09 junio 2020

"Mrs. América": He venido aquí con el permiso de mi marido .

Creo que nunca he escrito sobre una serie en el divlog. Hoy lo hago no como una mera recensión. Esto es una misión: divagantas, hay que ver esta serie.

Para empezar, yo paso los créditos en todas las series, pero estos? No son estos los créditos más chulos en mucho tiempo? Al principio de cada uno de los nueve episodios me he quedado hipnotizada con el ambiente setentero, las música (la quinta funky!), el mensaje, una y otra vez...




Y sí, visualmente son una preciosidad, pero es imposible no rascarse los ojos: no, no estás soñando. Mujeres que bailan con sus afros, que se agarran de la mano, bien, con pancartas por los derecho de la mujeres (en concreto por la enmienda de la ERA-Equal Rights Act, Ley de Igualdad de Derechos para las mujeres), mujeres leyendo la revista "Ms." que editaba la mítica feminista Gloria Steinem, vale, mujeres con altavoces... y de repente, una mano da la vuelta al símbolo feminista ("el espejo de Venus"), y lo convierte en la cruz de los cristianos (qué diría Cristo si viera lo que con él han hecho), y tenemos a las mujeres pasando el aspirador sobre las barras de la bandera americana, con carteles que gritan: "No a la igualdad de derechos de las mujeres!"

De verdad que estamos cansados de ver a mujeres que, con sus actos, dejan claro que no están por la independencia y la libertad de todas, pero lo extraordinario de esta serie, que está basada en hechos reales, es oírlas hablar, verlas debatir, leer sus pancartas. Es alucinante y como para preguntarse si esto es una distopía tipo "El cuento de la criada"

Pero no, y no es dificil creerlo porque el elenco de actrices es espectacular y, aunque Cate Blanchett pueda ser "la Sra. Amércica" en realidad es una serie coral. Muchos de los capítulos se titulan con el nombre de una de ellas, porque es un "estudio" específicamente de ese personaje (y esa persona, aunque hay ficción, la mayoría existieron/existen y cuando las comparas con su caracterización, guau, parece brujería) en su vida pública y privada. Que se entrelazan y retroalimentan, como en la vida misma. 

Claro que habíamos oído hablar de algunas de ellas, incluso tengo libros en mi estantería, como "The femenine mistique" de Betty Friedan, uno de esos ensayos de referencia que nunca terminé (el feminismo académico no es precisamente una disciplina fácil de leer).  O de Gloria Steinem, la periodista carismática y cara de la "segunda ola" del feminismo.  Pero de quien no había oído en mi vida es de Mrs América, o Phyllis Schlafly, la ultraconseradora anti-feminista, anti-gay, anti-derechos, que interpreta Blanchett. 

Schlafly, esposa virtuosa de abogado, madre ejemplar de seis hijos (que le cuida su hermana soltera), vive en Illinois en una gran casa con servicio -todas negras- y tiene obviamente tiempo para meterse en política, emperlada hasta los dientes. Pero sus ambiciones con los Republicanos no llegan a donde ella quería y cambia su lucha por la de intentar fastidiar la ERA (Equal Rights Amendment), la Enmienda de Igualdad de Derechos).

La ERA era una enmienda propuesta a la Constitución de los Estados Unidos para garantizar la igualdad de derechos legales para mujeres y hombres, en aspectos como el divorcio, propiedad, empleo etc.  La primera versión de una ERA fue escrita en 1923, pero en la peli, estamos en los 70 y todavía no se ha conseguido, aunque se estaba muy cerca. Sin embargo, se mete por ahí Schlafly, y la serie va de la lucha durante esa década entre las feministas de segunda ola y el gran grupo de amas de casa anti-derechos que logra aglutinar Schlafly.

Viéndola una entiende muchas cosas: la primera, lo complicada que es la política. Da igual lo que pienses, has de negociar, has de ceder, has de plantearte los tiempos, considerar si querer ganar una batalla radical, para la que la gente tal vez aún no esta preparada demasiado pronto te va a hacer perder la más genérica. Las feministas disidentes en temas que aún hoy, evolucionados, existen: en aquella época, Friedan no consideraba a las lesbianas en su lucha, hoy eso esta superado pero está el tema trans, que aún no comprendo del todo. En las conservadoras, como siempre, hay menos fricciones, pero Schlafly, cuando se asocia con una evangélica enloquecida que caza ciervos y ante todo Nuestro Señor, intenta que no meta al Ku Klux Klan en esto. 

