04 abril 2015

"El mal de Portnoy": Todas tus excentricidades sexuales, Philip Roth las había imaginado antes

"Portnoy's complaint" ("El mal de Portnoy") de Philip Roth es una de las novelas que más me ha hecho reír ultimamente. The Guardian ya avisa que es "la novela más divertida de sexo nunca escrita", pero no es solo de sexo, de verdad. Sin embargo en este divague, estando de "pre-holiday mood", no me voy a centrar en las neurosis familiares o culturales de este judío que recuerda tanto a Woody Allen, sino sobre la Luz que guía su vida: Alexander Portnoy es un sátiro.  Así que estáis avisados: Madres, monjas que me distéis clase, gente discreta y de bien, suegras (en particular la mía) dejen todos de leer YA!

Para empezar, así ligeros,  un poco de linguística: el  sustantivo castellano "coño" no me gusta. Es su fonética. Coño, coño... con los de Logroño. Lo siento, me raspa el oído. Y me fastidia, porque como saben, me repatean los eufemismos en el sexo. O sea, que me vengan con "hacer el amor" o "pechos" me causa no solo una bajona emocional, sino también física. Con la vagina tenemos pues un problema en castellano, pero a nuestro favor tenemos la maravillosa "follar" que es agresiva (como tiene que ser) pero no fea- como por ejemplo "joder", aceptable como exabrupto, pero también de fonética compleja para asimilarla a sexo. En inglés, la palabra barriobajera para hablar de ahí abajo me encanta, sin embargo: CUNT (la palabra más heavy del inglés, la llaman la "c" word y la que se montó cuando DH Lawrence la puso sobre papel).  Bien, toda esta introducción fonética para explicar que nuestro héroe es un obseso del cunt ("Maybe that is all I really am, a lapper of cunt, the slavish mouth for some woman's hole"). 

 Déjenme que les introduzca a este hombre que "no necesita estatuas eregidas en su nombre, habiendo este banquete caminado por las calles": se trata de Alexander Portnoy, un judío de 33 años que está tirado en el diván de su analista, y su monólogo es la estructura de la novela(My own onanism, exhibitionism, and voyerism-not to mention fetichism). Por supuesto Alex hace una disección profunda de los temas de diván-sus padres, que tienen cada uno una novela en sí mismos, como vectores de la neurosis vital del pobre Alex “I am marked like a road map from head to toe with my repressions. You can travel the length and breadth of my body over superhighways of shame and inhibition and fear.” E, inevitablemente, al hecho de ser judío. Tengo una debilidad por los judíos ateos, y los trozos que habla de religión son enormes: "how can they possibly believe this shit? Not just children, but grown-ups too" (las Navidades de los gentiles, María, Jesús, la burra y el buey... "la idiotez de los judíos todo el anio y la de los gentiles en estas fiestas!".

Pero sigamos con la fonética. Otra palabra del inglés menos agresiva que cunt para referirse a esa parte de la anatomía femenina es "pussy". Literalmente es un gato, y me siento incapaz de escribir el paralelo en castellano porque me da vergüenza ajena. Dónde nos lleva este gato: perseveren. Portnoy se encuentra con un amigo del colegio, uno de esos perdedores que suspendían y que ahora ... ha salido del arroyo! tiene un trabajo respetable! y dos hijos! Y lo peor, le habla de otro amigo común que era un patán y ahora, es catedrático! (admitámoslo, todos tenemos algún fantasma así: gente a la que les dábamos mil vueltas en el cole y que luego, se creen con derecho de prosperar! de qué van?!). El amigo le cuenta su vida y al oír que Alex está soltero le hace una pregunta que sinceramente quiero enmarcar, e incluso extender a ambos géneros:

"And what do you do for pussy"?
(And what do you do for cock?"-mi humilde aportación)

Excelsas.  Qué Pirámide de Maslow ni qué narices... ahí tenemos una necesidad bien de la base, y si uno no tiene un contrato, eso debe ser como salir a cazar para comida cada día? Agotador.

Pero nuestro héroe de ninguna manera puede casarse porque, se da cuenta, doctor, señoría, lo que sea, que todas y cada una de las mujeres que van por la calle tienen uno??? Cómo se va el pobre Alex a comprometerse a uno para el resto de su vida: imposible. Pero además, casi nada su reflexión más amplia sobre la pareja estable:
"Look, at least I don’t find myself still in my early thirties locked into a marriage with some nice person whose body has ceased to be of any genuine interest to me—at least I don’t have to get into bed every night with somebody who by and large I fuck out of obligation instead of lust. (...)  

