Lunes, 22.07.24: De Hue a Ninh Binh (tren nocturno). Dormir en Khe Dau Ha
Así empieza el Peda hoy su diario: "Dormimos a ratos, el tren va despacio (60 kms/h) y hace ruido. A las 0730ish ya despiertos del todo. Dientes, café de sobre, paramos un rato en una estación, saco fotos y vídeos, me recorro medio tren hasta el vagón cafetería, me encanta, es lunes por la mañana, se ve cómo la gente se pone en movimiento, el tren está lleno".
Mi visión de la noche es diferente: no me entero del ruido [venden tapones por algo, claro que mis compas pasan] y tal vez me despierto pero muy brevemente... no lo recuerdo. Mini tampoco ha dormido bien y está gruñona: encuentra un motivo para enfadarse conmigo porque envié uno de sus video-logs (hace el equivalente de este blog en video para la familia y son superchulos) a un par de amigos cercanos sin decírselo. Una excusa como otra para ser una niñata y darnos el principio de la mañana con su "attitude". Esto me recuerda lo difícil que es "viajar con gente" (esta gente es mi hija): viajar puede poner todo al límite, porque hay múltiples situaciones de falta de comodidad física -como puede ser dormir mal una noche- y estás todo el tiempo juntos. Cuando veo a esos grupos de españoles en el Tower Bridge que son, pongamos tres familias con toda la caterva de críos pienso, pobres.
Llegamos a Ninh Binh a las 0930 y aunque todos los occidentales desaparecen en taxis, nosotros decidimos ir a visitar la ciudad, pese a que la guía dice que es "una ciudad del norte sin atractivo, sin ningún monumento que ver". Por eso nadie se aloja aquí sino en un pueblo llamado Tam Coc, a unos kms (aunque luego descubrimos que nosotros no estamos exactamente ahí sino en una calle enmedio de la nada que ha salido como un pólipo a la Mua Cave (más de esto luego). El check-in de nuestro homestay* es a las 12:00, así que nos quedamos haciendo tiempo (con la hija en ese plan, lo nuestro es más moral que el Alcoyano). Nota: Un homestay es, en teoría "un alojamiento en el que te quedas con una familia local", pero en realidad han sido hoteles en zonas rurales que estaban fenomenal.
Empezamos con sección fruta que es maravillosa. Hay algunos productos que me he quedado sin saber lo que son y sin probar...
En esa cesta tienen pollos vivos, qué espanto. Recuerdo en aquel mercado de El Jadida en Marruecos que la gente iba, elegía uno, y zas, ahí delante. De verdad que en 100 años miraremos atrás y no nos lo creeremos.
Al final entramos en una tienda a comprar yogures, buenísimos, y a una panadería: el gremlin come algo y se tranquiliza un poco. Nos cuesta encontrar taxi, y le damos nuestro destino: Tam Loc, aunque como he dicho, al llegar, en realidad estamos en una calle que desemboca en una de las atracciones turísticas de la zona, que es un karst* que tiene abajo una cueva (Mua) pero que hay que escalar sí o sí (Annapetons dixit), porque tiene unas vistas impresionantes. *Luego explicaré qué es un karst, concepto que hay que manejar para los siguientes días.
Hete aquí uno de esos contratiempos que a veces pasan viajando que nos mantiene entretenidos un rato: al bajar del taxi hay cierta confusión por tema billetes. Como todo se paga por miles y millones, a veces es un jaleo. Este trayecto vale unas £6 (175.000 dong) y el Peda le da un billete de 500.000 dongs (~£17) en lugar de uno de 50.000. El conductor, superlegal, le intenta explicar su error con gestos. Al final hay que recurrir al traductor y escribe "demasiado dinero". Con el lío, cuando entramos al hotel y nos sentamos frente a la piscina el Peda se da cuenta que se ha dejado la mochila en el maletero. Le veo particularmente fastidiado por su libro: !su libro!, quiere saber cómo termina. La chica de recepción llama a la compañía de taxis, le localizan, vuelve. Le paga la carrera y más, qué menos. Así sabrá quién es el asesino!
