04 diciembre 2018

Serial 3. Llegada a Banderley: Pasillos con eco y sin final.


Así que esto era Danby, y esa casa forrada de hiedra el "Duke of Wellington", un pub con algunas habitaciones que prometía buena comida y cerveza ("Fine ales. Good food"). Por lo menos no tenía el cartel aquel de "el mejor asado de la zona"-más tarde constataría que cualquier establecimiento que presume de algo, es que de ese algo carece.

Por lo que yo hubiera matado al llegar a este pub de pueblo era por una taza de té (sí, ya traía esto del té de la península, el destino o algo), pero en el Duke of Wellington no había ni rastro de tazas calientes: solo pintas de cerveza y alguna shandy para los cobardes. Cuando el dueño vio en la puerta a un alien con su casa a cuestas, debió atar cabos: yo era la de Banderley. "Tranquila, deja todo en esta esquina, somos todos de confianza, voy llamando al hospital". Como si me hubiera leído la mente, una mujer risueña apareció con una taza de té y shortbreads (galletas deliciosas, claramente porque se les ha ido la mano en el departamento mantequilla). Pasé un rato pasé allí, esperando, empapándome del lugar, las carcajadas de los parroquianos, la moqueta granate, las toallitas de Guinness en la barra, el grupito que jugaba al scrabble. Y empezaba a anochecer. Maldito noviembre,  cada vez que es un húmedo y llovizneante Noviembre en mi alma ("whenever it is a damp, drizzly November in my soul...") pensé, recurriendo una vez más a la literatura, esa amiga que está ahí en los mejores y los peores momentos.

Los peores momentos: la puerta se abrió, golpeando la pared con tanta furia que la mitad del pub saltó. Quien se perfiló en contra de la puerta no era otro que una versión norteña y actual de Faggin, el odioso abusador de Oliver Twist. Era un hombre alto delgadísimo de unos ciencuentaymuchos, con cara amarillenta, bolsas bajo los ojos, labios casi inexistentes y una perilla que remataba el cuadro del malo. Para completar la descripción- y esto no es mi mente jugando malas pasadas-, nuestro hombre llevaba un mismísimo Inverness Coat (el de Sherlock Holmes, con la capita) pero negro, que le daba un aspecto aún mucho más tenebroso.  Y que además, chorreaba porque, como siempre, llovía.

No me perdí el juego de miradas: el dueño le miró, desvió su mirada hacia mí elevando ligeramente la barbilla y como diciéndole: "ahí está, puedes matarla". El hombre del Inverness asintió y me dieron ganas de llorar. Salí a la calle y ahí estaba un minibús con el logo de Banderley, que ya había visto en los membretes de las cartas. No se puede ir delante -cuando intenté subir al asiento del copiloto-, no se puede comer en el minibus-cuando la mujer me daba un paquete individual de shortcakes y no se puede dar conversación-esto no lo dijo, pero me quedó claro. Y no recuerdo mucho más de aquel viaje, aparte de la oscuridad, el pelo mojado, frío, y que sonó el Réquiem de Mozart -sobre el que he desarrollado un reflejo de aversión, particularmente el Lacrimosa, desde aquella noche- durante todo el camino en el que Faggin no abrió la boca, aparte de para susurrar -o es de nuevo mi memoria, jugándome malas pasadas- "Confutatis! Maledictis!". Yo me sentía como en un carruaje de aquellos antiguos en el que el conductor, con sombrero de copa y levita, azotaba a los caballos. Solo faltaba que, de aquel bosque de Tim Burton salieran a asaltarnos los highwaymen de "Historia de dos ciudades".

