14 julio 2024

Arrastrarte por un túnel, discrepacias políticas en excursión, mini-huracán: por aventura que no quede (V4)

  Domingo, 14.07.24: Saigón


A las 2 am abro los ojos (plink!), increíblemente despejada, maldito jetlag. El Peda está en las mismas y mantenemos una breve conversación en la que la dealer ofrece melatonina, a la vez que tomo otra yo. Pero quién sabe, porque viene en forma de gominolas que le trajeron a mi suegra de EE.UU. y llevan un par de años caducadas (solo queda esperar el efecto placebo). Que no ha funcionado con el Peda, que asegura por la mañana que le ha costado dos horas dormirse "porque a la gominola le ha costado 2 horas deshacerse". "Pero no las masticas? -le pregunto- que son gominolas!" Pues no:  que se había quedado con las intrucciones de otras anteriores "que le dije que se deshacían bajo la lengua". De esto debe hacer como 4 años. 

Así que cuando a las 7 am suena el despertador debe estar más cansado que yo. Despertador por que tenemos una de esas excursiones que son para mí siempre lo peor de los viajes. El capitalismo se las ha arreglado para que incluso aunque viajes "independiente", para acceder a ciertos sitios si no es en grupo es complicado, o muy caro. Hoy eran los túneles Cu-Chi, que están a hora y media de Saigón y se va en mini-bus. 

De nuevo, desayunamoso por encima de nuestras posibilidades, aunque no he sido capaz de igualar a mis compas que se han apretado un Pho. Es una sopa tradicional vietnamita que se sirve en un tazón con noodles en un caldo de carne de ternera con pequeños trozos alargados de carne, soja, cebolla y más hierbas aromáticas. Mini a los pocos días se aburre, pero el Peda sigue durante todas las vacaciones. A mí, por lo que sea, una sopa para desayunar, no. 

A las 8 am ya está Ting esperándonos. Es el guía de la expedición a los túneles Cu-Chi, un chico joven simpático muy bueno en "small talk" (conversación de ascendor), como muestra nos pregunta si es nuestra primera vez en Asia. La otra es de dónde somos, y para esto ya tenemos un guión más o menos: en principio decimos españoles, pero a veces si siguen tirando de ese hilo (en qué ciudad vives etc) hay que aclarar que llevamos más de un cuarto de siglo en la isla. Hoy se ha llegado a ese punto cuando Ting ha notado que el acento de Mini y el mío diferían: gracias, mono. No en plan venganza, pero de su inglés yo le he entendido de la misa la media cuando hablaba en grupo. Esto ha sido uno de los problemas de este viaje: los vietnamitas hablan mal inglés con acento complicado, y en grupo es ya directamente imposible entenderles. Esto aún ha reforzado más mi idea de evitar las excursiones lo más posible. 

Nos hemos sentado en la última fila de un mini-bus de doce -en la única que había cinturones. Uno de mis mottos es: "Vietnam, el país que Salud & Higiene olvidó". El viaje a los túneles es otro festival de las motos-que cuentan-una-historia: un hombre lleva detrás una caja de cartón con agujeros -supongo que llevará pollitos-, y la va sujetando con una mano. Una mujer, sentada detrás de su tal vez pareja, amamanta a su bebé. Un hombre está encajado en un taburete alto de bar, la manera más fácil supongo de transportarlo. Una mujer conduce con zuecos de tacón imposible. Las ancianas más frágiles que en Occidente una visualiza con un taca-taca, también tienen su moto. Familias de 4 (ese día aún me impactan) con padres con casco pero niños sin. Y así todo.

 Vamos recogiendo a otros turistas en otros hoteles y a mi lado termina un chico (o un hombre? estoy perdida ya con las edades, tal vez tendrá treintaypico o cuarenta y algo?) irlandés que va con un grupo heterogéneo formado por un hombre sobrepesado, otro negro, una mujer hippie, y comenzamos una de esas conversaciones típicas del viaje, "oh España, de qué parte, he estado en tal y cual, los irlandeses y los españoles tenemos maneras similares de divertirnos, es mi primera vez en en Asia y vivo en Galway". Yo le cuento que estuve en Galway allende los años, pienso en mi última lectura del irlandés Banville -aunque no lo digo-, y comentarios sobre el tráfico y sus motos despatarrantes hace el resto. Ah, y la Eurocopa (que en Inglaterra llaman "los euros"): él como buen irlandés apoya a España en la final con Inglaterra (el Peda me ha enseñado una foto de un pub en Escocia también lleno de banderas ejpanis) y no se me ocurre otra cosa que hacer el siguiente comentario: "estoy con el corazón partido porque por una parte estaría bien que ganara Inglaterra para rematar la celebración del haber dado la patada a los tories". 

