Competiciones infantiloides. Buscar autenticidad, colgar fotos de mentira. En otra vida, pirata. Todo esto, en el oeste de Kos (CT & D10)

  Domingo, 17 de Julio de 2022:  Oeste de Kos  (CT & D10)

El meltemi, atemperador de calor

Ayer por la tarde, al desembarcar en Kos notamos un evidente cambio de temperatura con respecto a Turquía. Curioso porque la isla está muy cerca de Bodrum, pero en Kos hace mucho viento: oh, el mítico Meltemi que traía loco a Francesc con el velero. Hoy por la mañana se confirma: por supuesto va a hacer calor, pero nada como el turco.

"What is in a name?" 

El desayuno donde Philippos es al lado de la piscina. Tiradas en unas hamacas conocemos a dos chicas españolas (una asturiana, la otra de Barna) de tal vez 30 que están tan sorprendidas como nosotras de encontrar españoles aquí: “creo que somos los únicos de la isla”, dicen. Todo tiene una explicación: ellas viven en Stuttgart. Nos hablan de la noche anterior en un restaurante del pueblo (inmensa clavada que, reflexionando, “tal vez fuera por el ouzo”), de Philippos (les quiere cobrar cinco euros por el aire acondicionado), y de la escasa vida nocturna en este pueblo, Kardhámena (el último día nos dicen que se van a Kos Town). Yo las entiendo, cuando vas con una amiga, lo último que quieres es el mítico pequeño pueblo pesquero donde hacer fotos de barcas con redes para colgar en tu blog de soporífero contenido (véase este blog). En mi defensa, fantaseo con la etiqueta “tipos que solo los dejan salir de noche” de haberme pillado el bloguerío con 18. Estos tipos humanos son parte de una teoría que desarrollé en una zona de bares de Vetusta a la que se iba cuando cerraban el resto. Vi cosas que no creeríais.

Pero divago, lo más importante del encuentro con estas chicas que son bien simpáticas es el final de la conversación, cuando nos vamos y por fin les digo:

-Ay perdón, no os he dicho: me llamo Di.

-Encantada, yo soy Lola.

Y, atención:

-Y yo, Mariona.

What???? Es una sensación super-extraña: cómo decirle que mi hija literaria se llama así? De hecho, no puedo: la acabo de conocer, cómo le voy a contar aquello que se llama Serial sin que se vaya corriendo. Me vuelvo hacia el Peda y le digo: “se llama Mariona”. Halaaa. Y luego a Mini, similar reacción. Ella debe pensar que estamos bobos, y solo le digo “me gusta tu nombre” (no conozco a nadie con él, solo a una familiar lejana a la que en realidad no conozco). Ella nos cuenta que es un nombre poco común en gente de su edad, que se está poniendo de moda, esas cosas que pasan con nombres antiguos que luego vuelven (temo que pueda ocurrir con Roc). Yo la miro con una gran sonrisa, y he de hacer serios esfuerzos para no contarle todo y pasarle el enlace al blog.

Competición infantiloide 

Mini y yo nos damos un baño antes de salir a explorar la isla. Pero antes, hablar de la competición tonta entre este grupo de inmaduros (que lleva en activo desde el principio del viaje): se trata de ver quién se baña más veces, y se ha llevado una cuenta (afortunadamente, no en excel). Si a un miembro del grupo no le apetece mucho meterse, sacará fuerzas de flaqueza de donde sea para no bajar su marca personal. Es así de ridículo, pero funciona: a veces una se baña solo por fastidiar. Todo vale, incluso se juega con que uno no se encuentre muy bien y no se meta: se siente. Total que ahora no entra el Peda, no sé por qué, pero eso significa un +1 para nosotras.

Orientémonos en Kos

Kos es una de las doce islas del Dodecaneso (que se llama así por ser precisamente doce, aunque a mí me salen más). Es bastante turística con todo lo que eso implica: tiene muchas playas y que al menos un día fue bonita, el turismo siempre empieza por algo - habrá que buscar los sitios perdidos. Es alargada y está recorrida por una carretera principal desde Kos Town, al este, donde nos dejó el ferry, hasta Kéfalos, en el oeste. Kardhamena donde estamos se encuentra en una salida hacia el sur, más o menos a medio camino. Hoy nos  encaminamos hacia las playas del oeste.

Panadería tapadera

Antes de salir pasamos por lo que a primera vista parece una panadería para comprar coca de espinaca y feta. La regenta una anciana que tiene, además de los mostradores de frío y las baldas con los mantecados y galletas, una mesa de oficina en la mitad de la tienda con un ordenador y dos pantallas, donde se paga. Una se siente como en una oficina municipal. Al salir, descubro que encima de unas estanterías, pegando al techo, tiene otras tres pantallas. Esto ya no lo puedo explicar legalmente: esta mujer esconde algo y la panadería es la tapadera.

