23 octubre 2017

El día que una ola se llevó tu sombrero querido, Mini (Malta 10)

Lunes, 22 de Octubre de 2017 : Norte de Gozo (Ramla Bay, Masalforn, salares, Wied il-Ghasri, Dwejra, Citadel)

Ayer estuvimos en el Lago Azul porque, según las predicciones, hoy iba a estar nublado. Sin embargo, sale un día precioso para las fotos, de sol y nubes, pero con muchísimo viento. En el desayuno me hago un sandwich con el huevo frito y la panceta porque no puedo resistir un día más salir dle hotel como si de una boda gallega. Hoy vamos a hacer el norte de Gozo en la dirección contraria a las agujas del reloj. 

Bahía de Ramla. Lo mío con las olas
Comenzamos en la bahía justo de al lado de la de San Blas -aquella empinadísima donde la noche anterior nos comimos una pizza- llamada Bahía de Ramla. La arena es casi roja, con el mar y la espuma de las olas de fondo. Bajamos del coche con el equipo de baño: ingenuos. El oleaje es bestial, no hay nadie en el agua- y esta foto no hace justicia. 








Hay olas tan enormes, no me cansarías de mirarlas. A mí esas olas me llevan a algunos sitios, unos buenos, otros peores. Cuando tenía 11 anios, literalmente se me llevó una ola, o mejor dicho un montón de olas gigantes, enfadadas, como si fuera un personaje de aquella maravillosa película de Miyazaki. Estaba en una playa del Mediterráneo con Tiovin, ambos en el agua, saltando olas: de repente, sin saber cómo, nos dimos cuenta que ese saltar se nos estaba yendo de las manos, y era el mar el que empezaba a controlar, no nosotros, justo cuando una olaza nos soltó de la mano. Tengo recuerdos muy claros, son flashbacks, imágenes como de proyección de diapositivas de un sádico, porque entonces el mar se me empezó a llevar para adentro, para adentro. Cada nueva ola era un "que pase, saldré a respirar", y venía una nueva. De repente, las rocas: tan solo 11 anios y pensar "esta ola furiosa me matará contra la roca". Pero de nada servía intentar alejarse, de nada servía nadar, de nada servía nada, simplemente asegurarte el respirar, cada vez que la ola te pasaba, salir y respirar. Y por fin decidir que te ibas a agarrar a la roca, porque no iba a haber otra. Así que fueron ellas contra mí, él contra mí: me tiraron, me tiró una vez, pero me quería más y se me llevó, mis piernas sufriendo los cortes que todo el que ha luchado contra una roca conoce. Y una segunda vez: cuando creía que me agarraba, de nuevo ellas, la solas, él, el mar enfurecido me reclamaba. Y creo que fue a la tercera, ahí estaba Tiofi (Tiovin estaba siendo rescatado en otra roca, esta plana), que me agarró más fuerte, y me sacó de aquella pesadilla que jamás olvidaré. Jamás. Me sigue encantando el agua, y el mar, aunque le tengo y siempre le tendré miedo para mí y terror cuando veo a Mini sin ningún temor (aún recuerdo un día en Donosti con sus primos en una barca). Pero crecí con una narrativa que decía "estuviste a punto de morir"... no sé que te hace eso a los 11 anios: si simplemente temerles a las olas, o tal vez valorar por primera vez la fragilidad, la vulnerabilidad de la vida. 

Masalforn. Recordando Donosti
Luego tengo memorias preciosas con olas en el Paseo Nuevo de Donosti con el Peda, cuando empezábamos a salir juntos y paseábamos por allí, especialmente un anio para San Miguel, en Septiembre, que hicimos el loco poniéndonos en la barandila y corriendo cuando venía la ola, así a pelo (había unos con plásticos, pero esos eran locales enterados). Acabamos teniendo que ir a casa a cambiarnos, encantados. Y esto es lo que tiene que experimentar ahora Mini, que insiste en ponerse cerca de la barandilla en Masalforn, con el mismo resultado que sus padres hace la tira de anios... 