"but I simply cannot, I simply will not, enter into a contract to sleep with just one woman for the rest of my days. (...) How can I give up what I have never even had, for a girl, who delicious and provocative as once she may have been, will inevitably grow as familiar to me as a loaf of bread? For love? What love? (...) Isn’t it something more like weakness? Isn’t it rather convenience and apathy and guilt? Isn’t it rather fear and exhaustion and inertia, gutlessness plain and simple (...) Please, let us not bullshit one another about “love” and its duration."

Ahí tú Alex! Por qué has de sucumbir a una demanda de la sociedad biempensante? En un punto se pregunta de dónde sacaron sus padres la idea de que lo mejor que se puede hacer en la vida es obedecer?  Pero a su vez tiene dudas sobre esta vida suya, de flor en flor, de "agujero en agujero" y se pregunta cuánto tiempo va a seguir y en nombre de qué ha de parar...
 
"To please a father and mother? To conform to the norm?  (...) So what’s the crime? Sexual freedom? In this day and age? Why should I bend to the bourgeoisie? Do I ask them to bend to me? Maybe I’ve been touched by the tarbrush of Bohemia a little—is that so awful? Whom am I harming with my lusts? 

Toda esta reflexión ocurre en paralelo a la narración del encuentro con su amigo mediocre, aquel con el que se rifaron la primera sesión de sexo a la ligera de cascos del barrio. Alex gana y la escena en la que la chica le intenta pajear y él se bloquea, es para tirarse al suelo. Típico neurótico: el pobre, toda su vida soniando cuando se masturba con que su polla esté en manos de una tía, la que sea, y ahora ha de pensar en él mismo en acción para tener una erección. Que termina con resultados fastuosos: el pobre Alex eyacula a lo "Feliz Anio nuevo" y un chorro le cae en el ojo. Como buen sicosomatizador tiene que acabar convencido de que se quedará ciego y en la siguiente escena le vemos llegando a su casa con un perro. Su madre, helicóptero que todo lo sabe y que todo lo controla le abre la puerta: "Alex, hijo, qué perro tan bonito", "sí, pasa perrito", "no, pero Alex, en esta casa no se admiten perros". "Pero mamá, es mi perro-guía. He quedado ciego" "como te has quedado ciego" "oh mamá, follando a gentiles, de qué otra manera podría ser".

Solo por esta escena, que nos muestra al protagonista catastrofizando por un poco de semen en el ojo, merece la pena leer el libro. Luego está esta otra, mi favorita, cuando cuenta su relación con Sally, la chiquita perfecta de la clase media-alta, hija del jefe de su padre, el que le había robado horas y días y anios "vendiendo seguros de vida a negros que no están siquiera seguros de estar vivos". Total que Sally no tiene problema para disparar a un pobre patito de cacería, pero no puede comérsela. Y ella ya le dice que no se lo tome personal, nada que ver con él como individuo... simplemente que NO. El pobre Alex la intenta persuadir, con poco éxito: "Pero yo te lo hago a ti!" "Pero no tienes porqué", "Ah, pero yo quiero", "Bien, pues yo no". "Pero quién gana una discusión empalmado?" -reflexiona Alex en algún punto. Hasta que un día van a un cuarteto de cuerda de Mozart y la pobre Sally sale en éxtasis, esa exaltación elevada que nos inocula el arte, y le dice: "Hoy lo haré". Y qué hace?:


"she took my prick in her mouth and held it there for a count of sixty, held the surprised little thing there, Doctor, like a thermometer. I threw back the blankets—this I had to see! Feel, there wasn’t very much to feel, but oh the sight of it! Only Sally was already finished".

Yo me imagino a Sally, con su melena rubia, su kohl, la cinta rosa en el pelo, y con los ojos cerrados, contando hasta 60, como si tuviera un termómetro en la boca y... ya tá! Y él "sigue", "no, se está haciendo grande, me ahogaré!"

“Not if you breathe, you won’t.”
“I will, I’ll choke—”
“Sarah, the best safeguard against asphyxiation is breathing. Just breathe, and that’s all there is to it. More or less.”

