25 septiembre 2017

"Posesión. Un romance" de AS Byatt: Thriller metaliterario, crítica de poesía victoriana, sátira.

Los caminos por los que se llega a un libro predisponen a lo que va a ser nuestro encuentro con él. Si lo ha recomendado ese amigo del que te fías ciegamente, si en una entrevista un autor que te gusta habla de él, si es un clásico que sabes cuenta con la aprobación de los entendidos. Así que, qué extranio es, por lo menos para mí, lanzarme a un libro que nadie me ha recomendado, que no conozco a nadie que lo haya leído y que descubro por casualidad. 

Fue una tarde en Foyles Royal Festival Hall en el Southbank. Pasábamos uno de esos ratos maravillosos en lo que cada uno nos vamos a una sección (flashbacks de Mini, pequenísima, en la zona infantil con cuentos) y exploramos. Me detuve en una de esas secciones en las que apilan libros con un titular, concretamente "Modern Classics", y junto a los sospechosos habituales vi un libro cuyo título me tiró para atrás: "Posesión. Un romance", de la autora A.S.Byatt, que había sido premio Booker en 1990 (como el anio pasado fue "El vendido" de Paul Beatty). Pese a todos los prejuicios del mundo, el que fuera calificado por los libreros de Foyles como "clásico moderno" me hizo darle la vuelta y, al leer la contratapa, inmediatamente quise tenerlo. Posesión: lo mío con los libros.

Cada vez que he comentado a conocidos ingleses que leía "Posesión", nadie sabía de lo que hablaba, y probablemente pensaban en una novela de terror, tema diabólico, ninia del exorcista gira la cabeza en el fondo. Lo de "un romance" ni lo decía, al fin y al cabo está escrito muy pequenio debajo.  Pero antes de empezar la novela (que tiene mucho de Crítica Literaria) ya Byatt nos deja claro en la cita de Nathaniel Hawthorne que "romance", además de una historia de amor, significa en la tradición literaria una obra que intenta conectar tiempos pasados, casi de cuento de hadas, con el aquí-y-ahora. Aquellas épocas de caballeros con armadura y damiselas en su torre o, como lo define John Mullan, profesor de literatura en University College London: "desde historias medievales de caballería hasta los antiguos cuentos en verso de Keats, Coleridge y Scott, pasando por el arturianismo victoriano de Tennyson (...) a menudo ha existido en antagonismo con la novela, llena de "verdad" vs. el romance lleno de monstruos".

Y eso es lo que pasa en "Posesión", que unos académicos de la literatura de hoy en día por casualidad comienzan a investigar la vida de unos poetas victorianos, a los que tenemos acceso vía sus poemas, diarios, trozos de periódico, y sobre todo, cartas. Porque así comienza la novela: Roland, un académico sin mucho futuro, agonizando en el Departamento de Inglés de una universidad londinense donde su grupo ("la Fábrica de Ash") estudia hasta la saciedad a un famosísimo poeta victoriano llamado Randolph Henry Ash (inspirado vagamente en Robert Browning o tal vez Alfred Tennyson), encuentra en un libro en la biblioteca el borrador original inédito de una carta de Ash a una poeta menor, Christabel LaMotte (inspirada en Christina Rossetti) que ha conocido en una reunión. Que se trata de LaMotte no lo sabemos hasta pasadas unas páginas, tras algo de investigación de Roland, pero lo que es claro es que el borrador era para una mujer que había impactado a Ash, porque en lo escrito había una sensación de "urgencia" (no son así las cartas de amor, en cualquier fase?). Roland se guarda la carta, hasta ahora nunca descubierta, porque se da cuenta de la bomba de relojería que esto puede ser: Ash, el poeta del que todo su equipo y otros académicos internacionales han estudiado, investigado, escrito tesis, libros, etc, podría ser otra persona que no el marido intachable de su esposa, con la que no tuvo hijos. 

La mayor especialista en LaMotte es una académica en el Centro de Estudios de Mujeres de la Universidad de Lincoln. Así que Roland sube a la ciudad, que conozco bien porque está cerca de Nottingham. Lincoln respira alrededor de su enorme catedral, sus calles son empedradas, todo debía ser así en la época victoriana. Es un sitio muy pequenio, pero allí vive Maud, estudiosa de la literatura que no quiere saber mucho más del mundo que lo que le ofrecen sus estudios. Aún así, en una maniana de esas grises y húmedas acompania a Roland al camposanto (prefiero usar esta palabra para que el divagante se haga una idea de los cementerios ingleses- graveyards: una iglesia de torre de aguja, o cuadrada, con un terreno alrededor hasta arriba de lápidas inclinadas, mordidas de musgo, con suerte con un cuervo sobre ellas, y sus cruces gaélicas, y su abandono) donde descansa la poeta LaMotte, y allí, un encuentro fortuito desencadena lo que es, en efecto, una novela de detectives para amantes de la literatura. Porque claro que hay correspondencia entre LaMotte y Ash,  y de quién posee estas cartas va el libro. 

Porque no son Roland y Maud los únicos actores en este escenario: hay muchos más, y todos sirven para pintarnos el cuadro del feroz mundo académico y de sus malvados personajes psicopáticos sin escrúpulos, mundo del que Byatt aprovecha para reírse en su cara. Y la posesión no es solo la concreta de las cartas (que también pasa a ser la razón por la que algunos clavarían puniales, algunos por su valor económico, otros por poseerlas en su vitrina) sino también la que ansía el enamorado de su amado,  la del biógrafo por su biografiado, o el académico por su objeto de estudio. 

Cualquiera que haya mantenido una relación epistolar con una novia o un novio, o un proyecto, se verá inevitablemente reflejado. No solo en la urgencia, descrita anteriormente, sino en la extranieza, la disociación entre la persona de las cartas y la real: llega un punto en el que, si no te conocías mucho al empezar la relación y no te ves, pero te descubres por carta, luego cuando por fin te encuentras con esa persona es imposible que no te ataque la timidez y que te creas que esa persona que tienes enfrente, en realidad es esa que sabe tanto de ti. Además también hay reflexiones sobre este género interesantísimas, y que a los que divagamos así en público nos debería también hacer pensar: Roland se da cuenta de que las cartas son una forma de narrativa que no concibe resultado, cierre. Las cartas no cuentan ninguna historia porque no saben, de línea a línea, dónde van. 