Se hace el silencio. Un silencio semi-incómodo al principio pero como se prolonga todo el viaje al final me da risa. El Peda que lo ha oído todo me echa la bronca al bajar: que cómo se me ocurre hacer un comentario político así, sin más. A mí me hace gracia porque cuando veo seres inofensivos nunca me parece que puedan ser tories o peperos... será porque trabajo en un "nido de laboristas" como dice él. Total que aprovecho el resto del trayecto, ya que me he librado del "tory" para escuchar un podcast que me encanta que esta vez habla de un libro que hace tiempo está en mi "fase precontemplación" de Alan Hollinghurst, "The line of beauty", precisamete de los años desde la primera y la segunda victoria de la Thathcher. 

Otro problema de las excursiones (no solo los tories): antes de llegar a la visita que hemos contratado, nos paran en ese típico sitio para que compremos artesanía, qué rollo. En este caso, además, da mucha pena porque los artesanos son gente que sufrieron las consecuencias del "agente naranja", un herbicida cuyo objetivo es destruir el ecosistema que brinda cobertura a las tropas enemigas, una forma de guerra química que dejó con malformaciones a millones de vietnamitas. Es terrible. Los artesanos están ahí trabajando, pero luego has de salir por la tienda ("exit through the gift shop") y todo parece hecho al por mayor y es feo. 




Otro rato más de viaje -los túneles están a 60 kms de Saigón- y llegamos a la zona. Durante la Guerra de Vietnam (que nosotros llamamos así y los vietnamitas "La guerra americana"), los pueblos de la zona Cu Chi apoyaron la presencia de los miembros del Viet Cong. Estos nacieron tras la derrota de los franceses, lo que llevó a los EEUU a meterse más en Vietnam, temiendo que se volvieran comunistas, como China en 1949. Empezaron con "asesores militares" y a finales de los 60 terminaron siendo miles de tropas. Muchos sur-vietnamitas se unieron al Viet Cong, que apoyaban al Frente Nacional de Liberación comunista.

Lo que hicieron para resistir ante los americanos fue excavar unos túneles y vivir ahí abajo. Empezó sobre 1940 y en 1965, ya había 250 kms de túneles. Su tamaño era para una persona pequeña (60x80 cms), había que recorrerlos prácticamente echado, a veces había 4 niveles de profundidad. Los americanos lo intentaron todo para terminar con esta guerra de guerrillas, pero fue aquí donde se dieron cuenta que esta guerra era imposible de ganar. Aquí una maqueta de cómo era el sistema (como se ve, aparte de los túneles en sí, había recintos donde cocinaban, y vivían):




Entramos con el grupo del minibus en un bosque y el guía nos va explicando cosas. Al principio hay un agujero en el suelo donde te puedes meter para experimentar cómo se escondían. Alguno del grupo se metió, en imagen se ven las manos sujetando la tapadera, que luego se camufla con hojas:


Te cuentan historias de cómo era la guerra en esa jungla, y te enseñan los distintos métodos, las trampas para evitar que los pillaran. Me empiezo a poner mala y me separo algo del grupo: no quiero verlo. Me recuerda a esas exposiciones de potros de tortura, un espanto. También hay un tanque al que se sube la gente y diversos maniquíes que te muestran soldados haciendo lo que sea. A mí ya me han perdido hace rato. 


Cuando llegamos a la boca del túnel, me replanteo lo de entrar, es demasiado pequeñio: hay que ir a cuatro patas. El guía dice que si te agobias, hay una salida cada 20 ms. Yo decido pasar la última, por si me quiero echar atrás. No es que tenga claustrofobia severa, me he metido en cuevas amplias, pero la idea de un túnel en el que estoy a gatas y del que no puedo tirar ni para adelante ni para atrás no me llama. Por fin bajo, pero una vez ahí me doy cuenta que no es un reto personal para mí hacer esto, en realidad, paso. Es el tipo de cosas que yo me hubiera forzado a hacer con 15, pero ya no tengo 15. Así que me quedo fuera, con el guía y con el amigo sobrepesado del tory que no sé si es fóbico o que siente que no cabe. Ahí tenéis la entrada.