No hay que perder de vista que el libro fue publicado en 1969 (podría ser en otro anio?). La extrema claridad con la que habla de sexo choca incluso hoy en día... qué debió ser entonces! Hay imágenes que se quedan en la retina, por ejemplo la escena del restaurante en la que su novia le pregunta si quiere "oler algo espectacular"-mientras esperan los entrantes-, saca la mano de debajo de la mesa, y Portnoy acaba presionando el dedo contra su boca. Desde la escena de Chip oliendo el sofá donde se había sentado su ligue en "Las correcciones" no leía nada tan gráfico en cuanto a fluidos corporales se refiere...

Supongo que, desde el feminismo, habrá recibido ataques por su reducción al CUNT de las mujeres que le rodean. En un punto se pregunta "si quieres una lady en lugar de un cunt, hazte con una". El problema es que le gustan las segundas. El mejor ejemplo es una de las novias que más le duran, a la que llama "The Monkey", de gran culo pero con limitaciones académicas. Me gusta su primer encuentro en una parada de taxis: 

-Hi!
-What do you want?
-To buy you a drink...
-A real swinger, she said, sneering
(...)
-To eat your pussy, baby, how's that?
-That's better. 

A la vez que le dice esto, yendo al grano, el pobre Portnoy tiene un mini-pánico por si ella llama a la poli. Porque resulta que él, podrido por dentro, de cara al público es un funcionario en una posición importante en el ayuntamiento, departamento social. Izquierdoso, lucha por los derechos de los grupos marginales, y se enfrenta con su padre y su tío cada domingo que piensan neardental: "si no te gustan las cosas aquí, por qué no te vas a Rusia donde es todo del color de rosa". "No entiendes nada, todos los hombres son hermanos!-Dios, podría estrangularle ahí mismo por ser tan ciego sobre la hermandad de la humanidad!". 

Igualmente enternecedor es la labor de educación política que aspira a hacer con The Monkey: es una chica proletaria del campo con cerebro de mosquito que no tiene, por supuesto, conciencia de clase. Alex intenta que lea para que "aumente su perspectiva sobre su origen (origen, por supuesto, mucho más fascinantes para el agradable chico judío de izquierdas que para la chica proletaria)".

Por que ya nos define el autor "El mal de Portnoy" en la primera página como "un desorden donde impulsos éticos y altruistas, vehementemente creídos, están en perpetua lucha con ansias sexuales extremas, a menudo de naturaleza perversa". De cintura para arriba, Alex es un liberal ejemplar. De cintura para abajo le atenaza su corrupción intrínseca, su podredumbre vital. “Only, is this human misery? I thought it was going to be loftier! Dignified suffering! Meaningful suffering - something perhaps along the line of Abraham Lincoln. Tragedy, not farce! Something a little more Sophoclean was what I had in mind".
 
Alex Portnoy (o debería decir Philip Roth?) es un tipo con el que me iría a tomar cervezas. Porque Alex, no necesitas un psicoanalista: no tienes sueños, en tu vida todo pasa a plena luz del día!
 
“Dreams? If only they had been! But I don't need dreams, Doctor, that's why I hardly have them—because I have this life instead. With me it all happens in broad daylight!”

16 comentarios:

  1. Es que nunca aprenderé...

    ¡Maldito judío! Ahora entiendo por qué el muy copión de Roth me prestaba tanta atención cuando aquella tarde tonta yo le conté mis cosillas…

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  2. Me encanta que te haya gustado Roth. La gente lo encuentra desagradable, obsesionado con el sexo y los judios y a mí me encanta. Siempre me rio, nunca me escandaliza y me parece un gran escritor con un sentido del humor impecable. Algunos de sus libros más serios como "Némesis" o "La mancha humana" son tremendos y "Zuckerman encadenado" es metaliteratura de la buena.

    Lo de salir a cazar para cubrir las necesidades te lo cuento otro día en la intimidad....

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    1. Molinos, entre tú y yo, Roth, pelín guarrte sí es. Que si esto o si lo otro: vale. ¡Pero guarrete!

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  3. Un momento, un momento… ¡Un momento!

    ¡¿«Coño»?!

    ¡¡Un momento, digo!!