La posesión entra en contradicción con otro gran tema del libro: la libertad de los amantes. En las dos historias de amor del libro este tema está presente: por la correspondencia entre LaMotte y Ash descubrimos cual es la dinámica inicial entre ellos: Ash es el que inicia la correspondencia, la pretende y persigue. Yo no sé si todos los hombres usan la misma narrativa en esta situación: "preferiría arrepentirme de la realidad que de su fantasma, del conocimiento que de la esperanza, del acto que de la duda, de la vida verdadera que de las cosas potenciales". Bla bla bla, claro que este es poeta y lo dice bonito. El viejo rollo: pero recordemos que él es el casado y ella la que no. Christabel Lamotte desde el principio no esconde que ella necesita su espacio, y que lo tiene perfectamente delimitado en su casa de Richmond donde vive con su amiga pintora y los perros. Como esta es la imagen que daba a la sociedad, muchos académicos habían asumido que LaMotte estaba en una relación sexual con otra mujer, y tal vez su furiosa independencia la había hecho más atractiva a las académicas feministas (véase Maud y su departamento en Lincoln). LaMotte intenta elevar muros, con poco éxito, porque aunque Ash le dice que "sabe por propia experiencia la infelicidad que la falta de libertad da a las mujeres", siguen las cartas, la persuasión, la seducción. Al fin y al cabo, es poeta: "porque ciertamente te amo, de todas las maneras posibles para un hombre, y más fieramente. Es un amor para el que no hay lugar en este mundo, un amor que mi razón disminuida me dice que no nos puede ni hará a ninguno de los dos ningún bien"



Imposible no invocar aquí a Virginia Woolf y su "una mujer tiene que tener dinero y una habitación propia si quiere escribir", porque eso lo tiene LaMotte grabado a fuego: "llevo la libertad de vivir como vivo, de dirigir mis asuntos, de hacer mi trabajo con mucho celo". Es, desde luego, una novela feminista, en la que se habla de las "mujeres domesticadas" (igual que domesticaron animales, los hombres domesticaron a muchas mujeres-algunas siguen hoy), de cómo es posible que en el ajedrez la mujer pueda hacer movimientos largos y en diagonal, justo lo opuesto que en la vida, o de la suerte de las mujeres en los departamentos universitarios al ir cumpliendo anios. Se lo cuenta a Maud una companiera que lleva allí toda la vida: "no te puedes imaginar cómo era en los 60, a las mujeres no se les permitía entrar en la sala común, y todo se decidía en el pub, donde no éramos invitadas. Estábamos agradecidas por tener trabajo. Pensábamos que era malo ser jóvenes y algunas, atractivas. Todo empeora cuando envejeces: hay una edad en la que una se convierte en una bruja y, como siempre pasa en la historia, hay cazas de brujas". 



El tema de la libertad opuesto a la posesión amorosa se replica, en el presente (nota: el libro está basado en 1987, con lo cual no había internet, móviles ni ninguna de esas cosas que gente que no vivió en esos anios podrá entender. El que visitó departamentos universitarios en los 80 recordará el olor de papel amarillo, polvo, y tabaco inequívocamente: y pocas cosas son tan evocadoras como el olor) con Maud y Roland: ambos estudiosos que con lo que suenian es con una cama individual, blanca, con todo el tiempo del mundo, para estar en soledad. Ambos comparten esa pasión por pasar tiempo con uno mismo que necesita todo académico, todo lector, todo el que ama aquello que es incompatible con el ruido. Cuando se conocen, esta es su principal coincidencia. Aparte de que él es un experto en Ash y ella en LaMotte, y ambos quieren la respuesta al misterio. 

Siguiendo con la crítica literaria, la poesía victoriana tenía intereses extranios como los insectos, y estaban fascinados con lo paranormal (se hacían espiritismos, y otros intentos de conexión con el más allá). Byatt ha llenado el libro de larguísimas poesías de Ash y LaMotte, que estoy segura habrán hecho la lectura aún más interesante para el que las haya leído en profundidad. Yo he de admitir que me las he saltado casi en su mayoría porque leer poesía en inglés no es lo mío: la poesía es como la música, tiene un ritmo y una cadencia, y te va directa al corazón. Así lo define Ash: "lo que me hace poeta, y no novelista tiene que ver con lo cantarina que puede ser la lengua misma. Porque la diferencia entre los poetas y los novelistas es esta: los primeros escriben por la vida del lenguaje, y los últimos para mejorar el mundo". Es muy raro que yo conecte en inglés, y mucho menos con poemas de 70 versos sobre insectos y hadas del bosque. Claro que estoy segura que hay cambios en el estilo de Ash y LaMotte tras su relación que se podrán captar allí. Sé que en algún foro, algún lector exigente ha dicho que las poesías no están a la altura, pero no puedo comentar. Solo para el lector al que atemorice las páginas de poemas: puede saltarlos y disfrutar de la novela. 

Por último, su tratamiento de la muerte, tan certero. Está presente -que no omnipresente - en la novela, y aquí volvemos a invocar a la Woolf, y la Gran Tormenta de 1987 que le da un toque gótico a una escena de camposanto nocturno final donde los héroes y los villanos van a ajustar cuentas, y, sobre todo, la descripción desolada de quien se queda cuando el amado, al que poseíste, o creíste poseer, se va para siempre. "Inmediatamente tras la muerte, parecía él mismo, tranquilo, descansando. Ahora que se había ido, no había nadie allí, solo un simulacro huesudo (...) y le dijo a la cosa en la cama: "dónde estás"". Este trozo también me ha conmovido.

Sigo sin conocer a nadie que haya leído "Posesión. Un Romance", y esta soledad es extrania y desasosegante. Porque cuando un libro te atrapa durante dos semanas, lo que quieres es compartirlo y que otros se ayuden a desentraniar quién al leerlo posee a quién. 

20 septiembre 2017

"Leviatán o La Ballena": La obsesión de Ahab sigue viva y coleando

En Julio de 2016 nuestro amigo JA, que vive en la Ciudad de México, vino a pasar unos días con nosotros, y se trajo a A, un amigo de Madrid al que conoció no recuerdo si en China o dónde, pero a ratos hablaban en chino (y no es una metáfora) y también en castellano de su pasión compartida por el país del dragón. Aquí pasamos casi una semana que recuerdo de grandes sobremesas, particularmente las de los desayunos del finde, que se transformaban en "brunch" (y esta es una palabra que también tengo casualemnte asociada a JA, que nos llevó a Chinatown a tomar el brunch aquella vez que le visitamos en Nueva York, allá por 1998... madre mía, hace casi 20 años!).


Pero divago: en esa sobremesas hablamos de política, de México, del Brexit, de Espania, de China, de neoconfucianismo (me prometieron un divague que yo pudiera colgar aquí, pero JA envió prácticamente una tesina), de viajes, de libros... y entre ellos, por supuesto Moby Dick. Tanto les debí dar la paliza que un día, de vuelta del centro me trajeron "Leviathan, or The Whale" (Leviatán o La Ballena) de Philip Hoare (2008), que ganó el premio de Samuel Johnson de no ficción en 2009. Como ya se sabe, soy lenta con los ensayos, que se apilan en mi estantería-mesilla de noche (mi cama está en una esquina, así que en mi lado no hay mesilla posible. Lo que sí hay es una librería detrás del cabezal hasta el techo,  y en la estantería más baja suele estar el libro que leo y estos múltiples ensayos a medias). Este no ha sido una excepción: me ha costado casi un año leerlo. 

Y no porque no lo haya disfrutado, o porque un ensayo de más de 400 páginas dedicado a mi animal tótem no pueda llegar a atraparte, pero me ha gustado leer un capitulo aquí, otro allá. Hoare es un obseso de las ballenas: sabe muchísimo y lleva toda su vida detrás de ellas. Este año ha publicado Risingtidefallingstar, el último de una trilogía del mar. 

