21 noviembre 2017

Dani Orviz trabaja en el DÍA





TRABAJO EN EL DÍA, de Dani Orviz

Trabajo en el "DÍA"
de lunes a viernes jornada partía,
y el sábado a veces
cuando al encargado cabrón le apetece.

Trabajo en el "DÍA"
y soy impermeable a la melancolía,
e incluso me alegran
las paredes grises, las baldosas negras.

Trabajo en el "DÍA",
y nadie imagina cuánto me relaja
pasarme la vida metido en la caja
cobrando a la gente que quiere rebajas
hasta que me saca a punta de navaja
el tío que viene al turno de después.

Trabajo en el "DÍA",
y friego el pasillo, y ordeno las latas,
me fumo un pitillo con el segurata,
escribo carteles con muchas erratas
y espanto a las ratas donde el almacén.

Trabajo en el "DÍA"
porque la existencia está muy jodía,
y hay cosas más malas,
como sexador amateur de koalas.

Trabajo en el "DÍA",
me toman a broma
los pijos que curran en el "Mercadona"
pero me desquito lanzando vaciles
a los pringaditos que están el el "Liddl".

Y cuando me dice algún hipster capullo:
"¿Por qué no te buscas algo de lo tuyo?!"
yo saco la cara palante y no huyo
y digo esta frase que le dice así:
"¿¡ALGUIEN VA A PAGAR CON UN BILLETE DE 30 EUROS?!"

¡Trabajo en el "DÍA"!
Perdone, señora, que no le sonría
pero de momento
prefiero guardar la alegría pa´dentro,

por vender productos que son tan, tan buenos
que si no trabajo los echo de menos
y en muchos momentos me encuentro llorando
por ese jabón imitación de "Magno",
y esa piña en lata, y esa macedonia,
y aquellas compresas que, cuando te acercas,
ves con gran sorpresa que ponen
"Auconia"...

Trabajo en el "DÍA"
y soy licenciado en Filosofía,
pero sin cuidado
que aquí tengo tema pa´tres doctorados:
La pinta kantiana de aquella manzana
y la descartiana del melocotón;
la pata cordero y el trozo de mero
que apesta a caverna del mismo Platón,

y aquella cocreta que tan pizpireta
se funde en el hielo con el calamar,
y aquella cebolla que hay en el estante,
y el desodorante con forma de polla,
aquella cuchilla que así te "degoya"
la maldita vieja que tanto se enrolla...

...se me ha ido la olla
pero me da igual.

Trabajo en el "DíA",
y ya ni me acuerdo lo que te decía,
mas da igual el tema
yo sigo palante con este poema.

¡¡Trabajo en el "DÍA"!!
(Tenemos descuento en naranja podría)
¡¡Trabajo en el "DÍA"!!
(A un euro y medio el kilo sandía)
¡¡Trabajo en el "DÍA"!!
( A ver si termino con esta poesía)
¡¡Trabajo en el "DÍA"!!
( Que toda esta gente está muy aburría)
¡¡Trabajo en el "DÍA"!!
(¡Termínala, Orviz!)
¡¡Trabajo en el "DÍA"!!
(¡Termínala, Orviz!)
¡¡Trabajo en el "DÍAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA"!!
¡¡¡Y AQUÍ SOY FEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE-LIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIZ!!!

17 comentarios:

  1. Qué grande es Dani, por dios:

    Trabajo en el "DÍA"
    porque la existencia está muy jodía

    Buenísimo!

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  2. Al leer esta simpática entrada con la que, por cierto, no estoy de acuerdo (siempre consideré todo trabajo necesario —de lo contrario no existiría— y, por tanto, digno —digo digno de agradecer por los demás , por los que nos beneficiamos de dicho trabajo por poco “lucido” que sea en esta mierda estupenda de sociedad que entre todos estamos afanosamente construyendo—) me viene un recuerdo para mí entrañable por simpático también.

