Empecemos por las clásicas, Simone de Beauvoir en “El segundo sexo”:
“la «mujer de verdad» es un producto artificial que la civilización fabrica como antaño se fabricaban los castrados; sus supuestos instintos de coquetería, de docilidad, le son insuflados como al hombre el orgullo fálico; él no siempre acepta su vocación viril; ella tiene buenas razones para aceptar menos dócilmente todavía la que le es asignada”.
Amén Simone, diosa. Despentes sigue con que “la feminidad es el arte de la servilidad, al que se le puede llamar seducción y transformarlo en algo glamouroso”. Eso sí, cada vez es más complicado, porque has de ser perfecta, pero sin pasarnos:
"Porque el ideal de la mujer blanca, atractiva pero no puta, bien casada pero no relegada, que trabaja pero sin ser muy exitosa, para no humillar a su hombre, flaca pero no neurótica con la comida, que sigue indefinidamente joven sin que la desfiguren los cirujanos estéticos, que se siente plena con ser mamá pero no es acaparada por los pañales y los deberes de la escuela, buena ama de casa pero no sirvienta tradicional, culta pero menos que un hombre, esta mujer blanca feliz que nos ponen siempre frente a los ojos, que deberíamos esmerarnos para parecernos a ella, más allá de que parece aburrirse mucho por poca cosa, de todas formas nunca me la crucé, en ningún lugar. Creo que no existe".
Pero la masculinidad tampoco está exenta de dificultades, cielo
Despentes habla de que históricamente, los hombres han basado su virilidad en la opresión de las mujeres, en ser los dueños de nuestros cuerpos. Por tanto, la emancipación de las mujeres, el feminismo y todas esas mandangas, los desviriliza. Hay hay muchos que se rebelan en contra de eso: ahí tenemos las letras del reggaeton, el porno que dicta el sexo para un segmento de la población, los senioros enfadados que hay muchos, los que nos aspiran a fastidiar llamánonos como quieren ellos, porque es una norma escrita por tíos hace cien anios, no como queremos nosotras, que llevamos cinco minutos de así-llamada liberación. Pero, tranquis, atención al siguiente párrafo, queridos, también tenéis vuestro pedacito de opresión.
Dice Despentes que, al igual que nuestro cuerpo debía estar a su disposición, los cuerpos de los hombres pertenecen "a la producción” en tiempos de paz y “al Estado”, en tiempos de guerra. Ellos “aceptan ir a la muerte para salvar los intereses de tres o cuatro cretinos de vista corta” y nosotras le damos los hijos. Claramente, “los únicos ganadores en este asunto son unos pocos dirigentes". Es así, la tradición machista es también una trampa para ellos: "porque la virilidad tradicional es una empresa tan mutiladora como la asignación de la feminidad".
Lo femenino vs. Lo masculino (Pese a todo, es más divertido ser tío, pero rompamos ya esos constructos sociales)
“Tener complejos, eso sí que es femenino. Borrada. Escuchar bien. No brillar demasiado intelectualmente. Ser culta, lo justo para entender lo que un presumido tiene para decir. Charlar es femenino. Todo lo que no deja huella. Lo doméstico, que se vuelve a hacer todos los días, que no lleva nombre. No los grandes discursos, no los grandes libros, no las grandes cosas. Las pequeñas cosas. Lindas. Femeninas. Pero tomar: viril. Tener amigos: viril. Hacerse el payaso: viril. Ganar mucha guita: viril. Tener un auto grande: viril. Tener cualquier postura: viril. Reír tontamente fumando porros: viril. Tener el espíritu de competencia: viril. Ser agresivo: viril. Querer garchar con mucha gente: viril. Contestar con brutalidad a algo amenazante: viril. No tomarse el tiempo de arreglarse a la mañana: viril. Usar ropa porque es cómoda: viril. Todo lo divertido es viril, todo lo que permite sobrevivir es viril, todo lo que permite ganar terreno es viril”.
Así es como nos lo venden y como es aceptado por la mayoría, pero “Lo eterno femenino es un gran chiste. Hay hombres que más bien están hechos para la recolección, la decoración de interiores y los niños, y mujeres hechas para ir a trepanar el mamut, hacer ruido y emboscadas. Cada uno con lo suyo”. Hay que asumir eso, y rebelarnos ante lo dado, lo establecido. “Cuestión de actitud, de valentía, de insumisión. Hay un tipo de fuerza, que no es ni masculina, ni femenina, que impresiona, enloquece, tranquiliza”.