Parece que la pasión por estos cetáceos suele empezar en la infancia: así le pasó a Hoare, que es de Southampton, frente al mar, y a mí, que vengo de un sitio, como diría Sabina "donde el mar no se puede concebir". No sé de dónde viene, pero solo se que ya de niña me fascinaban estos animales enormes que habitaban las profundidades marinas y resoplaban como géisers marinos.  Recuerdo que una niña de mi clase había visto una peli titulada "Orca la ballena asesina", y yo no daba crédito: los malso eran los tiburones, no mis ballenas.

Para empezar, en el libro de Hoare aprendes la diferencia entre orcas y ballenas (las orcas no son ballenas, pertenecen a la familia de los delfines), y muchas cosas más. El que consideró que Melville en Moby Dick escribe una enciclopedia de ballenas en algún capítulo (o de filosofía, por algo dedica uno entero a "la blancura de la ballena") que le quede claro: Hoare es otra enciclopedia. 

Y sí, tiene un capítulo dedicado a Herman Melville y Moby Dick y aprendes muchas cosas del autor, incluída su amistad con Nathaniel Hawthorne, de su época en Londinium (os acordáis del divague que os hice foto a la placa azul en la casa donde vivió?), de la historia del Essex, atacado por una ballena que parece le inspiró para escribir su novela. 

Hoare escribe trazos de novela histórica, y llegas a entender lo enorme que fue el negocio de la caza de ballenas hasta los años 50, y cómo en la época victoriana las ciudades se iluminaban gracias al aceite de ballena. Cuando llegaron nuevas formas de energía fósil, entonces parece que el mundo despertó y entró cierta ansiedad por "salvar a las ballenas", cuando estaban ya prácticamente exterminadas. 

A ratos es literatura de viajes, porque Hoare nos lleva a la meca del turismo ballenero, en la costa este de norteamérica, Nantuket, New Bedford, Cape Cod, Provincetown. Hace tiempo que tengo ganas de hacer ese viaje, desde Boston recorrer la costa, y pararme ante las casas (que imagino exactamente como en al peli de John Houston, iglesia con púlpito proa de barco incluída) e imaginar que una de ellas fue la fonda donde durmió Ishmael. En el penúltimo capítulo habla en detalle de un segundo destino del turismo ballenero; las Azores. Cómo me gusta la imagen que ha puesto en mi cabeza: estas islas volcánicas nacen de la confluencia de tres placas tectónicas (Africa, Eurasia, América), y Hoare sugiere imaginarlas como lo mas alto de una cordillera submarina más enorme que el Himalaya (en realidad no tanto, la profundida alrededor de las Azores creo que alcanza los 2 kms). 




En el último capítulo Hoare nada con una ballena: es muy poético, la manera como describe lo que acaba siendo un baile, cómo se sincronizan, se mueven. Qué pánico, qué emoción. Sé que nunca me atreveré a hacer eso... como máximo me sobrepondré al terror de volcar en uno de esos barquitos de turista petardo donde te llevan a verlas, tras un aletazo de la ballena. No pudimos hacerlo cuando estuvimos en Patagonia (donde se ven en Puerto Madryn) ya que se acababa la temporada (en Diciembre). Pero ahora me planteo si algún día voy a Nantuket, o a las Azores, si debería dejarlas en paz, y simplemente pasearme por las calles. Claro que no puedo ni imaginar la emoción de ver a una, resoplando ahí en el horizonte, y enseñado su aleta doersal mientras se escurre de nuevo bajo el agua...



Maravillosa ilustración de Rockwell Kent para "Moby Dick"


17 septiembre 2017

Open House 2017: cole, panadería, teatro, ciervo... pero ni rastro de Yísus

Por eso de que ya empieza a ser una tradición (2015 aquí, 2016 acá) lo de contaros el OpenHouse de cada año (el finde en que edificios a los que normalmente no se tiene acceso, o es limitado, se abren y es como "jornada de puertas abiertas"), este año no voy a faltar a la cita pero, tras la sobredosis de letra de los ultimos divagues, os alegrará saber que hoy, una imagen valdrá más que las mil palabras con las que os fustigo, amados divagantes. 

Sábado, solos los Pedalistas y Mini:









El Colegio Emanuel que se inició en Westmister a finales del SXVI re transfirió a Wandworth, al sur del río en 1880s . En 1872 este edificio había sido construído como el "Orfanato Real Patriótico". Muy cerca está el maraviloso "
Royal Victoria Patriotic Building", que tambien fue orfanato pero de niñas. De estos horrores podría escribir otro día, sobre todo ahora que lo tengo fresco ya que vi con Mini "Oliver Twist" el viernes. 











"La Panadería": se trata de una restauración de, sí, una panadería alrededor de un patio con establos en apartamentos de lujo. Pasábamos por allí y justo empezaba el tour. Nos enseñaron tres pisos, incluído el ático que estaba a la ventapor el módico precio de un poco más de dos millones de libras. Hay gente pa tó.



Domingo, con David y Mónica

El teatro Normansfield dentro del Centro de Langdon Down (este fue el médico que definió en Síndrome al que dieron su nombre: Síndrome de Down). Con su mujer abrierone ste hospital privado para pacientes con dificultades en el aprendizaje. El teatro (listado Grado II) está en perfecto estado. Nota: no tengo foto personal porque Mini me monopolizó la camera ese rato...




Bushy House (National Physical Laboratory). Donde hemos asistido a interesantes experimentos de física (como ver cómo se pone una tetera del ultracongelada al echarle nitrógeno líquido, y parece ser que la puedes hacer hervir con hielo!). Lo más bonito ha sido el paseo por los enormes acres y acres de verde a su alrededor, y hacer fotos a los ciervos. 



Y por último nos hemos ido a tomar el té un sitio encantador al lado del río, junto al templete a Shakespeare que erigió David Garrick, el actor que vivó justo enfrente. 









Ya oigo las quejas: este año nada ha olido a Yísus.

15 septiembre 2017

La Revolución Científica: nos convertiremos en dioses? (último Sapiens)

Ya vimos La Revolución Cognitiva , La Revolución Agrícola  y La Unificación de la Humanidad. Hoy toca "La Revolución Científica " (Última entrega de "De animales a dioses" ("Sapiens. A brief history of humakind") de Yuval Noah Harari.



Definamos ciencia moderna
Los humanos hemos intentado entender el mundo por lo menos desde la Revolución Cognitiva. Pero la ciencia moderna se diferencia de todas la previas tradiciones de conocimiento en tres cosas:
  1. la mentalidad científica está preparada para admitir nuestra ignorancia: las tradiciones premodernas del conocimiento (cristianismo, islam, confucianismo, etc) pensaban que todo lo que era fundamental e importante de saber sobre el mundo ya lo sabíamos. Si un individuo no sabía algo, lo preguntaba a otro más sabio
  2. la centralidad de la observación y las matemáticas
  3. la adquisición de nuevos poderes-la nueva ciencia usa sus teorías para desarrollar tecnología 
La ciencia moderna no tiene dogmas, sino un conjunto de métodos de investigación basados en recoger evidencia empírica y organizarla con herramientas matemáticas (las tradiciones anteriores lo hacían con historias). Quede claro que los científicos no desestiman la tradición y comienzan por estudiar lo que los sabios del pasado dijeron de su tema, pero su misión es ir más allá. 