Mientras esperamos para pagar, he fantaseado pensando que esta podría ser yo en mi vejez griega: estoy en Kos escribiendo mi blog, a dos pantallas desde mi panadería. Como a esta mujer, me molestarán los clientes, porque yo lo que quiero es mirar las dos pantallas, a menos que generen historias divertidas o truculentas .

Esta es Polémi o "Magic Beach" en pleno julio.
Sobran las descripciones

Playa Polémi

La parte sur de la isla tiene una enorme playa a la que se accede desde distintos puntos de la carretera, y a la que han llamado de distintas maneras según el tramo. La primera es Polémi (llamada "Magic Beach", y por una vez el nombre no es solo marketing). Se aparca justo al lado de la arena (sí, grr, es arena) y el Peda es feliz: ya avisó que no iba a repetir lo de Patara, tener que salir de la playa con una partida de camellos como apoyo. En el agua me planteo que esto es la turística Kos, y casi no hay nadie, tenemos a Ramona, buceamos y es todo fácil y maravilloso. 

Eso de ahí es Ramona boca abajo

Polémi desde el chiringuito: quiero volver ya

A la salida, subiendo la montaña hay un restaurante donde tomamos algo. Los camareros son muy simpáticos, y se parecen tanto entre ellos que los confundo.

Frappe y Freddo-
parece Barrio Sésamo

De auteur

Playa de Kavos (en google "Paradise beach")

Seguimos avanzando hacia el oeste, y el siguiente destino es una de esas playas al final de la isla, a la que solo se accede tras una subida monumental a una montaña, y luego bajada por carretera de tierra - ni que decir tiene que las vistas son espectaculares. 

Bajando al Paradise

Cuando llegamos a Kavo Beach no hay casi nadie, es lo que tienen las playas inaccesibles. Estos baños te ponen las pilas - o cualquier otra metáfora del "this-is-the-life"- para todo un invierno. Me doy una paseo con la cámara y descubro una parte en la que la gente ha puesto piedras una sobre otra, y hago lo propio, pidiendo deseos. 

Alguna gente titularía esto "meditación".
Yo no, porque no sé

Me encantaría saber o poder.
Como no, escribo el blog, supongo.

Esto sí que lo hice, poner piedritas
pero sin el suficiente misticismo

Cuando vuelvo, mis compas se están tomando algo en el chillout hippie de la playa. Es un sitio con hamacas colgadas, tejado de palmeras, sofás de palet con muchos cojines de dudosa higiene: en resumen, bastante "auténtico". Ya se sabe, el turista busca la autenticidad para creerse viajero. En pretenderla, se ha llegado al extremo, colgando en redes fotos que no existen, porque el lugar está petado. Soy la primera en esperar a que se vaya la tripa del señor con riñonera de mi enfoque, pero en lo que queda de serie -que presiento va a ser más fotos que texto- lo contaré si es el caso. En las de hoy, las playas estaban más o menos como aparecen, con muy poca gente, 

Amo las hamacas,
pese a haber tenido que dormir toda una noche en una
(si nuestros alojamientos actuales ofenden,
habría que ver aquellos)
Hay una técnica

 

Aquí estaríamos como 6 personas

En el chillout no hay agua corriente, luego no hay baño (ventajas de la autenticidad). La peña allí son todos veinteañeros en quads menos el tío detrás de la barra, todo un carácter: debe tener más de 60, está ajadísimo de una vida al sol, pañuelo de pirata en la cabeza. Deberíamos todos tener al menos dos vidas para en la otra ser una versión suya. Quiero saber lo que hace este Long John Silver un martes de febrero.

Long John Silver y un grumete

Una ganga pensando
en el camino de cabras hasta allí

De vuelta: recovecos del mar

Momento opá,
de fondo esa canción de Coldplay
 nunca antes usada en este contexto 

A bigger splash

De vuelta a Philippos sobre las 7, directos a la piscina que está cerrada y de Philippos ni rastro, así que merendamos.  Esto tampoco tiene ningún interés, pero he de colgar estas fotos para fastidiar.

Merienda en Philippos

Más foto de auteur foodie

Pese a que la playa de al lado de casa es mediocre, mis compas se bañan, con lo cual yo, en un gesto de adultez digna, paso a -1. En la terraza leyendo hago lo más parecido a meditación (desde fuera) a lo que soy capaz que consiste en pensar en una peli que me sugiere el vendaval que es Kos: voy a Pallentería, una isla al sur de Sicilia en la que no he estado pero que sale en "A bigger splash" (2015), la peli de Luca Guadagnino con Tilda Swinton, siempre temible y magnífica. Esta peli está marcada por la continua ventolera, con arena del Sahara con la que incluso tú sales del cine. Tras la peli quise ir a Pallentería: Kos es su versión griega, tal vez.

Lo más cercano a "arreglarme para cenar" es el único vestido que he traído: blanco, corto e ibicenco. Musaca en el seafront: de Pallentería a Ibiza a Kos. 

Playa donde Philippos