Por fin vi unas luces y, con gran ruido metálico se abrieron las puertas de hierro que daban a lo que parecía un castillo del terror. Ni en mis sueños más salvajes podría haber imaginado que la foto soleada de un maravilloso edificio victoriano rodeado de verde (así se anunciaba Banderley en el folleto que me enviaron cuando solicité plaza) era la casa encantada que tenía ante mí. Un edificio de piedra que, como el Duke de Wellington, estaba enterrado en la hiedra en muchas de sus partes. Los ventanales eran altísimos, divididos los cristales en cuadraditos, y tipo guillotina (luego aprendí que las ventanas normales las llaman aquí "francesas", porque se abren como puertas). Debajo de algunas, las cercanas a la puerta principal, había unos focos de luz triste que, con las sombras de la hiedra le daban un aspecto fantasmagórico. Otro cliché, lo sé, y atención al que viene: a los lados había torretas de tejado de pizarra negra, con ornamentos de metal, muy Rapuntzel. 

Ahí estaba yo, inmóvil, asumiendo aquel lugar mientras Faggin descargaba lo mío e intercambiaba gruñidos con una enfermera que, parece que era a mí a quien esperaba en lo alto de las escaleras. La puerta principal de Banderley -por la que nunca volvería a entrar- se me antojó un Pórtico-de-la-gloria del Mal perdido en la nada de los Moors. 

-Bienvenida a Banderley, doctora. Soy la enfermera supervisora del Ala de Psicóticos. Me puede llamar Sister Harding. 

-Gracias, encantada, Sister Harding.