Matemáticas: el patito feo 
Durante la mayor parte de la historia hasta entonces, las matemáticas eran un campo medio esotérico que poca gente se tomaba en serio. En la Europa Medieval, lo fundamental de la educación era la Lógica, la Gramática y la Retórica; nadie estudiaba estadística y la reina indiscutible de todas las ciencias era la Teología (alucina!). 

Pero en 1687 Isaac Newton publicó el libro más importante de la historia moderna: "Principios matemáticos de la filosofía natural"  en el que mostró que "el libro de la naturaleza está escrito en lenguaje matemático". Luego, para complejidades mayores,  vino la estadística.

Utilidad de la ciencia-La tecnología
La mayor parte de la gente hoy en día se queda en leer a los divulgadores de la ciencia porque las mates hard-core son difíciles de entender. Pero es que la ciencia tiene un enorme prestigio por los poderes (vía la tecnología) que nos da. En ciencia no nos preguntamos si algo es verdad (puede ser falseado en cualquier momento, de eso va la ciencia), sino de si nos es útil. Una teoría que nos permite hacer nuevas cosas mola. 

Bacon fue el primero que unió ciencia con tecnología, y fue revolucionario. Hasta entonces artesanos podían haber desarrollado nuevas tecnologías  usando prueba y error, pero no usando investigaciones científicas sistemáticas como luego los académicos, por eso no era ciencia.

Los estado modernos acuden a sus científicos, a sus expertos para consultar casi cualquier tema. Un caso paradigmático es el armamento.  Antiguamente, las guerras se ganaban por organización, logística y estrategia no nueva tecnología. Ya en la Primera Guerra Mundial salieron con distintas nuevas armas, por no hablar de la Segunda,  todos tenemos en nuestra cabeza la seta gigante sobre Hiroshima.

El ideal del progreso
A mí me ha sorprendido lo siguiente: según Harari, antes de la Revolución Científica, la mayor parte de las culturas humanas no creían en el progreso. La historia casi no se movía, y no sospechaban que nada pudiera mejorar. 

Además, muchos mitos (Icaro, Golem, Babel) enseñaban al hombre que ir por encima de sus limitaciones traería malas consecuencias. Como mucho, creían en un Mesías que les salvaría, pero pensar que el hombre mismo inventaría herramientas o descubriría conceptos que pudieran ayudar con la enfermedad, las hambrunas, etc... era imposible.

Cómo llegó Europa a dominar el mundo?
Hasta finales el SXV, Europa poco tenía que hacer en comparación con la colosal Asia. El movimiento de poder a Europa ocurrió entre 1750 y 1850, y para 1900 los europeos dominaban el mundo. Y parece ser que los científicos europeos tuvieron mucho que ver en este proceso. Y el capitalismo. Los europeos ya no dominan el mundo pero la ciencia y el capital están más fuertes que nunca.

El imperialismo europeo fue distinto del de los conquistadores (que iban a extender su visión del mundo a "pueblos menos desarrollados")  porque partía de ese talante de la ignorancia del científico: iban a explorar nuevas zonas a ver qué podían aprender. En las expediciones militares de los SXVIII y XIX, siempre llevaban científicos. Cómo olvidar el famoso Beagle (1831) en el que viajó Darwin. Los imperios ganaban con esto conocimiento (botánica, zoología, geografía...) pero además la ciencia les dio una justificación ideológica, y los europeos comenzaron a pensar que adquirir conocimiento era bueno.

Pero también hubo consecuencias más siniestras y los biólogos, antropólogos, lingüistas dieron pruebas que implicaban que los europeos eran superiores al resto de las razas-y nació el concepto de raza aria. Durante décadas hubo teorías racistas aceptadas y respetadas. Tras el desastre que culminó en la Segunda Guerra Mundial, hoy nadie se atreve a parecer siquiera mínimamente racista. Ahora el frente ha cambiado, y Harari se ha inventado el término "culturalismo" para describir lo que tenemos hoy en su lugar. Hoy en día, para contrastar las diferencias  ( y los méritos) de un grupo humano sobre otros ya no se habla de diferencias biológicas (color de piel esencialmente) sino de diferencias culturales. Así que partidos como el UKIP o el Frente Nacional en contra de la inmigración, usarán por ejemplo el argumento de que los musulmanes son otra cultura de valores diferentes y no su color de piel.

Crédito
En el anterior divague hablamos de que el dinero se basaba en la confianza. Durante la mayor parte de la historia, la producción per capita permaneció constante, pero esto cambió en la era moderna, porque hasta entonces el dinero representaba lo que realmente existía. Esto hacía el crecimiento muy difícil, porque lo era financiar nuevos proyectos y empresas. Pero en la edad moderna se ideó un nuevo sistema basado en la confianza en el futuro: la gente acordó representar productos que aún no existían en el presente con una nueva forma de dinero: el crédito. Se basa en que nuestros recursos del futuro serán mayores que los del presente.

El Progreso es posible
La Revolución Científica trajo la idea de progreso: si admitimos nuestra ignorancia e invertimos recursos en investigación, las cosas pueden mejorar. Esta confianza crea crédito, que trae crecimiento económico, que fortaleció la confianza en el futuro y dio lugar a más crédito. Un circulo virtuoso? En 1776 Adam Smith publicó "La riqueza de las naciones", basándose en esta idea de que hay una tarta mundial que cada vez va creciendo más, y que el aumento de los beneficios de los emprendedores privados es la base para la prosperidad de todos. Se hacen ricos y benefician al conjunto. 


Quién paga la ciencia?
Pero la ciencia  no ocurre en laboratorios aislados del mundo: está modelada por la economía, por la política, por las religiones y la mayor parte de la investigación está patrocinada por gente que quiere obtener un beneficio económico, político, o religioso. Hay científicos altruistas, que investigan por amor a la ciencia, pero no son los que dictan las agendas. La ideología influencia la agenda y determina qué hacer con los descubrimientos. En los últimos 500 anos ha habido una retroalimentación entre capitalismo, imperio e investigación.

Crecimiento: no pares, no pares
La ética del capitalismo es el crecimiento. La conquista europea del mundo se fue cada vez más financiada con crédito en lugar de impuestos, créditos de inversores que querían recibir a cambio de su inversión. Y así llegó el círculo mágico del capitalismo imperial: crédito financiaba nuevos descubrimientos, los descubrimientos daban lugar a colonias, las colonias beneficios, los beneficios confiaza, y la confianza se traducía en nuevo crédito. No me quedan fuerzas para contaros lo que Harari dice de los holandeses y el crédito, las guerras luchadas por el interés de los inversores (guerra del opio) o cómo la trata de esclavos africanos en la nueva industria azucarera fue de la mano del capitalismo sin control, de las fuerzas del mercado en libertad. 

