Sábado (sabadete) Santo, 16 de Abril de 2022
La isla de Wight, ese paraíso del geólogo, nos sorprende hoy con una nueva formación: los "chines". Un "chine" es una garganta o cañón en la costa, en el que un río fluye hacia el mar, típicamente erosionando acantilados de arenisca o arcilla. Parece que esta palabra -no encuentro traducción al castellano- solo se usa en el sur de Inglaterra: Devon, Dorset, Hampshire y... la Isla de Wight, donde hay veinte! Eran muy usados por contrabandistas.
Así que nuestro primer destino hoy es ir a visitar el Shanklin Chine, que tiene un desnivel de unos 35 ms, y que comienza con una cascada un tanto raquítica, pero que luego progresa a bosque encantado, donde los entendidos de botánica y los cuñados pueden hacer su agosto identificando raras especies. Lo mismo con los bichos: desde pájaros carpinteros, hasta ardillas rojas, pasando por garzas y libélulas, un festival. Claro que mi hija no está para esas búsquedas: se está centrando en la verdadera y única que le interesa, la del huevo de pascua. Parece ser que hay un "Easter egg hunt" ("Yincana del Huevo de Pascua") tan típica de este país (donde Semana Santa consiste en comer chocolate - quedó claro ayer que a "cargar con nuestra cruz y seguirle", no). Se trata de encontrar huevos de plástico escondidos (si eres niño/a, los adultos no contamos) y a la salida canjearlo por uno de chocolate. Mini ha encontrado la raison-d'etre de su mañana y, por supuesto, encuentra uno. Total que salimos con un huevo de Cadbury's monstruoso, que nos zampamos en familia (ella y yo) en pocas horas y no ve el dia siguiente.
"Stocks", para escarnio público |
Nuestros planes de hoy consistían en ir caminando hasta el siguiente pueblo al sur, que se llama Ventnor (nombre imposible, yo he dicho Vermont, Canadá, todo el rato). Al final vamos en coche hasta el barrio de Bonchurch, y de allí emprendemos la caminata por el mar (wishful thinking) hasta Vertmont (Ventnor).
Hamacas para pecosos |
En 1840, Charles
Dickens alquiló en Bonchurch una casona llamada Winterbourne, y empezó David Copperfield. Parece que le escribió a su mujer: "Es el lugar más bonito que he visto en toda mi vida". Me pregunto si alquiló toda la casa, que es enorme (en imagen) y cuyas puertas de jardín están abiertas (aunque pone claramente "privado" y ya se sabe que para un inglés "su casa es su castillo"). Pero como es una zona muy traquila donde no te cruzas con nadie -y crecida por el éxito de ayer donde Tennyson-, me meto hacia el jardín con mis pintas de turista -cámara al cuello, sombrero y nuevas gafas de sol á la Stormtrooper- o tal vez de maleante. Entonces veo un sombrero de esos de paja que usan en jardinería, inclinado en una maceta, del que sale una mujer muy antipática que solo dice: "cómo puedo ayudarte" y, sin dejarme respirar "por favor, vete". Entiendo que las reacciones por parte de seres queridos ante mis gafas no han sido positivas, y tal vez la pija esta - que tiene una placa azul a las puertas -abiertas- de su casa que pone lo de Dickens-, esté asustada de que yo le diga "yo soy tu padre". O tal vez solo de que le pregunte, como todos los anteriores, por la ventanita donde se sentaba Dickens a escribir.
Winterbourne |
"instalación eléctrica a la gloria de Dios"... no será a la de Thomas Edison? |
Por fin llegamos a Ventnor (el último tramo, por fin, junto al mar) y Mini y yo nos quedamos sentadas un rato junto a la playa mientras el Peda va a buscar nosequé. Entonces viene un tipo, que nos ha oído hablar en castellano y quiere hablar. Que si vivió en Latinoamérica, que si vivimos por la zona, que qué bonita es España. Ah, no, sí.