    Hablo de un fin de semana de hace, creo, 37 años (era, pues, si creo bien, 1980) en el que fueron a actuar a Cádiz un grupito de melenas poco conocidas entonces: un tal Chicho Sánchez Ferlosio, su compañera Rosa Jiménez, el luego tan llorado Javier Krahe, otro flacucho con perenne ronquera y también perenne gitarra roquera (Joaquín Sabina) y la fugaz y preciosísima Teresa Cano, a la que la radio al poco fagocitó.

    Y tiene que ver el recuerdo con esta entrada, si no ¡dónde estaría la gracia del comentario! Pero, cachis, vaya, vaya, no tengo tiempo para explicarme: I´m late, I´m late… La vida moderna, ya se sabe, tan trepidante.

    Y es que, comprendedme, si me dedicara a encontrar tiempo para completar mis pretenciosos comentarios no me daría tiempo para leer las entradas de otros ni a comprobar si los o las bloggers han rematado los comentarios de entradas anteriores con su esperada por todos opinión.

    Pues eso: ¡Grrr!

    Pero eso, seamos modernos, imprimamos ritmo, así estos paliques queden a la mitad. Que no se diga.

    Aquí va, pues, mi comentario a la entrada de hoy.

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    1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    2. No sabía nada de eso, NáN, claro.

      En mi ignorancia me había imaginado que, sin más, se habría hartado de esa vida y que siguió ganándose precisamente la vida con esa voz tan prodigiosa. Lo siento.

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  3. Hola babies, poesía urbana, q parece q hay algo q me estoy perdiendo... jóvenes enganchados a la poesía, q llenan auditorios para recitales.. y yo no tengo ni idea de esto. Os enlazo otroa, MI chica revolucionaria...


    A mí BASAJA el verso q más me gusta es
    "Y cuando me dice algún hipster capullo:
    "¿Por qué no te buscas algo de lo tuyo?!""

    "Algo de lo tuyo", ese concepto... creo q resume el espíritu del poema, todo lo demás coba sentido.

    mmm... algo de lo tuyo... los q trabajamos en los nuestro, privilegiados... auqnue yo esté en un momento ene l q me pregunto qué conio es lo mío. Pero bueno.

    LUX! Yo creo q el poema hay q ponerlo en el contexto de lo q he dicho antes ... una generación q creía q iba a salir de trabajar en el dia, donde trabajada su padre descargando y su madre tal vez limpiando casas... esa gente, a los q sus padres les inculcaron el estudio como la manera de progresar, no han podido ver esos frutos, como tal vez sí se pudo hacer la generación anterior. Y llevan rabia.

    AHora, cambiando de tema... recuerdas (por vivido en real o vicariamente) ese concierto? QUé guay.

    Y es la vida moderna nos hace a todos ser un poco conejo de ALicia? O es cada uno y cada cual? I'm late, I,m late... I'm also late. UNa compa de trabajo con casa en Francia decía q los relojes iban de manera distinta en Francia, todo era más pausado, más tranquilo... yo me preguntaba si no sería pq estaba de vacaciones... yo no recuerdo Vetusta siendo más pausada particularmente q la isla, pq la prota de mi vida es hiperactiva, atolondrada, impaciente e impulsiva. Cómo pillar el ritmo adecuado si un bicho así está en tu cuerpo?

    hugs

    di

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  4. quién dijo impulsiva? Mi memoria de trabajo (working memory) es nula.

    Aqui va mi chica revolucinaria

    http://www.libros-mas-vendidos.com/mi-chica-revolucionaria-diego-ojeda/

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  5. Qué va, Di, no vi entonces actuar a aquella troupe, ¡ojalá! Pero se sabe que tardaron en pagarles injustificadamente (es decir, como siempre, por razones administrativas: injustificadamente) unos cuantos días.

