Por lo que sea, estoy haciendo un curso de genómica. Refrescando conceptos de hace siglos y aprendiendo lo que ha avanzado-la-ciencia-que-es-una-barbaridad desde que yo no me interesaba por el ADN, el epigenoma, la meiosis, los cariotipos... todo eso.
Pero hasta yo sé que divagues dedicados a este tema harían sucumbir hasta a los que se leyeron y resitieron a las entregas serializadas de "La Regenta", o las brujas, o "Oliver Twist" o Malcolm Gladwell por nombrar unos pocos. Sin embargo, hay una cosa que aprendí en la primera semana de curso que creo daría bien para nuestra nueva entrega de la sección de la placa azul, y mucho mejor para mi cansino repetido cacareado feminismo (de primera generación, ji!). Os quiero hablar de Rosalind Franklin.
Pero hasta yo sé que divagues dedicados a este tema harían sucumbir hasta a los que se leyeron y resitieron a las entregas serializadas de "La Regenta", o las brujas, o "Oliver Twist" o Malcolm Gladwell por nombrar unos pocos. Sin embargo, hay una cosa que aprendí en la primera semana de curso que creo daría bien para nuestra nueva entrega de la sección de la placa azul, y mucho mejor para mi cansino repetido cacareado feminismo (de primera generación, ji!). Os quiero hablar de Rosalind Franklin.
A los que hicisteis bachillerato de ciencias os sonará sin duda la pareja de investigadores "Watson y Crick" (tal vez a los de letras también, esto creo que es cultura general). Premios Nobel (junto con Wilkins) de Medicina/Fisiología en 1962 for la descripción de la doble hélice del ADN (la molécula que contiene nuestro código genético). Unos amigos del Peda asistieron a una conferencia del octogenario Watson hace muchos años, y nos lo contaron con emoción. Hace unas semanas acaban de abrir "The Crick", el mayor centro de investigacion biomédica de toda Europa al lado de la estación de St. Pancras y la British Library (cómo afectará el miope Brexit a instituciones como esta, está por ver). Esto para que os hagáis una idea de la importancia de estos geneticistas. Ahora os contaré lo que pasó...
Todo empezó a finales del siglo XIX, cuando un bioquímico alemán descubrió que el ADN y el ARN estaban compuestos de nucleóticos, y cada uno tenía una base [adenina (A), guanina (G), citosina (C), or timina (T)], pero hasta 1943 no se probó que el ADN llevaba material genético.
En los primeros años 50, comenzó la competición para establecer la estructura del ADN: había un equipo favorito (el americano) y dos británicos: el de King's College Londinium (KCL) y el de Cambridge, con dos jóvenes James Watson y Francis Crick.
Todo empezó a finales del siglo XIX, cuando un bioquímico alemán descubrió que el ADN y el ARN estaban compuestos de nucleóticos, y cada uno tenía una base [adenina (A), guanina (G), citosina (C), or timina (T)], pero hasta 1943 no se probó que el ADN llevaba material genético.
En los primeros años 50, comenzó la competición para establecer la estructura del ADN: había un equipo favorito (el americano) y dos británicos: el de King's College Londinium (KCL) y el de Cambridge, con dos jóvenes James Watson y Francis Crick.
En el equipo de King’s (soy del Team Kings- es la institución anexa a mi trabajo) estaban Maurice Wilkins y Rosalind Franklin, dos científicos que tenían una famosa mala relación entre ellos. Este equipo tomó un ángulo más experimental, mirando radiografías (difracción) obtenidas por nuestra heroína Ros Franklin.
En 1951, Watson vino a Londinium a una conferencia de Franklin, en la que ella presentaba sus hallazgos iniciales con fotos del ADN. Watson volvió corriendo a Cambridge y le contó lo que recordaba de la charla a Crick. Ambos usaron esta información para construir un nuevo modelo de ADN, la "Hélice Triple", que resultó fallido.
En California, Pauling estaba construyendo su propio modelo; pidió ver las fotos de Ros Franklin, pero Wilkins -que no quería que un competidor les ganara en la carrera-le dijo que no estaban listas. Pauling acabó con una "Hélice Triple", que como sabemos es un modelo erróneo. Todos, respiraron: estaba claro que todos entraban en pánico cuando otro de los equipos descubría algo, lo importante era que su equipo fuera el primero.
Pero Franklin seguía estudiando en su laboratorio las imágenes de difracción con radiografías. Con mucha precaución, no quería publicar sus descubrimientos hasta que los hubiera confirmado.
Pero Wilkins, parece ser que sin su consentimiento, impaciente y frustrado, compartió los resultados con Watson. Esto supuso el gran paso conceptual para Watson y Crick: descubrieron la dobre hélice del ADN- lo que explicaba que así podía replicarse el ADN sin cambiar su estructura. El descubrimiento biológico más importante del Siglo XX.
Como he dicho, en 1962, Watson y Crick ganaron el Nobel, compartiéndolo con Wilkins. Para entonces, Franklin había muerto de cáncer de ovario, posiblemente como resultado de su trabajo con Rayos X. Ahora, poca gente conoce su nombre y, junto con otros investigadores como Chargaff y Avery que contribuyeron al descubrimiento de la Doble Helice, murió sin reconocimiento.
Pero Wilkins, parece ser que sin su consentimiento, impaciente y frustrado, compartió los resultados con Watson. Esto supuso el gran paso conceptual para Watson y Crick: descubrieron la dobre hélice del ADN- lo que explicaba que así podía replicarse el ADN sin cambiar su estructura. El descubrimiento biológico más importante del Siglo XX.
Como he dicho, en 1962, Watson y Crick ganaron el Nobel, compartiéndolo con Wilkins. Para entonces, Franklin había muerto de cáncer de ovario, posiblemente como resultado de su trabajo con Rayos X. Ahora, poca gente conoce su nombre y, junto con otros investigadores como Chargaff y Avery que contribuyeron al descubrimiento de la Doble Helice, murió sin reconocimiento.
La placa de Ros está en Donovan Court, Drayton Gardens, Fulham, Kensington and Chelsea, SW10.
Divagante que pasas por aquí: no olvides a Ros. Cuéntaselo a tus amigos, colegas, familia. Y sobre todo, cuéntaselo a tus hijas, sobrinas, nietas, o cualquier niña que se ponga a tiro. Si está claro que las niñas tienen mucho mejores resultados en el colegio que los niños, por qué sigue habiendo tan pocas científicas? Necesitamos más mujeres en ciencia!!