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Es femenino ir a que te toque las tetas una empleada de John Lewis |
Anécdota en sepia sobre "nuestra vida no gira en torno a vosotros"
Hasta aquí, de acuerdo con Despentes. El otro día escribiendo sobre Jan Morris anoté que no me gustaba que dijo que cuando escribía después de su transición de género (a mujer), pasó a escribir más de “las cosas pequeñas”. Por qué esa falta de ambición? Por qué vivir como espectadoras, charlando? Por qué tener que hacer de tu vida una referencia continua a lo masculino? De esas mujeres, yo huyo.
Y sé de lo que hablo, yo he tenido un pasado oscuro. Anécdota con olor a naftalina, observación antigua - tendrá treinta años. Saldré del armario: una vez estuve en (mi única) "despedida de soltera". Tenía como veinte, disculpen. Se casaba “la primera pareja” del grupo de Vetustilla de la Torre. En los tempranos 20, se jugaba ahí a ese tostonazo horrible, incluso cuando tienes 50: "los grupos de parejas", que poco a poco se fueron casando. Pues bien, esa noche nosotras fuimos por un lado, ellos por el suyo, y varias de ellas permanecieron toda la noche pendientes de dónde estaban sus enamorados. Como no había móviles, creo que llegaron a llamar al restaurante desde una cabina -esas cosas- a ver si habían salido. No entendí nada: ellos, obviamente, estaban de juerga pasando ampliamente de ellas. Salí de ese grupo en cuanto pude, y nunca miré atrás. De hecho, cuando he vuelto a Vetustilla, somos auténticos marcianos unos para otros. Ellas seguirán hablando de ellos y de los hijos- ya pronto nietos, y ellos -fijo- de correr maratones (que es en lo que están casi todos los tíos de mi edad a los que hace años que no he visto), pero no de ellas ni de su relación.
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Las desnudas y al óleo tienen éxito en los museos -las artistas, menos |
La violación: llámala por su nombreDespentes tiene un pasado muy distinto al mío, mucho más difícil, aunque no se pueda creer después de leer mi paso por Vetustilla. A los 17 años la violaron un grupo de indeseables cuando hacía auto-stop con una amiga. "Teoría King kong" se publicó mucho antes que lo de la manada aquella en sanfermines, cuando se reflexionó que "esos tipos no tenían conciencia de estar haciendo nada malo". Despentes ya dice eso en 2006: que los violadores de ella y su amiga no tuvieron ninguna conciencia de estar violando porque ellas eran dos chicas punkies con minifalda y pelo de colores. Si no querían ser violadas, que no se hubieran metido ahí o incluso, si de verdad verdad no querían, que hubieran puesto resistencia, unas cuantas moraduras, labios rotos, esas cosas. Y ya si de verdad verdad de la buena no querían, haber dejado que las mataran antes, como una buena mártir católica.
Ellos tal vez no piensan que están violando, pero Despentes desde el principio tiene clarísimo el terror que siente: tiene una navaja en el bolso y todo lo que piensa es "ojalá no la encuentren". Nunca considera sacarla porque sabe que la pueden usar contra ella, y ganar. Su miedo no es la penetración, es que la maten.
Luego, encima, o nadie te cree o de entrada, dudan: estás "herida de una guerra que se debe disputar en el silencio y la oscuridad". Los primeros años después de la violación además Despente descubre que los libros no le serán de ayuda porque no hay nada escrito del tema. Es más, las mismas mujeres cuando van a la comisaría evitan la palabra: violación, es tan horrible. Pero como siempre digo, el lenguaje es TAN importante, las palabras que elegimos son tan vitales: mientras algo no lleve su nombre, no existe, o bien pierde su especificidad. Los sustantivos, los adjetivos, los verbos, los pronombres que eliges no son casuales. Como decía la yaya: “la lengua no tiene huesos, pero ha roto muchos”. La lengua anatómica y metafórica; y lo mismo con los huesos.