Masalforn es el mayor "resort" turístico de Gozo. Ahora está empezando la temporada baja y tiene ese aire decadente de los pueblos de playa en invierno. Tiene una bahía muy agradable, y hoy las olas son, como digo, de impresión: por ahí se ve una escalerilla de esas de piscina que abundan en estas playas rocosas, totalmente inundada la zona donde la gente debe nadar en aguas tranquilas de las que se ve el fondo.




























Bahía de Xwieni:

Desde el principio de esta serie sobre Malta vengo diciendo que es un destino muy interesante para cualquier aficionado a la geología. Nuestro siguiente destino, la bahía de Xwieni no es una excepción: todo de roca caliza. En la primera foto se puede ver el pasillo que queda bajo esa formación, que había que aprovechar para pasar corriendo cuando las olas iban de retirada. Yo me voy hacia la otra zona, donde hay un montículo muy interesante, a hacer fotos. En un punto me quedo atrapada también por las olas (con la cámara!) pero mi intrépida agilidad no me impide autorescatarme. Para entonces Mini y el Peda, que estaban en el otro lado de la bahía han vuelto y Mini está llorando a lágrima viva. He perdido mi sombrero! He perdido mi sombrero! La ola se lo ha llevado! Pobre Mini, no puede parar de llorar. Le decimos de todo, tranquila, compraremos otro, igual lo encuentra otro ninio en otro lugar del mundo, los peces jugarán con él... Nada funciona, subimos al coche y Mini sigue llorando: "no será lo mismo, este había estado conmigo en Tokio y en Grecia!! no será lo mismo!!!". Cómo la entiendo: yo minimizo pero también soy una pesada del valor sentimental de ciertos objetos...




El salar:
Sigue la costa, y lo que encontramos son salares y salares que datan por lo visto de la época romana. Aún parece que "recogen sal" para uso local.







Wied il-Ghasri
Y un poco más al oeste del salar está este sitio, que según dice la guía es una "garganta" pero que con la marejada no discernimos. Eso, o nos equivocamos.




Bahía de Dwejra: 
La costa oeste de Gozo tiene una reputación de dramatismo que la han hecho localización de pelis y seriales. Se trata de acantilados no aptos para gente con vértigo, combinados con varias "atracciones geológicas" como la Fungus Rock ("roca fungus"),  el "the blue hole" ("el agujero azul") o el "Inland Sea" ("mar epicontinental "). La mayor atracción es, sin embargo, la "the Azure Window" ("la ventana azul"), de la que hablaremos maniana.  



Las fotos son como un cuadro de El Greco, no hay mucho que decir; simplemente sujetar bien la cámara porque el viento es atroz (he hablado del viento hoy?). 

Bahía de Dwejra


Fungus rock
El "Inland Sea" es una especie de lago interior unido al mar abierto por una cueva. Es de un color verdoso (por lo menos hoy) y en los días de mar calma, los pescadores llevan a la gente en sus barquitas a traves del túnel (de 100 metros) al mar. Dicen que ha sido usado por los pescadores durante siglos, y enfrente están los pequenios almacenes donde guardan las barquitas y sus instrumentos, me imagino. Hay una sensación de gran realidad, de algo que no ha sido tomado por el estilo que gusta a las clases medias, y que se ve tan falso. 

Inland sea
Almacenes de pescadores en el Inland Sea



Ciudadela en Victoria:
Atardecer en Victoria, volvemos a subir a la ciudadela. No hay nadie a estas horas, daría muy bien, como Mdina, para una peli de intriga. Quizás son demasiadas fotos, pero como son al final del divague, no hay porqué verlas todas. 

Salimos a cenar al mismo sitio tan agradable de la plaza de San Gorg (Grapes and Wine), pero esta vez vamos dentro porque ya refresca en la plaza. Pido pasta frutti di mare (tan buen recuerdo de Xlendi) y esta es aún mejor...

















6 comentarios:

  1. Qué olas tan chulas, y qué bonito todo. Creo que a mí me gustaría Malta.

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  2. Urgente para Mini. STOP.
    Localizado su sombrero. STOP.
    En cuantito baje del avión os cuento. STOP.
    Es increible. STOP.

