Ha sido una semana dura. De esas semanas que estas deseando que te provoque alguien y ensañarte. Más que hostil, ha sido guerrillera. El divlog lo ha notado.
Para quien no lo sepa ha empezado el otoño. Efectivamente acabamos de pasar esos días en los que los días son igual de largos que las noches y a los que los versados en la materia llaman equinoccios.
¿Y qué? De entrada nada, salvo que con el otoño se inicia un período de desprendimiento. Al igual que se caen las hojas de los árboles y se quedan desnudos, las personas tendemos a desprendernos de cosas, a tirar, a empezar cosas nuevas y dejar otras atrás. Puede que acabes una relación, o simplemente pintes la casa, te cortes el pelo o mandes al carallo a tu jefe. El otoño es para mudar la piel en definitiva. Si a eso añadimos que el equinoccio de otoño ha coincidido con luna llena, el efecto ha sido, es si cabe, mucho mayor. La luna llena o plena tiende a magnificar lo que sucede, a hacer mayores los sentimientos, los deseos, los temores.... Ojito con la luna.
Así que despréndanse ustedes y tiren a la basura todo lo negativo, todo lo que no les hace felices.
Me encanta el otoño.
Qué sola la soledad queda
ResponderEliminaren esta ciudad sin mar
ni otoño, ni primavera.
Que grande Diva, que grande!
ResponderEliminarQue ganas de tirar muchas cosas o de desprenderme de ellas: mi jefe, el jefe de mi jefe, la familia politica, los políticos, la puta crisis, la parte del fútbol en los telediarios, los pañuelos con los mocos del catarro que me he agarrado, la gente hipócrita, los guays, los pijos, los falsos valientes, los que hacen de la religión un motivo para la guerra, ...y tantas, tantas cosas que no me encuentro con la fuerza suficiente para nombrarlas todas son acabar tirándome yo mismo a la basura.
Un abrazo a tod@s y perdón por el ataque de limpieza
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCreo que lo que dices se relaciona mucho con el poema con el que celebré mi 59 cumpleaños. ¿Me dejáis que hoy os lo dedique?
ResponderEliminarA mí mismo
No has sido salvado para vivir
poco tiempo te queda,
da tu testimonio.
ZBIGNIEW HERBERT
Llegarás como mucho a un epitafio.
Una desgana
de quedarte en los huesos;
un ansia
de ser polvo
(más duro de roer).
Centrifugar antes el yo no es mala idea.
No dejar nada al final
a la pelea del diablo y de san pedro.
Que no haya última sustancia
allí donde la carne sea una instancia
para el fuego.
Lo que no me hace feliz es lo que está a punto de llegar...el invierno, el duro, frío y laaaargo invierno.
ResponderEliminarSomos bastante de plástico, Anchoílla, pero las estaciones son todavía, Cambio Climático mediante, una cierta posibilidad de adaptación a los ciclos naturales. De ahí la grandeza del desprendimiento para el que se prepara Di.
ResponderEliminarEl invierno y el frío es cuando todo crece dentro. Lo vivo con fervor militante.
Además de que "mata el bicho" ...
ResponderEliminarK, ... esperando el frio.
Diva..a mi también me encanta el otoño y sí ha sido una semana durísima, pero la parte buena es que soltamos lastre y vamos a mejor.
ResponderEliminarNáN: yo no me adapto al frío; sobrevivo a él. A mí con el frío sólo me crece la pereza y las ganas de hibernar en una cueva (o debajo de mis sábanas, más bien). Además, siendo de interior, aquí el otoño ni se huele. Una semana como mucho, a partir de ahí, frío polar.
ResponderEliminarGracias NaN por el poema, pero la q se prepara para el desprendimiento es Diva (se te perdona por lo del reciente contrato, a otros ya NO). Yo más bien voy a diferir (es ya un deporte) pq en el UK este proceso del desprendimiento se da precisamente en primavera. Existe el concepto de la "spring cleaning", q es cuando se va el frío y ya no hacen falta esas mantas en lso brazos de los sofás, y los edredones hay q airearlos, y la gente tira cosas, e incluso hay companias q te ayudan en tu casa a limpiar a fonod con la vaporetta y tal.
ResponderEliminarSobre lo de tirar, ya quedó claro q yo tengo un principio de "Síndrome de Diógenes" con las postales del papa. Me cuesta mucho tirar las cosas q aprecio (a ver, lo del papa es q estaba en una caja con postales de la infancia q no había abierto en siglos) y tiendo a acumular. Me daría un auténtico síncope si tuviera q deshacerme de mis libros subrayaditos, sufro con tirar ropa vieja q me gusta and so on. Y no me vengan con eso del aferrarse a cosas materiales etc. Muchas de esas cosas (las q no valen pasta) son las piedrecitas por donde vamos pasando la vida, son lo q traerá de nuevo un recuerdo, son, para mi importantes (mi madre guarda una tablita con dibujo q le di el día q aprobó el carnet de conducir: nunca tiraré conscientemente esa tablita).
Estoy de acuerdo en q sep suele ser el verdadero comienzo de anio (sobre todo si se esta en el mundo académico, ninio en cole etc). Por ello tb anuncian los cursos de punto de cruz en esta época, son las resoluciones de anio nuevo.