Antes de que levantara la mano para dársela, ya se había girado con un sígame, y avanzaba por un pasillo todo eco, con baldosines blancos y negros, del que no se veía el final. 



~~~
Todo el serial está aquí.

20 comentarios:

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  2. LUX, madre mía: muchísimas gracias. Todas tus puntualizaciones ortográficas son muy pertinentes y por favor, síguelas haciendo. Por ej, lo de los meses... cuantas veces se lo pregunto al Peda! Me lío. Las demás, de no haberlo leía una vez más... Lo de tender la mano lo voy a pensar, tb me gusta pero no sé como encajarlo aquí.

    Doble gracias por decir q te ha llegado la ambientación. Yo no estaba convencida, anoche cuando publique pensaba q me había quedado peor q las otras.

    Aún no tengo estructura y sé q es pecado capital (si me lee esto Elena Rius, q es sabia y me reprendió...). Para hacer una estructura me tengo q sentar mucho tiempo y pensar... y esto sale así, solo. Lo importante es q me gusta mucho escirbirlo. Llevaba tiempo sin hacerlo pq "la actualidad" ("mi actualidad") se imponía. Igual tengo q bajar la persiana del blog un tiempo para pensar la estructura...o q me dejen de pasar cosas sobre las q quiero escribir!

    Lo q sé es q a partir de ahora empieza lo q era mi idea inicial: lo que le pasa a un grupo de gente encerrada en una Total Institution...

    https://en.wikipedia.org/wiki/Total_institution

    Hugs

    di

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    2. Sí, LUX, a a haber más agobio porque así es vivir en una de esas instituciones (Goffman fue el q las describió, y de ahí q comenzara la revolucion de cerrar esos manicomios). Yo viví en una muy venida a menos, pq estabamso en una ciudad (afueras) e ibas a la tiendas y al cine y tal.. pero era algo cerrada pq compartías desde el trabajo hasta la lavandería. A mí no se me hizo duro pq no conocía nada mejor, acababa de llegar y lo más importante, estaba con el Peda... pero se q alguna gente sola lo pasaba mal.

      love

      di

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  3. ¡Por fin! Estoy con Lux en lo de la ambientación. Aunque a mí lo de las ventanas de cuadraditos me llena de esperanza. Será porque esas ventanas se empezaron a usar en Inglaterra y en los Países bajos en casas normales y en hospitales cuando nadie podía permitirse tener cristales en las ventanas (Salvo las catedrales, los nobles muy, muy nobles y algunos millonarios holandeses) Las ventanas de vidrio eran carísimas. La gente ponía bastidores de tela encerada para poder dejar pasar la luz, pero la mayoría de las veces estaban tapadas por los postigos para no pelarse de frío. Hasta que un día a alguien se le ocurrió utilizar los restos de los recortes de cristal para hacer esas ventanas de cuadraditos: bueno, bonito ¡y reciclado! ¡Y qué alegría, por fin, la luz! Aunque solo fuera la luz de noviembre por un ratito...

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    1. CESI! Así da gusto, con comentarios como los de Lux y el tuyo me hacéis docuemtarme! Por ejemplo, acabo de descubrir q las ventanas de cuadraditos, ahora q nos lo has explicado tan bien, se llaman "muntins" https://en.wikipedia.org/wiki/Muntin

      Y yo no tenía ni idea de la historia q nos cuentas .. tiene toda la lógica, cómo iban a tener los cristalazos q tenemso ahora? Fijate q hoy en día, cuando cambias las ventanas, puedes elegir si poner muntins, y es más caro q sin ellos, pq son los listoncitos sobre el cristal, no como antaño. Yo acabé poniéndolo en las ventanas de delante, la mitad para arriba.

      Ah y lo q ha dicho LUX de la guillotina, es q aquí la mayoría de las ventanas son así, y el nombre es "sash windows"
      https://en.wikipedia.org/wiki/Sash_window
      han de ser de madera, el PVC sera más práctico pero no queda tan bonito. Como veis, tenog un máster en ventanas pq las cambié hace unos años...

      Total q, con vuestra ayuda, se me ocurre, podría incluir temas de arquitectura en la historia? Pensaba meter, claro, aparte de psiquiatría, literatura, por aquello de los Moors y las Bronte, pero además arquitectura?

      Loving your comments, enormes editores!

      di

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    3. Lo de "que entre la gracia de Dios" me ha encantado. ¡Es que me ha encantado!

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    4. Montera... nunca lo había oído, pero sé de lo q hablas. Lo he visto en algún sitio, q no localizo, pero también parece q lo veo, con su palito o como se llame así sujetando... dónde habré visto yo eso? si la mente es un disco duro, la mía está haciendo hasta ruido buscando...

      Que entre la gracia de Dios q os gusta, sí, vale, pero con acento andaluz, así gracioso... con acento de cura del norte, quedidos herbados, no...

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    5. Sí que lo habías oído: sale en Rayuela.

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    6. CESI, pues si solo tengo la imagen tras la descripción de Cortázar.. ole él! U ole tú q te acuerdas!!!

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  4. Bien.
    Persigamos a la liebre como galgos!
    Me gusta el escrito por varios motivos (aparte del evidente peloteo a nuestra anfitriona).
    1 Todo es cierto. Sabemos que es así porque las descripciones personalizadas dan fe de ello.
    Y eso se nota. Escribes sobre asuntos vividos, que resguardados en tu perol (cerebro), salen a la luz con el ímpetu de un corcho en medio del Océano Pacífico.