    Eso sí, años después pude preguntarle al respecto al responsable último de aquel retraso (el concejal Gelos). Le molestó muchísimo, uf cómo se puso. Y es que Chicho Sánchez Ferlosio a cuenta de aquella demora, y mientras que en persona reclamaba a diario en el consistorio la deuda, hizo una letrilla que pronto musicó y cantó a las puertas de ese mismo ayuntamiento de Cádiz. Tal fue éxito, con eso te lo digo todo, que los gaditanos ¡lamentaron que le pagaran! Él, agradecido, hizo desinteresados bises, que conste. De la copla no encuentro enlace, o mejor dicho me dice Google que «No está disponible». Grrr… Seguiré buscando.

    ¿«Mi chica revolucionaria»? Mi chica revolucionaria no es MI chica por mucho que me revolucione y revoluciona. Habla muchos idiomas incluso el mío, en sus labios más dulce.

    ¿«Trabajo en el DIA»? Pues enhorabuena, machote o chochete. ¡Qué quieres que te diga, Orviz!

    Un poema NO hay que ponerlo en el contexto: es él el que nos pone.

    Di, yo es que no creo en el progreso, en eso que, literalmente, es ir hacia adelante; creo en lo opuesto, en ir hacia adentro.

    Y en el trabajo… Pues en el trabajo, como en la soledad, se encuentra lo que al trabajo, o a la soledad, se lleva. Dicho de otra forma, hay cajeros del DIA amargados o, al contrario, luminosos, como también hay poetas urbanos amargados o, al contrario también, luminosos. Y este “poema” («Trabajo en el DIA») me resulta gratuitamente amargo y altamente contagioso.

    Y ésta mía no es una idea “chuli-flower-power” sino una realidad como un templo: no hay que estudiar o trabajar para ganar más dinero o prestigio sino para ser, para SER, y así, inevitablemente, aunque no se quisiera, ayudar mejor a los demás. De este modo, entre ganar el Nobel o ser cajero del DIA no encuentro, lo digo de corazón, diferencia.

    Claro que en lo mío busco retos, pero ¿qué pensamos que hace un buen cajero del DIA sino lo mismo? Ah, ¿que mis retos son más importantes? Pues dudo mucho que los que hacen cola ante la caja estuvieran de acuerdo, ¡qué les importará, con toda la razón del mundo, a ellos, así en frío, mi trabajo!

    Por otra parte, ¿qué coño es el prestigio? ¿Hay algo más triste que esas esquelas donde aclaran que fulanito fue, por ejemplo, «de la Real Academia del Mar y farmaceútico analista» (no de despacho, ojo: analista)? Es como una doble muerte: la del difunto y el asesinato del lector sensible.

    Cuando, pocos años atrás, murió mi madre ordené que quitasen todas esas tonterías de la esquela, ni lo de “señora doña”, ni siquiera la edad quise: sólo la larga retahíla de los que la quisimos tanto por tanto que nos quiso. ¡¿Es que ni muerto a uno lo han de liberar de lo superfluo?! Aclararé que lo acordé con mis hermanos, que uno no va de rarito y solo por la vida, sino bien acompañado.

    El trabajo es pura subsistencia, un castigo perpetuo, sin remisión. Así que lo más inteligente es, cueste lo que cueste, tomárselo bien. Entre los míos, en mi propio trabajo, suelo gastar la broma animadora que aún surte efecto (o eso fingen, sospecho) de «Ay, qué bonito es ser [y nombro el trabajo]…» cuando nos vemos haciendo de todo menos lo que se supone que nos pagan por hacer. Bueno, pues eso pasa en TODOS los trabajos.

    Y no es crea en la sociedad estamental, todo lo contrario. Creo en los sindicatos cañeros y creo en la gente de culo inquieto pero creo, sobre todo, en los que sindicados y de mal asiento, entre que sí y no, hacen su trabajo, sea el que sea, mejor que nadie.

    ¿Cuál sería para mí, y hablando de esto, el poema más luminoso? Pues está chupao: éste.

    (Dadle al audio y os sorprenderéis de lo que es recitar como te salga de los cojones: Arte. O al menos a mí me hace gracia).