Personalmente, no me gusta el frío ni en invierno ni la oscuridad. No me gustan las medias los abrigos (los gorros sí). Me gustan los tirantes (como quedó claro por ahí), los vestidos, los piratas, no pensar en llevar nada "por si refresca", las terrazas, los días con sol hasta las 10 de la noche. Tanto mirarnos al ombligo, ya lo dijo el psiquiatra de Txelo's, solo nos hace neuróticos. Mirar hacia fuera, salir de nosotros, proyectarnos. Viva el verano, vuelve vuelve!!!
Va Di, Diva. ¿Qué mas da? Es para todos, pero sobre todo acompaña al texto del "desprendimiento", porque de eso trata el poema.
ResponderEliminarEl desprendimiento es una necesidad que nos muestra la naturaleza (no hablamos de cachivaches, ni, porque yo también soy de "esas", del "joder ¿quién me ha tirado esa tarjetita de los ultramarinos que no necesito porque está abajo de casa pero me gustaba?"). Cuando en una casa viven dos, decir "quién" es criminal.
Es deshacerse de lo que nos hace avanzar reptando, esperando que nos crezca lo nuevo.
No es la limpieza de primavera. De todas maneras, los romanos están locos, como decía Ásterix, pero los británicos son raros, raros.
El verdadero acumulador, Di, no lo es de esas cosas que tú y cualquiera aprecia: esos recuerdos que son parte de uno y que no se pueden ni se deben tirar, porque sería tirar un jirón de tu alma. Se trata más bien de esas cosas que, víctimas del consumo y muchas compras "terapéuticas" vamos acumulando y a las que no hacemos aprecio ni caso en años. Y un buen día, que mira tú por donde coincide con el otoño, las miras y las ves y te das cuenta. Y librarte de ellas supone una sensación física de haberse quitado un peso de encima.
ResponderEliminarCreo que es eso de lo que habla Diva.
Yo lo he hecho con libros que sé que no releeré, porque o me gustaron poco o no lo suficiente para que los ame. Quizás a alguien le lleguen o los disfrute más que yo, así que los libero.
Hola, Diva. Después de largas negociaciones con mi hija y mi hijo hemos decidido lo que necesariamente había que tirar, como cada año. Pero este año lo hemos hecho.
ResponderEliminarSaludos
No hace falta tirar todo, hay cosas que se pueden dar: ropa, muebles, juguetes...
ResponderEliminarSe echa en falta los "yard sale" americanos en los que uno saca sus potras al jardin y alguien te las compra.
Yo es que me quedo nueva cuando ordeno, clasifico y tiro. Automáticamente me siento en control de mi vida y lo veo todo mucho más claro.
Como bien dice Teresa hay cosas que no tiene por qué ser materiales y se tiran de fábula: miedos irracionales, timidez, inseguridades, malas amistades, fobias, vicios....
José Luis,
ResponderEliminarLa negociación siempre es impepinable y más con los pollitos.
Anchovie,
ResponderEliminarYo soy de mantita y sofá y con eso soy la más feliz del mundo...
Nadie dice nada del dibujo de Sarah Kay? hubo un tiempo en que estaba muy de moda. Yo era pequeña y esos dibujos victorianos me encantaban.
ResponderEliminarEs como los de Ferrándiz, son únicos, diferentes y tienen un toque especial. Los de Ferrándiz eran muy dulces.
Pues no, nadie dice nada. A mí me parece un poco ñoño pero, claro, es que yo soy un tío y eso está algo reñido con mostrarse sensible ante niñas cursis con paraguas (esta vez sí) y perrito, aunque sí que parece muy tierno.
ResponderEliminarDiva..se me olvidó comentarlo antes..yo tenía todos esos cromos en un album precioso y cursilísimo y me encantaba...
ResponderEliminar..le preguntaré a molimadre y su síndrome de Diógenes..seguro que no lo ha tirado.
Bueno, ya que ND se ha atrevido, pelín kitsh sí que es.
ResponderEliminar¡¡¡Diva-Di-Vaduuuuu!!! (o Diva-Di-Vapedaaa).
ResponderEliminarHoy ha sido un despertar triste. He venido aquí y no había nada. Me he sentido como un niño abandonado en una cesta a la puerta de un convento. (por cierto, qué feas las monjas, ya se podían haber encargado de mí las novicias).
Ay, Diva, hasta hoy no te había leído. Qué coincidencia tu post y mi 'peluca'.
ResponderEliminarYo tenía el album pero incompleto. Y tenemos por aquí unos cuadros que nos dio mi suegra con unas niñas parecidas. Pero nunca los llegamos a colgar y ahora que son niño y niña se los vamos a devolver. No tenemos espacio para poner la contrapartida masculina, si es que existe.
Annie,
ResponderEliminarA mi me gustaban mucho los dibujos de Sara Kay. Me parecían tiernos aunque sean un poco pastelosos...
Ya ves que coincidimos una vez más.
OH,
ResponderEliminarCuánto tiempo sin verte... Que bueno que viniste... Te he echado en de menos...