    2 Te has divertido escribiendo. Eso se nota en la absoluta temeridad de manejar la estructura como si fuera un chicle de menta. Observo que la fecundidad de tu fuente ni considera urgente trazar plan alguno, ni falta que le hace.
    Motivo?
    Son tantos los recuerdos que armada con tanto bagaje, te ves libre de avanzar por ellos como mariposilla. De flor en flor.
    Sigue así, esto le imprime naturalidad al texto.Diviértete.
    3 En cuanto a la Arquitectura te sugiero una reflexión.
    Arquitectura o construcción ?
    Veamos un ejemplo.
    Una mañana de principios de verano, Lux, Nan y yo nos dispusimos a encalar el patio del hotelito griego donde nos alojábamos. El dueño, harto de esperar a que alguno liquidara la deuda acumulada en el bar de establecimiento, optó por cobrarnos en carne.
    Un calor de presidio, dos escaleras altas, escobas de fibra natural y varios sacos terreros repletitos con cal apagada.
    No se cómo pero acabamos los tres cantando unas habaneras mientras encalamos el patio de aquel griego.
    Tal vez fue la alegría de sentir que esa misma noche entraríamos al bareto con el saldo deudor a cero.
    Y estaba muy claro que lo íbamos a celebrar.
    ...
    Lo ves ?
    La construcción encierra muchas más oportunidades que la elitista y alejada de la realidad Arquitectura sutil.
    No son excluyentes.
    Pero merece la pierna darle una vueltina (la vuelta que se le da a los temas en una cantina).

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    2. DRIVER, me quedo con la "cal apagada"... yo no le podría poner otra palabra al lado q no fuera "viva" (terrorífica imagen, de todo menos de vida), y ahora he aprendido la "cal apagada". AH, y cómo saber como captarnos a todos por aquí, q ya sabes q somos todos amantes ciegos de Grecia y alrededores...

      Y LUX, claro q alguno de los baldosines está desencajado! Es un principio de hospital victoriano, igual que las tuberías expuestas, pintadas de blanco o negro, pero siempre con óxido en las juntas...

      hugs

      di

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    4. NO sé, la frase "l cal viva me trae buenos recuerods" me ha hecho reír mucho... me ha encantado tu historia.. ah, qué preciosidad los naranjos (dulces) y limoneros (amargos) y además me has recordado q en una capital andaluza córdoba?) en uno de esos patios se hace cine de verano... pero qué maravilla tiene q ser eso? ohhhh

      AH comentarte q MIni vaa ir de viaje de find e curso a Sevilla... así q si ves a un grupito de inglesitos repipis... esas es MIni y sus compas... pero aún falta...

      love

      di

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  5. Estoy completamente de acuerdo con lo que expresas.
    Que pague Nan.

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  6. También me parece muy bien la ambientación. El capítulo es muy cinematográfico, dicho como elogio. Sé cómo son los demás personajes, incluso cómo van vestidos pero no sé casi nada de la protagonista respecto a su aspecto externo. Sí el impacto que lo demás causa en ella. Creo que no lo sé, vamos.

    Hay muchas referencias, y me gusta que las haya: literarias, cinematográficas, musicales… ¡tú has leído mucho!

    Creo que canté en mi casi adolescencia parte o todo el Requiem en un evento fúnebre de cierta altura eclesial, por decirlo correctamente. Los niños o jóvenes sustituíamos a las sopranos y contraltos. Ya en los ensayos estaba más que sobrecogido, no hacía falta saber latín para eso. De todo esto ya va haciendo mucho tiempo. Me ha interesado mucho lo de la "Institución Total", variante internado estricto de niños, por experiencia propia.

    A mí me gusta este capítulo tres porque es más espeso y escrito sin aliento, hay poca paja y muchas cosas. Si las miráramos una a una nos llevarían realmente lejos. Pero estamos en la historia que nos quieres contar y la ausencia de estructura es también una estructura, pero no la convencional. Quizás lo deseable es que sea algo voluntario, pero muchas veces primero se hacen las cosas y luego se ordenan. Podemos considerar, tú misma lo haces, estos capítulos como algo abierto, aunque yo no me atrevo a opinar sobre qué sería mejor. Lo difícil es escribir, claro, más que opinar.

    Y dentro de todo lo que ahora nos rodea este blog es otro planeta agradable, mérito de todos.

    Un abrazo

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  7. Gracias ANDANDOS, qué máquina eres! Qué bien lo de la ambientación. ES q Banderley, el sanatorio/manicomio/asylum es el protagonista, más q Mariona diría yo... por eso teníá q describirlo bien. Personalmente no me gusta mucho leer descripciones detalladas sin nada más. A menudo escribo una "d" dentro de un círculo en el margen del libro si hay una q me gusta, para aprender.

    Cantar el REquiem de niño tiene q marcar... a mí siempre me ha encantado y dado miedo en partes iguales. Pero creo q no lo descubrí hasta la peli de MIlos Forman, ya no tan pequeña...

    Sobre la falta de estructura me refiero sobre todo, más q dentro del capítulo, a la historia ocmo un todo. Las historias suelen tener un formato típico de introducir un conflicto, elevar la tensión, resolución... bueno es más largo. Aquí no tengo ni idea de cual es el conflicto, de ahí los problemas :)

    Gracias de nuevo!

    di

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