05 octubre 2015

Capítulo 42: "La blancura de la ballena"

Como parte del Londinium Literature Festival, se ha leído Moby Dick íntegra en el Southbank Centre. Cuatro días en los que actores, escritores, gente de la calle, han leído de seguido La Novela.  Ya he divagado a veces sobre el amor que siento por La Ballena, como llamamos a este ocho mil (gracias NáN) de la literatura (yo diría el Everest) en casa. 

Llegamos a la lectura cuando ya llevan dos días y andan por el capítulo 48- y nos vamos en el 53. Mini aceptó con alguna resistencia lo que describió como "un rollo", pero estaba claro que quedó atrapada. Algunos de los lectores lo hacían tan bien que no era difícil caer hipnotizado. Si algún trozo no se entendía, daba igual... una experiencia similar al Macbeth en cantonés de este verano. Bastaba con escuchar el ritmo, y saber que el libro entre las manos era Él. 

Al salir nos vamos a la parte que da al río en el edificio (es un centro de arte,  en el amplio sentido de la palabra: conciertos, seminarios, talleres, danza clásica, moderna... ese rollo) a tomarnos un té y un colacao.

De repente... un fantasma. Va andando por la estancia muy despacito, se va arrastrando... la gente mira, se levanta... salen dos más. Todos dan el mismo miedo... Mini que se agacha me dice que los ojos están pintados de rojo. "Son de verdad?", me pregunta. Y yo no sé a qué verdad se refiere. "Persígueme todo el rato" (aún no diferencia el sígueme del persígueme, pero veo claro que no le hace gracia quedarse sola con los fantasmas). Les seguimos hasta la terraza/calle. Hay varios más: algunos con banderas blancas, otros se retuercen en el suelo.






 












No sabemos qué son, ni qué representan... ni siquiera si tienen alguna relación con la lectura de Moby-Dick, porque tantas cosas pasan el el Southbank.  Pero yo solo puedo pensar en el capítulo 42 de La Ballena: una de las razones por las que me descubro ante Melville es porque tenga las narices de hacer un capítulo entero titulado "Cetología" y otro en el que solo habla del color blanco... Dedicar todo un capítulo a hablar de un color, así, en abstracto, de lo que representa y lo terrorífico que es: como la ballena blanca. 

Como Faulkner, yo también querría escribir como Melville, pero me conformo con haberle leído...

"What the White Whale was to Ahab, has been hinted; what, at times, he was to me, as yet remains unsaid. 

Aside from those more obvious considerations touching Moby Dick, which could not but occasionally awaken in any man's soul some alarm, there was another thought, or rather vague, nameless horror concerning him, which at times by its intensity completely overpowered all the rest; and yet so mystical and well nigh ineffable was it, that I almost despair of putting it in a comprehensible form. It was the whiteness of the whale that above all things appalled me. But how can I hope to explain myself here; and yet, in some dim, random way, explain myself I must, else all these chapters might be naught".


36 comentarios:

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  2. Di, tienes toda la razón del mundo, ¿de qué voy?.
    Mi inexcusable comportamiento dudando de la autoría luxadense del mosaico, se ha convertido en una pesadilla.
    Desde el fatídico momento en el que dudé de Lux, mi vida ha cambiado a peor.
    Detenido por las fuerzas y cuerpos de seguridad, peno en los calabozos de la prisión de Ocaña, siendo la vergúenza y el escarnio de cuantos me conocen.
    ...
    ¿Qué hacer en circunstancias tan adversas?
    ...
    Creo que es mi deber darle una satisfacción a Lux con la vaga esperanza de obtener, si no su perdón, tal vez un gesto de humanidad ( ¿me puedes mandar un yogur griego, amigo ?).
    ...
    Bien, una vez lavada mi maltrecha conciencia, os hago partícipes de lo que sin duda será la noticia literaria más espectacular del presente año.
    Lux fue la musa que inspiró a Melville para que escribiera "Moby Dick".
    ...
    Sí, ya os oigo, "¡pruebas!, ¡pruebas!".
    Está bien, a pesar de mi ya de por si maltrecha reputación, me complace compartir con todos vosotros el cuento que inspiró a Melville, y del que Lux, ora por prudencia, ora por vergüenza torera, nunca se ha atrevido a publicar.