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  6. Como no sería capaz de decirlo mejor Lux, prefiero decir que opino como tú.
    Yo trabajo en uno de esos trabajos "poco digno" y desde luego nada progresivos, mal pagado, aunque imprescindible. No es el Dia, pero podría.
    Mi trabajo me acerca más a limpiar el culo a una persona que a vaciar su cartera desde el mostrador de un banco o caja de relumbrón como hace la gente que ha progresado y estudiado y lleva corbata en lugar de bata. O a escuchar sus penas o alegrías en lugar de enchufarla a la tele que gente universitaria produce para ella (pero que en la intimidad de su vida digna y más elevada que la mía, reconoce no ver porque le da asco). Y desde luego con mucho más amor, con sensación de que mi trabajo mal pagado es mejor hacerlo con calidad y calidez, con más cariño que muchos trabajos de figurar, bien pagados, bien reconocidos y muy y mucho dignos. Y si no esperad a que os haga falta.
    Besitos

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  7. Y como no se lo que tardaré en volver, al hilo de lo que dices sobre sindicados y sindicatos cañeros, creo que como trabajadores las condiciones del día y de tantas y tantas empresas, más que risa nos debería hacer pensar en qué es lo que se nos viene encima. El machaque laboral al que están sometidas las personas que trabajan en este tipo de sitios sin que hagamos nada por ellas quienes consumimos allí al grito de "...para mis hijas, ni loca...", es brutal. Horarios imposibles, jornadas partidas, parciales, de lunes a domingo. Es lo que se lleva, amiguitos, liberalismos del bueno. Nos queda reirnos un rato con el graciosillo de turno (que tampoco está mal, para un rato y si el graciosillo merece la pena) o pelear un rato. O mirar el tren, sin pelea y sin risa. Pero no poner distancia con el que está peor, aunque no sea por solidaridad de clase, sino por que es el espejo que nos muestra el futuro.

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  8. Cuando estoy en la cola del súper, no soy yo, me llaman el siguieeeernnteeee.
    No se acuerdan de mi nombre !
    Y me siento como un cerdo en la cola del matadero
    A uno le gustaría que le dijeran
    ... Buenos días picha floja !!
    Pero no, me llaman el siguieeeennteee!.
    ...
    Entonces me rebelo y ataco a la realidad.
    Sí, lo habéis adivinado, hago el canelo.
    ...
    Buenos días señorita.
    Uenas !
    Perdone, pero su cara me suena.
    No ganó usted el concurso de belleza del barrio, hace un par de años ?
    Pos no !
    Si, me acuerdo
    Iba con un vestido rojo, el pelo recogido y bailó "vamos a tocar un rock and roll en la plaza del pueblo".
    Me suena mucho.
    Ya se está usted acordando, fue un gran día.
    Y ahora trabajo en el Día.
    ....
    El siguieeeeennteee !
    ....
    Miro para atrás y veo a la cajera cob yn vestido rojo y el pelo recogido.
    Le resplandece la cara al bailar
    ...
    Estoy seguro.
    Por cómo le brillan los ojos.
    ...
    Vaya!
    Se me olvidaron los garbanzos.
    No estoy en lo que estoy !

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  9. Pues yo no veo contradicción entre Dani y lo que decís vosotros, de distinta manera, pero lo mismo. Y a mí me gusta. Será que también soy impermeable a la melancolía...

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    1. Pues incluso, fíjate estimado Basajaun, hay contradicción entre Dani y él mismo: hablo del “verso” «escribo carteles con muchas erratas». Porque ¿alguien que hubiera estudiado (no sólo cursado) Filosofía escribiría carteles con muchas erratas?

      A un poema no puede faltarle ni sobrarle nada. Y ese “verso” ripioso (sólo viene, y de los pelos, para rimar con el anterior «me fumo un pitillo con el segurata») estropea el “poema” todo porque confunde. Y sin querer, que es lo peor.

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  10. Hola darlings, por fin os leo. A ver...