La era del shopping
Antes de la industrialización de la agricultura, el 90% de la población eran labriegos , pero esto cambió poco a poco hasta una sociedad con el 2% de gente que trabaja el campo, como es los EE.UU. hoy en día. Toda esta gente pasó del campo a trabajar en las fábricas y los servicios, y se comenzaron a producir una enorme cantidad de productos. Surgió un problema: quién va a comprar toda esta mierda? 

Qué puedo decir del tema "consumismo"? Lo odio, y además odio todos los intentos de crearnos necesidades que no existen, las nuevas modas de temporada para que compremos nueva ropa "porque es lo que se lleva" (y hemos de ir todos uniformados, ahora se lleva enseñar los hombros con manga larga? pues todas así, aunque tengas los hombros redondos y no te favorezcan). Eslogans que sugieren que "seas bueno contigo mismo, que te hagas un regalo, porque tú lo vales"... un mundo de narcisismo que tristemente lleva a un mundo de vertederos, llenos de plástico y envases tal vez vacíos y cosas de usar y tirar. Este tema me exaspera, el amigo invisible, los continuos regalos como manera de comunicar que quieres a alguien, los malditos obsequios-intercambio en los cumpleanios infantiles. Por qué tenemos que tener más y más zarrios? 

Y como dice Harari, los ricos siguen el supremo mandamiento de "invierte" (haz más dinero, sé avaricioso que tienes la bendición de Adam Smith) y la masa sigue el de "compra!" (pasa tu tiempo libre en estúpidos centros comerciales porque tú lo vales, haciendo más ricos a los ricos). 

Familia, estado, comunidades imaginadas
Antiguamente los pilares de la sociedad eran la familia y la comunidad. El estado y el mercado eran débiles, luego el individuo era débil, y eso lo hacía depender del grupo. Hoy en día, la familia y la comunidad son débiles, y el mercado y el estado lo opuesto, luego el individualismo está en alza. 

Los estados y los mercados crean "comunidades imaginadas", para que todos estos extraños se crean que tienen algo en común. Un ejemplo son las naciones (hay que ver cómo está este tema de "pertenencia", a mí me aburre infinito) o las tribus de consumo (alguien ha visto cuando lanzan el nuevo iPhone la peña en el auditorio? a mí me asustan... "consumo, luego soy").

Ni la guerra es ya rentable
Estos estados fuertes están también disminuyendo los conflictos bélicos. La guerra ya no da beneficios como antes, no es lo que era. Primero porque su precio, con nuevo armamento sofisticado, ha subido mucho. Segundo porque el mayor capital de los países hoy en día es el capital humano, el saber (guerras pasadas de moda existen en sitios como Kuwait, donde aún hay algo material interesante).  Y tercero, a las élites ya no les interesa la guerra, ni están aliadas a una nación en concreto: científicos, escritores, intelectuales, ingenieros... lo que quieren es ir a trabajar a un lugar donde puedan desarrollar su ideas, conocer a gente parecida... esas cosas. Cada día nos movemos más a esa nación única de la que ya hemos hablado porque es en el interés de las superélites, pero también la de los de inmediatamente más abajo.


Todo tiene solución, menos la muerte?
Los antiguos no pensaban en progresar, con quedarse como estaba les valía.  y hasta el SXVIII solo intentaban explicar, darle sentido a la muerte, inevitable. Pero igual esto está a punto de cambiar: la ciencia no se preocupa de qué pasará después, sino de los sistemas genéticos, hormonales y fisiológicos que median el envejecimiento.. que está pasando a ser un problema técnico. La medicina poco a poco ha ido superando distintos retos y cada vez irá superando más, hasta llegar al punto de solucionar también el del envejecimiento celular.  Algunos académicos serios aseguran que la a-mortalidad (que no inmortalidad, siempre puede haber un accidente) se podrá conseguir técnicamente tan pronto como en 2050.

La felicidad ah ah ah ah
Harari dedica todo un capítulo a preguntarse por qué la historia ha estudiado hechos, guerras, relaciones, etc, pero no se ha preocupado específicamente por eso tan importante, la felicidad.  Que el dinero no trae la felicidad una ya lo sospechaba, pero él y cita estudios de gente miserable que ha ganado la lotería, y esto los ha hecho más felices un año o así, pero luego vuelven a sus niveles basales de cara-larga. Lo mismo pasa con la salud: no hablamos de enfermedades totalmente debilitantes, pero una enfermedad crónica con la que se puede vivir, la persona a la que se la diagnostican pasará también un tiempo tal vez de depresión hasta que se ajuste pero luego volverá a su estado basal. El lo describe como si la gente tuviéramos un dial: hay gente, todos los conocemos, que se mueven entre el 3 y el 6 como máximo (10 es superfeliz, cero miseria absoluta), y otros entre el 6-9. Los segundo han sido tocados por una varita mágica, así de claro. Los primeros, no importa lo que tengan, que siempre verán el vaso medio lleno.

Pero el descubrimiento más importante es que la felicidad no depende de condiciones materiales, ni casi tanto de la familia o amigos, sino de la correlación entre condiciones objetivas y expectativas subjetivas. Estar satisfecho con lo que uno tiene es más importante que tener más de lo que deseas. Recordemos el mantra: "Want not. Waste not."

Antiguamente la gente encontraba la felicidad buscando un sentido, por ejemplo en la idea colectiva delirante de la vida eterna. Lo mismo se puede decir de las ideas modernas del capitalismo, nacionalismo, humanismo. La realidad es que la vida no tiene ningún sentido: somos el producto de procesos de evolución ciegos que operan sin obejtivo ni propósito. Get over it. 

El fin de Homo Sapiens
Y tal vez el fin de Di. En algún punto de esta serie (en particular esta última entrega) he pensado que no iba a poder terminar, que Sapiens iba a terminar conmigo. Este último capítulo no os lo voy a contar porque tengo ya en mi mesilla "Homo Deus. Una breve historia del mañana", donde Harari se pone a mirar al futuro y a hacer hipótesis de donde vamos. 

Y una de ellas es que el final de Sapiens está aquí. Porque hasta ahora hemos seguido las leyes de la evolución, con una intervención mínima. Pero particularmente en los últimos años, estamos interfiriendo en el ser humano -para bien, para terminar con enfermedades- de una manera que dentro de poco, el producto ya no va a ser Sapiens. Si a un embrión con un defecto en las mitocondrias se le inserta ADN para que desaparezca, si erradicamos (problema técnico, recordemos) las enfermedades y terminamos a-mortales, si nos ponemos chips para aumentar nuestra memoria, o nuestras experiencias... esto ya no será Sapiens, será otra cosa. Pasaremos de la Selección Natural al Diseño Inteligente. 

Y qué nos preocupará /consumirá entonces? 

Os lo contaré cuando termine "Homo Deus". Prometo que no habrá serie... a no ser que me hayan para entonces ya instalado un chip. 







12 septiembre 2017

La Unificación de la Humanidad: Dinero, Imperios, Religión? (penúltimo "Sapiens"!)