    INOCENCIA BLANCA


    Estoy embarcado en el mercante “Nuestra Señora de los Hielos”.
    La razón por la que me han dejado embarcar ha sido que necesitaban un “ayudante de cabrestante” para el helicóptero.
    Los dos últimos que habían contratado habían dimitido por crisis de estrés crónico.
    Este buque abastece regularmente la Base Marambio y a la Base Esperanza.

    Como a veces la mar está brava, el buque no puede acercarse a la costa y entonces el capitán dice lo de “echad el ancla y que salga el helicóptero”.
    Cuando hace mucho viento – es decir, todos los días-, es mejor bajar la mercancía con la grúa o cabrestante que tiene la aeronave.
    Y allí estoy yo, cable arriba, cable abajo. Fardo de comida arriba, fardo de comida abajo.

    El helicóptero, que es un viejo artefacto ruso, tiene mucha potencia pero de estabilidad anda un poco flojo.
    La tripulación de la aeronave se suele beber una botella de vodka antes de cada maniobra, telefonean a su familia, se despiden y firman su testamento.

    Yo como no tengo familia ni propiedades, me conformo con lo del vodka.

    Esta mañana hemos volado sobre el Océano Glaciar Antártico.
    Hacía un viento del carajo. Unos veinte nudos.
    Esta máquina vibra como una vieja locomotora de vapor.
    La trayectoria indefinida que hemos trazado desde el buque hasta tierra, parecía guiada por la mano de un piloto sumergido en vodka hasta las trancas.. Esto es así porque el piloto se había bebido media botella antes de despegar del buque.
    El resto de la tripulación gritaba enfurecida por el miedo y por los continuos vaivenes de la aeronave.
    El piloto se ha dirigido a mí y me ha gritado:”Lux, suelta los fardos y huyamos de aquí a toda velocidad.”
    He manejado el cabrestante como Dios me ha dado a entender, intentando no aplastar a ninguno de los científicos que estaban en tierra agitando unas pañoletas rojas.
    No estoy muy seguro de no haber aplastado a alguno con los fardos.

    Y de pronto, cuando el piloto ha emprendido la huida, lo he visto.
    Una inmensa manada de ballenas grises.
    Emergían de las profundidades para respirar.
    La bestia más grande que Dios nos ha regalado.

    Sus bufidos eran tan potentes como los chorros de agua que sueltan cuando emergen.

    Y en medio de la manada, un pequeño ballenato blanco. Iba pegado a su gran mamita.
    Un ballenato blanco. Que, visto desde 800 pies de altura, subido en un viejo helicóptero ruso, rodeado de una tripulación borracha y alterada por el miedo…
    Me ha parecido la viva imagen de la inocencia.

    Una blanca inocencia, nadando cerca de las latitudes polares.
    Donde los mapas se acaban.

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    1. Driver (y no porque, en justicia, yo sea el protagonista de tu cuento, sino por el propio cuento): te aplaudo de pie.

      Una sola cosa: lo de los veinte nudos...

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    2. Sí..., debo de revisar mis fuentes.
      Pero ponte en mi lugar, aquí en el penal de Ocaña la biblioteca sólo tiene ejemplares del Marca y el As.
      ¡ Así no hay quien consiga un mínimo de bibliografía !

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  3. te ha faltado contar que me mandaste esas fotos por wasap y yo andaba leyendo sobre las brujas de salem en el new yorker y me dio un mal rollo brutal....y tengo pesadillas.

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  4. ¡Mira! ¡Una cosa que compartimos con Melville! La afición por los divagues que, aparentemente, no aportan absolutamente nada, ....pero molan mil!

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  5. Así que esto es lo que habéis hecho el fin de semana y que ha estado intentando explicarme sin mucho éxito...jajaja ¡No le entendía nada!

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  6. Figuras blancas? Fantasmas? no seran los cuerpos/cadaveres devorados por el cetàceo en los capitulos anteriores?

    Sugus...