Claramente, Despentes sufre a posteriori de un desorden de estrés postraumático. No lo llama así, pero describe los síntomas: los recuerdos están ahí obsesivamente. "Es al mismo tiempo lo que me desfigura, y lo que me constituye". Es tristísimo, y explica algunas de las reacciones: "Post violación, la única actitud tolerada consiste en volver la violencia contra una misma. Engordar veinte kilos, por ejemplo. Salir del mercado sexual, ya que una ha sido estropeada". Alguien se acuerda de que le pusieron un detective a la chica violada por la manada y la criticaron porque "había vuelto a salir de bares"? Es alucinante y enfurecedor.
A qué grupo de feministas pertenezco?
Hasta aquí todo en orden, pero según avanzo empiezo a estar radicalmente en desacuerdo con ciertas visiones de la autora. Esto no es que tenga que ver con que yo sea una feminista de un grupo o de otro. Hace tiempo que veo que puedo estar en sintonía con algunos conceptos de los distintos grupos, no encontrándome 100% con ninguno. Algunos puntos los tengo claros, otros dudo porque como la cultura ha ido más rápido que la ciencia, no hay datos. Así es difícil opinar, aunque mucha gente lo haga y salgan a la calle a manifestarlo [alguien se acuerda de las manis en contra del matrimonio gay que le hicieron a Zapatero encabezadas por los obispos?].
Bueno, pues mi principal disidencia con Despentes viene a tenor de la prostitución y la pornografía. Eso me convierte en una de esas “mujeres feministas de izquierdas” con actitud paternalista (maternalista). Intento explicar.
Prostitución
Despentes es tan cool que hasta fue punky -una manera más de enseñar el dedo corazón al mundo-, con lo que estar en contra me hacer sentir tremendamente aburrida, convencional, establishment, pero soy así.
Pero después de todas esas páginas en las que cuenta su vida personal y de cómo de un trabajo de mierda que no ganaba nada pasó a la prostitución tan tranquila, ganando tanto más, yo sigo siendo esa mujer de izquierdas maternalista que considera que las prostitutas son víctimas.
Ella intenta convencernos de lo contrario:
"yo era muy solicitada, ganaba una fortuna". En mi opinión es muy problemático decir esto, porque habrá gente -no precisamente las mujeres maternalistas de izquierdas- que se reafirmará en su visión de esto mismo, de que lo hacen
"porque no quieren fregar escaleras". Gente sin datos que desconoce que lo de Despentes será una anécdota en un universo de abuso y explotación. No quiero lanzar hipótesis sobre potenciales secuelas del trauma de su violación, porque no lo sé, pero sé que he evaluado a muchas niñas y chicas que han sido violadas y también a otras, en el sistema de acogida, que han sido protituídas. No he conocido personalmente casos de “trata” que son la gran mayoría. Así que ese cuento de la chica punky que se hace prostituta felizmente y luego autora de éxito no lo compro. No niego que sea real, pero es una anécdota que no hace ningún bien a nadie -aparte de supongo a ella, para revenderse una narrativa tolerable.
Despentes habla del "empoderamiento de las prostitutas", esto no nos lo tragamos quienes estamos por la abolición. Y también del mito aquel de que "los hombres van a hablar" porque son "vulnerables, frágiles, desamparados" -además de puteros, añado yo-, otros quieren jugar a ser tu padre. Dice que a los hombres no les marca ir de putas: no sé de qué mundo habla, en el mío no es así: ir de putas estigmatiza, afortunadamente.
Paralelismo entre cierto matrimonios y la prostitución
Em, sospecho que esto no la va a hacer popular con otro grupo de mujeres. Un grupo por el que yo tampoco siento ninguna simpatía, dicho sea, pero por algo ella fue punky y yo no:
"Muchas mujeres a las que el sexo no les interesa pero que saben sacar provecho de él, que se acuestan con hombres viejos, feos, aburridos, deprimentes de boludez, pero poderosos socialmente. Que se casan con ellos y pelean para obtener todo el dinero posible en el momento del divorcio. Que ven normal el ser mantenidas, llevadas de viaje, consentidas. Que incluso lo ven como un logro. Es triste escuchar a mujeres hablar de amor como de un contrato económico implícito (...) muchas veces mujeres divorciadas que han obtenido pensiones dignas de llevar este nombre, y que me explican, a mí, sin sombra de duda, que la prostitución es en sí algo malo para las mujeres. Saben, intuitivamente, que este trabajo es más degradante que otro".