Ya vimos La Revolución Cognitiva y La Revolución AgrícolaHoy toca "La Unificación de la Humanidad" (Hablamos de "De animales a dioses" ("Sapiens. A brief history of humakind") de Yuval Noah Harari.



Reivindicar el derecho a la incoherencia
Como decíamos en la Parte II de esta serie, este orden inventado por el hombre tiene, en comparación con los ordenes naturales, el problema de las inconsistencias y contradicciones internas. Por ejemplo, en la época de las cruzadas teníamos en un mismo concepto la espada y la religión: militares que mataban por motivos religiosos. En el orden político moderno tenemos desde la Revolución Francesa los famosos Liberté y Egalité cuando es claro que ambas al mismo tiempo no pueden ocurrir: ciertas facciones políticas están por cortar las libertades de unos pocos privilegiados para que haya mayor igualdad, y otros por darles la mayor libertad de hacer con su dinero lo que quieran a estas minorías, a costa de tender a una hipotética igualdad. 

Harari cree que los que siempre son consistentes son mentes aburridas y que ideas discordantes son el motor de cambio, porque nos lleva a a re-evaluar, criticar y criticar. Todo ello positivo. Cuándo fue la última vez que cambiaste de opinión en algo? También habla de la "disonancia cognitiva", que viene a ser el título de este apartado, y que todos sufrimos de una manera u otra. 

El caso es que si quieres de verdad conocer una cultura, pregúntate por sus disonancias. 

Tiene la historia dirección?
Y la respuesta es sí: la historia se mueve pasito a pasito hacia la unificación de culturas. Si en lugar de pensar en siglos pensásemos en milenios, está clarísimo que ahí es a donde nos movemos. 10000 aC había miles de mundos coexistiendo en el planeta, y fueron declinando hasta que hoy en día, prácticamente todo el planeta tiene el mismo sistema geopolítcio (estados), el mismo sistema económico (capitalismo) y el mismo sistema legal (teóricamente, derechos humanos y leyes internacionales-solo teóricamente, tristemente). 

Los tres potenciales órdenes unificadores universales
Durante el primer milenio dC se asentó la idea de un orden universal. Entonces Sapiens comenzó a pensar en la gente dividida entre "nosotros" y "ellos". Ya habíamos hablado en la Revolución Cognitiva de que esta capacidad para cooperar cambió todo. Pero esta hermandad no era con todos... al otro lado del valle estaban "ellos". 

En este primer milenio aparecieron tres potenciales ordenes universales, cuyos seguidores podían imaginar a todo el mundo siguiénolos:
1. el orden monetario
2. el orden político (imperios)
3. el orden religioso (budismo, islamismo, cristianismo)
Mercaderes, conquistadores y profetas fueron los primeros que trascendieron el "nosotros y ellos" para ver el potencial de unidad en la humanidad: el mercado único, el gran imperio, los creyentes de una sola verdad. 


1. El color del dinero
Los cazadores recolectores no tenían dinero. Cada banda recogía y manufacturaba más o menos todo lo que requería, y aunque había miembros que se habían especializado en distintas tareas, compartían los productos y los servicios a través de una economía de favores y obligaciones. Esto siguió más o menos así con la Revolución Agrícola, cuando vivían en pequeñas comunidades, pero con la llegada de las ciudades, mayor especialización y mejora en el transporte, la economía de favores y obligaciones dejó de funcionar. La mayor parte de las sociedades encontraron una manera de poner en contacto a grandes números de especialistas: el dinero. 

El dinero es otro orden imaginado: es cualquier cosa que la gente esté dispuesta a usar para representar sistemáticamente el valor de otras cosas para intercambiar productos y servicios. Puede ser cualquier cosa, como conchitas, no solo monedas y billetes-de hecho hoy en día más del 90% de todo el dinero del mundo existe solo en servidores: la mayor parte de transacciones ocurren moviendo datos electrónicos de un ordenador a otro. 

El dinero funciona porque todo el mundo cree en él: es un sistema de confianza. Ello explica que la bolsa caiga cuando disminuye la confianza y que haya crisis económicas derivadas de crisis políticas. 

El dinero tiene "convertibilidad universal": puedes intercambiar todo por todo, y extranios pueden cooperar en cualquier proyecto. Pero cuando todo es convertible y la confianza depende de frías monedas, esto erosiona las tradiciones locales, las relaciones intimas y hasta los valores, reemplazándolas por la ley de la oferta y la demanda. Sin embargo hay cosas que no se compran con dinero: hay valores como el honor, la lealtad, el amor por tu familia que la mayoría de la gente no vendería. Es imposible entender la unificación de la humanidad basándonos en términos económicos solamente. 

2. El orden político

Un imperio es un orden político que gobierna sobre un número significante de gente que pueblan territorios separados y con identidades culturales diferentes. Tienen fronteras flexibles y un apetito ilimitado para digerir más y más territorios. Son una de las principales razones para la reducción drástica en la diversidad humana. Ha sido la manera más frecuente de organización política en los últimos 2500 años. 

Aunque todos tengamos la idea de "imperialista" como uno de los peores insultos, Harari sostiene que la ideología de los imperios solía ser incluyente, y que ellos lo que buscaban era expandir "el bien", lo que tenían de avanzado sobre lugares donde, según ellos, no lo estaban (tengo aquí mis dudas, si pienso en todo lo que sacaron tanto en materia prima como en explotación de indígenas los colonizadores). Pero básicamente todos los imperios, ya sea Roma, el Islam o los colonialismos europeos siguieron el mismo ciclo: 

  • un pequeño grupo establece un gran imperio
  • se forja una cultura imperial, que es adoptada por los colonizados
  • los colonizados acaban exigiendo igualdad en el nombre de los valores del imperio (e.g. valores occidentales como los derechos humanos, el nacionalismo, el socialismo, etc)
  • el imperio pierde su dominancia
  • la cultura imperial sigue floreciendo y desarrollándose.
Desde el 200 aC la mayor parte de los humanos han vivido en imperios, y esto seguirá pasando en el futuro-claro que será un solo imperio, global. La aparición de problemas globales, como el calentamiento global, terminará con la legitimidad de los estados nacionales como los conocemos ahora, porque ningún estado podrá luchar solo con ciertos temas. De hecho, fue una charla de TED que dio Harari titulada "Nacionalismo vs. Globalismo: la nueva división política" lo que me llevó a leer Sapiens. Aquí explica esto mismo con más detalle, y os aconsejo seguir el enlace, aquí con subtítulos en castellano. 


3. El Orden Religioso

La religión ha sido uno de los grandes unificadores de la humanidad, junto con el dinero y los imperios, aunque ahora parezca una fuente de división. La religión es un sistema de normas y valores humanos fundados en la creencia en un orden supernatural. 

Harari habla de las religiones animistas, politeístas, monoteístas (algunas con un elenco de santos, bastante parecido al politeísmo), dualistas... en un punto habla del budismo que se plantea, en lugar de qué quiere Dios de mí, cómo escapo el sufrimiento.

En los últimos 300 años, la sociedad se ha ido secularizando más y Harari describe el éxito de las religiones Humanistas, que adoran a la humanidad, o en concreto a Sapiens. El humanismo cree que los humanos tienen una naturaleza única y sagrada, que es fundamentalmente distinta de la del resto de seres que pueblan el planeta, que existen únicamente para el beneficio de Sapiens. 