    LUX, yo no creo en ir para adentro, más bien en lo contrario, en ir para afuera. Ahi es donde nos encontamos con los otros, y con la realidad de los otros, no mirandonos a nosotros mismos, "encontrandonos" a nosotros mismos (que hay de interés en mí? me aburro inmensamente, claro q igual soy yo y hay otros encantados de haberse conocido). Harari (del q MARISA ha leído al menos Sapiens) explica esto de mirarnos hacia adentro como resultado del Humanismo (q el califica como la religion de últimamente-os lo contare cuando divague sobre Homo Deus). ANtes, tenías problemas e ibas al chamán de la tribu, o a la Biblia, o al cura.. hoy hay q irse a ver una puesta de sol y enocntrarse a uno mismo. A mirarse su ombligo. Hoy he leído una frase en uan pared q decía "only the shallow know themselves" (solo los superficiales se conocen), y otra, esta en el metro: "Conocimiento solo no vale. Hay q aplicarlo". Bueno, todo esto con respecto a ese mirar para adentro.

    NO entiendo qué tiene q ver q haya gente luminosa y miserable en todas -TODAS- las facetas de la vida con esta poesía. Cada vez esta más demostrado (aparte de q todos los conocemos) q hay gente q ES luminosa y gente q no, y no importa el trabajo, el prestigio, el poder, o el dinero. Hay gente q será feliz en el Dia pero habrá gente q no. Y lo mismo dire del catedrático de física. Lo mismo. Esta poesía nada tiene q ver para mi con denostar a ningún tipo de trabajador. El cuenta una realidad, la de "busca algo de lo tuyo", pq es una realidad triste ene ste maldito país, q no voy a entrar en que invierte o ha basado su economía. pero hay tb mucha gente q no tiene "lo suyo", los conozco muy bien.

    Tampoco em interesa el prestigio. Si asi fuera, decdicaría mis tardes-noches a escribir artículos "de lo mío", pq en el trabajo del día (de durante el día, me refiero :)), no me da. Sin embargo, me decido a escribir un blog bajo seudónimo q nunca me dara ningún "prestigio", y q me esta quitando tiempo de q yo gane CV "en lo mío". Orviz ironiza cone l prestigio de trabajar ene l Mercadona vs. el Dia... ironiza.

    Gracias por el poema q enlazas, tb me ha gustado... y su declamación :)

    MARISA, no tengo ninguna duda q limpiar culos es mucho más digno q robar, en todas sus versiones (y no solo pienso en los CEOs de los bancos, tb se puede hacer el mezquino en planta calle de muhcos curros/negocios). Como LUX, tu análisis del poema es el de un tío q critica los trabajos como aquel, Yo no lo he entendido así, y desde luego si esa hubiera sido mi lectura, nunca lo ahbría colgado aqui. Entiendo q si lo ves así, como el "graciosillo de turno" , os parezca irritante. Yo lo veo como una foto de un momento de la realidad -gris, desesperada, no-luminosa-de un hombre en 2017 en un sitio de la penínisula. Casi me recuerda a una conversaciónq tiene Josep Pla con otro tipo (estoy leyendo su dietario "el cuaderno gris", viene a ser un blog, gloriosamente escrito) ene lq el otro hombre de dice q para qué leer la realidad, q eso ya lo vivimos todos los días, etc, q hay q leer de cosas luminosas, excelsas, para salir de la mierda en la q vivimos. Bueno, todos concoemos gente q va al cine "no para llorar". A mi me gusta reir ene l cine, pero tb llorar. Sobre lo de los sindicatos etc, lo hemos hablado más veces, amen.

    DRIVER, en serio q dicen "siguienteeee" en lso supermercados??? Aquí, la ciudad de las prisas,e stamos todos como halcones sin dejar pasar el nanosegundo desde q levanta su bolsa el cliente anterior. Yo eso de siguienteee lo suo mucho, de cachondeo, en casa.Tb lo usan conmigo, pq eso me resulta terriblemente rudo... viene a ser como cuando Mini estuvo en mi cole espaniol una semana cuando aqui tenian vacaciones y la profe decía en clase de inglés "SHUT UP!"... mini se partía: "la profe gritaba shut up en lugar de Be Quiet".. ya ves, culturas diferentes.

    love

    di

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    1. Hum, vale que irónicamente se diga “only the shallow know themselves". Pero entonces ¿no harían mejor en adentrarse, en profundizar?