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  3. Entre semana vuelo con mi hidriavión entre San Francisco y Nueva Zelanda.
    Ayer me vino el viento de cara, mis motores consumieron más combustible del previsto y tuve que parar a repostar en La Isla del Tesoro.
    Allí hay una gasolinera de piratas. Se pasan tres pueblos con el precio del carburante.
    Menos mal que recordé que en el bolsillo trasero de mi vaquero llevaba unas esmeraldas. Y así pude pagar.
    Remonté de nuevo y me dirigí a las coordenadas de nosedónde, rumbo al quinto pino.
    ...
    Allí estaba el Gran Océano Pacífico.
    Una inmensa superficie azul que cubre la mayor parte del mundo mundial.
    ...
    Unas olas pequeñitas me llamaron la atención. Reduje gas y planeé en una primera pasada.
    Se trataba de una manada de ballenas grises, enormes y poderosas.
    Las ballenas nadan de forma muy organizada. Unas van delante y otras detrás. Las uñas a un lado y las otras al otro. Parece que lo llevan haciendo toda la vida.
    ...
    Por curiosidad giré para hacer una segunda pasada más despacio.
    Y entonces la ví.
    Una ballenata blanca nadaba junto a su mamá, y llevaba puesto el sombrero de MIni.
    Lo sé porque era el mismo que llevaba MIni en Japón.
    Un sombrero precioso.
    ...
    Las ballenata blancas no usan el teléfono, así que no pudo llamar a Mini para comunicarle el hallazgo.
    Iba contenta la ballenata con el sombrero de MIni puesto en la cabeza.
    Le sentaba muy bien, así que se lo quedó para que le acompañará en sus viajes.
    ...
    Creo que a Mini le gustará saber que su sombrero lo tiene una joven ballena de mil quinientos kilos.
    Es una ballena pequeña pero muy valiente, pues estaba haciendo una travesía a través de un Mar enorme y muy bonito.
    ...
    Donde no se sabe dónde empieza la ballenata y dónde las olas blancas.
    Aquí MIni, donde viaja ahora tu sombrero, sobre la cabeza de una ballenata valiente, es un buen lugar para tu sombrero viajero.

    Te lo digo para que lo sepas.
    Es el mejor lugar del mundo para un sombrero.

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  4. Hola babies, es domingo y hace sol... bueno, a ratos, sale y entra. Va a hacer frío aquí hoy... el Peda mira la predicción, y como tiene memorizados oros sitios me dice "aquí 7, en hakone-japon-, 6, en san petersburgo, 3, moscú, 4 y en valetta... 20". Así q MO, tú debes ir en otonio o primavera, para las olas y la temperatura... en verano te morirías...

    DRIVER! qué bonito! MIl gracias... se lo leí ayer a Mini ene l coche. Ibamos a su curso de "escritura creativa" y se agarró un enfado inmenso pq su padre dijo un taco. Dice q somos mal ejemplo, q no debemos decir tacos, y le decimos q sí, nos disculpamos, y seguía enfadada... tampoco decimos nada extraordinario, tal vez "joer" o algo así... en fin. Total q para distraerla le leí tu historia... "mira, un divagante te ha escrito una historia sobre tu sombrero"... así q doble gracias :)

    Buen domingo darlings

    di

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  5. Dile a Mini que cuando quiera le hago un cuento de encargo.
    Eso sí, ella tiene que inventarse el título, que tiene que ser laaaargo.
    Por ejemplo, " El día que los niños decidieron mandar en el Mundo", " El día que las pinturas de los museos decidieron saltar de los cuadros y se fueron a merendar por ahí", o "Una vez, y otra vez, y otra más, significa siempre".
    Puede ser un ejercicio de escritura creativa.
    Un juego divertido entre Madrid y Londres.

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  6. Gracias DRIVER!!! Se lo voy a decir... me gustan tus sugerencias, en particular la última... la de siempre... :) ojalá fuera así.

    En su taller de escritura creativa no sé q escriben... bueno, sí, una vez, cuando las elecciones, tuvieron q escribir un programa electoral. Qué diferente de mi cole donde spr teníamos q escribir un cuento de Navidad...

    muxus!

    di

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