Los humanistas se han escindido en 3 sectas rivales: 
  • el humanismo liberal: la humanidad es una cualidad de los humanos individuales, luego la libertad del individuo es sacrosanta. 
  • el humanismo socialista:la humanidad es colectiva más que individualista. En lugar de la libertad para cada individuo, como el de arriba, busca la igualdad. 
  • el humanismo evolucionista: los Nazis creían que la humanidad es una especie mutable que puede evolucionar en el superhombre, o involucionar en un subhumano. Querían proteger a la humanidad de lo segundo e impulsar lo primero. 
Hoy en día, 70 años tras Hitler, es tabú unir el humanismo con evolución y decir que se quiere exterminar grupos de "subhumanos" o usar métodos biológicos para crear superhumanos-pero más de esto en la siguiente entrega "La Revolución Científica"

Luego están nuestras creencias derivadas del humanismo liberal que aseguran que cada individuo tiene una naturaleza sagrada interior, que da sentido al mundo y que es la fuente de toda ética (reencarnación del alma cristiana). Pero la ciencia todo lo que lleva encontrando en los últimos 200 años son hormonas, genes y sinapsis como artífices de nuestros comportamientos, sentimientos, pensamientos, vamos, parecido a los chimpancés que no nos querían dar la banana a cambio de la tierra prometida. 

Pero cada punto es la historia es una encrucijada
Y algunas veces la historia toma giros inesperados. Es una regla de oro en historia que lo que parece obvio a toro pasado no lo era en el momento, y cosas que parecían imposibles en un momento a los que lo vivieron, luego ocurrieron. 

El determinismo atrae porque implica que nuestro mundo y nuestras creencias son los productos naturales e inevitables de la historia. Pero hay muchas cosas que son pura coincidencia y la historia no se puede explicar determinísticamente porque es caótica.

Y las "decisiones" de la historia no se hacen para el beneficio de los humanos. La historia va de un sitio para otro y en el año 1500 dC, casualmente, hizo su elección más sonada, cambiando no solo el destino de la humanidad sino el del planeta: lo llamamos la Revolución Científica. La historia podría haber pasado de largo a esta revolución, igual que fue casual el cristianismo, el imperio romano, o las monedas. Pero no lo hizo...

(Continuara con la última entrega....

4. La Revolución Científica)









09 septiembre 2017

La Revolución Agrícola (sigue "Sapiens"): Te reto a que no te plantees el vegetarianismo

Ya vimos La Revolución Cognitiva. Hoy toca La Revolución Agrícola (Hablamos de "De animales a dioses" ("Sapiens. A brief history of humakind") de Yuval Noah Harari.

Durante 2.5 millones de años los humanos se alimentaron recolectando plantas y cazando pequeños animales, que vivían y crecían sin la intervención humana. Sin embargo, hace 10.000 años, esto cambió: Sapiens comenzó a manipular la vida de algunas especies de animales y plantas. 

Esta transición a la agricultura empezó poco a poco, en una zona geográfica localizada (Turkía, Irán, el Levante), y se fue expandiendo independientemente en otras partes del mundo, aunque hubo unas zonas principales, ricas en las especies (limitadas) de plantas y animales que el humano pudo domesticar. Esta manipulación aumentó la cantidad de comida disponible, lo que dio lugar a una explosión demográfica sin precedentes y a un cambio de estilo de vida brutal. 

Comparemos la vida del recolector con el granjero
Para empezar, está calculadísimo que el granjero trabajaba más horas a la semana que el recolector. 

Si no llovía o había una plaga, aquel anio los granjeros morían de mil en mil, mientras que el recolector simplemnte habría emigrado.  

El granjero tenía peor dieta. La nueva dieta, basada en cereales, era pobre en vitaminas y minerales, dificil de digerir, y mala para los dientes. También se les dió más cereales a los ninios en lugar de leche materna, lo que dismuyó su sistema inmune y aumentó su mortalidad. A esto hubo que aniadir las infecciones-todos sabemos lo que pasa al llevar a nuestro sonrosado bebe a la guardería. 

Además Sapiens comenzó a sufrir dolores (y artritis, hernias, etc) porque su cuerpo no estaba preparado para por ejemplo, acarrear calderos de agua, sino para subir a árboles o coger moras. 

Entran los animales: no para los pusilánimes
En la mayoría de estas primitivas comunidades agrarias, al principio fue solo el cultivo de vegetales. Pero al poco tiempo comenzaron a domesticar animales. El proceso empezaba con la creación de pequeños grupos de los más dóciles, a los que protegían de los depredadores- así nacieron las tribus de pastores. 

Pero para domesticar a toros, caballos, camellos.. para convertirlos en animales sumisos, había que romper sus instintos naturales y sus enlaces sociales, su sexualidad, su agresividad, su libertad de movimiento, Y esto lo consiguieron encerrándolos, enjaulándolos, poniéndoles arneses, entrenándolos con látigos, mutilándolos (castrando a los machos), poniéndoles apéndices dolorosísimos (como anillos en la nariz a los cerdos, cuyo laitmotif es husmear y así no pueden y se transforman en dependientes de sus "amos"-esto me recuerda a la sabiduría de la Yaya sobre los piercing: "yo cuando los veo con esos aros en la nariz, me recuerdan a los tocinos").


Luego está la producción de leche: obviamente las vacas, ovejas, cabras solo producen leche tras haber dado a luz, así que se las agenciaron para tener a los animales continuamente en este proceso de gestación-lactancia (pero quitándoles a las crías para que no se bebieran toda la leche, sacarles toda la leche posible)-gestacion, dejarlas preñadas otra vez. Esto ocurre desde tiempo inmemoriales, pero Harari nos cuenta lo que pasa hoy en las granjas modernas: una vaca lechera vive unos 5 años en este horrible proceso descrito arriba de gestación, ser exprimida, gestación, así hasta que las matan. Las terneras sufren el mismo proceso que sus madres, y a los terneros se les encierra en una caja de madera más o menos de su tamaño, donde pasarán toda su vida-unos 4 meses. No se les deja salir de la estabulación porque si caminaran, corrieran, jugaran con otros terneros, sus músculos se harían fuertes y no estarían jugosos y blanditos como nos gusta comerlos. 


Harari -vegano y gran defensor de los animales-, habla mucho de los animales como seres "sintientes". Una vaca siente dolor, ansiedad, angustia, molestia igual que un sapiens. Hay que asumirlo.  

Personalmente, soy "vegetariana ideológica" convencida desde el "Vacas, cerdos, guerras y brujas" de Marvin Harris. Harris daba otras razones, principalmente relacionadas con la sostenibilidad del planeta y justicia social: pura lógica. 

Y es que además no hay más que leer investigación sobre los efectos de las carnes rojas sobre nuestra salud, por ejemplo. 