El Peda y Mini se meten y lo pasan en grande: esas "aventuras" siempre son los momentos top de los viajes de Mini. Todo el mundo sale a los 20 ms, les vamos a esperar a la primera salida, pero mis compas de viaje no aparecen. Les oigo hablar por ahí debajo, parece que se han metido por el pasillo equivocado, y me agobio bastante. Les llamo desde una de las salidas: dónde estáis? Por fin, salen! Y sí, claro, "lo mejor del viaje" hasta ahora, han hecho los tramos más estrechos al final y todo eso. Antes de volver al mini-bus nos dan tapioca y té, y vuelta para Saigón. Una visita, para mí, totalmente prescindible, aunque históricamente entiendo que tiene mucho valor. Pero yo ya era antimilitarista antes. 

Llegamos al hotel a eso de las 13:45. Afortunadamente, nos espera el "afternoon tea" para olvidar tanta trampa con pinchos. Nos gustan tanto esos yogures en tarritos que acabamos con ellos (en el hotel, aún nos hablan). Y luego a la piscina con nuestros batines Paul Smith, esta vez se une hasta Mini. Cuando ella se baja a la habitación, nosotros nos tiramos a leer en una hamaca. De repente y en cuestión de minutos, el cielo se encapota, y comienza un viento feroz. Salimos corriendo de allí, yo hacia arriba (hay una mezzanine donde está la sauna, duchas y demás) y el Peda hacia abajo, junto con otra gente. Oigo ruido de cristales rotos -se están cayendo todas las copas del bar, platos-, vuela parte del mobiliario menos pesado, veo bambolearse las lámparas. Todo el mundo corre, medio desorientado. Da verdadero miedo: es un mini-huracán, diagnostico. Por fin logro bajar a la zona del bar, y ahí están las escaleras que bajan al hotel. Está lloviendo con furia. Es todo un espectáculo. 



Cuando llegamos a la habitación le contamos a Mini que por bajarse antes se ha perdido esta otra aventura. Al salir a la calle vemos que ahí abajo ha sido aún más dramático: árboles caídos, ramas inmensas por el suelo, cabinas arrancadas de cuajo. Me planteo si hubieramos estado en ese momento de turisteo por la calle. Llovizna un poco. 



Oh well, nos vamos a tomar un cocktail (un mocktail en el caso de Mini) a un bar de azotea que está a 45 minutos del hotel "The view rooftop bar". No hay mucha gente y me hace sentir verdaderamente en mi idea de "ciudad asiática", con un "skyline" lleno de rascacielos iluminados y, como llueve, los cañones de luz te hacen sentir en Blade Runner. 








Al salir de allí, nos vemos enmedio de una calle que parece Las Vegas, llenas de bares abiertos con música altísima y chicas bailando. Me pregunto si es el distrito rojo, desde luego no lo parece al uso.


Cenamo en Ben Nghe Street Food market: noodles crispy que no le gustan a Mini (están bien buenos), dumplings y bia (birra). 



Llegamos al hotel a las 21:15, y Mini y yo nos bañamos en la piscina. Es una gozada, de noche: los hoteles no deberían poner esos límites de "hasta las 10" (o incluso antes). A las 23:00 me duermo, pero Mini quieren ve la final de "los euros" y el Peda se queda leyendo y la despierta a las 2:00 am horal local, que es cuando se juega el partido. Yo no me entero de nada (afortunadamente para ellos). Parece que apagan la luz a las 4:20 después de presenciar la victoria espaniola. Por si alguien tiene dudas, Mini apoyaba a Espania, como el tory irlandés. 

12 comentarios:

  1. Bastante que rascar... curiosamente el de Lemaiatre nos cuenta lo de los túneles, pero estando aún los franceses.

    Me ha encantado lo de la gominola, espero que el Peda no le tenga tirria a interactuar con la IA...porque supongo que tendrá instalada una buena IH...

    Y o de ir recogiendo turistas es sencillamente glorioso (aunque simple literariamente)... pero ese momento Alejandro Sanz , a continuación, me ha inundado el idem!!!

