25 octubre 2017

Adios Malta. Hola Barrikada (Malta 12)

Miércoles, 25 de Octubre de 2017: Victoria, ferry, Marfa peninsula, Sliema


Por fin, divagantes: se acaba la serie! Porque este es el penúltimo, pero realmente el último día en Gozo, y en Malta. 

Por la mañana, tras el desayuno toca empacar... subimos a la piscina donde sigue haciendo viento, pero donde se está en el cielo... recuerdo las mañanas en las que me he subido a leer un poco "Alias Grace" de Margaret Atwood (que ya he terminado mientras escribo esto y divagaré en breve). Anoche también subí a hacer fotos... siempre me parece mágico subir a las azoteas de noche, aunque sea a tender la ropa. O de día

Nos daba tanta pena dejar Victoria, que antes de salir para el ferry nos dimos una última vuelta, con la excusa de que Mini echara una postal al Náufrago Ro. Aquí hay una pequeña muestra, con monja incluida. Y grupo de locales "a la fresca" (o es "la fresca" solo por las noches?).









Locales a la fresca

Hay que salir de Gozo, y cuando llegamos al ferry, se acaba de ir. Pagamos (recordamos que aquí se paga a la salida, viene a ser un "el que entra, no sale... sin pagar", y esperamos, esta vez los primeros de la fila, mientras poco a poco camiones, coches, camionetas, motos, se van alineando para el siguiente ferry, en 45 minutos que se pasan volando.  

En Malta vamos a dormir la última noche, porque mañana volamos a una hora intempestiva, pero antes de ir al hotel, decidimos hacer la península de Marfa, a la izquierda según sales del ferry, y a la que la Lonely Planet le dedicó cierta importancia. Nota: sí, hemos viajado con la Lonely porque la Rough no tenía este país-ya sabrá el divagante que no soy nada de Lonely, y la visita a la península esta me lo confirma: nada de interés, o sera que estamos ya, tras diez días de azules, en estado "meh". Lo que más me gusta de Marfa es un bar de viejos muy auténtico en uno de sus "dientes de peine" (Marfa es como un peine, por si las dudas). Allí paramos para tomar un cola-cao, un café, y yo hacer fotos sin desperdicio. La terraza -ahora vacía- y los juegos de sombra de las cañas, impagable. 







Nuestro hotel está en Sliema, un barrio al norte de Valetta: el Peda asegura que no pudo encontrar nada mejor cerca del aeropuerto. Claro que aquí, si no te pierdes en sus múltiples escalestrixcs, todo esta cerca. Esto... sí, nos cuesta horrores encontrar el hotel, vamos a uno que no es y, por fin, damos con el nuestro. Como diría nuestro amigo Wolf: "un sad affair". pero bueno, solo vamos a dormir, y salimos pitando tras dejar las maletas. Sliema es una península perfecta, como un tentáculo que le sale a la tierra firme, y comenzamos el paseo por su lado sur, cuando cae la tarde y tenemos enfrente toda Valetta y olas de impresión. Así, cualquiera hace fotos...















Cuando llegamos a la cara norte del tentáculo ya es noche cerrada. Hay algunos chiringuitos de playa que han tenido que cerrar su planta baja por las olas...  mucha gente por la calle pero no encontramos un sitio decente para tomar algo. Volvemos hacia la zona del hotel y esta foto la hice pensando en los divagantes, pero he de admitir un pequeño recorte: su verdadero nombre era "Pub Lady Di". Pero creo que nos podemos hacer con él, tan mono, hasta con lucecitas navideñas. 




Y ya hay poco más que contar, que por fin encontramos cerca de casa el lugar donde tomarnos algo, un sitio moderno con todo abierto a la calle cuyo atractivo parecen los rollos de canela y zumos, lleno de parejas de novios a la antigua mirándose mientras se comen sus rollos individuales (para qué se tiene novio, sino para compartir esas cosas?) Nosotros desentonamos allí un rato leyendo... todo para retrasar la vuelta al tugurio, cuyo mayor problema es la iluminación: en serio cuesta tanto poner luces laterales en lugar de ese plafón ahí arriba?  

A las 4 am o así suena el despertador y como autómatas buscamos el coche por las calles de Sliema, rezando para no perdernos hoy, que hay un vuelo que coger. Por supuesto, nos perdemos, pero solo una vez y ligeramente, así que, en conclusión, logramos embarcar un vuelo Valetta-Madrid donde hay muchos españoles-nunca imaginé que finales de octubre este sería un destino vacacional para otro grupo que para los ingleses con el estúpido "half-term" escolar. 

En Madrid son las 10:30 de la mañana cuando aterrizamos: tres zombies recorren la terminal, y viajan en el metro hacia Atocha. Todo parece hoy un sueño. Por fin el AVE parte para Vetusta, donde se va a juntar toda la familia este finde para celebrar el cumple de Fashion. Miro por la ventana y me despierto de repente: estamos en los mundiales? Qué son todas esas banderas colgadas en los balcones? Ah, ya, qué pereza... Inevitablemente Barricada se mete en mi cabeza, y no me deja en todos los días que permanezco en la península...

Ninguna bandera me pone carne de gallina 

ninguna bandera me pone depie 


4 comentarios:

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  2. En nombre de la pérfida banda de aprendices de atracadores de carteras, de la cual has sido víctima recientemente, y dado nuestro profundo arrepentimiento y propósito de enmienda que a partir de hoy vamos a emprender, nos hacemos parabienes por tu rápida recuperación.

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