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  7. ¿Qué serán esas misteriosas figuras blancas? ¡Ya me has dajao con la intriga, Di!

    Pero sean lo que sean, se trataba de una première o estreno (obsérvese lo impoluto de los bajos rastreros. La policía no es tonta).

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  8. ¿Cuánto tiempo hace que leí el libro por última vez? ¿30 años?

    Me doy hasta Navidad para releerlo. Recuerdo la sensación del nudo, esa persecución de lo que te va a matar. Pero todo lo del medio, y el estilo (que lo es todo), ya lo he olvidado.

    Imperdonable.

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  9. Y cuando nos marchamos vi que nos vigilaba desde lejos con la mirada. Incluso
    me pareció que nos seguía, aunque no podía ni imaginar con qué intención.
    Dos días después reinaba gran actividad a bordo del Pequod. Se remendaban las
    velas viejas, se ponían las nuevas, y el capitán Lux no bajaba a tierra sino en contadas
    ocasiones. Se dio aviso a todos los marineros que llevaran sus cofres de viaje a bordo, y
    NáN y yo partimos en busca de nuestros pertrechos.
    La estiba principal del Pequod estaba ya atiborrada de carne, pan, agua y
    montañas de barriles. La hermana de Di, anciana y flaca dama, de una gran bondad,
    procuraba que nada faltase a los marineros y se la veía ir y venir con frascos, franelas,
    ungüentos, etc., y todos la llamaban «tía Caridad». Era la mujer más extraordinaria que
    he conocido en mi vida.
    Yo preguntaba de cuando en cuando por el capitán Lux, y que cómo seguía y
    que cuándo se incorporaría a bordo. La respuesta era siempre la misma: que pronto lo
    vería y que su presencia no era necesaria ya que NáN y Di se ocupaban de todo.

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  10. Melville, a mí no me metas en líos y trabajos de provisión: con mis años, de lo único que pienso ocuparme es de pasarlo bien. A driver y lux ya les he dejado clarito que yo, de construir, lo mismo que de encargarme de proveer: nasti de plasti.

    No me guardes rencor y llámame cuando sea la hora de comer, de beber y de jugar.

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    1. NáN, tranquilo, no te apures, cuenta conmigo.

      A los demás: Yo no es que quiera escurrir el bulto, ¡pero alguien tendrá que ayudar y dar compañía a NáN, ¿no?!

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  11. De todos mis años en la mar, de todas las aventuras vividas y de las vivisitudes a las que me enfrenté, lo que se me quedó grabado a fuego fue la actitud de ciertos capitanes.
    Taciturnos los más, de conversación breve y mirada encriptada, se diferenciaban del resto de la tripulación por su afán para enfrentarse a su destino.

    El capitán Lux y su empecinamiento por encontrar y vencer a la ballena asesina.
    El teniente de navío NáN y su infatigable don para encontrar nuevas rutas entre las islas del Pacífico.
    La Lugarteninte Di, y esa gran voluntad para aunar en convivencia pacífica a latinos e ingleses.
    La bucanera Ire, y ese arte natural para adentrarse con el más humilde de los veleros en aguas bravas.
    Y por supuesto la gran dama de los Mares del Sur, una tal Cesita, adelantada sin duda a su tiempo, al circunnavegar la esfera armilar de las emociones esféricas.
    ...
    Todos y cada uno de ellos demostraron empeño y perseverancia para enfrentarse a su destino.
    Algunos lo lograron, y otros perecieron en el intento.
    Mas me fue dado comprender, que lejos de ser el objetivo una meta, era el viaje el verdeadero motivo de todas y cada una de sus empresas.
    ...
    Les recuerdo erguidos sobre cubierta, inmersos en sus pensamientos, con el ánima preparada para cuantos avatares les fueran presentados por el destino.

    Y fue esa mirada, la que clavaron para los restos en mi ánima de grumete.
    Pues comprender que enfrentarte a tu destino es la mayor aventura de la existencia humana, me hizo sentir que aquellos marinos, en verdad os digo, hicieron de este perro mundo un lugar, mucho más agradable.

    Mucho más llevadero.