    Bicos motorizados.. pero sin infantes a bordo.

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    1. Ah pues otra razón para Lemaitre... ah y hace tiempo q no me llamabas algoritmo! jajaja... ahora he escalado de IA... lo de inteligencia ya no sé....

      Sí, sí, íbamos con el mini-bus pasando por hoteles... como la gua-gua vamos jajaja. Esto ya solo pasó una vez más y vinieron a por nosotros antes de la hora, y un excursionista super-enfadado de lo q tardamos... en serio!

      más bicox

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  2. Desde luego, a mí no me pillarán en esos túneles. Tengo claustrofobia hasta en los ascensores pequeños... Pero recuerdo haber leído con mucha angustia "El eco negro" de Michael Connelly, donde el protagonista rememora sus experiencias en la guerra de Vietnam, reptando por esos túneles.

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    1. Ay Elena, no creas q no pensé en pedirte la lista de libros de Vietnam (como de Sudáfrica), pero tengo una montania y decidí posponer. Y el de Graham Greene (The quiet man) ya me dirás, me da mucha pereza...

      PS. NO me di cuenta q habías comentado en los anteriores, de ahí q ayer te dijera "q si habíás estado por ahí"... ya veo :)... ahora te contesto.

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    2. Por cuestiones laborales, he leído mucho Graham Greene, aunque no puedo decir que sea uno de mis escritores favoritos. Me gustan algunas cosas de él, pero no especialmente "The Quiet Man". Por ejemplo, tiene algunos relatos bastante divertidos (no es lo más popular de él, pero al menos se aleja de la turra católica sobre la culpa, que a mí me da infinita pereza).

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    3. Me da rabia q sea justo él el autor pq me interesaría una novela de esa época (cuando cae el colonialismo francés y entran los yankis), pero él me da, como a ti, pereza... encima, como en "The end of the affair", un triángulo amoroso... si encima habla de catolicismo, me tiraré de un puente, así q mejor no.

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  3. Con el corazón en un puño con las historietas de túneles (que me recuerdan a lo que cuentan de Gaza) y huracanes. Son situaciones que cuando caigo en la tentación digo : " que necesidad" y me voy por el lado opuesto. Por cierto hay documentales de Vietnam en 8K impresionantes:)
    Anda la Mini te salió hispana. Yo la verdad que aunque soy pepero (nota discordante en el blog) pero no nacionalista iba con el enemigo porque soy muy de Hey Jude.
    Abrazos

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    1. jajjaja JOTA, "soy pepero" no es nota discordante en este blog, es más, a través de los anios siempre me ha sorprendido q ha habido muchos lectores de otras cuerdas, incluso creyentes.... y con lo frontal q soy a veces, pienso... pero cómo esta gente me lee? Y lo mejor, spr desde la amabilidad, nunca troles ni gente borde... muchas gracias, eso me gusta.

      Lo de "qué necesidad" de meterme ahí es lo q pensé el día ese, pero no te pasaba en el pasado q "te forzabas" a hacer ese tipo de cosas para demostrarte a ti mismo nosequé? Recuerdo tirarme de una zodiac para hacer salvamento en el atlántico una vez con olas y tal y pensaba, si me van a tener q rescatar a mí... :)

      Ibas con el enemigo! :) pero no sé si MIni es hispana del todo, de momento no dice, como la hija de unos conocidos "no sé qué hacéis aquí, yo en cuanto termine la carrera me voy a vivir allá"... :)

      besos

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  4. Lo del huracán bien os lo callasteis en vuestros "fe de vida..."

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  5. Lo delos túneles sería algo que yo hubiera ido seguro, a Juan le hubiera flipado. Ya sabes que nosotros somos muy de visitas a cosas de la IIGM y aunque la de Vietnam me llama menos a Juan le fliparía y amis brujas también. Lo de volver a las 2 al hotel a tomar el afternoon tea y descansar me parece muy top. Pero me están saliendo 3 comidas al día que para ti es una barbaridad...

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    1. Sí, todo lo de la Guerra de Vietnam os habría encantado, es un país como he escrito q destila historia... el última día escirbiré sobre el museo de la guerra en saigón... es una brutalidad y sales llorando.

      y sí, comí un huevo todo este viaje... al final ya me acostumbré a esas cantidades ingentes q al principio me dejaban como tras ocmida navidenia :)

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