Si fueramos a visitar una granja de estas, un matadero, igual despertábamos. Vivimos de espalda a estas realidades, la carne nos llega en bandejitas de poliespán y no tenemos ni idea de lo que ha sufrido un pobre animal para que lo tengamos ahí. Hace unos años dejé de comer pollo tras un artículo y lo que me falta es educación sobre de dónde obtener proteínas para dejar de comer otros tipos de carne. Y fuerza de voluntad, porque en Londinium no sería difícil, pero... en la península? No comer nunca más ibérico? Al final, igual mi opción es la de ser "flexitarian", intentar comer cuanta menos carne mejor, pero no sacar el cilicio cada vez que se coma ocasionalmente. Claro que los veganos de verdad no aprueban. 

No hay vuelta atrás
Pero divago, volvamos a la historia. Como decíamos, la vida era mucho más dura de granjeros que como recolectores, pero una vez que esta espiral comenzó, no se pudo parar. A lo largo de la historia, los nuevos "lujos" se acaban convirtiendo en necesidades y dan lugar a nuevas obligaciones. Sigue pasando hoy. 

Así que la Revolución Agrícola es uno de los hechos más controvertidos de la historia: nos puso en el camino de la prosperidad o nos hizo esclavos, enfermos y explotadores de otras especies? 

Nos hacemos sedentarios: hay cosas que perder
Lo claro es que no hubo vuelta atrás: los granjeros se asentaron, empezaron a acumular cosas, y la agricultura transformó a la sociedad en sedentaria. Aunque viniera un enemigo, no se podíá abandonar todo como en la época en la que viajábamos con lo puesto.

Y se empezaron a acumular cosas producto de un nuevo concepto: planear para el futuro. Así como los recolectores no podían hacer nada sobre las incertidumbres del futuro, los granjeros podían despejar otro terreno para hacerlo campo, irrigarlo, guardar grano sobrante, etc. Todo esto era trabajo extra (interminable) pero a su vez alimentos extra en graneros y despensas. 

Sociedades complejas. Nacen las élites
Esto dio lugar a sociedades más complejas (de las que nacieron las ciudades) de las que surgieron sus propias élites. Así que el 90% de la población era granjera y la minoría de soldados, reyes, curas, oficiales del gobierno, etc se beneficiaron sin los sudores de su frente, pero algo tenían que hacer: política, las guerras, el arte, la filosofía... esto es lo que llenó los libros de historia. La historia es algo que unos pocos han hecho mientras que el resto araban campos y llevaban calderos de agua. 


Ordenes imaginados para mantener el tinglado
Pero el hecho de poder alimentar a mucha más gente no garantiza la armonía... para asegurar los enlaces sociales se usaron esos mitos, esas cosas inventadas de las que hablábamos ayer: dioses, patrias, la bolsa... que crearon redes de cooperación. 

Todas esllas con "órdenes imaginados" (vs. "órdenes naturales" como pueden ser la ley de la gravedad o el instinto de procreación), basadas en tener mitos compartidos. Los órdenes naturales son estables: seguirán funcionando aunque la gente deje de creer en ellos, en contraste con los órdenes imaginados, que necesitan de grandes esfuerzos para mantenderse, a veces violencia y coerción. Sin embargo, es claro no se sostiene con violencia solo; necesita de creyentes verdaderos tambien, tanto en la masa como en las élites.

?Cómo se hace creer a la gente en un "orden imaginado" (como el cristianismo, la democracia, el capitalismo, romanticismo, nacionalismo)? Primero, nunca se admite que es imaginado y se educa a la gente desde su nacimiento incluyendo el orden en todo: desde los cuentos de hadas hasta el arte, pasando por la política. Este Orden Imaginado modela nuestros deseos: por ejemplo, nos gastamos mucho dinero en vacaciones influenciados por los mitos del romanticismo (debemos vivir experiencias, sentir emociones, probar diferenctes cocinas, etc) y el consumismo, que sugiere que para ser felices debemos consumir tantas experiencias, productos y servicios como podamos. 

Hay que registar lo imaginado: nace la escritura
Otras especies que viven en sociedades complejas son estables porque la mayoría de la información necesaria para mantenerlas está escrita en su genoma. En su ADN están programado los comportamientos para el rol que desenpeñará (por ejemplo, sea abeja reina u obrera). 

Pero esto no ocurre en los humanos (afortunadamente, en contra de lo que los favorables a las monarquías piensen! o el mismo Aristóteles, que creía que los esclavos nacían con una "naturaleza de esclavos" y los libres, de libres). Las sociedades humanas se hicieron tan complejas que se hizo necesaria alguna manera de grabar las normas, leyes, costumbres procedimeintos, o del orden social colapsaría. La información que durante millones de anios los Sapiens guardaron en su cerebro había que externalizarla. Además, con el almacenaje nació una nueva necesidad: los números. 

El sistema de procesamiento de datos inventado por los sumerios se llamó "escritura". El sumerio era un sistema de escritura parcial (un sistema total representa casi completamente el lenguaje hablado, como el latin, los jeroglíficos, el braile). 


Las matemáticas son un sistema parcial; sin embargo es el sistema que ha tomado preponderancia hoy en día, ya que las ciencias hablan en números y fórmulas. Si no sabes matemáticas, olvídate: si quieres tener influencia, has de hablar en números. La física, la ingeniería están fuera de contacto con el lenguaje humano. Las matemática han dado lugar a un código binario (0-1) que es el que hablan los ordenadores. Estos tienen probelmas para entendernos.. cómo pensamos, sentimos, soniamos.. así que Sapiens está aprendiendo a hacer estas cosas en el lenguaje de los números, para que nos puedan entender los ordenadores. 

No hay justicia en la historia
Los ordenes imaginados nunca fueron neutros ni justos, dividieron a las sociedades en grupos, donde unos fueron privilegiados y otros oprimidos. A pesar de la Declaración de 1776 en Amércia donde se proclamaba la igualdad  de todos los hombres, esta claro que esto no se extendió a las mujeres o a todas las razas o a los pobres. Hoy en día, aunque ya no se puede decir abiertamente que hay razas "inferiores", un capitalista de pro te dirá que la jerarquía de la riqueza está relacionada con habilidades objetivas y esfuerzo. No les importa todos los datos macro (claro que hay excepciones) que apuntan claramente que uno que nace en una familia rica, permanece rico, igual que uno que nace pobre. 

Con respecto a las mujeres, por qué el patriarcado, donde nosotras hemos sido siempre las oprimidas, es casi una constante a lo largo de la historia y de las culturas? Harari dice que no está claro, es todavía un misterio  y lo explica descartando ideas como la fuerza física mayor en los hombres, o el hecho de que son mucho más agresivos. La tercera hipótesis bioógica sugiere que tal vez las mujeres que lucharon por el poder fueron las que menos tiempo encontraron para transmitir esos genes a las siguientes generaciones. Por qué individuos menos cooperativos (los hombres) dominan a los más cooperativos (nosotras)? En estos momentos, no tenemos buenas respuestas. Pero lo que está claro es que en el último siglo hemos recorrido en este aspecto un camino mayor que en todos los anteriores milenios de historia. 



(continuará con...

3. La Unificación de la Humanidad

4. La Revolución Científica)