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  12. Buen reto, Melville, lo de los relatos entreverados. Voy con el mío:

    «Pasead en torno al pueblo en las primeras horas de una soñadora tarde de día sabático. Id desde Areópolis a su puerto, Limeni. ¿Qué veis? Apostados como silenciosos centinelas, hay seres mortales absortos en ensueños oceánicos. Unos apoyados contra las empalizadas; otros sentados en las cabezas de los atracaderos; otros mirando por encima de las amuradas de los barcos que de todas partes aquí les trajeron; algunos, en lo alto de los aparejos, como esforzándose por obtener una visión aún mejor hacia la mar. Y luego, según me dicen, se reúnen y divagan hasta el amanecer.

    Pero ¡mirad! Ahí vienen ahora, andando derechos al agua, y al parecer dispuestos a zambullirse. ¡Qué extraño! Nada les satisface sino el límite más extremo de la tierra firme; no les basta vagabundear al umbroso socaire de aquellos tinglados. No. Deben acercarse al agua tanto como les sea posible. De tierra adentro todos, llegan de aquí y allá, de callejas y paseos; del norte, este, sur y oeste.

    Decidme, ¿les convoca sólo el mar o también les atrae hacia aquí el poder magnético de El Gran Maridivagold Boutique Retreat Royal Condominium Villa Señorío de Di como si fuesen las agujas de las brújulas de todos sus barcos?».


    (Lo leo y veo que me ha quedao pelín de zombis, ¿no? Juas)

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    1. Releo, y ahora me parece asín Papillon, o una isla de leprosos, no sé... Joder, qué difícil es escribir.

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    2. ODA AL DIVAGUEO

      De ídolos y salvajes divagantes,
      fue mi retiro latino.

      ¿Quién montó los toboganes,
      que antaño conducían a la gloria,
      y ahora nos encasquetamos cuan truhanes ?

      ¿ A qué extraños seres,
      se les ocurre charlar y charlar,
      durante tantos y largos meses ?

      ¿Quién pues prepara las viandas;
      y de la tareas de avituallamiento se ocupa,
      con prontitud y el alma canda ?

      ¡Oh del Olimpo los Dioses,
      ¡ qué gentes tan extrañas son,
      aquellos que así vivieron,
      y se bañaron sin calzón !

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    3. Driver, tú, que lo sepas, eres poeta, pero, cosa rara entre ellos, prefieres hacerte entender escribiendo cuentos: ¡Ole!

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  13. En gran medida sigo viendo la cultura actual como piedad desplazada: los museos de ahora serían las iglesias de antes (vayamos allí, repeinados, en los festivos) y las lecturas maratonianas, lo más parecido a la adoración nocturna que se me podría ocurrir.

    Una cosa permanece: los patronos siguen siendo los patronos, esté enterrados en una de las pomposas capillas o acudan emperifollados los sábados a la junta del museo. Y luego, una copita.

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    1. esté = estén. Y ya me callo.

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    2. Pero lo de ahora es mucho más elitista: en la adoración nocturna podía pasarse un mendigo la noche al amparo de los cirios. Ahora le cobrarían 5 pavos por entrar a la noche de los museos o ¡le sacarían a patadas...!

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    3. C. S., y luego está el no sé cuántos aniversario de… (póngase de la Coronación de Nuestra Señora del Señor o del pintamonas de turno, da igual). Voy para iconoclasta que escarbo, lo sé.

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  14. oh darlings que grandes devaneos donde soy Lugarteniente!

    Y además, a mi tb me han dado grandes ansias de releer la ballena.

    And, in addition, no puedo coincidir más con q muchos van a la Tate como antes se iba a misa. O, yo pispa, q hago del reciclaje una religión: me siento culpable por un pequneio papelito de chicle q no llevo a la basura de reciclaje (y la llevo, claro).

    Ah, q nos he dicho q la basura de reciclaje esta enmi minúsculo piso en un armario en el cuarto de Mini? Ahhh, claro: reciclar en al cocina es FACIL!!!! AHHH. LO mío tiene mérito! Es verdadera punición!!! LO q lo hace mucho más, como diría Enrique, "una experincia religiosa".