Por fin! a las 1330 ya podemos check in, es un lugar rural diferente a lo que hemos tenido hasta ahora, tipo bungaló independiente. Es super-barato y me preocupa que hayan imvertido tanto en la bañera, por ejemplo, que es como de piedra tallada así rústica, lo mismo que el lavabo. La piscina, enmedio de los karst es una gozada y-atención- "no tiene horario", me informan. No puedo tener mejores noticias porque todas las que hemos estado hasta ahora tienen bobas restrcciones que han impedido que me bañe cuando más me gusta: por la noche. Con esos pensamientos me debo quedar frita sobre la cama...
A las 1730 me pongo una camisa blanca donación de Fashion y salimos de paseo en bici. Esto de la camisa es importante porque a estas alturas mis prevenciones contra el dengue, la malaria y su Tía Sisebuta ya son prácticamente inexistentes de tan random y relajadas: esencialmente, salgo con manga larga y al nanosegundo, ya estoy en tirantes. Hoy es otro claro ejemplo, enseguida me quito la camisa, y me la ato a la cintura. Lo que no me doy cuenta es que tiene como dos tiras largas que salen del cuello como para cruzárselas si una quiere, y aquí ocurre el siguiente contratiempo del día: cual Isadora Duncan, pero mucho menos dramático (aquí no hay muertos, ni siquiera heridos), se mete una de las tiras por los radios de la rueda y se rompe (no me caigo, me podéis llamar miguelona).
Pero volvamos al paisaje, que es impresionante: campos de arroz y de fondo esas montañas que salen del suelo como sin esfuerzo y están cubiertas de vegetación tan típicas de ciertas zonas del sudeste asiático y que ya he presentado como los karst. Breve lección de geología: también se les llama "relieve kárstico/cársico, carst, carsto o carso" (procedente de Karst, 'Kras', nombre alemán de la región italo-eslovena de Carso) y es una "forma de relieve originada por meteorización química de determinadas rocas, como la caliza, dolomía, yeso, etc, compuestas por minerales solubles en agua". Aquí en Vietnam son muy famosas las de Ha Long Bay y a esta zona que estamos se le llama por eso la "Ha Long Bay terrestre".
Empieza a lloviznear, así que no llegamos a Tac Coc, sino que nos volvemos a la piscina, una gozada. Salimos a cenar y en "La Calle" está todo muerto, parece de esas del lejano oeste, así que acabamos en "New Day", el mismo sitio que al mediodía: hamburguesa (adivinen quién), pho, noodles y bia que es baratísima. En medio de la nada, rodeados por "esas catedrales de yeso y caliza" (voz No-Do), hoy mis compas dormirán sin ruido...
Excelente secuencia visual... por una vez ni tiene nada que envidiar a la columnataria clásica griega... ni cariátides hacen falta!!!
ResponderEliminarPor si no vuelvo, recordar con cierta nostalgia una sesión de veinte días pirenaicos con un adolescente de 15 añitos, pegados los ojos al Señor de los Anillos y diciendo a todo (casi) que NO. Lógicamente fue el fin de las excursiones auténticamente familiares...
Después de ver esos minicangrejos de otro mundo, la sopa me parece hecha con fideos cortyceps... en fin, son "los otros".
Bicos viet...
Gracias MV, me alegro q te gusten... las fotos en mercado locales (jaja, auténticos) son imbatibles...
EliminarMe encanta tu teen, diciendo q no a todo por un libro. Yo no soy de Tolkien, pero aún así...
Y no sé si por cortyceps quieres decir cordycepts... da un poco de yuyu pero parecen ser buenos para el sistema inmune...
Maniana vienen amigos unos días así q te dejo descansar hasta nueva orden...
bicos nam..
di
Evdentemente me refiero a los cordyceps, tan famosos (para algunos) por la serie The Last Of Us... donde no son precisamente los parásitos de insectos que se conocen... nada me gustaría que un c. unilateralis me infectara, para hacerme subir al ápice de un árbol en plan piñata de cumple... para manipularme ya están lo políticos (de todos los colores), que abundan como churros en plena Verbena de la Paloma. Aunque Madriz, últimamente, tiene más chorizos que churros...
EliminarBicos setembrinos... (había una vez un Settembrini!!!)