Playa de Ventnor |
Seguimos caminando hacia el sur, el siguiente destino es una cala llamada "Steephill Cove": aquí empieza el tramo bonito de paseo junto al mar. Me recuerda -aunque algo menos dramáticos los acantilados- al de Eastbourne, que hicimos hace años con los Jekes y Nara (y sin Mini, que debía estar de vacaciones en España). Mini se empieza a hartar, porque según le dice su reloj lleva como 17.000 pasos y no puede más. Hay que subir, bajar escaleras, y cuando llegamos a una pradera inmensa con un lago dice que "nos espera allí".
Aquí nos espera Mini |
A la vuelta hacemos un nuevo "Monasterio de Piedra" con Mini ("no sabes lo que te has perdido"), claro que ella permanece esfinge: verdaderamente se la suda. Pero parece que está de mejor humor (se empujan con su padre). Al llegar a Ventnor, tomamos algo delante de la playa "Lady Scarlett", una "tea parlour" (tetería) muy curiosa. Está decorada como de los 1940s y tiene todo parafernalia de la Segunda Guerra Mundial (el baño me hace sentir como en un refugio). En la terraza, observamos a los locales, Mini se deprime al constatar que una anciana de la mesa de al lado tiene el mismo modelo de iphone que ella, aunque opina que el camarero, que debe tener su edad, es muy mono. Los precios: hacía tiempo que no bebía una Coca-cola por £1.30! (lo mismo el té). Verdaderamente están anclados en los años 40.
Volvemos al coche, parando en los patos, e incluyo esta escalera para que se entienda lo que es el tema desnivel en las zonas costeras de este país:
De vuelta en Villa Mentone sobre las 6, quedamos con un ex-colega catedrático jubilado, que se mudó a vivir aquí, dejando el mundanal ruido de Londinium por una vida saludable en la isla. Me recuerda al meme aquel de "Si estás cansado de Londinium, prueba con Reading" (donde pone Reading, ponga cualquier Vetusta), parafraseando a Wilde "si estás cansado de Londinium, estás cansado de la vida", cosa que suscribo. Podría yo venirme a vivir aquí, para siempre jamás?
Quedamos en el "Fisherman's Cottage Inn", el único pub en la playa de toda la isla, que ya hemos visto por la mañana porque está al final del Chine. Data de principios del Siglo XIX, y aquí empieza a correr mi imaginación con las historias de piratas y contrabandistas, todas las que habrán pasado aquí. Por supuesto, no hay sitio dentro (ni para ahora ni para cenar luego, obviamente nunca ocurriron nuestras auto-promesas contritas de anoche de reservar), y nos sentamos fuera a ver el atardecer, con una luna roja impresionante.
Guinness del Peda- no para nosotras, las de menú infantil |
Nos hablan de su vida aquí, de cómo llevaban viniendo de vacaciones veinte años (buf), y al final decidieron hacerse una casa, con piscina interior - para el dolor de espalda (os podría hablar sin fin del apasionante mundo de las piscinas sin-fin (endless pools), con un sistema por el que "nadas en contra de la corriente"). Malinterpretan mi estupor con que quiero una, y al día siguiente mi colega me envía en enlace, como si fuera mínimamente factible que yo me montara este sistema "en una habitación de mi piso". Yo, que no concibo ni una bici estática porque allí, como ratón en la rueda, me plantearía lo minúsculo de nuestro planeta y por ende nuestras vidas en el magno universo, me imagino en una piscina sin fin: no, las entradas de blog aun serían más largas. Hablamos de muchas cosas y Mini saca a su personaje de "alumna de cole privado" a pasear: tienen mucho en común porque mi colega estudia latín en sus ratos libres (que, jubilado, deben ser todos, aparte de los del matenimiento de la piscina) y Mini lo ha cogido como opción para los GCSEs (General Certificate of Secondary Education, algún día hablaré de estos exámenes en un par de anios, que son como una especie de pre-selectividad para la selectividad, los "A levels"). Yo sobre todo quiero oír hablar del trabajo de su hijo en la Cabinet Office del gobierno; es un sabio que estudió PPE (Philosophy, Politics and Economics) en Oxford, pero no sueltan prenda.