    MHe dico q afinal de mes estoy impostando en lso madriles? Luego tendre q preparame la charla no? así q os dejo...

    muxus a proa y popa

    ahoy! ahoy!

    di

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  15. Di en Madrid !
    Bieeeeen !
    Chica, ni se te ocurra pedir un taxi en el aeropuerto, que para eso estoy yo.
    Voy a recogerte sí o sí, prometo ponerte a Jackson Braun en el trayecto.
    Mándame tus coordenadas de localización al VI, I, IX, II, I, IV, IV, III, IX.
    Será un honor.
    Y tranquila, NáN responde de mi seriedad.

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  16. I'm back on the chanin gana, again. Estoy reventada, aparte de ver un pelín de grosvernor lane, y no la mejor parte (Elisabeth estaba de mal humor y no nos invitó al tea), tuve tiempo de ir a Hamley's y a hacerle una foto a la cabina del doctor who (bueno the police box, earls court). El curry, el olor a curry, no se me ha quitado. Institutos superpijos en Belgravia que eran sólo de chicos, y en el que todos o casi todos los chicos eran indios, aluciné, en Belgravia. Luego les vi tomando la comida, y todos llevaban su sandwich del meal deal, nada de curry de la cocina de la mama, aluciné también. Me siento muy incómoda con el stuary accent, no me gusta porque no me entero de nada, (el mío es más bien andalú-americano) y porque saber cómo te van a pronunciar una vocal en stuary accent es acertar la primitiva, y como siempre London mola, London es un escaparate, London centro es una bofetada de gente por todas las partes, y London es menos Britain que Madrid es Spain (frase de un inglés en el avión, promise). A ver si llevo pronto al niño.

    Buena estancia en Madrid :).

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  17. INOCENCIA ESFERICA (aquella que lo es, se mire por donde se mire).

    Estoy de hospitales hasta los mismísimos.
    Citas, reuniones, charlas, consejos.
    Parole, todo parole.
    ...
    Ayer mismo, en una multitudinaria reunión con padres de pacientes, se me apareció la Virgen.
    Treinta padres y madres abatidos por los mordiscos de la enfermedad de sus hijos, éramos atendidos por una bienintencionada psiquiatra cincuentona.
    El destino nos concedía cinco minutos de conversación a cada uno con la galena.
    ...
    Mi compa de silla de la Seguridad Social era una señora recién parida, con un hermoso bebé de pocos meses, el cual entendió perfectamente que la reunión era muy seria; así que mantuvo un sepulcral silencio, mezcla de respeto y sueño santo.
    Pero cuando le tocó el turno de hablar a mi compi, el bebé decidió que aquello era insoportable y nos mandó a todos al carajal, interpretando a pulmón abierto un sentido y estereofónico llanto sentido. Chorreón de decibelios no veas.
    Y ahí fue que se me apareció Nuestra Señora y me dijo exactamente cual era mi papel en este perro mundo.
    ...
    Me levanté, le pedí permiso a los padres, agarré a la criatura y nos fuimos al pasillo juntos a buscarnos la vida, colega.
    ...
    Si hay en el mundo un paisaje duro, es un pasillo de un hospital.
    El dolor es tan nítido que de vez en cuando te cruzas con los Cuatro a Jinetes del Apocalipsis cabalgando a toda leche.
    ...
    En aquel inóspito paraje tuve la fortuna de acunar a mi joven acompañante, susurrarle una suave canción de cuna, apoyarle en mi pecho y sentir el verdadero sentido de la Creación mientras que el cabroncete se echaba otra siesta de libro.
    ...
    Me dio tanta paz sentir su profundo sueño, que durante un cuarto de hora fui el Rey del Mambo en versión original.
    ...
    Acabó la reunión, los padres recogieron al bebé y yo volví a mi vida de siempre.
    Donde los adultos mienten, la muerte viaja en ambulancia y las flores son de plástico.
    ...
    En realidad soy un tío con suerte, con mucha suerte.
    Me echo unos amigos que son la bomba.
    Los muy zorros, ni mienten, ni se cortan en público.