Por fin salva el capítulo de la prostitución cuando concluye que “no todas las mujeres tienen alma de cortesana. Algunas, por ejemplo, tienen el afán del poder directo, el que permite llegar a algo justamente sin tener que sonreírles a tres viejos cualesquiera esperando que las hagan contratar como tal cosa, o confiarles tal otra. El poder que permite ser desagradable, exigir, ser tajante" y da consejitos a las chicas que vienen, tan de mujer de izquierdas maternalista, tipo "conserva tu independencia, no se deje acorralar y preñar por un tipo a quien no soportaría si no la llevara de viaje".
La pornografía
De nuevo, para mí aquí desbarra Despentes: “la actriz porno, es la liberada, la mujer fatal”. Me hace mucha gracia esto, particularmente ahora cuando oigo que la mayoría del porno va de humillar a las mujeres. El otro día en la radio hablaban de un documental sobre la influencia del porno en los ninios y una médica explicó que una adolescente a la que atendió con un desgarro anal le preguntó “qué hago mal doctora, cómo puedo hacer para pasármelo bien como las actrices del porno”. Sin comentarios.
Cuando se ponen freudianos los autores, intrepretativos, mi paciencia se tambalea: “El cine X también es la forma que tienen los hombres para imaginar lo que harían si fueran mujeres, como se esforzarían en darles satisfacción a otros hombres”. Aunque esta metáfora me gusta: “el equivalente del cine X para los hombres, es el boxeo. Tienen que hacer alarde de agresividad y tomar el riesgo de demoler su cuerpo para divertir un poco a los ricos”. Pero, un momento: no era tan guay ser actriz porno?
Mujeres que no gustan en posiciones de poder
Las mujeres para las que el feminismo es una causa secundaria, de lujo, son las que les gustan a los hombres en posiciones de poder. Las “más capaces de callarse cuando las engañan, de quedarse cuando son mancilladas, de halagar el ego de los hombres, de acomodarse con la dominación masculina son las que tienen los buenos puestos, ya que también son ellos los que admiten o excluyen a las mujeres de las funciones del poder”.
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Me gusto como soy: más deseante que deseable |
“Las mujeres más presentables, ya que nuestra cualidad primera sigue siendo ser agradables. Las mujeres de poder son las aliadas de los hombres, de todas nosotras las que mejor saben doblar el espinazo y sonreír bajo la dominación. Pretender que ni duele. Las demás, las furiosas, las feas, los caracteres fuertes, son asfixiadas, apartadas, anuladas. Non grata en la élite”.
El acoso y derribo que sufren las mujeres en la esfera pública en España, que se salen de lo de “ser agradables” es impresionante. Se ha visto misoginia en todos los niveles, algunas veces venidas de otras mujeres: las aliadas. No llaman “aliados” a los hombres feministas? Prefiero a un aliado que a una aliada de estas. Viva la sororidad, pero no a cualquier precio, porque aquí hay varios ejes: el de género es uno, pero tenemos otros: etnicidad, discapacidades, izquierda-derecha, por ejemplo.
Temita social
Cuando más me gusta Despentes es cuando es anticapitalista, antisistema, cuando afirma que siempre hay una clase social que tiene interés en que las cosas sigan siendo lo que son, cuando pone al feminismo en su contexto social. Una de sus mayores influencias es Angela Davies y su “Women, race, and class” (1981):
«En Estados Unidos y en otros países capitalistas, las leyes sobre la violación primero fueron pensadas para proteger a los hombres de las clases altas, cuyas hijas y esposas podían ser atacadas. Lo que les pasaba a las mujeres de las clases obreras no le importaba mucho a la justicia; por eso muy pocos hombres blancos fueron inculpados por los crímenes sexuales que les infligieron a estas mujeres.»
Por ejemplo, sobre Paris Hilton, la nieta de los del imperio hotelero dice que “pertenece a esta casta que tiene un derecho histórico al escándalo, a no conformarse a las reglas que se aplican al pueblo. Antes de ser mujer, sometida a una mirada de hombre, es una dominante social”.