En serio: cuando he empezado este divague he pensado: "hoy será breve, no hay mucho que contar". Así era, pero he conseguido marear la perdiz, divagar sin sentido, y ahora ya para qué contar que casi nos quedamos sin cenar porque estaba todo lleno "o habían cerrado la cocina", y que por esa razón no pudimos volver al Chine, cosa tan bonita debe ser con iluminación nocturna estratégica de colores y que volvimos a Villa Mentone todos enfurruñados. Para esas circunstancia está el observatorio este de estrellas del tejado: anda que no sabían estos victorianos!
Yo creo que sí podrías vivir ahi. Perfectamente.
ResponderEliminarA veces estas entradas son conversaciones conmigo misma sobre problemas muy de la clase media como "dónde me veo en 10 anios, cual sería mi lugar ideal en el mundo?" (partiendo de q igual ni se pueda elegir, tal y como está el panorama). Pero veo a algunos amigos q lo van encontrando y a ti dando un punto a la Isla de Wight...
Eliminarbesos
di
La reina Victoria adoraba la isla de Wight (pasaba allí muchas temporadas con su familia en Osborne Castle, echo de menos un post sobre ese lugar, ¿os lo saltasteis?), así que ¿por qué ibas tú a ser menos? En fin, perdono la omisión por haber incluido la placa de Turguenev, un hombre que parece haber estado en todas partes. Claro que la Rusia zarista de su tiempo tampoco era como para demorarse mucho tiempo allí. Lo de tener que volver al hotel sin poder cenar por no haber reservado, un clásico de vuestros viajes.
ResponderEliminarPor cierto, creo que no he estado nunca en el Monasterio de Piedra. Tendré que reparar ese descuido, al menos para evitar que cualquier día me salgas con eso de "no sabes lo que te has perdido". Jaja!
ELENA, no nos dio tiempo a ir a Osborne House, así q nos perdimos su "Máquina de baño" (Bathing machine)
Eliminarhttps://victorianweb.org/history/victoria/7.html
.. además, por supuesto, había q reservar y se nos pasó... pero eh no, q volvimos al hotel cenados (solo q costó encontrar local... ingleses y sus horarios).
Imperdonable lo del Monasterio de Piedra.. semejante joya del arte y la naturaleza!!! Y no lo conoces!!! :):) Según he leido, ha sido reconvertido a spa y hotel chulo, me dan ganas de volver (eso sí, sin el Peda, para seguir con este sainete)... ya sabes q a mí me gusta esto de "tomar las aguas", como una reinona victoria, aunque yo no necesito "Bathing machine" :)
Creo que he estado en el Monasterio del (río) Piedra no menos de cuatro veces. Era una excursión típica de estudiante, y después también con hijos, abuelos...
ResponderEliminarPor las fotos de este post y de los anteriores parece un lugar bonito, el que habéis elegido.
Hice, hace tres años, el viaje inverso del pueblo a la ciudad. En España, quiero decir.
Es muy probable que cuando me den el alta de Covid nadie esté interesado en contratarme. No lo digo con pesar. Estoy valorando apresuradamente el pasarme, obligado quizás, al otro lado: ver la vida pasar. Thoreau, en Walden, hizo cuentas, y yo también las estoy haciendo.
Estas tres últimas entradas, sobre el viaje, son muy agradables, fáciles, con humor justo,levemente ácidas... no sé, Elena, que se reserva, probablemente sabrá el motivo de que sean más atractivas que otras.
Paso por alto, como tengo por costumbre, lo del pianista ajado/artista matutino, y la cantante/artista ebria.
Como si no lo hubieras escrito.
Un abrazo
Ay ANDANDOS, lo de pasarnos al otro lado, quién no lo ha pensado.... tengo el Walden mirándome aquí en la estantería. Pero bueno, hoy estoy aún algo tocada por una conversación de la cena anoche con un amigo q trabaja en "operations" para una multinacional y lo q contó -nada q no sepamos, fábricas en Shangai, ese rollo- me hizo pensar de nuevo q en nuestro mundo tenemos un tortazo. Nos queda escribir entradas ligeras q puedan esbozar una sonrisa en alguien al otro lado: gracias por leerlas. Sobre la facilidad de lectura, tal vez haya un paralelismo con el hecho de q son las más fáciles de escribir; igual eso se capta. Lo bueno es q no tengo q escribir "fácil" pq ningún jefe me lo diga, ni para q lo lea más gente, lo mejor de esto del bloguerío es la absoluta libertad de tod@s, el lee q puede decidir no abrir ese blog más (he leído por ahí q ahora la moda son las newsletter, o sea, pesados integrales q te meten su entrada de blog en tu bandeja de entrada, imagina) y la del q escribe. Casi enlaza con lo del pianista, el pobre q tiene q tocar lo q le dice el q paga...no es fácil.