      Bien, comprendo: tú hablas de elevarse.

      ¿Cómo solucionar esto, adentrarse o elevarse? Ya lo sé, ya lo sé: el resultado es el mismo.

      El que se adentra en uno mismo no se mira el ombligo, Di, es todo lo contrario; como el que mira al otro no lo hace al ombligo de ése otro sino al interior.

      En fin, que otro día tendemos que aclarar los téminos para no enredarnos en cuestiones (creo yo) de semántica léxica cuando, en realidad, queremos decir lo mismo.

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  11. Buenas...

    Decíamos ayer...

    Todo está conectado. Hay una genreación que quiere expresar frustración por las expectativas defraudadas, sea. Creo que toda generación tiene que cantarse a si misma. Pero si eso les hace relamerse sus heridas y refocilarse en su amargura, para dejar de ver que estas mismas frustraciones no son bandera de una generación, ni de la suya, ni de todos de la suya, ni de la de nadie, ni de todos de la de nadie...mal va la cosa.
    Porque expectativas rotas hay en todas las generaciones, no sé cuantos os habeis parado a pensar que a lo mejor la señora que no puede jubilarse de la mercería era la primera de su promoción hasta que su padre se arruinó con ese negocio que pintaba tan bien, el de los invernaderos, perdió la casa familiar y la de la tía de su señora esposa. Y la buena mujer tuvo que olvidarse de sus ganas de irse a Madrid, fíjate, a estudiar farmacia y ponerse a trabajar en una carnicería, muchos, muchos años atrás.

    Por otro lado, aparte de que todos los trabajos merecen su reconocimiento, su oda y su gloria, hay algo que creo que no sabemos hacer hoy en día (además de lo de guardar agua en los años que llueve para los años malos, porque ya me dirás tú, tururú, que por qué si en el mayo de 2016 llovió tanto y tan en todas partes, no supimos acordarnos de lo del cambio climático y hacer concursos de técnicas para preservar ese agua tan, tan necesaria...y por qué tengo yo que mirar si mi grifo del agua caliente echa diez o dieciseis gotas cada 24 horas para saber lo malvada que soy, cuando el mayor derroche lo comete la industria y la agricultura), decía, que me pierdo, que no sabemos valorar el darle alegría al día a día, que nos parece cosa de tiempos de propaganda del nodo eso de saber valorar+nos hagamos lo que hagamos. Y no, maldita sea, yo no quiero pasarme la vida quejándome como veo a tanta gente.

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  12. Felicitaciones por el blog en primer lugar.
    Me alegro de leer este último comentario.
    Durante la niñez y adolescencia nos solemos quejar porque queremos hacer cosas y muchas no pueden ser realizadas si no es con el consentimiento o ayuda de un mayor.
    Pero luego nos transformamos en mayores y muchos siguen pensando y obrando infantilmente, llorando, pataleando, quejándose y buscando la teta que tan bien les comfortaba.
    También exigiendo con altanería y despreciando el trabajo de esa gente inferior que cada día acude puntualmente a su trabajo y pone con esmero las productos o cobra en las cajas con infinita paciencia en un súper.
    ¿Quién tiene la culpa de que estudiarás algo y no pudieras trabajar en ello?
    ¿Pensabas que solo valía el diploma?
    ¿Se ha pensado alguna vez que también hace falta un esfuerzo extra para destacar?
    ¿Por qué ser tan desconsiderado con un trabajador de supermercado? Más aún cuando muchos aún no an aportado a este mundo nada de valor.

    No lo impongo, pero he elegido vivir quejándose lo menos posible y aprendiendo a sonreír todo lo que pueda y dar gracias.
    Si dar gracias y que se me escuche bien claro a quién me sirve un café, me cobra en el super.....graaaaaciiiaaass
    Admiro a esa gente, los quiero.

    La queja me cansa, a tal grado que ni siquiera pienso quejarme de ello

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