?Se puede ser feminista y de derechas, como todas aquellas “lifestyle feminists” de las revistas de moda? Llegamos a la conclusión de que no, tras la lectura de Jessica Crispin “
Por qué no soy feminista” hace unos anios.
He encontrado puntos de discrepancia y otros de convergencia con Virginie Despentes en este ensayo suyo, pero en una cosa estamos de acuerdo: “El feminismo es una revolución, una aventura colectiva, una visión del mundo, una elección”. El feminismo no es un accesorio más de la planta calle de un gran almacén. Hay distintas maneras de entender las aventuras, igual que hay siempre muchas maneras de entender las revoluciones -que se lo digan a la izquierda-, pero esto no admite matices: no te compres el accesorio de depender, de ser agradable, doméstica, aliada. Sé King Kong, no la rubia en sus manos.
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Atención a la rubia: en 1933 no disimulaban |
observo que la rubia está completamente desproporcionada con el edificio,....oh my God! y con los aviones !!!
ResponderEliminarjajaja Anónimo... y no es solo en las proporciones en lo q se equivocaron... por cierto y ya q se aproximan las navidades me recuerda a aquel famoso anuncio de Opium... si no lo conoces, ya opinamos de él aquí...
Eliminarhttps://divagandodivagando.blogspot.com/2010/12/cosas-que-me-ha-traido-santa.html
besos
Gracias por del divague. Creo que así me ahorro leer a Despentes, a pesar de estar muy de acuerdo con algunas de las cosas que dice (con otras, no, como te pasa a ti). Yo soy de las que creen firmemente que la prostitución es una forma de violencia contra la mujer. Por cuestiones de trabajo, leí hace poco un libro de Nelly Arcan, una mujer que también se dedicó a la prostitución, en apariencia por deseo propio, y lo cuenta. Te diré que es tristísimo, y resulta obvio que ese trabajo, ese verse como un objeto del deseo masculino, la destroza psíquicamente (sospecho que ya venía con algún trauma de infancia). Spoiler: acabó suicidándose.
ResponderEliminarELENA, no vale, quedamos que no la habíamos leído y esto es un ensayo, ahora te toca a ti con novela [perdona, me estoy riendo sola pensando en la vaga interesección entre tus senioras victorianas y Virginie, la punky]
EliminarQué triste lo de Arcan, cual leíste, el primero? (Putain?), está bien escrito? Era guapísima.
Sí, ese fue el que leí. Un libro tristísimo, ya te digo.
EliminarMi pasar por la superficie del divague. No quiero entrar en disquisiciones sobre el mal que las teorías , poco científicas, acaban por producir en la demente mente del ser humano moderno. Tan mediocre versión de homo sapiens como podemos apreciar en el día a día.
ResponderEliminarCon la Biblia Queer pienso que se acabó mi paciencia casi infinita, como la levedad del ser (bíblico moderno) que decía el otro. Incluso más, ya que la mía paciencia bebió directamente en el Kant más ilustrado.
Mostrar eso sí, por casi enésima vez mi desacuerdo con el uso tan prostituido que se hace de la palabra prostitución. Algo lógico por cierto. Y más si tenemos en cuenta el uso tan light que sequiere hacer, en su formato fino y tan tan europeo (postcolonial).
Habrá que buscar otra palabra, pero no me fío del fanatismo. Hace tiempo que todo lo que huele a feminismo radical (por excesiva ímpetu, no por ir a la raíz del problema, como "elles" defienden... porque, como libertad,/liberal, lo de radical está muy muy prostituido). Así que en la raíz está el cuerpo humano y su propietario (que noe s ningún dios ni tirano), y que debe ser libre para alquilar (incluso vender?) su fuerza de trabajo. Sea en la mina que explota un capitalista, sea en el matrimonio de conveniencia (aunque no lo parezca), que bendice la Santa Madre Iglesia o la Santa Tía Alcaldesa. Alquiler matrimonial, donde, para colmo, el Síndrome de Estocolmo Clandestino Machista te puede provocar consideraciones positivas sobre el matrimonio "igualitario" o algo así.