Eliminarun beso
di
Del otro día, me quedé con las ganas (muchas) de explayarme sobre las needles, los Noodles y los gigantes marinos de color rosa, que se adentran en el mar de llamada Costa da Morte, y que tanto daño provocan en la gente de vida marina... no son sirenas, pero hacen igual de pupa... nosotros precisamente tenemos una variante co caballero medieval al final de una "aguja", que bien le puede ganar al ejemplo isleño (y ya no digamos el faro adyacente)... en fin, como su gran festival será materia del pasado...
ResponderEliminarDe hoy, me limitaré a valorar en su justa medida, un toque futurista como las tropas de asalto/exploradoras (algo inesperado en ti, por cierto) y las costas, que no feria, de ese nombre aún más inmemorizable (el del duo Simon and...)...me hace gracia notar ciertos matices entre el discurso de la pareja pedalista (no se si pre Mini) y la Mariona que hace exámenes "de grado"... y busca neofantasmas por los corredores de un complejo hospitalario...
En fin, bicos feriantes... y a seguir esperando!
Gracias MV por lo de "quedar con ganas de explayarse", es lo mejor q te pueden decir. Me gusta lo de needles y noodles (q al final fueron q nones). Cómo se llaman esos gigantes marinos? Peor q las sirenas no pueden ser...
EliminarY tb me gusta lo de inesperado, será q no soy un algoritmo al cabo? Lo digo por las tropas de asalto.. ayer en el abuso pasé a ser Bono... "with or without youuuu"
Y no, :) Mariona es totalmente un ente de ficción, q se revuelve en su cajita pq quiere salir... a ver cuándo...
bicos
di
Un puntazo moi importante eso del algoritmetraje, que pareces comparar con la etapa del motor de vapor/explosión (presión mental y demás…)... pero de la que disiento totalmente… y puede convenir que me meta con un gloria in excelsis deo de la ciencia informática… reportaje de El Semanal sobre un tan Judea Pearl… que en principio me sonó a Pearl Jam, pero más disonante aún…
ResponderEliminarPor ahora solo dejar una de sus afirmaciones : “las máquinas podrán amar y conocer el bien y el mal”… (suponiendo que el periodista cumplió bien su función de transmisor)...
Por ahora, excelsis bicos, desde esta nuestra Costa da Morte…
De los "gigantes costamorteños" hablamos otro día, pero son como dinosaurios marinos... ¡solo que ahí siguen, haciendo de la suyas!
Hola MV, tengo q aclarar q el concepto del uso de la operación matemática/física de una época para explicar el comportamiento no es, tristemente, mío. Y lo peor es q no recuerdo la referencia, pero no es una "comparación" per se, sino aplicar modelos científicos imperantes a temas mentales.
EliminarSobre las máquinas, si tiras para atrás, verás un divague sobre el "Homo Deus" de Harari q va de ese tema. Lo q puedan o no hacer las máquinas es menos interesante q la pregunta, qué nos hará entonces humanos? Buf... como para meterse en una piscina sin fin con estas ideas... :)
bicos del dinosaurio del loch ness
di
Volveré con el divague harariano, aunque pienso que por esas datas me tropecé con este acantilado poblado de seductoras sirenas... prometo volver sobre ello, pero quede claro ya que el Harari, no me vale más que el harakiri japonés...
ResponderEliminarBicos homéricos, que con el Benedetti siguen siendo las columnas del Hércules en esta nuestra relación bloguérica...
Te aviso q ya en su día, cuando lo publiqué, el pobre YUval (Harari) no tuvo nada de éxito entre l@s divagantes de la época. A veces me planteo q, por definición, sois seres con un punto de masoquismo. Como decía un conocido "cada sádico encuentra su masoquista".
EliminarMenudas columnas tenemos, así fácil sostenerlo todo... :)
kiss
di