    Duermen los angelitos, como si quisieran tranquilizarte en medio de la tormenta.
    Como si en cada cabezada, quisieran recordarte que la Redención es posible.

    Solo hay que sentir como ellos.
    Son profesionales de la inocencia.

    De forma esférica.
    Lo mires por donde lo mires.

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  18. Fíjate tú, Driverín, y dime si no es casualidad la relación de la imagen tuya con el niño y este artículo que he leído esta mañana

    http://elpais.com/elpais/2015/10/06/opinion/1444146384_171616.html

    de obligada lectura para todos

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  19. Una bella casualidad, jovenzuelo.
    O tal vez, sea una causalidad, que es una casualidad donde la u juega con el viento.

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  20. La discusión la tendríamos sobre cómo no nos compadecimos igual de los hutus y tutsis de Rwanda. En el fondo estamos de acuerdo, somos marionetas en un sistema que nos puede hundir simplemente por efecto mariposa.
    En el Tesco (que viene a ser un ahorramás o un día en London), el empleado se dedicaba a enseñarnos cómo usar las máquinas de cobro automático. Se estaban ahorrando al menos tres cajeros en la línea de pago.
    El inglés con el que charlé en el vuelo de vuelta me comentó los precios de las casas y pisos en Londres. Me decía que no entendía dónde vivía la gente que trabajaba en los puestos básicos, el barrendero, el cobrador del bus (nine to Hammersmith). Fuera, son los que toman el tren todos los días, y vuelven durmiéndose en los asientos, me figuro que son los que vi así. O se hacinan en pisos.
    El mismo inglés me comentó que llevaba 40 años en España. Inglaterra es mi ex-país, me dijo. Yo ya no me siento ni de aquí ni de allí. Eso y que estaba deseando tomarse unos mejillones al vapor de Caí, y olé.

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  21. Hola darlings, uno breve para agradeceros:

    #~todos vuestros consejos conferenciantes (LUX, la única y última vez q expuse en madrid me desmayé... lo he contado? pues podría empezar por ahí... tocando madera para no hacerlo de nuevo.. pero no, callaré ),

    #la inmerecida generosidad de DRIVER ofreciéndose de Driver aeropuertuario, que mono. Tranqui q yo no cojo un taxi a no ser q vaya con pata de palo.. :)

    # las bonitas descripciones londiniumenses de IRE (olor a curry? en oxford St? por cierto, ya habré dicho algfuna vez q odio esa calle..-la llamo "el mañico", pq es como ir a vetusta y esa calle llena de tiendas q se llaman precisamente asi, donde venden adoquines y frutas de vetustón-, bueno pues uno q se postula para alcade ha sugerido ahcerla peatonal.. lo cual le haría ganar un poco, pero el mañico es mucho mañico).

    # Oh y NáN, me leere el artículo maniana que teenmos "harvest festival" en el cole.. o sea, cuando no recite Mini lo leo... plenty of time.

    Os mando muxus y hugs

    di

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  22. Earls court olía a curry que te cagas. Casi literalmente.
    Never been to Oxford street, and don't have the intention, either :).
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    Desmayos. Lo primero, asumirlo. Yo me desmayé una vez y empecé a desvariar sobre autobuses cuando estaba sin consciencia de dónde estaba (lo cual es una versión muy inquietante de los desmayos, jamás he oído de nadie que se ponga a alucinar -literalmente- durante un desmayo). Ni te imaginas el ridículo que hice, al desmayo hay que sumarle la preocupación del persoonal por la clase de psicotrópicos que había consumido (ninguno). Mal de muchos...espero que te rías con esto.

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  23. ¡ Vaya !, los desmayos.
    ¿Lo ves?, una razón más para acompañarte en mi versión madrileña del "guarda bodys" (taxista, asistente a desmayos, guardaespaldas y divagante).
    ¡ Si por motivos de protocolo hace falta que me ponga la falda escocesa, tranquila, NáN usa mi misma talla , y se la puedo pedir prestada !

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  24. Para Borges Moby Dyck fue la gran novela americana, aunque yo amo al abuelo Twain

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