Si hay que reírse por no llorar. Cuando veo gays/lebis celebrando su unión social tan felices y descaradamente alegres, me parto el culo (y sí, ya noto que la expresión podría ser mejorada). Como si en la relación homosexual hubiera desaparecido el rol machista, por obra y gracia del Espíritu Santo. ese que va empreñando a inocentes doncellas como la llamada Virgen María.
Si hasta el apóstol Foucault se olvidó (que yo sepa) de analizar esa veta machista del homosexual, que tanto daño hace en la relaciones homosexuales y, sobre todo, en la imagen social. Como pasa últimamente con la llamada feministas radicales. Nos hacen escapar del mismo campo de batalla. Porque siguen infectadas por el hongo del poder, ya que lo consideran exclusivo de la relación heterosexual.
Vamos anda, que uno ay está jubilata y no se espera a ninguna dama muerta en la curva que viene...
Bicos heteroeróticos... no muy subiditos de tono!!
MV cada día me gustas más, ....los días que logro entenderte
ResponderEliminarMV, no sé qué decirte, hoy no te he seguido bien, pero claram es mi probelma pq Anónim@ sí [nota: soy yo o has tenido una insinuación por su parte? esto promete, ya nos contaréis... además las relaciones basadas en el misterio son las q mejor funcionan... . :)]
EliminarHablando en serio, solo te diré q yo no vi el sentido del matrimonio homsexual porque no veo el sentido al matrimonio, como he dicho repetidas veces, luego me parece patético q intentaran replicar una institución caduca... pq ya tenían lo de pareja civil (para tener los mismos derechos), pero querían casarse. Aquí en UK teníamos el otro tema: los hetero no nos podíamos hacer pareja civil, solo casarnos...
bicos festivos (para vosotros, aquí se curra)
di
Cuando empecé con Homero mi otro Yo me decía que perdía el tiempo, porque más allá de disfrutar con el adjetivo antepuesto (siempre flipé con las rápidas naves... ya no digamos cuando fui capaz de escribir céleres naos... peor solo en la intimidad... y que horror descubrir que existe una inmobiliaria (sic) con ese adjetivo de nombre)... y lo que me tuvo que aguantar el disfrute permanente con tamaña manía... sí ,soy algo barroco y no me arrepiento. Incluso en este medio de incomunicación, que parece el mar de los sargazos en un océano expresivo.
EliminarPara más inri tuve ya 33 añitos de censura previa, por atender al hecho casi heroico de que un preadolescente te preste más atención a ti que a las pocas moscas, que aguantan el sopor de una clase media en cualquier tipo de centro escolar. Como siempre digo ¡ya soy jubilata!...
Bicos de recreo (parcialmente vigilado)...
Y como aclaración final, dirigida al anónimo comentarista (no me dejan ir directamente), decir que tuve bastantes alumnos que empezaban el curso con igual letanía, alguno hablaba de "dolerle la cabeza", pero al final de curso no solo aprobaban (con notable), sino que nos comunicábamos más por tren de cercanías que por tren de larga distancia... en fin, por aquí decimos "éche o que hai"... eso sí, encantado con el comentario (aunque fuera de un bot con ganas de interactuar positivamente).
EliminarNo soy un bot, soy un..... Liberal......., pido perdón preventivo. Mis alumnos suspendían al principio, luego he tomado copas con ellos.
EliminarHe leído la mitad del divague pero luego me ha entrado muchísima pereza. Perdóname, querida. Cuando nos veamos te contaré la historia de una chica que nos llegó para hacer un podcast que también se dedicó a la prostitución, solo de pajas, y luego se hizo ama y según ella "ella mandaba" y siguiéndola durante años...al final, claro...pues le pasó factura a pesar de haberlo hecho por voluntad propia, segun ella.
ResponderEliminarJajaj... a mì me pasa igual... cuando llego al final digo wtf.
EliminarA ver, por nota de semihumor frìvola y desligarlo de temas morales, yo.es q pienso q mira cualquier cosa q te guste hacer, si es un trabajo, ya pierde mucho, pq una cosa es escribir el blog cuando querwmos y lo.q nos apetezca y otra es escribir con deadlines, jerga especìfica, lìmite de palabras etc. Pues imagina q por mucho q a una le guste follar, q se conoce gente, llega un punto en el q ... como q no.
T. E. muy T
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