pruebas una, como tú bien nos cuentas, no puedes volver atrás.
ResponderEliminarY sí, ya sabemos q en el KFC estáis vendiendo pollo cara al publico a las 7 am. Hay gente con unos estómagos...
TXELOS, si tú yo yo estamos en un cafe de esos q hablaba tu amiguito,-y yo tengo 40 tacos en lugar de 16-, tú sueltas una como la q has soltado y yo probablemnte pase (no a los 16, entonces aun quería cambiar le mundo, y me lo creía). Digo probablemnte, según cómo me de el día igual me da por otro lado.
ResponderEliminarPero en un blog, donde entra alguien desde Pázcuaro, pongamos, que buscaba "vacaciones para jugar al tenis en Luxor", y se encuentra con esto, y resulta q se lo lee, y tal, pues mira, auqnue sea por ese hipotético pazcuareño voy a aclarar el punto que has mencionado. Y, bueno, no hace falta irse tan lejos: por aqui ha pasado gente que, ratifico, piensan lo q tú sugerías. Eso y que Elvis esta vivo, y que el siconalaista se hace pajas en la terapia para librarse de su ansiedad. En este medio tan chulo, sólo nos queda la palabra. No hay miradas, no hay sonrisas, no hay complicidades. Eso se dea para el café, o si me apuras para el email personal, donde se puede leer entre líneas. Aquí no, y por eso no se han de ignorar ni lo q parecen boutades inofensivas (y q venida de tí, se q va con algo parecido a los buenos deseos).
Hugs
Disculpe, me he perdido!!
ResponderEliminarEs cierto que es dificil hablar de las relaciones laborales en los blogs semiprivados porque los carga el diablo. Yo casi nunca lo hago.Y siempre prefiero hablar de los de arriba a hablar de los de abajo...y podría escribir un blog entero de esto te lo aseguro...
En cualquier caso mando un saludo entrañable a los habitantes de Pazcuaro y a los que juegan a tenis en Luxor.
PS-. Y que sepas que ni elvis ni jesús gil han muerto... solo están escondidos.