    Hm, o sea, que cuando quieres bien que pones la virgulilla sobre la “n” haciendo la “ñ”.

    ¿Pues sabes qué, Di?

    Para mí, y no es por meter cizania companiera, se acabaron los ninias que, como tú, con empenio empunian tal enganio, pues, la verdad, no hay quien domenie ese panio, ¡lenie!

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  4. UN breve queridos, desde el hastío empacador... El siguiente q quiero leer es "La mancha humana".... leí hace mucho "Me casé con un conmunista" q me gustó pero no recuerdo reírme tanto como con este. LO de "cómo lo haces para pussy" me parece genial pq no es "cómo lo haces para follar, sino para pussy"... brillante.

    PortLUX, ya sabía yo q Rith te debe royalties...he explicaod lo de la enie muchas veces Portlux, y esta pregunta solo me indica q no eres nuestro verdadero LUX sino un replicante! El verdadero Lux sabe q cuando estoy en el mini DEMASIADAS veces he perdido material por hacer florituras con el Alt 164... si estoy en el 4x4 tengo ratón, y puedo hacer magia! Di quien eres... y devuelve a Lux

    Manina espero empezar la serie vacacional... nos leemos desde otras latitudes"!

    di

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    1. La historia de mi vida. Por contar verdades como punios (puños) se me paga reduciéndome a vulgar replicante... Bueno, ya digo, la historia de mi vida al fin y al cabo.

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    2. He visto cosas que vosostros no creiriais. Agitar teclados con eñes en las esferas de la pérfida Albión.

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  5. No sé. Tal como lo presentas, y me refiero al tío Roth, parece divertido. Mo dice que ella no se escandaliza nada de nada...pero no es el escándalo lo que me da pereza, sino leer ciento y pico o trescientas páginas sobre los desvaríos rijosos de un tío que busca más que encuentra.

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    1. Es un grandísimo escritor. De los que cavilan y cavilan.

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  6. No sé si conté que en Tarracoferma (el meu blog) uso cojoño El cojoño que tiene a mi parecer nombre de hortaliza, en realidad no es nada. Salió en una cena con Driver, que al tomarse una costilla de cordero le vino un ataque de tar ta mu dez, e iba a decir cojon…es, pero se trabó y le salió coj ..oño! (con ese punto de exclamacíon) . Entonces yo me adueñé del palabro y te puedo asegurar que algún bloguero lo ha usado como expresión. Como es palabro no es palabrota y no está admitido por la RAE, ni como palabra ni como palabrota. Cumple la paridad sexual al 50% según los órganos genitales apocopados en la expresión. Y sí puede que rime con Logroño, con moño o con cualquier otro _oño; para el caso existe la variante de ¡ñojón! o (que suena a especia) por si te sirve más, también serviría el plural (ñojones). Tanto el uno como el otro se pueden usar con sus distintas apreciaciones según la exclamación, el tono, la situación etc. etc. tal como sucede con sus clásicos antecesores palabras y menciones…

    Un Sugus muy grande Diddy y Feliz Pascua a todos.

    http://tarracoferma.blogspot.com.es/2011/08/cojono.html

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  7. Roth me parece genial. Cuando toca serio, como en Némesis, serio. Cuanto toca descojoño (te robo la palabra, me encanta, tomae), a cascoporro. Pero es un placer llerle, porque escribe muy bien y porque reflexiona sobre cosas serias con profundidad y sin miedo.
    Me lo apunto.

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  8. Me he quedado anclado en el animal moribundo q me gusto tirando a poco.
    Buen viaje y espero q a la vuelta pueda contarte q ya haya conocido a uno de mis mitos blogosfericos y de tus mas mejores de seguidores. Estamos en ese momento tierno de concertar cita a ciegas. No te digo mas.

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  9. No he leído nada de Philip Roth. Le pregunto a mi albacea literario, un albañil ilustrado que siempre acierta con mis gustos: "¿Me gustará Philip Roth?" me contesta: "Es posible que sí . Es como si a Nabokov le hubieran dado la pócima que preparó el Dr. Jekyll". Probaré a ver...

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  10. No creo que el libro recoja mis excentricidades sexuales,
    Me gusta hacer el amor con mi pareja, siempre la misma (los patos y algunos católicos somos así), del sexo contrario, a ser posible tras un buen rato de charlas y de risas.
    Debo ser un caso perdido.