Como he dicho, estas mujeres de las perlas tienen slogans de los más edificantes: "He venido aqui porque mi marido me ha dejado" o "Queremos Rosas no Derechos" (Roses no Rights, supongo que jugando con el "Rights not Roses", "Derechos no rosas", de las feministas de clase trabajadora). Estrujan y rompen los pétalos de una rosa para explicar lo que es el aborto, o se confiesan al cura que los gays son "pervertidos". Las feministas no obligan a abortar a nadie, sino que están porque se pueda elegir.  Claro que las mujeres de las perlas quieren también "poder elegir" quedarse en casa, no tener presión para trabajar fuera de ella. Pero, espera, la fruta no cae del árbol: en una sociedad justa e igualitaria no tendría que trabajar todo el mundo que pudiera un poco? No sería este mundo un mejor lugar donde vivir?

El tema de la "política de identidad" (identity politics) también se toca. Consiste en dar prioridad a la identidad racial, étnica, religiosa, orientación sexual, identidad de género, discapacidad (en general grupos que son discriminados) para promover sus intereses sobre otros más tradicionales basados en ideología como el eje izquierda-derecha. En "Mrs América" conocemos a una republicana feminista, a favor del aborto y del resto de los argumentos de la agenda pro-ERA. Jessa Crispin, sobre su libro "Por qué no soy feminista" ya divagamos aquí, no estaría de acuerdo con que una mujer de derechas se llamara a sí misma feminista, pero os remito a ese divague. El caso es que en esta lucha, pese a las disidencias internas de las que he hablado, van juntas, "identity politics" en acción. 

Nos han pasado muchas cosas a las mujeres desde los 70-80, no todas buenas. En muchos aspectos hemos ido para atrás, no hay más que leer las letras del reguetón o de ver a las de las perlas de Vox. Las herederas de Schlafly están entre nosotras. Hace nada tuvimos el #MeToo, en pleno 2018 aún era necesario explicarles a algunos tíos el concepto de consentimiento (recomiendo "Bombshell" aka "El escándalo").  Las herederas de Steinem también están afortunadamente entre nosotras. Igual deberían hacer una segunda temporada de "Mrs América" con estos últimos años. No sé si los créditos podrían superar a estos, pero las historias seguro que seguían dando para pellizcarnos.


6 comentarios:

  1. Tngo pendiente verla con mis hijas. A ver si a finales de este mes empezamos con ella.

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  2. Os va a encantar... hay algún trozo q es lo q llamamos "maletines",

    http://divagandodivagando.blogspot.com/2010/08/peliculas-maletines.html

    en este caso en la forma de mucha política interna con la q yo al menos algún rato me perdía. Pero merece la pena.

    Ayer terminé "Unorthodox"... madre mía.

    Besos

    di

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  3. Buenísima pinta, Di. Yo leí a Betty Friedan cuando era muy joven (y cuando aquí todavía estábamos en la edad de piedra en cuanto a derechos -de las mujeres y a secas- se trataba) y creo que me abrió los ojos a muchas cosas. Por cierto, el primer episodio de la última temporada de The Good Fight es muy interesante: se supone que Hillary Clinton ha ganado las elecciones frente a Trump y la protagonista, Diane, está encantada con ello al principio. Pero luego se da cuenta de que algunas cosas menos deseables también se han desarrollado de forma distinta (como que el #metoo nunca ha tenido lugar). Da que pensar, de verdad, me pareció un guion inteligente.

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  4. Ja ja ... lo mismo con Friedan, yo era una baby, y si lo miro ahora, está subrayado hasta arriba (pero me falta más d ela mitad para terminar).. supongo q es mi falta de perseverancia con los ensayos...

    NO conocía The Good Fight, la acabo de mirar y me encanta Christine Baranski!!! Lo petaba como la madre psiquiatra castradora de Leonard en BBT.. no sé dónde la dan aquí, ya la busco. Pero sobre lo q dices, yo cuando iba a salir Trump pensaba, va a ir tan tan tan mal, q será el revulsivo necesario, pq con Clinton será más perpetuación del sistema, todo muy establishment etc... ya he visto q no tenía razón en este caso :( Qué voy a hablar de populismos con el Prime Minister q tenemos aquí...

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  5. Ay. Apuntada para no sé cuándo. Con lo que dices de que no hemos/han ido para adelante... el otro día cumplió 50 años Tina Fey y recordaban su interpretación (el "impersonation" inglés me mola porque, joder, cómo se parecen, qué bien lo hacía la Fey) de Sarah Palin. Y eso ya era siglo XXI...

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  6. ay ay ay...me acuerdo y lo he vuelto a ver.. ay ella, con esa americana rosa, "vigilando a los rusos desde Alaska"... buenísimo. Gracias por traerlo, necesitamos reír!

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