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  11. Había leído, como obra maestra, las tres novelas de “Zucker encadenado” y me había aburrido con “Me casé con una comunista” y con otra de la que no me acuerdo ni del nombre, pero... ¡¿Cómo se me había pasado este continuum de risa, reflexión profunda y semen usa como munición de ametralladora?! Gracias a ti y a Molinos por hablar de ella y haberme librado así de este pecado de desconocimiento. Imperdonable, porque además es un libro que crea escuela: su fluencia de pensamiento y la riqueza vital son impepinables. Y basta de cosas serias. Pasemos a otros pequeños temas más suculentos.

    Primero, a la lucha semántica. Lady Di, cariño, ¿de verdad te suena mal coño? ¿Te has anglicanizado tanto que dice “C word? Oigo “vagina” y pienso en una sala de operaciones, o al menos en una consulta médica. (No) oigo “gatito”, por suerte, porque es muy anglosajón y me resulta deleznable. NO HAY otra palabra, no la he escuchado nunca (bueno, miento, a veces he oído a una mujer “tengo un picor en la vagina, voy a visitar a un médico” (pero este sentido médico ya lo había mencionado). Y más importante: es la palabra que he dicho siempre para referirme a eso que tienen las chicas cuando pienso en eso como el órgano femenino del cuerpo que es objeto del deseo.

    Creo que con este viejo chiste, las cosas se aclaran. Y los chistes son muy importantes (estoy leyendo ahora, entre muchos otros, un libro de Zizek: “Mis chistes y mi filosofía”. Está un matrimonio de aparceros andaluces y ella le dice a él, “¿Hacemos el amor?”, y él le responde: “Ezo ez de zeñoritos, nozotros, ¡a follar!”.

    Pero lo realmente importante del libro es el proceso de “desjudización” moderno, después del Holocausto y todo eso. Ahí, Roth alcanza una cumbre desde la que han mirado muchos y han venido después los Woody Allen y toda la serie de monologuistas judíos espléndidos. Un hombre judío se casa y tiene hijos: está en los genes de un pueblo perseguido-asociación religiosa, términos difíciles de separar, porque la supervivencia de la raza-religión depende de la reproducción.

    Es algo más difícil que lo que pasa con los cristianos. Nosotros tenemos una definición para nuestra religión, cristianos, y otra para la raza, blancos (más o menos). Pero para ellos, “judío” se refiere a la religión y a la raza (y a una adorable presión familiar con unas madres castradoras que todos los escritores judíos, incluso los anteriores y carentes de humor, han relatado. [Otro chiste esencial: una madre judía le regala dos corbatas a su hijo. Cuando este vuelve a comer a la semana siguiente, se pone una y la madre le dice: “¿Qué pasa, que no te gustó la otra?”]. ¿Cómo se puede vivir con madres así, y luego ir a la sinagoga, y luego cumplir el mandato genético del “reprodúcete si eres un buen hijo, cuanto más mejor.

    Yo pude ser un español cristiano que con 14 años, a la misma edad que Portnoy, me “quité” de la religión y me quedé en “español” (más o menos). Pero un judío-judío, se quita uno de los 2 judío y ¿qué queda, que no lleve a confusión?

    Pues ahí Portnoy es un héroe.

    Es de llorar de risa el último capítulo, “En el destierro”, que se llama así porque así es como se siente cuando viaja por primera vez a Israel. Incluye una frase corta que es la única que subrayé (no quería pasarme el libro subrayándolo, pero con esta no lo pude evitar: “Mira tú. Aquí nosotros somos los WASP”. Casi me ahogo de la risa. La frase revela lo buen escritor que es, y lo profundo: si quitas la andanada de humor del “mira tú”, el sentido vale, pero es una plastez. (También es de risa, porque durante ese viaje a la tierra prometida, no consiguió empalmarse).

    ¿Puede quedar más claro de qué va el libro? Va de los heroicos hermanos de otra religión que dejaron de pertenecer a ella, que descreyeron de adolescentes. Y en ese conglomerado de raza-religión debe de ser endiabladamente difícil.

    Dedicarse a desear todos los coños que pasan por la calle, en lugar de tener uno para reproducirse y tener portnoyitos (a los que agobiar hasta volverlos locos), también va de eso.

    Una gozada, coño.


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